La vida cotidiana desde la perspectiva de la psicología
Introducción.
Generalmente, cuando hablamos de sistema de
relaciones, de intereses comunes, de identidades, en fin de lo
que va a caracterizar a un grupo de
personas situado en un determinado espacio, rápidamente,
fluye a nuestra imaginación el termino Comunidad, y casi
siempre, al profundizar en su estudio, realizamos una serie de
valoraciones, análisis, establecemos postulados, sin
tener en cuenta como actor principal de todo ese escenario al
hombre, como
agente dinamizador de todo ese engranaje, que sobre él, se
construye.
Los hombres se desarrollan en contextos, que muchas
veces tienen límites;
los hombres se expanden y se entrecruzan, en dependencia de su
andar, su profesionalidad y su sistema de intereses, pero
independientemente de ello, todos tienen una vida cotidiana que
muchas veces obviamos a la hora de tratar de interpretar
determinados acontecimientos de nuestro alrededor que matizan y
permiten establecer valoraciones, etiquetar comportamientos,
realizar manifestaciones, sin tener un referente que permita de
manera científica la explicación de dicha conducta y sin
adentrarnos en aspectos psicológicos y subjetivos que
faciliten dicho argumento; en este caso nos dedicaremos al
análisis, del muy poco reconocido constructo de vida
cotidiana que muy recientemente ha sido objeto de análisis
desde el ángulo de la Psicología
Social.
No solo esta ciencia se ha
encargado de su estudio: también la Antropología, la Historia, las Ciencias
Políticas, la Economía, la
Filosofía, la Sociología, la Geografía, la
Lingüística y otras manifestaciones de
la cultura, en
las letras y las artes, pero quedan, no obstante, muchos caminos
por andar y muchas madejas por desenredar en el abordaje de su
objeto de estudio; sin embargo, desde cualquier ángulo, ya
sea desde el nivel sociocultural hasta el plenamente
sociológico, la cotidianeidad siempre nos conduce al
enfoque transdisciplinario, que permite abordarlo de una manera
más compleja y enriquecedora.
Pretendemos, a través de este articulo,
establecer un vinculo entre el individuo,
inmerso en una sociedad y la
base de su comportamiento. Responderemos a interrogantes que
facilitarán la construcción de argumentos para explicar
algunos rasgos del comportamiento de diferentes personas en un
mismo lugar; pretendemos ubicar el análisis de la realidad
en un tiempo y un
espacio históricos determinados, indagar sobre causas,
consecuencias e interrelaciones, en un marco que dé
sentido y articulación al estudio de esa
realidad.
Esperamos contribuir a la explicación
científica del comportamiento del ser humano en una
determinada sociedad, teniendo en cuenta los límites de su
contexto cotidiano.
DESARROLLO.
" Las callejuelas de la vida cotidiana son
frecuentemente callejones sin salida, pero a veces permiten
vislumbrar la cara oculta de las grandes avenidas"
Muchas veces, nos adelantamos a realizar valoraciones
sobre el comportamiento de una persona, sin
sólidos argumentos para llegar a una conclusión
bien fundamentada. Nuestra intención es realizar un
análisis psicológico, a partir del objeto de
estudio de la Psicología Social; la
"Vida Cotidiana". La base teórico-metodológica, de
esta ciencia la convierte en soporte, en el plano de la investigación, de la "intervención"
por profesionales cuyo campo de acción
se relaciona con el ser humano, con una verdadera cientificidad.
Su representación de la realidad está determinada
por la interrelación que el propio hombre establece con el
mundo en que se desarrolla, con la manera en que percibe,
interpreta, asimila, internaliza y personaliza un simple hecho o
un acontecimiento, inmerso en sus relaciones cotidianas, por muy
simples que estas puedan parecer.
Al indagar en los planteamientos de H. Lefèvre,
nos damos cuenta en la importancia que le adjudica a las ciencias
sociales y su relación con la realidad, cuando refiere
que esta encuentra su realidad en "la profundidad sin misterios
de la vida cotidiana" y la Psicología, especialmente la
Social, ha hecho de esta vida cotidiana parte de su objeto de
estudio, poniendo énfasis en la crítica
a este fenómeno.
El primer paso para la comprensión de la realidad
social —y para cualquier transformación— es
conocer cómo la ven quienes viven en ella y el grado de
desarrollo de
su conciencia
crítica para saber cuándo están confrontando
problemas y
cómo concientizan la necesidad de cambio. Por lo
que para ello lo primordial es reconocer al propio hombre como
protagonista de la construcción y transformación de
esa realidad social; será necesario entonces, profundizar
en los referentes teóricos que desde el punto de vista
psicológico dan una explicación científica
de su comportamiento y sus relaciones de acuerdo a la sociedad en
que se desarrolla.
