1.
Introducción
2. Capítulo I: "El Equilibrio
Natural"
4.
Metano
5.
Ozono
6.
CFCs
7. Monóxido de
carbono
8. Oxido de
nitrógeno
9. Capitulo II: "El problema
que enfrentamos"
10. La Revolución
Industral "El comienzo del
problema"
11. Capitulo III:
"Consecuencias"
12. Capitulo IV: "Las evidencias
del cambio
climático"
13. Capítulo V:
"Soluciones''
14.
Conclusión
15.
Bibliografía
1. Introducción
En este trabajo se desarrollará el tema del
efecto
invernadero y se tratará de dejar en claro varios
conceptos que a veces no se les presta atención o son
desconocidas. Primero que nada hay que establecer que este
fenómeno forma parte del equilibrio de
la naturaleza.
Luego, es importante destacar que hay una serie de gases que son
los que lo hacen posible pero el problema viene cuando el hombre a
través de diversas actividades incrementó
cuantitativamente estos gases y trajo
aparejado un cambio
climático global.
Este incremento de los gases se llevó a cabo
luego de la. Revolución
industrial debido al inicio del uso masivo de combustibles
fósiles.
2. Capítulo I:
"El Equilibrio
Natural"
El carácter unitario y global del clima fue
percibido ya a principios del
siglo pasado. Se intuía que atmósfera y
océano tenían un papel muy
importante en la temperatura
media del planeta y que parte de la energía que llegaba
del Sol era, de alguna forma, retenida por la atmósfera.
No mucho más tarde (1861) se atribuyó al
vapor de agua y al
dióxido de carbono (C02)
esta absorción parcial, e incluso algunos
científicos llegaron a aventurar que pequeños
cambios en la proporción de estos gases podían
tener efectos climáticos considerables.
Luego de muchos estudios se llegó a la
conclusión de que la temperatura
media global de la Tierra es
el resultado del balance existente entre la energía que
llega del espacio (radiación solar), la pérdida de
calor
(enfriamiento) debida a la energía devuelta por la
superficie terrestre y la atmósfera hacia el espacio y la
cantidad de calor que es
retenido en la atmósfera. Este balance es controlado por
más de una docena de factores, los cuales son listados en
la siguiente tabla:
Factores | Duración |
Actividad solar superficial | 40 a 120 años |
Irradiancia Solar | 100 años |
Polvo entre la Tierra | Varia continuamente |
Ciclos de Milankovich (**) | 110.000 años |
Albedo (*) Terrestre |
|
Vapores y polvos volcánicos | 1 a 4 años |
Cobertura de nubes | Varia continuamente |
Turbidez atmosférica (fog) | Varia continuamente |
Gases de invernadero Naturales | 9.000 a 13.000 |
Gases de invernadero | 250 años |
Capacidad de absorción: |
|
Albedo de la | Muy largo plazo |
Movimiento de placas | Muy largo plazo |
Corrientes oceánicas | Largo plazo |
(*) El Albedo mide la cantidad de radiación
reflejada por un cuerpo en relación a la cantidad de
radiación incidente.
(**) Los ciclos de Milankovich, que relacionan la
posición de la tierra con
respecto al sol, describen matemáticamente la ocurrencia
de las eras glaciares.
Hay pruebas de que
en épocas pasadas las variaciones en la cantidad de
irradiación solar y en la composición de la
atmósfera dieron lugar a unas condiciones ambientales muy
diferentes a las de hoy. Así hace 100 millones de
años, cuando existían los dinosaurios,
la cantidad de C02 era de 4 a 8 veces mayor y la temperatura
media 10 0 15°C superior a la actual, mientras durante la
ultima glaciación, hace 10.000 años, la temperatura
media bajo a 9 0 10°C, en correspondencia con un contenido en
C02 de unos 2/3 del que conocemos ahora.
Cuando la radiación solar atraviesa la
atmósfera, una parte es absorbida por ésta mientras
que otra es reflejada por las nubes o la superficie terrestre. El
resto es absorbida por esta última, la cual se calienta y
transfiere calor a la atmósfera y al espacio
(radiación terrestre o infrarroja).
Parte de la radiación terrestre es absorbida en
la atmósfera por algunos gases, llamados gases de efecto
invernadero, que actúan como un manto que impide que la
misma escape al espacio y contribuyen a mantener el calor de la
Tierra. Estos gases mantienen la temperatura dentro de
límites que han permitido el desarrollo de
la vida como la conocemos. Sin la concentración natural de
estos gases en la atmósfera, la temperatura promedio en la
superficie de la Tierra sería similar a la de la luna,
unos 18 grados centígrados (18°C) bajo cero. A todo
este proceso se lo
llama Efecto Invernadero.
