El Marxismo y el control del crimen en la sociedad capitalista neocolonial peruana
- El delito y la clase
dominante - El
control del crimen como arma de defensa de los intereses de la
clase dominante - La
desmistificación del derecho penal en la sociedad
peruana
"No se puede afirmar hechos e ideas nuevas si no
se rompe definitivamente con los hechos e ideas viejas"
(José Carlos Mariátegui)
Empezaremos argumentando en éste humilde ensayo, que no
se conoce y entiende completamente nuestra existencia
contemporánea, porque nuestra comprensión del
pasado como del presente se encuentra mistificada por una
ideología (concepción del mundo,
conciencia o
filosofía), que nos miente y nos engaña
constantemente, que sólo sirve par preservar el orden
económico-social, político-jurídico
vigente.
Y si se quiere eliminar la explotación y la
opresión de alguna época determinada, debemos
reflexionar críticamente y en forma activa acerca de
nuestras propias opiniones y práctica cotidianas,
comprendiendo dialéctica e históricamente la
cosmovisión del mundo que nos rodea. Marx,
tenía razón al precisar que: "No es la
conciencia del hombre la que
determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que
determina su conciencia". En tal sentido, debemos entender
que cualquier posibilidad de una vida distinta resultará
únicamente de nuevas ideas que se formen en el curso de la
modificación de entender nuestra concepción del
mundo y de nuestro modo de vida, siendo necesario para ello un
nuevo punto de partida: intelectual, espiritual,
políticamente y comprendiendo que son los hombres los que
hacen su historia por su acción
según su voluntad, que es la expresión de sus ideas
(ideología), las que proceden de sus condiciones de
existencia material, de su pertenencia a una clase. Por lo
que, solamente con una filosofía de la praxis
crítica
de nuestras ideas para luego enrumbarlas hacia una acción
revolucionaria precisa, solo así, podremos empezar a
construir un mundo mejor.
En tal sentido, podremos precisar, que en el campo del
régimen legal, nuestro pensamiento se
limita a confirmar una ideología oficial que respalda el
orden social y económico vigente. Mientras no se comprenda
la naturaleza del
derecho en la sociedad
imperialista-capitalista y neocolonial, seguiremos sujetos a una
realidad opresiva. De lo señalado diremos entonces, que,
se necesita una filosofía crítica-marxista del
orden legal imperante, que permita encarar y procurar el logro de
una nueva realidad.
Por lo que, contrariamente a las interpretaciones
liberal-burguesas, la teoría
marxista es altamente creativa, abierto a las interpretaciones de
cada época generacional, haciéndose necesario por
ello, nuevos estudios e interpretaciones críticas de Marx.
Así la filosofía crítica posibilita una
nueva comprensión de Marx en cada época del
desarrollo
histórico de las sociedades.
Entonces podríamos establecer que mediante una
filosofía crítica del sistema legal,
nos permitirá comprender lo que ha quedado fuera de
examen. Porque únicamente con una comprensión real
del significado del orden legal, a través de una
Teoría crítica marxista, será posible
superar el presente y crear una existencia alternativa al
statu quo establecido, por cuanto, el objeto final de una
filosofía crítica del orden legal, es, la
liberación, la que se logrará a través de
una crítica marxista y de la acción revolucionaria
de los hombres permitiéndonos salir de esta manera de la
ideología oficial y de las condiciones de la
época.
Solamente con una análisis crítico del control del
crimen en la sociedad Capitalista Neocolonial, se podrá:
encarar a la ley penal como
instrumento del Estado al
servicio de
las clases
sociales dominantes "para preservar el orden
económico y social existente".
Es necesario previamente establecer que se entiende
por Estado, así tenemos que según la interpretación del liberalismo burgués manifiesta que
el Estado
es la "nación jurídicamente
organizada". No hace distinciones de clases: es la "nación" en su conjunto o sea, todos los
ciudadanos de un país. El Estado, según el
liberalismo, representaría a todos por igual. Es
decir:"(…), el Estado existe para mantener la
estabilidad de la sociedad
civil. La ley se mira, en consecuencia, como un conjunto
de reglas establecidas mediante consenso, por los gobernados,
o más bien por los "representantes" de los gobernados.
