El trabajo independiente. Su importancia en la clase de lengua extranjera
RESUMEN:
El trabajo
presenta un análisis, desde la didáctica de la enseñanza de las lenguas, extranjeras sobre
la implementación del trabajo independiente, tanto
individual como colectivo, en el proceso
pedagógico de este tipo de enseñanza dentro su
especificidad. Los razonamientos se apoyan, fundamentalmente, en
los más adelantados criterios de la Didáctica General aportados por
prestigiosos especialistas cubanos.
El trabajo pretende estimular a los maestros que
imparten cualquier lengua
extranjera, con independencia
del nivel o sub-sistema
educativo en que se desenvuelven, a tener muy en cuenta las
potencialidades que este tipo de actividad propicia para el
desarrollo de
la competencia
comunicativa de los estudiantes.
PALABRAS CLAVES: Trabajo Independiente,
didáctica de las lenguas extranjeras.
INTRODUCCIÓN:
El trabajo independiente constituye una de las
vías fundamentales que propicia el desarrollo de las
potencialidades cognitivas de los estudiantes dentro del proceso
de enseñanza-aprendizaje.
Lamentablemente no siempre los maestros explotan a su
máxima capacidad las posibilidades que brinda la
inclusión de tareas para cuya solución el
estudiante tenga que trabajar de forma independiente tanto en la
propia clase como
fuera de ella, utilizando sus propios recursos,
buscando las vías que a él, como ser cognisciente,
le sean más adecuadas para apropiarse del conocimiento,
elaborando su propio algoritmo de
trabajo, llegando a elaborar sus propias conclusiones que
fundamenten los resultados de su trabajo, todo lo cual,
evidentemente, contribuye al desarrollo de su nivel
metacognitivo.
En el caso específico de la enseñanza de
lenguas extranjeras, el trabajo
independiente contribuye significativamente, además de lo
planteado, al desarrollo de la competencia comunicativa de los
estudiantes por cuanto los involucra en la búsqueda de los
modelos
lingüísticos propios de las funciones
comunicativas que estén estudiando e insertarlos en la
solución de las tareas comunicativas que el maestro les
haya planteado dentro de una situación
determinada.
El trabajo independiente, tanto individual como
colectivo, fuera de la clase de lengua extranjera facilita el
reencuentro de los estudiantes con la lengua que estudian en
condiciones diferentes a las que tiene en su aula, lo que cobra
una mayor significación cuando el proceso de
enseñanza-aprendizaje de esta se desarrolla fuera del
medio lingüístico.
DESARROLLO:
El trabajo independiente reviste una gran importancia
para el desarrollo de la independencia cognitiva de los
estudiantes, por cuanto implica la búsqueda por parte de
estos de métodos,
procedimientos
y estrategias de
aprendizaje de manera autónoma y si este se realiza fuera
del ámbito del aula contribuye significativamente al
desarrollo del autoaprendizaje, término que es definido
por M. Bosch como "la capacidad potencial de actuar en una
situación de aprendizaje, aplicando conscientemente
estrategias, poniendo en juego la
voluntad de asumir la responsabilidad de su propio aprendizaje, sin la
presencia física
del profesor
… (Bosch, M. 1996:7-8)
El trabajo independiente, de manera general, tiene como
objetivo el
logro de la independencia, que en el plano pedagógico
consiste en la libertad de
elección de los modos y las vías para desarrollar
tareas cognoscitivas, es decir, la capacidad de actuar por
sí mismos. Por tal motivo es el aspecto
metodológico lo que concreta la independencia cognoscitiva
del estudiante en el proceso de
enseñanza-aprendizaje.
En él se pone de manifiesto su carácter autoconsciente y metacognitivo. Es
autoconsciente pues el estudiante se ve involucrado en una
actividad para cuya realización está interesado y
por ende pone en función de
ello todo su arsenal de conocimientos y voluntades. Su nivel
motivacional lo compromete a hallar las mejores vías de
solución a la tarea planteada, además, es
consciente de los beneficios, que en el orden cognitivo y de
autorrealización, le traerá el éxito
de la misma. Por otra parte es metacognitivo pues durante la
realización de la tarea se va produciendo una
regulación de su actividad mental al ir tomando
consciencia de cuáles son sus saberes, es capaz de
autoevaluarse, llega a definir sus fortalezas y debilidades y va
construyendo su propio sistema de
conocimientos. Todo ello los debe llevar a aprender a
aprender.
En este sentido, el trabajo independiente orientado por
el maestro de lengua extranjera pone al estudiante en
situación de elegir los modelos lingüísticos
que le son necesarios para la realización de la tarea
comunicativa encomendada: elaboración de diálogos
abiertos, narraciones, valoraciones, etc.
Como se vio en los epígrafes anteriores, la clase
de lengua extranjera, como actividad cognoscitiva estructurada,
organizada y conscientemente dirigida hacia el desarrollo de la
competencia comunicativa de los estudiantes, propicia las
condiciones para el establecimiento de diferentes tipos de
interrelaciones y que no solamente se fomentan y desarrollan en
el aula, sino también fuera de ella.
El trabajo independiente en las condiciones particulares
de la enseñanza de lenguas extranjeras deviene procedimiento de
vital importancia no sólo para la adquisición de
nuevos conocimientos sino, además, para lograr una mejor
fijación y aplicación del material
lingüístico dado en las clases. Es por ello que en su
realización el estudiante se ve en la obligación de
remitirse a los materiales
docentes que
le orienta su maestro para dar solución a las tareas
encomendadas.
El desarrollo de las relaciones que se establecen entre
los propios estudiantes o entre grupos de
estudiantes garantiza el intercambio de opiniones, ideas,
argumentos, etc. durante la solución a la
tarea.
Una vía muy importante de incentivar el
desarrollo de este tipo de interrelaciones es a través del
trabajo individual y grupal, como formas del trabajo
independiente.
Durante el desarrollo de la clase el maestro lleva a
cabo un conjunto de actividades que deben realizar los
estudiantes de forma independiente que, por su forma de
realización pueden ser individuales o grupales. Cada una
de ellas cumple diferentes funciones en dependencia de los
objetivos
trazados previamente. Su distribución en el tiempo de la
clase no puede ser arbitraria, sino que debe responder, entre
otras cosas, a la complejidad y forma de la actividad
orientada.
El trabajo individual es caracterizado "como una
situación donde los estudiantes tienen, en cierta medida,
libertad para escoger cómo y qué van a aprender en
un tiempo determinado (lo que implica una menor supervisión del maestro y un mayor
aprendizaje autónomo y responsable por parte del
estudiante) así como la posibilidad de adaptar o
seleccionar las tareas y materiales que les faciliten su
aprendizaje individual. (Ur, P. 2000:233).
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