1.
La guerra de los 60 días.
2. Velando las
armas.
4. Capitanes y
gerentes.
5. Que hay detras de cada
AFJP
6.
Impacto moderado.
7. Los
protagonistas.
8. La clave del
marketing.
9. El silencio antes de la
batalla.
10. Como elegir una
administradora.
11. Se busca
vendedor.
12. Que se puede
esperar
13. Las carteras de las AFJP'S van
tomando color.
14. Punto de
atraccion.
15. Negocios
Riesgosos
16. Imagen y
semejanza.
17. Fondos de
Pensión.
18. Administradoras de Fondos de
Jubilaciones y Pensiones.
Un ejército de 25.000 vendedores, presupuestos
publicitarios que rondan los $ 50 millones y todas las
técnicas conocidas de marketing se
pondrán en juego para
disputar, entre mayo y junio, la batalla de la jubilación
privada.
Bancos, aseguradoras, empresas de
medicina prepaga,
sindicatos,
compañías locales y multinacionales, consultoras,
selectoras de personal y
agencias de publicidad, entre
otras organizaciones
privadas y públicas, trabajan contrarreloj para asegurarse
un buen puesto en la línea de largada de la carrera que
comenzará dentro de pocas semanas. Unos seis millones de
personas deberán decidir entonces si permanecen en el
sistema
previsional administrado por el Estado o
eligen una entre la veintena de entidades conformadas bajo
el sol
naciente de la jubilación privada.
La urgencia de los plazos, la magnitud del negocio y la
novedad y complejidad del sistema convierten al operativo en un
verdadero desembarco en Normandía. La ley concede al
público apenas 60 días -entre el 2 de mayo y el
1º de julio- para tomar una decisión. Ese es,
también, el tiempo de que
dispondrán las flamantes administradoras de fondos de
jubilación y pensión para captar el núcleo
fundamental de su porción del mercado.
Después del 1° de julio, la suerte estará
sellada para todos.
Uno de los fenómenos más notables, desde
el punto de vista del marketing, es la oscuridad y
confusión de los pronósticos acerca de las
intenciones de los afiliados. En una época en que las
técnicas de medición permiten vaticinar, con
creciente precisión, la fortuna electoral de un candidato
o el éxito en el lanzamiento de un detergente, las
predicciones sobre el rumbo del nuevo régimen previsional
recorren una extensa y contradictoria gama.
Según una investigación encargada por uno de los
líderes de la banca local, para
la que fueron consultadas 2.000 personas en 77 empresas, casi 80%
de la población laboral
elegirá el sistema privado (aunque el mismo estudio revela
un alto índice de desconocimiento del tema, sobre todo en
las empresas medianas y pequeñas y en los niveles
jerárquicos más bajos). Menos auspiciosas para las
esperanzas de las AFJP's resultan, en cambio, las
perspectivas que traza la encuesta
realizada en Capital
Federal por la consultora Mansilla, Delich y Asociados: apenas
algo más de un tercio de los porteños (36,8%)
preferiría orientar sus aportes hacia las administradoras
privadas, 30,4% optaría por el Estado y 27,7%
ingresa en la poblada categoría de indecisos.
Sea cual fuere el pronóstico acertado, a partir
de mayo unos y otros quedarán bajo el asedio de los
aproximadamente 25 mil vendedores que saldrán a la calle a
reclutar afiliados. El arsenal se complementará con todas
las armas del marketing directo y las campañas de
publicidad, en las que se invertirá una cifra estimada en
US$ 50 millones durante lo que resta del año.
Mabel Cadem, socia del Grupo
Consultor Buen Ayre, que asesora al proyecto
previsional que integran el Banco Santander,
Metropolitan Life y el Banco de la Provincia de Buenos Aires,
sostiene que el desafío consiste nada menos- que en
imponer "un producto que
el mercado no espera con avidez, que tiene que ver con el mundo
de la vejez y la
impotencia. La gente prefiere no pensar en esos temas y,
además, la posibilidad de probar la bondad del producto es
muy lejana".
