- Resumen
- Objetivos
- Introducción:
características de la filosofía moderna.
División - Los
principios de la filosofía moderna - Culminación de la
filosofía moderna. El idealismo
alemán
Resumen
Conocer las diversas soluciones que
el pensamiento
moderno ha dado a los problemas
tradicionales de la filosofía y a los nuevos interrogantes
planteados. Especialmente: El
conocimiento, la naturaleza,
Dios, la
moral.
Objetivos
Objetivo Informativo:
Conocer las diversas soluciones que el pensamiento
moderno ha dado a los problemas tradicionales de la
filosofía y a los nuevos interrogantes planteados.
Especialmente: El conocimiento,
la naturaleza, Dios, la moral.
Objetivo Práctico :
Concebir un gran aprecio por los esfuerzos del hombre moderno
en el orden del descubrimiento de la verdad; formarse un sano
criticismo que no se contente con recibir, sino que
trate de juzgar, comparar, valorar; por tanto,
agradecer los aportes y desechar los yerros del pensamiento
moderno.
INTRODUCCIÓN
CARACTERÍSTICAS DE LA
FILOSOFÍA MODERNA. DIVISIÓN
La Filosofía
Moderna corresponde a ese período que llamamos
Edad Moderna
en la Historia
Universal y que comienza en el Renacimiento y
la Reforma Protestante.
Es verdaderamente una época nueva con un
espíritu nuevo, tan distinto del espíritu
escolástico, que se le puede considerar como una revolución
antiescolástica.
- En efecto, la Filosofía Medieval había
conjugado en gran síntesis
el pensamiento pagano platónico – aristotélico
con el pensamiento cristiano, armonizando la razón y la
fe, nuevas corrientes filosóficas proclamarían la
absoluta independencia de la razón o aún la
pondrían en rebelión abierta contra lo
sobrenatural. - La nueva filosofía exaltaba el método
matemático científico en detrimento del
espíritu metafísico que había dominado, no
sólo a la Edad Media,
sino también entre los pensadores paganos. Naturalmente
estas nuevas doctrinas o corrientes de pensamiento
correspondían a nuevas situaciones políticas, culturales, sociales y
religiosas; el Renacimiento,
la seudorreforma protestante, el humanismo,
el nacimiento de los estados modernos, el auge de las ciencias. - De ahí que también encontramos en la
época moderna una tremenda dispersión doctrinal
que contrasta con la notable unidad del pensamiento cristiano
de la Edad Media; así como las naciones se diferencian,
como los pueblos se separan unos de otros, también se
producen profundas escisiones en el espíritu occidental
y en su concepción unitaria del mundo, como consecuencia
o secuela del enfrentamiento entre la razón
teorética y la razón práctica, entre la
ciencia y la
fe, entre lo físico y lo metafísico, entre la
política
y la moral, entre lo subjetivo y lo objetivo,
populan en tal abundancia los problemas, los métodos,
las soluciones que el espíritu vuelve a caer en el
escepticismo y llega hasta proclamar la superioridad del
inconsciente sobre la conciencia.
Lo cual no significa que estemos descalificando la
Filosofía Moderna, al contrario, hay que reconocer que en
los tiempos modernos, el espíritu humano se ha mostrado
tremendamente inquieto y dinámico, que se han profundizado
muchos temas como el conocimiento, que se ha agudizado el
espíritu crítico, que se han hecho esfuerzos
colosales por dar respuestas adecuadas a antiguos y nuevos
interrogantes.
Sin embargo, el subrayas las nuevas tendencias y los
nuevos métodos de la Filosofía Moderna, el
registrar una problemática diferente, no debe hacernos
pensar que los cambios se hicieron de repente y que se puede
poner una muralla divisoria entre el pensamiento medieval y el
moderno. Los cambios culturales no suelen sobrevenir tan
bruscamente: los estratos de la cultura y del
pensar humanos suelen encajar unos con otros y mezclarse entre
sí, de ordinario hay que buscar las raíces de los
cambio en
capas más profundas de lo que parece a primera
vista.
