Indice
1.
Coherencia Y
Veracidad
3.
Tradicion
4.
Resumen
5. Constituciones De Anderson
(1.723)
6. Diversidad de pensamiento y
accion.
1. Coherencia Y
Veracidad
(Mujer En
Masoneria-Una Polemica Esteril)
Aclaracion De Intenciones
Cuando el tema de la mujer en
Masonería sale a colación, se pone en marcha un
debate (a
menudo apasionado) entre dos tendencias existentes dentro de
nuestra Fraternidad.
Sinceramente, nunca pude comprender del todo la oposición
de una de ellas puesto que, a estas alturas y a las puertas del
siglo XXI, resulta un tanto anacrónico seguir debatiendo
este asunto con los mismos argumentos de antaño. El
inmovilismo argumental de algunos HH.·., es lo que
más me preocupa.
No quiero poner en duda la intención de algunos de los
argumentos esgrimidos para rechazar la iniciación de la
mujer pero, a pesar de ello, como deseo ser coherente con los
principios que
siempre, según mi buen saber y entender, he defendido,
deseo insistir en que el "problema" (si en realidad lo es), se
debata a la luz y
conocimientos de nuestro tiempo. Para
hacerlo con la necesaria templanza y objetividad, debería
tenerse en cuenta nuestro actual entorno social abandonando
obsoletas concepciones.
Debemos enfrentarnos a esta nueva situación de la justa
emancipación plena de la mujer en todos los
ámbitos, con coherencia y veracidad. Coherencia con los
postulados que propugnamos como Masones para todo el
Género Humano.
Veracidad para con nosotros mismos, a la hora de preguntarnos la
razón o razones de nuestra oposición: ¿es
ésta puramente visceral, o realmente producto de un
proceso
objetivo de
reflexión?
Bien a mi pesar, tengo que asumir que este debate aún
seguirá por algún tiempo. Los cambios, incluso en
organizaciones
con principios democráticos innatos, siempre resultan
lentos y difíciles…
Con todos los argumentos a mi alcance, además de una pizca
de pasión de hijo, padre y compañero, me veo en la
obligación moral de
continuar en el intento. He de apelar también al corazón
(algo más de sensibilidad no nos vendría nada mal)
para intentar convencer a muchos de mis QQ.·. HH.·.
de lo obsoleto de sus posturas al respecto.
Muchos de ellos, como únicos argumentos, se apoyan unas
veces en la "Tradición", otras en las Constituciones de
1.723, y algunos van mucho más allá recurriendo a
teorías
antropológicas de nula base científica y de
fascistas reminiscencias.
Todos estos esfuerzos (dignos, a mi entender, de mejor causa)
están encaminados a impedir que más del 50% de la
Humanidad beba en las mismas fuentes del
Conocimiento
que nosotros, varones "libres" y nacidos de mujer.
El derecho, que algunos dicen les asiste, para rechazar la
Iniciación e integración de la mujer en
Masonería, debe ser forzosamente el punto de partida para
mis argumentos para defender lo contrario.
Constituciones De Anderson (1.723).
Estas Constituciones, salidas de la imprenta de Willian Hunter,
Londres, en el año Masónico de 5.723 (1.723
E.·.V.·.), son como diría un castizo: "la
madre del cordero". En su extensa Sección Primera se
dedican a desgranar la cronología "Masónica", desde
el año I (4.000 A.C.) hasta el año de 1.723 D.C.,
según la redacción que de la misma hizo el pastor
protestante ANDERSON.
Es en su Sección Segunda (Obligaciones
de un Francmasón), apartado III, está el origen de
lo que aún hoy sigue sembrando la polémica: "Los
candidatos admitidos como miembros de la Logia, deben ser buenos
y leales, nacidos libres, de edad madura y discreta, no esclavos,
ni mujeres, no inmorales o escandalosos sino de excelente
reputación".
N.B.: Las personas con taras físicas, en los tiempos en
que se redactan las Constituciones, no podían ser miembros
de la Masonería. Esta limitación, muy pronto fue
ignorada, afortunadamente. Mientras, la que hoy nos ocupa, sigue
vigente, en algunas Obediencias de talante "regular",
lamentablemente.
Llegados aquí, hemos de recordar que la inclusión
de las mujeres de los Gremios de Constructores (viudas e hijas de
Masones), se había llevado a cabo en tiempos avanzados de
la Masonería Operativa, bastante antes de redactarse las
Constituciones.
Hasta entonces, había existido presencia femenina en los
Gremios, según consta en escritos medievales que se
refieren a la construcción de grandes templos
(Estrasburgo o Magdeburgo), en Europa.