Según la especialista, semejante desafío
deberá encararse "a través del trabajo que se
realice alrededor de la identidad
corporativa de las organizaciones que componen cada proyecto
previsional". Pero eso no es suficiente. "No alcanza con decir
'tengo mucho', hay que tener un contenido sumamente bueno y
estudiado para transmitir una imagen de
seguridad,
ante la sensación de incertidumbre que genera el
tema".
Ricardo Guitart, gerente
general del proyecto previsional del Banco Río y Citibank,
coincide en que "durante la primera etapa, el principal elemento
diferenciador será la calidad de los
socios que están detrás del proyecto, la confianza,
la solidez y la trayectoria de cada miembro. Una vez que el
cliente se afilie
a la empresa, y
teniendo en cuenta que puede cambiar de AFJP hasta dos veces por
año, se reforzarán todos los mecanismos para darle
mayor calidad de
servicio, mejor atención, acceso rápido a la
información; además, por supuesto,
de un buen manejo del portafolio y una buena rentabilidad".
"Por el rol social que tiene el proyecto, debemos
apoyarnos en pilares muy sólidos. Ayuda ser una empresa nueva,
que debe armarse en cada una de sus partes: finanzas,
administración, operaciones,
sistemas,
venta y
marketing, porque permite que nos integremos en un solo equipo,
compartiendo la
misma filosofía", señala
Guitart.
Las estrategias de
marketing que se desplegarán en el nuevo negocio son un
secreto celosamente guardado. Todos coinciden, sin embargo, en la
intención de evitar los estragos que provocaría la
saturación. También hablan de incluir a todos los
medios en su
pauta publicitaria, empezando, por supuesto, con la
televisión abierta.
Sin embargo, la necesidad de posicionar una marca, explicar
un sistema y vender un producto en un lapso tan breve parece
conducir, inexorablemente, a la multiplicación y
superposición de mensajes. Los estrategas de marketing de
algunos de los grupos más
fuertes creen ver, a pesar de todo, una oportunidad favorable en
este río revuelto. Según su razonamiento, la
saturación publicitaria conducirá a muchos
potenciales afiliados (y sobre todo a los de los segmentos
socioeconómicos más altos) a demorar una
decisión hasta que el panorama se despeje. Esto
significaría optar por la permanencia en el sistema
administrado por el Estado y trasladarse luego a una AFJP (la ley
permite hacerlo en cualquier momento, después de vencido
el plazo de afiliación). De ese modo, concluyen, las
entidades mejor preparadas, con una sólida fuerza de
ventas y
más presupuestos publicitarios podrán emerger de la
tormenta con una carta ganadora a
captar a los que prefirieron pensarlo mejor.
Este argumento encuentra, sin embargo, una fisura
importante en el hecho de que, como acaban de ratificarlo las
autoridades gubernamentales, los aportes realizados al sistema
oficial después del 1° de julio se perderán si
el afiliado opta por pasar a una administradora privada. Lo que
significa que una decisión en este sentido no podrá
postergarse por demasiado tiempo. La gran batalla, por lo tanto,
quizá no quede concluida en los meses cruciales de mayo y
junio, pero difícilmente se extenderá más
allá de fin de año.
Sara Muzzio, gerente de marketing y planeamiento
comercial del proyecto previsional conformado por los bancos Roberts,
Deutsche y Quilmes, la compañía de seguros La Buenos
Aires, la empresa de medicina prepaga Docthos y la
Corporación Financiera Internacional, dice que
trabajarán con un mix equilibrado, "sin apoyarnos en una
variable en particular". En otras palabras: "presupuesto
razonable de publicidad, marketing directo y telemarketing".
Con una fuerte base de investigación como punto
de partida, el grupo Río-Citibank orientará su
campaña comunicacional hacia las necesidades del mercado.
