Los Valores en la
Psicología
Marxista
En la Psicología de orientación marxista,
un lugar importante lo ocupa el llamado enfoque histórico
cultural, sin embargo, ello no significa que sea el enfoque
dominante. La Psicología de orientación marxista no
es un sistema de
conocimientos homogéneo como habitualmente se piensa. Ella
se ha desarrollado en diferentes escenarios, haciendo frente a
demandas sociales y objetivas diferentes y por tanto bajo una
posición filosófica común, ha desarrollado
enfoques y posiciones diversas, siendo una de ellas el enfoque
histórico cultural desarrollado por L. S. Vigotsky.
El enfoque histórico cultural en la
psicología de orientación marxista señala
que para el ser humano el tiempo es algo
más que una propiedad de
la materia y una
dimensión física. El tiempo
humano es historia, la historia de su
surgimiento y desarrollo
como ser social, en interacción con los demás, es su
naturaleza
histórica, diferente de su naturaleza
biológica.
En el hombre las
relaciones con la naturaleza están mediadas por los
instrumentos de trabajos. Estos cristalizan, contiene el
conocimiento precedente de toda la humanidad. Son portadores
de la cultura y en
tal sentido son mediadores, lo cual forma parte de la naturaleza
cultural del ser humano.
La apropiación como el paso de un plano social
externo a un plano individual interno de los productos
histórico-culturales de la humanidad, es al mismo tiempo
un proceso de
construcción de las funciones
psíquicas superiores, de su transformación y
desarrollo.
El contenido psíquico ontogenético aparece
primero en un plano interspíquico, como relación
intersubjetiva y luego en un plano intrapsíquico,
constituyendo esta la ley genética
fundamental del desarrollo psíquico.
En el niño existe una zona de desarrollo
potencial entre lo que él sabe hacer sólo y lo que
puede hacer con ayuda de los demás. La enseñanza es desarrolladora cuando se
organiza desde este espacio. Para cada sujeto, en cada etapa de
su desarrollo hay una especial combinación de las
condiciones internas y las condiciones externas que determinan el
curso de su desarrollo psíquico, a lo que Vigotsky
denominó situación social del
desarrollo.
Una genuina práctica educativa, consecuente con
este enfoque debe hacer evidentes desde el punto de vista
metodológico y práctico los siguientes aspectos
esenciales:
- Revelar un diagnóstico optimista que refleje las
potencialidades del sujeto, no sólo su estado
actual y sus limitaciones, sino también las
oportunidades de aprendizaje y
educación. - Evidenciar las adecuaciones al contenido derivadas
del diagnóstico y su nivel de exigencia para el educando
como condición para su desarrollo. - La reconstrucción de los objetivos y
contenidos de los programas en
función de los niveles de complejidad que
aseguran el desarrollo del educando. - Desarrollar una metodología para el tratamiento del
error, que revele sus potencialidades diagnósticas y
permita retroalimentar el proceso. - Desarrollar la doble funcionalidad de las tareas
docentes:
diagnósticas y educativas. El diagnóstico del
aprendizaje debe tener lugar en el proceso mismo y no fuera de
el. Ello exige la definición de sus propias
categorías y de su contenido específico como
diagnóstico psicodidáctico.
La
teoría
Sociocultural de Vigotsky
Los procesos
psicológicos superiores (PPS), desarrollados por Vigotsky,
se originan en la vida social, es decir, en la
participación de sujeto en las actividades compartidas con
otros. La teoría sociocultural (TSC) propone analizar el
desarrollo de los procesos psicológicos superiores a
partir de la internalización de prácticas sociales
específicas.
El proceso es en verdad mucho más complejo toda
vez que el desarrollo parece involucrar cambios en la estructura y
función de los procesos que se transforman.
Principales características de los Procesos
Psicológicos Superiores (PPS) son:
- Están constituidos en la vida social y son
específicos de los seres humanos - Regulan la acción en función de un control
voluntario, superando su dependencia y control por parte del
entorno - Están regulados concientemente o la
necesitaron en algún momento de su constitución (pueden haberse
automatizado) - Utilizaron durante su organización, formas de mediación,
particularmente, mediación semiótica.
