1.
Introducción
2.
Religiones
orientales
4.
Islam
5. Significado
Social
6.
Voluntad
7. Enfoques
Filosóficos
8. Enfoques
Psicológicos
9.
Formación Y
Desarrollo
10.
Tests
11.
Percepciones
12. Teorías
Clásicas
13. Investigaciones Actuales
1.
Introducción
Carácter (psicología), conjunto
de reacciones y hábitos de comportamiento
que se han adquirido durante la vida y que dan especificidad al
modo de ser individual.
Junto con el temperamento y las aptitudes configura
la
personalidad de un individuo. Con esta noción se hace
referencia a disposiciones permanentes, profundas y
difícilmente modificables. La génesis y
estructuración del carácter han sido objeto de
diversas investigaciones y
propuestas teóricas. Muy conocidas son las de Klages,
Lersch, Wellek, Rothacker, Lewin y Freud. Todas
ellas tienen en común la idea de que el carácter no
se manifiesta de forma total y definitiva en la infancia, sino
que pasa por distintas fases hasta alcanzar su completa
expresión al final de la adolescencia.
En cierto modo, y en tanto que aprendido, uno es responsable de
su propio carácter; de ahí que el concepto se vea
muchas veces teñido de una valoración moral (se ha
calificado como bueno o malo) y haya sido objeto de
reflexión en la educación.
Temperamento (psicología) (del latín
temperamentum, ‘medida’), peculiaridad e intensidad
individual de los afectos psíquicos y de la estructura
dominante de humor y motivación.
Médicos de la antigüedad como
Hipócrates y Galeno distinguían cuatro tipos de
temperamentos, considerados como emanación del alma por la
interrelación de los diferentes humores del cuerpo:
sanguíneos, las personas con un humor muy variable;
melancólicos (véase Melancolía), personas
tristes y soñadoras; coléricos, personas cuyo humor
se caracterizaba por una voluntad fuerte y unos sentimientos
impulsivos, en las que predominaba la bilis amarilla y blanca, y
flemáticos, personas lentas y apáticas, a veces con
mucha sangre
fría, en las cuales la flema era el componente
predominante de los humores del cuerpo.
Actualmente se acepta que ciertas características del temperamento se deben a
procesos
fisiológicos del sistema
linfático, así como a la acción endocrina de
ciertas hormonas. El
temperamento tiene, por tanto, un porcentaje genético nada
despreciable. También se acepta, de forma general, que los
efectos intensos y permanentes del entorno pueden llegar a
influir de forma importante en la formación del
temperamento de cada individuo.
Hipócrates (c. 460-c. 377 a.C.), el médico
más importante de la antigüedad, es considerado el
padre de la medicina. Nacido
probablemente en la isla de Cos, Grecia,
realizó numerosos viajes antes
de establecerse definitivamente en la isla para dedicarse a la
enseñanza y la práctica de la medicina.
Murió en Larissa, Grecia, y poco más se sabe de
él. Su nombre se asocia al juramento hipocrático,
aunque es muy posible que no fuera el autor del documento. De
hecho, de las casi setenta obras que forman parte de la Corpus
hippocraticum, es posible que sólo escribiera alrededor de
seis. La Corpus hippocraticum probablemente es lo único
que queda de la biblioteca
médica de la famosa Escuela de
Medicina de Cos. Sus enseñanzas, su sentido del
distanciamiento y su capacidad para la observación clínica directa
quizá influyeran a los autores de esos trabajos y, sin
duda, contribuyeron en gran medida a desterrar la
superstición de la medicina antigua.
Entre las obras más importantes de la Corpus
hippocraticum está el Tratado de los aires, las aguas y
los lugares (siglo V a.C.) que, en vez de atribuir un origen
divino a las enfermedades, discute sus
causas ambientales. Sugiere que consideraciones tales como el
clima de una
población, el agua o su
situación en un lugar en el que los vientos sean
favorables son elementos que pueden ayudar al médico a
evaluar la salud general
de sus habitantes. Otras obras, Tratado del pronóstico y
Aforismos, anticiparon la idea, entonces revolucionaria, de que
el médico podría predecir la evolución de una enfermedad mediante la
observación de un número suficiente de
casos.
