- Conceptos de Reserva
internacional - Historia
- Propósitos
de las Reservas Internacionales - Consideraciones
sobre el nivel optimo de Reservas
Internacionales - Administración
de Reservas Internacionales - Finalidad
de las Reservas - Funciones de
las Reservas - Costes y
beneficios - Origen de las
Reservas - Usos de las
Reservas - Conclusiones
- Referencias
1.
INTRODUCCIÓN
Solamente aquellos países que tienen una moneda
doméstica que funciona al mismo tiempo como
moneda de reserva, en particular Estados Unidos,
pueden prescindir de mantener reservas
internacionales.
Para las economías pequeñas, con
deficiencia de recursos, como es
el caso de los países del Caribe, que dependen casi
exclusivamente de insumos externos de todo tipo, las reservas
internacionales revisten un significado vital.
Existen dos aspectos en lo que concierne al manejo de
las divisas. El
primero se relaciona con las decisiones sobre el manejo de la
cartera y el segundo se refiere a la adecuación de los
propios niveles que tengan las reservas de divisas.
Al definir las reservas internacionales, generalmente se
deduce el empréstito a corto plazo. Las reservas, para
fines operativos, pueden excluir las Inversiones en
activos
gubernamentales de países que están en dificultades
financieras y que pueden no tener la capacidad de rembolsar en la
fecha debida. Esta situación se da ocasionalmente en el
Caribe y ha dado lugar a crear el concepto de
reservas de divisas "disponibles".
2.
CONCEPTOS DE RESERVA INTERNACIONAL
Las reservas internacionales son los recursos
financieros en divisas con los cuales cuenta un país para
garantizar los pagos de los bienes que
importa y el servicio de la
deuda, así como para estabilizar la moneda. Las reservas
se incrementan o disminuyen de acuerdo a los saldos netos del
comercio
internacional.
Para que una moneda pueda considerarse como reserva
ésta debe ser aceptada como medio de pago internacional;
sólo los países con una moneda estable y firmemente
respaldada por su economía interna, y
que a la vez participen activamente del comercio
internacional, pueden poseer una moneda capaz de cumplir con tal
condición. Las monedas que históricamente han
jugado este papel son la libra esterlina de Inglaterra, el
dólar de los Estados Unidos y, en una medida mucho menor y
sólo recientemente, el marco alemán y el yen
japonés.
Las reservas suelen subdividirse en operativas y no
operativas. Las primeras son más líquidas que las
segundas, pues están constituidas por dólares
americanos y, eventualmente, otras monedas; las segundas
están conformadas por las tenencias de oro que poseen
los bancos centrales
de los países, son por lo tanto menos líquidas, y
se contabilizan también según su valor en
dólares.
La cantidad de reservas que posee un país influye
decisivamente en el tipo de cambio
de la moneda nacional: cuanto mayores sean las reservas de un
país más se tenderá a fortalecer
ésta, pues contará con un respaldo mayor, lo que
presionará hacia la revalorización de la misma;
cuando las reservas disminuyen, en cambio, se
genera una presión
hacia la devaluación de la moneda
nacional.
Según la 5ta edición
del Manual de Balanza
de Pagos (MBP5) (Manual de Balanza de Pagos,
quinta edición, Fondo Monetario Internacional, Washington,
1993.) establece el concepto básico de reservas
internacionales. Las reservas internacionales de un país
corresponden a "los activos externos que están a
disposición inmediata y bajo el control de las
autoridades monetarias para el financiamiento
directo de los desequilibrios en los pagos, para regular
indirectamente la magnitud de los mismos mediante la
intervención en los mercados de
cambios a fin de influir en el tipo de cambio, y para otros
fines."
Según esta definición, el concepto de
reservas internacionales se basa en el balance
general, y los "activos de reserva" constituirían un
concepto bruto. No incluye los pasivos externos de las
autoridades monetarias.
También forman parte integral del concepto de
reservas internacionales el hecho de poder
"disponer De ellas de inmediato" y estar "bajo el control de" las
autoridades monetarias. Es decir, sólo aquellos activos
que satisfacen estos criterios pueden considerarse activos de
reserva.
Los tipos de activos de reserva comprenden los activos
en moneda extranjera (monedas extranjeras y depósitos y
valores en
moneda extranjera), oro, derechos especiales de giro
(DEG), posición de reserva en el FMI y otros
créditos.
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