"Realizaremos un monitoreo permanente del cumplimiento de los
objetivos,
para ver dónde está la demanda,
buscando lo que el público espera y necesita", explica
Héctor Vilaseca, gerente de Marketing del
proyecto.
Su atención, por favor.
La fuerza de ventas es, con todo, el factor de mayor
peso estratégico en el nuevo campo de batalla.
Dada la naturaleza del
producto, ninguna pieza publicitaria ni promocional podría
reemplazar la tarea de esclarecimiento y persuasión que
asumirán los ejércitos de vendedores que en este
momento están siendo reclutados por las AFJP's.
Algunas se encuentran en la etapa final del proceso, otras
recién empiezan, pero todas se lanzaron a la
búsqueda a través de avisos en los diarios
(plagados de eufemismos, debido a las limitaciones que impone la
ley), selectoras de personal, ficheros y contactos.
La magnitud sin precedentes de la campaña
removió el avispero del mercado laboral. Todavía no
fue lanzado el producto, pero ya hay rotación de personal.
Las principales perjudicadas son las AFJP's que comenzaron a
reclutar y capacitar gente hacia fines del año pasado.
Algunos vendedores contratados entonces se lanzan ahora a la
búsqueda de puestos más altos en entidades que
recién ahora comienzan a armar su plantel. "Cuanto
más aprenden del negocio, más piden", se lamentan
los selectores de personal.
Los sueldos básicos del mercado son, en rigor,
bastante módicos: entre $ 700 y 1.800, según la
envergadura de la entidad y las condiciones y experiencia del
aspirante. Pero el verdadero acicate está, desde luego, en
las comisiones. Los sistemas varían entre el pago de una
suma fija por afiliación, un porcentaje sobre el aporte
del afiliado o una combinación de ambos
mecanismos.
Según los expertos, el piso de los ingresos de un
vendedor de fondos de pensión se situará en
alrededor de $ 2.000 mensuales, suficientes para atraer a los 900
candidatos que habitualmente se presentan cuando aparece un aviso
de búsqueda de promotores para una AFJP.
¿Cuántos de ellos pertenecen a la
categoría de vendedores profesionales? Alrededor de uno
por cada cinco, según la estimación de los
reclutadores de personal. Sucede que, por atractivas que puedan
parecer las perspectivas económicas de la actividad
durante lo que resta del año, abundan las dudas acerca de
la estabilidad a mediano plazo para la mayoría de quienes
integren los ejércitos de promotores. Concluido el push
inicial, la fuerza de ventas de cada AFJP atenderá un
negocio de crecimiento vegetativo: afiliar a quienes se
incorporen al mercado laboral o captar clientes de otra
administradora. Para eso, razonan los expertos, no se
necesitará más de un tercio del plantel reclutado
al comienzo.
Un asesor de una de las AFJP's de primera línea
definió de la siguiente manera el perfil buscado para los
vendedores: "gente con estudios secundarios y experiencia en
venta de servicios,
como seguros y seguros de retiro. Para los puestos de supervisión, preferimos a los
profesionales, orientados en comercialización y administración de empresas".
Pero el proceso de selección se torna arduo bajo
la creciente presión de los plazos y la variedad de la
oferta. Entre
los docentes jubilados, profesionales desocupados y ex gerentes
de empresas que respondieron recientemente a un aviso se
presentó, por ejemplo, un capitán retirado de la
flota de YPF.
Seguramente el capitán forma parte del 60% de
postulantes que quedan descartados desde la primera entrevista
"porque no dan con el perfil, no tienen garra, son tímidos
o no están en condiciones de enfrentar el desafío",
según explica la selectora de personal Gloria Cassano. "El
40% restante se divide en partes iguales entre los que quedan
seleccionados inmediatamente y los que hay que ver más de
una vez".