La evolución de los Procesos
Psicológicos Elementales no porta en sí misma
ningún rumbo que los lleve a una transformación en
PPS (si así fuera no habría necesidad de postular
una segunda línea de desarrollo). La introducción de una línea de
desarrollo cultural obedece al hecho de que lo social
intervendrá como un factor inherente a la
constitución de los PPS.
La constitución de los PPS requiere la existencia
de mecanismos y procesos psicológicos que permitan el
dominio
progresivo de los instrumentos culturales y la regulación
del propio comportamiento.
Ley de doble formación: En el desarrollo cultural
del niño, toda función aparece dos veces, primero a
nivel social (interpsicológica) y luego a nivel individual
(intrapsicológica). Esto puede aplicarse igualmente a la
atención voluntaria, a la memoria
lógica
y a la formación de conceptos. Todas las funciones
psicológicas se originan como relaciones entre seres
humanos.
El lenguaje es el
ejemplo paradigmático puesto que cumple el doble papel de
ejemplificar los PPS y es el instrumento central de
mediación para la interiorización de los
PPS.
Principales características del proceso de
interiorización:
No
es un proceso de copia de la realidad en un plano
interno.
La
realidad externa es de naturaleza
social-transacional.
El
mecanismo específico de funcionamiento es el dominio de
las formas semióticas externas.
El
plano interno de conciencia
resulta de naturaleza casi social.
El
dominio de los instrumentos de mediación. La
mediación semiótica y el dominio de
sí.
Vigotsky otorgaba el valor de
"herramientas
psicológicas" por analogía con las herramientas
físicas a los sistemas de
signos,
particularmente el lenguaje.
Mientras las herramientas físicas, a los sistemas de
signos, particularmente el lenguaje.
Mientras las herramientas físicas se orientan
esencialmente a la acción sobre el mundo externo,
colaborando en la transformación de la naturaleza o el
mundo físico, los instrumentos semióticos parecen
estar principalmente orientados hacia el mundo social, hacia los
otros.
- El lenguaje puede cumplir funciones diferentes, en
principio una función comunicativa y, luego, otra
referida a la regulación del propio
comportamiento. - El lenguaje sirve como instrumento para producir
efectos sobre el entorno social - El lenguaje puede a su vez plegarse sobre el propio
sujeto y también de acuerdo con su secundaridad sobre
sí mismo - Esta implicado centralmente en la
reorganización de la propia actividad
psicológica
A partir de los conceptos de significado y sentido
planteados por Lev Vigotsky, A. Leontiev (1983) elaboró la
categoría "sentido personal", que
fue desarrollado por otros autores de la psicología de
enfoque histórico cultural y que expresa la
relación existente entre motivo y objetivo y nos
permite revelar la compleja naturaleza subjetiva de la esfera de
valores y su proceso de formación a partir del estudio de
la actividad humana.
Este principio brinda tres poderosos elementos para el
abordaje metodológico del estudio de los
valores:
Su carácter sistémico
La relación entre motivo, objetivos y medios, como
esclarecedora o indicador de en qué medida el valor
regula la actuación del sujeto y de las regularidades
funcionales de los valores en sus distintas etapas de su
desarrollo.
El papel de la autoevaluación.
En suma, tal como señala Ojalvo8, que
conforme a esta teoría, el valor es considerado como todo
aquello creado por el hombre, tanto
de carácter material como espiritual, en lo que se
reconoce y a la vez se reproduce.
Actualmente, para entender el concepto de valor
conviene tener claro un conjunto de aspectos que contribuyen a
este fin, tal como refiere Calero (2002)9:
Los
seres humanos establecen relaciones con el medio natural y
social en que ellos se desenvuelven.
A
través de su actividad (productiva, intelectual,
artística, deportiva…) se ponen en contacto con
objetos materiales e
ideales (un producto
tangible, una cualidad de la
personalidad, una concepción, un
sentimiento).
En
este proceso de actividad humana, en permanente comunicación
social, surgen en el ser humano necesidades materiales y
espirituales, que al concretarse en objetos materiales y
espirituales que las satisfacen se convierten en
valores.
Los
valores se identifican con cualquier objeto material o
espiritual (o sea, productos tangibles, cualidades de la
personalidad, concepciones, sentimientos.) que
satisfacen una necesidad humana, son interiorizados y
aprehendidos a través de su propia experiencia vital,
esto da un sentido personal a las significaciones del mundo
exterior a él.