Semejante noción del Estado y de su derecho presenta
una falsa realidad, pero una realidad que sirve para los que
se benefician de esa concepción: los que
gobiernan".Para la filosofía crítica marxista el
Estado nunca representa a "todos por igual". EL Estado es la
cristalización institucional de determinadas
relaciones sociales de fuerza y,
por ello mismo, nunca es neutral ni independiente de la lucha
de clases. El Estado defiende a algunos sectores en
particular. En la sociedad capitalista esos sectores
pertenecen a la burguesía. El Estado del capitalismo no es sinónimo de la
"nación" en su conjunto. Es un Estado burgués.
Más aún:"El sistema jurídico es una aparato creado
para asegurar los intereses de la clase dominante.
Contrariamente a la creencia general, la ley es un
instrumento de la clase dominante".Es decir, el régimen legal es tan sólo
la ordenación y regulación con que se disimula
el poder de
la clase dominante. Proporcionando la clase dominante, los
medios
represivos necesarios que se encuentran a sus servicio para
el control compulsivo y violento de la mayoría de la
población, como son: los cuerpos
policiales, el ejército, la judicatura (jueces,
fiscales) y las cárceles. El resto de las Instituciones, administración, partidos burgueses,
escuelas, iglesias…sirven, o bien para administrar el
capitalismo o para difundir sus ideologías entre las
masas y mantenerlas sumisas.Por consiguiente el Estado:
"(…) en el que exista la propiedad
privada sobre (…) los medios de producción y en el que domine el
capital,
es, por muy democrático que sea, un Estado
capitalista, una máquina en manos de los capitalistas
para mantener sometida a la clase obrera y a los campesinos
pobres (…)".y su sistema jurídico anexo reflejan y sirven
a las necesidades de las clases dominantes,
porque:"(…) el origen de la norma
jurídica-penal está sujeta a influencias
histórico-sociales que tienen ligazón con las
condiciones económicas-sociales del momento, y
reflejan en gran medida intereses de grupo y
sobre todo de la clase social dominante".Por lo que, la santidad legal no tiene en todos los
casos un fundamento realmente justo y consensual, y que el
principio de la legalidad
y la máxima "nullum crimen, nulla poena sine lege" (no
hay crimen, no hay pena sino está previamente prevista
en la ley), no pasa de ser una frase histórica o
ilusión de algunos que inocentemente creen en
líricos principios
supuestamente defensores de la arbitrariedad y de la
injusticia social, puesto que en la realidad de los hechos no
existe una garantía de justicia o
igualdad
de la ley, porque ésta igualdad ante la ley
es:"(…) alterada por la división de la
sociedad en clases sociales y el dominio de
las clases que detentan los medios de producción sobre
el control de la ideología, en una época
histórica determinada".En donde se observa que el Derecho Penal
burgués, en sí sólo, protege a una
minoría de la población, a los explotadores a
los detentadores del poder económico y político
y por ende propietarios de los medios de producción,
en desmedro de las grandes mayorías, carentes de
bienes y
propiedad privada de los medios de producción, y que
solo son dueños de su fuerza de trabajo
(desocupados, explotados, oprimidos, pobres, excluidos
sociales), impidiendo el sistema jurídico que las
clases desposeídas adquieran poder.En otras palabras diríamos que tener fe ciega
en los parámetros legales estipulados por el Derecho
penal, y aceptar la explicación y descripción de los fenómenos del
crimen, delincuencia sin el mayor análisis
crítico es caer en una postura subjetiva,
dogmática, al creer en la "cientificidad" de esta
perspectiva de estudio del delito, de tendencia
técnico jurídico y acrítica.Las tasas de criminalidad de cualquier Estado
también constituyen un índice de la medida en
que la clase dominante, a través de su aparato de
derecho punitivo, debe ejercer su coerción sobre el
resto de la población evitando de esa manera cualquier
amenaza a su capacidad de gobernar y poseer. Así la
ley penal como medio de coerción para el
establecimiento del orden interno en interés de la clase dominante se
convierte en una premisa fundamental de la crítica
radical sobre el crimen.La idea de que la sociedad peruana puede
comprenderse del mejor modo sobre la base de su estructura
de clases choca con las nociones convencionales. Sigue siendo
sorprendente para muchos ciudadanos enterarse de que en el
Perú sigue existiendo un capitalismo selectivo,
conforme da a conocer la Federación Regional de Rondas
