Los procesos de trabajo en la Administración Tributaria – Tendencias de futuro (página 2)
I
Introducción
El estado como
garante de los intereses de la comunidad,
encargado de ejercer la
administración tributaria, posee una gran responsabilidad
social, debiendo responder a la satisfacción de las
necesidades sociales, para lo cual debe contar con los recursos
suficientes que cubran los gastos en que
ésta incurra.
La política tributaria
en la actualidad se sustenta en la utilización de los
impuesto para
conseguir junto con otros instrumentos fiscales, los objetivos
económicos y sociales que una colectividad
políticamente organizada desea promover. Uno de los
indicadores de
eficiencia de
una política tributaria es el grado de cumplimiento de las
obligaciones
tributarias. Otro, es el funcionamiento de la Administración Tributaria, en tal sentido,
ambos indicadores se refieren al comportamiento
humano es decir, a lo de los contribuyentes y al de los
profesionales.
Dentro de los principales procesos de
trabajo que
desarrollan las administraciones tributarias, podemos
enmarcar los relacionados con la determinación del
cumplimiento, para lo cual es básico contar con información y capacidad de actuación
ante cada situación siendo necesario conocer los sujetos
de la obligación, los tributos a
pagar, la cuantía y periodicidad.
El trabajo de la administración tributaria se orienta hacia
objetivos importantes, por una parte, de mejorar el cumplimiento
de las obligaciones tributarias de los contribuyentes, sobre todo
por la vía voluntaria, lo cual garantiza la adecuada
equidad del
sistema y, por
otra, la necesidad de elevar la eficiencia de la
administración dirigido a una mejor asistencia al
contribuyente y un menor costo de
recaudación.
En la actualidad la importancia del sistema impositivo
se hace mayor por cuanto, se asegura el papel que le corresponde
al Estado en la lucha por el orden y la disciplina
social; a su vez éste como representante máximo de
los intereses de una comunidad organizada y con la legitimidad
que le confiere ser el instrumento de la voluntad popular en los
diferentes sistemas,
está dotado de poder coactivo
para exigir de los ciudadanos la participación en la
financiación de los gastos públicos a través
del impuesto.
Se puede comenzar a hablar de una administración
tributaria moderna, cuando se hayan resuelto los problemas de
autonomía de gestión
que permite la rápida adaptación a los cambios;
cuando exista capacidad de absorción y disponibilidad de
tecnologías que faciliten la implantación de
sistemas de
información integrales y
cuando los funcionarios se sientan motivados con una alta
calificación profesional y ética.
Dentro de las tendencias de futuro en las
Administraciones Tributarias se encuentra la de integración a la Administración de
Impuestos
internos y aduaneros; la jerarquización de la
administración recibiendo altos rangos dentro de los
Ministerios o
Secretarias de Economía, Finanzas o
Hacienda; el predominio de una organización netamente funcional y la
simplificación de normas y procedimientos de
reingeniería de procesos.
Teniendo en cuenta los fundamentos expresados nos
motivó proponer dentro de los objetivos fundamentales los
siguientes:
- Conocer algunos aspectos que han influido en la
evolución de las estructuras
organizativas, en las políticas y en los procesos de trabajo de
las Administraciones Tributarias. - Caracterizar las tendencias modernas y de futuro de
las administraciones tributarias. - Advertir la necesidad de aplicación
tecnológica para perfeccionar el servicio al
contribuyente o cliente.
Por su parte, para dar cumplimiento a los objetivos
propuestos y siguiendo un orden de exposición
donde queden claros los diversos factores que influyen en el
resultado de éste, hemos estructurado el trabajo de
la siguiente forma: una fundamentación general que abarca
algunas consideraciones sobre la evolución en las estructura
organizativas, en las políticas y en los procesos de
trabajo de las administraciones tributarias ; que se desarrollan
en las mismas, con la aplicación de tecnología, esta
primera parte corresponde al capitulo No I, y por otro lado, otra
segunda parte que abarca el capitulo II referido a la
fundamentación metodológica que evidencia la
validez del procedimiento
investigativo seguido, visto a través de las tendencias de
futuro y elementos principales de las administraciones
tributarias modernas.
El método
utilizado fue el de la investigación teórica, el cual nos
permitió seleccionar un tema en el que pudimos realizar
una evaluación
de los procesos evolutivos y políticas fiscales de las
Administraciones Tributarias.
Sirva la investigación que concluimos de epilogo
a una fase más de nuestra profesión, donde hemos
demostrado que los resultados de esta investigación han
sido fructífero para perfeccionar la labor que desplegamos
como juristas profesionales de una organización con
proyecciones estratégicas hacia la
modernización.
Capitulo I
Consideraciones Generales sobre la
evolución en las estructuras organizativas, en las
políticas y en los procesos de las
administraciones tributarias.