Por otro lado, y antes de pasar a otro tipo de argumentaciones,
he de confesar muy sinceramente que no logro comprender la
oposición frontal de algunos HH.'. al ingreso de la mujer
en nuestra A.'.O.'. o, lo que aún me sorprende más,
la defensa "numantina" de la exclusividad de nuestros Talleres
para el sector masculino.
Dejando a un lado la incomprensible "fidelidad" de algunos a la
literalidad del citado párrafo de las Constituciones de
1.723, creo que pocos de los que no admiten la integración
de la mujer en Masonería se han parado a pensar en el
hecho simple pero rotundo:
lo "dogmático" que resulta apelar a las Constituciones,
solamente cuando nos conviene y muy especialmente en este caso
concreto de la
mujer.
Resulta, por lo menos para muchos de nosotros, incomprensible que
una Fraternidad que ha tenido a gala luchar contra todo tipo de
"dogmas", termine por "crear" y "mantener" uno, para justificar
la no-participación de la mujer.
Este "dogma" está fundamentado en un párrafo de un
Documento escrito en 1.723, producto de la mentalidad de aquellos
años y elaborado por hombres de iglesia (no
olvidemos la calidad de
pastores protestantes de Anderson y Désaguliers),
puritanos y con un concepto sobre la
inteligencia y
aptitudes de la mujer de su época totalmente diferente al
nuestro.
Deberíamos tener muy claro, a estas alturas, que Anderson
excluye a las mujeres, no por una cuestión
iniciática o relacionada con la Tradición; sino por
un hecho histórico constatable en aquella época:
las mujeres vivían y morían bajo la tutela
masculina y a casi nadie se le ocurría considerarlas
libres ¿Cómo podían tomarlas en cuenta?
Curiosamente, y en el Articulo XXXIX (último de ellos) de
los Reglamentos Generales, recopilados por George Payne (Segundo
Gran Maestre de la Logia de Londres) en el año 1.720 (tres
años antes de las Constituciones de Anderson), se dice:
"Cada sesión anual de la Gran Logia, tiene poder
inherente y autoridad para
hacer nuevas reglamentaciones o alterarlas, para el beneficio
real de esta antigua Fraternidad.."
¿Se refiere solamente a los Reglamentos o, por el
contrario, la filosofía de apertura futura a la
"modificación o "alteración", en caso necesario y
con la aprobación de los miembros de la Gran Logia,
podría entenderse extrapolable a las propias
Constituciones? Nada en ellas nos dice que sean "intocables" o
"inmutables" en el tiempo.
El "dogmatismo" al respecto, aparece mucho más tarde para
preservar, mucho me temo, la pretendida "única" y
hegemónica autoridad Masónica de nuestros
HH.·. del otro lado del Canal de la Mancha (La Gran Logia
Unida de Inglaterra).
En el último Artículo de los Reglamentos (el
XXXIX), se parece dejar una puerta abierta para futuras
modificaciones, alteraciones o adaptaciones de las líneas
maestras de actuación (lo cual seria lógico e
inteligente).
Hoy, a pesar de las dificultades de orden práctico para la
aplicación del pleno derecho de la mujer a acceder a los
mismos puestos laborales que el hombre, a
nadie en su sano juicio se le ocurriría decir en voz alta
(por lo menos en nuestro entorno occidental), que las mujeres no
son libres.
Luego, si lo son, admitámoslo con todas las consecuencias,
también en Masonería. Hora va siendo de que, sin
argumentaciones que ya no tienen más valor que el
de la anécdota, digamos lo que pensamos con
valentía.
Es curioso reseñar, solamente como anécdota
histórica, que allá por el siglo XVIII, aparecen en
Francia varias
Sociedades
Secretas que tratan de imitar a la Masonería en su forma
externa, caracteres y Ritos.
Se diferencian, entre otras cosas, de la Masonería, por la
admisión de las mujeres. Entre estas
pseudo-masonerías podemos encontrar la fundada por
Cagliostro (aún hoy sigue funcionando en varios
países).
Volviendo a las Constituciones de Anderson, sinceramente pienso
que deberían ser leídas e interpretadas teniendo en
cuenta su contexto histórico. La interpretación y
aplicación práctica de las mismas (incluido el
párrafo discriminatorio para la mujer), en nuestros
días, tiene que pasar forzosamente por su
adaptación, con la necesaria valentía, a la
realidad social de nuestro tiempo.