La idea de la medicina preventiva, concebida por primera
vez en Régimen y en Régimen en enfermedades agudas,
hace hincapié no sólo en la dieta, sino
también en el estilo de vida del paciente y en cómo
ello influye sobre su estado de
salud y convalecencia. La enfermedad sagrada, un tratado sobre la
epilepsia, revela el rudimentario conocimiento
de la anatomía que imperaba en la antigua Grecia.
Se creía que su causa era la falta de aire,
transportada al cerebro y las
extremidades a través de las venas. En Articulaciones,
se describe el uso del llamado banco
hipocrático para el tratamiento de las
dislocaciones.
Galeno (129-c. 199), fue el más destacado
médico de la antigüedad después de
Hipócrates. Sus estudios sobre la anatomía de los
animales y sus
observaciones sobre el funcionamiento del cuerpo humano
dominaron la teoría
y la práctica de la medicina durante 1.400 años.
Galeno nació en Pérgamo, Asia Menor
(entonces parte del Imperio romano),
de padres griegos. En el templo de su ciudad dedicado al dios de
la salud Asclepio, el joven Galeno observó cómo se
empleaban las técnicas médicas de la época
para tratar a los enfermos o heridos. Obtuvo su formación
médica en la cercana Esmirna, y a continuación
viajó mucho ampliando sus conocimientos. Alrededor del
año 161 se estableció en Roma, donde
alcanzó gran renombre por su habilidad como médico,
sus disecciones de animales y sus conferencias en público.
Alrededor del año 169 el emperador Marco Aurelio le
nombró médico de su hijo, Lucio Aurelio
Cómodo.
Galeno diseccionó multitud de animales, en
especial cabras, cerdos y monos, para demostrar cómo los
distintos músculos son controlados a diferentes niveles de
la médula espinal. Desveló las funciones del
riñón y la vejiga e identificó siete pares
de nervios craneales. También demostró que el
cerebro controla la voz y que las arterias transportan sangre,
poniendo fin la idea vigente durante cuatrocientos años de
que lo que transportaban era aire. Galeno describió
también las válvulas del corazón, e
indicó las diferencias estructurales entre las arterias y
las venas, pero no llegó a concebir la circulación
de la sangre. En su lugar, defendió la errónea
creencia de que el órgano central del sistema vascular era
el hígado , y que la sangre se desplazaba desde el
hígado hasta la periferia del cuerpo para formar la
carne.
Galeno también alcanzó gran renombre en su
tiempo como
filósofo. En su tratado Sobre los usos de las partes del
cuerpo del hombre
compartía la opinión del filósofo griego
Aristóteles de que nada en la naturaleza es
superfluo. La principal contribución de Galeno al pensamiento
filosófico fue su idea de que es posible comprender los
designios divinos estudiando la naturaleza.
Sus observaciones sobre la anatomía fueron su
aportación más duradera. Sus escritos
médicos, traducidos por pensadores árabes durante
el siglo IX, gozaron de una gran consideración entre los
médicos humanistas de la Europa del
renacimiento.
Durante su vida escribió alrededor de quinientos tratados sobre
medicina, filosofía y ética.
Alma, en muchas religiones y
filosofías, elemento inmaterial que, junto con el cuerpo
material, constituye al ser humano individual. En general, el
alma se concibe como un principio interno, vital y espiritual,
fuente de todas las funciones físicas y en concreto de
las actividades mentales. La creencia en alguna clase de alma que
puede existir independiente del cuerpo se encuentra en todas las
culturas conocidas. En muchas culturas contemporáneas de
tradición oral, se dice que los seres humanos tienen
varias almas (a veces hasta siete) localizadas en diferentes
partes del cuerpo, cada una con distintas funciones. La
enfermedad es descrita a menudo como la pérdida del alma;
lo que puede ocurrir, por ejemplo, cuando las brujas roban el
alma o los espíritus del mal lo apresan.
