sí una sobrecarga que debe sufrir la mujer embarazada, y
puede producir, y de hecho produce, trastornos de diversa
índole; pero parece cosa clara que ninguna de estas
irregularidades entra en las causas previstas para que el
aborto no sea punible, ya que entonces sobraría la
ley, porque,
como queda dicho, esas disfunciones corresponden a embarazos
que médicamente se consideran perfectamente
normales.
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