Introducción
La ciudad de Toluca es actualmente quizá uno de
los desarrollos urbanos más representativos de lo que esta
pasando en toda la Republica Mexicana donde por una parte existe
un alto desarrollo
económico pero simultáneamente ese mismo
desarrollo
esta propiciando presión
sobre diferentes aspectos del tradicional desarrollo cultural del
Valle de Toluca, que actualmente sufre un cambio de
estilo Social Político y Económico y donde se
están repitiendo los modelos de
desarrollo, que se parecieron en el Estado de
México en
los años 70 s con el crecimiento inusitado de lo que es
Ciudad Nezahualcoyotl
y donde como consecuencia de esa invasión de la mancha
urbana se padeció la perdida del Lago de
Texcoco.
En los años 80 s no se pudo detener este
crecimiento macro encefálico y la mancha urbana
invadió el Valle de Cuautitlán, época en que
se desarrollo el proyecto
Cuautitlán Izcalli, y se construyo un centro de integración social, se pretendió
realizar actividades que propiciarán crearle, una nueva
identidad, a
los colonos que recién llegaban, dentro de este proyecto
tan importante el rescate de la vieja Hacienda de la Venta y algunas
otras edificaciones con significancia histórica, sin
embargo no se logro crear una identidad, en torno a los
elementos históricos que se encontraban en el Valle, ni se
aprovecho la riqueza histórica que significo el viejo
Cuautitlán.
Por lo que se refiere a la zona metropolitana del Valle
de Toluca, es sabido que hasta 1970 predominaba la
especialización de la población en actividades agrícolas,
en este sentido, forma parte importante del patrimonio
cultural de la Ciudad de Toluca, el rescate de los restos que
quedan de las haciendas ganaderas y agrícolas, que
dominaban la economía de la
región.
A partir de la década de los 70’s la
población se ocupa en actividades secundarias y terciarias
y actualmente se habla de una población en el Valle de
1’050,000 habitantes con un asentamiento industrial de 2367
industrias que
representan el 16% del total industrial, las presiones sobre el
uso del suelo y los
recursos
naturales como el agua, el
bosque, el suelo y el aire representan
un carga no solo sobre la identidad vieja y también en la
calidad de
vida de los habitantes y en una perdida del sentido de
identidad entre la ciudad y los habitantes, acostumbrados a vivir
social y familiarmente la ciudad dentro de un circulo de escasos
3 ó 4 kilómetros a partir de nuestro centro
histórico, que a pesar de los cambios de que se quejan los
lugareños, sigue siendo un lugar que contiene una gran
cantidad de vestigios históricos, principalmente en
Iglesias, edificios y algunos elementos urbanos que se conservan
a pesar de la modernidad.
Lamentablemente, la ciudad pierde rápidamente espacios
urbanos que forman parte de su patrimonio cultural, dicho
patrimonio no esta necesariamente protegido por la
legislación vigente. Se requiere reconstruir la identidad
local desde los elementos históricos objetivos y
subjetivos, con el objeto de hacer más manejable el
Gobierno y la
convivencia social así como los proyectos de
desarrollo urbano que se planean.
Lo que pretendemos, es mostrar los elementos o teorías
más importantes sobre la identidad comunitaria, para a
través de este conocimiento,
en una liga con el tiempo
histórico de la ciudad, encontrar elementos comunes de
rescate y preservación del patrimonio cultural
arquitectónico, las tradiciones y los habitantes de la
ciudad. La investigación de estos temas y el análisis de las variables que
oscilan entre la historia la ciudad y el
tiempo moderno, propiciaran que los ciudadanos de Toluca,
convivan en el tiempo presente con su pasado
histórico.
Señala Nestor Arteaga Botello en su libro
"Socialidad y Vida Cotidiana en la Ciudad de Toluca" que "La
ciudad no es un todo uniforme, sin fisuras. Es más bien,
una unidad compleja, compuesta de territorios y espacios materiales e
imaginarios; la heterogeneidad y la diferencia se mantienen en
una equilibrada armonía no carente de fricciones. Por el
contrario, la multiplicidad de fuerzas en tensión, de los
elementos heterogéneos que interactúan forma el ser
de la ciudad y la sociedad. No
es concebible una sociedad uniforme; plantearla así no es
más que no ver lo plural, lo disperso; sin embargo,
¿qué mantiene a la heterogeneidad social unida? La
respuesta tentativa aquí es: la sociedad o el imaginario
social. En otras palabras, la comunión social alrededor de
determinados símbolos, imágenes,
ideas, "un sentimiento de estar codo con codo".
Un determinado territorio, señala el actuar del
estado al
establecerse como altar, se instituye como centro de identidad de
un determinado grupo. Este
grupo les permitirá a los individuos que lo conforman
impregnar el mundo de sentido.
Una tribu pone de ejemplo, se instituye como tal, a
través de la identificación de los individuos en un
territorio y sobre alguna imagen
específica (tótem) común que da al mundo una
sensación de fantasía. Esto persiste hasta nuestros
días. Los graffittis, por ejemplo, demarcan un territorio
y son una señal de identificación. A través
de ellos se ordena el mundo social.
En las antiguas tribus el presente es el tiempo sobre el
que se asegura la identidad, y donde las preguntas
¿qué somos?, ¿a dónde vamos? Reciben
respuesta.
"El mismo proceso se
presenta en la actualidad. La indumentaria, los espacios de
comunión social, la música, ciertos
símbolos, un partido de fútbol, los graffitis,
etc., instituyen tribus más o menos durables, que permiten
la identidad de los individuos a través de un
símbolo, una ética o
una estética común, insertándose
en el presente como suelo firme de una identidad".
La sociedad no busca una identidad futura, dice Arteaga
Botello necesita e instituye su identidad "aquí y ahora";
se olvida del pasado, no rescata sus raíces y busca una
identidad que le permita sobrevivir en la dinámica de la cotidianidad. El hombre
genera, en este sentido, como bien lo ha señalado Octavio Paz,
una Moral, una
Política,
una Erótica y una Poética del tiempo presente. El
horizonte histórico comienza a cerrarse sobre el tiempo
del ahora".
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