2. Religiones
orientales
En Oriente, la creencia en el alma humana es crucial en varios
sistemas
filosóficos y religiosos. Así, por ejemplo, a
comienzos del hinduismo el alma (atmán) estaba
considerada como el principio que controla todas la actividades y
define la identidad de
uno y su conciencia. Las
obras filosóficas hindúes, los Upanisad,
identifican el atmán con lo divino (Brahman),
añadiendo una dimensión eterna al alma. Vinculado
estrechamente a ello, el alma humana es atrapada en el ciclo de
la reencarnación hasta que alcanza la purificación
y el
conocimiento se funde de nuevo con la realidad última.
El budismo es
único en la historia de las religiones
porque afirma que el alma individual es una ilusión
producida por diversas influencias psicológicas y
fisiológicas. No tiene concepción de un alma o ser
que pueda sobrevivir a la muerte. El
punto de vista budista sobre la reencarnación no es otro
que el de una cadena de consecuencias mediatizadas por cualquier
identidad continuada, aunque en la creencia popular esta sutileza
se suele perder y los seguidores consideran a los muertos como
almas transmigratorias.
La religión china postula
un alma dual, dividida en una parte más baja, más
material (el p'o) y una parte mental más elevada (el hun).
La primera muere con el cuerpo y la última sobrevive a la
muerte y se
convierte en el foco de adoración de los
antepasados.
3. Judaísmo Y
Cristianismo
En el judaísmo primitivo se define la personalidad
humana en su conjunto, sin hacer una clara distinción
entre el cuerpo y el alma. Hacia la edad media,
sin embargo, el alma era definida como el principio de vida, y
era considerada capaz de sobrevivir a la decadencia corporal. La
doctrina cristiana del alma se apoyó en las
filosofías de Platón y
Aristóteles. La mayoría de los cristianos cree que
cada individuo tiene un alma inmortal y que la personalidad
humana en su conjunto, compuesta de alma y de cuerpo resucitado,
debe, a través de la fe, garantizar la presencia de Dios
después de la vida. La teoría neoplatónica
del alma como prisionera en un cuerpo material prevaleció
en el pensamiento cristiano hasta que el teólogo del siglo
XIII santo Tomás de
Aquino aceptó el análisis de Aristóteles sobre el
alma y el cuerpo como dos elementos conceptualmente distinguibles
de una sola sustancia. De ahí, el cristianismo
luchó durante un largo periodo contra el gnosticismo, el
maniqueísmo y sectas análogas que consideran el
alma como exiliada de los reinos espirituales de luz en un
universo
material completamente corrupto.
4. Islam
Las enseñanzas del islam sobre el
alma relacionan las del judaísmo y las del cristianismo.
Según el Corán, Dios dotó de alma al primer
ser humano, y a la hora de la muerte el espíritu de los
creyentes es llevado ante Dios.
5. Significado Social
La fe en la existencia de las almas puede tener efectos sociales
importantes mediante el reforzamiento de los deberes morales y
servir como principio guiador en la vida. El significado cultural
de la creencia en las almas refleja la universalidad de los
problemas para
los cuales representa una respuesta: la compleja cuestión
de la personalidad humana, las experiencias morales y
espirituales de la vida, y la eterna cuestión de la
inmortalidad.
Melancolía, estado emocional que se caracteriza
esencialmente por una profunda tristeza. La lancolía surge
sin razón aparente o como consecuencia de un gran
pesar.
El psiquiatra alemán Emil Kraepelin
relacionó la melancolía con la psicosis
maníaco-depresiva (véase Depresión), trastorno que puede aparecer
después de un periodo prolongado de melancolía. Los
accesos maníacos y melancólicos se alternan de
forma regular, aunque son más frecuentes los segundos. El
primero en estudiar la melancolía fue el psiquiatra
francés del siglo XIX Jean-Étienne Esquirol, que la
integró en el grupo de las
monomanías, enfermedades mentales que poseen un
núcleo central predominante (como, por ejemplo, la
obsesión).
