- Resumen
- La Muerte de
Jesucristo - El rescate de los
hombres - El
Bautizo de Jesús - Los
primeros cristianos - La vida
después de la vida - El
destino de nuestra alma - La
esencia del Alma - Conclusión
Resumen
Dentro del libre pensamiento
religioso se pueden realizar muchas conjeturas respecto de todos
los actores de los hechos acontecidos dentro de lo que se puede
llamar "divino". Siempre causa revuelo cuando se trata del
líder
de la Religión Cristiana, Jesús. Muchos
han sacado provecho económico al tratar temas espinosos
como: la virginidad de María (madre de Jesús), los
hermanos de Jesús, su esposa, sus hijos o linaje y el
Santo Grial, etc.
Sin embargo, pocos han tratado con profundidad los temas
teológicos sobre los hechos acaecidos con el Hijo de Dios.
¿Cuánto hay de verdad en la doctrina
enseñada por la Iglesia
Católica? ¿Jesús mencionó o dijo
alguna vez que con su muerte
limpiaría el pecado al mundo? ¿Es doctrina de
Jesús que con su sangre derramada
redimía el pecado del hombre?
¿Fue S. Pablo que impuso dicha doctrina?
Al leer el siguiente trabajo, no se
pretende cambiar las creencias religiosas de nadie, como tampoco
se quiere empañar la Fe guiada por la Iglesia o adquirida
por nuestros Padres. No se trata de Blasfemar pero tampoco que se
nos trate de heréticos, antes sirva para que el
pensamiento de las personas siempre sea libre y no enclaustrado
en los dogmas y prejuicios.
La Muerte de
Jesucristo
Uno de los principales dogmas de fe en el mundo
cristiano es la creencia de que Jesús, el Mesías,
tuvo dentro de sus propósitos de venir a la Tierra en
calidad de
Hombre, como Hijo de Dios, para morir para limpiar el pecado de
los hombres.
Es tanto el prejuicio
religioso que dicha creencia nos ha llevado a considerar que la
sangre derramada por Jesús en la cruz es símbolo de
que con su muerte pagó el pecado original cometido por
Adán. Sin embargo, dentro de los Evangelios no se
encuentra ningún pasaje o palabra en la cual Jesús
mencione que con su muerte libraría o
limpiaría al ser humano de los males que cometa en
éste mundo terrenal.
Recibimos la Eucaristía como símbolo de
que aceptamos el cuerpo y la sangre de Jesús para
remisión de nuestros pecados, pero ¿por qué
la Iglesia nos enseña que luego de esta vida tendremos un
juicio donde se valorará nuestros actos? ¿Podemos
ser condenados o salvos si ya Jesús murió por
nuestros males? Estas preguntas y muchas otras saltan al revisar
los Evangelios.
El rescate de los
hombres
Dentro del contexto de la sociedad en la
que vivían los judíos,
es decir, con la profecía de que vendría el
Mesías para el rescate del pueblo judío, y siendo
que Jesús se (le) proclamaba como el salvador de su
pueblo, no es difícil colegir que algunos hayan pretendido
ser parte del reino que se creía iba a implantar
Jesús; es decir, ser relevante y partícipes de un
reino terrenal luego del derrocamiento del Imperio
Romano.
Muchos contemporáneos de Jesús ya trataban
de realizar esta hazaña: revolucionarios (insurgentes)
como Judas el Galileo, Barrabás y otros, cuales fueron
perseguidos, encarcelados y muertos; aunque el yugo romano los
consideraba simples delincuentes. ¿Algo similar no ocurre
ahora con los grupos que se
revelan contra el sistema
establecido y dominante?
Como decía, muchos debían estar esperando
que Jesús rompa la esclavitud y
llegue al trono del nuevo reino de Israel.
¿Acaso Jesús no era proclamado como hijo de David
y, por tanto, heredero del reino de Israel? Tanto es así
que algunos discípulos cercanos a Jesús lo creyeron
también, razón por la cual, al escuchar que
Jesús tenía que morir ¿no lo interpretaron
tal vez que iba a morir por la causa de liberar al pueblo
judío?
Pienso que si, ya que inmediatamente la madre de los
hijos de Zebedeo (Juan y Santiago) le pide postrada a
Jesús para que sus vástagos se sienten a su derecha
e izquierda del trono. Pero Jesús (como sabemos) no vino
para rescatar al pueblo judío del yugo romano sino para
liberar al hombre del yugo que nos ata a éste mundo.
Dentro de éste contexto es fácil interpretar "dar
su vida en rescate de muchos"
La pregunta que les realiza Jesús: ¿Pueden
beber del vaso que yo bebo y ser bautizados con mi bautizo? es
mal interpretada por sus discípulos y responden
inocentemente: <<Podemos>>. Jesús les dice que
realmente pueden pero para ser grande en el Reino de Dios deben
primero ser servidores y
remata diciendo: <<El Hijo del Hombre no vino para ser
servido sino para servir y para dar su vida en rescate de
muchos>>. ¡Interesante! No dijo: "Vine para morir por
el pecado del mundo", porque si lo hubiera dicho así,
aún ahora, no lo habríamos entendido en su
verdadera magnitud. Porque una vez muerto, digo,
pensaríamos que todos los seres humanos nacemos y vivimos
sin pecado porque Jesús con su muerto ya lo lavo y nos
redimió, y más, que ya nunca moriríamos
porque: "La paga del pecado es la muerte"; y
como sabemos, aún existe la maldad en el mundo a la cual
debemos liberarnos sabiendo que Jesús nos dio esa libertad
cuando somos transformados con un nuevo nacimiento y, por tanto,
merecedores de una vida nueva luego de esta vida terrenal.
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