Pero aquella diversidad se distingue por dos
caracteres importantes a la vez. En primer lugar, tiene otro
orden de valores.
Existen muchas más culturas humanas que razas humanas,
puesto que las primeras se cuentan por millares y las segundas
por unidades: dos culturas elaboradas por hombres que pertenecen
a la misma raza pueden diferir tanto o más que dos
culturas que dependen de grupos
racialmente alejados. En segundo lugar, a la inversa de la
diversidad entre las razas, que presenta como principal interés el
de su origen y el de su distribución en el espacio, la diversidad
entre las culturas plantea numerosos problemas,
porque uno puede preguntarse si esta cuestión constituye
una ventaja o un inconveniente para la humanidad, cuestión
general que, por supuesto, se subdivide en muchas
otras.
Al fin y al cabo, hay que preguntarse en qué
consiste esta diversidad, a riesgo de ver los
prejuicios racistas, apenas desarraigados de su base
biológica, renacer en un terreno nuevo. Porque
sería en vano haber obtenido del hombre de la
calle una renuncia a atribuir un significado intelectual o
moral al hecho
de tener la piel negra o
blanca, el cabello liso o rizado, por no mencionar otra
cuestión a la que el hombre se
aferra inmediatamente por experiencia probada: si no existen
aptitudes raciales innatas, ¿cómo explicar que la
civilización desarrollada por el hombre blanco haya hecho
los inmensos progresos que sabemos, mientras que las de pueblos
de color han quedado
atrás, unas a mitad de camino y otras castigadas con un
retraso que se cifra en miles o en decenas de miles de
años? Luego no podemos pretender haber resuelto el
problema de la desigualdad de razas humanas negándolo, si
no se examina tampoco el de la desigualdad —o el de la
diversidad— de culturas humanas que, de hecho si no de
derecho, está en la conciencia
pública estrechamente ligado a él.
Fuente: Lévi-Strauss, Claude. Raza y cultura.
Colección Teorema. Madrid:
Ediciones Cátedra, 1996.
CONTENIDO
ORÍGENES
HISTÓRICOS:
La evolución de las culturas muestra que el
fenómeno del racismo encuentra
su fundamento en la concepción que los hombres tienen de
la diversidad. De ello dan claro testimonio los sentimientos de
xenofobia que
desatan las luchas étnicas o tribales.
En la Grecia antigua
la afirmación de una identidad
colectiva por oposición a algunas etnias y a ciertos
grupos de población, se traducía en el hecho
de que los habitantes de las ciudades llamaban 'bárbaros'
a aquéllos que vivían fuera de los límites
del mundo griego.
La antigua práctica de la esclavitud y de
la servidumbre ilustra igualmente las relaciones de dominio que han
existido en el curso de la historia en etnias y pueblos
diferentes, o incluso dentro de sociedades y
grupos culturales. Señores y esclavos podían
pertenecer a un mismo origen étnico, pero las diferencias
sociales estaban claramente marcadas: los esclavos no
tenían derechos, ni siquiera el de
ciudadanía. La misma regla se aplicó
a los pueblos vencidos en la guerra y
reducidos a la esclavitud. Este último ejemplo, en
el que la opresión se ejerce sobre grupos humanos
específicos, culturalmente diferentes de sus opresores, se
corresponde con las tesis racistas
formuladas en la época moderna y su
práctica.
Las primeras colonizaciones marcan el principio de la
servidumbre de etnias específicas que iban a convertirse
en pueblos dominados, forzados a inclinarse ante una voluntad
externa. Al extenderse el colonialismo, Europa se
arrogó una misión
cultural, adoptando como vocación ideológica
la
educación social y religiosa de los pueblos llamados
'salvajes', cuya cultura fue sistemáticamente ignorada y
abocada a la desaparición. El progreso científico y
técnico que tuvo lugar en Europa contribuyó a
reforzar el sentimiento de superioridad de los occidentales, que
consideraron su supremacía como natural e inherente a su
civilización.
La colonización de América
del Norte y del Sur, así como la de Australia entre los
siglos XVII y XVIII, la política colonialista
de Japón a
comienzos del siglo XX o el Holocausto en
Europa, son otros tantos ejemplos de racismo.
