1.
2. Superintendencia de
bancos
3. Fondo de garantia de
depósito y protección
4. Fondo monetario
internacional
5. Banco
mundial
6. Lectura
adicional
7. Bibliografía
A medida que el mundo fue evolucionando las personas han
buscado la mejor manera de cuidar su dinero, de
hacerlo producir, de tenerlo en un lugar seguro y donde
pueda ser visto. En vista de estas necesidades comenzaron a salir
las diferentes instituciones
financieras que además de ofrecer el servicio de
cuidar su dinero esta
institución ofrece diferentes opciones como:
créditos, opciones para la compra de locales, compra de
títulos valores,
fideicomiso,
etc.
Como estas instituciones
fueron creciendo y la economía en el
país presenta muchas variaciones se fundaron instituciones
que cumplieran la labor de garantizar el dinero que
el cliente otorga al
banco. Este
tipo de instituciones son las que se van a referir en este
trabajo tratándolas de explicar de una manera muy
sencilla, estas instituciones son:
- Superintendencia de Bancos.
- Fondo de Garantía de Depósito
y Protección Bancaria (Fogade). - Fondo Monetario Internacional.
- Banco Mundial.
Estructura: La Superintendencia de Bancos es un
organismo dotado de personalidad
jurídica y patrimonio
propio e independiente del fisco nacional y está adscrita
al Ministerio de Hacienda a los solos efectos de la deuda
administrativa.
De igual forma, la Superintendencia está bajo la
dirección y responsabilidad de un funcionario llamado
Superintendente de Bancos, cuyo nombramiento y remoción
está a cargo del Presidente de la República. Sin
embargo, la designación del mismo debe constar con la
autorización de las dos terceras partes del voto del
Senado de la República.
Funciones: La actual Ley General de
Bancos… además de proporcionarle una mayor
autonomía a la Superintendencia de Bancos al punto de
convertirla en un organismo autónomo, la ha dado las
más variadas atribuciones en su artículo 161, la
autoridad para
promulgar normas
para:
- Procedimientos en las solicitudes de promoción y funcionamiento de bancos e
instituciones financieras. - Normas sobre el control,
participación y vinculación. - Normas para la apertura de oficinas,
sucursales y agencias. - Normas para los procedimientos de fusión
y transformación.- Clasificación de inversiones y créditos.
- Contenido de los prospectos de
emisión de títulos hipotecarios. - Reestructuración y
reprogramación de créditos. - Valuación de inversiones y otros activos.
- Exposición y cobertura de
grandes riesgos
y concentración de créditos. - Riesgos fuera del balance y formas de
cubrirlo. - Transacciones
internacionales. - Adecuación
patrimonial. - Mesas de dinero.
- Riesgos de liquidez, interés y cambio
extranjero. - Adecuación de
garantías. - Castigo de créditos.
- Devengo de intereses.
- Controles internos.
- Normas relativas a:
ñ) Divulgación de
propagandas.
3. Fondo de garantia
de depósito y protección
Estructura:
Asamblea Interna: Esta está integrada
según el artículo N° 204 por:
- El Ministerio de Hacienda, quien la
presidirá. - El presidente del Banco Central
de Venezuela. - El Superintendente de Banco y Otras
instituciones Financieras.
Administración: Según el Artículo
N° 208 la junta directiva de administración está integrada
por:
Un Presidente y seis Directores Principales con sus
respectivos suplentes. El presidente y cuatro de los directores
principales y sus respectivos suplentes, serán designados
por el presidente de la república. Los otros dos
Directores Principales y sus respectivos suplentes tendrán
el carácter de Directores Laborales y serán
designados de conformidad con lo establecido en el Título
X de la Ley
orgánica de Trabajo.
Funciones: De acuerdo al artículo 203 de la Ley
General de Bancos y otras instituciones Financieras, Fogade tiene
las siguientes funciones:
- Garantizar los depósitos del público
realizados en los bancos e instituciones financieras regidos
por la Ley General de Bancos… - Prestar auxilio financiero para
reestablecer la liquidez y solvencia de los bancos y otras
instituciones financieras. - Ejercer la función de liquidador en
los casos de liquidaciones de bancos e instituciones
financieras regidas por la Ley General de Bancos y Otras
Instituciones Financieras.