Según Cassano, para ser considerado dentro de ese
40% hay que tener "un perfil ideal que implica un alto potencial
de desarrollo,
una marcada capacidad para aprender en forma rápida y una
fuerte disposición para la adaptación a los
cambios".
Aunque el grado de especialización de los
vendedores depende de la estrategia de
cada proyecto previsional, en todos los casos se los entrena para
salir a la calle con la misión de
vender una póliza y resumir los 194 artículos de la
ley en un speech desarrollado en menos de 45 minutos y adecuado
para cada caso en particular: un ama de casa, un operario, el
gerente de una empresa o un profesor universitario.
Pero, en líneas generales, según la
opinión de la selectora Cassano, todo programa de
capacitación "debe inducir a la gente al
conocimiento
del grupo que conforma el proyecto y al target al que apunta,
debe capacitar sobre el producto y en técnicas de
venta".
5. Que hay detras de
cada AFJP.
Por Luis García.
El informe que se
despliega en estas páginas constituye la primera
radiografía del nuevo sistema: la posición en el
mercado, la rentabilidad y la salud financiera y
patrimonial de los bancos, compañías de seguros y
empresas que integrarán las administradoras. La
investigación está basada en
datos y cifras proporcionados por el Banco Central, la
Superintendencia de Seguros, firmas calificadoras de riesgo y los
más recientes rankings de MERCADO. Además,
información sobre compañías del exterior que
intervendrán como socias en las AFJP's. Todo esto, en el
marco de un análisis de los factores claves que
determinarán el funcionamiento de la actividad, conforman
un material de consulta y orientación indispensable en
esta etapa naciente del nuevo régimen
previsional.
Dentro de pocas semanas, algo más de cinco
millones de personas se enfrentarán a una alternativa
inédita en el país: decidir qué
jubilación prefieren, si la privada o la estatal. Ricardo
Guitart, director del grupo previsional Río-Citibank y
vicepresidente de la Cámara que agrupa a las
Administradoras de Fondos de Jubilación y Pensión
(AFJP), vaticina que más de 80% de los actuales aportantes
se inclinarán por el sistema privado, lo que significa
que, en la práctica, entre 4 y 4,3 millones de afiliados
pasarán a constituirse en los clientes cautivos de las
AFJP's.
La magnitud de las cifras en danza y la
larga polémica que precedió a la puesta en marcha
del nuevo sistema contribuyeron a que las expectativas acerca del
negocio adquirieran proporciones colosales. Sin embargo, las
perspectivas reales parecen más modestas, por lo menos en
la primera etapa.
Las administradoras deberán asumir el riesgo de
que, si la campaña de captación de afiliados no
resulta exitosa, la operación puede generar fuertes
pérdidas, considerando que la inversión inicial para una AFJP de cierta
envergadura se sitúa entre $ 30 y $ 50 millones. Se estima
que unas cinco entidades integrarán esta categoría,
de modo que ellas solas demandarán una inversión
que rondará entre $ 150 y $ 250 millones. La constitución de las restantes
(probablemente algo más de una docena) absorberá un
monto similar, es decir que, en total, estarán en juego
entre $ 300 y $ 500 millones.
Como el sistema no cuenta con ninguna clase de subsidio
oficial, el riesgo corre por cuenta exclusiva de los socios, que
recién estarán en condiciones de comenzar a
recuperar el capital a partir del cuarto año de iniciadas
las actividades. Lo más probable es que durante los tres
primeros años sus balances cierren con cifras en rojo, por
una razón elemental: deberán absorber los gastos de
organización durante una etapa en la que
los montos de los aportes a administrar serán
reducidos.
Los fondos que se incorporarán al sistema
oscilarán en $180 millones por mes, según las
estimaciones de Guitart. De esta forma, de aquí a fin de
año la recaudación total del sistema
ascendería a $ 1.200-1.300 millones, que en 1995
treparían a $ 3.500 millones, considerando que los
ingresos anuales estarán en torno de $ 2.000
millones (incluidos los ingresos originados en el
aguinaldo).
