Formación docente en el Instituto Superior Pedagógico Público de Azangaro (Cuba)
RESUMEN
Formación
Docente en el Instituto Superior Pedagógico
Público de Azángaro" En la actual sociedad que
vivimos con un conocimiento,
la
educación tiene un rol fundamental en el desarrollo de
las personas, de las sociedades y
de los pueblos en la construcción de su historia. Recibir información, transformarla en conocimiento
y pasarla a la acción,
en una interrelación humana ética, y
en una época en la que el mundo está en constante
cambio,
cualitativo y cuantitativo por lo que es una necesidad
impostergable y constituye uno de los retos actuales de la
educación.
Un actor fundamental en este proceso
educativo en cualquiera de las sociedades es el profesor. Por
ello, el tiempo y
recursos que se
le dediquen es inversión y no gasto porque con ello se
está contribuyendo al desarrollo del profesional que ayuda
a construir el futuro humano de un país, y en especial lo
nuestro el Perú, para realizar un despegue del atraso
cultural, científico y humano.
La realidad actual de los profesores en el Perú
muestra
escenarios caóticos desde el momento que recibe una
formación deficiente y pésima al menos en la
última década que se caracteriza por tener un
declive de su nivel profesional, desvalorización de sus
remuneraciones y
sueldos paupérrimos, condiciones desventajosas para una
adecuada calidad de
vida y disminución de su reconocimiento
social.
Esta situación se relaciona con el hecho de que
el docente no ha tenido soportes ni posibilidades
explícitas en políticas
públicas específicas que le permitan realizarse
profesional y económicamente para que pueda dedicarse en
forma neta y exclusivamente a la carrera profesional del
magisterio, y no dedicarse a otras actividades del quehacer
humano para la supervivencia de su familia.
Frente a esta problemática tan álgida y
preocupante para cualquier sociedad en proceso de desarrollo
realizamos un diagnóstico, estudios e investigaciones
acerca de la problemática docente, y ha acogido
iniciativas, opiniones y pronunciamientos diversos, provenientes
del Acuerdo Nacional, del Consejo Nacional de Educación,
del SUTEP, de organizaciones de
la sociedad civil y
de los propios profesores, profesionales del resto de disciplinas
profesionales y más que todo las evaluaciones aplicadas
por la UNESCO y otros organismos internacionales que nuestra
educación está en forma deplorable en nuestra
sociedad peruana.
El planteamiento de la Carrera Pública
Magisterial y su Formación Inicial, implica necesariamente
la revaloración de la profesión docente dentro de
la sociedad que le toca vivir y educar sociedades futuras que le
espera, dentro de ello se considera el mejoramiento sustancial de
sus competencias, la
búsqueda de equilibrio
entre lo que se exige y lo que se ofrece al profesor en el
ejercicio de sus funciones y un
reconocimiento real de su rol social en un sistema
educativo por parte del Ministerio de Educación y las
autoridades competentes que debe caracterizarse por su calidad, eficiencia y
equidad.
En efecto, mejorar la calidad de los servicios
educativos implica la simultánea mejora de la
situación profesional, laboral y social
de los docentes para
que el docente formador tome su rol protagónico con
eficiencia y calidad en la formación inicial de los
estudiantes del Instituto Superior Pedagógico
Público de Azángaro.
El objetivo
principal del de la formación inicial de los futuros
docentes es crear las condiciones que permitan que se incorporen
al magisterio nacional docentes con una real vocación,
eficiencia en la práctica docente, un sólido
compromiso social y una formación idónea que
garantice una educación de calidad en beneficio de la
juventud
peruana estudiosa. Formación docente que permita enfrentar
con éxito
las nuevas exigencias pedagógicas, tecnológicas y
de gestión.
Este es uno de los mayores retos de los profesores
peruanos e implica aceptar la insuficiencia de una
formación inicial que ya no puede ser Terminal sino que
tiene que ser una formación continua en lo futuro, la
idoneidad y calidad profesional son requerimientos que obligan al
profesor a una permanente verificación y
certificación de sus competencias. Sólo así
será posible garantizar el aprendizaje
actualizado de los estudiantes en una sociedad en cambio y
cooperar en su formación integral como personas
responsables de su ética
profesional como docente.
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