Origen: Durante la gran depresión
de los años 1929-39, en los Estados Unidos,
un gran número de bancos especialmente los de menor
tamaño quebraron por insolvencia de sus prestatarios,
pequeños agricultores que no pudieron hacerle frente a la
baja de los precios
agrícolas.
Para aumentar los efectos de esta crisis, la
administración de Franklin Delano
Roosveldt, creó la Federal Deposit Insurance Corporation
entidad encargada de administrar el seguro de los
depósitos bancarios. Entre los años 1934 y 1977,
esa agencia federal tuvo que asumir el cierre de 541 bancos
(BAEZA, Sergio A. Cristóbal Valdés: Seguro de
depósitos bancarios. Revista
Felaban N°49). En 238 casos este organismo tuvo que adquirir
los bancos para luego revenderlos; mientra que en los casos
restantes liquidó los bancos compensando a sus
depositantes.
Origen en Venezuela: El
seguro de depósito bancario es una garantía para el
depositante de un banco, en el sentido de que aunque un banco a
algún otro instituto de crédito
haya tenido pérdida derivadas de sus
operaciones
activas, los depositantes podrán recuperar sus
fondos.
La idea de una garantía hacia los depositantes no
es absolutamente nueva en el país. El propio encaje legal
instituido por la Ley General de Bancos y Otros institutos de
Crédito
es una garantía para el depositante.
Por otra parte, existían títulos valores
emitidos por la banca hipotecaria
y las sociedades
financieras como las Cédulas Hipotecarias y los Bonos
Hipotecarios que estaban garantizados con hipotecas.
El establecimiento del Fondo de Garantía de los
Depósitos y Protección Bancaria surge como
consecuencia de una serie de intervenciones y posteriormente
liquidaciones que se suceden con institutos bancarios, tales como
el Banco Nacional de Descuento, (cuya liquidación
emprendida desde hace varios años aun no ha sido
finalizada), el Banco de Comercio, y el
costosa salvamento del Banco de los Trabajadores de Venezuela y
el pago de los depósitos a sus clientes, fue
hacho con fondos de la Hacienda Pública Nacional, la cual
no tenía ninguna obligación de hacerlo.
Por estas razones se establece en 1985 el Fondo de
Garantía y Protección de los Depósitos
Bancarios, mediante Decreto N° 540 del 20-3-1985 (que fue
modificado por el Decreto N° 651), contentivo de su Estatuto
Orgánico. Posteriormente en 1993 se incorpora la Ley
General de Bancos y Otras Instituciones Financieras un
Título III el cual se refiere al Fondo de Garantía
y Protección… (Fogade) y de paso se aumentó el
seguro de los depósitos.
4. Fondo monetario
internacional
Estructura: La
Junta de Gobernadores, compuesta por las autoridades monetarias
de cada uno de los países miembros, es el órgano
rector del FMI. Las operaciones
diarias las lleva a cabo una junta ejecutiva compuesta por 22
miembros que representan a un grupo de
países o a un país. El director gerente
preside la junta ejecutiva. La sede del Fondo se encuentra en la
ciudad estadounidense de Washington.
Funciones: Agencia de la
Organización de las Naciones Unidas
(ONU) fundada
junto con el Banco Internacional para la Reconstrucción y
el Desarrollo
(BIRD) durante la Conferencia de
Bretton Woods (New Hampshire, Estados Unidos)
celebrada en 1944. El FMI inició
sus actividades en 1947. Tiene como objetivo
promocionar la cooperación monetaria internacional y
facilitar el crecimiento equilibrado del comercio
mundial mediante la creación de un sistema de pagos
multilaterales para las transacciones corrientes y la
eliminación de las restricciones al comercio
internacional. El FMI es un foro permanente de
reflexión sobre los aspectos relativos a los pagos
internacionales; sus miembros tienen que someterse a una disciplina de
tipos de cambio y
evitar las prácticas restrictivas del comercio.
También asesora sobre la política
económica que ha de seguirse, promueve la
coordinación de la política
internacional y asesora a los bancos centrales y a los gobiernos
sobre contabilidad,
impuestos y
otros aspectos financieros. Cualquier país puede
pertenecer al FMI, que en la actualidad está integrado por
182 estados miembros.
