RELACIONES
ECONÓMICO – LABORALES.
La preocupación por el fenómeno de la
violencia en
el marco de la relaciones económico laborales tuvo su
origen en lo que hoy se denomina "Sociología de los conflictos", y
como primeros analistas, a Carlos Marx y
Friedrich Engels, con sus desarrollos acerca del papel
histórico que éstos atribuían a la lucha de
clases y a las revoluciones resultantes de la necesaria
oposición de intereses entre los propietarios de los
medios de
producción y los trabajadores
asalariados.
Sin embargo, es un hecho que la sociedad
industrial que Marx y Engels
conocieron (S XIX) ha cambiado y no del modo que ellos
pronosticaron (crisis del
capitalismo y
dictadura
final del proletariado).
Actualmente los conflictos (y su contenido de
violencia), son abordados desde diferentes aspectos que brindan
contribuciones teóricas para el desarrollo del
análisis.
- En lo
psicológico: el aporte de la
escuela
psicoanalítica (Brever y Freud), y sus
desarrollos acerca de la influencia de las motivaciones en la
producción del conflicto
(conflicto motivacional), las armonías y
desajustes de la adaptación individual a las condiciones
medioambientales de labor y los presupuestos
de agresión o conductas agresivas de empleadores y
trabajadores. - En lo
político: relacionado con
conflictos institucionales entre poderes públicos,
sindicatos y
empresas
(medidas de fuerza
sindicales, lock-outs patronales y mediación o
represión del Estado
respecto de los fenómenos anteriores) y la
manipulación de la opinión de terceros afectados
por las consecuencias del conflicto (dialéctica entre
"opinión publicada" y formación o
condicionamiento de la opinión
pública en sentido favorable o colisionante con
alguna de las fuerzas en pugna). - En lo
antropológico: los desarrollos
teóricos acerca de conflicto e integración sociales, conducta
desviada, mantenimiento o reemplazo de relaciones de
dominación, agresión o sometimiento, y en el
marco laboral, las
manifestaciones de agresión física, disputas
públicas, resistencia
pasiva a órdenes y directivas, acoso ocupacional y
sexual. - En lo
social: el conflicto y la violencia se
evidencian como luchas entorno a valores,
pretensiones o intereses respecto de poder,
estatus o redistribución de recursos
escasos, en los cuales los objetivos de
los participantes no son solo obtener los valores
deseados, sino también neutralizar, dañar o
eliminar a los rivales, en una contienda entre individuos y
colectividades, o entre unos y otras. El análisis y la
explicación teórica de los conflictos son una
variable de muchos fenómenos, tales como: el cambio
social; las luchas por el poder y la influencia; el imperialismo
político y económico; la penetración de
mercados y
la
globalización; el predominio cultural y
tecnológico; el apogeo y ocaso de las ideologías;
etc.
Basándonos en un modelo
teórico del sociólogo alemán R. Dahrendorf
(respecto del teórico del comunismo –
Marx.) podemos decir que:
- Se ha puesto de relieve la
permanencia y reiteración de los conflictos en cualquier
tipo de sociedad pasada y presente. - Los conflictos sociales, por tratarse de conflictos
de intereses, oponen necesariamente a dos grupos. Todo
conflicto de intereses se reduce a una oposición entre
quienes están interesados en la permanencia y
perpetuación de una situación beneficiosa para
ellos y los que están interesados, o creen estarlo, en
que la situación cambie. - El conflicto es el principal motor de la
historia como
impulsor de cambios a corto o largo plazo. - Tienen gran incidencia los factores estructurales del
cambio social, tales como: fuerzas
exógenas que operan desde fuera del sistema social
(influencia del medio físico, fenómenos de
difusión de técnicas
y de los conocimientos). Y las fuerzas
endógenas de cambio, originadas en el propio
sistema social. - Ya no pueden reducirse todos los conflictos sociales
a la lucha de clases, por lo menos en la importancia
definitoria que Marx le atribuía. - No todo conflicto de clases desemboca inexorablemente
en la revolución. Actualmente muchos grupos
dominantes suelen adoptar ideas nuevas y motorizan
transformaciones que evitan las revoluciones.