El aferrarse, aún hoy, a la prohibición de la
pertenencia a la Masonería de la mujer en aquella
época, es poner la zancadilla al progreso que, por otra
parte, como Masones, propugnamos siempre para "toda" (?) la
Humanidad.
Seguir insistiendo sobre la "vigencia" de semejante
párrafo de las Constituciones, a las puertas del siglo
XXI, es (a mi juicio) como querer perpetuar en España la
Constitución de 1.812, promulgada por las
Cortes de Cádiz o pretender que nuestras mujeres nos pidan
"permiso" para salir a tomar un café con sus amigas.
Sinceramente, tengo la impresión de que algunos sectores
de la Masonería, han quedado anquilosados por su
empecinamiento en mantener un cierto "poder" masculino que,
quieran o no, está perdiendo fuerza,
afortunadamente.
Para poder comprender mejor la postura discriminatoria de los
"fundadores" de la Masonería Especulativa, deberemos hacer
un pequeño ejercicio de "bilocación" a aquellos
tiempos, en los que la inmensa mayoría de las mujeres eran
analfabetas, amén de "esclavas", por la legalidad vigente
y la voluntad de sus maridos.
Más adelante, allá por el año 1.774,
cincuenta y un años después de promulgadas las
Constituciones de Anderson, en Francia muchos de los que
habían defendido a capa y espada la no-integración
de la mujer, creen llegado el momento de una adaptación a
los tiempos.
Ante el despertar de una sensibilidad social diferente, surgida
de las ideas revolucionarias, optan (claro ejemplo de que todo
puede y debe adaptarse a cada época y las Constituciones
también) por fundar la "Masonería de Adopción".
Con la creación de esta Masonería, se puede
canalizar la entrada en ella de muchas mujeres, si bien por la
puerta de atrás, que empiezan a demostrar la suficiente
inquietud social e intelectual y se interesan por la
afiliación a nuestra Orden.
Las razones fundamentales de este interés
femenino por nuestra Orden, está en los postulados
Masónicos de: Libertad,
Igualdad y
Fraternidad, en los que ven el camino de futuro para sus
aspiraciones de emancipación.
¿Qué razones de fondo existieron para este
importante cambio en la
mentalidad de los miembros del Gr.·. Or.·. de
Francia?
Para mejor poder comprender este cambio de postura (sin duda
radical para su tiempo) de la Masonería francesa,
deberemos situarnos en el contexto histórico de la Francia
de Luis XV ( 1.715-1.774).
Francia está volcada y comprometida de lleno en la ayuda
económica y militar a los independentistas de lo que,
pasado algún tiempo, serian los E.E.U.U. de América
del Norte. Esta postura comprometida, tiene mucho que ver con la
vieja enemistad entre los dos vecinos del Canal de La Mancha. A
ambas orillas, además de las diferencias
ideológicas, están surgiendo otras generadas por
dos conceptos distintos de entender la Masonería y que
permanecen vigentes hasta nuestros días.
El éxito de los patriotas americanos en la
consecución práctica de sus ideales de independencia,
despierta en la sociedad francesa
(por un fenómeno de "empatía") las ideas liberales
que serán el caldo de cultivo de un próximo y
radical cambio, no solamente en Francia, sino en toda Europa.
En realidad, y mientras los patriotas americanos declaraban su
Independencia de Inglaterra (año 1.783), en este lado del
Atlántico se estaba fraguando la Revolución
Francesa y, con ella, el derrocamiento (sangriento en muchos
de los casos) de las estructuras
feudales y clericales aún vigentes en gran parte de
Europa.
Un francmasón, George Washington, es elegido primer
presidente de los E.E.U.U. de América.
En el año 1.789, bajo el reinando de Luis XVI, el pueblo
de París toma la Bastilla y comienza una nueva Era para
Europa Occidental. A partir de este momento, nada será
igual en el mundo.
En este ambiente, en
el que la mujer marcha al frente de los pelotones que atacan la
Bastilla y donde el nuevo himno nacional (La Marsellesa) tiene
nombre femenino…¿Cómo no iba a cambiar la
Masonería francesa sus concepciones andersonianas,
respecto al derecho de la mujer a ser libre?
¿Qué "tradición" estaban siguiendo nuestros
HH.·. Franceses? ¿No estaban acaso respondiendo,
empujados por la realidad social y bajo el peso de la
razón, a las exigencias del momento y dejando a un lado
obsoletas concepciones?
Eso sí, como muestra de la
debilidad de sus convicciones liberales recién estrenadas,
las mujeres estarán aún "bajo" la tutela de los
Masones varones y sometidas a la presidencia en Logia de un
V.·. M.·.
