El Instrumento ideal para su ideal
para el educando según la filosofía
Audiobec©
Durante 14 años, hemos visto la
preocupación y ansiedad que produce la selección
del instrumento musical correcto para el educando, tanto en los
docentes como
en el acudiente y en el mismo educando. Lograr acertar en la
selección correcta del instrumento involucra muchas
variables, por
lo que pocos se aventuran a escribir acerca de este
asunto.
Un libro
encontrado en el comercio y de
fácil acceso es Como escoger el instrumento musical
para su hijo de músicos y psicólogos de la
comunidad
europea que lograron sintetizar y exponer algunos puntos
importantes que debieran tenerse en cuenta ante semejante
coyuntura. Su tesis radica
en el hecho de que posiblemente los instrumentos
musicales y su respectivo roll tienen mucho que ver con el
carácter y la
personalidad de cada educando (lo dije desde un principio:
son psicólogos).
Nos dimos a la tarea de confrontar dicha tesis con la
experiencia diaria de nuestro quehacer docente, y por momentos
pareciera ser una "verdad absoluta", lo que hace mucho más
interesante sus planteamientos.
La cosmogonía de un estudiante de música o educando que
haga parte de un proyecto musical,
no solamente involucra su carácter y personalidad
que de hecho lo está intrínsecamente:
también lo están, sus expectativas, sus retos, sus
metas, sus intereses y motivaciones que pueden o no parecerse a
las de sus padres (acudientes), y esto finalmente termina
incidiendo en su decisión final, lo mismo que la
opinión de su instructor o profesor de
música, y talvez de una forma indirecta la opinión
general de la comunidad estudiantil.
Cuando realizamos dichos estudios, tuvimos la suerte de
encontrarnos dentro de una institución educativa,
económicamente fuerte, interesada por los procesos de
investigación que se llevaran acabo dentro
de ella. Al crear el Proyecto Pedagógico Musical, se
dispuso que el estudiante tendría la última palabra
pero que habría un consenso al respecto. En su gran
mayoría no hubo aciertos, pues al poco tiempo
después cambiaban de instrumento hasta dos veces
más.
En un principio es preocupante, pero existiendo las
oportunidades no consideramos argumento alguno para impedir que
nuestros discípulos no pudieran probar en cada instrumento
musical. Finalmente pudimos encontrar estudiantes satisfechos,
musicalmente identificados y realizados con su instrumento
elegido que dieron más y mejores resultados en el trabajo
orquestal propuesto en menos tiempo y que permitió
finalmente el goce y disfrute de todo el colectivo en cada una de
sus interpretaciones.
La filosofía Audiobec©, es clara al
señalar la autodeterminación como base y fundamento
de un buen trabajo
formativo y musical en un educando. Si partimos de esta base,
estaríamos dándole la oportunidad al niño de
que conozca cual es la extensión de su cuerpo que se
adapta mejor al mismo: un violín, un trompeta, un
violinchello, un trombón, una batería,
etc…
Es posible que se piense que se perderá tiempo
valiosísimo, sin embargo consideramos que ese tiempo es
literalmente recuperable cuando el niño pueda encontrar su
plenitud con el instrumento musical que haya escogido.
Las otras opiniones son importantes pero no
indispensables, sin dejar a un lado la opinión siempre
imparcial que debe sostener el docente a la hora de sugerir
instrumento musical alguno. Los ejemplos abundan dentro de
nuestra experiencia, como el caso en Barranquilla de dos
niñas que desde el primer momento en que vieron el Cello
lo eligieron y a pesar de que su proceso
técnico tomó tiempo nunca desfallecieron y
finalmente pudieron interpretar pasajes musicales en obras, cuyos
aportes a la Orquesta le fueron significativos.
La pregunta talvez más pertinente en este momento
es: Porqué se presentan estas situaciones de cambio de
instrumentos a la mitad de un proceso?
Bueno: una de las razones por las que logramos precisar
esta situación fue el hecho de que los mismos educandos
manifestaban ciertas incomodidades: por ejemplo, en el caso de la
flauta varios niños(as), desertaron, porque
después de intentar soplar en el orificio, la falta de
oxígeno
en el cerebro
producía mareos; estos, para algunos son más
tolerables que para otros, en otros casos niños
manifiestan no sentir dichos mareos, lo que les hace más
agradable y placentero el proceso de aprendizaje en la
flauta. En el caso del violín la vibración que se
transmite por el cuerpo del mismo hacia el mentón y de
ahí a todo el cráneo, es una situación
suficientemente incómoda para muchos,
al punto de querer desistir en el estudio, otros recurren a
posturas del instrumento definitivamente extrañas que
deben ser permanentemente corregidas hasta que el cuerpo se
adapta a dicha vibración.
El piano termina siendo para algunos un océano
inexpugnable, ilimitado, imposible de dominar, muy duro que exige
rudeza y capacidad periférica para dominarlo en su
totalidad, preferirían un instrumento menos evidente,
más sutil: en muchos casos sus miradas se desplazan desde
la primera tecla a la izquierda hasta la última a la
derecha y exclaman extasiadas preguntándose como hacer
para que me obedezca. En el caso del trombón porque suena
"chistoso y muy feo"
Vale la pena anotar que para responder a esta pregunta
estamos dando por hecho que el docente sigue estrategias
pedagógicas correctas, tiene una investigación
protagónica adecuada y permanentemente le hace
seguimiento, y que no existen otras variables que puedan provocar
deserción en el educando: de esta forma estamos buscando
la respuesta en el protagonista del proceso: el
niño.
También es posible, mostrarle todos los
instrumentos cuando el acudiente comparte con su educando
conciertos de diversos géneros musicales, de tal forma que
observará en escena muchos timbres sonoros, que
posiblemente despierten su curiosidad y su interés:
la edad sugerida es temprana: es decir, a menor edad más
fácil poder
compartir estos momentos, pues sus prioridades empiezan a cambiar
después de los 10 años aproximadamente. Así
en el momento en que se dirijan a un conservatorio o Academia de
Música, el educando tendrá más claro cual es
el instrumento musical con el que siente a gusto, por presencia,
imagen,
sonido,
posibilidades sonoras, expresivas, por posibilidades de acceso y
compra, por ser un instrumento significativo para la comunidad
que le rodea etc.…
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