Los primeros síntomas son la astenia (debilidad,
cansancio), falta de apetencia e insomnio. Posteriormente, el
enfermo inhibe su pensamiento y ralentiza los procesos
intelectuales. Cada vez habla menos, pudiendo llegar a enmudecer
del todo. A veces acompañan a estos síntomas la
anorexia y la
amenorrea. Su tratamiento, que puede durar unos seis o siete
meses, consiste básicamente en antidepresivos y sales de
litio que reducen su duración y previenen la reincidencia.
La melancolía puede llegar a ser una enfermedad peligrosa,
ya que el deseo de muerte es constante y existe la posibilidad de
que el enfermo cometa actos desesperados, como el suicidio.
(psicología y filosofía), en
filosofía y psicología, capacidad de elegir entre
caminos distintos de acción y actuar según la
elección tomada, en concreto cuando la acción
está dirigida hacia un fin específico o se inspira
por ideales determinados y principios de
conducta. La
conducta de voluntad contrasta con la conducta derivada del
instinto, impulso, reflejo o hábito, ninguna de las cuales
implica una elección consciente entre distintas
alternativas.
7. Enfoques
Filosóficos
Hasta el siglo XX, la mayoría de los filósofos concebían la voluntad como
una facultad distinta con la que toda persona
nacía. Discrepaban, sin embargo, sobre el papel de esta
facultad en la composición de la personalidad. Para una
escuela de filósofos, notablemente representados por el
filósofo alemán Arthur Schopenhauer, una voluntad
universal es la realidad esencial y la voluntad de los individuos
forma parte de ella. En su visión, la voluntad domina
todos los demás aspectos de la personalidad del individuo:
conocimiento, sentimientos y dirección en la vida. Una forma
contemporánea de la teoría de Schopenhauer se halla
implícita en algunas clases de existencialismo, como el enfoque existencialista
expuesto por el filósofo francés Jean-Paul Sartre, quien
considera la personalidad como el producto de
opciones, y los actos como demostraciones de la voluntad
encaminadas a conferir sentido al universo.
Otros filósofos han estimado la voluntad como
similar o secundaria a otros aspectos de la personalidad.
Platón creía que la psique se dividía en
tres partes: razón, voluntad y deseo. Para
filósofos racionalistas, como Aristóteles, santo
Tomás de Aquino y René Descartes, la
voluntad es el agente del alma racional que gobierna los apetitos
puramente animales y las pasiones. Algunos filósofos
empíricos, como David Hume, no cuentan con la importancia
de las influencias racionales en la voluntad; consideran la
voluntad dirigida sobre todo por la emoción.
Filósofos evolucionistas como Herbert Spencer y pensadores
pragmáticos como John Dewey, conciben la voluntad no como
una facultad innata sino como el producto de la experiencia que
evoluciona de una forma gradual como las ideas y la personalidad
individual en la interacción social.
8. Enfoques
Psicológicos
Los psicólogos actuales tienden a aceptar la teoría
pragmática de la voluntad. Consideran la voluntad como un
aspecto o cualidad de la conducta, más que como una
facultad diferenciada: es la persona la que dispone. Este acto de
voluntad se manifiesta: primero, en la fijación del
interés
sobre metas más o menos distantes y modelos y
principios de conducta abstractos hasta cierto punto; en segundo
lugar, al ponderar vías alternativas de acción y
efectuar acciones
deliberadas que parecen mejor calculadas para servir a principios
y metas específicos; tercero, en la inhibición de
impulsos y hábitos que pudieran distraer la
atención, o entrar en conflicto con
un principio o un fin, y, por último, en la perseverancia
frente a obstáculos y frustraciones en la
persecución de metas y en la adhesión a principios
establecidos previamente.
Entre los defectos comunes que pueden conducir a la
debilidad de la voluntad figuran la ausencia de objetivos que
exijan esfuerzo o de ideales y modelos de conducta que merezcan
ser considerados, atención vacilante, incapacidad para
resistir los impulsos o romper hábitos, y la incapacidad
para decidir entre alternativas o asumir una decisión, una
vez tomada.
Aptitud, rasgo general y propio de cada individuo que le
facilita el aprendizaje de
tareas específicas y le distingue de los
demás.