Pero, aún así, ¿no se había producido
ya un salto cualitativo extraordinario y revolucionario en la
Masonería?
Han transcurrido ya 225 años desde la creación de
la Masonería de Adopción y a pesar de las
múltiples "revoluciones" (y no me refiero exclusivamente a
las sangrientas, sino también a las de tipo cultural) que
se han sucedido durante estos prodigiosos años, muchos de
nuestros HH.·. parecen sufrir un importante "daltonismo"
social. Una buena parte de ellos parecen ignorar los cambios
operados en su entorno, y tampoco reconocen las señales de
cambio que por doquier se pueden observar.
Siguen aferrados a unas ideas que no se sostienen y a una
"tradición" interesada y lejos de todo ideario realmente
Masónico. Pretenden seguir ignorando que la mujer, a pesar
de alguna corriente de opinión aún existente que
parece lamentar su emancipación, es libre (en realidad lo
fue siempre a pesar de nosotros ignorarlo).
Masones han sido los que colaboraron activamente en la
redacción de los Derechos Humanos;
Masones han sido los que han creado movimientos de Solidaridad
Internacional pero, a pesar de todos estos hitos importantes en
la reciente historia de la Humanidad y
de la Masonería moderna, muy pocos Masones ilustres se han
comprometido en la causa pendiente de la emancipación
total de la mujer, de manera individual.
¿Será por temor a una perdida de protagonismo en
las estructuras de "poder" hechas por y para varones?
2. Diversidad de
pensamiento y
actuacion
Si realmente el argumento de algunos está basado en las
supuestas carencias de las mujeres para ser iniciadas (?) hay
datos
estadísticos recientes (reportaje sobre la
Masonería inglesa del Sunday Times, Agosto 99) que parecen
poner en tela de juicio sus argumentos.
Durante las dos últimas décadas, en las Logias de
la G.·.L.·. U.·.I.·.(Inglaterra), la
cifra de los Masones varones ha descendido en el impactante
número de ¡¡ 60.000 !!
En los últimos diez años, en extraña
contraposición al anterior fenómeno, la cifra de
mujeres Masones en el Reino Unido, cuna del conservadurismo
Masónico, es de 14.000 o más.
Según los portavoces de las Obediencias Femeninas
implantadas en aquel país, hay muchos miles más de
postulantes esperando ser aceptadas. Se trata de Obediencias no
ligadas, naturalmente, a la G.·. L.·. U.·.
I.·.
¿Cómo reaccionará la Masonería
Inglesa conservadora ante este hecho innegable?
¿Serán capaces de seguir ignorando la realidad?
Posiblemente como reaccionaron los franceses, durante los tiempos
de la Revolución, al comprobar que la mujer
tomaba las riendas de su destino. Naturalmente, hoy la mujer ya
no se conforma con la "tutela" del varón y exige la
igualdad que le corresponde por derecho, también en las
Logias.
Las Logias de "Adopción", en nuestros días, serian
una pobre aportación a la realización de la
trilogía Masónica: Libertad, Igualdad y Fraternidad
y, por supuesto, un insulto aún mayor a la capacidad de la
mujer para tomar sus propias decisiones, incluso en el terreno de
lo iniciático.
En Francia, la Obediencia conservadora más numerosa y que
hasta hoy rechazaba de pleno la iniciación de mujeres,
está debatiendo desde hace algún tiempo este
"espinoso" tema al nivel nacional. Algo se está moviendo y
no dudo que muy pronto podremos ver los resultados.
Aquí, en España, y sin ánimo de ofender a
nadie, está sucediendo lo mismo que con ciertas iglesias
conservadoras que también dicen ser "guardianes" de la
tradición.
Cuando otras confesiones cristianas han zanjado ya la
polémica sobre la ordenación de mujeres como
sacerdotes, en estas iglesias antes citadas se sigue la
"tradición" para impedir que el monopolio de
los varones peligre.
No existe ningún argumento teológico o
histórico serio y válido para negar el acceso de la
mujer al sacerdocio.
El único argumento existente ("los apóstoles eran
todos varones"), no se sostiene puesto que ellos no eran
"sacerdotes" como hoy lo entendemos. Eran simples seguidores de
Cristo.
El sacerdocio, como institución, aparece mucho más
tarde y en ningún lugar del Nuevo Testamento, se dice
explícitamente: "los sacerdotes tienen que ser varones".
Cristo, además, no dejó instituido ningún
tipo de sacerdocio.