Las administraciones tributarias modernas enfrentan en
la actualidad diferentes cambios motivados por la
especialización en el desarrollo de
sus funciones, las
innovaciones tecnológicas y la reestructuración
organizativa de sus niveles que conducen a una serie de acciones
preventivas necesarias para la evolución de sus
estructuras organizativas.
En esta concepción las administraciones
tributarias tienen entre sus funciones y responsabilidades
básicas, ejercer un liderazgo
activo de modo que conduzca a la creación y
ampliación de la misión y
la cultura
organizacional e identifiquen al contribuyente desde el punto
de vista del compromiso hacia la calidad.
Los constantes cambios que dentro del proceso de
modernización enfrentan en la actualidad las
administraciones tributarias conducen a una serie de acciones que
le exige contar con personal
informado, preparado ,calificado y cuyo nivel de
especialización le permita obtener resultados acordes a
sus objetivos y misión institucional.
El sistema
tributario juega un papel muy importante en todo tipo de
economía, pues representa una vía fundamental para
recaudar los recursos financieros que necesita el Estado para
lograr sus objetivos con el mínimo de costos, permite
la redistribución de los recursos buscando la necesaria
equidad a nivel de la sociedad y a
su vez actúa sobre la eficiencia, eficacia y
estabilidad de la economía.
Ejercer la Administración Tributaria, es
además de una apreciable carga de responsabilidad social, un complicado proceso. Su
significación política, por ejemplo, como base del
gasto presupuestario y su impacto sobre cada uno de los sujetos
económicos a través de las variables de
la macro y microeconomía, dan fe de su importancia
así como de la necesidad del cobro de los
tributos.
Como momento singularmente importante del proceso
tributario, sobresale la recaudación y la cobranza de los
impuestos y demás aportes a que obliga la
legislación. La recaudación es reconocida en la
administración fiscal como el
" objetivo
movilizador de la actividad". En torno a ella se
estructuran las organizaciones y
su evolución es objeto de atención por todos los miembros de
éstas, por cuanto permite leer desde la marcha de la
economía, hasta el estado de la disciplina
social.
Por su importancia la recaudación y la cobranza
tienen una significación especial en materia de
tecnología. La necesidad de una gestión eficiente
obliga a buscar " Maneras de hacer" que racionalicen el empleo de
recursos, sobre todo, del recurso tiempo y que
minimicen los costos de oportunidad para el contribuyente
colocado en la disyuntiva de cumplir con las obligaciones
fiscales.
Sobre la evolución de las políticas
tributarias es preciso definir que se trata de la
utilización de los impuestos para conseguir, junto con
otros instrumentos fiscales, los objetivos económicos y
sociales que una colectividad políticamente organizada
desea promover. Uno de los indicadores de eficiencia de una
política tributaria es el grado de cumplimiento de las
obligaciones tributarias que tienen su origen en el hecho
imponible y en cuya naturaleza
jurídica, todos los autores coinciden en atribuirle un
carácter patrimonial, consistente
éste, en dar una suma de dinero en
especie, cuando la ley lo
permite.
Otro, es el funcionamiento de la administración
tributaria. Ambos indicadores se refieren al comportamiento
humano. En un caso, de los contribuyentes; en el otro, de sus
profesionales.
Por lo expresado es válido reconocer que no se
puede llevar a cabo una política tributaria verdaderamente
eficaz sin contar con el elemento humano que la diseña,
que la aplica y aquel a quien se dirige. Todo diseño
de planificación y de legislación
tributaria es estéril sino se presenta sino se presta la
debida atención a las ideas, actitudes,
motivaciones y formas de comportamiento de los ciudadanos, tanto
contribuyentes como funcionarios. Por eso, una de las
líneas estratégicas en las políticas
tributarias consiste en algo aparentemente tan alejado de su
función
jurídica y económica como es la educación en
valores de
responsabilidad de estos dos elementos claves.
Con relación a este particular nos referimos a
determinadas ideas generales en las que deben basar las
administraciones tributarias su estrategia
educativa para lograr evolucionar en sus políticas, entre
ellas tenemos.
- La fiscalidad como espejo social.
- La educación cívico
tributaria de los ciudadanos. - La educación en valores de responsabilidades
de los funcionarios.
Sobre la fiscalidad como espejo social podemos decir que
la tenemos que enmarcar en la cultura
cívica y conducta
fiscal.
Toda comunidad, por muchos condicionantes externos que
tenga, siempre conserva un margen de maniobra más o menos
amplio para decidir que va hacer con sus escasos o abundantes
recursos colectivos, de que fuentes puede
obtenerlos y en que va a invertirlos. Tales decisiones dependen
de cómo se ha organizado la estructura
social de esa comunidad, de que fines y metas colectivas
pretende conseguir, en definitiva, dependen de cuáles son
los valores
culturales por los que se rige tal comunidad y que son los que
inspiran y orientan la conducta de los individuos que la
integran.