Sociedad e individuo.
Cada sociedad tiene una estructura
conformada por los grupos y el
sistema de relaciones económicas , políticas,
ideológicas y clasistas que en ella se establecen, que
difieren entre sí, según cada contexto
histórico social. En esa estructura se organiza la
cotidianidad de cada individuo: es la responsable de que el
sujeto sea capaz de construir y reproducir su propia realidad
social, o sea, su propia subjetividad. Si tenemos en cuenta la
concepción vigoskiana podemos afirmar que lo meramente
individual, deviene de lo social, ya que el sujeto se apropia de
todo un sistema de conocimientos, saberes y comportamientos que
hacen posible su vida en los diferentes contextos de la propia
sociedad.
¿Cómo se produce ese proceso de
apropiación de lo social a lo individual desde el punto de
vista psicológico y teniendo en cuenta toda su historia
hasta la concepción humanista?.
Carlos Marx
señaló en "La Ideología Alemana" "Nadie hace nada que
no sea en función de
alguna sus necesidades", Pichón– Riviere (1973)
complementa esta afirmación cuando expone que "el
hombre es un ser de necesidades que solo se satisfacen
socialmente en relaciones que lo determinan. Nada hay en
él que no sea resultante de la interacción entre individuos, grupos y
clases" por lo que el abordaje de esta relación
resulta indispensable para la explicación del comportamiento
humano.
Las necesidades generan la dinámica de la psiquis, a ellas se asocian
las experiencias de satisfacción e insatisfacción.
La necesidad indica lo causal, lo inevitable; lo
que impulsa, la demanda; lo que se pretende,
o sea lo que da sentido al comportamiento, por lo cual se
considera su punto de partida. Al respecto,
Pichón-Riviere construye su Teoría
del Vínculo planteando, que las necesidades son la base
motivacional del comportamiento ; que ellas surgen y se
desarrollan del movimiento
interno del organismo y de su relación e intercambio con
el medio; las necesidades primariamente son carencias, ante las
cuales el individuo se moviliza para convertirlas en su
contrario: la gratificación.
¿Dónde se satisfacen las necesidades?
Leontiev responde a esta interrogante: "la necesidad, como
fuerza
interna, se realiza solo en la actividad. Ella es una
condición indispensable… mientras más se
desarrolla la actividad, pasa a ser no solo condición,
sino resultado".
¿Qué es lo más inmediato, concreto y
esencial para nosotros, sujetos del comportamiento, sujetos de
los procesos
psíquicos? Que somos seres vivos y en consecuencia seres
de necesidades, en un intercambio permanente con el medio…".
Las acciones de
los hombres concretos, históricos, particulares, se
mantienen en espacio y tiempo en forma inmediata y directa en las
relaciones que los hombres establecen entre si y con la naturaleza en
función de sus necesidades. Es esa zona de la realidad
donde los hombres concretos viven sus condiciones reales de
existencia.
Vida cotidiana es entonces el ámbito de
satisfacción de las necesidades particulares de los
hombres concretos. Cuando nos referimos al hombre concreto, no
hablamos de un hombre ideal, sino de un hombre histórico,
atravesado por la necesidad. Hablar de necesidades es por
demás amplio y complejo. Hay diferentes miradas y modos de
conceptualizarlas. El hombre las
posee, pero se confrontan con sus potencialidades.
En muchas ocasiones las satisfacciones que las personas
logran, devienen dificultades en su vida cotidiana, cuando no son
capaces de encontrar explicaciones a los distintos hechos y
acontecimientos que ocurren en la realidad. Las personas
constantemente están en busca de una explicación,
tratando de ratificar la suya propia; se muestran ávidos
de encontrar una respuesta a los acontecimientos ante los cuales
se enfrentan y muchas veces desconocen la base de la
conformación de sus propios pensamientos.
Sucede que carecen de lo que Calviño denomina
"conducta racional": la "armazón desde su lógica
personal" y
que incluye todo su sistema de necesidades, su
psicodinámica particular, la intencionalidad y la
parcialidad de esa lógica. La racionalidad del sujeto
está en el conjunto de sus explicaciones.
¿Cuál es la base de dichas explicaciones?,
¿a partir de qué se construyen?. Estas
explicaciones se erigen, desde el punto de vista
psicológico, en los Argumentos.
Los Argumentos incluyen las ideas, representaciones y
enunciados que hacen, para el sujeto, veraz y cierta una
explicación; determinan la construcción de su
propia subjetividad por parte del sujeto así como lo
capacita para definir su camino ante la propia vida
cotidiana.
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