Algunas consideraciones acerca de la Teoría de la Transición demográfica (página 2)
Antecedentes
indispensables: de Malthus a Marx.
Economista británico de la escuela
clásica, discípulo de Adam Smith.
Estudió en Cambridge donde se graduó en matemáticas y se ordenó
religiosamente como pastor de la Iglesia
Anglicana. En 1805 fue nombrado profesor de
historia moderna
y economía
política del East India Collage,
con lo que, de hecho, fue el primer profesor de economía política de la
historia.
El pesimismo de la escuela clásica queda
expresado claramente por Malthus. La población y la riqueza pueden crecer, pero
hay un límite, alcanzado el cual, se llegará a un
estado
estacionario en el que la vida será miserable, mera
supervivencia.
Malthus desarrollo
varias obras entre las que se encuentran: "Ensayo Sobre
el Principio de la Población" (1798); "Naturaleza y
Progreso de las Rentas" (1815); "Las Leyes de Pobres"
(1817); "Principios de
Economía Política" (1820); etc.
Según Malthus, la población tiende a
crecer más rápidamente que la oferta de
alimentos
disponible para sus necesidades. Cuando se produce un aumento de
la producción de alimentos superior al
crecimiento de la población, se estimula la tasa de
crecimiento; por otro lado, si la población aumenta
demasiado en relación a la producción de alimentos,
el crecimiento se frena debido a las hambrunas, las enfermedades y las guerras. La
teoría
de Malthus contradecía la creencia optimista,
prevaleciente en el siglo XIX, según la cual la fertilidad
de una sociedad
acarrearía el progreso económico. Logró
bastante apoyo y fue muchas veces utilizada como argumento en
contra de los esfuerzos que pretendían mejorar las
condiciones de los pobres.
Malthus transmite el pesimismo de la escuela
clásica, planteando que la población y la riqueza
pueden crecer, pero hay un límite, alcanzado el cual, se
llegará a un estado estacionario en el que la vida
será miserable, mera supervivencia.
Los escritos de Malthus animaron a que se produjeran los
primeros estudios demográficos sistemáticos.
También influyeron sobre los economistas posteriores,
particularmente en David Ricardo,
cuya "ley de hierro de los
salarios" y su
teoría de la distribución de la riqueza incluían
algunos elementos de los planteamientos de Malthus.
La teoría de la población de Malthus no
resiste la prueba de la contrastación empírica. El
progreso tecnológico ha potenciado de modo creciente a
todos los factores escasos, incluso el fondo real de tierra
mediante el aumento de su productividad por
vía biotecnológica y la ingeniería
genética. Algunos estudios han demostrado que no
parece haber una relación evidente entre los niveles de
renta per cápita de los países del Tercer Mundo y
las tasas de crecimiento de la población, ni tampoco con
las tasas de natalidad y mortalidad; lo que sí resulta
evidente para muchos es la influencia directa de la
distribución de la renta sobre el crecimiento
demográfico
Desde el comienzo de los estudios sobre población
se diferencian dos posturas opuestas al respecto: las que afirman
que el crecimiento
económico y el aumento de la productividad
permitirán un crecimiento demográfico continuo, lo
cual redunda en el crecimiento económico; y los que creen
que el crecimiento económico tiene un límite, y que
el crecimiento demográfico terminará por ser
superior al económico, provocando una crisis.
Malthus es el abanderado de esta segunda hipótesis. En su Ensayo sobre el
principio de población, publicado en 1798, expone sus
ideas clave. Según Malthus, la progresión del
crecimiento de la población es, o puede ser,
geométrica, mientras que el crecimiento de los recursos
agrícolas no puede ser más que aritmético,
debido a la ley de los rendimientos decrecientes. Este desfase en
el ritmo de crecimiento de la población y la
economía provocará, a la larga, problemas de
subsistencia. La única manera de evitar esto es tomando
medidas para reducir el crecimiento demográfico, y que no
sea tan acusado que no permita mantener el óptimo de
población.
Sin embargo, la realidad ha demostrado que: ni el
crecimiento demográfico es geométrico, ni el
crecimiento económico es aritmético. En esto ha
influido el propio desarrollo
económico, la ciencia y
la técnica, que a través de la revolución
verde ha conseguido aumentar espectacularmente la productividad
de la tierra. Hoy
en día, Malthus es más valorado como el primer
formulado de la ley de los rendimientos decrecientes.
La aplicación de las teorías
maltusianas y neomaltusianas en los países del "Tercer
Mundo" adolece de serias insuficiencias: a) ignora el papel que
desempeña el progreso técnico; b) la
hipótesis de que
existe una relación macro entre el crecimiento de la
población y el nivel de la renta per cápita, c) la
ubicación de la renta per cápita como determinante
principal del crecimiento de la población en
oposición a un enfoque del problema que centre la toma de
decisión sobre el tamaño de la familia a
partir del nivel medio de vida familiar.
Los trabajos de Carlos Marx,
Federico Engels y V. I. Lenin revelaron, al contrario de Malthus,
que la población es realmente objeto y a la vez sujeto de
la producción social. Para el marxismo, la
ley de la población es consecuencia de la ley de la
acumulación capitalista, esto es, el exceso o
déficit de población es una función
del monto y dinámica de la acumulación del
excedente económico o plusvalía. En general,
afirmó Marx: "…
todo régimen histórico concreto tiene
sus leyes de población propias, leyes que rigen de un modo
históricamente concreto". Esta
concepción científica sobre la población, es
reconocida y utilizada por los investigadores progresistas del
mundo, incluido por supuesto el autor de esta tesis.
Algunos enfoques sobre población y
desarrollo
La población mundial, ha crecido más en
estos dos últimos siglos que en todos los anteriores,
doblando sus efectivos en los años posteriores a la
2ª Guerra Mundial.
En la última década se han registrado tasas de
crecimiento del 1.7% anual (1985-90), con incrementos anuales de
90 millones de personas. El resultado es que la población
de la tierra cuenta en la actualidad con más 6,000
millones de habitantes, mientras que hacia mediados del s. XVIII
apenas estaba constituida por 728 millones, a mediados del s. XIX
por 1,171 millones y a mediados del siglo XX por 2,516 millones
de habitantes. Y en el futuro, según algunas estimaciones,
la tierra podría superar los diez mil millones de personas
(9,400 millones en el año 2050, 11,200 millones en el
año 2100).
