Cuando hablamos con nuestros pacientes o con quienes
participan en nuestras actividades de enseñanza, muy a menudo nos piden que
definamos ciertos conceptos comunes, relacionados a nuestro
trabajo.
Aquí lo hacemos, específicamente, con los
alimentos.
Alimentos
Esenciales
Para la estrategia
alimenticia del ser humano, los alimentos se dividen en cinco
grupos
mayores: grasas y
aceites, proteínas,
carbohidratos, vitaminas y
minerales.
Esos grupos están constituidos por unas 50
substancias que son indispensables para el mantenimiento
de nuestra salud.
Además de agua y de
aire (oxígeno), ellos incluyen ocho
aminoácidos derivados de las proteínas,
cuatro vitaminas
liposolubles y diez vitaminas hidrosolubles, diez minerales, y tres
electrólitos.
Proteínas
Las funciones
principales de las proteínas son las de reparar y
regenerar los tejidos del
cuerpo y la de sintetizar enzimas.
También participan en las funciones vitales de
ciertas hormonas, como
lo es la insulina.
Proteínas se obtienen de fuentes
animales y
vegetales. De entre los 20 aminoácidos que constituyen las
proteínas, 8 se consideran esenciales, porque el cuerpo no los
puede sintetizar; ellos deben de ser suministrados, ya
constituidos, en las comidas que se consumen.
Personas emaciadas, como las anoréxicas,
algunas bulímicas y los niños
en el período del crecimiento, necesitan una
ingestión adecuada de proteínas.
Minerales
Alimentos inorgánicos minerales que son
esenciales para la composición estructural de los tejidos
duros y blandos del cuerpo; ellos también participan en la
actividad de sistemas
enzimáticos, la contracción muscular, las
reacciones de los tejidos nerviosos, y la coagulación de
la sangre.
Esos alimentos minerales, que deben de ser suministrados
en la dieta, se agrupan en dos categorías:
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