Pero, que pasaba con las mujeres más humanas, las
que estaban en los limites de la existencia dura y alienando.
Vivir, sobrevivir, insistir en existir, esa era y es el
constante; el camino y el fin de toda mujer que se
asuma en su existencia dentro de una realidad que la ha sido
impuesta. No importa que para ello tenga que transgredir el icono
que le han endilgado, no importa que a veces sea diosa, y otras
prostituta; algunas veces madre y esposa y otras amante
denigrada.
Cómo podríamos aplicar estos razonamientos
en nuestra época. ¿Han cambiado las cosas?
¿Son otras las circunstancias? ¿Ahora entendemos
que ya no hay «la mujer»,
sino «las mujeres» y que esta diferenciación
les permite de manera real ser diferentes unas de otras en
cualquier condición tanto social como moral, incluso
sexual? Es decir, no podemos seguir definiendo a la mujer como un
sujeto acabado, inalienable, inamovible; nos es necesario
reconceptualizarla como un sujeto concreto,
real, circunscrito a su espacio y tiempo
también concretos. Para ello, es necesario diferenciar a
la mujer histórica de la social, pues en este rompimiento
de lo ideal y lo concreto estará la base para redefinir a
la mujer no como un constructo fenoménico, es decir no
como sujeto objetual, cosificado por el hombre;
sino más bien como un ser ontológico en un sentido
hermenéutico analógico, desde la posibilidad de ver
a la mujer dentro de su marco socio histórico y cultural,
pero a la vez como un ser humano en su sentido de persona
individual. No debemos, insistir en ver a la mujer como la
otredad, como ese yang que puede completar nuestro
ying. Es necesario e indispensable que bajo la lluvia
incesante de la
globalización nos asumamos como multiculturalidad, y
esto va en todos los sentidos
posibles, Por último, es deber de cada mujer
desembarazarse del tener que ser como las demás mujeres.
Es indispensable que se quiten de encima el peso de los adjetivos
eufemísticos que las comprometen y las denigran, es
necesario que la mujer más que símbolo del
prototipo de ser mujer, sea símbolo de su propia y
única existencia, sólo así, será ella
en sí y para sí como ser libre y
multicultural, más que un ser para los demás en un
mundo globalizado, pues no hay que olvidar que el ser humano no
es igual a los demás seres humanos, comparte la misma
naturaleza,
pero antes que seres naturales, somos hombres y mujeres
culturales, socialmente culturales. «El ser humano no nace
en la naturaleza. No nace desde los elementos hostiles, ni de los
astros o vegetales. Nace desde el útero materno y es
recibido en los brazos de la cultura… el
ser humano… nace en alguien, y no en algo; se alimenta de
alguien, y no de algo» (Dussel, 2001: 37).
Desde la década de los 70 la teoría
sexo–género,
junto con otras teorías
sociales, deslegitiman la concepción esencialista de la
naturaleza femenina. Desde esta plataforma se afirma que la
identidad
femenina es una construcción social, que la subjetividad de
las personas se configura por la internalización e
introyección del prototipo establecido por la cultura para
la feminidad. A partir de ese momento las mujeres lucharán
por acabar con esa situación de marginación y
subordinación, asignado por el patriarcado a su sexo, y
exigirán un espacio propio, un orden simbólico
propio y una palabra propia. En los nuevos mitos la mujer
ha empezado a liberar a partirse de las últimas
décadas de la visión castrante que nos identificaba
con el "eterno natural".
La teoría sexo-género ha servido para
deconstruir ciertos principios
teórico-prácticos asumidos como axiomas a nivel
ontológico y epistemológico. Principios que
encubrían el carácter de dimensión social que
tiene la realidad. De hecho, la teoría sexo-género
como el máximo exponente del discurso
feminista en el marco de la academia y en general todo el
movimiento
feminista (en sus más diversas manifestaciones) han
impulsado, promovido y establecido un nuevo marco conceptual
desde el cual las respuestas a ¿qué es ser mujer?,
no se orientan desde un punto de vista únicamente
esencialista o naturalista. El movimiento liberal feminista, que
luchó por la igualdad de
derechos en
cuestiones de trabajo,
educación,
salud, etc., pudo
durante la década de los 80 y los 90 sentirse satisfecho,
por lo menos en una gran parte de los países desarrollados
occidentales.
En diferentes países se escribieron leyes generales y
locales que prohibieron la discriminación de las mujeres. En este
contexto, se escuchó entonces hablar sobre "post-feminismo", ya
que las mujeres ahora podían hacer "lo que
querían". Investigaciones
actuales han demostrado, sin embargo, que no es suficiente con
decretar leyes para obtener una igualdad entre hombres y mujeres
ya que la posición subordinada de una gran parte de las
mujeres tiene su origen en las relaciones estructurales de la
sociedad. Las
leyes son necesarias pero están lejos de ser suficientes.