El crecimiento demográfico está
íntimamente relacionado con el crecimiento
económico. Este último cuando es sostenido supone,
bajo la lógica
productiva capitalista, la transformación productiva y
cambios significativos en la estructura del
empleo: su
creación o destrucción, así como
transferencias de empleo de los sectores menos productivos
(agrarios) a los más productivos (industrias y
servicios).
Claro que las formas y métodos de
ocurrencia de estos cambios están en función de la
evolución y tipo de economía
histórico- concreta
Existen desacuerdos sustanciales acerca de la gravedad
del crecimiento rápido de la población y sobre sus
impactos en el crecimiento económico para muchos
países y regiones del planeta. El crecimiento
demográfico, según Finkle, no es la
única ni la más importante causa que explique el
subdesarrollo, ni tampoco explica los bajos niveles de vida,
así como la poca autoestima y
la libertad
limitada en los países del Tercer Mundo. La tesis que
explica la génesis del subdesarrollo
a partir del crecimiento poblacional es inadmisible
históricamente hablando; sin embargo, sería ingenuo
desconocer que el incremento rápido de la población
es un factor que intensifica y multiplica las dificultades
consustanciales al desarrollo económico
En los países desarrollados se perciben bajas
rentas las cuales deben ser destinadas al consumo de
subsistencia y a satisfacer necesidades básicas de las
familias por lo que no queda espacio para la instrucción
de los jóvenes , la educación publica
no llega a todos y en muchos casos no ofrece más que una
formación elemental. En cualquier caso es necesario que
los jóvenes trabajen. Lo insuficiente de su
formación profesional incidirá en los niveles de
productividad y de renta que percibirán por el resto de
sus vidas. Otra consecuencia de la falta de formación en
las jóvenes serán las altas tasas de natalidad. Por
otra parte la falta de un sistema de
seguridad
social hace que los padres deseen tener muchos hijos para
garantizar el cuidado en la vejez.
Los hijos no son vistos como algo "costoso" sino
"rentable" ya que desde muy pequeños empiezan a ayudar en
las labores del campo y a ganarse el sustento. Además, la
cultura
tradicional en muchos PMD valora el número de hijos como
expresión del éxito
en la vida. En otros casos el control de la
natalidad es considerado un pecado religioso o una falta social
grave, indicativa de una forma de pensar diferente de la
tradicional.
Las sociedades
primitivas se caracterizan por altas tasas de fecundidad y de
mortalidad y la población se mantiene muy estable por
varios años, aunque la estructura ha cambiado aún
existen grupos marginales
con estás características demográficas. En
los países subdesarrollados la tasa de mortalidad
disminuye más rápido que la de natalidad y de
fecundidad ya que los avances de la medicina en el
mundo se extienden fácilmente a diferencia de los cambios
culturales, que se caracterizan por ser más pausados y a
largo plazo, lo que trae como consecuencia el crecimiento de la
población aumenta extraordinariamente. Las sociedades
maduras se caracterizan por tasas demográficas muy bajas y
población estable. Esta es la situación actual que
caracteriza a los países mas desarrollados
En los países avanzados se ha alcanzado el estado de
madurez, con la población estabilizada. En algunos
países subdesarrollados no existe ningún control de
la natalidad por razones políticas,
ideológicas o culturales por lo que la población
sigue creciendo de forma explosiva, doblándose en menos de
veinte años; en algunos países árabes
incluso se está fomentando el crecimiento de la
población. Sin embargo, en la mayoría de los
países subdesarrollados, las campañas a favor del
control de la natalidad están consiguiendo reducir las
tasas de fecundidad; a pesar de ello, como las generaciones
jóvenes que alcanzan la edad fértil son mucho
más numerosas que las que les precedieron, las tasas de
crecimiento de la población continuarán muy altas
durante algunos decenios más.
Cuando un país alcanza un cierto grado de
desarrollo económico, el mayor nivel de
alfabetización y educación permite que
se produzca un cambio notable
en la mentalidad de la gente, especialmente con respecto al
sometimiento de la mujer al
hombre, lo que
permite el descenso de la tasa de natalidad y la paulatina
reducción de la tasa de crecimiento de la
población. Se alcanza así la madurez
demográfica que implica una nueva estabilidad con tasas de
natalidad y mortalidad igualmente bajas. Pero mientras no se
produzca el desarrollo económico en los actuales PMD, la
diferencia entre sus tasas de mortalidad y de natalidad se
mantendrá muy alta y el crecimiento de la población
seguirá siendo extraordinariamente veloz.
Pese a la recesión económica hay
más ricos que nunca en el mundo. Entre ellos controlan
cerca de un tercio de la riqueza del planeta. Esto quiere decir
que poco menos del uno por ciento de la población mundial
controla un tercio de la riqueza, sin embargo hay mas de mil
millones de personas viviendo en la privación
absoluta.
La brecha entre pobres y ricos dentro de los
países (tanto los más avanzados como los menos
desarrollados) se amplió aún más durante el
último auge económico.
Eramís Bueno en su Población, Desarrollo y
Globalización plantea que el desarrollo
debe venir sujeto a dos cualidades, para que le considere como
tal: humano y sustentable. "Que sea humano, para
dar cuenta de los deseos de que esté centrado en el ser
humano, esto es que el desarrollo económico y social de un
país o región ha de estar dirigido,
fundamentalmente, a elevar la calidad de la
vida de la población en su totalidad, y de cada individuo que
la integre".
"Que sea sustentable, esto es, que permita
legar a las generaciones venideras de forma equitativa y con
pleno respeto al
medio
ambiente, el mismo acceso a los recursos
naturales y la misma oportunidad de mejor calidad de
vida que supuestamente ha disfrutado la humanidad, aunque en
verdad se trate sólo de una pequeña parte de
aquélla".
Un fenómeno que no se puede obviar cuando se
habla de desarrollo es la
globalización la cual domina fuertemente los procesos
sociales, económicos, culturales y políticos, las
nuevas
tecnologías de la información y las telecomunicaciones están transformando
radical y profundamente la economía y dando lugar a nuevas
formas de relaciones sociales, que a la larga habrán de
conducir a un nuevo tipo de sistema social en el que el
conocimiento y la información jugarán un rol
protagónico.