Cada ser humano interioriza aquello que satisface sus
necesidades personales y, sobre esta base posee interese
(necesidades hechas conciencia), forma convicciones, precisa
sus aspiraciones futuras y llega a analizar las posibilidades
que tiene de alcanzarlas: así se manifiestan los
valores.
Dirigen y orientan las acciones
humanas de forma consciente como proceso individual, permite
diferenciar a unos hombres de otros como entes únicos e
irrepetibles. Dos personas pueden realizar una misma actividad
y estar impulsados por valores diferentes. De ahí que se
afirme que son significados subjetivos que poseen un fuerte
componente individual.
Los
valores se forman en el proceso de socialización bajo la influencia de
diversos factores (familia,
escuela,
medios masivos de comunicación, organizaciones
políticas, sociales, religiosas,
etc.).
No
son inmutables ni absolutos, su contenido puede modificarse por
circunstancias cambiantes y pueden expresarse de manera
diferente en condiciones concretas también
diferentes.
En
la medida que los seres humanos se socializan y la personalidad
se regula de modo consciente, se va estructurando una
jerarquía de valores que se va haciendo estable, aunque
puede variar en las distintas etapas de desarrollo y
situaciones concretas.
Son
significaciones sociales que poseen las cosas, las personas,
etc. Dicha significación se refiere al grado en que se
expresa el progreso y el redimensionamiento humano en cada
memento histórico o circunstancia particular.
Son
cualidades reales externas e internas al sujeto. No es un
objeto, ni una persona, sino
que están en ellas.
No
sólo son cualidades reales externas e internas que
expresan las cosas, personas, fenómenos, etc. Si no que
también componen la estructura de la personalidad, en
tanto permiten captar esos significados reales a través
de la capacidad de lo sentidos en su actividad de
valoración o estimación, que permite asumirlos o
no.
Al
ser la personalidad un sistema de formación
psicológica, el valor puede manifestarse en toda su
estructura: el carácter, las convicciones, las
capacidades, etc. Se manifiestan en la acción
humana.
Son
guías y principios de
conducta que
dan sentido a la vida hacia la autorrealización, el
progreso y el redimensionamiento humano.
Los valores se identifican con lo material o espiritual
(cosas, hechos, personas, sentimientos y relaciones). Con
cualidades reales externas e internas al sujeto, de
significación social. Dicha significación se
refiere al grado en que se expresa el redimensionamiento humano.
Con cualidades de los componentes de la estructura de la
personalidad, en tanto permiten captar los significados a
través de la capacidad de los sentidos en
la actividad humana.
Se manifiestan a través de la actividad humana,
lo que permite interiorizar de la realidad aquellas cualidades
que satisfacen necesidades e intereses individuales y sociales.
En guías y principios de conducta que dan sentido a la
vida.
Se estructuran por las circunstancias cambiantes de la
realidad, por lo que puede su contenido expresarse de manera
diferente en condiciones concretas. Se jerarquizan en
dependencias de desarrollo de la personalidad y del desarrollo social
del contexto.
Clasificación de los valores
Augusto Salazar Bondy (1965)10,
clasifica los valores en:
1º Los valores sensoriales o hedonísticos
(del griego hedone: placer) como lo agradable y desagradable,
lo placentero y lo doloroso, lo sabroso, lo suculento, lo
asqueroso.
2º Los valores vitales como lo saludable, lo
insalubre, lo fuerte, lo débil, etc.
3º Los valores económicos y
técnicos como lo lucrativo, lo provechoso, lo
útil, lo inútil, lo eficaz, etc.
4º Los valores sociales y jurídicos como
lo justo, lo injusto, lo solidario, la igualdad, el
honor, el orden, etc.
5º Los valores religiosos como lo santo, lo
piadosos, la beatitud, la caridad, lo
sacrílego.
6º Los valores estéticos a saber: lo
bello, lo feo, lo bonito, lo elegante, lo cómico,
etc.
7º Los valores éticos como lo bueno, lo
malo, correcto, lo incorrecto, lo honesto, lo austero, la
probidad, etc.