La Ley establece que hasta la mitad de los montos
recaudados podrá destinarse a la compra de acciones, pero
Guitart estima que en los tramos iniciales el flujo de fondos
orientado a este sector del mercado financiero
difícilmente supere 10% del total. El resto se
canalizará hacia los títulos
públicos con cotización bursátil y
las obligaciones
negociables, que deberán contar con el respaldo de dos
dictámenes de empresas calificadoras de riesgo.
Las inversiones en
el exterior también podrán incorporarse a las
carteras de las AFJP's, pero estarán limitadas al tope de
10% y quedarán reservadas únicamente a acciones de
empresas con cotización bursátil que exhiban dos
calificaciones satisfactorias.
Todo esto confirma que en la primera etapa de vigencia
del sistema su gravitación en el mercado accionario local
será apenas moderada. Sobre la base de una
recaudación mensual de $ 180 millones, la
canalización de fondos hacia la Bolsa podría
situarse entre $ 20 y $ 25 millones. Esto equivale a un promedio
de $1 millón diario, que en la práctica
podría ser aún menor, si parte de los fondos se
destina a la compra de nuevas acciones. En esos casos, el dinero
ingresará directamente a las empresas.
El Estado será, sin lugar a dudas, el principal
beneficiario. El nuevo sistema previsional permitirá
mejorar la paridad de los títulos en circulación y
favorecerá la absorción de nuevas emisiones
destinadas a consolidar la situación de la
Tesorería para hacer frente a sus compromisos internos y
externos.
Según la información disponible al cierre
de esta edición, habrá que esperar hasta abril para
conocer los nombres de las entidades finalmente autorizadas por
la Superintendencia de Administradoras de Fondos de Jubilaciones
y Pensiones, entre las aproximadamente 20 que iniciaron el
proceso de formación.
La nómina
que se despliega en estas páginas muestra
cómo estarán integradas las que ya dieron a conocer
su intención de constituirse, y cuál es la
situación y desempeño de cada uno de sus socios. En
el caso de los bancos nacionales, la información proviene
de las cifras oficiales suministradas por el Banco Central sobre
la base de los balances cerrados el 31 de julio último y
que sirvieron para elaborar la radiografía de la banca
publicada en MERCADO de octubre. Con respecto a las
compañías de seguros que operan localmente, los
datos se
corresponden con los incluidos en el último ranking del
sector (ver la edición de noviembre de MERCADO) a partir
de informes
oficiales de la Superintendencia de Seguros de la Nación.
En lo concerniente a las entidades extranjeras que participan de
los distintos grupos, la información fue recopilada de
publicaciones internacionales especializadas.
Es importante tener en cuenta que este análisis
apunta al objetivo -por
cierto, de importancia estratégica en esta etapa- de
trazar un cuadro ilustrativo de la solidez, capacidad operativa y
rentabilidad de las entidades que conformarán cada AFJP.
Esto no implica, en ningún caso, que las cifras
mencionadas respalden totalmente los negocios de
las administradoras en que participa cada socio.
En los sectores económicos y financieros se
vaticina que, considerando las dimensiones del mercado local, es
muy difícil que todas las AFJP's autorizadas sobrevivan a
largo plazo. La impresión predominante es que en dos o
tres años se producirá la depuración y
quedarán entre 10 y 12, aunque ello no implicará
ningún riesgo para los afiliados, puesto que la totalidad
de los aportes depositados en una entidad que eventualmente se
retire del mercado pasarán a otra AFJP que podrá
ser elegida libremente.
