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Biomasa - Métodos de
conservación de la Biomasa en
energía - El
Experimento: Creación de biodiesel
Energía de Biomasa
Las plantas usan
el sol para
crecer. La materia
orgánica de la planta se llama biomasa y almacena a corto
plazo la energía
solar en forma de carbono. La
biomasa es parte del ciclo natural del carbono entre la tierra y el
aire.
En el concepto de
biomasa no se debe incluir la turba (Combustible fósil
formado de residuos vegetales acumulados en sitios pantanosos, de
color pardo
oscuro, aspecto terroso y poco peso, y que al arder produce humo
denso), que a efectos de emisiones de CO2 equivale a un
combustible fósil; además, dados los impactos
ambientales derivados de la explotación de turberas, no se
podría considerar energía renovable la obtenida de
esta fuente de energía.
La biomasa es un tipo de energía reciclable que
se produce a partir de vegetales.
La biomasa incluye:
Residuos agrícolas: Paja,
orujos….
Residuos forestales: Ramas finas….
Restos de madera de las
industrias
forestales: astillas, aserrín….
Cultivos energéticos: Cardo (Planta anual, de
la familia de
las Compuestas)….
Residuos ganaderos: purines y otros excrementos del
ganado.
En fin, la biomasa incluye la madera, platas de
crecimiento rápido, algas cultivadas restos de animales, etc.
(Neuquén, al igual que muchas de las provincias de
Argentinas y de todo el mundo cuentan con estos requisitos para
la formación de energía de biomasa pero no la ponen
en práctica) Es una fuente de energía procedente,
de último lugar, del sol, y es renovable siempre que se
use adecuadamente.
La biomasa puede ser usada directamente como
combustible, denominado "biocombustible".
En Neuquén, el Estado
provincial y la empresa
Petrobrás habían iniciado tres años
atrás un proceso de
investigación para lograr la producción de Biodiesel (biocombustible).
Pero hasta el momento no hay novedades del proyecto.
De lo que sí hay novedades y muy positivas es de la
primera plantación de colza (Especie de col, con las hojas
de cuyas semillas se extrae aceite, el
cual es utilizado para la producción de biocombustibles)
en Plaza Huincul.
En la primera cosecha se obtuvieron rindes muy superiores a los
esperados. Vale la pena recordar que esta oleaginosa es la que
mejor rendimiento tiene en Europa para la
producción de biocombustibles.
Nueva ley
El mayor aporte de la ley es sin duda
el corte obligatorio, que implica que a partir del año
2010 todo el gasoil deberá incluir un 5% de Biodiesel, y
toda la nafta un 5% de
etanol. Esto significa una demanda de
alrededor de 500.000 toneladas de Biodiesel y unas 200.000 de
etanol.
Dado que el corte y la distribución estarán a cargo del
sector petrolero (que es el que cuenta con la infraestructura de
estaciones de servicio y los
medios de
transporte de
los combustibles), las exigencias en materia de requisitos de
calidad
serán muy elevadas. Por eso, quien quiera incursionar en
la producción de Biodiesel o etanol para el mercado nacional,
deberá tener en cuenta que su cliente
será Repsol YPF, Shell, Esso o Petrobrás, para
señalar las más importantes.
Repsol YPF ya anunció que construirá alguna (s)
planta(s). Petrobrás está en el tema en Brasil y
también lo analiza para este mercado. Shell y Esso no han
hablado de inversiones,
así que seguramente se proveerán de Biodiesel de
terceros. Pero en cualquier caso, sólo incorporarán
un biocombustible de alto estándar. Así que para
entrar en carrera, seguramente no quedará otra
opción que instalar una planta de escala, que
entregue Biodiesel de calidad. Y capacidad de negociación en este nivel.
Quizá la mejor opción, apuntando a ser proveedores
del mercado de corte obligatorio, será relacionarse con la
industria
aceitera (involucrada en el «crushing» o molienda de
oleaginosas para extracción de aceite) y proponer
algún tipo de asociación. Habría buen
ambiente para
buscar acuerdos de provisión, joint ventures,
fazón, etc., con este sector clave.
Lo importante es que debe ser un beneficio
medioambiental y no generar otros problemas.
Alrededor de la mitad de la población mundial sigue dependiendo de la
biomasa como principal fuente de energía. El problema es
que en muchos lugares se está quemando la madera y
destruyendo los bosques a un ritmo mayor que el que se reponen,
por lo que se están causando graves daños
ambientales: deforestación, pérdida de biodiversidad,
desertificación, degradación de las fuentes de
agua,
etc.
También se puede usar la biomasa para preparar
combustibles líquidos, como el metanol o el etenol, que
luego se usan en los motores. El
principal problema de este proceso es que su rendimiento es bajo:
de un 30 a un 40% de la energía contenida en el material
de origen se pierde en la preparación del alcohol.
Otra posibilidad es usar la biomasa para obtener
biogás. Esto se hace en depósitos en los que se van
acumulando restos orgánicos, residuos de cosechas y otros
materiales que
pueden descomponerse, en un depósito al que se llama
digestor. En ese depósito estos restos fermentan por la
acción
de los microorganismos y la mezcla de gases
producidos se pueden almacenar o transportar para ser usados como
combustible.
El uso de biomasa como combustible presenta la ventaja
de que los gases producidos en la combustión tienen mucho menor
proporción de compuestos de azufre, causante de la
lluvia
ácida, que los procedentes de la combustión del
carbono. Al ser quemados añaden CO2 al ambiente, pero este
efecto se puede contrarrestar con la siembra de nuevos bosques o
plantas que retiran este gas de la
atmósfera.
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