Los miembros se comprometen a informar al FMI sobre sus
políticas económicas y financieras
que afecten al tipo de cambio
de su unidad monetaria nacional para que el resto de los miembros
puedan tomar las decisiones oportunas. Cada socio tiene asignada
una cuota de derechos especiales de giro
(DEGs), la unidad de cuenta del Fondo desde 1969; su valor depende
del promedio ponderado del valor de cinco
monedas (en marzo de 1994 un DEG equivalía a 1,41
dólares estadounidenses). Este sistema sustituye
al anterior que obligaba a los países a depositar el 75%
de su cuota en moneda nacional y el 25% restante en oro. Las
cuotas totales a finales de 1994 suponían 144.800 millones
de DEGs. La cuota de cada miembro corresponde a su
posición relativa en la economía mundial. La
principal economía, la de Estados Unidos, tiene la mayor
cuota, en torno a 19.000
millones de DEGs; la más pequeña asciende a unos 2
millones de DEGs. La cantidad de la cuota establece el poder de voto
de cada miembro en las reuniones del FMI, cuántas divisas
pueden obtener del Fondo y cuántos DEGs recibirá.
Así, la Unión
Europea posee el 25% de los votos y Estados Unidos en
torno al 20
por ciento.
Los miembros con desequilibrios transitorios en su
balanza de pagos
pueden acudir al Fondo para obtener divisas de su reserva, creada
con las aportaciones —en función de la cuota—
de todos los miembros. El FMI también puede pedir dinero
prestado de otras instituciones oficiales; con el Acuerdo General
de Préstamos de 1962 se autorizó al Fondo a acudir
a la financiación del denominado Club de París que
concedió un crédito de hasta 6.500 millones de
dólares (más tarde se aumentó el
crédito a 17.000 millones). Todo país miembro del
FMI puede acudir a esta financiación con un límite
temporal (cinco años) para resolver sus desequilibrios;
después debe devolver las divisas al FMI. El prestatario
paga un tipo de interés
reducido para utilizar los fondos de la institución; el
país prestamista recibe la mayor parte de estos intereses,
el resto lo recibe el FMI para sufragar sus gastos
corrientes. El FMI no es un banco, sino que vende los DEGs de un
país a cambio de divisas.
EL FMI también ayuda a los países a
fomentar su desarrollo
económico, por ejemplo, a los estados que integraron
el Pacto de Varsovia (disuelto en 1991) para reformar sus
economías y convertirlas en economías de mercado. Para
ello, en 1993 se creó una partida especial transitoria que
ayuda a estos países a equilibrar sus balanzas de pago y a
mitigar los efectos del abandono del sistema de control de
precios. Los
instrumentos de ajuste estructural del FMI permiten a los
países menos desarrollados emprender reformas
económicas: a finales de marzo de 1994 se habían
concedido 4.300 millones de DEGs a 44 países. Estos
préstamos del FMI suelen incluir cláusulas
relativas a la política
económica nacional del país receptor de la
ayuda, que han generado tensiones entre el FMI y los
países más endeudados.
Origen: Tras su creación en 1946, el FMI
hizo una importante reforma en 1962, cuando se firmó el
Acuerdo General de Préstamos. Al principio, el Fondo
pretendía limitar las fluctuaciones de los tipos de cambio
de las monedas de los países miembros a un 1% por encima o
por debajo de un valor central establecido respecto al
dólar estadounidense que a su vez tenía un valor
fijo respecto al patrón oro; el 25% de las aportaciones de
los miembros debía hacerse también en oro. La
primera reforma permitió la creación del Acuerdo
General de Préstamos, firmado en 1962 al hacerse evidente
que había que aumentar los recursos del
Fondo. En 1967, la reunión del FMI en Río de
Janeiro creó los derechos especiales de giro
como unidad de cuenta internacional.