Argumentos semejantes, y con el mismo olor a "fundamentalismo",
son algunos de los empleados por muchos HH.·.: "si en las
Constituciones se dice no mujeres, debe seguir siendo así
por los siglos de los siglos".
3. Tradicion
Como ya se dijo anteriormente, si por "tradición" quiere
entenderse la no-existencia de mujeres en los antiguos Gremios de
Constructores, estamos errando.
Las hubo, si bien no fueron muchas. Existen referencias escritas
sobre mujeres (viudas o hijas de Masones Operativos) que
trabajaron en la construcción de algunas catedrales del
Medievo.
Si como tradición queremos tomar la que se remonta a los
Misterios de Egipto,
Grecia,
Cultura Celta,
Roma, etc., mal
hemos escogido nuestros argumentos.
Digo mal, puesto que incluso los que se oponen a la
iniciación de las mujeres en la Masonería,
tendrán que reconocer la importancia, en el terreno de lo
transcendente y "sagrado", que las mujeres tuvieron en las
citadas culturas. La sociedad de entonces si las consideraba
"iniciables".
En el santuario de Menfis había doncellas iniciadas en los
más importantes secretos de los Misterios y tomaban parte
en todas las ceremonias sagradas.
Los Misterios de Ceres, estaban dirigidos por sacerdotisas
(iniciadas por supuesto) que, además, transmitían a
los sabios de aquellos tiempos instrucciones con las que ellos
formaban después a sus discípulos.
Las sacerdotisas, Pitonisas, Oráculos, etc., de aquellas
culturas "estaban" en contacto "directo" con la divinidad. Ellas,
eran el vehículo entre los dioses y los hombres
¿Alguien duda de la importancia de su misión y
del reconocimiento y respeto social de
que gozaban?
Los Celtas, guerreros temidos por su ferocidad en el combate,
otorgaban a la mujer la misma posibilidad que al hombre para
alcanzar el grado iniciático de Druida, después de
un largo periodo de aprendizaje.
Ellos, fueron los precursores del actual Derecho de Familia
Germánico y Sajón, en los que la mujer (no los
hijos como sucede en nuestro Derecho
Romano) hereda a su marido con todas las prerrogativas y
derechos.
Si deseamos referirnos a la "tradición" Masónica,
desde 1.723, ya hemos comprobado como el Gr. Or.·. de
Francia, y después de un intenso debate, optó por
dar a la mujer la posibilidad de la Masonería de
Adopción en 1.774.
Desconozco los argumentos esgrimidos en ese debate para poner en
marcha una Masonería de Adopción, que atacaba
frontalmente lo plasmado en las Constituciones.
Haciendo un poco de ciencia-ficción, me atrevería a
pensar que fueron del mismo tipo de los aquí esgrimidos:
"la mujer ha alcanzado su mayoría de edad". El paso,
aún siendo corto para nuestra mentalidad del siglo XX, fue
enorme para aquella época.
Estamos ante uno de los momentos históricos más
importantes para el futuro de la Humanidad.
Está germinando una Revolución que
trastocará el orden social hasta entonces establecido.
A partir de la Revolución Francesa, nada será igual
en una Europa dominada, hasta entonces, por tiranos
déspotas y clérigos con un inmenso poder
terrenal.
Nuestros HH.·. Franceses, quizá un poco asustados
ante la innovación que la Masonería de
Adopción representaba, fueron lo suficientemente
adelantados de su tiempo al ver la necesidad de abandonar
"dogmas" basados en la "fidelidad" a ultranza de la "letra".
Fue el primero y tímido paso para avanzar en el camino de
la igualdad que, más tarde, seria una de las bases de
nuestra Trilogía Masónica por excelencia: Libertad,
Igualdad, Fraternidad.
Diversidad En Modos De Pensar Y Actuar
Cuando algunos HH.·. se dedican a sentar cátedra
con argumentos que consideran acertados para justificar la no
aceptación de la mujer en Masonería,
basándose en ciertas "diferencias", tenemos que
sonreir.
Es evidente que somos diferentes ¡Faltaría
más! Pero lo somos en lo morfológico, que no en lo
intelectual.
A estas alturas, demostrada ya con creces la capacidad
intelectual de la mujer en todos los ámbitos de la cultura
y del trabajo, seria de muy mal gusto (además de
patético) seguir argumentando diferencias "cerebrales",
hemisferios con diferentes habilidades a los nuestros, etc.
Como miembro del Género Humano, la mujer ha pasado por
diversas etapas evolutivas (en cuanto a lo intelectual), no
siempre idénticas a las del hombre. Esto es demostrable y
evidente.