El modelo de Dahrendorf se basa en los
siguientes hallazgos teóricos:
- El mayor disparador estructural de los conflictos
sociales se halla en la desigual distribución de la autoridad
entre las personas y los grupos. (Autoridad, según
Max Weber
es, "la posibilidad de que un orden poseedor de un cierto
contenido específico, obtenga la obediencia de un cierto
grupo de
personas"). Entre las personas y entre los grupos hay siempre
relaciones basadas en la oposición
dominación –
sujeción. - A raíz de lo anterior, se observa una
distribución dicotómica de la autoridad. Si bien
la riqueza, como la autoridad, está desigualmente
repartida en la sociedad, aunque poco, todos poseen al menos
algo. En la autoridad, en cambio, solo algunos la detentan y la
mayoría de los agentes sociales carecen de la misma
(distribución
dicotómica). - Por esta distribución dicotómica de la
autoridad se producen conflictos de intereses. Los que ocupan
puestos de autoridad tienen en común intereses que no
pueden compartir quienes son subordinados de ella, e
inversamente. El conflicto de intereses surge por
oposición de los mismos: el principal valor
común a todos los que mandan es la preservación
del statu quo, mientras que para quienes soportan la autoridad
es la destrucción de la misma, compartirla o sustituirla
por la propia. - Los "grupos de interés"
(sindicatos, partido políticos), son los
auténticos motores de los
conflictos sociales. - La intensidad de un conflicto hace referencia a la
suma de energía desplegada en el mismo, las pasiones y
emociones
que provoca. La violencia se refiere mas bien a los medios
empleados (desde la violencia verbal, pasando por la
represión legítima o autoritaria, y culminando
con el uso indiscriminado de la violencia
física). - En los países totalitarios o de débil
institucionalización, como Argentina, en donde los cuasi
grupos de oposición o de ideología alternativa no llegan a
convertirse en grupos de interés, la intensidad de los
conflictos es mucho más fuerte que en los países
donde el disenso puede expresarse a través de organizaciones
y mecanismos sólidamente instaurados.
LA INTENSIDAD DE LOS CONFLICTOS DECRECE
CUANDO:
- La distribución de la autoridad no coincide
con la distribución de las restantes ventajas
económicas y sociales. - La estructura
de las clases
sociales es suficientemente abierta como para permitir una
cierta movilidad ascendente y descendente.
LA VIOLENCIA DE LOS CONFLICTOS DECRECE
CUANDO:
- Los grupos de intereses pueden
organizarse. - La privación total de las ventajas
económicas y sociales, para quienes no ejercen autoridad
alguna, evoluciona hacia una privación relativa, es
decir, que quienes se ven privados de autoridad empiezan a
beneficiarse, por lo menos, con ciertas ventajas
económicas y sociales.
CONCEPTO DE VIOLENCIA EN EL ÁMBITO DE
LAS RELACIONES ECONÓMICO – SOCIALES.
Se entiende por violencia en un sentido amplio a
cualquier fenómeno que implique el forzamiento del orden
natural de las cosas o del proceder en las personas.
El nacimiento, desarrollo y eficacia del
modelo de desarrollo capitalista occidental a partir de la
Revolución
Industrial (S XVIII), con su objetivo de
optimizar el lucro para los propietarios de los medios de
producción, de las empresas financieras y de servicios, y
la consiguiente implantación del trabajo
asalariado dependiente, ha dado impulso y extendido a niveles
universales las relaciones de dominación (empleador), y
sujeción (empleado), con modalidades propias según
cada sociedad.
En éstos actores sociales, el conflicto de
intereses se halla siempre latente, pues mientras una parte busca
disminuir al mínimo posible un costo fundamental
del producto
elaborado o del servicio
prestado (salario), la otra
parte (que solo posee la venta de su
aptitud laboral para satisfacer su necesidades básicas)
presiona constantemente (habitualmente por medio de sindicatos)
para obtener un ingreso salarial adecuado para sí y sus
cargas de familia.
De no lograrse rápidos acuerdos entre las partes,
es posible que cada uno de estos grupos recurra a medidas de
acción
directa, lícitas o ilícitas, con mayor o menor
grado de violencia para torcer la voluntad de la otra
parte.
MEDIDAS DE ACCIÓN DIRECTA POR LA PARTE
PATRONAL:
- Lock out (cierre de establecimientos).
- Despidos.
