Los cinco componentes del Control Interno – Material de apoyo a la docencia
- Objetivo
- ¿Qué se entiende
por control interno? - Los cinco
componentes del control interno - Importancia
de los componentes - Conclusiones
- Bibliografía
- Recomendaciones
INTRODUCCIÓN.
En Cuba, en la
Resolución Económica del V Congreso del Partido
Comunista de Cuba se consigna: "…En las nuevas
condiciones en que opera la economía, con un
mayor grado de descentralización y más vinculados a
las exigencias de la competencia
internacional, el control oportuno y eficaz de la actividad
económica es esencial para la dirección a cualquier nivel…" y
más adelante se precisa "…Condición indispensable
en todo este proceso de transformaciones del sistema
empresarial será la implantación de fuertes
restricciones financieras que hagan que el control del uso
eficiente de los recursos sea
interno al mecanismo de gestión
y no dependa únicamente de comprobaciones externas
…"
El Control
Interno ha sido preocupación de las entidades, en
mayor o menor grado, con diferentes enfoques y
terminologías, lo que ha permitido que al pasar del
tiempo se
hayan planteado diferentes concepciones acerca del mismo, sus
principios y
elementos que se deben conocer e instrumentar en la entidad
cubana actual que se encuentra en proceso de
aplicación de la Resolución No. 297 – 2003
del Ministerio de Finanzas y
Precios.
OBJETIVO:
Explicar la importancia de los cinco componentes y su
relación con el logro de los objetivos
organizacionales, dentro del nuevo enfoque del Control Interno
(CI).
Aspectos a desarrollar:
- Introducción
- Desarrollo.
2.1. ¿Qué se entiende por control
interno?
2.2. Los cinco componentes del control
interno.
2.3. Importancia de los componentes.
2.3.1. Entorno de control.
2.3.2. Evaluación de riesgos.
2.3.3. Actividades de control.
2.3.4. Información y comunicación.
2.3.5. Supervisión o monitoreo.
3. Conclusiones.
4. Bibliografía.
5. Recomendaciones.
DESARROLLO.
¿Qué se entiende por Control
Interno?
Hace tiempo los altos ejecutivos buscan maneras de
controlar mejor las empresas que
dirigen. Los controles internos se implantan con el fin de
detectar, en el plazo deseado, cualquier desviación
respecto a los objetivos de rentabilidad
establecidos por la empresa y de
limitar las sorpresas. Dichos controles permiten a la
dirección hacer frente a la rápida evolución del entorno económico y
competitivo, así como a las exigencias y prioridades
cambiantes de los clientes y
adaptar su estructura
para asegurar el crecimiento futuro.
El sistema de control interno está entrelazado
con las actividades operativas de la entidad y existe por razones
empresariales fundamentales. Es más efectivo cuando los
controles se incorporan a la infraestructura de la sociedad y
forman parte de la esencia de la empresa. Mediante
los controles "incorporados" se fomenta la calidad y las
iniciativas de delegación de poderes. Se evitan gastos
innecesarios y se permite una respuesta rápida ante las
circunstancias cambiantes.
Los controles internos fomentan la eficiencia,
reducen el riesgo de
pérdida de valor de los
activos y ayudan
a garantizar la fiabilidad de los estados
financieros y el cumplimiento de las leyes y normas
vigentes.
El control interno se define como un proceso, efectuado
por el personal de una
entidad, diseñado para conseguir unos objetivos
específicos. La definición es amplia y cubre todos
los aspectos de control de un negocio, pero al mismo tiempo
permite centrarse en objetivos específicos.
"El control interno es un proceso efectuado por el
directorio, la dirección y el resto del personal de una
entidad, diseñado con el objeto de proporcionar un grado
de seguridad
razonable en cuanto a la consecución de los objetivos
dentro de las siguientes categorías":
– Eficacia y
eficiencia de las operaciones
– Fiabilidad de la información
financiera
– Cumplimiento de las leyes y normas
aplicables
El primer aspecto clave de la definición
propuesta es que se trata de un proceso. En consecuencia los
controles internos no deben ser hechos o mecanismos aislados, o
decretos de la dirección, sino una serie de acciones,
cambios o funciones que, en
conjunto, conducen a cierto fin o resultado. Esto por sí
solo extiende el concepto de
control interno más allá de la noción
tradicional de controles financieros, para convertir el control
interno en un sistema integrado de materiales,
equipo, procedimientos y
personas.
La siguiente frase de la definición, efectuado
por el personal de una entidad, indica que el control interno
es asunto de personas. Ninguna organización puede conocer todos los
riesgos actuales y potenciales a los que está expuesta en
cualquier momento determinado y desarrollar controles para hacer
frente a todos y cada uno de ellos. En consecuencia las personas
que componen la
organización deben tener conciencia de la
necesidad de evaluar los riesgos y aplicar controles, y deben
estar en condiciones de responder adecuadamente a
ello.
Puede decirse que la parte más importante de
la definición es que se alcanzarán los
objetivos. Los controles internos no
son elementos restrictivos sino que posibilitan los procesos,
permitiendo y promoviendo la consecución de los objetivos
porque se refieren a los riesgos a superar para
alcanzarlos. No se trata sólo de los objetivos
relacionados con la información financiera y el
cumplimiento de la normativa, sino también de las operaciones de
gestión del negocio. Esta manera de ver los controles da
valor a las tareas de evaluación y perfeccionamiento de
los controles internos y se convierten en responsabilidad de todos.
El nuevo enfoque de control interno aporta
elementos que deben ser de dominio de todos
los trabajadores de las organizaciones
empresariales y se enmarcan dentro de los cinco elementos que
analizaremos a continuación.
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