Las aptitudes aparecen en las distintas etapas de
maduración individual, aunque no comienzan a precisarse
hasta aproximadamente los 10 años de edad. Pueden ser de
muy diversos tipos: intelectuales, sensoriales, motrices… El
concepto de inteligencia,
como combinación de determinadas aptitudes que contribuye
a la realización de una amplia gama de actividades,
está muy relacionado con el de aptitud. Esta
relación fue analizada por el psicólogo inglés
Charles E. Spearman, quien postuló que el éxito en
cualquier tarea se halla determinado por una "aptitud general
única", común a todas, y una "aptitud
específica" de esa habilidad.
El conocimiento y la medición de las aptitudes
mediante la realización de tests es hoy común en la
orientación
vocacional, la asignación de empleos o los programas de
selección. Estos tests se aplican para detectar problemas
o pronosticar el éxito de una persona en una determinada
profesión, tarea u ocupación. Por otro lado, es
también fundamental el conocimiento de las aptitudes del
niño para orientar su trabajo escolar. Los tests suelen
clasificarse en función de los factores que se desean
medir. Existe una gran variedad: hay tests de vocabulario, de
comprensión y atención, de aptitudes musicales,
orientación espacial, rapidez de percepción, destreza manual y
otros.
Personalidad, pautas de pensamiento, percepción y
comportamiento relativamente fijas y estables, profundamente
enraizadas en cada sujeto.
La personalidad es el término con el que se suele
designar lo que de único, de singular, tiene un individuo,
las características que lo distinguen de los demás.
El pensamiento, la emoción y el comportamiento por
sí solos no constituyen la personalidad de un individuo;
ésta se oculta precisamente tras esos elementos. La
personalidad también implica previsibilidad sobre
cómo actuará y cómo reaccionará una
persona bajo diversas circunstancias.
Las distintas teorías
psicológicas recalcan determinados aspectos concretos de
la personalidad y discrepan unas de otras sobre cómo se
organiza, se desarrolla y se manifiesta en el comportamiento. Una
de las teorías más influyentes es el psicoanálisis, creado por Sigmund Freud,
quien sostenía que los procesos del inconsciente dirigen
gran parte del comportamiento de las personas. Otra corriente
importante es la conductista, representada por psicólogos
como el estadounidense B. F. Skinner, quien
hace hincapié en el aprendizaje por
condicionamiento, que considera el comportamiento humano
principalmente determinado por sus consecuencias. Si un
comportamiento determinado provoca algo positivo (se refuerza),
se repetirá en el futuro; por el contrario, si sus
consecuencias son negativas —hay castigo— la probabilidad de
repetirse será menor.
9. Formación Y
Desarrollo
Herencia y
ambiente
interactúan para formar la personalidad de cada sujeto.
Desde los primeros años, los niños difieren
ampliamente unos de otros, tanto por su herencia genética
como por variables
ambientales dependientes de las condiciones de su vida
intrauterina y de su nacimiento. Algunos niños, por
ejemplo, son más atentos o más activos que
otros, y estas diferencias pueden influir posteriormente en el
comportamiento que sus padres adopten con ellos, lo que demuestra
cómo las variables congénitas pueden influir en las
ambientales. Entre las características de la personalidad
que parecen determinadas por la herencia genética, al
menos parcialmente, están la inteligencia y el
temperamento, así como la predisposición a sufrir
algunos tipos de trastornos mentales.
Entre las influencias ambientales, hay que tener en
cuenta que no sólo es relevante el hecho en sí,
sino también cuándo ocurre, ya que existen periodos
críticos en el desarrollo de la personalidad en los que el
individuo es más sensible a un tipo determinado de
influencia ambiental. Durante uno de estos periodos, por ejemplo,
la capacidad de manejar el lenguaje
cambia muy rápidamente, mientras que en otros es
más fácil desarrollar la capacidad de entender y
culpabilizarse.