LA
DOCTRINA:
Los principales elementos fundadores del racismo, que
surgieron durante el periodo de colonización, son la
conciencia de la identidad cultural propia de cada pueblo, la
introducción de la jerarquía en
estas culturas y, en consecuencia, el establecimiento de
relaciones de dominio entre esos pueblos. A la afirmación
de superioridad de ciertas civilizaciones sobre otras, se
añaden en los siglos XIX y XX las teorías
que asimilan esta jerarquía a una determinación
natural fundamentado en el concepto de
raza.
Desde el siglo XVI, sociedades que se proclamaban
científicas han buscado clasificar las razas humanas
intentando crear estereotipos (de las palabras griegas
stereos
‘sólido’ y
typos ‘marca’), es
decir, la perpetuación de una imagen simplista
de la categoría de una persona, una
institución o una cultura.
La arbitraria clasificación de los hombres en
distintas razas en función
del aspecto exterior y de las capacidades de inteligencia
da pie a teorías como la del diplomático y
filósofo francés Gobineau en el siglo XIX. En su
Ensayo sobre
la desigualdad de las razas humanas (1853-1855), aparecido cinco
años después de la abolición de la
esclavitud en las colonias de Francia,
achacaba el declive de la sociedad al
envejecimiento de las razas. El pensamiento
racista, contemporáneo del darwinismo social, se va
estructurando poco a poco en doctrinas que preconizan la
eugenesia, es decir, la aplicación de leyes
biológicas al perfeccionamiento de la especie humana.
Gustave Le Bon sostenía que los extraños alteran el
alma de los
pueblos y Houston Stewart Chamberlain, que el peligro
procedía del caos étnico.
El antisemitismo
que representa una de las formas más extremas y violentas
del racismo, llegó al paroxismo con el nacionalsocialismo
(nazismo),
responsable del genocidio de los judíos
durante la II Guerra Mundial.
La valorización sistemática de la idea del dominio
de una 'raza superior', que constituía la base
ideológica del Holocausto, engendró
fenómenos de rechazo (segregación, creación
de guetos), de avasallamiento (trabajos forzados), de
expulsión (desplazamiento de poblaciones) y finalmente
llevó al genocidio.
Por regla general, este sentimiento de superioridad va
acompañado de la convicción de que las otras razas
suponen un peligro, o son susceptibles de generar
desórdenes sociales. Este prejuicio se
apoya en el conocido mecanismo de búsqueda de una
víctima propiciatoria. Se convierte a un grupo social
en responsable de las crisis
económicas y políticas,
y se le acusa de ser un elemento naturalmente
perturbador.
EL
ANTIRRACISMO:
A principios del
siglo XX tuvo lugar una toma de conciencia internacional del
fenómeno del racismo. Los procesos de
Nuremberg a los criminales de guerra nazis crearon una
situación psicológica y política decisiva en
la voluntad de las naciones para erradicar el racismo. Sin
embargo, en la sociedad actual aún perduran numerosas
formas de racismo, a pesar de las exhortaciones de los organismos
internacionales y especialmente de los acuerdos alcanzados
respecto a los derechos de las minorías y de las personas.
El apartheid en África del Sur ha ignorado estos acuerdos
sistemáticamente hasta 1990. La masacre de la
minoría tutsi en Ruanda en 1993 y la 'limpieza
étnica' emprendida por los serbios en la antigua
Yugoslavia a partir de 1991, son claras violaciones de los
acuerdos internacionales.
Aunque el racismo no se haya erradicado, la ideología en la que se basa ha sido
sometida a una crítica
radical en la segunda mitad del siglo XX. La ciencia ha
rechazado el concepto de raza poniendo en evidencia su carácter subjetivo, basado en prejuicios.
Antropólogos, biólogos, genetistas y
sociólogos han demostrado que la noción de raza
carecía de sentido en la medida en que el género
humano es uno e indivisible.
Organizaciones antirracistas nacionales e
internacionales luchan contra cualquier forma de
discriminación. Las actitudes
racistas que combaten numerosas organizaciones
tienen en buena medida razones psicológicas. Se fundan en
reacciones de miedo ante la diversidad y a la
incomprensión de lo desconocido, que engendra sentimientos
de odio y una violencia
muchas veces mal dirigida. Debido a la complejidad del
fenómeno, el racismo es difícil de
combatir.
