- Resumen
- Los antepasados del
género radioteatral. Trovadores y
payadores - El origen nacional del
radioteatro - El 45. Llega la pasión a
Entre Ríos. Los tres centros emisores: LT 14, LT 15 y LT
11 - Las
giras: El contacto con el pueblo
Resumen
Hace más de 60 años, hacía su
aparición el radioteatro,
ese mundo de magia y fantasía que conmovía el dial
de las radios argentinas en las décadas del 30 y del
40.
Uno de los elementos básicos de la
transmisión radial es el uso de la imaginación. De
esta fuente inagotable sacaba su fuerza el
radioteatro. En la provincia de Entre Ríos también
los oyentes se reunían en familia, todos
los días a la hora del almuerzo, o por las tardes, a la
hora del mate, paralizando sus labores, y se pegaban al receptor
para seguir las historias de sus personajes favoritos: el
León de Francia, el
gaucho Mate Cosido o la Rubia Mireya.
El radioteatro seriado tiene como antecedente
remoto los relatos orales de los trovadores y cantores
populares. Así fue el origen de poemas
como el Cantar de Mío
Cid, relato épico que se recitaba de pueblo en
pueblo y se iba adecuando conforme a las respuestas del
público. El contenido épico, costumbrista y
amoroso, de indudable repercusión popular, del
romancero español puede emparentarse con lo que
sucedió con el radioteatro. En nuestro país,
los payadores que cantaban hazañas y desamores y se
trenzaban en contrapuntos improvisados también
constituyen antecedentes insoslayables.Otro antecedente a considerar son las llamadas
novelas de
cordel, muy populares en Europa
desde el siglo XVI, que se publicaban por entregas en
folletos de pocas páginas. En el siglo XIX se
popularizaron los folletines que se incluían en los
diarios. Cada día aparecía, generalmente al
pie de la primera plana, un episodio de una novela que
en muchos casos se transformaron en reconocidas obras
literarias. Autores como Víctor Hugo o Alejandro
Dumas escribieron folletines. En nuestro país casi
todos los periódicos de mediados del siglo XIX y
hasta bien entrado el XX incluían folletines, tanto
de autores europeos como locales. El drama Juan
Moreyra de Gutiérrez o la historia de
Santos Vega que posteriormente fueron adaptados para
representar en los circos, en la radio
y en el cine,
fueron originalmente publicados en forma de
folletín, en el diario Sud América y en otros periódicos.
También el Martín Fierro de
José Hernández fue editado en cuadernillos,
similares a las novelas de cordel, y se vendía en
las pulperías.El radioteatro también abreva en el
teatro
popular presente en nuestra región desde la
época colonial. En Buenos
Aires y en ciudades del interior el público
disfrutaba de obras teatrales en improvisados
corrales o rancherías, como se los
denominaba. Posteriormente, el circo llegado de Europa se
adecuó al gusto local incorporando la ficción
como un componente del espectáculo. Así
nació en nuestro país el denominado circo
criollo, que incorporó una segunda parte integrada
por obras de ficción.Los
antepasados del género radioteatral. Trovadores y
payadoresNo se conocen antecedentes previos del radioteatro
fuera de nuestras fronteras, con las características
del radioteatro popular, seriado y con su versión
teatral. Sí había algunas adaptaciones de
obras clásicas para radio y
otras escritas especialmente para el medio en Europa,
más cercana al teatro leído que a una
verdadera representación radioteatral.Hay versiones variadas acerca del origen del
radioteatro. Algunos sostienen que el pionero fue
"Chispazos de tradición", la audición del
español Andrés González Pulido, que
introdujo la ficción en un solo acto y
provocó la aceptación inmediata del oyente.