Tan es así, que pueden encontrarse casos de
países objetivamente muy ricos pero que carecen de la
mínima infraestructura que posibilite su desarrollo
económico y social; como pueden citarse ejemplos de
países pobres que, sin apenas poseer recursos
naturales, han logrado alcanzar con el esfuerzo común
niveles generales aceptables y aun elevados de desarrollo y
prosperidad.
En el espacio fiscal, las técnicas
jurídicas y económicas se ponen al servicio de
ideas socio- políticas. Por eso, la fiscalidad es un mero
reflejo de la estructura social y poder de una comunidad
políticamente organizada, a cuyos fines e ideas colectivas
sirve. De ahí que la fiscalidad no haya sido igual en los
imperios de la antigüedad que en los Estados modernos, o
contemporáneos, como tampoco puede presentar los mismos
rasgos en una sociedad agraria que en una industrializada o en
una sociedad de servicios, ni
es igual en un modelo de
Estado autoritario que en uno democrático.
El espejo fiscal es, por lo tanto, un espejo social en
su sentido más amplio; No solo refleja, estructuras
políticas y económicas, también refleja
metas, fines, valores, actitudes y conductas que son; a la vez,
causa y consecuencia de aquellas estructuras.
La conducta fiscal no admite interpretaciones
dulcificadas, porque muestra con toda
su crudeza la confrontación de los intereses entre los
individuos y entre los grupos para
defender sus posiciones en el seno del presupuesto
público.
La fiscalidad no se entiende como una aportación
transaccional, sino como algo sujeto a derecho, donde los
particulares encuentran atendidos sus intereses individuales y
grupales en un contexto general de defensa del interés
común.
Del Tributo al Impuesto.
Contribución, Tributo e Impuesto son tres
términos que suelen utilizarse como sinónimos,
cuando en realidad no describen lo mismo ( Enciclopedia Universal
Europeo-Americana). Contribución es un término
genérico que designa toda aportación voluntaria o
forzosa para la consecución de un fin.
La voz tributo, ha prevalecido adjetivamente para
designar el conjunto de impuesto existentes en un país o
época- sistema tributario.
En cambio el
impuesto es una institución jurídica,
política y económica que regula la relación
existente entre los ciudadanos y el Estado, mediante la cual
aquellos tienen la obligación de aportar y éste el
derecho a exigir una parte de los bienes de los
primeros para sufragar las necesidades comunes mediante la
prestación de los servicios
públicos.
Tributos, política tributaria y obligaciones
tributarias han existido siempre, incluso en las más
primitivas organizaciones sociales, tanto en su forma de
prestación personal- como de apropiación de
bienes.
Pero el " impuesto tuvo y tiene, otros efectos sobre las
relaciones sociales.
La estructura del sistema fiscal va a reflejar de tal
modo la estructura de poder del Estado, que toda
modificación del equilibrio de
fuerzas en éste lleva aparejada una reforma
tributaria.
El Estado Moderno: La Solidaridad
Obligada
La coacción y la asignación son
prácticamente las únicas bases de legitimación de la imposición en el
Estado Moderno. De manera que el impuesto genera, desde entonces
y hasta nuestros días, una suerte de solidaridad obligada
entre los contribuyentes: Cada uno está dispuesto a pagar
con la condición de que los demás también lo
hagan. Sólo así queda legitimado un sistema
tributario como procedimiento forzoso de financiación de
las necesidades públicas.
La Hacienda Pública.
Por todos es conocido que la Hacienda Pública lo
constituyen el Estado y los demás entes públicos en
cuanto obtienen ingresos y
realizan gastos. Es aquella parte del aparato estatal que tiene
encomendada la realización de ingresos y
gastos.
En un sentido objetivo la expresión Hacienda
Pública se refiere a la actividad financiera en sí
mismo considerada.
También en sentido objetivo, estático
patrimonial, la expresión Hacienda Pública puede y
suele referirse al conjunto de bienes, derechos y obligaciones de
titularidad estatal. Se alude así a la Hacienda del Estado
del mismo modo en que se habla de la hacienda de un
particular.
La Hacienda Pública se convierte en la clave del
arco que sustenta el modelo utópico del bienestar que
persigue algo más que la justicia
distributiva o la lucha contra la pobreza
extrema. Garantizar el pleno ejercicio de un conjunto de derechos
democráticos mínimos , políticos, civiles y
económicos para el conjunto de la población; de modo que la meta colectiva
que aquí se persigue es hacer operativo el principio de
igualdad de
oportunidades para todos los ciudadanos.
La labor educativa de la Hacienda Pública debe
centrar su actuación en dos frentes:
- El de los ciudadanos- contribuyentes, informando a
los adultos y a los jóvenes acerca del sentido, alcance
y finalidad que tiene el cumplimiento de las obligaciones
tributarias. - El de los funcionarios de la Administración
Tributaria, informándoles de que su modo de conducirse
ha de ser un tropel de comportamientos; de que su prestigio e
influencia con las recompensas materiales y
simbólicas que ello lleva consigo, reposarán en
un modelo de actitudes y conductas al que se ajuste e impregne
el resto de los profesionales públicos y privados de su
país.