En 1971 el sistema de cambios del FMI se reformó,
devaluando el dólar en un 10% y ampliando al 2,25% el
margen de variación de los tipos de cambio. El fuerte
aumento de los precios del petróleo
en 1973 influyó de forma negativa sobre la balanza de pagos
de los países miembros y rompió el sistema de tipos
de cambio fijos creado en Bretton Woods. La modificación
de los estatutos en 1976 terminó con el papel del oro
como eje del sistema de cambios del FMI, forzando al abandono del
patrón oro que ya en 1978 había sido sustituido por
el dólar estadounidense.
A partir de 1982, el FMI dedicó la mayor parte de
sus recursos a
resolver la crisis de la
deuda externa
generada por el excesivo endeudamiento de los países menos
industrializados. Ayudó a los endeudados a diseñar
programas de
ajuste estructural, respaldando esta ayuda con nueva
financiación. Al mismo tiempo,
animó a los bancos comerciales a incrementar sus
líneas de crédito. A medida que se hacía
patente que los problemas de
los países miembros se debían a desajustes
estructurales, el FMI creó nuevos instrumentos financieros
y utilizó fondos provenientes de los países en
mejor situación para facilitar liquidez a largo plazo a
los que estuvieran dispuestos a reformar sus
economías.
El FMI tiene nuevas competencias
desde finales de la década de 1980, debido al colapso del
comunismo en
Europa y a la
demanda de los
países ex-comunistas para convertir sus economías
en economías capitalistas. Para poder ayudar a
estos países se crearon nuevos fondos para reformar las
economías planificadas de los países de Europa central y
oriental.
El FMI ha perdido en gran medida su estructura y sus
objetivos
iniciales; los tipos de cambio se determinan ahora en
función de las fuerzas del mercado. Los
actuales sistemas de
control de cambios, como el mecanismo de tipos de cambio del
Sistema Monetario Europeo (SME), están vinculados a
programas de
convergencia diseñados para poder crear una moneda
internacional, pero la crisis del SME en 1992 demostró la
impotencia relativa del Fondo para hacer frente a los problemas
cambiarios de las actuales economías desarrolladas. La
crisis financiera de México en
1995 dejó patente una vez más que los fondos del
FMI no son suficientes para controlar los flujos de capitales
privados de la economía mundial. No obstante, sigue
teniendo un papel
importante para el desarrollo
económico de los países menos desarrollados al
facilitar la transición hacia una economía mundial
integrada.
Estructura: En la actualidad el Banco Mundial
está integrado por varias instituciones: el Banco
Internacional para la Reconstrucción y el Desarrollo
(BIRD), la Asociación Internacional para el Desarrollo
(AID), la Corporación Financiera Internacional (CFI) y la
Agencia Multilateral de Garantías de Inversiones (AMGI).
Por extensión, y debido a ser el principal organismo de
este grupo de
organizaciones, generalmente se habla del Banco Mundial
para referir al BIRD.
Funciones: El Banco Mundial concede prestamos a largo
plazo para proyectos
rentables únicamente a los gobiernos o a empresas privadas
con garantía gubernamental, y no admite moratoria en los
pagos. Los tipos de interés que aplica el Banco Mundial en
sus operaciones depende del tipo que debe a su vez pagar en los
mercado internacionales de capitales, en 1976 un año de
elevadas tasas en los mercados
financieros internacionales, el Banco Mundial cobró en
promedio por sus desembolsos un 9,5%
De acuerdo a su convenio constitutivo el Banco Mundial,
debe realizar inversiones seguras que permitan pagar los tipos de
interés vigentes y obtener las divisas necesarias para su
reembolso. Us préstamos deben concederse para fines
productivos, y sólo en casos muy epeciales han de suplir
las necesidades de divisas de los proyectos.
Tampoco, el Banco Mundial puede conceder préstamos
ligados, es decir que las compras del
país pueden efectuarse en cualquier otro país
miembro. Los préstamos sólo son otorgados si existe
una seguridad de que
el prestatario no puede obtener el préstamo en condiciones
razonables de otras fuentes. Con
la aparición de la crisis de la Deuda Externa en
1980, comienza el Banco a participar en préstamos para
ajustes estructurales no atados a un proyecto
determinado.
origen: organismo económico internacional fundado
junto con el Fondo Monetario
Internacional (FMI) tras la Conferencia de
Bretton Woods en 1944, con la función de conceder
créditos a escala mundial,
pero muy especialmente a los estados en vías de
desarrollo.