8º Los valores teóricos cognitivos como lo
verdadero, lo falso, lo claro, lo riguroso.
Una clasificación muy extendida de los valores es
la siguiente (El Comercio)11:
1º Valores biológicos. Traen como
consecuencia la salud, y se cultivan
mediante la educación
física e higiénica.
2º. Valores sensibles. Conducen al placer, la
alegría, el esparcimiento.
3º Valores económicos. Proporcionan todo
lo que nos es útil; son valores de uso y de cambio.
4º Valores estéticos. Muestran la belleza en
todas sus formas.
5º Valores intelectuales.
Hacen apreciar la verdad y el conocimiento.
6º Valores religiosos. Permiten alcanzar la
dimensión de lo sagrado.
7º Valores
morales. Su práctica acerca a la bondad, la justicia, la
libertad, la
honestidad,
la tolerancia, la
responsabilidad, la solidaridad, el
agradecimiento, la lealtad, la amistad, la paz
entre otros.
De las anteriores clasificaciones, los más
importantes son, sin duda, los valores morales o éticos,
ya que estos les dan sentido y mérito a los demás.
Los valores morales dan sentido trascendente, autenticidad y
coherencia al quehacer del hombre, en lo personal y en su
convivencia con los demás.
Los valores morales
Son los que orientan nuestra conducta, en base a ello
decidimos como actuar ante las diferentes situaciones que nos
plantea la vida. Se relacionan principalmente con los efectos que
tiene lo que hacemos en las otra personas, el la sociedad o en
nuestro ambiente en
general. De esta manera, si deseamos vivir en paz y ser felices,
debemos construir entre todos una escala de valores
que facilita nuestro crecimiento individual para que, a
través de el, aportemos lo mejor de nosotros a una
comunidad que
también tendrá mucho para darnos. La practica de
los valores morales, es decir la acción moral, nos
acerca a la bondad, la justicia, la libertad, la honestidad, la
tolerancia, la responsabilidad, la solidaridad, el
agradecimiento, la lealtad, la amistad y la paz, entre
otros.
Responsabilidad
La responsabilidad está profundamente ligado al
de obligación y deber. Donde hay responsabilidad, hay
obligación o deber, ambos constituyen la materia prima
de la responsabilidad. El deber es impulso, sentimiento,
desinterés, ética. La
obligación es la forma. El deber es la
sustancia.
La responsabilidad garantiza el cumplimiento de los
compromisos adquiridos y genera confianza y tranquilidad entre
las personas.
Para sentirse competente para vivir y ser digno de la
felicidad, la persona necesita sentir que tiene el control de su
propia existencia. Esto requiere que esté dispuesto a
aceptar la responsabilidad por sus acciones y la
consecución de sus metas, lo cual conlleva el hecho de que
debe aceptar la responsabilidad por su vida y bienestar. La
práctica de ser responsable de uno mismo implica darse
cuenta de los siguientes aspectos:
Soy
responsable de hacer realidad mis deseos.
Soy
responsable de mis elecciones y actos.
Soy
responsable del grado de conciencia que introduzco en mi
trabajo.
Soy
responsable de mi conducta con otras personas:
compañeros de trabajo, asociados, clientes,
pareja, hijos, amigos.
Soy
responsable del modo en que distribuyo mi tiempo.
Soy
responsable de comunicarme correctamente con los
demás.
Soy
responsable de mi felicidad personal.
Soy
responsable de elegir los valores según los cuales
vivo.
Soy
responsable de elevar el grado de mi autoestima.
Educación en valores
Cuando se habla de valores, de su formación y
desarrollo, se refiere al aprendizaje como cambio de conducta. La
competencia no se
determina solo por lo que las personas saben o entienden, sino
por lo que pueden hacer (capacidades), lo que tienen el valor de
hacer y lo que son (personalidad y actitud).
Integrar los valores al aprendizaje de manera
intencionada y consciente significa no solo pensar en el
contenido como conocimientos y habilidades, sino en la
relación que ellos poseen con los significados de la
realidad, el que debe saberse interpretar y comprender
adecuadamente a través de la cultura y por lo tanto del
comportamiento científico y cotidiano, en ese sentido el
valor también es conocimiento, pero es algo más, es
sentimiento y afectividad en el individuo.