La discriminación de la mujer respecto al
acceso a la enseñanza, siquiera elemental, dejó de
ser una realidad no hace tanto tiempo.
Su derecho al sufragio universal, fue conseguido gracias a muchas
batallas, algunas incluso sangrientas, para poder
arrancárselo al legislador varón.
Su acceso a los distintos puestos de trabajo, a cualquier carrera
o a la milicia, si así lo desea, son logros de finales de
este siglo.
En este punto y precisamente para los Masones que observan los
preceptos del Libro de la
Ley Sagrada
(Biblia) habría que traer a colación la cita:
"Compañera te doy, no-sierva" La cita, por cierto,
también fue ignorada por Anderson y sus compañeros
de redacción, a pesar de ser hombres de iglesia.
El acceso masivo de la mujer (en nuestro mundo occidental) al
mundo de la cultura, no es tan antiguo. Podemos retroceder un
siglo como máximo.
¿Cómo podemos pretender que las mujeres estuvieran
preparadas en ramas del saber humano a las que nunca tuvieron
acceso? ¿Qué canales tenían a su alcance
para demostrar de lo que eran capaces en otros terrenos distintos
a las tareas del hogar?
No se trata aquí de un problema de hemisferios cerebrales
dotados para distintas habilidades que los nuestros, sino la
imposibilidad real de adquirir conocimientos y habilidades,
distintos a los que tenían que ver con las labores de la
casa o, en la sociedad rural, con las del campo.
Desearía hacer hincapié en un detalle (muy
importante) a favor de la mujer:
Ella, además de su capacidad demostrable y demostrada para
cualquier tarea intelectual o laboral, tiene
una dotación "especifica" para llevar a cabo la mayor y
más importante "iniciación" en la vida de un Ser
Humano: la maternidad.
El simple hecho de "poder ser" o ser madre, hace que la mujer
posea, además de su innegable capacidad de lógica
y raciocinio, una especial carga de sensibilidad y ternura que,
por desgracia, nosotros nunca podremos tener. Esta capacidad,
pienso yo, la convierte en apta no solo para ser "iniciable",
sino para comprender y vivir lo "trascendente" desde puntos de
vista mucho más amplios y elevados que nosotros.
Pretender que la mujer tiene una "psique" distinta o que su
capacidad de comprender y "vivir" lo transcendente, el simbolismo
o cualquier otra manifestación semejante es inferior a la
del varón, seria introducirnos en teorías
elaboradas por algunos para menoscabar la realidad y siempre en
provecho del macho dominante. De una vez por todas, el artificial
antagonismo generado por prejuicios sin fundamento lógico,
tiene que dejar paso a la razón y a los hechos
constatables. Tenemos, en una palabra, que ser valientes.
El varón, con mayor acceso a la cultura y
participación directa en el poder decisorio de los
Estados, fue formándose en multitud de disciplinas vetadas
a la mujer.
Son muchos miles de años en una situación de
"segundona" que, como era de esperar, no podía mantenerse
eternamente.
Como únicos detentadores del poder, nos cuesta mucho
compartirlo y, ésta, realmente, quizá sea la
única razón por la que seguimos ofreciendo una
resistencia
numantina al avance hacia la total igualdad de nuestra
compañera.
De hecho, dicen algunos, todas las aportaciones al pensamiento y
a la ciencia,
desde la antigüedad conocida, fueron hechas por varones
¿Acaso ello demuestra que la mujer no era apta para
ello?
Desde luego que no. Lo único que demuestra, QQ.·.
HH.·. es la nula participación de la mujer en el
mundo de la cultura.
Las únicas habilidades que podía desarrollar eran
las relacionadas con el hogar. Todo ello no por incapacidad, sino
por "imperativo" de la legalidad vigente (pensada y promulgada
por el varón).
Cuando el lado femenino de la Humanidad comienza a hacerse notar
en las Ciencias y las
Artes, es precisamente a partir del siglo XVIII (Independencia de
América, Revolución Francesa, Ilustración). A partir de ese momento
histórico desencadenante del pensamiento liberal, es
cuando nombres femeninos comienzan a aparecer en ámbitos
hasta entonces vedados. Irrumpen con fuerza y, a
regañadientes, y muchos varones tienen que reconocer su
valía.
¿Deberemos recordar que a finales del pasado siglo algunas
mujeres tenían que recurrir al disfraz masculino para
poder asistir a clase (de oyentes) en las universidades de
nuestro país? Una de ellas fue la Condesa de Pardo
Bazán.