2-
Educación Cívico Tributaria de los
Ciudadanos.
La formación de la cultura
fiscal.
El proceso de socialización hace posible la vida en
sociedad y permite la transmisión de pautas culturales de
una generación a otra. A través de este proceso, el
individuo va
adoptando interiormente los conceptos, normas, valores y
actitudes propios del grupo social
en el que está inserto, de manera que llegan a formar
parte de su propia personalidad.
El cumplimiento fiscal es un problema de ciudadanía. Los efectos del incumplimiento,
es decir del fraude fiscal,
perjudican a todos los ciudadanos, pero específicamente a
aquellos que asumen sus responsabilidades sociales y cumplen
correctamente sus obligaciones tributarias. El fraude fiscal es
un fenómeno complejo basado en una mentalidad de derechos
adquiridos sin ninguna contrapartida desde la vertiente de las
responsabilidades. Es, en definitiva, un problema de
socialización inadecuada en los valores éticos de
justicia y solidaridad. Según el Diccionario de
Lengua
Española"fraude" es toda " acción
contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la
persona contra
quien se comete".
Una segunda acepción de "fraude" es, según
este mismo diccionario, todo "acto tendente a eludir una
disposición legal en perjuicio del Estado o de terceros".(
Real Academia Española, 1992). Conceptos clave en esta
definición son : " engaño ¨, "ilicitud" y "
perjuicio".
Por su parte el sistema
educativo y la conciencia fiscal
de los jóvenes puede prepararlos para el momento en que
deban cumplir sus obligaciones como contribuyentes, impartiendo
una serie de conocimientos básicos que expliquen el
sentido, el alcance y la finalidad de los impuestos y que
describan brevemente los requerimientos más simples del
sistema fiscal.
La educación fiscal, además, puede
colaborar en el desarrollo de las capacidades que intervienen en
la formación de la conciencia ética y cívica
de los jóvenes ayudándoles a:
- Concebir y a utilizar la fiscalidad como un
instrumento de transformación de las condiciones
vitales y de las relaciones sociales; a - orientarse de forma objetiva y racional en aquellas
situaciones donde los intereses personales y los colectivos
entren en conflicto;
y a - Solucionar de modo pacífico y dialogante los
conflictos
de valores e intereses que, inevitablemente, surgen entre los
diferentes colectivos que comparten un mismo ámbito de
convivencia.
3 – Educación en Valores de
Responsabilidad de los Funcionarios.
– El liderazgo moral de los
profesionales de la Administración
Tributaria.
Teniendo en cuenta las líneas estratégicas
de actuación de los profesionales de la
Administración Tributaria es preciso asumir una
función dinamizadora del cambio cultural y organizacional
que las nuevas condiciones exigen del servicio
público.
Por su parte, la relevancia institucional de la
Administración Tributaria legitima a ésta para
exigir de todos y cada uno de sus profesionales un comportamiento
todavía más riguroso que el del resto de los
profesionales del servicio público.
La imagen
profesional ha de corresponderse exactamente con la imagen
corporativa en el ámbito de la Administración
Tributaria democrática, porque una y otra se
retroalimentan mutuamente y no puede forjarse una sin otra. Es
absolutamente imprescindible para la coherencia interna de ambas
que exista un sustrato común, basado en la identidad de
normas, valores y actitudes que inspiren y orienten la conducta
profesional y la actuación institucional.
Por todos los fundamentos referidos podemos afirmar, que
las estructuras organizativas de las administraciones tributarias
han evolucionado en sus políticas trazadas, pues realmente
han logrado conseguir, junto con otros instrumentos fiscales, los
objetivos económicos y sociales que se propone una
organización.
1.2- Procesos de trabajo en las Administraciones
Tributarias. Aplicación de
Tecnología.
La misión de la Administración Tributaria
, comprende dos grandes objetivos permanentes en el contexto de
la política
económica de cada país; la puesta en
práctica, evaluación y perfeccionamiento de la
política económica de cada país; la puesta
en práctica, evaluación y perfeccionamiento de la
política tributaria que se expresa en el cuerpo legal que
la sustenta y el cumplimiento de esta por parte de los
contribuyentes.
Un sistema tributario será efectivo si resulta
realmente administrado.
Para lograr los objetivos propuestos por las
administraciones tributarias, es imprescindibles identificar el
flujo tecnológico de las organizaciones y que este sea
interiorizado y dominado por todos sus miembros.