Un elemento importante a tener en cuenta en el nivel de
vida de los países pobres y que se encuentran
estrechamente interrelacionados es por una parte el crecimiento
económico en bienes y
servicios que condicionan la base material del bienestar social y
por otra parte la equidad, una
distribución justa y beneficiosa para los distintos grupos
poblacionales. Ambos aspectos están influenciados por los
desequilibrios entre la oferta y la demanda de
fuerza de
trabajo en la
mayor parte de los países en desarrollo y por supuesto la
influencia significativa del aún rápido crecimiento
de la población cuya estructura por edades y sexo
combinados con las tasas de actividad específica provocan
que crezca la demanda de empleo a una tasa más
rápida que la oferta de empleo, lo que reduce e impide la
ocupación efectiva de toda la fuerza de trabajo disponible
en muchos países , en las condiciones del sistema
internacional en que están insertos, las propias
características de sus sistemas
sociopolíticos, los efectos de la deuda externa y
las medidas de ajuste ante la crisis.
Teoría de la Transición
demográfica
El concepto de
transición demográfica fue propuesto inicialmente
por Frank Notestein. El autor lo explicaba afirmando que las
sociedades agrícolas tradicionales necesitaban altas tasas
de fecundidad para compensar las altas tasas de mortalidad; que
la urbanización, la educación y los cambios
económicos y sociales causaron una disminución de
las tasas de defunción, en particular las tasas de
mortalidad de menores de un año; y que las tasas de
fecundidad comenzaron a declinar a medida que los hijos pasaron a
ser más costosos y menos valiosos en términos
económicos.
Los cambios demográficos de los últimos
decenios se insertan en el denominado proceso de
transición demográfica. Si bien el concepto de
transición demográfica tuvo su origen en el intento
de explicar la relación entre los cambios
demográficos y los cambios socioeconómicos en
Europa durante el
siglo XVIII, su uso se ha extendido hasta el presente, tanto
porque se refiere a procesos demográficos identificables
aun en diferentes situaciones históricas, como por el
hecho de que constituye una propuesta -siempre vigente- de
explicación de la dinámica demográfica a la
luz de sus
interrelaciones con los factores sociales, económicos y
culturales.
En el marco de este esquema, América
Latina se encuentra, como señalaron Chackiel y
Martínez (1993), "transitando la fase de
disminución de la fecundidad, que se ha producido en forma
rápida, después de haber experimentado cambios
importantes en la mortalidad desde antes de la segunda mitad del
siglo -aunque todavía con un amplio margen de posible
reducción-, con el resultado de una tasa de crecimiento en
descenso".
La transición demográfica ha sido descrita
como un proceso de larga duración, que transcurre entre
dos situaciones o regímenes extremos: uno, inicial, de
bajo crecimiento demográfico con altas tasas de mortalidad
y fecundidad, y otro, final, de bajo crecimiento pero con niveles
también bajos en las respectivas tasas. Entre ambas
situaciones de equilibrio se
pueden identificar dos momentos principales: primero, en que la
tasa de crecimiento de la población aumenta como
consecuencia del descenso de la mortalidad y, segundo, en que
dicho crecimiento disminuye, debido al descenso posterior de la
fecundidad. ¿En qué magnitud y a qué
velocidad
cambia la tasa de crecimiento?, dependerá de la velocidad
y del momento en que comienzan a descender la mortalidad y la
fecundidad.
La transición demográfica es, sin embargo,
un proceso complejo, y los países difieren en cuanto al
momento de inicio y al ritmo de los cambios en la fecundidad y la
mortalidad, así como respecto a los cambios en otras
variables
estrechamente relacionadas, tales como el lugar de residencia, el
estado nutricional y de salud de la
población, las conductas asociadas a la formación
de las uniones y a la planificación familiar.
Expertos del CELADE han elaborado un modelo que se
ajusta a las condiciones de América
Latina.
La transición incipiente (Grupo I), son
países con alta natalidad y mortalidad, con un crecimiento
natural moderado, del orden de 2.5%. Los países de este
grupo son Bolivia y
Haití que, por su elevada fecundidad, tienen una
estructura por edades muy joven y una alta relación de
dependencia.
La transición moderada ( Grupo II), son
países de alta natalidad, pero cuya mortalidad ya puede
calificarse de moderada. Por este motivo su crecimiento natural
es todavía elevado, cercano al 3%. Los países de
este grupo son El Salvador, Guatemala,
Honduras, Nicaragua y Paraguay. El
descenso de la mortalidad, sobre todo durante el primer
año de vida, se ha traducido en un rejuvenecimiento de la
estructura por edades, lo que también lleva a una elevada
relación de dependencia.
En plena transición (grupo III), países
con natalidad moderada y mortalidad moderada o baja, lo que
determina un crecimiento natural moderado cercano al 2%. Los
países de este grupo son: Brasil, Colombia,
Costa Rica,
Ecuador,
México,
Panamá,
Perú, República Dominicana y Venezuela, y
en el Caribe, Guyana, Surinam y Trinidad y Tobago. Como el
descenso de la fecundidad es reciente la estructura por edades se
mantiene todavía relativamente joven, aun cuando ya ha
disminuido la relación de dependencia.
La transición avanzada (Grupo IV). Estos son
países con natalidad y mortalidad moderada o baja, lo que
se traduce en un crecimiento natural bajo, del orden del 1%. Los
países de este grupo son: Argentina, Chile, Cuba y
Uruguay, y en
el Caribe, Bahamas, Barbados, Guadalupe, Jamaica, Martinica y
Puerto Rico.
Entre éstos se pueden distinguir dos subgrupos: los que
han tenido fecundidad y mortalidad bajas por un largo
período (Argentina, Uruguay y, en menor medida, Cuba) y
que, por lo tanto, tienen un crecimiento y una estructura de
edades similares a los de países desarrollados, y los que,
si bien recientemente han alcanzado tasas muy bajas de fecundidad
y mortalidad, tienen aún tasas de crecimiento más
elevadas debido a su población relativamente joven.(La
transición demográfica en América
Latina.
