- Concepto
- Evolución
histórica del concepto de
psicopatías - Clasificación
según criterio de la OMS - Causas
- Caracterología
psicopática - Los
psicópatas - Caracterización
de los psicópatas - Tipos de
psicópatas - Tipos de
relación del psicópata - Tipología de los
psicópatas - Los 5
términos sintomáticos del
psicópata - Investigaciones
- Hechos
reales - Comentarios
finales - Bibliografía
INTRODUCCIÓN
Vasta, y desde hace mucho tiempo, ha
sido para la psiquiatría y desde ya para la
psiquiatría forense, la consideración, estudio e
interpretación en el plano
psicopatológico de las denominadas
Psicopatías.
Desde la distinción de aquellas personas que no
encasillaban en los cuadros de enfermedades mentales ya
delineadas, las características "específicas" de la
anormalidad que aquellas personas exhibían, su diagnóstico, ubicación
clínica dentro de la taxonomía
psiquiátrica, su tratamiento y sus implicancias
psiquiátricas forenses, se han desarrollado
múltiples estudios y búsquedas de
explicación etiológica y sintomatológica de
lo que hoy se denominan "trastornos de la
personalidad".
Múltiples también han sido las
diferenciaciones y cambiantes las posturas de los autores de la
especialidad, siempre indudablemente en la búsqueda de su
correcta y adecuada categorización, por la variabilidad de
sus características y la lógica
dificultad que ofrecían y ofrecen, diríamos mejor,
tanto para su diagnóstico, cuanto para su tratamiento,
así como su conveniente ubicación, claro
está por su trascendente repercusión en los
distintos aspectos psiquiátricos forenses.
Dado todo ese número de inconvenientes que
permanentemente ha generado el concepto de
psicopatía, a través de la historia del mismo, tal vez,
nos lleve a preguntarnos, tal como lo señala Kurt
Schneider en su tratado Las Personalidades Psicopáticas,
¿y el problema de los psicópatas, en general, no es
sólo todavía historia?
Es que en el proceso
evolutivo del concepto de psicopatía, ha transcurrido en
la bipolaridad orgánico-psicológica, vale decir
desde la posición de la ya superada noción de la
"degeneración" de Morel a las psicológicas a
ultranza que suponen que no hay psicópatas y que las
personalidades anormales no serían nada más que
trastornos del desarrollo
psíquico.
Cualesquiera fuesen las interpretaciones
psicogenéticas de este tipo de anormalidades, es indudable
que se observan en el ámbito de la clínica
psiquiátrica como en el psiquiátrico forense,
aquellos sujetos que sin presentar alteraciones del curso del
pensamiento, a
pesar de poseer muchas veces un nivel intelectual potencialmente
normal, con graves desequilibrios caracterológicos por la
deficiente integración de su personalidad,
que ha despertado el interés de
la especialidad desde muy antiguo.
PSICOPATÍAS
La psicopatía se contempla como un trastorno
de la personalidad y no como un trastorno mental semejante a
la esquizofrenia
o a la depresión. En este hecho parece haber
un acuerdo entre los diferentes autores, en tanto, por otra
parte, un trastorno de la personalidad es un patrón
permanente e inflexible de experiencia interna y de comportamiento que se aparta de las
expectativas culturales de la persona y
tiene su inicio en la adolescencia o principio de la edad adulta.
Además, es estable a lo largo del tiempo y produce
malestar y perjuicios para dicha persona.El trastorno antisocial de la personalidad,
también denominado psicopatía,
sociopatía o trastorno disocial de la personalidad,
tiene como característica principal el desprecio y
violación de los derechos de
los demás. Las personas con este trastorno se
caracterizan por despreciar los deseos, derechos y
sentimientos de los demás, muestran pocos
remordimientos, carecen de empatía, son insensibles.
Por otro lado, pueden y suelen poseer cierto encanto
artificial. Trastorno antisocial no es sinónimo de
comportamiento delictivo. Aunque, por supuesto, no se puede
negar la existencia de relación entre ambos
términos. La psicopatía supone un claro e
importante factor de riesgo para
la reincidencia en general y para la violencia
en particular.Se hace imprescindible una identificación lo
más clara y concisa posible sobre el trastorno de la
psicopatía. Para ello, se evalúa mediante
distintos sistemas
clasificatorios (DSM- IV, CIE-10, Escala
Hare,…). El psicópata no está trastornado
mentalmente. Frente a ello, lo que no cabe lugar a dudas es
que no estamos hablando de una persona normal, aunque es
plenamente consciente de sus acciones.La personalidad psicopática ha sido estudiada
a lo largo de la historia de la psiquiatría,
recibiendo variadas denominaciones tales como locura moral,
inferioridad psicopática, sociopatía,
personalidad amoral, asocial, antisocial o disocial. En la
etiología de esta entidad probablemente confluyan
factores genéticos y medioambientales (crianza,
experiencias infantiles, etc). Algunos estudios han
encontrado alteraciones en el electroencefalograma y otros
han descrito pequeñas malformaciones congénitas
con mayor frecuencia que en la población general.Los psicópatas se caracterizan
básicamente por su desprecio hacia las normas
establecidas por la sociedad.
Carentes de principios
morales, sólo valoran a las demás personas en
la medida en que puedan serles de alguna utilidad
práctica, de modo que no tienen reparo alguno en
atropellar los derechos ajenos cuando estos representan un
obstáculo para el logro de sus propósitos.
Vemos así que en el historial del psicópata
abundan actos delincuenciales como robos, agresiones,
chantajes, estafas, violaciones y hasta crímenes. Su
falta de sentimientos de culpa se traduce en todo tipo de
justificaciones para sus actos, de modo que el
psicópata se muestra a
sí mismo como incomprendido o víctima de la
sociedad, guiándose siempre por sus propias reglas y
no admitiendo nunca el menor remordimiento o vergüenza
por sus atropellos.Impulsivos por naturaleza, no miden el peligro ni las
consecuencias de sus acciones, incurriendo repetidamente en
actos riesgosos para sí mismos y para los
demás, como conducir imprudentemente, consumir
sustancias adictivas o participar en actos delictivos.
Incapaces de tolerar las frustraciones, pueden ser muy
violentos si no consiguen lo que se proponen por medios
pacíficos. Propensos al aburrimiento, buscan
continuamente las emociones
intensas y se consideran a sí mismos como personas de
acción, intrépidos o
temerarios.Sus relaciones
interpersonales son frías y superficiales, se
interesan sólo por sí mismos, suelen ver a los
demás como objetos intercambiables y son incapaces de
sentir afecto por otras personas, aunque pueden aparentar lo
contrario si lo consideran necesario. Son manipuladores,
utilizan a los demás para el logro de sus objetivos
y no dudan en aprovechar las debilidades ajenas, que suelen
descubrir rápidamente, si son inteligentes. Son
también sumamente deshonestos, mienten con frecuencia
y con gran facilidad, y aunque pueden generar simpatía
en algunas personas por su aparente independencia y temeridad, no son capaces de
mantener relaciones sentimentales duraderas, siendo por lo
general infieles y promiscuos sexualmente.Este trastorno suele iniciarse tempranamente, en la
adolescencia o aun en la infancia,
con mala conducta
escolar, maltrato de animales o
niños pequeños, agresividad,
violencia, mentiras frecuentes y delitos
menores como robos o daños a la propiedad
ajena.CONCEPTO
Página siguiente |