Las relaciones estructurales no funcionan por sí solas
sino que son producto de
determinadas formas de pensar y de praxis
humanas. La lucha por la igualdad debe entonces ser dada tanto a
nivel macro como micro, es por eso que en esta
investigación se resalta el carácter
individual de cada mujer como una pieza fundamental en la
construcción de la sociedad, y es solo a través de
el encuentro cara a cara con el "yo intimo" como en verdad se
conseguirá constituir como un ser integro a través
del autodescubrimiento y re-construimiento como se podrá
liberar de las ataduras de las categorías sociales que la
aprisionan, abriendo espacios que influyan en la forma de verse a
sí mismas (identidad). Una mujer no encuentra su "real"
identidad ni en la familia ni
fuera de ella. Como Foucault nos hace
notar, no es una cuestión de "descubrir" nuestras
necesidades (nuestra identidad) sino de crear satisfacciones
(identidades) nuevas, y debemos ser "libres" para poder definir
qué es lo que nos satisface (Foucault, 1997 a, 1997, b)
Para Foucault, liberarse significa alcanzar una conciencia
crítica, un grado de conciencia que nos
permita entender cómo construimos nuestra identidad, y que
nos permita entender que nos es posible construir nuevas
identidades y nuevas subjetividades.
La mujer debe expresarse como sujeto y como miembro de
un grupo social,
esto implica que su papel no sea pasivo frente a las realidades
que la rodean, debe ser capaz de analizar, interpretar y recrear
esos contenidos, debe ser una vos con criterio propio en la
sociedad. Dentro de la subjetividad de cada individuo
convergen tres dimensiones: el Yo íntimo, el Yo social y
el Yo político; el primero es el sustrato de la
subjetividad en donde residen los significantes y significados
que cada uno construye como "mismidad"; allí descansan sus
emociones,
sentimientos y percepciones básicas, las valoraciones
fundamentales que le dan sentido a la experiencia
cotidiana.
El Yo social es el escenario de los vínculos y
las interacciones, es el territorio del entramado afectivo que
arraiga al individuo y le permite relacionarse con otros; el Yo
político reposa sobre la capacidad de trascender a sus
propias necesidades e intereses y reconocer compromisos con lo
común, lo colectivo. La verdadera identidad de la
mujer como ser social activo, parte del reconocimiento del Yo
íntimo, que después se expresara a través
del Yo social mediante el ejercicio de la
comunicación y lentamente lo proyecta hacia el
robustecimiento del Yo político.
¿Cómo la construccion del yo intimo genera
un verdadero sentido de identidad en la mujer? El
propósito es conformar un colectivo de mujeres para
propiciar encuentros a partir del reconocimiento de la diversidad
cultural, étnica, sexual y social de las integrantes
pertenecientes al colectivo , para la construcción
participativa de una perspectiva de genero, en el
colectivo de mujeres se lograra explorar la situación de
la mujer desde una perspectiva multidisciplinaria y se
podrán generar nuevos espacios que fomenten el interés y
análisis de la situación de la mujer
en la sociedad y mediante los cuales se genere una
reflexión que incite a cambiar el papel pasivo de la mujer
en la sociedad. Los valores
que giran en torno al concepto de
igualdad de género son innumerables: el rechazo del cuerpo
femenino como mercancía y de la violencia
física y
psíquica entre los géneros; la igualdad en la
toma de
decisiones en la sociedad; la libertad de
elección en los diversos campos de la existencia humana;
la igualdad en las posibilidades de desarrollo
como género; la abolición de la división del
trabajo social
basada en el genero. A través de toda la
recolección de información, mediante entrevistas,
encuestas se
realizara una estrategia que
permitirá una buena comprensión del yo
íntimo en la construcción de la identidad del grupo
de mujeres con el cual se desarrolle.
La investigación a realizar es de tipo
cualitativo, la cual se hará utilizando registros
narrativos de los fenómenos a estudiar mediante técnicas
como la observación participante y las entrevistas
no estructuradas en un contexto estructural y situacional, con el
fin de identificar la naturaleza profunda de las realidades de la
mujer, su sistema de
relaciones y su estructura
dinámica. El enfoque a trabajar es
critico-social, buscando generar cambios sociales, emancipar el
pensamiento y
romper con esquemas tradicionales como las construcciones
sociales sobre la mujer basadas en el patriarcado y que
representan un limitante al momento de un desarrollo integral de
si misma. Para ello se pretende utilizar la línea de
Investigación Acción
(IA), donde se exploraran intereses, necesidades y
problemáticas de las mujeres de diferentes sectores
sociales, teniendo en cuenta sus percepciones, vivencias y
experiencias vitales, a través de cuestionarios y
encuentros que se acorden con el grupo de personas
señaladas. También se realizaran talleres de
autoconocimiento, y de integración que permitan que la mujer valla
encontrando en si misma cimientos para construir su verdadera
identidad, en esos grupos de
autoconciencia se discutirá vivencias personales de
discriminación de cada mujer, con la
socialización de estas experiencias en
grupos transformándose en testimonios que pretendan tocar
a otros, sensibilizarlos e invitarlos a la interlocución,
al diálogo;
que pueda ser retroalimentado, y se contribuye a superar tal
situación, ya que lleva a reflexionar sobre los
ámbitos personales donde se "re-crea" la
discriminación.