En Argentina, la
carrera de los fondos de pensión recién comienza,
pero el experto francés Georges Chetochine asegura que la
ganará la administradora que plantee la mejor estrategia
de marketing. "Tendrán que tener mucha sagacidad para
llegar a los clientes: la cuestión es conocer a fondo al
consumidor. Y
habrá que reforzar la imagen de la empresa, más
allá del producto en sí mismo",
señaló el célebre y polémico
profesor, en una conversación con MERCADO durante su
reciente visita a Buenos Aires.
Francia no es, en realidad, un modelo
fácilmente comparable con lo que está a punto de
inaugurarse en la Argentina en materia de
régimen previsional. Allá conviven un sistema
obligatorio con otro optativo que tiene más de 30
años.
Todos los franceses cuentan con un sistema de seguro social
y otro de retiro obligatorio que satisfacen sus necesidades no
sólo cuando llega el momento de abandonar la vida laboral,
sino también cuando se debe traspasar la puerta de un
hospital para cualquier tipo de atención
rutinaria.
La jubilación especial, explica Chetochine,
aparece en Francia como
una alternativa complementaria a los dos eficientes sistemas de
cobertura obligatorios. Todos tienen su seguro y es muy
difícil convencer a la gente, sin los argumentos ni la
preparación psicológica suficientes, para que gaste
más en jubilación.
"Se llevan a cabo muchos esfuerzos de marketing para que
la gente se decida a gastar su dinero. Hay
que generarle la necesidad de un nuevo producto, sin utilizar el
recurso de ofrecerle algo mejor, porque eso sería
prácticamente imposible".
"Se investigan sus estilos de vida, se los ubica en
categorías sociales y psicológicas y se los
compara. Además se invierte mucho en marketing directo:
mailings, telemarketing y un intenso entrenamiento del
cuerpo de venta, ya que cada vez hay más agentes golpeando
puertas para ganar nuevos clientes.
"Como las compañías se mueven con los
mismos precios y no
pueden competir directamente, optaron por especializarse, y en
consecuencia los nichos del mercado se atomizan cada vez
más. Todas atienden a todos los sectores, pero cada una
orienta su know-how y estrategias de comunicación hacia un público
determinado. "Lo hacen para comunicarse más eficazmente
con los potenciales clientes y conocerlos en profundidad. Existen
las jubilaciones especiales para ejecutivos, para funcionarios y
para dueños de pequeñas empresas."
9. El silencio antes de la
batalla.
Una de las más notables paradojas de este verano
es el hermetismo que rodea la gestación del negocio que
promete convertirse en uno de los grandes hitos de 1994. Hasta
abril, cuando presuntamente comenzarán a cobrar vida legal
las AFJP's, una verdadera mordaza continuará sellando los
labios de los aspirantes a operar en el nuevo sistema.
Las instrucciones emanadas de la Superintendencia que
preside Felipe Murolo penden como una espada sobre todos ellos.
Cualquier comunicación pública (incluidos los
imprescindibles avisos de búsqueda de personal) que pueda
interpretarse como actividad publicitaria de una AFJP
todavía no autorizada oficialmente "podrá dar lugar
al rechazo sin más trámite" de la solicitud para
constituir una administradora, según una norma del
organismo. Y aún después de levantada la veda, los
mensajes publicitarios de las AFJP's estarán sometidos a
duras restricciones. Entre ellas:
*"No podrán fundamentar su publicidad, promoción o difusión destacando las
experiencias de sus propietarios, accionistas o grupo
económico del que formen parte."
*"No podrán utilizar en el desarrollo de su marca
ningún elemento gráfico o audiovisual (isologo,
logo, tipografía, colores, jingles,
composición musical, locuciones, imágenes
de archivo, etc.)
que permita identificar a propietarios, accionistas o grupo
económico que las conforman."
*"No deberán aparecer (en la publicidad o
promoción) personas expresando o aparentando haberse
afiliado, traspasado o jubilado en una AFJP si tales hechos no
son reales".