Nacido en el contexto del sistema monetario y
económico internacional ideado en Bretton Woods en 1944,
el FMI pasó a convertirse, desde entonces, en uno de los
principales organismos internacionales en esta materia.
Michel Lelart reseña en el siguiente texto los
principales puntos de su organización y funcionamiento.
Fragmento de El Sistema Monetario
Internacional.
De Michel Lelart.
Capítulo II, 3.
Como los acuerdos de Bretton Woods organizaron la
convertibilidad y la estabilidad de las monedas, hacía
falta una institución que garantizara el respeto de las
reglas, que tenían, como hemos visto, un cierto
número de excepciones. Pero el papel del Fondo Monetario
fue también el de dar a los países miembros los
medios para
intervenir en el mercado para sostener su moneda y no obligarlos
a establecer o mantener restricciones. Este es el papel de la
institución financiera que vamos a examinar.
La adhesión de los países
miembros
En cuanto se es miembro del Fondo, a cada país se
le atribuye una cuota que corresponde a su suscripción de
capital y
determina al mismo tiempo la ayuda
que podrá obtener y el derecho de voto que podrá
ejercer. Antes de la conferencia, se había decidido que
Estados Unidos tendría una cuota doble que la del Reino
Unido, y que la Unión Soviética y China
tendrían, respectivamente, el tercer y cuarto lugar. La
fórmula para llegar a este resultado era el 2 % de la
renta nacional en 1940, más el 5 % de las reservas de oro
y dólares a 1 de julio de 1943, más el 10 % de la
variación más fuerte de las exportaciones
entre 1934 y 1938, más el 10 % de la media anual de las
importaciones
durante el mismo período. Sobre un total de 8.800 millones
de dólares, Estados Unidos tenía una cuota de 2.740
millones (es decir, el 31,3 %); el Reino Unido, 1.300 millones;
La Unión Soviética, 1.200; China, 550;
Francia, 450;
Bélgica, 225; Polonia y Checoslovaquia, 125, Noruega y
Cuba, 50;
Irán y Perú, 25; Haití y Ecuador, 5…, y
Liberia y Panamá,
0,5 millones. Como la Unión Soviética no
ratificó los acuerdos, el total de las cuotas se
rebajó a 7.600 millones de dólares, lo que
representaba que la cuota de Estados Unidos era de un 36,2 % y la
del Reino Unido de un 17,1 %.
El artículo III preveía que cada Estado miembro
debía abonar íntegramente su cuota. El 25 %
debía abonarse en oro, sin que el montante pudiera pasar
el 10 % de las reservas netas del país en oro y en
dólares. Así pues, Francia, que
tenía pocas reservas, sólo abonó el 15 % de
su cuota inicial. El resto se debía abonar por cada
país en su moneda nacional. De hecho, cada banco central
abonaba esta cantidad en la cuenta del Fondo. Este
disponía, por tanto, de una cuenta corriente en todos los
bancos centrales de todos los países miembros y
mantenía una cierta cantidad de todas las monedas
nacionales.
Las cuotas determinaban los derechos de voto, pero de
una forma que no era exactamente proporcional: cada país
disponía de un voto por cada 100.000 dólares de
cuota, más 250 votos. Este cálculo
beneficiaba a los países pequeños, puesto que su
cuota era más débil. Estados Unidos, que
tenía el 36,2 % de la cuota, sólo tenia un 31,9 %
de los derechos de voto; Irán con el 0,3 % de las cuotas,
tenía cerca del 0,6 % de los derechos de voto; Liberia,
con el 0,006 % de las cuotas, tenía el 0,3 % de los
derechos de voto.
Estos derechos de voto se ejercían en el seno del
Consejo de Gobernadores, en el que cada país estaba
representado. El Consejo se reúne una vez al año en
Asamblea General, que tiene lugar dos años seguidos en
Washington y el siguiente en un país miembro. De esta
manera la Asamblea General se reunió en Manila en 1976,
Belgrado en 1979, Toronto en 1982, Seúl en 1985,
Berlín en 1988 y Bangkok en 1991. El Consejo de
Gobernadores vota el presupuesto,
decide la admisión de nuevos miembros o la revisión
de las cuotas, elige a los administradores de entre sus miembros.