Este modelo de la transición demográfica
dividida en diferentes etapas que han expuesto por los expertos
del CELADE no siempre se comporta de la misma forma, ni tienen
que repetirse los patrones de los cambios demográficos,
púes todo depende del marco histórico
económico en el cual está enmarcado cada
país. No obstante ¨ el descenso de la fecundidad
marca el
inicio del avance sostenido de la transición
demográfica. En la actualidad, el uso de esta
teoría se ha extendido pues constituye una propuesta
vigente que permite dar una explicación de la
dinámica demográfica en su relación con los
factores sociales, económicos y
culturales.¨
El curso tendencial de la fecundidad en algunos
países ha dado lugar al surgimiento de nuevas corrientes
teóricas tratando de explicar su evolución
demográfica, pero no han logrado desplazar los fundamentos
teóricos básicos de la teoría de la
transición demográfica, sino que la complementan,
como lo plantea la Dra. Barrios en su tesis
doctoral.
Esta teoría se le ha llamado por los
demógrafos
"Teoría de la Segunda Transición
Demográfica" y ha sido expuesta por reconocidos autores
como Lesthaeghe y Van de Kaa. Esencialmente plantea que en los
países occidentales se están dando una serie de
cambios interdependiente en el terreno de las formas de
convivencia que podrían conducir a la
desintitucionalización de las relaciones familiares tales
como el aumento: de los divorcios, de las segundas nupcias y de
las uniones consensúales junto al incremento de
determinados tipos de hogares no familiares, lo que
provocaría finalmente un descenso de la fecundidad y un
aumento de los nacimientos entre madres no casadas.
Consideraciones generales acerca de la
transición demográfica en el municipio Sagua la
Grande de la provincia Villa Clara
En la provincia de Villa Clara el proceso de
transición demográfica esta estrechamente vinculado
con las características de la población cubana, en
la cual se han observado etapas de intenso crecimiento
poblacional o viceversa asociadas todas al crecimiento
económico, procesos políticos, etc. Que matizan el
sentido y crecimiento poblacional, incluso en la
actualidad.
Cuba es de los países latinoamericanos que
más tempranamente completaron su transición
demográfica. La peculiaridad más importante de la
dinámica de la población cubana es que su tasa de
crecimiento ha estado cercana al 3 por ciento.
El país mantuvo un crecimiento natural
relativamente moderado y estable desde los primeros años
del siglo XX y la quinta década del mismo. La tasa bruta
de mortalidad refleja su valor
más alto en 1907 y comienza a descender posteriormente. Se
afirma que la tasa de mortalidad comenzó a descender desde
1900, primero a un ritmo lento y posteriormente más
acelerado, mientras que la fecundidad se mantuvo elevada y
constante hasta aproximadamente 1920. Dados los elevados valores de que
parten la fecundidad y la mortalidad durante estos años se
puede decir que los umbrales del siglo recién concluido
constituyen también los umbrales de la revolución
demográfica.
Cuba arriba a su segundo millón de habitantes en
1907, tercero (1920), cuarto (1932). En 1945 recibe su quinto
millón de habitantes, y el sexto en 1954, 6.8 millones de
habitantes esperaron el advenimiento del 1959.
Algunos autores han coincidido en utilizar la primera
década del siglo XX como punto de partida para la
comparación estadística en el estudio de las
principales condiciones relacionadas con el proceso de la
revolución demográfica cubana.. Sin embargo, y a
pesar de la poca información confiable de años
anteriores, se considera importante por parte del autor mencionar
algunas de las características económicas,
políticas y sociales de la época que permitan
enmarcar adecuadamente a la provincia de Villa Clara en el
contexto nacional.
Algunos historiadores de la Universidad
Central "Marta Abreu" de Las Villas han encontrado documentos en los
cuales consta que los albores de la antigua provincia de Las
Villas, tuvo lugar con la fundación de la
jurisdicción de Santa Clara en el año 1691 con una
población de 261 habitantes. A partir de esta fecha no se
encuentra otra referencia al número de habitantes, salvo
una del Cabildo de 2 de mayo de 1749 según la cual "… el
número de vecinos que compone esta población que
llega a 4500 almas…". En 1764, quince años más
tarde, se reportaban más de 5000 vecinos y 6091en 1777.
Estas cifras dan la medida del crecimiento poblacional. En 1778
descendió a 6018 debido a la epidemia de viruelas que en
este último año afectó a la villa y
ocasionó numerosas víctimas
Sagua la grande se encuentra ubicada en el centro norte
de la antigua provincia de las villas, hoy Villa Clara, limita al
norte con el Océano Atlántico, al este con el
Municipio de Encrucijada, al Sureste con Cifuentes y Santo
Domingo y al Oeste con Quemado de Guines. Presenta una
extensión de 712 Km. cuadrados Incluyendo los cayos
adyacentes, ocupando el cuarto lugar entre los 13 Municipios del
territorio Villareño. Los terrenos que dan asiento a la
ciudad se formaron en el período pleistoceno de la era
cuaternaria y están constituidas por gravas, guijarros y
arenas.
Los primeros pobladores de la actual región de
Sagua la Grande fueron aborígenes que se hallaban en el
estado de desarrollo pre-agro alfarero, siendo sus actividades
fundamentales la caza la pesca y la
recolección. La zona era conocida con el nombre de Cagua o
Kagua, que en su dialecto significaba "lugar de mucha agua"; la
región pertenecía a la zona denominada Sabana
Sabaneque que abarcaba desde el río Caonao en Camaguey
hasta el Yumurí de matanzas.
En junio de 1540 el Cabildo de Santi Espíritus,
al que primeramente perteneció esta zona, concedió
la merced de la Hacienda de Sabana de Sagua próxima al
río undoso, en la costa norte de la provincia a favor del
vecino de esta Villa, Don Alonso de Cepeda.
Se conoce que en la región central de la Isla ya
existían pueblos como san Juan de los Remedios, Santa
Clara, Trinidad y Sagua la grande o embarcadero donde
existían vegas de tabaco antes de
1700.
Serían muchas las interrogantes de estos primeros
años sin una acertada respuesta pues el tiempo y la
falta de referencia nos aleja de la verdad histórica.
Transcurrieron muchos años sin conocer nada de sagua la
grande, hasta 1770 en que comenzaron los cortes madereros en
Sitiecito y Alacranes. En el período de 1770 a 1812,
año en que se realiza la fundación se puede aportar
algunos datos sobre su
evolución.