En el flujo tecnológico para el control del
cumplimiento tributario es preciso tener en cuenta los principios
siguientes:
- El control de los tributos surge con el nacimiento
de la obligación y subsiste hasta que ésta se
extingue por el cumplimiento cabal. Cualquier solución
parcial que no contemple el desarrollo completo del proceso
es insuficiente en términos de resultado. - El control del cumplimiento dependerá de una
política definida, interiorizada por .la
organización y correctamente
cumplimentada. - Es necesario tener en cuenta la teoría y la práctica
internacional en cuanto a métodos acorde con las idiosincrasias
de cada país así como las condiciones y
aspiraciones. - Para definir una línea de acción de
cumplimiento tributario deberá tenerse presente por
las administraciones tributarias las funciones esenciales: de
Recaudación– Fiscalización; las
de apoyo: Informática- Estadísticas–
Divulgación- Registros y las de normativas,
como Jurídicas y las de Sistemas y
Metodologías, sin que exista una relación
rígida con el diseño de la estructura
organizativa.
Las Administraciones Tributarias deben estimular el pago
voluntario, al ser una necesidad ante las complejidades del
trabajo tributario, ya que permite la adopción
de formas de control masivas.
Un factor decisivo para lograr los propósitos
enunciados, es una debida asistencia a los Contribuyentes de
forma tal que se actúe como un servidor
público, informando, esclareciendo, alertando,
convenciendo y propiciando el desarrollo de la necesaria cultura
tributaria.
Es necesario crear las condiciones para lograr el pago
voluntario de manera que ante actitudes de evasión o
incumplimiento exista un verdadero riesgo.
El pago voluntario dependerá de dos elementos
fundamentales:
- Crear un ambiente
de facilidad, esclarecimiento, de Justicia y Equidad que
convenza de hacer el pago de forma natural. - Crear un verdadero riesgo al incumplimiento que sea
perceptible en la sociedad y en el contribuyente para que lo
compulse a pagar de forma natural.
La condición de eficacia en las Administraciones
Tributarias es otro de los aspectos que caracterizan los procesos
de trabajo de las organizaciones, al relacionarse con la
capacidad de éstas para obtener los resultados que se
esperan.
La eficacia genera una dinámica propia en el estado de
cumplimiento; en cambio la eficiencia está referida a la
capacidad de funcionamiento.
Sobre el sistema de control existe una concepción
general integrada, por un Sistema Normativo donde juega su papel
la función legislativa y la función de Sistemas y
Metodología; un sistema operativo
en el que se centran las funciones de Recaudación y
Cobranza y la de Fiscalización (Metodología
Interna), así como el Sistema de Apoyo donde juega un
papel vital la informatización de los procesos, las
estadísticas y la impresión de
modelos.
Todos los sistemas deben estar interrelacionado en busca
de la mayor efectividad.
Dentro de las brechas de control que se presentan en los
procesos de trabajo de las administraciones tributarias se
encuentran:
- Contribuyentes que no se registran.
- Registrados que no han declarado.
- Que declaran y no pagan
- Declaraciones incorrectas
El sistema normativo el cual comprende el
jurídico juega un rol vital en los actos que se presentan
en las administraciones tributarias, cada acto requiere de una
formalidad estricta, por lo cual, deben tener el análisis legal y la expresión
adecuada para enmarcarlo dentro de la legislación
existente, de modo que permita seguridad y
confianza.
La legislación debe contar con el ordenamiento y
clasificación que permita el dominio y uso
adecuado; para que se garantice el cumplimiento forzado de la
obligación por cualquier tipo de contribuyente y tributo,
así como el encauzamiento de los casos tratados como
delito
fiscal.
En cuanto a la función de sistemas y
metodologías, es preciso se incluyan los estudios y
diseños de todos los procesos del control fiscal a los
contribuyentes a fin de buscar la mayor efectividad, racionalidad
y sencillez, así como la adecuada interrelación
entre los diferentes sistemas.
En cambio el Sistema de Apoyo, está integrado por
los registros de
contribuyentes, estadísticas, procesamientos
automatizados, impresión de modelos y documentos de
control.
Los flujos de información permanentes,
sistemáticos y dinámicos que caracterizan los
procesos de trabajo de las administraciones tributarias deben de
estar concebidos de manera que sea imposible ejercer una
función efectuando de manera independiente y que
ningún paso del proceso de control pueda ser
interrumpido.
Para desarrollar el control del cumplimiento se han de
adoptar medidas que garanticen la tendencia natural del
contribuyente a minimizar su obligación. El contenido del
riesgo se debe expresar en la capacidad para hacer que el
contribuyente represente las consecuencias de un incumplimiento
como una alternativa menos favorable que si lo hace
voluntariamente.
El riesgo debe ser capaz de disuadir a cualquiera de la
tentación de dejar de cumplir.
En los procesos de trabajo de las administraciones el
sistema de control se debe de caracterizar por ser integral,
sistemático y riguroso; debe actuar sobre los llamados
hechos de incumplimientos, tales como; contribuyentes que
debiendo estar inscriptos y debiendo presentar una
declaración no la presentan, a los que la presentan y
declaran incorrecta y a los que habiendo reconocido la
obligación, ya sea voluntaria o por determinación
no la pagan.
