La filosofía de Plotino en tanto resistencia epistémica (página 2)
La dialéctica de Plotino
La dialéctica neoplatónica se encuentra
expuesta en la Primera Eneada (III), de manera expresa y breve,
pero es necesario apoyarse en el resto de las Eneadas para
conocerla en conjunto. Para Plotino, la dialéctica
"reconoce el error por la verdad que hay en el" (I, III,
5), y "es la más preciosa de nuestras facultades",
pues nos da acceso a lo Uno, que es la finalidad del ejercicio de
la dialéctica; aquí vemos, sin embargo, el movimiento
reflexivo de la mente como un recurso para abrirle las puertas a
la iluminación mística – la
intuición única, momentánea y personal del
absoluto impersonal (lo Uno, que, ya sabemos, "esta mas
allá del ser") se alcanza partiendo de un esfuerzo
intelectual. [Mas radicales en su concretitud, brevedad y
anti-lógica
son las intuiciones que se logran en el Zen con los koan,
a los cuales, sin embargo, creo que no se les debe negar cierta
afinidad en su "principio de funcionamiento" con el
misticismo-a-partir-de-la-dialéctica de
Plotino].
Pero, como dice Gurvitch, la dialéctica
neoplatónica "abarca no solamente las esferas que superan
lo inteligible, sino también las que no lo alcanzan,
incluida la materia"; Plotino se refiere
específicamente a los procedimientos
racionales aplicables a las "artes" de la aritmética, al
estudio de la naturaleza y a
la parte de la filosofía que los antiguos llamaban
"física".
La dialéctica de Plotino es a la vez
descendente y ascendente; esto significa que
pretende constituirse tanto en explicación
ontológica del devenir de la realidad (incluyendo la
realidad trascendente) como en una técnica o método
para abordarla en el estudio, la reflexión y la
mística. Este último momento es el que define la
finalidad de todo el proceso del
filosofar, según acabamos de explicar. La perspectiva
descendente es la que viabiliza el surgimiento, por sucesivas
emanaciones, de las hipóstasis, desde lo Uno hasta la
materia. La
perspectiva ascendente permite la elevación de lo
múltiple a lo Uno, por una superación reversa de
las hipóstasis y a la vez su conservación parcial
en la unidad superior, que supera la eternidad y el tiempo
("eternidad viviente", más allá de cualquier
posibilidad lógica de un Otro, de cualquier diferencia
entre unidad y multiplicidad). Este método "es una
alternación de la reflexión y de la
contemplación, que se superan mutuamente"
(Gurvitch).
La síntesis
de ambas perspectivas coloca en el dominio de la
dialéctica la problemática de la teodicea
(mística) como complemento de la teología
(ontológica): la caída del mundo es redimida a
través de un proceso de conversión; el retorno a lo
Uno es fuente de sentido en una vida particular; la
filosofía es medio y fin. Es casi cristianismo;
pero la intuición de persona es ajena
a Plotino: pertenece de lleno a sus oponentes. Plotino se mueve
en las categorías cuasi-visuales de su epistema. La
intuición que prima en Filosofía es la de cosa,
como mismo los instrumentos parlantes son la base de la producción material.
Plotino como místico
Los escritos de Plotino contienen las premisas para el
desarrollo de
todos los sistemas
neoplatónicos posteriores hasta el siglo VI dC, que se
caracterizaban por un exceso de misticismo y la
subordinación de la filosofía (cuyo discurso cada
vez mas echaba mano a las imágenes
mitológicas de las religiones
politeístas mediterráneas) a las practicas
teúrgicas. Sin embargo, no encontramos en las Eneadas
ninguna doctrina mística o mágica. La
dialéctica de Plotino es la que garantiza per se,
con la presencia de lo Uno en todo, la posibilidad del misticismo
en sus formas "practicas", convirtiendo al mundo real en un sitio
evidentemente maravilloso y fantástico. "Si todo es
dios, cada hombre es
también dios". Esta aparente paradoja explicita la
posibilidad de la apertura de un sistema puramente
lógico / dialéctico / reflexivo a las practicas
extáticas, adivinatorias y mágicas, que se
constituyen en vehículos sociales y vivenciales para
garantizar la sobrevivencia de un epistema frente a la amenaza de
su destrucción en momentos de una grave crisis,
provocada por la ruptura de la integridad del imaginario social
que lo enervaba frente a los nuevos hechos económicos y al
nacimiento, como diría Castoriadis, de un nuevo magma de
significados. Conclusión: a) la exacerbación del
lado lógico no tiene porque garantizar la
adecuación racional filosofía-realidad; b) el
misticismo se inserta en la práctica social cuando la
propia practica esta sujeta a rupturas, aun cuando lo hace
adquiriendo un carácter supletorio o
alternativo.