Así y todo, hay razones para suponer que el
inicio de la batalla publicitaria y promocional entre las AFJP's
será feroz. La experiencia chilena indica que la
rotación de los aportantes de una a otra AFJP es muy
reducida. Si esto se cumple también aquí, las que
lideren el sistema desde el comienzo tendrán más
posibilidades de mantenerse en la vanguardia.
Esta puja inicial por un buen posicionamiento
hará que en las próximas semanas las
campañas de difusión alcancen niveles poco
conocidos en el país. Se estima que entre abril, mayo,
junio y julio las inversiones en promoción y publicidad
podrían sumar US$ 15 millones mensuales, para terminar el
año con un total cercano a los US$ 80 millones, de los
cuales una porción muy significativa se canalizaría
hacia formas de promoción directa.
10. Como elegir una
administradora.
Según Juan Carlos Jaime, titular de la
calificadora de riesgo PCA, durante esta primera etapa del nuevo
régimen previsional la elección de una AFJP
debería basarse, fundamentalmente, en los antecedentes y
la idoneidad de los socios que la integran, y en la capacidad que
haya demostrado para administrar riesgos.
Esto último se podrá observar mucho mejor
en aquellas entidades que ya fueron evaluadas por empresas
calificadoras, aunque en este aspecto Jaime destaca que hasta
ahora las firmas locales se limitaron básicamente a
analizar la capacidad de pago. Pero en el futuro habrá que
observar también la performance de las entidades como
tales, analizando cuidadosamente el soporte que en caso de serias
dificultades estarían en condiciones de otorgarles bancos
centrales o la comunidad
financiera nacional e internacional.
En la práctica, sostiene Jaime, la
calificación de una AFJP es muy similar a la de una
administradora de portafolios, con algunos aspectos
técnicos actuariales que también deben
evaluarse.
Cuando el sistema ya se encuentre funcionando
habrá que analizar otros factores, como la calidad de la
cartera, que en todos los casos deberá tener la
calificación de dos empresas calificadoras.
En cuanto a los rendimientos de las AFJP's, habrá
que relacionar el nivel de la rentabilidad obtenida con la
calificación de la cartera. De la conjunción de
ambos rubros surgirá la habilidad de la administradora
para conciliar una elevada rentabilidad con una cartera de alta
calificación.
Para Sergio Fornero, de la calificadora Risk Analysis,
cuando las empresas se encuentren en plena actividad será
importante observar también el nivel de los gastos de
administración y comparar los rendimientos con otras
alternativas de inversión, "dado que rendimientos pasados
pueden no ser un buen indicador de los futuros".
Si bien las AFJP's no tienen obligación de
solicitar su propia calificación, Jaime sostiene que en
muchos países ya lo están requiriendo para mejorar
su imagen ante los afiliados, aunque este proceso "recién
se daría en nuestro país en una segunda etapa,
cuando el sistema se encuentre operando a ritmo pleno. Basta que
una se decida a hacerlo para que las restantes opten por seguir
el mismo camino".
La cantidad de afiliados es otro dato significativo,
debido a que se torna muy difícil lograr una buena
gestión
con un número limitado de aportantes. Los especialistas
coinciden en que el nivel mínimo se sitúa en
100.000 afiliados. Por debajo de esa cifra, los costos operativos
adquieren una gravitación excesiva.
Para Gerardo Prieto, socio de Coopers &
Lybrand/Harteneck, López y Cía., la red de sucursales es un
factor que puede dar una idea de la capacidad de una
administradora para mantener informado al afiliado y solucionarle
eventuales problemas que
puedan presentarse.
En cuanto a la seguridad y custodia de las inversiones,
el sistema tiene su propia red de seguridad, dado que las
administradoras son personas jurídicas distintas de los
fondos que manejan.
Por lo tanto, la eventual quiebra de una
AFJP no comprometerá el patrimonio de
los afiliados, que, en tal supuesto, deberán solicitar el
pase de sus fondos acumulados a otra administradora.
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