Otros de los procesos de trabajo de las administraciones
tributarias es el relacionado con la determinación del
cumplimiento, en este sentido se precisa lograr una elevada
capacidad para conocer y determinar el incumplimiento para ello
se requiere contar con información y capacidad de
actuación ante cada situación.
Los problema Básicos para lograr el
Cumplimiento son:
- Detectar a los omisos.
- Determinar cierta y oportunamente quienes han
omitido la presentación de
declaraciones. - Verificar la exactitud de las declaraciones
presentadas.
- Conocer los sujetos de la obligación, los
tributos a pagar, la cuantía y periodicidad. - El segundo problema está dado en determinar
los que no han presentado la correspondiente
declaración, se puede resolver comparando el registro con
las declaraciones, obligando a todos los que no la presentaron
a realizarla. - Para resolver el tercer problema debe partirse que
toda declaración será procesada y revisada como
una rutina de trabajo, ya que toda declaración
constituye una valiosa fuente de
información.
En el universo de
contribuyentes, existen distintas actitudes con relación
al incumplimiento de las obligaciones, conductas que deben de ser
consideradas en la etapa de selección,
llegando a determinarse para la actuación.
Esta recta de Cumplimiento Tributario se puede enmarcar
en diferentes zonas, donde:
En la zona 1 están ubicados los contribuyentes
que cumplen y no tienen intenciones ni indicios de
evadir.
Zona 2, contribuyentes que cumplen, pero tienen
intenciones o muestras indicios de evadir.
Zona 3, contribuyentes que no cumplen, pero tienen
intenciones o muestran indicios de evadir.
Zona 4, contribuyentes que no cumplen o
evaden.
Zona 5, contribuyentes que hacen fraudes.
A partir de lo antes expresado, la selección
debiera hacerse de manera tal que privilegie, con alta frecuencia
las zonas 5 y 4 en este orden de importancia.
Así mismo se debe orientar recursos en la zona 3,
puesto que, estos contribuyentes sin intenciones de evadir no
cumplen, lo cual puede reflejar desconocimiento de las normas
tributarias o errores involuntarios que es necesario aclarar o
subsanar. También es necesario asegurar recursos a la zona
2 para disuadir cualquier intención o realizar las
aclaraciones pertinentes. La selección debe abarcar la
zona 1 también, ya que el comportamiento de los agentes
económicos es dinámico y por ello conviene dar
señales
equitativas y permanentes de fiscalización.
Capitulo II
2.1 Tendencias y Elementos Principales de las
Administraciones Tributarias.
El trabajo de la Administración Tributaria se
orienta hacia los objetivos, por una parte, de mejorar el
cumplimiento de las obligaciones tributarias, lo cual debe
garantizar la adecuada equidad del sistema y por otra, de elevar
la eficiencia de la administración. Esto último
debe traducirse en una mayor comodidad y asistencia al
contribuyente y un menor costo de recaudación.
El éxito o
fracaso de una parte esencial de la política
fiscal y económica del gobierno depende
de la administración tributaria, por ende los cambios que
experimente la política fiscal hacia el ámbito
tributario obligatoriamente se refleja en la
administración.
La elevación de la coherencia institucional y
jerarquización del trabajo de la Administración
Tributaria , como expresión de la voluntad política
del gobierno de apoyo a esta actividad determina la
jerarquía que se debe otorgar a ésta, porque de
ella depende la cultura tributaria que adquieran los ciudadanos
sobre la efectividad de la gestión pública, la
utilización de los recursos necesarios para el financiamiento
de las funciones estatales, las posibilidades de control
económico, siendo una condición necesaria para
ello, la existencia de una administración tributaria
competente que garantice la equidad, para que socialmente tenga
acogida y se desempeñe la actividad con
transparencia.
El perfeccionamiento y ampliación de los
servicios al contribuyente, resulta otro elemento a tomar en
cuenta, se diseñan oficinas cada día mas modernas,
que mediante métodos nuevos y eficientes brindan al
contribuyente una información rápida y acorde a sus
exigencias, así como la utilización de diversos
medios masivos
de comunicación.
La informatización de la administración
tributaria, genera vinculación en los flujos informativos
que permite captar informaciones diversas para facilitar entre
otros aspectos el control al contribuyente, conocer la capacidad
contributiva, fiscalizar de forma efectiva el cumplimiento de las
obligaciones y realizar información cruzadas para detectar
posibles violaciones.
Por otra parte posibilita la confección de
registros de cuentas
tributarias que permitan mantener el control de los aportes de
los contribuyentes de cada impuesto por determinados
períodos, según se establece, proporcionando una
gestión mas rápida para la administración
tributaria.