Así el aprendizaje de
un conocimiento matemático, físico o profesional
debe ser tratado en todas sus dimensiones: histórica,
política,
moral, etc., subrayando la intencionalidad hacia la sociedad.
Visto así el proceso de enseñanza-aprendizaje
adquiere un nuevo contenido por su carácter
integral.
De los cual se desprende que desarrollar la Educación en
valores implica12:
Encaminar el proceso educativo hacia el modelo ideal
de formación. Desarrollar el vínculo con la
realidad a través de lo socialmente significativo de
ésta en el proceso educativo dando sentido a la
formación socio humanista. Determinar estrategias
didácticas que involucren a los sujetos del proceso en
una actividad consciente, protagónica y comprometida.
Intencionalizar los valores en el proceso de
enseñanza-aprendizaje implica determinar los sistemas de
valores y sus contenidos en el diseño curricular y precisar los
principios didácticos que condicionan una manera
especifica de planificar, ejecutar y evaluar el proceso de
enseñanza-aprendizaje que influyen en el nuevo
tratamiento de las relaciones de los componentes de la didáctica.
Precisar la cualidad orientadora del proceso educativo.
Connotar socialmente significativo de la realidad hacia el
redimensionamiento humano de todos los componentes del
proceso.
Integrar las particularidades de formación y desarrollo
de los valores a la didáctica del proceso de
formación. Enriquecer la didáctica del saber y
del saber hacer con el saber ser, del contenido y del método,
etc. Así como apoyarse entre ellas.
La educación en valores es un proceso
sistémico, pluridimensional, intencional e integrado que
garantiza la formación y el desarrollo de la personalidad
consciente; se concreta a través de lo curricular y
extracurricular. Debe y puede incidir en lo que se quiere ser y
se quiere hacer y lo que se puede ser y se puede hacer en cada
momento de la vida o al menos es más factible, lo que al
final es decisión del individuo.
Condiciones para educar en valores
Las condiciones para educar en valores son:
Conocer al estudiante, sus intereses, valores,
concepción del mundo, motivación, etc. Actitudes y
proyecto de
vida (lo que piensa, desea, dice y hace).
Conocer el entorno ambiental para determinar el contexto de
actuación (posibilidades de hacer).
Definir un modelo ideal de educación.
Por lo tanto se puede educar en valores a través
del conocimiento, habilidades de
valoración-reflexión y actividad
práctica.
Los valores se asimilan de modo procesal y
dinámico, es decir se adquieren poco a poco, no de un solo
golpe; hay un período de sedimentación necesario
para que un valor se fije como parte de la identidad
personal. Y su fijación no es eterna: se replantean
permanentemente. Algunos de estos cuestionamientos son causados
por el propio desarrollo
personal. Los valores no se adquieren con el discurso sino
con la vivencia social, en la interacción con el medio ambiente
y con las personas, se aprende experimentalmente y no
referencialmente.
El aprendizaje de los valores en el educando se
manifiesta a través de actitudes. El docente o padre de
familia tiene que estar atento a estas exteriorizaciones para
comprender el avance educativo del estudiante y/o tomar las
providencias de reforzamiento que el caso requiera. Algunos
estudiosos de estas realidades, psicopedagogos, han elaborado un
panel de valores y actitudes básicas para la
educación, en diferentes áreas de desarrollo, con
el propósito de facilitar la comprensión del
desarrollo valorativo del alumno.
La educación de valores debe observarse,
también, en las competencias, los
cuales deben ser:
VALORES | COMPETENCIAS A |
| Autocontrol y Autoestima: |
| Orientación al logro: |
| Comunicación: |
| Desarrollo de la |
| Pensamiento crítico: |
| Ciudadanía : |
| Visión Global: Rol |
FUENTE: MINISTERIO DE EDUCACIÓN.
Estructura curricular
Estrategias para educar en valores
Para educar en valores es imprescindible cultivar la
criticidad, la creatividad y
la cooperación. Lo cual implica:
Los
alumnos deben expresarse y defender su opinión con
espontaneidad y libertad. Lo cual se consigue cuan en el aula,
los alumnos hablen con libertad de lo que piensan y sienten,
sin temor a que el profesor
reprima o condene lo que diga. Por ello, es necesario que el
docente promueva un ambiente de confianza y respeto; que sea
capaz de acoger y aprovechar las opiniones de los alumnos, aun
las desatinadas como medios de aprendizaje y reflexión;
que sean capaces de elaborar síntesis
a partir de la diversidad de opiniones.