Los cinco países que disponen de las cuotas más
importantes (Estados Unidos, Reino Unido, Alemania,
Francia y Japón) nombran cada uno un administrador.
Los otros dieciséis son elegidos por dos años por
grupos de
países con afinidad geográfica, política, cultural.
En la actualidad hay 24 administradores. De ellos, uno es elegido
por Arabia Saudí, que adquirió el derecho al ser
uno de los dos principales acreedores del Fondo; otro es elegido
por China desde que este país reemplazó a Taiwan en
1980, y otro por Rusia desde que este país se unió
al Fondo. Los administradores no son expertos independientes,
como deseaban los ingleses: representan a su país y tienen
un papel fuertemente político. Residen en Washington y se
reúnen en Consejo cada vez que es necesario, a menudo
varias veces por semana. Ellos son los que deciden la
política del Fondo, especialmente a la hora de conceder
créditos a los países miembros y acerca de las
consultas sobre el artículo VIII. Controlan la
administración y eligen cada cinco años al director
general, que es el jefe de los servicios del
Fondo y asegura la gestión
cotidiana de la institución. Aunque no esté escrito
en los estatutos, se trata siempre de un no americano. En
contraprestación, el presidente del Banco Mundial
sí lo es. El director general siempre ha sido europeo.
Desde 1963 es asistido por un director general adjunto que es
americano.
Las emisiones
Las emisiones son las operaciones más comunes del
Fondo. Pero esta expresión no se menciona en los
estatutos, los cuales siempre hablan de compras. Estas
operaciones tienen unas características particulares que combinan a
la vez cambio y crédito.
— Es una operación de cambio por la cual el
país en dificultad cede al Fondo su propia moneda
—que es una moneda débil— y recibe en
contrapartida la moneda de otro país miembro excedentario
y, por tanto, con una moneda fuerte. Las reservas del Fondo en
divisas varían continuamente y cada vez posee menos
divisas de los países excedentarios y más de las
monedas que atraviesan déficits de balanza de pagos. No
corre riesgo de cambio,
pues el país debe garantizar el valor en oro de las
reservas del Fondo en su moneda. Cada vez que se devalúa,
o si se deprecia fuertemente en el mercado, el país debe
abonar una cantidad suplementaria. En el caso contrario, el
país se lo reembolsa reduciendo las reservas del Fondo en
la cuenta de su banco central.
— Se trata de una operación de
crédito por dos razones. Por un lado, el país que
compra la moneda de otro país al Fondo debe devolverla
dentro de un cierto tiempo. El Fondo habla de rescatar su propia
moneda, lo que debe ser realizado por un país al final de
su ejercicio por una cantidad que tiene en cuenta la
variación de sus reservas y que da lugar a cálculos
muy complejos. Además, el país que efectúa
una emisión debe pagar una comisión fija de un 0,5
% que se añade al precio de la
moneda que compra. Deben, sobre todo, pagar cada trimestre una
comisión —debemos hablar de interés—
sobre la cantidad emitida que no ha sido todavía
rescatada. Los tipos fijados inicialmente iban del 0,5 % al 4 %,
según el volumen y la
duración de la emisión en curso. Estas comisiones
debían ser pagadas en oro o parcialmente en la moneda
nacional cuando el país no tuviera suficiente oro. Estas
disposiciones han sido modificadas en varias
ocasiones.
Se puede observar la originalidad de estas emisiones, o,
como dice el Fondo, de estas compras. Se trata de una
operación de cambio, algo así como si a un turista
que compra divisas antes de salir de viaje se le obligara a pagar
un interés hasta que, en seis meses o en tres años,
lo reembolse a su banco. Aquí el turista es un país
que, cediendo su moneda al Fondo, no pierde nada, pues él
crea su propia moneda. Las divisas que obtiene en contrapartida
representan un aumento neto de sus reservas. En este sentido
obtiene ayuda del Fondo. ¿Pero en qué cantidad? De
acuerdo con el artículo V, un país puede comprar al
mercado hasta el 25 % de su cuota cada año y hasta que las
reservas del Fondo en su moneda alcancen un 200 % de su cuota.