Concretamente en el campo de la filosofía podemos
afirmar que mucho de la edad moderna se encuentra en la Edad
Media, particularmente en la Baja Escolática, en lo
nominalistas, en Nicolás de Cusa y aún en Abelardo.
De la misma manera, muchos temas básicos de la
filosofía medieval reviven en la época moderna.
Deberíamos empezar este tratado de Filosofía
Moderna con un estudio siquiera somero de la filosofía del
Renacimiento: sabemos que este período se
caracterizó en todas sus manifestaciones culturales por su
afán de regresar a lo antiguo, pero se vuelve a lo antiguo
descristianizándolo, haciendo lo contrario de lo que el
Edad Media y la Escolática habían
realizado.
Pero aunque el Renacimiento produjo notables humanistas,
pintores, escultores, arquitectos geniales, hombres que fundaron
la física
moderna, en filosofía escasean los verdaderos valores; es
más bien un período de transición, un
pórtico a través del cual penetramos en el
pensamiento moderno.
Algunos hombres como Maquiavelo,
Giordano Bruño, Francisco Bacon merecerían nuestro
interés, pero la falta de tiempo nos
obliga a limitarnos a los grandes valores de la filosofía
moderna.
Es a René Descartes a
quien se le considera como el padre de ésta. Es el primero
de esos atrevidos pensadores del siglo XVII y XVIII.
Descartes, Leibniz, Spinoza, Locke, Hume que introducen
nuevos y revolucionarios estilos en la arquitectura del
pensamiento, organizándolo según planos y
diseños ambiciosos y desconcertantes.
Si bien es cierto que Descartes se apoya todavía
en la Escolástica, sin embargo, por haber introducido en
la filosofía la Duda Metódica, por su
interpretación mecanicista de la naturaleza
y por su idealismo
metafísico, se constituyó en la fuente de todos los
subsiguientes sistemas.
Él exigió para el pensar filosófico una
absoluta autonomía de modo que vinieron a desarticularse
la razón y la fe; por todo ello Descartes se llama
PADRE DE LA FILOSOFÍA MODERNA.
En las nuevas construcciones filosóficas podemos
distinguir dos estilos principales, ambos derivados del
Cartesianismo, a saber: El Racionalismo que
evoluciona en idealismo y el Empirismo con su
consectario el Positivismo.
- EL RACIONALISMO: concuerda todavía con
la Escolástica en su afán de sistematizar;
también la problemática es sustancialmente
idéntica, pero se agudiza la oposición entre la
esfera de los subjetivo y lo objetivo, entre la Res cogitans y
la Res extensa. Concertar las dos será el gran problema
del Idealismo Alemán.
El Racionalismo organiza la Teoría
del conocimiento en sistemas que parten de principios a
priori sin tener en cuenta la realidad concreta, todo es mirado
desde el punto de vista de su racionalidad con descuido de la
fáctico. Es en este aspecto del apriorismo del
conocimiento en el que más profundiza el racionalismo. Y
a pesar de sus yerros y exageraciones realiza un aporte
considerable a la filosofía.
- EL EMPIRISMO: es la corriente totalmente
opuesta al racionalismo y representa la ruptura total con la
tradición metafísica platónica –
aristotélica de la Escolástica. Ahí
está la verdadera revolución del pensamiento
moderno; el empirismo no puede hacer metafísica pues
para él no cuentan las verdades inmutables y eternas;
mientras que para el racionalismo la experiencia sensible no es
sino la materia del
conocimiento (científico), esto es su punto de partida y
dicho conocimiento se perfecciona únicamente en la
esfera de la inteligencia; para los empiristas la experiencia
lo es todo, y como ha de estar siempre abierta a nuevas
observaciones no pueden existir verdades inmutables y
eternas.
Kant intenta una síntesis entre el racionalismo y
empirismo, pero al pretender salvar la metafísica cae en
un agnosticismo destructor de todo valor
metafísico. Sus discípulos hunden sistemas
atrevidos y complicados tratando de salvar los valores de
verdad, moralidad y
religión
comprometidos por el escepticismo empirista y el agnosticismo
Kantiano.
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