En Las Villas el crecimiento poblacional siguió
su ascenso: en 1792 había 10475 habitantes con una
población blanca del 64.8 por ciento, los esclavos
representaban un 13.8 por ciento y los negros libres el 21.5 por
ciento. La mayor tasa de crecimiento geométrico se da
entre los esclavos para un 6.2 por ciento, mientras que la
población blanca lo hizo al 2 por ciento. Esto da una idea
aproximada del comportamiento
de la inmigración de estos años,
fundamentalmente de mano de obra esclava. En general, la tasa de
crecimiento geométrico de la jurisdicción de Santa
Clara durante los 14 años que mediaron entre 1778 y 1792
alcanzó un 4 por ciento aproximadamente.
Serían muchas las interrogantes de estos primeros
años sin una acertada respuesta pues el tiempo y la falta
de referencia nos aleja de la verdad histórica.
Transcurrieron muchos años sin conocer nada de Sagua la
Grande, hasta 1770 en que comenzaron los cortes madereros en
Sitiecito y Alacranes. En el período de 1770 a 1812,
año en que se realiza la fundación se puede aportar
algunos datos sobre su evolución.
En 1770, se crea el primer sitio de labor propiedad de
Don Cristóbal González consorte de Gertrudis de los
santos ubicado alrededor del río. Juan López Solen,
en el 1780, obtuvo el permiso para establecer un corte de
madera en la
hacienda de jumagua para cuyos trabajos empleó cuadrillas
de mahoneses que venían con sus familias. Llegó a
Sagua la Grande en 1795 Domingo Caballero, el que
estableció vegas de tabaco, posteriormente hacia 1907
repartió solares y dio cierta urbanización a la
ciudad. Se estableció el primer Almacén de
víveres por Juan Caballero en 1795, en las márgenes
del río Sagua.
De este período no es mucho lo que conocemos,
pues no ha sido tratado en una variada bibliografía, ni se puede
hablar de una zona urbanizada pero, desde el punto de vista
económico, ya la zona tenía importancia, debido al
comercio del
tabaco y las exportaciones de
maderas preciosas.
No es hasta el siglo XIX, que sagua toma auge como
asentamiento poblacional, hasta esa fecha solo había un
embarcadero y pocos pobladores a la margen izquierda del
río. El 8 de Diciembre de 1812 se realizó la
primera misa oficial y este hecho se toma como la
fundación de la Villa de la purísima
Concepción de sagua la grande, contaba entonces con 230
casas de maderas, adobe y guano, su población era entonces
de unas doscientas personas
En el año 1817, se establece la capitanía
del partido de Sagua la Grande, se funda la primera farmacia, en
1822 se estableció el primer ayuntamiento, y su primer
Alcalde Domingo Caballero, en ese mismo año llegó a
la villa el primer médico cirujano Ramón de
Castro, el 1825 Sagua contaba con 74 casas 55 vegas de tabaco una
casa de comercio, 2 jueces pedaneos y 2 médicos
cirujanos
Según el primer censo realizado en Sagua en el
año 1827, la población de la villa se encontraba
compuesta por 463 almas, de ellas 370 blancos 22 negros libres y
71 esclavos. Se establecen además los primeros trapiches
conocidos como el Alba y el
Guatá
La economía de Sagua la Grande estaba basada
fundamentalmente en la exportación de maderas, carnes y tabaco,
además de las pieles, en 1935 comienza un nuevo
desafío económico, la Industria
Azucarera. Comienzan a llegar personas interesadas en este sector
y por supuesto la población crece, ya en 1939,
existían 26 ingenios y una producción de 2300
arrobas de mascabado. La población ascendió a 4860
habitantes de ellos, 2983 eran esclavos. Existían 148
casas, de ellas 41 de mamposterías, tabla y tejas y 107 de
embarrado, tabla y guano.
En toda la zona de Sagua la grande, la
acumulación de capital se
inicia y desarrolla en lo fundamental a partir de las relaciones
agrícolas- mercantiles, a las que daban vida a su vez,
principalmente, la agricultura
cañera y el procesamiento de la caña en los
trapiches y primeros ingenios sobre la base de plantaciones
esclavistas.
El desarrollo alcanzado por la jurisdicción de
Sagua la Grande y su auge en el comercio a partir de 1840, hacen
que comience a manejar la idea de acondicionar el puerto de
Isabela de Sagua, con el objetivo de
incrementar este comercio no solo en La Habana y Matanzas sino
también con el extranjero.
En el año 1840, se amplió y
desarrolló nuestra economía y en consecuencia
creció la población a pesar de varios incendios,
ciclones e inundaciones que desbastaron la ciudad.
"…el pueblo de sagua está situado en la
costa norte del Isla a la margen izquierda del río Sagua
la Grande, a las 6.6 ½ de S.S.O de su boca en línea
recta. Este pueblo tiene una iglesia regular de tabla y teja, una
plaza pública, una administración, tesorería, rentas
reales y de correo, una ayudantía de marina, una escuela
con 40 niños,
21 tiendas de ropas y pulpería, cinco billares, tres
fondas, cuatro zapaterías, siete panaderías, tres
herrerías, una platería, dos boticas, 6
médicos cirujanos, 14 carpinteros, 4 tejares, 26 ingenios
a un lado y al otro del río, su puerto era espacioso y
servía para unos 250 buques de
cabotaje…"
El 24 de Noviembre de 1844, quedó aprobado por
José María de la Torre, Oficial encargado de la
mesa del departamento Oriental, que Sagua la Grande tuviera su
Tenencia de Gobierno y un
puerto en la Boca (hoy Isabela).
"(…) La población asciende a 5000 almas,
2644 blancos, 1000 fincas, 50 ingenios que producen 60000 cajas,
el movimiento de
cabotaje es de 1 000 000, la población se haya muy
desairada, proponiendo en fin por límite al este del
río Sagua la Chica, al Oeste de Sierra Morena, al este sur
la linia recta que se ve tirada en el plano que son los
términos equivalentes entre sagua y Villa Clara
(…)"
La jurisdicción de Sagua, estaba constituida por
7 partidos judiciales, 2 poblados, 1 aldea y 2 caseríos, y
ya en el año 1946, la población continuó su
ascenso y la villa contaba con un total de 16 961, distribuidas
de la forma siguiente, 10 396 blancos, 579 pardos libres, 417
morenos libres, 273 pardos esclavos, y 5296 morenos
esclavos.