Como cada país abonó en un principio el 75 % de su
cuota en su moneda, sólo se podría emitir hasta un
125 %, en cinco tramos anuales de un 25 % cada uno. Pero hay que
distinguir:
— El primer tramo, llamado
«tramo-oro», tiene una naturaleza
especial, pues corresponde al 25 % de su cuota, que el
país a su vez, abonó en oro. Se otorga un
crédito sobre el Fondo, y en la emisión de este
primer tramo moviliza su crédito. Mientras que las
reservas del Fondo en su moneda son inferiores a su cuota,
dispone de una posición de reserva: es acreedor del
Fondo.
— Los siguientes tramos son diferentes. El
país obtiene divisas fuertes como contraprestación
de un pago previo efectuado en oro: en este caso se trata
auténticamente de un crédito que el Fondo le
concede. Desde que el país empieza a utilizar «los
tramos de crédito», se convierte en deudor del
Fondo. Las reservas del Fondo en su moneda son superiores a su
cuota, y la diferencia mide su «recurso al crédito
del Fondo».
La situación acreedora o deudora de un
país depende, en consecuencia, del nivel de reservas del
Fondo en su moneda en relación con su cuota. Pero cada vez
que un país efectúa una emisión, o una
compra, las reservas del Fondo en su moneda varían lo
mismo que las reservas en la moneda que él suministra o en
la que recibe. La posición de dos países se ve
afectada cada vez en sentido inverso. Aunque hay una
compensación global entre las posiciones deudoras y las
crediticias. Pero, según las emisiones, el Fondo mantiene
cada vez más las monedas débiles y cada vez menos
las fuertes. No corre ningún riesgo de cambio,
como hemos visto, pero puede enfrentarse a un problema de
liquidez. Por esta razón el capítulo VII,
consagrado a las monedas escasas, le permite:
— Recuperar el total de sus reservas en una moneda
cediendo oro al país involucrado, el cual no puede
negarse. Es lo que se llamó replenishment y que fue
utilizado los primeros años.
— Animar a un país a emitir en su moneda o
la de otro país si éste lo consiente. Esta
fórmula fue y es utilizada en la actualidad, especialmente
para cantidades importantes.
La evolución de las operaciones del
Fondo
El Fondo no se mantuvo mucho tiempo tal y como fue
concebido en Bretton Woods. En los años siguientes a la
conferencia, Polonia, Checoslovaquia y Cuba se
retiraron. Por el contrario, nuevos candidatos han sido
examinados por la Asamblea General, proceso que
todavía continúa más o menos cada
año. Más tarde se incorporaron Alemania,
Japón y sus aliados, los países africanos que
solicitaron su incorporación tras su independencia;
más tarde, las islas del Atlántico o del
Pacífico con algunos millares de habitantes que se
erigieron en microestados, y finalmente, los países del
Este. En cada nueva adhesión se utilizó la
fórmula de Bretton Woods, siendo lo más complicado
la asignación de las cuotas, que se reexaminan cada cinco
años. Las primeras veces no fueron modificadas, pero luego
fueron sistemáticamente retomadas desde 1960, en un 25 %,
un 33 % o un 50 % según los casos. Los incrementos fueron
más o menos proporcionales, o más o menos
selectivos. Esto permitía acumular los recursos del Fondo,
aunque de una forma limitada, puesto que las monedas de los
países en dificultades no eran utilizables para financiar
las emisiones y estos países, teniendo una cuota
más elevada veían abrirse la posibilidad de emitir.
Por todo ello el Fondo se ha visto obligado a menudo a recurrir a
los préstamos.