ESCLAVITUD
Esclavitud, estado social
definido por la ley y las
costumbres como la forma involuntaria de servidumbre humana
más absoluta. Un esclavo se caracteriza porque su trabajo o sus
servicios se
obtienen por la fuerza y su
persona física
es considerada como propiedad de
su dueño, que dispone de él a su
voluntad.
Desde los tiempos más remotos, el esclavo se
definía legalmente como una mercancía que el
dueño podía vender, comprar, regalar o cambiar por
una deuda, sin que el esclavo pudiera ejercer ningún
derecho u objeción personal o legal.
La mayoría de las veces existen diferencias étnicas
entre el tratante de esclavos y el esclavo, ya que la esclavitud
suele estar basada en un fuerte prejuicio racial, según el
cual la etnia a la que
pertenece el tratante es considerada superior a la de los
esclavos. Es muy raro que los esclavos sean miembros del mismo
grupo étnico que el dueño, pero una de las pocas
excepciones se dio en Rusia durante
los siglos XVII y XVIII.
La práctica de la esclavitud data de
épocas prehistóricas, aunque su
institucionalización probablemente se produjo cuando los
avances agrícolas hicieron posible sociedades más
organizadas que requerían de esclavos para determinadas
funciones.
Para obtenerlos se conquistaban otros pueblos; sin embargo,
algunos individuos se vendían a sí mismos o
vendían a miembros de su familia para
pagar deudas pendientes; la esclavitud era también el
castigo para aquellas personas que cometían algún
delito.
LA
ESCLAVITUD EN LA ANTIGÜEDAD:
La esclavitud era una situación aceptada y a
menudo esencial para la economía y la
sociedad de las civilizaciones antiguas. En la antigua Mesopotamia,
India y
China se
utilizaron esclavos en los hogares, en el comercio, en
la construcción a gran escala y en la
agricultura.
Los antiguos egipcios los utilizaron para construir palacios
reales y monumentos. En las civilizaciones precolombinas (azteca,
inca y maya) se utilizaban en la agricultura y en el
ejército.
En la antigua Grecia, los esclavos, salvo raras
excepciones, eran tratados con
consideración. Sin embargo, los ilotas de Esparta
(descendientes de un pueblo conquistado y obligados a trabajar
duramente en el campo y a luchar en los ejércitos
espartanos) fueron tratados con gran severidad.
La esclavitud romana difería de la griega en
varios aspectos. Los romanos tenían más derechos
sobre sus esclavos, incluido el de vida y el de muerte. La
esclavitud era en Roma mucho
más necesaria para la economía y el sistema social
que en la antigua Grecia, especialmente durante el Imperio. Los
romanos acomodados, que poseían grandes mansiones en la
ciudad y en el campo, dependían de gran número de
esclavos para mantener sus hogares y sus propiedades
agrícolas. Las conquistas imperiales diezmaron los
ejércitos romanos, de forma que se hizo necesario importar
gran número de esclavos extranjeros para que realizaran
el trabajo del
campo. La principal fuente de esclavos era la guerra: decenas de
miles de prisioneros fueron llevados a Roma como esclavos; sin
embargo, todas aquellas personas convictas de crímenes
graves y los deudores, que se vendían a sí mismos o
vendían a miembros de su familia para pagar sus deudas,
pasaban a ser esclavos.
ESCLAVITUD EN LA EDAD
MEDIA:
Después de la caída del Imperio romano,
durante las invasiones bárbaras entre los siglos V y X, la
institución de la esclavitud se transformó en un
sistema menos vinculante: la servidumbre.
El Islam en el siglo
VII reconoció desde sus orígenes la
institución de la esclavitud, aunque el profeta Mahoma
exhortaba a sus seguidores a que mantuvieran un trato correcto
con ellos. En términos generales, los esclavos de los
árabes, que en su mayoría realizaban trabajos
domésticos, eran tratados con mayor respeto.
ESCLAVITUD EN LA ERA MODERNA:
La exploración de las costas de África, el
descubrimiento de
América en el siglo XV y su colonización en los
tres siglos siguientes, impulsó de forma considerable el
comercio moderno de esclavos. Desde mediados del siglo XV hasta
la década de 1870, entre 11 y 13 millones de africanos
fueron exportados hacia América; entre un 15 y un 20%
murieron durante las travesías y en torno a 10
millones fueron esclavizados en los países de
destino.
