La aerofagia, disorexia circunstancial, su significado y consecuencias (página 2)
Síndrome
del globo gástrico
Si se traga mucho aire que no se
expulsa con un eructo, este pasa al estómago, donde se
acumula y puede causar sensación de abombamiento e
hinchazón a veces muy molestos. Este aire gástrico
puede verse en una simple radiografía; se le denomina
"burbuja gástrica" y produce unos síntomas
conocidos por el "síndrome del globo gástrico". El
aire queda atrapado después de una ingestión
copiosa y sin posibilidad de ser eructado. La distensión
gástrica puede provocar un dolor agudo que en ocasiones
puede simular una angina de pecho, debido a que el dolor aparece
en la zona cardiaca. También el aire deglutido puede pasar
al intestino y quedar atrapado en la denominada flexura
esplénica, originando el llamado "síndrome de la
flexura esplénica", caracterizado por una sensación
de plenitud y opresión en el hipocondrio izquierdo, que se
irradia por el hemitórax izquierdo. Tras la
defecación o la expulsión de gases se suele
aliviar el dolor. Una simple radiografía de abdomen puede
mostrar grandes cantidades de aire en la flexura
esplénica. Estos fenómenos desagradables son bien
conocidos por quienes comen por comer, dándose harturas
(lo que nosotros llamamos, afectuosamente, el síndrome de
Raúl).
La comida, mejor si
se consume pausadamente
En la actualidad, la ausencia de tiempo
marca comidas
rápidas y basadas en productos
precocinados. En el caso de las personas que padecen meteorismo y
aerofagia persistente, comer sensatamente es fundamental para
evitar éstos y otros problemas
estomacales.
Para comer adecuadamente:
- Siéntese relajadamente e intente olvidar sus
preocupaciones - No realice ningún trabajo
mientras come, apague el celular - No discuta cosas desagradables ni asuntos serios
durante la comida - Coma pausadamente, en pequeños bocados, y
masticando muy bien. La digestión empieza en la
boca. - Durante la comida beba cantidades adecuadas de
agua. No
hay verdad en el proverbio local de que el agua
dilata la digestión. Lo que el agua hace, en realidad,
es ayudarla. - Cuando beba, evite los ruidos deglutorios, indican
que pasa mucho aire y que usted es persona
grosera (síndrome de CAMA).
Evite el uso de los siguientes "alimentos" y
sustancias:
- Bebidas gaseosas, aguas carbónicas, colas y
refrescos gasificados, cerveza y
cavas. El azúcar crea sus propios problemas
porque fermenta. - Verduras y legumbres col, coliflor, bróculi,
habas, guisantes, alubias, lentejas, garbanzos en exceso o
mal cocidos. Cómalas pero con
circunspección. - La leche, si
tiene intolerancia y aun que no la tenga.
Y además:
- Evite suspiros (dulces, como el famoso postre de
los dominicanos y los que salen de su cuerpo) e inspiraciones
profundas frecuentes. Respire normalmente por la nariz, y no
por la boca, así evita la aerofagia. - Si tiene problema de obstrucción nasal, con
la dentadura o la prótesis
dental, intente solucionarlo. - No fume.
- Evite los medicamentos efervescentes.
- No utilice laxantes.
- ¡NO MASQUE CHICLES! — Luce mal y proyecta
la apariencia de un animal rumiante.
El uso y el abuso de las comidas incomibles por las
víctimas de las disorexias.
Uno de los pasos más importantes en la
aplicación del método
de tratamiento de las disorexias, por nosotros elaborado,
consiste en la eliminación total del uso del chicle por
todas las pacientes y miembros del equipo clínico.
(Véase: Larocca, F. E. F: The Psychiatric Clinics of
North America Issue on Eating Disorders).
Primero, el chicle y su presencia constante en la
boca, se utiliza para atenuar las señales fisiológicas del hambre
que llegan constantemente, provenientes del hipotálamo
cerebral. La paciente tiene hambre y trata de no percibirla de
esta manera.
Además que cuando se masca el chicle, una
función vital se anticipa: Los centros
del comer registran la presencia de algo en la boca, perciben
el acto y la actividad de masticar y asimismo perciben la
deglución de saliva – pero nada de
comida.
Ante ese dilema, el hambre se intensifica. Lo que es
resultado opuesto al efecto deseado.
Finalmente, que la imagen de una
mujer
atractiva contorsionando la boca para masticar como si fuera un
animal rumiante no luce muy bien, que digamos.
Jirafa
En ocasiones será conveniente utilizar
fármacos -a base de clebopride, simeticona, etanol,
metoclopramida, dimeticona, glucosa,
celulosa
microcristalina… como tratamiento en los casos más
problemáticos. Mucho de entre estos fármacos
pueden causar síntomas de trastornos extra piramidales o
parkinsonismo — la metoclopramida, entre éstas.
También la fitoterapia puede ser una ayuda útil
para el meteorismo y hay preparados eficaces en farmacias,
parafarmacias y tiendas herbolarias.
Siempre use todos estos remedios bajo supervisión facultativa.
Tragar demasiado
aire… ¿qué acarrea?
Las personas aquejadas de eructos crónicos o
repetitivos achacan sus molestias a la formación de gases
en el estómago. Sin embargo, su causa se vincula a la
aerofagia o deglución del aire y no siempre, a su producción en el tubo digestivo. Se ha
estudiado bien este fenómeno y se ha constatado que por lo
general cada eructo va precedido de una bocanada de aire tragado.
En todas las personas es común que haya un cierto grado de
aerofagia ocasional, pero algunas tragan aire en exceso por
ansiedad crónica, comidas muy rápidas, consumo de
bebidas con gas, uso de gomas
de mascar, mala adaptación de prótesis dentarias,
obstrucción nasal, tabaquismo…
Todas estas circunstancias favorecen la deglución de aire
que desciende por el esófago y luego, cuando se regurgita,
se expulsa como un eructo.
A pesar de la creencia extendida de que las sensaciones
de hinchazón y plenitud abdominal están ocasionadas
por cantidades excesivas de gas intestinal, estudios recientes
han comprobado que la cantidad de gases en estos casos es normal,
y que la principal anomalía es un trastorno de la
movilidad intestinal. (Véase mi artículo acerca del
síntoma común de las anoréxicas:
Dilación del vaciado gástrico).
En
resumen:
Coma con prudencia y como el ser civilizado que
es… y si es que (como tantos) no lo es, por lo menos trate
de serlo — por su bien.
Referencias
Suministrada por solicitud.
Dr. Félix E. F. Larocca
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