El camino de lo propio-contingente a lo Uno totalizador,
tal y como lo vemos en Plotino, revela no sólo un
método dialéctico-reflexivo, sino también
los caracteres principales del epistema helénico. Tenemos
la dialéctica al servicio de la
mística, por medio de un pensamiento
disciplinado en construcciones mentales sumamente abstractas,
pero es una dialéctica de lo impersonal, pues las
intuiciones de persona son ajenas a la filosofía griega…
Frente al cristianismo, que parte precisamente de esas
intuiciones, desarrolladas en la espiritualidad hebrea y desde
Filón de Alejandría, objeto de una continua
reflexivizacion que halla su mas completa expresión
filosófica en la obra de Agustín de Hipona (quien
se da perfecta cuenta de su deuda con Plotino), el helenismo en
su ocaso plantea con los filósofos neoplatónicos el
refinamiento máximo de un mundo concebido como Cosmos
sensible, intuido como cosa con la preeminencia radical de lo
visual. No debemos engañarnos con esa mística, ni
confundirla con otras, e.g., con las desarrolladas por el
torrente civilizatorio hindú. Los hindúes y los
budistas (salvando las diferencias, que en lo filosófico
radican principalmente en el carácter del absoluto en
ambas tendencias) reflexionan desde la posibilidad de una
comunión mística con el absoluto a través de
la abolición del mundo exterior en las profundidades de la
vida intima del ser humano, cuya identidad con
el absoluto se postula; la tradición abrahamica
(judeocristiana) proyecta la posibilidad de un dialogo
cara-a-cara con la Divinidad, un dialogo personal por ambas
partes. Plotino reconstruye la esencia misma del epistema
helénico: la intuición de la cosa en un Cosmos
material-sensible, totalizando el Ser en cada una de sus
partes.
¿Cuales son los logros y los defectos de la
dialéctica de Plotino?
Plotino conoce – a su modo – la
negación de la negación, la síntesis que
conserva lo positivo en las contradicciones superadas, lo cual
nos hace inmediatamente pensar en Hegel. Pero
comparto el criterio de Gurvitch: lo que Hegel tiene de positivo
(aspecto histórico-social), a Plotino le falta (aun estaba
en tramite, del otro lado del frente, la incorporación del
unilinealismo histórico hebreo al epistema cristiano en
gestación, contra la circularidad del Ser en lo temporal
de los griegos – y ni hablar del "progreso", esa ya maldita
creación de los modernos). El devenir real-racional
hegeliano equivale en Plotino a una magistral y finísima
operación de categorías sucesivas, que tanto
impresiona por su logicidad a Russell y a Losev, con finalidad
teúrgica y las trayectorias del ser en eterno retorno,
típicas de los helenos. Pero el mundo, ente pasivo, es
despojado de todo movimiento efectivo. La materia, lo
corpóreo, es un carácter inferior y totalmente
negativo. El Uno esta en todo, trasciende el todo, y el todo esta
místicamente en todo ("unomnia"), sin distinguir las
totalidades finitas de las infinitas.