Portugal, fue el primer país europeo que
cubrió su demanda de
trabajo con la importación de esclavos. Los portugueses
iniciaron esta práctica en 1444, y en 1460 importaban cada
año de 700 a 800 esclavos procedentes de diferentes puntos
de la costa africana. Éstos eran capturados por otros
africanos y transportados a la costa occidental de África.
Pronto España
imitó esta práctica, aunque durante más de
un siglo Portugal siguió monopolizando el
comercio.
En el siglo XVI, los conquistadores españoles
obligaron a los jóvenes indígenas a cultivar
grandes plantaciones y trabajar en las minas.
El derrumbe de las poblaciones indígenas, total
en las Antillas y parcial en el continente americano,
provocó el aumento del número de esclavos. Fueron
numerosos los jóvenes indígenas que murieron a
causa de la rudeza de los trabajos, por lo que se optó por
importar a las colonias españolas esclavos africanos que
se creía podrían soportar mejor el trabajo
forzado.
El rey de España Carlos I estableció en
1517 un sistema de concesiones a particulares para introducir y
vender esclavos africanos en América. A mediados del siglo
XVI, la esclavitud indígena como institución
jurídica desapareció en Nueva España.
Surgieron otras modalidades, como el endeudamiento o la
encomienda. La esclavitud a partir de entonces afectaría
sólo a los negros africanos. La llegada masiva de esclavos
africanos a Brasil se
inició en la segunda mitad del siglo XVI, pero ya en 1501
se registró su presencia en Santo Domingo, Puerto Rico,
Cuba y
Jamaica, donde entraban al año unos 4.000
africanos.
A finales del siglo XVI, El Reino Unido empezó a
competir por el derecho a abastecer de esclavos a las colonias
españolas, detectado hasta entonces por Portugal, Francia,
Holanda y Dinamarca. En 1713, la British South Sea Company
consiguió el derecho exclusivo de suministro de esclavos a
estas colonias. Los primeros esclavos africanos llegaron a
Jamestown (Virginia) en 1619 de manos de los primeros corsarios
ingleses; los esclavos estaban sujetos a la llamada
‘servidumbre limitada’, una situación legal
propia de los siervos blancos, negros e indígenas, que era
precursora de la esclavitud en la mayoría de las colonias
inglesas del Nuevo Mundo.
Con el desarrollo del
sistema de plantaciones en las colonias del sur, el número
de esclavos africanos importados aumentó considerablemente
en la segunda mitad del siglo XVII. A medida que fueron
adquiriendo una mayor relevancia (especialmente en el sur, donde
eran considerados fundamentales para la economía y la
sociedad) se hizo necesario modificar la legislación
correspondiente. Durante la guerra de la Independencia
estadounidense (1776-1783) eran esclavos en el más amplio
sentido de la palabra, con una legislación que
definía claramente su situación legal,
política y social.
LECTURA ADICIONAL:
El ilustrado español de
la segunda mitad del siglo XVIII Antonio de Alcedo hace una
descripción de los negros de América
y se lamenta por los excesos que ha generado la
esclavitud.
Fragmento de Diccionario
geográfico-histórico de las Indias occidentales o
América.
De Antonio de Alcedo.