La mayoría de los expertos cree que las
experiencias de un niño en su entorno familiar son
cruciales, especialmente la forma en que sean satisfechas sus
necesidades básicas o el modelo de
educación que se siga, aspectos que pueden dejar una
huella duradera en la personalidad. Se cree, por ejemplo, que el
niño al que se le enseña a controlar sus
esfínteres demasiado pronto o demasiado rígidamente
puede volverse un provocador. Los niños aprenden el
comportamiento típico de su sexo por
identificación con el progenitor de igual sexo, pero
también el comportamiento de los hermanos y/o hermanas,
especialmente los de mayor edad, puede influir en su
personalidad.
Algunos autores hacen hincapié en el papel que
cumplen las tradiciones culturales en el desarrollo de la
personalidad. La antropóloga Margaret Mead convivió
con dos tribus de Guinea y mostró esta relación
cultural al comparar el comportamiento pacífico,
cooperativo y amistoso de una, con el hostil y competitivo de la
otra, pese a tener ambas las mismas características
étnicas y vivir en el mismo lugar.
Aunque tradicionalmente los psicólogos sostienen
que los rasgos de la personalidad de un individuo se mantienen
estables a lo largo del tiempo, recientemente se cuestionan este
enfoque, señalando que los rasgos existían
sólo en la óptica
del observador, y que en realidad la personalidad de un individuo
varía según las distintas situaciones a las que se
enfrenta.
10. Tests
La entrevista
personal, el
método
más utilizado para conocer la personalidad, es el medio
para obtener un informe sobre el
pasado, presente y previsibles reacciones futuras de un individuo
en concreto. La mayoría de las entrevistas
son desestructuradas, pero algunas emplean una serie de
‘preguntas tipo’ siguiendo una secuencia dada. Los
entrevistadores más experimentados ponen atención
en lo que manifiesta verbalmente el individuo entrevistado, pero
también atienden a otros elementos de expresión no
verbal, como gestos, posturas, silencios, etc.
La observación directa, ya sea en su contexto
natural o en laboratorio,
trata de recoger sistemáticamente las reacciones del
individuo ante situaciones cotidianas, y sus respuestas
típicas hacia las personas, o bien de manipular
experimentalmente situaciones artificiales para medir su
respuesta frente a esas condiciones controladas en laboratorio.
Como fuente de información, también son
útiles los relatos de aquellas personas que han observado
al individuo en el pasado.
Los métodos
codificados de evaluación
psicológica de la personalidad (los tests de
personalidad), se basan generalmente en cuestionarios de
preguntas cerradas sobre hábitos personales, creencias,
actitudes y
fantasías (pruebas
psicométricas), o bien en técnicas proyectivas, en
las que el individuo responde libremente ante estímulos no
estructurados o ambiguos, a través de las cuales
reflejará los aspectos más profundos y menos
controlados de su personalidad. El test de
Rorschach, la prueba proyectiva más famosa, consiste en
una serie de manchas de tinta sobre las que el sujeto manifiesta
sus percepciones. Del análisis de sus manifestaciones, a
través de complejos sistemas de codificación y de
interpretación, el analista deduce aspectos esenciales de
la dinámica de la personalidad del
individuo.
Los trastornos de la personalidad suelen ser afecciones
duraderas, que se pueden caracterizar por falta de flexibilidad o
inadaptación al entorno, que ocasionan frecuentes
problemas laborales y sociales, y generan molestias y
daños a la propia persona y a los demás. Hay muchos
tipos de trastornos de la personalidad: la paranoide, por
ejemplo, es característicamente suspicaz y desconfiada; la
histriónica tiene un comportamiento y una expresión
teatrales y manipuladores hacia los que conviven con ellos; la
personalidad narcisista tiende a darse una gran importancia y
necesita de una constante atención y admiración por
parte de los demás; por último, las personalidades
antisociales se caracterizan por su escasa conciencia moral,
violando los derechos ajenos y las
normas
sociales, incluso sin beneficio para ellos mismos.