- Presiones públicas o privadas sobre los
disidentes (amenazas de despidos, incorporación de
"rompehuelgas", descuentos por días de paro,
etc.).
MEDIDAS DE ACCIÓN DIRECTA POR PARTE DE
LOS TRABAJADORES:
- Cesación colectiva de tareas
(huelgas). - Toma y ocupación de
establecimientos. - Formación de "piquetes" para impedir el acceso
a terceros. - Sabotajes y daños a la propiedad de
su empleador.
En ciertos casos la cesación transitoria de
servicios esenciales para la sociedad (hospitales, combustibles),
causa daños colaterales a terceros.
En estos casos el Estado debe
asumir un rol esencial de mediador ante estos conflictos, a fin
de minimizar los daños a la sociedad en su
conjunto.
La eficacia del Estado en éste rol estará
condicionada por ciertos fenómenos:
- Desarrollo, consenso y poder de sus instituciones básicas (salud, educación, justicia,
sistema económico, etc.) - Nivel sociocultural de sus élites dirigentes y
su comprensión y satisfacción de las demandas
sociales. - La extensión de las desigualdades existentes
(grados de educación, ingresos,
oportunidades, inserción en el mercado de
trabajo, representación de las
minorías). - Movilidad de los sectores dominantes.
- Corrupción de los actores
sociales.
VIOLENCIA EN
EL MARCO DE LAS RELACIONES
LABORALES.
- Originada en el empleador:
- Representantes
jerárquicos: personalidad, grado de preparación
profesional. - Institucionalizada:
éste tipo de violencia proviene de una cultura
organizacional que la ampara o soslaya.
- Originada en el trabajador:
conflictos inducidos por otros trabajadores, el empleador, el
público o instituciones (sindicatos, autoridades
públicas). - Originada por
terceros:
- Otros trabajadores: discriminación, prejuicios.
- Público: agresiones,
sobreexposición horaria o de responsabilidad. - Institucionales: insuficiencia
de recursos
humanos y materiales; burocratización
estructural; rigidez organizativa estilos jerárquicos
autoritarios; ausencia de mecanismos de resolución de
conflictos; manipulación prejuiciosa de la
opinión pública.
- Originada por las condiciones
medioambientales:
- Generales: situación
económica social; calidad de
vida. - Propias del mercado laboral:
condiciones de trabajo y de salarios.
ALGUNOS MEDIOS
UTILIZADOS:
Fuerza física, intimidación, abuso de
autoridad, acoso sexual,
precarización laboral, abuso del derecho (trabajo de
menores, explotación del estado de necesidad), prejuicio,
discriminación (por: nacionalidad,
aspecto físico, ideologías políticas,
creencias religiosas, raza, etc.), manipulación de la
opinión pública, resistencia activa a normas
(ocupación, piquetes, sabotajes).
CONFLICTOS
DE INTERESES EN LA RELACIÓN GOBIERNO –
SUJETOS SOCIALES.
En disconformidad por medidas adoptadas por el gobierno
(suba de precios,
aumento de impuestos, etc.),
los sujetos sociales también se reúnen en grupos o
cuasi grupos, para luchar por sus derechos, o hacer sus
reclamos.
Piquetes, paros (generales o parciales), cacerolazos,
etc.
El primer "cacerolazo"
surgió como reacción espontánea de protesta
de un sector de la población, que expresó su
descontento por el llamado "corralito financiero".
Algunos lo justifican con el argumento de que los
"cacerolazos" traducen el ejercicio de la democracia
participativa, sin embargo hay que tener en cuenta que la
libertad no
implica un derecho absoluto, sino relativo.
Esa relatividad implica que "la libertad de cada
hombre termina
donde empieza la de su semejante", (Alberdi).
Estas manifestaciones si bien se amparan en el derecho
de reunión, no son totalmente asépticas.
Son aglomeraciones que pueden afectar por ejemplo: el
derecho a transitar o circular libremente por los espacios
públicos.
La paradoja es que ciertos personajes corruptos,
organizan piquetes a sueldo para atacar a los que se oponen a sus
intereses.
Cuando estas movilizaciones provocan daños a
personas o a bienes, el
Estado tiene el deber de accionar los mecanismos de defensa
correspondientes.