NEGROS, Nación
de gentes ó por mejor decir Naciones diferentes de varios
Reinos y
Provincias del África, que aunque no son aborígenes
de América, les damos lugar porque forman la principal
parte de los habitantes de estas Regiones, que hoy si no exceden,
á lo menos igualan á sus naturales, porque estos
son los que trabajan las minas, los que cultivan la tierra, y
los que se emplean en todos los oficios serviles en la
América, en los dominios de España, Portugal,
Francia, Inglaterra,
Holanda &c., que los compran en las Costas de África,
y los llevan por esclavos, donde son tratados con el mayor rigor
é inhumanidad, como si no fueran de la especie racional:
el célebre Fr. Bartolomé de las Casas, Obispo de
Chiapa fue el que con zelo indiscreto propuso para libertar
á los Indios de la servidumbre, llevar Negros esclavos
para el trabajo, como si esta parte del género humano
debiera carecer de los privilegios de la humanidad por la
diferencia del color que les da el nombre, y en unos es mas
atezado que en otros según las Provincias de que son, y
llaman castas, como Congos, Mandingas, Chalaes, Ararares, y otras
muchas: generalmente son bien hechos, membrudos, fuertes, y de
mucha resistencia para
el trabajo: tienen la nariz chata, los labios abultados, el pelo
muy encrespado y la dentadura blanca: se diferencian las castas
en algunas señales
características entre ellos, como los Chalaes que tienen
tres verdugones de alto á baxo en las mejillas de otras
tantas sajaduras que les hacen desde pequeños: los Araraes
que se liman en punta los dientes &c.: los Ingleses,
Holandeses y Portugueses hacen este infame comercio en las Costas
de Guinea para venderlos después en la América y en
las Islas, donde al cabo de algunos años de trabajo y
esclavitud tienen derecho á conseguir la libertad dando
al amo la cantidad que le costó; pero aun este corto
alivio respecto á lo que han padecido, que dispuso
sabiamente el gobierno
Español, no suele tener efecto por lo que elude el
interés y dureza de los dueños: es cierto que el
carácter general de los Negros es de malísimas
costumbres, porque son embusteros, supersticiosos, dados á
hechicerías, vengativos, crueles y ladrones, y sin el
castigo y rigor con que son tratados seria imposible avenirse con
ellos, pero aboga en su disculpa el amor de la
libertad y la sinrazón de la esclavitud; y no deja de
haber muchos en quienes se observan virtudes morales como entre
las Naciones mas cultas: los Españoles, que entre todas
son los que los tratan menos mal, han abastecido desde poco
tiempo
después de la conquista sus Provincias de Negros por medio
de contratas celebradas con diferentes condiciones primero con
los Genoveses, sucesivamente con Don Domingo de Grillo, el
Consulado de Sevilla, Don Nicolás Porcio, Don Bernardo
Marin y Guzmán, la Compañía de Portugal, la
de Francia llamada de Guinea hasta el año de 1713, que por
la paz de Utrech se concedió á la
Compañía de Inglaterra por 30 años que
cumplieron el de 1743., en que siguió Don Joseph Ruiz de
Noriega, y después una Compañía de
comerciantes de Cádiz.
Fuente: Alcedo, Antonio de. Diccionario
geográfico-histórico de las Indias occidentales o
América. 5 vols. Madrid: Imprenta de
Benito Cano, 1786-1789.
ABOLICIÓN DE
LA ESCLAVITUD:
Dinamarca fue el primer país europeo que
abolió el comercio de esclavos en 1792, seguido del Reino
Unido en 1807 y de Estados Unidos en
1810, aunque en este último hubo que esperar a que
finalizara la Guerra Civil (1865) para que se aboliera
definitivamente en todo el país. En el Congreso de Viena
de 1814, el Reino Unido intentó convencer a otros
países para que adoptaran políticas similares,
consiguiendo que casi todos los países europeos aprobaran
una normativa al respecto o firmaran un tratado que prohibiera
este tipo de tráfico. El Tratado de Ashburton de 1842
entre el Reino Unido y Estados Unidos estableció el
mantenimiento
de fuerzas en la costa africana para vigilar el cumplimiento de
la ley. En 1845, la colaboración de las fuerzas navales
del Reino Unido y Francia fue sustituida por el derecho mutuo de
inspección de barcos para vigilar el cumplimiento de la
normativa vigente. La limitación del número de
esclavos condujo a una mejora de sus condiciones de vida. Los
esclavos de las Antillas francesas obtuvieron la libertad en 1848
y en las holandesas en 1863.
En América, la emancipación y el
nacimiento de las nuevas repúblicas provocó la
abolición de la esclavitud: México la
abolió en 1813, Venezuela y
Colombia en 1821,
y Uruguay en
1869. Sólo en Brasil la esclavitud perduró hasta
1888. En las guerras de
independencia, la población negra de algunos países
se alineó simultáneamente del lado de los patriotas
criollos. En general, el proceso de
abolición de la esclavitud, en los primeros años de
las nuevas repúblicas, chocó con los intereses y
las exigencias de las burguesías conservadoras, reacias a
su aceptación.