Medir el impacto económico de los impuestos, es
otro de los fines de la informatización para fundamentar
la política tributaria y valorar la marcha del
cumplimiento de las funciones principales.
La computarización de la gestión
tributaria ha resultado la forma más eficiente de reducir
las voluminosas informaciones, logrando así agilizar los
procesos
administrativos. Actualmente se aprecia la aplicación
de programas de
computación cada día mas avanzados
que permiten registrar y procesar información con
tecnologías de comunicación modernas para facilitar
el uso de la información en toda una red de órganos de
la Administración Tributaria sin violar la confiabilidad
integral y confidencialidad de la información.
El reforzamiento de los aspectos jurídicos
legales del proceso de administración tributaria es otra
de las tendencias de las Administraciones Tributarias basado en
aspectos tales como:
- Mantener una redacción clara, sencilla y explicita
de las leyes
tributarias para eliminar " Lagunas" de la
legislación. - La existencia de un código tributario en todos los
países con los procedimientos que permitan la
aplicación correcta del sistema de sanciones en la
Administración Tributaria. - Celeridad en los procesos y en los recursos
derivados de la acción tributaria. - El diseño de
sistemas de registros y control así como los
procedimientos técnicos perfeccionados, flexibles e
integrados, estos abarcan todas las etapas de la
gestión tributaria en su conjunto. En este sentido las
administraciones tributarias deben aplicar sistemas de
controles combinados con un tratamiento especial a los
grandes contribuyentes.
2.2- Tendencias de Futuro.
Antes de profundizar en el tema objeto de estudio es
preciso insistir en que el grado de desarrollo de la
administración incide decisivamente en la manera en que
entrarán las tecnologías al trabajo tributario
específicamente la aplicación de la informática, en el proceso interno de
recaudación, es decir, registro de obligados,
declaración jurada, trasmisión de datos, etc y en
la interacción tecnológicamente
avanzada con el contribuyente.
Existen países que han ido sustituyendo al
contribuyente por el cliente y para ello crean cada vez mejores
condiciones para la relación del obligado con la
administración. El cliente declarará,
presentará documentos de negocio, será requerido y
liquidará sus adeudos sin salir de su casa o de su
oficina,
obviamente todo ese proceso requiere de un desarrollo
tecnológico de sus procesos elementales de
trabajo.
Sin embargo, tales administraciones si realmente
apuestan a la modernización de sus sistemas, no deben
dudar en iniciar el camino en esa dirección, primeramente creando condiciones
materiales (Computación) y normativas (leyes y
procedimientos) para la creación de SITI, del cual se
puede obtener, en materia de Recaudación y
Cobranza.
La aplicación tecnológica en las operaciones de
control de recepción, procesamiento y validación de
documentos es otro de los problemas más comunes de la
administración contemporánea : el tratamiento del
enorme volumen de
información que se reciben en sus oficinas, en la
mayoría de los casos soportada sobre papel, cuya
validación es imposible de obviar si se aspira a contar
con una tributación coherente.
Ante todo esto, el diseño de un flujo
óptimo de documentos es vital a fin de lograr una correcta
recepción, donde se identifiquen y registran los mismos,
una organización adecuada donde se ordenen y transcriben y
por último la validación, donde se verifica la
existencia o no de errores y datos inconsistentes, tanto debidos
al contribuyente como al proceso de
trascripción.
Las tendencias actuales en las administraciones
tributarias están dirigidas hacia la integración de
la administración de impuestos internos y aduaneros;
así como la jerarquización de la
administración recibiendo altos rangos dentro de los
Ministerios o Secretarias de Economía, Finanzas o
Hacienda; predominio amplio de una organización netamente
funcional, simplificación de normas y procedimientos y
reingeniería de procesos, se ha
incrementado en un gran número de países donde la
administración tributaria ha logrado autonomía
técnica, administrativa y financiera, crece el
número de países con una organización
unificada, una sola unidad cumple todas las funciones.
La creciente colaboración con los bancos en la
recepción de los pagos y de las declaraciones de los
contribuyentes también son tendencias de futuro por parte
de las administraciones.
En muchos países ( sobre todo con gran
concentración de la recaudación) implantaron
modernos sistemas y procedimientos de gestión para
Contribuyentes Especiales.
Por otra parte, es menester ratificar que dentro de las
tendencias de futuro la dirigida a informatizar todas las
funciones de la administración tributaria juega un rol
importante; la profesionalización del funcionario
tributario mediante capacitación eficiente y constante es vital
en el desarrollo y desempeño de una administración
tributaria de futuro así como el fortalecimiento de las
estructuras organizacionales.
Con independencia
a lo expresado no debe dejar de existir, la independencia y
capacidad de actuación para aplicar leyes en forma
general; disponer de un Código Tributario ;
Organización Funcional; Autonomía administrativa,
financiera y de gestión de Recursos
Humanos; Carrera Administrativa y sistema de remuneraciones
dirigidos a profesionalizar a sus funcionarios.