Después se incorporó una nueva modalidad
enraizada en el folletín gráfico: el
radioteatro en episodios diarios.[1]Cuando a comienzos de 1929 una audición de
música campera conducida por Roberto
Torres y Francisco Mastandrea parecía agotarse, este
último, inspirado en las novelas por entregas tan en
boga en aquella época, creó La caricia del
lobo, "una novela radial, la primera obra
radiofónica que no concluiría en un solo
día o en el espacio de una
audición"El 45. Llega la pasión. Los tres centros
emisores: LT 14, LT 15 y LT 11Con la instalación de las radios locales a
partir de 1945, comenzó un proceso
de mayor acercamiento de las compañías con el
público, tanto de las que provenían de
Rosario y Buenos Aires para realizar temporadas en las
emisoras locales como las que se formaron al calor
del nuevo medio. Las representaciones teatrales de las
obras se multiplicaron ocupando también otros
espacios distintos a las salas de teatro y de
cine.En 1945, en Paraná y Concordia se inauguran
LT 14 y LT 15 respectivamente, integrantes de la Primera
Cadena Argentina de Broadcasting con cabecera en Radio
Belgrano. Posteriormente, en 1951 nació LT11 de
Concepción del Uruguay,
integrando la Red de
emisoras Splendid.La radio de Paraná tempranamente
incorporó el radioteatro como componente central de
su programación. En 1945 se
emitían Alma de piedra, auspiciada por
sedería La Cumbre, Santa y Rumbos
desconocidos de Luis M. Gran con el auspicio de tiendas
La Pampa.[2]Entre los primeros directores de
compañía locales se mencionan a José
Luis Olivero y Martha Dorgan, esta última actriz y
libretista. También se lo menciona como uno de los
pioneros a Horacio Sosa, que fuera conductor de programas y
director artístico de LT14. Sostiene Magistrelli
que"el primer radioteatro que se hizo en
Paraná, lo hicimos nosotros. Lo dirigía un
señor Horacio Sosa. Hicimos tres o cuatro obras cuyo
nombre no me acuerdo. Una era El boyerito de la cara
sucia [la obra de Omar Aladio]. Después hicieron
El León de Francia donde ahí yo no
quise: hacía las cosas que me gustaban y las cosas
que no me gustaban no las hacía
[…]."[3]Cristina Elizalde (nombre artístico de
Nélida Ester Scetta), una de las primeras locutoras
de LT 14 era también actriz y directora de obras de
radioteatro infantil que, según testimonia Adolfo
Golz, escribía Arnaldo H. Cruz. Elizalde, como La
tía Cristina, conducía la audición
"Rincón de los niños" por LT 14 en donde se
introducían las dramatizaciones actuadas por los
niños. Una publicación de 1947 dice de
Elizalde que"ha sabido ser una 'locutora' persuasiva y
brillante, y a quién los avisadores han preferido
más de una vez: ha sabido ser una 'animadora' de
jerarquía, en cuya intervención se
percibía fácilmente su contagiosa
simpatía, la constante animación de su
espíritu y el colorido de su presentación
oral. Y ha sido también la 'actriz' inteligente y
apasionada; la actriz de cuya plasticidad temperamental,
sacaron partido, todos los libretos y todas las situaciones
radioteatrales".[4]El elenco infantil de "Rincón de los
niños" también representaba obras en los
teatros, como se informa en la revista
Guía de 1950. En la misma se anunciaba la
presentación en el escenario del Teatro "3 de
Febrero" del "poema escénico musical" Rosas en la
nieve, de María Alicia Domínguez y
Armando Schiuma, inspirado en la vida de Santa Teresita del
Niño Jesús.[5]A fines de la década de 1950 actuó
en la radio de Paraná la compañía de
Domingo Gago, conocido por su personaje "El negrito
Faustino", creado por Audón López. En 1959
"La compañía juvenil de Domingo Gago"
ponía en el aire, a
través de LT 14, La pasión de Juan
Moreira de Héctor Bates, con la actuación
de "la estrellita Syrley Rivas" y un elenco compuesto por
Marta Montero, Osvaldo Martínez, Rudy Margot,
Héctor Guzmán, María Elisa Linares,
Fernando Martín, José V. Navarro y
José Luis Navarro. Gago con su
compañía actuaba en radios de Rosario, LT 9
de Santa Fe y LV 2 de Córdoba.El origen
nacional del radioteatro
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