Dentro de los gases del efecto invernadero se pueden
distinguir dos grupos
principales: los "naturales" y los "artificiales" . Es decir, los
que ya existían antes de la llegada del Homo sapiens al
planeta, y los que han sido fabricados por la industria
humana. El primer grupo es, con
mucho, el mas importante.
Dentro de los gases "naturales" el que más
influye es el vapor de agua pero
debido a que su presencia y variaciones en la atmósfera no
responden básicamente a acciones del
ser humano, lo dejaremos de lado a los efectos de un análisis más detallado del problema
de Calentamiento Global.
Después del vapor de agua, los gases "naturales"
que mayor incidencia ejercen sobre el efecto invernadero son por
orden decreciente: Dióxido de Carbono que
contribuye con el 50 %, luego el Metano y el Ozono que
contribuyen con aproximadamente un 15 %, seguidos por el
Monóxido de Carbono, los Óxidos de
Nitrógeno, y Otros.
En el segundo grupo
habría que situar a los gases de la familia de
los CFCs.
El Dióxido de Carbono ingresa a la
atmósfera a través de la oxidación o
combustión del carbono
orgánico.
Los océanos y lagos contienen 38.500
Gigatoneladas de carbono orgánico. El total de cazbono
presente en combustibles fósiles se calcula en 8.000
Gigatoneladas, y e1 carbono orgánico sobre la superficie
representa entre 700 y 2.800 Gt. En la atmósfera
también se lo encuentra presente en otros gases como el
metano totalizado 80 a I40 Gc. Hasta ahora nadie se ha tomado
el trabajo de
calcular la totalidad de carbono presente en los animales e
insectos entre los que contamos 5.900 millones de seres humanos,
1.100 millones de vacas, 4 trillones de termitas, etc.
El dióxido de carbono es emitido durante la
respiración de casi todas las formas de
vida. Con excepción de ciertos virus y bacteria
anaeróbicas. Se produce en cada reacción de
combustión, desde los incendios
forestales a las centrales eléctricas pasando por las
hornallas de la cocina, los fuegos para el asado del domingo, y
la soldadura
autógena.
Es imposible producir acero sin generar
dióxido de carbono. Hasta los automóviles
eléctricos no pueden operar sin centrales que generen
energía
eléctrica y la mayoría de la energía
eléctrica se genera quemando combustibles
fósiles que producen dióxido de carbono.
Los procesos
naturales generan un balance entre lo que se emite y lo que se
absorbe. Pero las evidencias indican que sólo algo mas de
la mitad de las emisiones de carbono producto de la
actividad humana es absorbida en estos procesos
naturales. El resto (45%) contribuye a aumentar la
concentración de carbono en la atmósfera, y por
consiguiente, la retención de calor solar.
El metano se produce en forma natural por la
descomposición de sustancias orgánicas en ambientes
pobres en oxígeno. También se produce en el
sistema
digestivo de rumiantes y otros animales, en la
explotación de combustibles fósiles, y en la quema
de biomasa.
Aproximadamente la mitad de la producción de metano proviene de los
sembradíos de arroz, de la actividad animal, y de la
acción de los termitas. Una cuarta parte proviene de
tierras pantanosas y húmedas. Un 15% de la producción industrial de gas natural y
carbón mineral. Los rellenos de basura y otras
sustancias orgánicas en descomposición contribuyen
con un 5% de las emisiones de metano.
A largo plazo, el metano es mucho más preocupante
como agente responsable del calentamiento global, que el
dióxido de carbono ya que tiene un potencial de
calentamiento global 62 veces mayor que este
último.
El metano contribuye actualmente con el I5% del
Calentamiento Global, excluido el efecto del vapor de agua. Se
calcula que hacia fines del siglo XXI el efecto del metano
habrá superado al producido por el dióxido de
carbono.
Aparentemente la humanidad tiene una capacidad muy
reducida para modificar estas cifras ya que medidas
drásticas tales como la reducción de la cantidad de
habitantes del planeta o de sus raciones alimentarias son
imposibles, luego tendremos que concluir que es muy poco lo que
la humanidad puede hacer para controlar el flujo de metano a la
troposfera, salvo reducir pérdidas en gasoductos, que
prácticamente no tienen incidencia a nivel
atmosférico.
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