Que
los alumnos planteen sus discrepancias sin temor.
Atreviéndose a contradecir, si es necesario, lo que el
docente propone. Esto implica de parte del profesor una actitud
de apertura; dominio del tema; una gran autoestima, que le
permita entender y sentir que la discrepancia no pone en
riesgo su
prestigio, sus conocimientos o autoridad.
Si no que, por el contrario, los alumnos valoren y respeten al
profesor que se atreve a reconocer sus limitaciones y sus
errores.
Los
alumnos deben ser capaces de formular críticas,
alternativas y sugerencias. Puesto que la crítica es la capacidad de juzgar hechos,
situaciones, opiniones, etc., frente a los cuales es posible
proponer algo distinto, que pueda ser mejor. Supone, de parte
del docente, que plantee siempre alternativas u opciones,
diversidad de enfoques, puntos de vista divergentes, etc.,
frente a los cuales los alumnos tengan que decidir,
después de analizar y juzgar.
Los
alumnos deben asumir responsabilidades, por propia iniciativa y
no por imposición del profesor, comprometiéndose
con las tareas asumidas. El profesor debe motivar
constantemente para que los alumnos, asuman el o los valores
que se enfocan.!
Los
alumnos deben ser conscientes de las consecuencias de sus actos
y las aceptan. Esto se podrá conseguir paulatinamente y
después del ejercicio de la autoevaluación y la
evaluación grupal, en las que el
acompañamiento del profesor es fundamental.
Los
alumnos deben integrar la teoría y la práctica.
Logren que lo que piensan, la teoría sea igual a lo que
hacen, la práctica. Sean coherentes. Sólo
así podrán cambiar la realidad.
Los
alumnos usen metodologías que ayuden a la criticidad.
Asuman métodos
que despierten el sentido crítico, que desarrollen la
capacidad de percibir la realidad como es, para que superen la
visión ingenua de la realidad.
Los
alumnos practiquen la autocrítica. Que en un ambiente de
diálogo y confianza, emitan juicios sobre
su propia actuación. Los mayores obstáculos para
lograrlo son el miedo, la desconfianza, el chisme, la
hipocresía, la mentira y la inautenticidad. Con la
formación de la autocrítica se busca ayudar a
pasar de la sinceridad (decir lo que se piensa) a la
autenticidad (vivir como se piensa).
Las innovaciones en las estrategias metodológicas
para procurar la asimilación de los valores son
importantes, para ello se cuenta con:
Proyectos
específicos
Trabajos en equipo
Discusión sobre dilemas morales
Simulación de solución de
conflictos
Juegos
Teatro
Jornadas de debates de los padres de familia
Reflexiones criticas sobre el comportamiento de los medios de
comunicación social
Un
Modelo Educativo en Valores
Un modelo educativo es el conjunto de propósitos
y directrices que orientan y guían la acción en las
funciones académicas para la formación de las
personas.
A través de él, se busca responder a las
necesidades de formación de la sociedad; pero desde una
visión de la misma, de la cultura, de los valores y
principios, de una concepción del hombre y de su
inserción en las distintas dimensiones de la vida. El
modelo constituye el elemento de referencia para el sistema
curricular a través del cual se articula el proceso
formativo
A continuación se propone el siguiente modelo
educativo basado en valores:
- Función:
- Formativa: proporciona
al alumno una formación integral que comprende aspectos
primordiales de la cultura de su tiempo: conocimientos
científicos, técnicos y humanísticos, que
le permitan asimilar y participar en los cambios constantes de
la sociedad; manejar las herramientas de carácter
instrumental adecuadas para enfrentar los problemas
fundamentales de su entorno y fortalecer los valores de
libertad, solidaridad, democracia,
justicia y honestidad; todo ello encaminado al logro de su
desarrollo armónico individual y social.
- Propedéutica:
prepara al estudiante para la vida.