En España, a pesar de repetidos intentos
liberales, la abolición de la esclavitud sólo fue
posible tras una serie de conflictos y
tensiones, especialmente en Cuba, que la abolió en
1886.
ESCLAVITUD EN
EL SIGLO XX:
La Convención Internacional sobre la Esclavitud,
celebrada en Ginebra en 1926, y en la que participaron los 38
países de la Sociedad de Naciones, aprobó la
supresión y prohibición del comercio de esclavos y
la abolición total de cualquier forma de esclavitud. Las
propuestas surgidas de esta Convención se confirmaron en
la Declaración Universal de Derechos Humanos
adoptada por la
Organización de las Naciones Unidas
(ONU) en
1948.
En 1951, el Comité de la ONU informó sobre
la esclavitud de que esta práctica estaba disminuyendo
rápidamente y que sólo quedaban vestigios en
algunas partes del mundo (Mauritania fue el último
país en abolirla en 1980). El Comité informó
asimismo de que un gran número de personas vivían
aún bajo formas de servidumbre similares a la esclavitud.
Estos tipos de servidumbre incluían el peonaje, los abusos
de menores y la entrega de mujeres en matrimonio de
forma involuntaria. En 1956, y por recomendación del
Comité, se celebró en Ginebra una nueva conferencia a la
que asistieron 51 países. Esta conferencia tomó la
decisión de celebrar una convención adicional sobre
abolición de la esclavitud, comercio de esclavos e
instituciones
y prácticas similares a la esclavitud. Desde ese momento,
cualquier incumplimiento de sus resoluciones pasaría a los
tribunales internacionales de justicia.
Esclavos africanos, siglo XIX
Después de casi tres siglos de tráfico
activo de esclavos, diversos poderes coloniales proscribieron
dicha práctica a principios del siglo XIX. Sin embargo, su
propiedad no fue abolida hasta muchos años después.
Dinamarca declaró ilegal la importación de esclavos
en 1792. El Reino Unido le siguió en 1807 y los Estados
Unidos tres años después. En América, con el
nacimiento de las nuevas repúblicas, México
abolió la esclavitud en 1813, Venezuela y Colombia en 1821
y Uruguay en 1869.
Hulton Deutsch
DISCRIMINACIÓN
Discriminación social, situación en la que
una persona o grupo es tratada de forma desfavorable a causa de
prejuicios, generalmente por pertenecer a una categoría
social distinta; debe distinguirse de la discriminación positiva (que supone
diferenciación y reconocimiento). Entre esas
categorías se encuentran la raza, la orientación
sexual, la religión, el rango
socioeconómico, la edad y la discapacidad.
Existe una amplia legislación contra la discriminación en materia de
igualdad de
oportunidades de empleo,
vivienda y bienes y
servicios.
La mayor parte de los países practican la
discriminación contra extranjeros y otras minorías
dentro de sus fronteras. Esta discriminación puede ser por
razones de religión (como la existente entre protestantes
y católicos o entre musulmanes y judíos), por
razones de raza (como la política de apartheid que se
practicó en Sudáfrica entre 1948 y 1992) o por
razones de sexo (como
ocurre en muchos países donde las mujeres tienen derechos
muy limitados). La legislación de cada país
debería ser el medio para combatir la
discriminación, pero con frecuencia son precisamente estas
leyes las que, de forma activa o pasiva, alientan las
prácticas discriminatorias. Por lo general se ha observado
que la discriminación aumenta de forma considerable en
periodos de recesión económica, en donde la
población vuelca su insatisfacción sobre otros
grupos étnicos o religiosos considerados como presuntos
causantes de esta situación.
Los esfuerzos internacionales para combatir la
discriminación han sido casi inexistentes hasta la
aprobación de la Carta de las
Naciones Unidas (ONU) en 1945. Uno de los objetivos de
este documento era fomentar "el respeto por los derechos humanos
y las libertades fundamentales de todos los individuos sin
distinción de raza, sexo, idioma o religión". La
Declaración Universal de los Derechos Humanos, aprobada
por la Asamblea General de las Naciones Unidas en 1948, contiene
una amplia afirmación de los derechos humanos, aunque
carece de efecto vinculante sobre los Estados miembros.