En Las Villas entre los años 1846 y 1862 se
aprecia una tendencia al aumento de la población blanca
más que en el resto sobre todo por varios factores
asociados al proceso de inmigración tanto interno como
externo. Durante el período de 1848 – 1874 se redujo
considerablemente la introducción de esclavos debido a la
prohibición del contrabando de
1845. No obstante continuó la entrada ilegal de esclavos
al país que se estima en unos 220 mil; a estos hay que
agregar alrededor de 124 mil culíes chinos que ingresaron
al país contratados como "trabajadores libres", pero bajo
condiciones tan espantosas o perores que los esclavos africanos,
en estas mismas condiciones entraron al país grupos de
indios yucatecos. Adicionalmente, hubo otro gran componente de la
gran corriente inmigratoria hacia Cuba en estos años,
representada por colonos españoles. La corriente
migratoria se vio favorecida por las condiciones favorables de
subsistencia en la Isla a finales del siglo XIX a contrapelo de
los temores que podía infundirles la fiebre amarilla,
la viruela, el paludismo y el
cólera.
La fuerte inmigración de estos años modificó
las condiciones étnicas de nuestros habitantes, a la vez
que continuó introduciendo enfermedades no padecidas
anteriormente. Estos eventos
repercutieron en la transición del perfil
epidemiológico de la época. (García, R.
1996)
En el transcurso de 16 años (1862- 1846) la
población aumentó en 19578 habitantes, mientras que
de 1827 a 1846 (19 años después) aumentó
solamente en 1669 habitantes. En ese momento histórico se
justifica el lento crecimiento ya que es en esta etapa cuando
ocurre la separación de Cienfuegos primero y Sagua la
Grande después, así como también el paso de
la colonia de Santo Domingo a la recién fundada
jurisdicción de Sagua la Grande, lo cual implicó
pérdidas tanto en tierras como en habitantes. No obstante
esta división político-administrativa, la
jurisdicción mantuvo una población considerable de
33066 habitantes como consta en el censo de 1846, de ellos 25634
vivían en el campo (78% del total) de los cuales el 93 por
ciento en áreas no azucareras.
El desplazamiento de la base económica
fundamental de la región villaclareña hacia la
agricultura, favoreció el crecimiento de la
población.
Esto explica la tendencia existente en la región
de aumentar la población mucho más durante estos
años, preferentemente la población blanca (de
acuerdo a la mano de obra que necesitaba la agricultura) a
diferencia de otras jurisdicciones donde el aumento mayor se nota
en la población esclava porque su base económica
así lo propiciaba.
De 1812 a 1850, Sagua la grande no era más que un
caserío, donde todos los vecinos tenían el deber de
sacar en las noches una lámpara para alumbrar las calles
que eran de tierra, no existían redes ni vías de
comunicación con el resto de los partidos
jurisdiccionales, solo caminos reales, servantías y la
navegación a través del río. Al llegar a
sagua el teniente Gobernador Fernández Casariego
comenzó una ardua labor de urbanización en la
villa.
La construcción del ferrocarril anunciada en
1852 contribuye también al auge y desarrollo de la
región.
El período de 1850 a 1860 fueron los que
determinaron el auge del comercio y la urbanización en
Sagua la Grande. Tenemos así que la economía en
1860 se sustentaba en: 101 ingenios; un cafetal; 183 potreros;
tres vegas de tabaco; 1015 sitios de labranza, 32 fincas varias.
La población estaba integrada por 18 484 blancos, 29
yucatecos, 907 asiáticos, 1533 Libres de color, 15251
esclavos.
En este mismo año se funda el barrio
Tetuán, lo que indica el crecimiento poblacional de la
villa, que en 1862 según su ocupación se
tenían 285 albañiles, de ellos 179 blancos y 106
negros; 10 abogados; 3 agrimensores; 104 alfareros; 453
Labradores de madera y carpintería, de ellos, 372 blancos
y 81 negros; 22 Herreros, de ellos, 16 blancos y 6 negros, se
contaba además con 88 médicos. La población
en ese momento era de 30420 blancos, 67 yucatecos, 3113
asiáticos, 27240 europeos, 2072 libres de color, 19150
esclavos y 344 emancipados. Se siente en la villa un fuerte
movimiento de la inmigración.
En la segunda mitad del siglo XIX Sagua avanza
económicamente como consecuencia del desarrollo azucarero
de la región creándose una infraestructura
apropiada para la construcción. En al año 1860 se
había creado la Fundición Ramón Alba, donde
los talleres de forja y herrería despegaban una ardua
labor. Se construye en el año 1864 el Hospital Civil y en
1870 el Central Corazón de
Jesús.
A efectos de la guerra
también disminuyó consecuentemente la
población; la tasa de natalidad, aunque por encima de la
tasa de mortalidad, disminuyó considerablemente mientras
que la de mortalidad general aumentó, sujeta a constantes
fluctuaciones a consecuencia de los desastres
naturales, las epidemias, las guerras, y las limitadas
posibilidades para que el hombre
ejerciera el control sobre su entorno. La fundamentación
de esta fase de equilibrio maltusiano deviene de la
simetría entre los niveles de mortalidad y natalidad.
(García, R. 1996). En 1833 y en 1887 azotó a Cuba
una terrible epidemia de cólera y viruela respectivamente
que diezmaron a la población de algunas provincias del
país, fundamentalmente de la Habana (Le Roy y
Cassá, J, 1915)
Posterior a 1877, la provincia de Las Villas contaba con
una población de 312392 habitantes, de ellos un 64.3 por
ciento de blancos, el 0.3 por ciento yucatecos, el 4.25 por
ciento asiáticos, un 17.8 por ciento pardos y negros
libres y un 13.4 por ciento esclavos.
Se realiza un censo en el año 1877 y según
los resultados la población es de 18 330 habitantes, de
ellos, 10 402 varones y 7928 hembras, 16 868 españoles,
320 asiáticos.
Al culminar la guerra hispano – cubana
–norteamericana y con la firma del Tratado de Paris, el 10
de Diciembre de 1898, documento imperialista, que realizó
el traspaso de la colonia española al gobierno
norteamericano que penetro en la vida económica,
política y social en la mayor de las Antillas.
