Síndrome de Burnout: Un estudio comparativo entre profesores y médicos de la ciudad de Durango
RESUMEN
El presente trabajo se
planteó como objetivos
identificar el nivel del Síndrome de Burnout que
presentan los profesores y los médicos de la ciudad de
Durango, establecer que variables
sociodemográficas marcan una diferencia significativa en
el nivel del síndrome de burnout que presentan ambos
profesionistas y establecer en qué aspectos del
Síndrome de Burnout presentan similitudes y diferencias
ambos profesionistas.
Teóricamente el trabajo se
fundamentó en una perspectiva psicosocial que conduce a
una conceptualización multidimensional del Burnout que
integra tres componentes: agotamiento emocional,
despersonalización y baja realización personal.
Para el logro de estos objetivos se realizo un estudio
comparativo, descriptivo-correlacional, transeccional y no
experimental. La recolección de la información se realizó a
través del Maslach Burnout Inventory en su versión
Human Services Survey, el cual fue aplicado a médicos de
consulta externa de las clínicas del sector salud y a una muestra no
probabilística de profesores de educación
básica de la ciudad de Durango.
Los resultados nos permiten afirmar que en cada una de
las dimensiones del burnout, y en el nivel general del burnout,
los profesores y médicos presentan un nivel leve;
así mismo se encontró que ninguna de las cuatro
variables sociodemográficas estudiadas establece una
diferencia significativa en el nivel con que se presentan cada
una de las dimensiones del burnout, y en el nivel general del
burnout, en los profesores y médicos.
INTRODUCCIÓN
Los profesionistas que trabajan directamente con
personas se ven expuesto a una serie de estresores
organizacionales que, según como sean vividos, resueltos y
afrontados, determinan la respuesta individual al estrés.
Esta respuesta al estrés puede dar lugar a comportamientos
adaptativos, que conducen necesariamente al aprendizaje y la
satisfacción profesional, o a comportamientos
desadaptativos, que provocan ineludiblemente el desgaste y la
insatisfacción profesional.
El desgaste profesional, producido por una mala
adaptación, ha sido objeto de múltiples investigaciones y
constituye todo un campo de estudio: el Síndrome de
Burnout o Síndrome del Desgaste Profesional. Burnout, es
un término inglés
que se traduce como, quemarse, gastarse, agotarse, fatigarse,
cansarse, sentirse exhausto, consumido, apagado, fundido,
"volverse inútil por uso excesivo".
El término burnout, acuñado originalmente
por Freudenberger (1974), procede del mundo del deporte y expresa la
situación que vivían los deportistas cuando no
obtenían los resultados deseados a pesar de sus grandes
esfuerzos y entrenamientos. Este autor comenzó por
observar una serie de manifestaciones de agotamiento, y
síntomas de ansiedad y depresión,
en los psicoterapeutas de una clínica para
toxicómanos y describió como estos profesionistas
iban modificando progresivamente su conducta y se
volvían insensibles, poco comprensivos y, en algunos
casos, hasta agresivos con los pacientes.
Posteriormente empiezan a surgir diversas
conceptualizaciones sobre este Síndrome, destacando entre
ellas las elaboradas por Maslach y Jakcson (1981) y Pines,
Aronson y Kufry (1981). A partir de ese momento, el
Síndrome de Burnout se convirtió en un
término que ha tenido una excelente recepción en
medios
académicos y no académicos, sin embargo su uso
recurrente ha propiciado que desafortunadamente pierda
"consistencia científica por ambiguo e inespecífico
y ha pasado a ser un cajón de sastre donde incluir
cualquier desajuste sociolaboral" (Mingote y Pérez, 2003;
p. 66). Esta situación nos obliga a que recurramos a su
acepción más común, y generalizada, donde se
considera al Burnout como un síndrome constituido por tres
dimensiones: el agotamiento emocional, la
despersonalización y la baja realización personal
(Maslach y Jakcson, 1981).
El agotamiento emocional se refiere a una
reducción de los recursos
emocionales y al sentimiento de que no tenemos nada que ofrecer a
los demás, acompañados de manifestaciones
somáticas y psicológicas, como el abatimiento, la
ansiedad y la irritabilidad.
La despersonalización se refiere al
desarrollo de
actitudes
negativas y de insensibilidad hacia los clientes o
receptores de servicios,
así como también hacia los colegas, que conduce con
mucha frecuencia a la idea de que son la verdadera fuente de los
problemas. Se
asocia con una actitud un
tanto cínica e impersonal, con el aislamiento de los
demás, con el etiquetamiento despectivo para calificar a
los otros, y con intentos de culpabilizarlos de la
frustración y el fracaso propio en el cumplimiento de los
compromisos laborales.
La baja realización personal se refiere a
la percepción de que las posibilidades de
logro en el trabajo han desaparecido, junto con vivencias de
fracaso y sentimientos de baja autoestima.
Generalmente afecta al rendimiento laboral, sobre la
base de una autoevaluación negativa, a veces encubierta
con una actitud de "omnipotencia" que hace redoblar los esfuerzos
aparentando interés y
dedicación aún mayores, que, a la larga,
profundizan el Burnout.
Los trabajos sobre el Burnout pueden ser agrupados en
tres perspectivas diferentes: psicosocial, organizativa e
histórica (Gil-Montes y Peiró, 1999):
1) La perspectiva psicosocial: pretende explicar las
condiciones ambientales en las cuales se origina el
Síndrome de Burnout, los factores que ayudan a mitigarlo
(especialmente el apoyo social) y los síntomas
específicos que caracterizarían el síndrome,
fundamentalmente de tipo emocional, en las distintas profesiones.
Además, en este enfoque se desarrolló el
instrumento de medición más ampliamente utilizado
para evaluar este síndrome, el Maslach Burnout Inventory
en su versión Human Services Survey (MBI-HSS).
2) La perspectiva organizativa: que se centra en que las
causas del Síndrome de Burnout se originan en tres niveles
distintos, el individual, el organizativo y social. El desarrollo
del Síndrome de Burnout genera en los profesionistas
respuestas al trabajo, que no tienen que aparecer siempre, ni
junta, como la perdida del sentido del trabajo, idealismo y
optimismo, o la carencia de simpatía y tolerancia hacia
los clientes e incapacidad para apreciar el trabajo como desarrollo
personal.
3) La perspectiva histórica: es un fruto de los
estudios realizados sobre las consecuencias de los rápidos
cambios sociales en Estados Unidos
después de la Segunda Guerra
Mundial en el trabajo y las condiciones laborales.
En la presente investigación, y en congruencia con la
conceptualización esbozada anteriormente, nos adscribimos
a la perspectiva psicosocial que concibe a este síndrome
como un proceso que se
deriva de la interacción que tiene lugar entre las
características del contexto laboral y las variables
personales.
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