Posteriormente la Asamblea General aprobó el Acuerdo sobre
Derechos Civiles y Políticos (que entró en vigor en
1976), así como acuerdos específicos sobre
prevención y penalización del genocidio y sobre
eliminación de cualquier forma de discriminación
racial. Estos acuerdos fueron firmados por la gran mayoría
de los países, entre los que no se encontraba Estados
Unidos, aunque en febrero de 1986 el Senado de este país
respaldó la condena de la ONU sobre el
genocidio.
El principal obstáculo a la protección
internacional de los derechos humanos es el hecho de que la
mayoría de los países no aceptan la
intervención en sus asuntos internos, y no reconocen la
discriminación de sus propios ciudadanos. En cierta medida
esta dificultad ha podido ser solventada por organizaciones como
la Comisión Europea de Derechos Humanos y la
Comisión Interamericana de Derechos Humanos. Algunas
organizaciones independientes, como Amnistía
Internacional, trabajan por la protección de los derechos
humanos y contra la discriminación en todo el
mundo.
MOHANDAS KARAMCHAD
GANDHI O MAHATMA GANDHI
(1869-1948)
Líder nacionalista indio que llevó a su
país a lograr la independencia mediante una revolución
pacífica.
Llamado el Mahatma (alma grande). Curso estudios
de derecho en Londres (1888-91) y se estableció en la
Republica de Sudáfrica (1893-1914), dedicado a la defensa
de los indios allí afincados. De nuevo en la India, a
partir de 1917 se revelo como una singular personalidad
política y se convirtió e el primer dirigente del
movimiento
nacionalista (1919). Su ideología, inspirada en la Biblia
e influenciada por Ruskin y Tolstoi, principalmente
contenía dos aspectos fundamentales: verdad y no
violencia.
Su pensamiento filosófico y su postura
política pacifista le llevaron a la cárcel en
repetidas ocasiones, pero supo sobreponerse con una vida
ascética y con varis huelgas de hambre, que acrecentaron
aun mas su prestigio. Desde 1931 reclamo la independencia de la
India, aunque sin éxito.
Su lucha contra los sangrientos enfrentamientos entre las
comunidades hinduista y musulmana constituyo su objetivo entre
1946 y 1947, que culmino con la independencia y la
división del país entre Pakistán y la India.
Fue asesinado por un extremista hindú, el 30 de enero de
1948.
CONCLUSIONES
- La doctrina antropológica o política
que es el racismo esta basado en un sentimiento, que en
ocasiones ha dado lugar a la persecución de un grupo
étnico considerado inferior. - El esclavo era como un objeto susceptible de ser
vencido o comprado como un bien inmueble, aunque se le
concedía la posibilidad de llegar a ser
libre. - El término de discriminación hace
referencia al trato de inferioridad dado a una persona o grupo
de personas por motivos raciales, religiosos, políticos,
de sexo, de filiación o ideológicos, entre
otros. - En la Declaración Universal de los Derechos del
Hombre de 1948 el derecho a no ser discriminado se encuentra
reconocido expresamente.BIBLIOGRAFÍA
- Biblioteca de Consulta Microsoft Encarta 2005.
- www.tolerance.org/indes.isp
- Lévi-Strauss, Claude. Raza y cultura.
Madrid: Ediciones Cátedra, 1996. Legendario
ensayo-manifiesto en contra del racismo y a favor de la
diversidad cultural. - Phillips, William D. La esclavitud desde la
época romana hasta los inicios del comercio
trasatlántico. Madrid: Siglo XXI de España
Editores, 1989. Historia de la esclavitud, con interesantes
datos de
referencia.
Autor:
Flores Huertas Sara
MATERIA: Metodología del Trabajo
UniversitarioASESOR: Rosario Zarate Cárdenas
CICLO: Primero
UNIVERSIDAD INCA GARCILASO DE LA VEGA
Nuevos Tiempos. Nuevas Ideas
Facultad de Estomatología
2007
- Se podría decir que las enseñanzas de
Gandhi inspiran los movimientos pacifistas en todo el mundo, al
tiempo que el recuerdo de su personalidad terminó por
adoptar proporciones descomunales, siempre como ineludible
referente de los sentimientos de lucha no violenta contra las
injusticias evidentes.
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