Percepción, proceso
mediante el cual la conciencia integra los estímulos
sensoriales sobre objetos, hechos o situaciones y los transforma
en experiencia útil. Por ejemplo, y a un nivel muy
elemental, la psicología de la percepción investiga
cómo una rana distingue a una mosca entre la infinidad de
objetos que hay en el mundo físico. En los seres humanos,
a un nivel más complejo, se trataría de descubrir
el modo en que el cerebro traduce las señales visuales
estáticas recogidas por la retina para reconstruir la
ilusión de movimiento, o
cómo reacciona un artista ante los colores y las
formas del mundo exterior y los traslada a su pintura.
11. Percepciones
Los psicólogos de la percepción reconocen que la
mayoría de los estímulos puros desorganizados de la
experiencia sensorial (vista, audición, olfato, gusto y
tacto) son corregidos de inmediato y de forma inconsciente, es
decir, transformados en percepciones o experiencia útil,
reconocible. Por ejemplo, un automóvil que circula por una
carretera se ve de tamaño real, sin tener en cuenta lo
pequeña o grande que sea la imagen formada en
la retina del observador. Del mismo modo, un tema musical puede
ser seguido a través de un conjunto de notas individuales,
sin importar cuántas veces haya cambiado el compositor la
clave musical. El proceso de percepción no se limita a
organizar los estímulos sensoriales directos en forma de
percepciones, sino que éstas, por sí mismas,
recuperadas de la experiencia pasada, también se organizan
favoreciendo una más rápida y adecuada
formación del proceso de percepción
actual.
El estudio y la teoría de la percepción
superan a la psicología teórica y tienen
aplicaciones prácticas en el aprendizaje, la
educación y la psicología clínica. Una
percepción deficiente implica experimentar el mundo como
un caos, mientras que una ‘extrapercepción’
—eliminar estímulos que no se ajustan a los esquemas
de la percepción o percibir estímulos
inexistentes— puede llevar a experimentar el mundo
inadecuadamente, con sentimientos de depresión en el
primer caso y de alucinación o delirio en el
segundo.
A pesar del papel fundamental que la percepción
cumple en la vida de las personas y de los organismos más
sencillos, sus procesos permanecen poco claros por dos razones
principales: primero, porque los investigadores sólo han
obtenido un éxito limitado al intentar descomponer la
percepción en unidades analizables más simples, y,
segundo, porque las evidencias empíricas,
científicamente verificables, se hacen difíciles de
repetir e incluso de obtener, con lo que el estudio de la
percepción sigue dependiendo en gran medida de informes
introspectivos, con un alto grado de subjetividad.
12. Teorías
Clásicas
Un fenómeno que los investigadores han tratado de explicar
reiteradamente es el principio de la constancia perceptiva. Una
vez que un objeto ha sido percibido como una entidad
identificable, tiende a distinguirse como un objeto estable, de
características permanentes, a pesar de las variaciones en
su iluminación, situación física observable o
distancia a la que aparece. En consecuencia, aunque un objeto
situado a una distancia de 100 metros produzca en la retina una
imagen notablemente inferior que a una distancia de 20 metros,
tenderá a percibirse como si tuviera un tamaño
intrínseco.
Según la teoría clásica de la
percepción que el fisiólogo alemán Hermann
Ludwig Ferdinand von Helmholtz formuló a mediados del
siglo pasado, la constancia en la percepción, al igual que
la percepción de la profundidad y la mayoría de las
percepciones, es resultado de la capacidad del individuo de
sintetizar las experiencias del pasado y las señales
sensoriales presentes. A medida que un animal o un niño
recién nacido explora el mundo que le rodea, aprende
rápidamente a organizar sus observaciones dentro de un
esquema de representación tridimensional, basándose
en los descubrimientos de Leonardo da
Vinci: la perspectiva lineal, la ocultación de un
objeto lejano por otro más cercano o una menor
precisión visual a medida que los objetos se
alejan.
Partiendo también de la estimulación
táctil y auditiva, un niño aprende con rapidez un
sinnúmero de asociaciones específicas que se
corresponden con las propiedades de los objetos en el mundo
físico. Tales asociaciones, o percepciones, se forman
automáticamente y a tal velocidad que
ni siquiera un adulto bien entrenado puede descifrar —con
un grado fiable de aciertos— las señales visuales de
las que proceden.
