Apuntes acerca de la teoría de las representaciones sociales (página 2)
Fuentes y
mecanismos de formación de las R.S.
Las fuentes que
determinan las R.S. se derivan de manera general del conjunto de
condiciones económicas, sociales e históricas que
caracterizan determinada sociedad;
así como de la ideología y del sistema de
creencias y valores que
circulan en ella. Y de todos aquellos elementos conformantes de
la identidad
individual: la lengua, las
casas , las costumbres, la cultura, etc.
Por tanto, para comprender cabalmente sus contenidos hay que
determinar las condiciones macrosociales de su surgimiento y
recíprocamente, las R.S. , son una fuente de información importante sobre las
características, actitudes, e
ideas dominantes del régimen en el que se han
formado.
Es necesario analizar además de todas las
organizaciones
que en el ámbito institucional interactúan los
sujetos, aquellos grupos a los que
pertenecen puesto que en dependencia del status que posean se
manejarán en su seno determinadas representaciones que los
diferenciarán de la membresía de otros
grupos.
Las representaciones se forman a partir de los procesos de
comunicación los cuales le aportan el
material discursivo que constituye su fuente inagotable; tanto a
escala
interpersonal (conversaciones cotidianas) como a través de
un intercambio de masa.
Objetivación:
Se puede decir que la objetivación es el proceso
mediante el cual los saberes que tenemos sobre determinados
objetos entran a formar parte de nuestras representaciones
particulares a partir de dotarlos de un carácter más familiar y cotidiano.
Lo que ocurre cuando los elementos abstractos de la realidad se
convierten en imágenes
que contendrán en sí mismos dichos
saberes.
La elaboración de las imágenes se realiza
a partir de tres fases:
1.Fase de construcción selectiva:
La R.S. se forma a partir de la retención y
selección de la información relativa
al objeto de representación, elementos que son libremente
reorganizados posteriormente. Esta apropiación de
conocimientos estará influenciada por la pertenencia
social del individuo
así como por sus intereses y necesidades; los cuales
filtran y orientan dicha selección.
2.Fase de formación del núcleo
figurativo:
Los elementos informativos seleccionados con
anterioridad se organizan y estructuran en torno al llamado
núcleo figurativo de la representación, el cual le
proporcionará a ésta una caracterización del
objeto que se caracterizará por ser coherente, simple, y
fácil de expresar. El núcleo constituirá el
sustrato más estable de la
representación.
3.Fase de naturalización:
Los elementos constituyentes del núcleo
figurativo adquieren existencia propia y se minimiza su
carácter artificial y simbólico para convertirse en
expresión directa de la realidad que los patentizan; y de
la cual son un reflejo fiel. Entonces comienzan a funcionar como
categorías sociales del lenguaje.
Las razones de esta ¨ naturalización ¨ u
¨ ontologización ¨ radican en dos
características básicas del pensamiento
social: el anti-nominalismo, consistente en la atribución
de una existencia real a los objetos mentales y a su
expresión verbal y la tendencia a centrase en los
resultados ignorando los procesos (no teniendo en cuenta que las
condiciones de producción de un objeto son indispensables
para entender sus características). ( Ibañez,
1988)
Anclaje:
El término anclaje se origina en la psicología de la
percepción y se relaciona con el hecho de
asignar sentido a una representación. Es, en resumen, el
proceso mediante el cual se integran a los esquemas preexistentes
la información que sobre un determinado objeto nos llega a
través de la objetivación.
El anclaje nos informa de la influencia que tienen los
esquemas ya constituidos y del status de los diferentes grupos en
la formación de nuevas representaciones. Este proceso se
realiza a través de la asimilación y de la
acomodación.
1.Asimilación:
A partir de este proceso lo nuevo se lleva al plano de
lo ya conocido, somos capaces de verlo con nuestros "viejos
lentes", los cuales son los encargados de desalienar la novedad y
convertirla en algo tan familiar y cotidiano que proporciona una
especie de familiaridad " acrítica ", o sea, de no
cuestionamiento.
2. Acomodación:
Mediante la acomodación la información se
transforma de manera que se pueda ¨ acomodar ¨ en los
esquemas preexistentes. Sin este proceso, dichos contenidos no
podrían incorporarse.
Aquí también se evidencia la dependencia
de la inserción social que tengan los sujetos: no todos
los grupos hacen las mismas innovaciones al objeto de
representación sino que esto se relaciona muchísimo
con el interés
del grupo en
cuestión; pe. si es un objeto que atrae el interés
del grupo, el proceso de acomodación puede superar al de
asimilación. En la acomodación se muestra asimismo
que la integración cognitiva de lo novel depende
de los esquemas de pensamiento ya constituidos.