El fin ultimo que se pretende conseguir con el presente
trabajo investigativo es que con este cambio
personal, se
llegue a fomentar actitudes de
liderazgo, que
difundan una nueva ideología e identidad de la mujer, pasando
de un papel pasivo, a ser un miembro activo e importante en el
desarrollo de la sociedad, así se abrirán espacios
para la reflexión y encuentro de mujeres fomentando las
capacidades personales e individuales.
BIBLIOGRAFÍA:
AGUIRRE, Bosco. Derechos de la
mujer y reproducción, disponible en
ARANGO, Luz Gabriela.
LÉON, Magdalena. VIVEROS, Mara. Genero e identidad,
ensayos sobre
lo femenino y lo masculino.
ASENSI PÉREZ, Laura Fátima. Violencia de
género: consecuencias en los hijos, disponible en http://www.psicologiacientifica.com/bv/psicologia-236-1-violencia-de-genero-consecuencias-en-los-hijos.html
BURRIEL, José Antonio. Mujer y hombre,
disponible en
http://www.panorama-actual.es/opinion/colaborador.pl?Id=2296
CARUNCHO, Cristina y MAYOBRE, Purificación. El
problema de la identidad femenina y los nuevos mitos. Publicado
en Novos dereitos: Igualdade, Diversidade e Disidencia. Ed.
Tórculo. Santiago de Compostela. España.
1998. pp.155-172. Disponible en
http://webs.uvigo.es/pmayobre/textos/la_identidad_femenina_y_los_nuevos_mitos.doc
DE FREITAS, Carmelita. La mujer latinoamericana en la
sociedad y en la Iglesia,
"Boletín CLAR" 1(enero-febrero 1996)
DIAGNÓSTICO INTEGRAL SOBRE LA POSICION Y
CONDICIÓN DE GÉNERO EN EL MUNICIPIO DE PASTO.
Alcaldía Municipal de Pasto 2005.
FERNÁNDEZ AGIS, Domingo. Foucault, identidad y
sexualidad.
Universidad de la
laguna 2006 disponible en
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/agis45.pdf
José Martín Hurtado Galves – La
mujer social y la mujer histórica. Disponible en
http://www.nodulo.org/ec/2003/n015p18.htm
FOUCAULT, Michel. Sexo, poder y gobierno de la
identidad. Entrevista A
Focault, disponible en
http://www.hartza.com/fuckault.htm
HAYDEN, Dolores. ¿Cómo sería una
ciudad no sexista? Especulaciones sobre vivienda, diseño
urbano y empleo,
California (EEUU) abril de 1979 disponible en:
http://habitat.aq.upm.es/
boletín/n7/adhay.html
HURTADO GALVES, José Martín. Hermenéutica de la gnoseología como
premisa del sujeto. Disponible en
http://serbal.pntic.mec.es/~cmunoz11/hurtado27.pdf
LIPOVETSKY, Gilles. La Tercera Mujer, Editorial
Anagrama, España 2000.
OFICINA DE GENERO Y DERECHOS HUMANOS.
Alcaldía de Pasto disponible en http://www.alcaldiadepasto.gov.co/nuestraalcaldia.shtml?
apc=a-d1–&x=1362038
SANHUEZA MORALES, Tatiana. Identidades en cambio:
mujeres de clase media de
la generacion del ‘60 Y ‘90, en concepcion. Santiago
de Chile 2004. 234 p. Trabajos de grado (Magíster en
estudios de género y cultura) Universidad de Chile.
Facultad de Ciencias
Sociales. Disponible en http://www.cybertesis.cl/tesis/uchile/2004/sanhueza_t/sources/
sanhueza_t.pdf
SATIR, Virginia. En Contacto Intimo: como relacionarse
con uno mismo y con los demas, Editorial Concepto s.a, Mexico
1988.
STOEHREL, Verónica. Sobre los fines y la metodología en los estudios sobre la mujer
y las relaciones de poder en las sociedades
occidentales desarrolladas disponible en
http://www.wikilearning.com/sobre_este_estudio-wkccp-17426-1.htm
TELLEZ, Freddy. la sexualidad del feminismo. Carlos
Valencia Editores, Bogota 1987.
VELÁZQUEZ VALORIA, Isabel. Mujer y ciudad: una
visión de género sobre la vida cotidiana en la
ciudad. BOLETÍN CF+S 7. Octubre 1998.Colectivo de Mujeres
Urbanistas Boletín de la "Biblioteca
Ciudades para un futuro más sostenible" (Nº 7),
Octubre 1998 disponible en http://habitat.aq.upm.es/boletin/n7/lista.html
Autor:
Ximena Ortega Delgado
OCTAVO SEMESTRE DE PSICOLOGÍA
UNIVERSIDAD MARIANA
PASTO. COLOMBIA
COLOMBIA, SAN JUAN DE PASTO, AGOSTO 23 DEL
2007
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |