Tambos – Cría de animales –
Avicultura – Apicultura
– Fruti-hortícola y flores
1.
Introducción
Es necesario adecuar los modernos sistemas de
gestión
de la producción aplicados a industrias de
alta tecnología, tales como la automotriz y la
electrónica, a aquellas otras que si bien
incorporan día a día nuevas
tecnologías, como así también avances de
carácter científico, no han cambiado
su formas de gestión tanto en el marco productivo como
comercial y financiero. Hablamos en éste caso de las
actividades productoras de alimentos, como
así también de flores y otros productos
utilizados posteriormente por la industria.
Éste tipo de actividades apegadas siempre a un
alto grado de tradicionalismo y sujetas en muchos casos a
ancestrales mitos y
paradigmas,
deben ser objeto de análisis e investigación para así poder lograr
un mayor nivel de productividad.
Ante un mundo que requiere de forma constante mayor cantidad de
alimentos y materias primas, y presionados en muchos casos tanto
por elevados costos como por
mayores exigencias tanto de parte de los clientes como de
los consumidores, las empresas deben
revisar los conceptos y paradigmas bajo los cuales vienen
operando, para adecuarlos a las nuevas necesidades.
2.
Aplicando el Kaizen
El Kaizen como
sistema de mejora
continua es perfectamente aplicable a cualquier actividad, aunque
claro está, haciendo los ajustes necesarios en función a
tales actividades y al medio social – cultural y
económico en el cual opera de empresa.
Mejores productos, generados de la manera más
eficiente, con un bajo costo y
entregados a tiempo y de
acuerdo a las necesidades y exigencias del consumidor, son
válidos tanto a la hora de producir heladeras o autos, como
así también al generar productos tan variados como
legumbres, huevos, leche, carne,
lana, miel, cera, flores, dátiles, higos, hortalizas o
algodón.
Cada actividad tiene que satisfacer las necesidades del
cliente como del
consumidor, evitando y eliminando al máximo los
desperdicios y despilfarros.
En primer lugar a la hora de aplicar el Kaizen a
éstas actividades, es menester tener perfectamente en
cuenta sus principios
filosóficos consistentes en la búsqueda de la mayor
calidad y de
la manera más eficiente, enfocándose siempre en la
simplicidad en las soluciones,
promoviendo el trabajo
grupal, y poniendo un gran empreño en la
prevención. Esa búsqueda es continua, lo que
implica generar una ética y
disciplina de
trabajo
conducente a la mejora continua.
Esa mejora continua no persigue meramente resultados
económicos y financieros para la empresa, sino
satisfacer plenamente a los consumidores, mejorar la calidad y
satisfacción en el trabajo tanto de los operarios como de
sus directivos, creando además las bases para poder
competir en los actuales y futuros mercados.
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