En cualquier caso, el respeto de las
normas de convivencia en una sociedad civilizada, no justifica
que los ciudadanos estén obligados a consentir los malos
gobiernos, ya que (en democracia), el remedio correctivo se
encuentra en el libre ejercicio del voto popular.
Sería quizás más justo, que los
ciudadanos pudieran canalizar sus propuestas ante el congreso, en
forma ordenada y pacífica, habida cuenta que constituye el
ámbito natural de la democracia representativa en la que
el pueblo delibera y gobierna por medio de sus
representantes.
LA
VIOLENCIA DE LA DISCRIMINACIÓN.
El fenómeno de la discriminación y de la
xenofobia en
Argentina, no debe ser analizado de forma aislada del contexto
social y económico en que se da, ya que del mismo surgen
las causas principales de su existencia.
Esto comienza en el ’30, cuando se produce la
inmigración de millones de personas del
interior del país hacia Buenos
Aires.
La clase media
Argentina veía a éste fenómeno como una
"invasión", calificada despectivamente como el
"aluvión zoológico", mientras estos inmigrantes, de
rasgos indígenas eran llamados por la clase media
"cabecitas negras".
Estos son los que van a ser la nueva clase obrera
Argentina, que va a vivir en la "villas de emergencia", y la que
va a sufrir el desprecio de las clases dominantes (y que
continúa hoy en día).
Los descendientes de los inmigrantes europeos que
llegaron a principios de
siglo (obreros que vinieron escapando del hambre), eran en el
’30 y el ’40 la clase media, los profesionales que
veían con desprecio a los "cabecitas negras".
Ese desprecio explica el odio de la clase media contra
el peronismo, que
reivindicó a esos nuevos trabajadores.
Si bien el desprecio de los descendientes de inmigrantes
europeos, por los "cabecitas negras" (inmigración
interna), puede parecer paradójico, tiene una
explicación dentro del sistema económico actual, la
"burguesía" tiene un solo argumento para fundar su
derecho: el poder muy real, aunque prosaico, del dinero.
El rechazo hacia la clase obrera y a los piqueteros tuvo
su germen en el 1900 y encuentra su explicación en el
sistema capitalista, entonces.
PROCESO DE
CAMBIOS: CAUSAS DE LA VIOLENCIA.
Esta es una época de procesos de
cambios y desequilibrio social:
- Desigualdad de posibilidades, de acceso a
educación, salud, vivienda, trabajo (consecuencias por
ej. de la descentralización de los
’90). - Fragmentación y polarización social
(dos sectores muy marcados y diferenciados: opulencia vs
pobreza). - Exclusión social (por desigualdad de
posibilidades, desempleo, no
acceso a capacitación). - Exclusión estructural del mercado laboral
(consecuencia de: Estado ausente, privatizaciones, apertura económica,
etc.) - Nuevas generaciones con problemáticas
estructurales instauradas. - Inequidad en el reparto de la riqueza, que no se
distribuye en beneficios sociales, ni en inversiones
para activar el mercado interno. - Las consecuencias de este sistema capitalista que
prioriza la ley de oferta y
demanda, a
las personas. - La creciente insatisfacción por el aumento de
la cultura
consumista. - El cambio en la estructura familiar. Madres
trabajadoras, flexibilización laboral (aumento de las
cargas horarias laborales); esto modificó a la familia,
los niños
quedan a cuidados de otros, en clubes, colegios de doble turno,
o solos comúnmente en la cale o frente a un televisor
(tv. Por cable – brinda una visión globalizadora),
o una computadora
(Internet que
introduce cambios culturales, o videos juegos cada
vez mas violentos y agresivos).
Esta conmoción social, disgrega las familias,
desequilibra la economía, a veces
paraliza los sistemas
políticos, destrozando los valores.
Toda esta insatisfacción, en muchos casos la
injusticia social, el modelo que vende esta nueva sociedad del
éxito
fácil (la cultura del trabajo perdida), promueven el
resentimiento social de los excluidos (que desean reinsertarse en
una sociedad que no les brinda la posibilidad para hacerlo), la
impotencia de ver que no pueden aspirar a más.
Estos sentimientos van generando diferentes formas de
violencia
social, como las que mencioné
anteriormente.
Las formas de violencia son variadas y
extensas:
- La violencia verbal.