La Filosofía es parte de un sistema mas amplio,
que atraviesa estructuras
sociales y transcurre a traves del devenir del tiempo
(quizás eso es un lugar ya común en este trabajo), y
Plotino no es, por supuesto, una excepción. Las mismas
categorías encuentran diferentes significados en distintos
contextos sociales. Me pregunto: ¿es aun ascendente la
línea que Plotino entrega a sus sucesores: la línea
de la Totalidad? ¿Podemos seguir confiando en aquel ya
famoso planteamiento de Lukacs? En esta era es la de los sistemas
abiertos, creo que habría que cuestionar el papel de las
contradicciones mas allá de lo social; habría que
cuestionar igualmente la compatibilidad de las totalidades con
las aperturas.
Pero, indudablemente, el atrevimiento y la
maestría con los que nuestro filosofo unió
entidades opuestas en conceptos superiores de carácter
trascendente, yendo incluso mas allá de la
categoría primaria del Ser merece el reconocimiento de
quienes esperamos encontrar en cualquier filosofía algo
mas que un catecismo.
El
neoplatonismo: una resistencia
epistémica
Frente al cristianismo ascendente, y metida en un mundo
que se hunde bajo sus pies, la filosofía helénica
encuentra en Plotino su expresión mas refinada. La
reflexivizacion extrema de las significaciones del magma
subyacente es su ultimo recurso. Juliano el Apostata y su maestro
Salustio, restauradores del politeísmo de Estado, fueron
neoplatónicos. Su tentativa de re-paganizar el Imperio
fracasó, abriendo el camino a la desaparición de la
filosofía griega como expresión reflexiva de un
epistema moribundo. Pero sus conceptos fueron atrapados por el
nuevo magma del cristianismo.
En la época de la Patristica y en el Medioevo, el
neoplatonismo influye en Agustín de
Hipona, Pseudo-Dionisio Areopagita, así como en
numerosos místicos. A partir inicio de la era
renacentista, son Nicolás de Cusa y Giordano Bruno sus
portaestandartes mayores. Los idealistas modernos, de Berkeley
hasta Hegel, le debieron mucho. Este ultimo, elaboró un
sistema de pretensiones análogas a las de Plotino,
dándole otro giro a la espiral epistémica. Y hoy,
quien se sumerge en la teoría
de los sistemas sociales de Niklas
Luhmann, sabrá apreciar los destellos del sazón
de la cocina neoplatónica, que llegan desde ya muy
lejos.
Plotino: ultimo héroe de la filosofía
helénica, que llega en él a su culmen, rugiendo en
lenta extinción, condenada a muerte
fatídica según los cánones estéticos
de la tragedia griega – como haciéndose polvo ante las 7
puertas de Tebas. Por la crucifixión del Ungido
será esa filosofía ya no cuerpo, sino sólo
travesaño horizontal: el patibulum. Como tal cuerpo, nunca
resucitará. El epistema helénico ha muerto;
permanecerá largos siglos como polvo al pie de la cruz.
Mas vendrán en su "poder y
espíritu", seres como Karl Marx,
Friedrich Nietzsche,
Simone Weil, Alexey Losev, Cornelius Castoriadis – sus
admiradores, trágicos todos, y humanos.
En el Topos Uranos, la pesadilla platónica:
combaten las ideas. Abajo, la fina telaraña del
totalitarismo reflexivo sirve de cortina a una confortable
Caverna. Dentro, se cobijan los Especuladores de lo Uno: aquellos
a quienes no les fue revelada la nueva sobre el carácter
contrarrevolucionario del concepto de
totalidad. Huele a fumigación. Anamnesis.
Bibliografía:
Gurvitch, G. Dialéctica y Sociología. Alianza Editorial, Madrid,
1969.
Losev, A. F. Historia de la filosofía
[greco-romana] antigua en exposición
condensada. Editorial CheRo, Moscú, 1998 (en
ruso).
Luhmann, N. Sociedad y sistema: la
ambición de la teoría. Ediciones Paidos,
Barcelona, 1997.
Mondolfo, R. El pensamiento antiguo; t.2.
Editorial Ciencias
Sociales, La Habana, 1971.