campesinas y urbanas de Cajamarca, al afirmar que el : Estado
y los sucesivos gobiernos con sus leyes y sus
políticas económicas han
condenado a más del 50% de la población
nacional a la miseria y a la extrema miseria, al hambre, a la
desocupación, conduciéndolos a
la ruina humillante e inmisericorde. El Estado y el gobierno
son opresores, in-equitativos y excluyentes.De igual manera Hernando de Soto, precisa que en la
sociedad peruana impera un capitalismo selectivo en donde no
hay, una economía abierta a los más
pobres que son la mayoría, sino abierta a la inversión extranjera esto se explica
debido a que existe una mala e injusta distribución de la riqueza social, de
la renta nacional per cápita, pues sólo: el 20%
de la población de altos ingresos se
lleva el 48% del ingreso nacional, en tanto, el 20% de la
población más pobre, percibe un mísero
ingreso del 6% que queda de la renta nacional repartida,
entre las clases sociales antagónicas, entre la
burguesía y trabajadores y campesinos
pobres.Y más aún se pude evidenciar, que con
la instauración del fujimorismo en el año de
1990 y su posterior caída en el 2000 se marco una
década de reestructuración de la
economía neoliberal que no es sino "la
reedición, en nuevas condiciones, del viejo Estado
centralista, de apertura total al capital extranjero
(especialmente norteamericano y europeo) y de exportación de materias primas,
incondicional sujeción a los organismos financieros
internacionales como: FMI, BM,
incremento de la deuda externa
total por encima de los 30,000 millones de dólares y
la deuda
pública trepa los 20,000 mil millones de
dólares pese a la cancelación en los
últimos años de 12,000 millones de
dólares, atropello de derechos
económicos, políticos, sociales y humanos de
los peruanos, el capitalismo promueve el saqueo de nuestros
recursos
naturales, reprimarización de nuestra
economía, arruino de la agricultura.Con la desregulación del trabajo laboral se ha
intensificado la explotación del trabajo sobre todo
juvenil, incrementándose así mismo la pobreza,
la desocupación, exclusión social, favoreciéndose
las elites dominantes, demostrándose en los hechos que
el neoliberalismo (que no es más que, una
respuesta nueva del capitalismo a su crisis de
desarrollo), no sólo ha sido incapaz de resolver las
necesidades básicas de la población como:
salud,
educación, trabajo, etc., sino que por
el contrario ha agudizado las enormes diferencias existentes
en nuestra sociedad actual, haciendo más pobres a los
pobres y enriqueciendo más a los ricos todo por su
afán de acumular más riqueza.Todo lo anterior ha configurado la mayor presencia y
predominio del capital transnacional en las principales
decisiones del Estado, en alianza con los grupos de
poder internos, constituido por la gran burguesía
financiera y comercial, aliado permanente y subordinado de
las transnacionales e inversiones extranjeras aposentados en las
finanzas,
servicios,
minería, comercio,
y empresas
privatizadas, con los que se reparten los beneficios y
excedentes producidos por el modelo
neoliberal, en un proceso de
concentración y centralización de la riqueza, cuyos
intereses no tienen ningún punto de coincidencia con
los intereses del pueblo y nación peruanos.Conforme a las pruebas de
análisis radical, el gobierno, los negocios y
el capital extranjero son inseparables, lo que se evidencia
en fin de cuentas el
índice del predominio de la economía
capitalista de mercado,
así como del predominio de la clase burguesa que se
beneficia de esa perspectiva. Los elementos de juicio
respaldan ahora de modo abrumador la crítica radical
de la sociedad peruana.Una crítica de la economía política peruana
empieza entonces por la premisa, recién examinada, de
que la vida en el Perú está determinada por el
modo capitalista de producción dependiente o
neocolonial. Y siendo una sociedad capitalista neocolonial
existe una división de clases entre los que gobiernan
y los gobernados con sujeción o dependencia al
imperialismo norteamericano principalmente, de
los organismos multilaterales, de las transnacionales y de
los inversionistas extranjeros, con pérdida creciente
de soberanía política, económica e identidad
nacional.Como escribe MILIBAND aludiendo a la estructura de
clases de las sociedades capitalistas:"La vida económica y política de
las sociedades capitalistas está determinada
primordialmente por la relación, nacida del modo de
producción capitalista, por éstas dos clases:
la que es dueña y controla, y la clase trabajadora.