- Los malos tratos en la vía pública
(intolerancia al esperar en una fila, por ej.) - La transgresión a las normas (por ej. normas
de tránsito). - El no cuidado de los bienes y espacios
públicos (tirar basura en
las calles, vidrios en las plazas, romper paradas de
colectivos, teléfonos públicos, etc). - La violencia psicológica y/o física
ejercida por los que se encuentran en algún lugar de
poder frente a otros (políticos, policía,
etc). - Hasta hechos de mayor agresividad (a veces
intensificados por el uso de alcohol, o
drogas, o
promovidos por necesidades económicas), como actos
delictivos, violaciones, patotas (por discriminación, o
un nuevo y extraño sentido de la "diversión", o
bien, en el caso sobre todo de los niños y
jóvenes, para poder pertenecer a un grupo elitista de
poder entre su pares). - Los barrabravas.
La violencia social, si bien es cierto que puede ser
atenuada con una buena educación integral desde las
escuelas y las familias, también es cierto que su
raíz, básicamente, está en la gran
disparidad de recursos económicos de la sociedad. Esto
provoca injusticias sociales y desigualdad de
posibilidades.
El descreimiento en las figuras de poder (quienes
deberían ser ejemplificadoras), es otro factor importante,
ya que la violencia también es una conducta "aprendida".
Entendiéndose como figura de poder, por ej.,
políticos, representantes religioso, el rol de la familia,
maestros, profesores, etc.
Otro papel muy importante lo cumplen los medios cada vez
más masivos de comunicación, que nos invaden con
diferentes culturas (consumismo por ej.), noticias
internacionales (que dejan la sensación, a veces, de que
el mundo está perdido y no hay soluciones
posibles, esto desmotiva, sobre todo a la juventud).
Imágenes, películas e incluso dibujos
animados, cargados de violencia a modo de entretenimiento
provocando, entre otras cosas (y para muchos), que estas escenas
se vuelvan tan cotidianas que a veces se hace difícil
separar la ficción de la realidad. Esto nos deshumaniza,
(por ej. al ver en un informativo un hecho "real" de violencia en
cualquiera de sus formas, algunos tienen la misma
sensación de estar viendo alguna película de
acción).
ALGUNAS
CONSECUENCIAS DE LA VIOLENCIA
Además del costo personal de cada
individuo
víctima de un hecho violento (daños físicos,
morales, intelectuales;
daños a sus bienes; riesgo de vida;
pérdida del trabajo, etc.), hay también un gran
costo social.
La sociedad y las familias se fragmentan aún
más.
Se ve claramente la proliferación de barrios
privados cerrados.
Los problemas de
seguridad
aumentan; los miedos y la paranoia se instalan en las personas y
en las familias. Esto provoca cambios en las conductas y las
costumbres:
- Compras en lugares protegidos (shopping).
- Celulares para los niños (forma de cuidarlos y
controlarlos a la distancia). - Sedentarismo y encierro (sobre todo en niños).
Para tranquilidad de los padres pasan horas en sus casa, o en
un cyber, dejando de lado costumbres como jugar en las plazas,
parques, calles; el uso de bicicletas en las veredas por temor
a los robos. - Descreimiento en la policía.
- Uso de armas para
protección personal.
Un pueblo sin
excluidos puede sentirse nación,
y una nación
puede detener la violencia.
Muchas son las formas de violencia social y muchas sus
causas. Pero creemos que trabajar para disminuir la brecha que
hoy atraviesa y fragmenta la sociedad es el principio para
comenzar a erradicarla.
Un "Estado presente" y un reparto equitativo de la
riqueza dará igualdad de
posibilidades a la sociedad en su conjunto.
El empleo
dignifica y da recursos para una buena calidad de vida y
oportunidades para una buena educación.
Esto les permite a los individuos insertarse en la
sociedad, y tener perspectivas de futuro.
La educación, la
posibilidad de proyectarse, y de superarse le dan al individuo
las herramientas
para satisfacer sus necesidades.
"inevitable es la agresividad, pero perfectamente
evitable es la violencia".
(San Martín).
Leticia C. Birriel Méndez
Nacida el 9 de Octubre de 1971 en la ciudad de
Montevideo, República Oriental del Uruguay.
Realizó la presente monografía
para el curso de tercer año en el C.E.N.S. N°451
de la ciudad de Boulogne Sur Mer, Partido de San Isidro. Bs. As.
Argentina.
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