El siglo XIX termina para Cuba y sus provincias con
niveles impresionantes de mortalidad, debido al conflicto
bélico y también a las secuelas dejó,
así como por las epidemias provocadas por la
reconcentración obligatoria de la población rural
en las ciudades. La población cubana no inició su
transición demográfica y particularmente la
declinación de la mortalidad, antes del siglo XIX
(García, R. 1996)
En los años 1900-1901, el promedio de mortalidad
mensual en el territorio era de 22 a 25 años. En un
informe
presentado sobre las enfermedades más frecuentes en los
fallecidos se puede constatar que la tuberculosis
pulmonar se encontraba en primer lugar con 91 pacientes,
enteritis aguda 51, Paludismo 36, lesión orgánica
del corazón 31, Amerites crónicas y Tétano
infantil 13, Debilidad Congénita 18, Asistolia 7, Otras
enteritis 4.
El 20 de Mayo de 1902 Cuba se convirtió en
Republica Neocolonial de los Estados Unidos de
América, a través de enmiendas y tratados
comerciales, donde deben enfrentar los progresos y retrocesos de
la economía
mundial, la cual estuvo sometida a dos guerras mundiales , la
primera de 1914 a 1918 y la segunda de 1939 a 1945, el colapso
afectó a todos los sectores de la población momento
que fue oportunamente aprovechado para la penetración y
dominio de
capitales.
Sagua la Grande, por esa época, poseía
varias industrias casi todas independientes de la rama azucarera,
gozando y sufriendo las etapas de prosperidad y crisis como todo
el país y acentuándose cada vez más como una
región mono productora azucarera ganadera.
Con el advenimiento de la República se observa en
Sagua la Grande un movimiento del capital extranjero,
especialmente norteamericano. El puerto de Isabela de Sagua
constituyó una vía de comunicación y
comercio para exportar azúcares y otros productos. La
fundición Mc Farlane suministraba algunas piezas de
repuesto a la industria azucarera del país. El alambique
El Infierno producía alcoholes que
se comercializaban con Estados Unidos.
A partir de 1900-1905 las tasas de mortalidad cubana se
presentaron con fuertes variaciones, debido a factores tales
como, epidemias y guerras, condicionados por el proceso de
colonización. Además, las matanzas perpetradas por
los colonizadores junto a las nuevas enfermedades traídas
de Europa constituyeron las principales causas de muertes de
nuestro país a lo largo de los años lo que se
constata en varios documentos de la historia de Cuba sobre en
relación con los altos riesgos de
mortalidad materna e infantil.
Algunos estudiosos del tema consideran a esta etapa como
el período pretransicional de Cuba. A partir de entonces,
es que comienza la primera etapa del proceso de transición
demográfica en el país. Esta etapa es situada en el
período 1904 a 1934 (Barrios, O, 2000), aunque otros
consideran otra fecha más tardía para sus inicios,
más bien a partir de 1910.
De acuerdo con la teoría de la Transición
Demográfica, esta primera etapa surge como consecuencia de
una disminución en las tasas de mortalidad general y el
aumento de la esperanza de vida al nacer que pasó de 33.2
por mil habitantes en 1899 a 41.5 mil en 1930. La principal causa
que provocó tal aumento de la esperanza de vida al nacer
fue, sin dudas, las condiciones higiénicas y sanitarias
alcanzadas por el país, y el proceso de
modernización promovido por la entrada de Estados Unidos
como nueva metrópoli neocolonizadora
La tasa bruta de natalidad experimentó un
descenso de aproximadamente un 11.6 por ciento entre los
años de 1919 a 1930. Por su parte, la fecundidad
comenzó su descenso desde mediados de los años 20,
cuando pasa de una tasa bruta de reproducción de en este propio año
de 2.8 a 2.2 en 1931
En 1905 instalaban en Sagua la Grande los talleres
ferroviarios encargados de reparar locomotoras, coches y carros.
Por esta época se ampliaban los ingenios azucareros
Resulta y Santa Teresa convirtiéndolos en Centrales
azucareros..
La penetración del capital extranjero
siguió extendiéndose, en 1919 los teléfonos
de Sagua eran operados por la Cuban Telephone al igual que la
planta Eléctrica instalada en 1892 por accionistas cubanos
y en 1924 pasa a manos de la Cuban Electric. Co.
Por los años 1920, intereses vinculados al Royal
Bank of Canadá y al magnate Mc Farlane adquieren la
fundición y el Taller de maquinaria Unión. Es
también en esa época cuando la empresa
norteamericana 014 Time Mc Lasse y City Bank of New Cork obtienen
tanques de recepción de mieles y almacenes de
azúcar
en el puerto de la Isabela.
Existían además otras industrias como la
Fábrica de Acido e Hipoclorito, Compañía
Salinera, Tenería, Canteras de Jumagua, Fábrica de
refrescos, Mosaicos y de de muebles, Talleres de maderas,
imprentas, Hidroeléctricas, Muelles de la Isabela, Puerto
de Isabela, etc.
Los propietarios de dichas industrias manejaban sus
negocios con
capitales nacionales pero sus principales socios eran
norteamericanos. Sin embargo, en dicho período, a pesar de
las crisis económicas sufridas debido a las diferentes
guerras mundiales, sagua la Grande avanzó acorde con los
intereses económicos y políticos de los
gobernantes.
Datos estadísticos de la población de
Sagua La Grande en 1902 era de 21 342, distribuidos como sigue:
12 728 Sagua, Sitiecito 1 366, Isabela 4 206, Jumagua 2 473,
General Nodarse 768. Según raza y sexo, los blancos
nativos distribuidos en 6 127 hembras y 5 582 varones;
extranjeros, 275 hembras y 1 768 varones; negros, 2 140 hembras y
1 650 varones; mestizos, 1 882 hembras y 1 362 varones; Chinos
545 hembras y 11 varones. Según la nacionalidad
la población era de 18 498 Cubanos, 1 141 Españoles
y 903 de otros países. Según su estado civil
existían en sagua la grande 2 941 casados, 15 304
solteros, 1 067 viudos y 2 038 concubinos.
La inmigración también jugo un papel
importante en la declinación de la fecundidad de la
época pues dado su carácter económico y la necesidad de
los inmigrantes de encontrar una asimilación al medio y la
búsqueda rápida de una acumulación de
recursos con vista a su estabilización económica,
generó un retrazo del matrimonio y del
nacimiento de los hijos y por tanto una predilección por
familias más pequeñas. Esta situación tuvo
un gran impacto en la región central del país donde
se encuentra ubicada la antigua provincia de Las
Villas.