Los defensores de la teoría clásica de la
percepción creían que la mayoría de ellas
procedían de lo que denominaban ‘inferencia
inconsciente a partir de sensaciones no advertidas para el
sujeto’. Sólo cuando se tiene una ilusión o
una percepción deformada, como cuando las casas y los
automóviles aparecen como juguetes desde un avión,
el sujeto se hace consciente de tales sensaciones y accede a
comprender su papel en la
organización de las percepciones. Precisamente, gran
parte de la investigación experimental sobre la
percepción consiste en examinar a los sujetos con material
de estímulo ilusorio, en un intento de diferenciar las
unidades individuales de percepción del proceso
global.
Teoría De La Gestalt
Según la escuela de psicología de la Gestalt,
célebre en la década de 1920, la percepción
debe estudiarse no analizando unidades aisladas como las
sensaciones simples, sino tomando en cuenta configuraciones
globales (en alemán, Gestalten) de los procesos mentales.
En este sentido, la unidad perceptible real es la forma: una
estructura mental que toma sus atributos de una estructura
correspondiente a los procesos cerebrales. Los experimentos de
los partidarios de esta teoría muestran que la
percepción de la forma no depende de la percepción
de los elementos individuales que la constituyen. En
consecuencia, la cuadratura se puede percibir tanto en una figura
hecha con cuatro líneas rojas como en otra hecha con
cuatro puntos negros. Del mismo modo, la mente percibe la
música no
como una suma de notas individuales de varios instrumentos y
voces, sino según las leyes de organización que hacen que el individuo
perciba una unidad simple y organizada de principio a
fin.
Aunque esta escuela hizo importantes contribuciones al
estudio del aprendizaje y de los procesos creativos, los informes
introspectivos de los que dependía para explicar la
percepción continuaron siendo demasiado subjetivos. Es
más, los procesos fisiológicos innatos, a los que
la psicología gestáltica atribuía las leyes
de organización de la percepción, han sido
ampliamente refutados.
13. Investigaciones Actuales
Desde el inicio de los estudios sobre la percepción, los
psicólogos han intentado diferenciar en el proceso
perceptivo lo innato de lo aprendido. Los experimentos en los que
ingenuos animales y bebés huían de los llamados
‘acantilados visuales’, se diseñaron para
demostrar que la percepción de la profundidad es innata. A
través de experimentos similares, los teóricos de
esta escuela intentan calcular las proporciones de lo innato y lo
aprendido en el comportamiento perceptivo.
Recientemente, sin embargo, muchos psicólogos han
llegado a la conclusión de que esta aproximación
dicotómica apenas tiene base científica y aporta
muy poco al estudio de la percepción, por lo que desde un
enfoque más clásico proponen que la capacidad
perceptiva proviene de la capacidad animal y humana de organizar
la experiencia global de los individuos, lo que significa incluir
las múltiples experiencias fisiológicas del
desarrollo en la experiencia formal del aprendizaje. Argumentan
que, aunque el recién nacido pueda carecer de experiencia
visual, tiene sin embargo otras experiencias sensoriales que
pueden contribuir a su capacidad para percibir la profundidad en
los ‘acantilados visuales’. A través de las
primeras experiencias de ese tipo, los animales y los seres
humanos aprenden, por así decirlo, cómo
aprender.
En un descubrimiento reciente que muestra
prometedores avances para desentrañar el misterio del
proceso perceptivo, los investigadores de la psicología
experimental han descubierto que ciertas células
nerviosas y las células de la retina de anfibios y
mamíferos pueden reconocer formas y movimientos
específicos, en vez de reaccionar simplemente a cantidades
dadas de energía luminosa reflejada por los objetos. Estas
células responden a configuraciones concretas como discos
y anillos, a movimientos concretos de los objetos y a la
estimulación simultánea de otras ubicadas
también en la retina del ojo.
Material de consulta: revistas y apuntes de
psicología y de ciencias de la
educación…
Área: psicología
Trabajo enviado y realizado por:
José Luis Dell’ordine