Estas son todavía las fuerzas sociales cuyo choque
configura, como ninguna otra, el clima social
y el sistema
político del capitalismo avanzado. De hecho el
proceso político en estas sociedades gira
principalmente en torno al
enfrentamiento de estas fuerzas, y pretende sancionar los
términos de la relación existente entre
ellas".Aunque existen otras clases, como la de los intelectuales, los pequeños y medianos
productores urbanos, la división entre la clase
dominante y la clase subordinada es la que establece la
naturaleza de la vida política, económica y
social capitalista.La clase dominante en la sociedad capitalista
neocolonial peruana, es aquella que funda su posición
política en la tenencia de los medios de
producción, por lo que el Estado es una necesidad
impuesta por los poseedores del poder económico para
continuar imperando sobre las mayorías
populares.La existencia de ésta clase arraigada
principalmente en la gran burguesía financiera y
comercial, aliado permanente y subordinado de las
transnacionales e inversiones extranjeras (FMI, BM, y del
imperialismo norteamericano) , es la clase dominante que toma
las decisiones que determina la vida de quienes están
subordinadas a esta clase, es decir las grandes
mayoría nacionales desposeídas de los medios de
producción y que solo cuentan con su fuerza de trabajo
para sobrevivir, es "(…) esta clase la que controla las
principales opciones políticas y la forma en que el
Estado aplica su poder(…)".Evidenciándose, así, que la sociedad
peruana se gobierna de acuerdo con los intereses de la clase
dominante, sometida a los dictados de los grandes monopolios
imperialistas.Es a través de una crítica radical de
la sociedad peruana, que nos permitirá, percibir,
así mismo, los intereses objetivos
que son independientes de la conciencia de los individuos que
la componen. Podemos, inclusive indicar valoraciones
normativas de esos intereses.Por consiguiente, la teoría crítica
marxista nos permite apreciar los intereses reales y
potenciales de las clases, sea de la clase dominante como de
las dominadas. Significa para una crítica del
régimen legal que podemos dejar de lado la
ideología oficial predominante, que sostiene la
existencia de una diversidad de intereses entre numerosos
grupos en competencia, determinando de esta manera los
intereses de quienes dictan las leyes y las emplean en su
propio beneficio.En tal sentido debemos entender que, el
interés primordial de la clase dominante consiste en
preservar el régimen capitalista existente. Con ello
la clase dominante protege sus intereses sea existenciales y
materiales. Esto se realiza en último
análisis mediante el régimen legal.Por ejemplo a nivel internacional si existiera una
amenaza a la seguridad
económica de los Estados
Unidos, está dispuesto a hacer un "uso unilateral
del poder militar para defender intereses vitales, que
incluyen "asegurar el acceso sin obstáculos a mercados
clave, aprovisionamiento de energía y recursos
estratégicos" y desde luego, todo lo que Washington
pueda decidir que está dentro de su
jurisdicción interna, así si algún
Estado se opusiera o amenazara su política
económica, como bien señala el
filósofo y analista político CHOMSKY,
sería calificado como "Estado Canalla", y considerado
enemigo como es el caso de Cuba
considerado uno de los principales Estados Canallas, debido a
su supuesta participación en el terrorismo
internacional, pero EE.UU. no cae en esta categoría
pese a sus ataques terroristas y bloqueo económico por
más de 45 años, por lo que Estado Canalla no es
sencillamente un Estado criminal, sino un Estado que
desafía las ordenes de los poderosos, quienes, desde
luego, están exentos. Así bajo este
calificativo el Imperialismo norteamericano fomenta y
perpetúa su hegemonía y el capitalismo salvaje
en zonas tan vastas del mundo a través de la
intervención militar como le resulta
posible.Esta es la historia de las relaciones exteriores
norteamericanas, regidas por los intereses de las
transnacionales y corporaciones de la clase dominante de
EE.UU. quienes poseen el 40 % de la riqueza de la
nación norteamericana.De manera análoga se aplica la ley penal en
el interior del país por la clase dominante para
conservar el orden interior. Los intereses de la clase
dominante se aseguran precaviendo cualquier amenaza al
sistema hegemónico. Así los militares en el
extranjero y la aplicación de la ley son dos facetas
de un mismo fenómeno, la preservación de los
intereses de la clase dominante, en cuyas manos están
las armas que
controlan. Su réplica ante cualquier amenaza es la
fuerza y la destrucción. "Las armas del control del
crimen, así como la idea y el funcionamiento del
derecho mismo, están regidos por la clase dominante"
por lo que un orden establecido constituye el interés
de la clase dominante. Desde esta visión
crítica entender el delito, el crimen es entender la
estructura y el funcionamiento del capitalismo neocolonial
peruano.EL DELITO Y
LA CLASE DOMINANTE
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