La segunda etapa de la Transición
Demográfica es ubicada sus inicios por algunos autores a
partir de los años 30 y por otros a partir de los 40, no
obstante ello, las características de la misma se
distinguen de la anterior por la aparición de los
antibióticos, de nuevos métodos de
prevención terapéutica, por una disminución
de los gastos de salud
(Erviti, Días, 1998) y un cambio de signo del saldo
migratorio externo del país a partir de 1933. (Barrios, O,
2000). En esta fecha el país pasa de receptor a emisor de
población producto de
los cambios en el sector económico y de otros factores de
orden político y social.
De acuerdo con esta teoría, los cambios en las
principales variables de la dinámica demográfica
también fueron notables; así, por ejemplo, la tasa
bruta de mortalidad mantuvo un descenso continuado con el
correspondiente ascenso de la esperanza de vida al nacer que
llegó a los 59.8 años en el quinquenio de 1955 a
1960. Por su parte, la tasa bruta de natalidad pasó de
33.8 por mil habitantes en el quinquenio 1935 a 1939 a 29.7 por
mil entre 1950 y 1954. La tasa global de fecundidad del
país pasó de 4,21 hijos por mujer a 3,83 de
1935 a 1950. Estos cambios se dieron en mayor o menor medida en
las 6 provincias existentes en el país en 1959. Se conoce
que la tasa bruta de natalidad en 1955 en la antigua provincia de
Las Villas era ya 24.9, marcando una disminución en este
indicador, y la tasa global de fecundidad pasó de 4.58
hijos por mujer en 1935 a 3.58 hijos en 1950 para una
disminución aproximada de un 21.9 por ciento respecto a
1935. (Hernández R, 1987).
La llegada del triunfo revolucionario en 1956
creó las condiciones necesarias para la entrada en la
tercera etapa de la Transición Demográfica. Los
profundos cambios llevados a cabo en el plano económico,
político y social a todo lo largo y ancho del territorio
en esferas tales como: la educación, la salud, la recreación, el empleo, un amplio plan de
construcción de viviendas y un fuerte proceso de
industrialización, entre otras medidas, determinaron
paralelamente una creciente homogeneidad entre las provincias.
Todo ello permitió una reducción del comportamiento
reproductivo en la mayor parte de las provincias del país
y en particular de Las Villas.
Alrededor de los años setenta la provincia
contaba ya con una esperanza de vida al nacer de 70.9 años
para los hombres y 73.7 para las mujeres, indicadores
nunca antes alcanzados en el territorio. Al mismo tiempo, la tasa
de mortalidad infantil pasó de 34.9 por mil nacidos vivos
en 1970 a 15.3 mil en 1979 y a la par una disminución de
la tasa bruta de reproducción del 44 por ciento entre 1970
a 1977.
Esta rápida disminución de la fecundidad
desde mediados de la década de los setenta conjuntamente
con los elevados valores de la esperanza de vida al nacer,
similares a la de los países desarrollados, con un alto
grado de homogeneidad a lo largo y ancho del país,
permiten aseverar que Cuba se encontraba concluyendo el proceso
de declinación de la mortalidad y la fecundidad y se
ubicaba en una etapa avanzada de la transición
demográfica.
A partir de la década de los 80 se comienza a
observar una estabilización de la tasa bruta de natalidad,
con valores oscilantes de la tasa global de fecundidad por debajo
del nivel de reemplazo. Para ese entonces la mortalidad ya
había completado su paso de altos a bajos niveles,
antecediendo a la declinación de la fecundidad. Estos
resultados han sido confirmados por Estudios realizados en el
Centro de Estudios Demográficos de La Habana.
En la primera mitad de la década de 1990, debido
a las dificultades económicas del país la tasa
bruta de natalidad se redujo a un nivel mínimo, luego se
recupera ligeramente y continua fluctuando durante toda la
segunda mitad de la década.
Durante los años 1993 y 1994, la provincia
arribó a la tasa global de fecundidad más baja con
1.43 hijos por mujer, recuperándose paulatinamente hasta
alcanzar 1.67 hijos por mujer en 1999, en el 2004 este indicador
alcanzó 1.54 hijo por mujer, decreciendo nuevamente. Por
su parte, el proceso de envejecimiento de la población de
la provincia resulta el mayor del país, lo que
influirá seguramente en un posible incremento de la tasa
bruta de mortalidad.
El envejecimiento poblacional constituye uno de los
fenómenos más preocupantes de la sociedad cubana
actual, agravado por la disminución de la natalidad. Desde
hace veintiocho años la tasa de fecundidad está por
debajo del nivel de reemplazo poblacional, por quedar menos de
una hija por cada mujer en edad reproductiva, esto conlleva a una
disminución notable del número de nacidos, en el
2005 solo hubo un poco más de 120 000
alumbramientos.
La esperanza de vida de los cubanos hoy es de 77
años, el desarrollo demográfico del país
señala hacia un sostenido crecimiento de la cantidad de
personas con 60 años o más, los cuales en estos
momentos representan el 16% de la población total y
llegarán a representar el 26% en el 2025, mientras que la
proporción de 0-14 años
disminuirá.
El comportamiento de la provincia de Villa Clara la
proporción de personas de 60 anos y más en el total
de la población se ha comportado en aumento, 17.1%(2000),
18.2%(2003), 18.7%(2004) y 19.0%(2005), alcanzando la provincia
de Villa Clara los valores
más alto de envejecimiento del país.
Según el autor, el municipio de Sagua la Grande
se ha desarrollado demográficamente bajo las condiciones
económicas, políticas y sociales que han
caracterizado al país y a la provincia de Villa Clara, por
lo que el proceso de Transición Demográfica de la
ciudad puede ser analizado e interpretadas bajo los mismos puntos
de vistas.
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Provincial de Santa Clara.
Autor:
Judith Hernández Ruiz
Graduado de Lic en Educación en la especialidad
de Planificación. ISPETP. Ciudad de la Habana.
Jefe de carrera de Contabilidad y
Finanzas en la
Sede Universitaria de Sagua La Grande
Profesora de las disciplinas Contabilidad Básica,
Intermedia, Superior y Instituciones
y Mercados
Financieros.
Vicepresidenta de Superación de la
Asociación Nacional de Economistas y Contadores de Cuba
del Municipio de Sagua la Grande
Estudios de Postgrados
Diplomado de Economía Global
Cursa la Maestría en Administración de Negocios.
Realiza Estudios Demográficos
País: Cuba
Ciudad: Sagua la Grande
Fecha: 5 de Enero de 2007
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