Plotino. Eneada VI. En: La
Filosofía en sus textos. Selección,
comentarios e introducción por Julian Marias. t.1.
Editorial Labor, Barcelona, 1950.
Reyes, A. La filosofía
helenística. Fondo de Cultura
Económica, México,
1959.
Russell, B. Historial de la filosofía
occidental. Espasa-Calpe Argentina, S.A., Buenos Aires,
1947.
Schichalin, Yu. A. Plotino. En:
Diccionario filosófico. Sovietskaya Entsiklopediya,
Moscú, 1989 (en ruso).
Autor:
Dmitri Prieto Samsónov
(Moscú, Federación de Rusia,
19/12/1972)
Ciudadano de la República de Cuba
Licenciado en Bioquímica
Licenciado en Derecho
Logista en Ayuda Humanitaria, Cooperación al
Desarrollo y Gestión
y Administración de Proyectos
Diplomado en Metodología de Investigación Socio –
Jurídica
Especialista en Derecho
Constitucional del Centro de Investigaciones
Jurídicas (Ministerio de Justicia)
Profesor Adjunto de la Universidad de La
Habana (Facultad de Derecho, Departamento de Estudios
Jurídicos Básicos: Historia del Estado y el
Derecho en Cuba) y de la
Universidad Agraria de La Habana (Facultad de Humanidades, SUM
Sta. Cruz del Norte: Filosofía y Sociedad,
Historia de América, Historia de Cuba, Derecho
Constitucional General y Comparado, Derecho Constitucional
Cubano, Historia de la
Filosofía, Pensamiento Filosófico y Social
Contemporáneo)
Profesor del Diplomado de Estudios de la Complejidad
(Instituto de Filosofía)
Vice-Presidente de la Asociación Hermanos
Saíz en La Habana
Coordinador de la Cátedra Haydée
Santamaría (AHS)
Miembro del Taller de Narrativa Salvador Redonet y del
Taller Literario Alejo Carpentier (Sta. Cuz del N.)
Coordinador de los proyectos
socio-culturales Mir_xx1_cu, Jonás y ¿Koniec?
(AHS), que han contado con el apoyo de la Embajada de Rusia en
Cuba y del Centro de Arte y Literatura Fayad
Jamís (Alamar)
Miembro de la Cátedra de Estudios de la
Complejidad (Instituto de Filosofía)
Estudiante del Instituto Superior de Estudios
Bíblicos y Teológicos (ISEBIT), de la
Maestría en Historia Contemporánea (mención
Relaciones
Internacionales: Casa Don Fernando Ortiz, UH) y del Diplomado
en Estudios de la Complejidad (Instituto de
Filosofía)
Municipio: Santa Cruz del Norte; Provincia: La
Habana
Municipio: Plaza de la Revolución; Provincia: Ciudad de La
Habana
e-mail:
Publicaciones en revistas sobre temáticas
relacionadas con la Biología Molecular
(1995-1999), el Derecho (desde el 2004), la Filosofía y
las Ciencias
Sociales (desde el 2004) y la crítica
del pensamiento socio-cultural contemporáneo (Temas,
Compartir, La Jiribilla, Esquife, CubaLiteraria:
2002-).
Antologador, junto con Polina Martínez, del
libro de
poesía
santacruceña Ternuras entre Milenios, publicado por la
Editorial Unicornio en 2004. Tengo varios poemas
publicados en el citado libro.
Prologuista del libro Poder-Saber, de Hiram
Hernández Castro, publido por la Editorial Ciencias
Sociales (La Habana, 2005). Artículos en los libros
Cultura, Fe y Solidaridad:
perspectivas emancipadoras frente al neoliberalismo
(Ed. Félix Varela, La Habana, 2005) y Temas de Pensamiento
Político Conbtemporáneo (Ed. Pablo de la Torriente
Brau, La Habana, en prensa).
Cuba, Santa Cruz del Norte, octubre 2002 – julio
2007.
Página anterior | Volver al principio del trabajo | Página siguiente |