¿Deberemos recordar, también, que hasta bien
avanzado este siglo, la mujer no podía siquiera viajar a
otra provincia de España, sin la autorización
escrita de su marido?
¿Deberemos recordar que la Patria
Potestad sobre "sus" hijos le fue concedida hace escasos
años ?
¿Cómo podemos justificar que aún hoy las
mujeres sigan siendo una fuerza de trabajo más barata que
nosotros, en igualdad de conocimientos y prestaciones?
Respecto a otras opiniones sobre "diferentes" maneras de pensar o
"actuar" de las mujeres, realmente se está entrando en un
terreno que nada tiene que ver con la cuestión:
"iniciable", no "iniciable". ¿No será que deseamos
llevar el problema a un terreno que solamente tiene
relación con la eterna lucha por seguir ostentando, el
varón, el poder "absoluto"en la sociedad?
¿No estaremos discriminando a la mujer por su pensamiento
"diferente" en algunos ámbitos de la vida que a ella
más le atañen y que hasta ahora han sido coto
cerrado de varones?
La educación
de los hijos, la denuncia de la estupidez de las guerras, el
derecho a estar presentes (en igualdad de condiciones) en todos
los ámbitos de la sociedad donde se decida su futuro y el
de sus hijos…
4. Resumen
Para las tres preguntas básicas, después de
expuestas las razones que creo justas y comentados también
los distintos entornos socio-políticos en que se
movió la mujer hasta nuestros días, ya podemos
resumir las respuestas como sigue:
5. Constituciones De Anderson
(1.723)
-De la misma manera que algunos se aferran a la literalidad
(¿tradición?) del famoso párrafo: "ni
mujeres", tendrían que hacerlo con las distintas
revisiones de los Landmarks, o innovaciones en los Rituales.
También la "invención" de determinadas estructuras
administrativas a lo largo de estos casi 300 años de
Masonería Especulativa.
No resulta coherente, ni por supuesto convincente, aferrarse a la
"tradición" solamente para argumentar en el supuesto de la
mujer.
-De desear mantener una actitud
coherente con esa tradición a la que algunos apelan,
deberíamos reclamar bastantes "anulaciones" o "reformas"
llevadas a cabo por Supremos Consejos, Grandes Logias, etc. Sin
embargo, muchas de estas "innovaciones", son incluso bien
aceptadas por los más conservadores, como acordes con los
tiempos y la natural evolución de la sociedad. ¡ Curiosa
dualidad de pensamiento!
-Si como Masones aceptamos y suscribimos los Derechos Humanos y
nuestra propia Constitución, en donde se consagra la
igualdad de todos los Seres Humanos, sin discriminación de
ningún tipo, estamos practicando una doble moral, no
acorde con las líneas maestras de nuestra Fraternidad
Masónica.
Tradicion
-Enlazando un poco con lo anterior, antes de nada
tendríamos que aclarar a cual de ellas nos referimos.
¿Estamos hablando de la procedente de las fuentes
más antiguas o de la que se inicia en un tiempo más
cercano a nosotros (1.723)?
-¿Estamos hablando de la Tradición Primordial, de
la que salieron las múltiples ramas de un árbol que
ha dado diversos frutos hasta nuestros días?
-Si nos referimos a la primera, todo lo que sabemos de las
culturas en que bebemos muchos de nuestros conocimientos
actuales, nos da pie para pensar que el papel de la
mujer (o de algunas mujeres privilegiadas, quizá), no
siempre fue el de sumisión al varón.
En algunas de estas culturas fueron consideradas y respetadas,
como "Mater" y como poseedoras de capacidades "trascendentes"
especiales.
-Si por tradición entendemos la que parte de una fecha
más cercana (1.723), hora es, casi 300 años
después, de que la razón triunfe sobre el
"fundamentalismo" de algunos.
Volvemos a insistir, aún siendo repetitivos, que la mujer
del año 1.723 no era "libre" y por lo tanto, ni siquiera
podía ser considerada la posibilidad de su
iniciación, a la hora de redactar las Constituciones.
-Aquí, llegados a este punto, me veo obligado no solamente
a apelar a la razón, sino también al
corazón.
¿Es posible conjugar nuestras continuas apelaciones, como
Masones, a la Libertad, Igualdad y Fraternidad del Género
Humano y, al mismo tiempo ignorar a la mitad del mismo?
¿Realmente y en conciencia se
puede hablar de coherencia?