Bases del modelo educativo:
- Parte de la misión
institucional, identificada en las funciones sustantivas de la
docencia,
difusión de la cultura, vivencia, promoción de valores y fortalecimiento de
la competencia personal; la institución se visualiza
como un sujeto que aprende, que acumula aprendizaje, de tal
manera que en cada generación los directivos y docentes
suman experiencia para atender de mejor manera el grado
de lo que se enseña.
- El sentido de la
formación que se plantea es Integral, se refiere a todas
las dimensiones que abarca la naturaleza
humana para desarrollar su potencial y dominio en las
diferentes esferas que involucran su saber, su ser y
hacer.
- En el ámbito
pedagógico, el Modelo se basa en el enfoque
constructivista de la enseñanza y el aprendizaje (que a
su vez retoma las teorías cognoscitivistas de Piaget,
Bruner, y Ausebel sobre el aprendizaje
significativo y la psicología sociocultural de
Vigotsky, así como en las teorías humanistas) que
contribuyen a la construcción del aprendizaje
significativo de los participantes.
- Se hace mayor
énfasis en el enfoque en el aprendizaje,
entendiendo que la educación debe de promover el
desarrollo del pensamiento
lógico y, a su vez, sus estructuras
cognoscitivas.
- Se cuenta también con
las líneas de orientación curricular a
desarrollar en el plan de
estudios que pretenden fortalecer las estructuras de
pensamiento y acción y deberán ejercitarse
en todos los contenidos del plan de estudios (en los tres
componentes formativos: básico, propedéutico y
profesional): habilidades del pensamiento, metodología,
valores, educación
ambiental, derechos
humanos, calidad,
comunicación, equidad de
género
La educación no puede reducirse a la
transmisión de información o conocimientos,
entendiendo que éste debe promover el desarrollo del
pensamiento lógico y, a su vez sus estructuras
cognoscitivas.
- Es un proceso
intencional y activo en donde con todas las habilidades y
conocimientos adquiridos, la persona construye ideas y
significados nuevos, al interactuar con su medio ambiente.
Deriva en un cambio de la estructura cognitiva, que es la
suma de conocimientos y habilidades del pensamiento,
más o menos organizadas, que se han adquirido a lo
largo de toda la vida y determinan la percepción de una persona, lo que puede
hacer y piensa.
- Se aprende siempre y
cuando se construya el conocimiento ya sea que asimile
la nueva información o que modifique sus esquemas
previos, el resultado es siempre una modificación en
su estructura cognitiva.
· La
enseñanza y el aprendizaje a partir del
modelo:
- Se asume que los
sujetos inmersos aprenden y se desarrollan en la medida en
que pueden construir significados en torno a
los contenidos curriculares o formas culturales
preexistentes; esta construcción incluye la
participación activa y global del alumno en el proceso
de enseñanza y aprendizaje, su motivación y aproximación con la
realidad, en donde el profesor actúa (a través
de estrategias de enseñanza) como mediador y
guía entre el alumno y la cultura para que el
estudiante modifique sus esquemas de conocimiento de manera
significativa, que realice un verdadero cambio conceptual y
actitudinal.
Perfil del estudiante:
- Las
características que se describen a continuación
consideran lo que debe tener el estudiante como producto de
una formación integral, esto es, aquellos atributos
deseables que orienten el desarrollo de los conocimientos,
habilidades, actitudes y destrezas del joven peruano para
incorporarse como sujeto útil y activo a la vida
cotidiana, a la educación superior y al mundo del
trabajo. Cabe mencionar que estos atributos hacen referencia
a cuatro capacidades básicas: intelectuales,
comunicativas, socioafectivas y productivas
- Perfil del docente:
Los atributos que consideran la intervención
pedagógica del docente, en relación con el enfoque
de la enseñanza centrada en el aprendizaje son:
Ø Disponibilidad para aprender
por cuenta propia y a través de la interacción
con otros.
Ø Habilidad para estimular la
curiosidad, la creatividad y el análisis.
Ø Aptitudes para fomentar la
comunicación interpersonal y el trabajo en
equipo.
Ø Imaginación para
identificar y aprovechar oportunidades diversas de
aprendizaje.
Ø Autoridad moral para
transmitir valores a través del
ejemplo.
