I. Etimología
El término se deriva del latín
''natio'', "nación", que
etimológicamente significa: "lugar donde se nace"
(del latín "nascere", que este último
término significa "nacer") (1); pero desde
el punto de vista de las ciencias
sociales y políticas,
la "nación" es una realidad constituida por un
conjunto de seres humanos que además de tener un lugar
común de nacimiento y de vida (el territorio), tienen una
serie de características que los identifican y al mismo
tiempo los
distinguen de otros conjuntos de
seres humanos: raza, idioma, costumbres, tradiciones, historia, religión, música,
hábitos alimenticios, en síntesis
una cultura que va
moldeando el alma
individual y colectiva de los pueblos, pero sobre todo un
sentimiento común de tener un mismo destino (2).
2. Antecedentes
Las primeras formulaciones teóricas
sólidas de la "nación" y su
plasmación en movimientos políticos concretos se
dan en obras de fines del s. XVIII y en las Revoluciones:
Americana y Francesa. No obstante, existen antecedentes a los que
se ha otorgado diversa importancia en función
del punto de vista del investigador. La primera
utilización de "nación" de la que se tienen
datos
históricos data del año 968 (3).
El origen de "nación" es incierto y las
disputas en cuanto a éste conforman un capítulo
importante de la teoría
del nacionalismo.
Existen teorías
biológicas de sus orígenes que ven al humano como
animal territorial y a la "nación" como a un
territorio en este sentido. Sin embargo, la mayoría de los
teóricos rechazan esta teoría por simplista y
tratan a las naciones como a una agrupación social humana
relativamente nueva.
3. Definiciones
La "nación" puede caracterizarse de modo
genérico como un grupo social
relativamente extenso cuyos integrantes poseen un sentido de
pertenencia a él debido a rasgos culturales y a una
conciencia
histórica comunes, Los integrantes de una nación
tiene una conciencia más o menos explícita,
según los casos, de formar parte de una comunidad
distinta a las demás. Esta conciencia nacional implica la
identificación con valores
culturales comunes, así como vínculos efectivos de
solidaridad entre
los integrantes de una nación.
La "nación" se define, por lo tanto, en
términos esencialmente socio–culturales e
históricos. Ello significa que a pesar de la
diferenciación social y económica que haber al
interior de una nación, subsisten vínculos comunes
que establecen la solidaridad nacional. Es decir que las
diferencias entre las castas, los estamento y las clases
sociales que hay en una nación no impiden el desarrollo de
la conciencia y el sentimiento de pertenecer a una comunidad
nacional distinta a las demás.
La "nación" es un fenómeno
colectivo en el cual puede coexistir la heterogeneidad de
subgrupos, con intereses sociales y económicos
específicos, con la homogeneidad de la conciencia y el
sentimiento nacional. Es por ello que la nación es una
comunidad integradora frente a los subgrupos que la conforman.
(4)
Los historiadores señalan que el
"Estado-Nación", históricamente hablando,
adoptó como primera forma la del Estado
Monárquico-Absolutista, que se fue conformando en la
medida en que un Señor Feudal se imponía
progresivamente a otros señores feudales ya sea
través de la fuerza o de
pactos de cualquier tipo, incluyendo los matrimonios por razones
políticas. Como ya decíamos antes, en los tiempos
actuales existe toda una corriente de pensamiento
que sostiene que el
Estado-Nacional ha dejado de existir o no a causa de la
globalización del sistema
capitalista, del surgimiento de las "empresas
globales" y del desarrollo científico-tecnológico.
Más allá de todo lo que afirmen los neoliberales
fundamentalistas, a finales del siglo XX y a principios del
Siglo XXI, a pesar del mito de
la muerte del
Estado-Nación, estamos presenciando el surgir y el
resurgir de viejos y nuevos sentimientos nacionales en un
proceso
aparentemente paradójico de naciones que se convierten o
que luchan para convertirse en Estados para, a su vez, sumarse a
procesos de
integración
económica, social, cultural y política
supranacionales. Tal es el caso de las naciones que antiguamente
constituían el Estado yugoslavo. (2)
Para dar una definición de
"nación", primero es preciso analizar el concepto.
Concretamente, la "nación" tiene una serie de
géneros y especies. Los géneros son tres:
nación biológica, nación
antropológica y nación política. A su vez,
la nación biológica tiene tres especies. La primera
se refiere al individuo, al
organismo viviente; ahí está el concepto original
de "nación" –decíamos–,
proveniente de nascor ("nacer", en latín). Es
decir, nación es lo que ha nacido. En cuanto al concepto
de nación antropológica, cabe decir que este
concepto tiene ya características específicamente
humanas, entre las cuales se halla el carácter institucional de las actividades
de los hombres y la racionalidad, que radica en la
manipulación de las cosas externas. Es también un
concepto oblicuo, porque proviene de las naciones
periféricas al Imperio romano,
donde se cuece la idea de nación. Esos grupos que rodean
al Imperio son gentes o naciones étnicas, grupos humanos
que están en la periferia del Imperio. Cuando estas
naciones se integran en la sociedad
política (reino, Estado, imperio, etc.) se convierten en
naciones étnicas no políticas. Como ejemplos, puedo
citar las naciones en las que durante la Edad Media se
clasificaban los mercaderes de mercados tan
lejanos entre sí como París o Medina del Campo, y
que carecían de cualquier sentido político; otro
tanto sucedía con los colegios mayores de las
universidades, donde los alumnos se clasificaban por su
nación, que era el lugar de origen.
Es éste el mismo sentido con el que se emplea el
término en el Poema de Almería, que narra la toma
de esa ciudad por Alfonso VII, quien reunió un
ejército procedente de diferentes partes de España,
entre ellas, la "nación" asturiana. Por desgracia,
los nacionalistas asturianos acuden a esta cita para argumentar
cómo su nación estaba ya presente en esos tiempos,
cuando, justamente, lo que prueba es lo contrario: se trataba
solamente de una estirpe, de una etnia.
(5)
Tal como se ha considerado, aquella herramienta crítica
que tenemos a mano (sin perjuicio de otras posiblemente tan
satisfactorias como esta, pero que en este momento reconocemos
desconocer —por ignorancia, por supuesto—) es el
análisis realizado por Gustavo Bueno
(6) en España frente a Europa.
Allí se expone el concepto de "nación" de
acuerdo con una estructura muy
precisa, esta es la de reconocerlo como un concepto de tipo
"genérico análogo funcional" que arroja
cuatro acepciones de nación determinadas por sus notas
funcionales específicas.
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