-¿Es posible conjugar un lenguaje de
solidaridad, justicia e
igualdad para todos y, al mismo tiempo, aducir "razones" que no
lo son para cerrar las puertas de nuestras Logias a las que son
nuestras madres, compañeras e hijas?
-Sinceramente, si queremos permanecer anquilosados en tradiciones
que impiden el desarrollo
integral del Género Humano, meta que la
Francmasonería persigue desde siempre, personalmente no
puedo apuntarme a estas corrientes, ni por coherencia
Masónica estar de acuerdo con ellas. Como Masón que
cree firmemente en la necesidad de luchar por la
eliminación de prejuicios atávicos que impiden el
avance de la justicia, para todos y en todos los ámbitos,
no puedo admitir la "inmovilidad" de nuestra Fraternidad (o parte
importante de ella) en el tema de la mujer. Así lo siento
y así lo digo en todos los foros.
-Algunos argumentan que, puesto que la Operativa era cosa de
hombres, por su trabajo, esfuerzo físico y demás,
la mujer no es "iniciable" puesto que no "comprende" ni el
simbolismo ni las distintas analogías de nuestro
Trabajo(?) actual dentro de la Masonería Especulativa,
heredera de aquella.
-Otros, mucho más audaces, abogan por "instituir" una
Iniciación exclusiva para mujeres (discriminación
sobre discriminación) que, por lo poco que he podido
entender (me vais a permitir una pequeña licencia),
constaría de un simbolismo basado en: ruecas de hilar,
agujas, dedales y pañales.
A titulo personal, puedo
decir que he tenido el honor de trabajar con mujeres en Logia y
salvo la novedad de la femineidad en sus movimientos o por el
especial "toque" en la decoración del Templo, nada me ha
hecho sentir extraño.
-He sido exhaltado al grado de M.·. M.·. en
presencia y con participación de Hermanas y nada me ha
hecho sentir menos Masón ni varón por su presencia.
La sensación de plenitud Masónica, podéis
creerme, fue extraordinaria.
-Lo único que nos exige la "nueva" situación,
QQ.·. HH.·. es ser naturales y ver a las mujeres
como debemos verlas: como Seres Humanos iguales, sin complejos ni
prejuicios previos. Lo demás, vendrá por
añadidura.
6. Diversidad de pensamiento y
accion.
-La mujer, QQ.·. HH.·. no piensa de manera
diferente al varón. Si deseamos reflejar toda la verdad
tendríamos que decir que, además de interesarse por
los mismos problemas que
él, se preocupa por otras parcelas de la vida que la
atañen más directamente, en su calidad de madre y
esposa.
-Como mujer, hasta hoy, debe luchar mucho más que nosotros
por cada centímetro de libertad y justicia que le va
arrancando a la sociedad. No solo tiene que demostrar lo que
vale, sino que se le exige mucho más que al varón
para poder alcanzar las mismas metas.
-Seguir explicando las cualidades o defectos de la mujer, seria
seguir el juego a los
que la discriminan. La mujer, y esta es la realidad constatable
en el día a día, tiene virtudes y defectos como el
hombre. Las diferencias, si existen, se deben a una
cuestión cultural y no a estructuras cerebrales
diferenciadas. ¿No será que nuestra "igualdad" como
sucede en la física con los polos
del mismo signo, se repele?
-Quizá esta "igualdad", reconocida tardíamente por
nosotros, sea una de las razones de la lucha que algunos sectores
de la sociedad (no solamente Masones) pretenden prolongar en el
tiempo. Si es igual, pensarán algunos, tendremos que
compartir nuestro "poder" o protagonismo con ellas.
-No existen argumentos realmente racionales para rechazar a la
mujer en Masonería. Así lo han visto muchos Masones
y Obediencias que hoy las admiten en su seno con fraternal
igualdad. El problema se perpetua por la oposición de unos
pocos que, vuelvo a repetir, eligieron el "dogma" y no la
evolución acorde con los tiempos.
Al final de todas estas líneas, escritas con mayor o menor
fortuna pero con coherencia y veracidad respecto a mis
convicciones más profundas, y aún pareciendo un
contrasentido, tengo que preguntarme: ¿Sigue siendo
realmente necesario demostrar el derecho de la mujer a ser igual
que el varón en todos los ámbitos?
Fernando J.M. Domínguez
26 de Septiembre de 1999
Resumen:
En una recopilacion elaborada por la que suscribe (Milly Fritz
Reyes), envio con permiso del autor un trabajo sobre Masoneria,
esperando que pronto, sus archivos se vean
enriquecidos por mas ponencias.
Autor:
Milly Fritz