Las modalidades de estas operaciones también
fueron modificadas frecuentemente. Nos limitaremos a las reformas
más importantes decididas por los administradores. A las
amortizaciones previstas por los estatutos se
añadió una obligación de reembolsar la
emisión en varios pagos escalonados, cualquiera que sea la
situación del país y su nivel de reservas. Estos
reembolsos contractuales se han convertido en la regla, la
amortización estatutaria fue sustituida por una
obligación de compra anticipada para cuando la
situación del país mejorara. El baremo de
comisiones fue reemplazado por un tipo fijado anualmente de
manera que se equilibren poco a poco los resultados de cada
ejercicio. En lo sucesivo se pagará una
remuneración al país con posición crediticia
de acuerdo con su proporción de oro inicial, puesto que el
Fondo cede su moneda en las emisiones realizadas por otros
países. Estas monedas son elegidas por medio de un
procedimiento
que el Fondo tuvo que inventar: éstos son los famosos
«presupuestos
de operaciones». Al final, la dispensa que el Fondo
podía acordar tanto en el límite de las emisiones
como en su escalonamiento en un plazo de cuatro años
sucesivos fue con mucha frecuencia utilizada. El límite
del escalonamiento fue suprimido en 1978 y repetidas nuevas
emisiones han hecho caduco este límite.
Numerosas decisiones han sido tomadas por los
administradores en virtud de su poder para interpretar los
estatutos. Tienen, como dicen los juristas, la competencia sobre
las competencias, son
a la vez juez y parte, lo que constituye una excepción en
un principio jurídico esencial. Han utilizado este poder
en repetidas ocasiones, por ejemplo a la hora de decidir sobre un
«desequilibrio fundamental» para ajustar las
paridades o un déficit de balanza de pagos «a
título de cuenta corriente», el único que
permite a un país obtener una ayuda del Fondo.
También han interpretado disposiciones relativas al
periodo transitorio, al sistema de paridades, al precio del
oro… y a las condiciones en las cuales un país puede
utilizar los recursos del Fondo.
Esta cuestión no fue zanjada en Bretton Woods.
Los estatutos preveían solamente que el país que
deseara comprar una moneda debía declarar «que esta
moneda es actualmente necesaria para efectuar pagos compatibles
con las disposiciones del presente acuerdo» (art. V,
sección 3a). El problema se plantea rápidamente al
cuestionar si el Fondo debe aceptar esta declaración. Los
administradores decidieron que el Fondo beneficiara al
país que deseara utilizar su tramo de reservas «con
una presunción eminentemente favorable». Pero para
las emisiones en los tramos de crédito, el Fondo
podría verificar dicha declaración examinando si el
país ha resuelto las dificultades de naturaleza
temporal y si la política que pretende adoptar será
suficiente para superar dichas dificultades durante ese periodo.
Con el fin de facilitar las emisiones, el Fondo sugirió a
los países debatir con él no en el momento de la
emisión, sino anteriormente, para asegurar que se
podrá proceder a ellas en el momento necesario. De
ahí viene la política del aseguramiento de las
emisiones o, como se dice en la actualidad, del acuerdo de
confirmación. Se trata de un intercambio de cartas entre el
país y el Fondo que prevén el escalonamiento de las
emisiones, las medidas que el país se compromete a tomar
para conseguir ciertos resultados y el calendario de sus
consultas con el Fondo. Estas diferentes cláusulas, que no
arrastran ninguna obligación formal para el país,
constituyen los elementos del principio de condicionalidad
oficialmente reconocido en la primera enmienda de 1969. Este
procedimiento
fue aplicado primero a los países industrializados que
negociaron con el Fondo un programa de
estabilización, antes de ser utilizado en los
países en vías de desarrollo que negocian un
programa de
ajuste. De hecho, el papel esencial del Fondo depende más
y cada vez con mayor evidencia de la naturaleza de estas
condiciones que del total de las emisiones que los países
miembros puedan solicitar.
Fuente: El Sistema Monetario Internacional, Michel
Lelart. © Editions La Decouverte, 1993 / © Acento
Editorial, 1996.
Círculo de Lectores: Gran Enciclopedia Ilustrada
Circulo, Edición especial para Círculo de Lectores,
Barcelona, España,
1984.
Caracas, 8 de mayo de 2000
MENDOZA, Carlos Acevedo: Instituciones
Financieras.
Océano: Enciclopedia Autodidáctica
Interactiva Océano, MCMXCVIII Océano Grupo
Editorial, S.A., Barcelona, España,1999.
Enciclopedia Microsoft
Encarta 2000, 1993-1999, todos los derechos
reservados.
Autor:
Jonathan Villasmil
jhonnyvu[arroba]tutopia.com