Variaciones en los precios de productos marinos y carnes por Semana Santa (Perú)
- La
anchoveta fue la mejor opción en los terminales
pesqueros - El
impacto de la Semana Santa en los precios de las
carnes - Fuentes
Bibliográficas
Oportunidad de "buen negocio" para los pescadores y una
caída temporal en las tiendas de ventas de
carnes es la Semana Santa. El hábito de no comer carnes
rojas durante el Viernes Santo es casi una condición para
la mayoría de católicos, por ello se ve una
variación en los precios de los
pescados y carnes.
Sin embargo, los católicos pueden hacer algunos
cambios en la dieta mediante "una razón fundada" y en ese
rango se incluye a los enfermos, a los ancianos o a todos
aquellos que sólo pueden preparar una comida que contiene
carne. Cabe resaltar que la Iglesia no
prescribe comer pescado el Viernes Santo, pero si comprarlo
resulta más caro que la carne vacuna, ahí cada cual
puede decidir qué hacer y para ello tiene diversas
opciones además del pescado.
Lo común en la población católica peruana es
sustituir la carne por el pescado o algún marisco pero se
ven afectados en sus economías, pues los precios de los
mariscos y pescados en diferentes mercados y
centros del Perú, se han incrementado de forma
considerable. Si el día anterior el precio de
pejerrey estuvo en 4 nuevos soles, el viernes santo el precio de
éste pescado está en 6.00 nuevos soles; si antes la
unidad de jurel estaba valorizado en un nuevo sol, en los
últimos días, la unidad del mismo pescado se
incrementa en su costo a un nuevo
sol con 50 céntimos.
Lo que ocurre es que el precio del pescado se
elevó en los mercados limeños. Tras un recorrido
por diversos mercados de Lima se comprobó que el que
más subió es la corvina. Hasta hace dos semanas
antes de Viernes Santo el kilo costaba S/. 12 y ahora lo venden a
S/. 18. El Toyo, que se adquiría a S/. 12, se elevó
a S/. 15 por kilo. El bonito subió de S/. 12 a S/. 18. En
tanto que el perico se elevó de S/. 6 a S/. 8 en los
mercados de Jesús María y el Mercado Central
de Lima.
Los precios de los productos
marinos en el terminal pesquero de Ventanilla se duplicaron ,
para malestar de los consumidores.
En días pasados, el precio del kilo de pota, por
ejemplo, se fijaba en S/.0,50, pero el jueves previo al viernes
santo, los comerciantes lo elevaron entre S/.0,70 y S/.1. El kilo
de caballa se ofertaba hasta en S/.2, mientras que en días
pasados estaba S/.1.El kilo de perico, que llega a medir hasta un
metro de largo, bordeaba los S/.10, cuando semanas anteriores no
superaba los S/.5. El kilo de cachema fluctuaba entre S/.4,50 y
S/.5, casi el doble que lo que costaba. Las amas de casa
también encontraron por las nubes el precio de la docena
de choros que estaba a S/.1,50, cuando 48 horas antes se
vendía entre S/.0,80 y S/.1.
Esto se observó un día previo a las 6.30
a.m. durante la inspección que realizaron funcionarios de
la Municipalidad del Callao con el fin de verificar el buen
estado de las
especies marinas y las condiciones de higiene de los
comerciantes, tanto en la conservación y
manipulación de mercadería como en la atención al público.
De esta manera cada uno de los productos que son
generalmente utilizados en la tradicional "pascuas", se disparan
en sus precios, generando cierta incertidumbre en la
práctica de la costumbre de cocinar alimentos en
abundancia para recibir estas fiestas de adoración al
señor creador y salvador de la humanidad.
Por otro lado, esta celebración genera el
crecimiento de la cantidad de comerciantes(mayor cantidad de
ofertantes) y requiere de mayor trabajo de
reordenamiento por parte de los integrantes de la Policía
Municipal, que intensificaron su trabajo en diferentes mercados y
plazas de expendio de productos de primera necesidad,
especialmente las acuáticas.
Todo esto responde a la tradicional ley de la
demanda y a la
ley de oferta
donde
Lamentablemente esta variación en el mercado
generó comentarios como "No puede ser, se supone que el
Perú es un país productor y exportador de pescado,
pero no alcanza para los propios ciudadanos; por el momento
dejé de comprarlo", frase donde se manifestó el
malestar por parte de la ciudadanía.
Página siguiente |