Ø El conocimiento de las
características psicológicas que particularizan a
los estudiantes, así como de las condiciones
biosocioeconómicas y culturales en las que se
desarrollan.
Ø El conocimiento
teórico y metodológico de la
psicopedagogía y de la cultura en general.
Ø El conocimiento
permanentemente actualizado sobre el acontecer nacional e
internacional relevante para el desarrollo del estudiante, para
sí mismo y para la institución, y significativo
para la explicación de los cambios que puedan
afectarlos.
Ø El dominio e integración de los conocimientos
disciplinarios y pedagógicos que requiere para la
planeación, desarrollo y
evaluación cotidiana de las actividades inherentes
a su función.
Ø El uso y fomento de su
creatividad en el proceso de aprendizaje y
enseñanza.
Ø La observación y el análisis de los
procesos de desarrollo individual y grupal, que fomenten el
interés de los estudiantes a realizarse
como seres humanos autónomos.
Ø La generación
de un ambiente de respeto y confianza, en donde muestre el
aprecio que tiene por la población estudiantil, los
compañeros de trabajo y la institución a la que
pertenece.
Ø La generación en los
estudiantes de una actitud de interés por su proceso de
pensamiento y por la construcción de su propio
conocimiento trascendiendo las prácticas
estereotipadas.
Ø La disposición
para participar en grupos
colegiados y eventos
institucionales que le permitan intercambiar experiencias y
enriquecer su práctica.
Líneas de orientación curricular.
Las líneas de orientación
curricular se establecen con la finalidad de desarrollar
transversalmente, en el plan de estudios, las capacidades
básicas que fortalecerán las estructuras del
pensamiento y acción que atienden aquellos aspectos
esenciales para la formación del estudiante y que no
necesariamente requieren ser desarrollados en una asignatura
específica, sino por el contrario, por su carácter
básico, se ejercitan en cualquiera de los contenidos del
plan de estudios.
La consecución de los planteamientos que se
señalan en cada una de las líneas será
posible mediante la selección
de actividades didácticas, relacionando los diferentes
contenidos de las asignaturas con la experiencia práctica
que viva el estudiante en torno al desarrollo de cada una de las
orientaciones:
Ø Desarrollo de
habilidades del pensamiento
Ø
Metodología
Ø
Valores
Son patrimonio
de la cultura y constituyen un elemento esencial de la
formación integral, son el punto de partida para una
realización armónica del individuo, se
promoverán con el fin de asumir y vivenciar el sentido
de la libertad, justicia, identidad
nacional, solidaridad, honestidad, responsabilidad,
democracia, amor a la
verdad, etc. deben estar presentes en todo el desarrollo del
proceso educativo a través de ellos el individuo puede
incidir en el proceso de transformación
social.
Ø Derechos
humanos
Ø
Calidad
Ø Equidad y
género
Bibliografía
BARYLKO, Jaime (2002). Los valores y las
virtudes. Edit. Emecé, Argentina.
BOLIVAR, A. (1997) Educación en valores y
temas transversales en el currículum. Editorial
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BIOGRAFÍA
Giovanna Gloria García Arias, natural de la
ciudad de Lima – Perú, nacida el día 31 de
enero de 1966, cursó estudios primarios el Colegio Nº
1038 – María parado de Bellido, estudios secundarios
en la Gran Unidad Escolar "Mercedes Cabello de Carbonera"
estudios superiores en educación Primaria y Andragogía
en la Universidad Nacional de Educación "Enrique
guzmán y Valle", estudio de Maestría en el
Instituto Pedagógico "San Juan Bosco" en convenio con la
Universidad de "La Habana" – Cuba.
Actualmente es profesora de Educación Primaria en
la Institución Educativa Nº 2062 "Mariscal
Andrés Avelino Cáceres" en el distrito de
Ancón, con 19 años de servicios
laborales por el estado y
cinco años en instituciones
educativas privadas.
La gran responsabilidad como maestra y la
preocupación de que no se educa en valores en la forma
adecuada es la que la llevó a realizar esta investigación con la finalidad de
compartirla con los docentes de su institución educativa y
mejorar la calidad de la educación en valores.
Jennifer Silvana Valdez Garcia
Perú – Ancón, 26 de setiembre del
2006.
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