II
Conclusiones
Como resultado de la investigación que hemos
desarrollado resulta prudente plasmar las conclusiones que de
ella se derivan, las cuales en la mayoría de los casos son
una afirmación de la hipótesis establecida para la
ejecución del presente trabajo.
- De la Administración Tributaria
dependerá en última instancia el éxito o
fracaso de una parte esencial de la política fiscal y
por ende la política económica del
gobierno. - Los cambios en la política fiscal orientados
hacia el ámbito tributario necesariamente se reflejan en
la administración. - La evolución en las estructuras organizativas,
en las políticas y en los procesos de las
administraciones tributarias se sustentan sobre la base de la
eficiencia en el cumplimiento de las obligaciones tributarias y
en la aplicación de tecnologías en los procesos
de trabajo - El sistema tributación juega un papel muy
importante en cualquier economía, pues constituye la
vía fundamental para recaudar los recursos financieros
que necesita el Estado para lograr sus objetivos
trazados. - Las tendencias de las administraciones tributarias
modernas van encaminadas o dirigidas a introducir nuevas
tecnologías de información con el fin de
aplicar procedimientos más simples, rápidos,
precisos y fiables. - Un servicio eficiente conlleva a asegurar que el
sistema fiscal sea justo y equitativo. - Uno de los factores claves en el éxito de
cualquier administración tributaria es que cuente con
las potestades legales necesarias (Código Tributario)
para garantizar el cobro efectivo de las obligaciones
tributarias, eliminándose las lagunas
legislativas. - Se puede comenzar a hablar de una
Administración Tributaria moderna y de futuro cuando
hayan sido resueltos, los problemas de autonomía de
gestión que permite la rápida adaptación a
los cambios; capacidad de absorción y disponibilidad de
tecnologías que permitan implantar sistemas de
información integrales.
II
Recomendaciones.
Formuladas las conclusiones de nuestras investigaciones,
estimamos pertinente formular algunas recomendaciones, las cuales
redundarán en un mejoramiento de los procesos de trabajo
en las Administraciones Tributarias.
- Realizar una revisión y análisis del
régimen jurídico a aplicar a los procedimientos
legales que se desarrollan en la administraciones tributarias,
a fin de lograr una compilación de la legislación
tributaria para así eliminar la dispersión
legislativa existente en esta materia y erradicar los defectos
y omisiones de la ley. - Que cada administración tributaria desarrolle
los procesos de trabajo sobre la base de la aplicación
de modernas tecnologías, a fin de lograr los objetivos
previstos en el contexto de la política económica
de cada país. - Que se precise de una mayor celeridad y certeza en
los procesos administrativos que se desarrollan en las
administraciones tributarias, para continuar elevando la
calidad del servicio prestado a los contribuyentes. - Que se continúe elevando la profesionalidad de
los especialistas y funcionarios de las organizaciones
tributarias dado la alta responsabilidad que tiene para los
contribuyentes.
IV Aparato Crítico.
Educación Cívico- Tributaria de los
ciudadanos y Educación en valores de responsabilidad
de los funcionarios.Perspectivas Española, Págs. 5, 7,10,
12,13,14,24,27,36,45,56 y 60.- Líneas Estratégicas de Política
Tributaria. - Tecnologías de los procesos de trabajo en la
Administración Tributaria, Págs. 2,4,5,6,8,9,12 y
17. - Resumen de tendencia de Administraciones Tributarias.
Proyecciones de Futuro, Págs. 1,2,3,5 y 8.
V
Bibliografía.
- AA.VV( 1924-1997) Enciclopedia Universal Europeo-
Americana, Espasa Calpe, Madrid (
tomo XXVIII) - ALL PORT, G.W (1935): " Attitudes" en MURCHINSON, C.
(Ed): A Handbook University, Worchester Mazz, pp
798-884. - Área de Sociología Tributaria(1996): " La
educación fiscal en el marco de la Educación
Moral y Cívica" en aspectos educativos, sociales
y comunicativos del cumplimiento fiscal, Documento 7/96,
Instituto de Estudios Fiscales, Madrid, pp. 12-40. - Bell, D(1977): Las contradicciones culturales del
capitalismo,
alianza, Madrid. - Fernández Cainzos, J.J.(Ed)(1986): El Estado y
los Contribuyentes: la resistencia
fiscal, Instituto de Estudios Fiscales, Madrid. - Ferreiro Lapatza. J.J. Curso de Derecho Financiero
Español Tomo I - Pérez González Rafael (1997)
Tecnología de los Procesos de Trabajo en la
Administración Tributaria.
Alba Rosa Pupo Kairuz1
Rosa Alba Pupo
Kairuz2
1-Oficina Nacional de Administración
Tributaria.
2- Organización Nacional de Bufetes
Colectivos.
Bayamo, Granma-Cuba
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