En cuanto a este proceso, debemos acotar que sin
él estarían afectadas las funciones de
orientación de las conductas y de interpretación de la realidad que cumplen
nuestras representaciones. ( Ibañez,1988, p.50
)
La teoría
de las R.S enfatiza que el poseer un carácter social, no
excluye el hecho de que las personas miembros de un grupo tengan
cada una de ellas sus representaciones individuales,
dándose de este modo la relación entre lo
intrapsíquico y lo interpsíquico.
Estructura y
contenido de las R.S.
En las diversas interacciones en la que los individuos
participan convergen una serie de elementos diferentes en cuanto
a su naturaleza y
procedencia, los cuales deben agruparse e integrarse de manera
funcional y con determinado orden para formar una
representación social. Imágenes, conocimientos,
sistemas de
creencias, se articulan en torno a tres ejes: actitud,
información y campo de representación.
Actitud
Moscovici (1979) define la actitud como una organización psicológica que dispone
positiva o negativamente respecto de un objeto, siendo su
función
la de regular las manifestaciones u orientaciones de la conducta y, la de
motivarlas mediante carga afectiva (referido por Yubiets, E.M.,
1997) Podemos afirmar, pues, que a pesar de que disposiciones
cognitivas también son conformantes de las actitudes, su
dimensión afectiva es el elemento que más la
distinguen de otros fenómenos.
Las actitudes están integradas en el concepto de R.S.
y por tener ambas tantos puntos de contacto y ser tan similares,
es necesario detenernos en una diferenciación de cada una
de ellas; teniendo en cuenta además que existen muchos
investigadores escépticos que plantean la innecesaria
existencia de representaciones sociales cuando ya estaba definida
una categoría de actitud.
Ante esta situación Moscovici afirma que la
principal distinción de ambos fenómenos consiste en
el "momento" en que actúan. O sea, la actitud implica un
estímulo " ya constituído" presente en la realidad
social y al que se reacciona con determinada disposición
interna, mientras que la R.S. se sitúa en "
ambos polos": constituye el estímulo y determina la
respuesta que se da . (Referido por Ibañes,
1988) Las R.S. moldearían entonces, las respuestas que
ante determinados objetos damos así como nuestra
percepción de dicho objeto: este no es el mismo para los
que no compartan su misma representación.
Para Páez (1996) la diferencia más
clara entre las actitudes y las R.S. se da a nivel de la
interpretación de los datos; más
que en la esfera instrumental, dado que las técnicas
usadas son muy similares ( Referido por Yubiets, 1997, p.
131).
Pero en el caso de las R.S., su exigencia
empírica fundamental consiste en obtener
información sobre la posición social y sobre la
existencia de categorías sociales. Sin embargo, la
actitud, bajo la influencia de Allport, pasa a ser un instrumento
de gran utilidad para
estudiar y profundizar en el
conocimiento del individuo, para predecir su conducta y su
relación con los demás.
La información:
Está definida como aquellos conocimientos que se
tienen acerca del objeto de representación. La
información debe ser distinguida en función de la
cantidad y calidad,
dependiendo esto del grupo donde se manejen dichos
saberes.
Campo de representación:
Se refiere al orden y jerarquía que toman los
contenidos de la representación en su organización
interna. Jean Claude Abric(1976) al presentar la Teoría
del Núcleo Central (Referido por Perera M., 1998), resume
que toda representación se organiza en torno a un
núcleo(central) que determina a la vez su
significación. Compuesto de aquellos elementos cuya
ausencia daría un significado radicalmente diferente al
conjunto, constituyendo la parte más estable de la
representación. Tanto es así que si se quiere tener
éxito
en la intervención de determinada representación,
debemos dirigir nuestros esfuerzos a al modificación del
núcleo central.
Este sistema central permite homogeneizar al grupo y
garantiza; entre otros aspectos, la estabilidad de la
representación ante los cambios del ambiente; ya
que esta no se abandonará ante el primer contraejemplo o
juicio contrario, sino que se aísla y se protege mediante
una serie de "hipótesis auxiliares " que dan cuenta de
los hechos observados. En caso de la ocurrencia de
transformaciones profundas del contexto que impactan al objeto,
dota a la representación de significado.
Define aparte de este sistema, otro periférico a
través del cual la representación se adapta a la
realidad concreta debido a su flexibilidad y a su elevada
sensibilidad al contexto inmediato; y que protege, a su vez, al
sistema central. Un esquema sólo se reestructura a menos
que haya otro alternativo más convincente para el grupo.
Este núcleo se construye a partir del proceso de
objetivación
Funciones de las
R.S.
Muchos de los teóricos de las R.S. coinciden en
citar la funcionalidad de las R.S. en los siguientes
preceptos:
- Las representaciones sociales suponen una toma de
postura, una visión particular de las cosas. No son
elementos neutrales de nuestra subjetividad sino que
están constituidas por valores que orientan la
posición que toma el sujeto ante el objeto representado;
lo que determina la conducta a seguir con respecto al mismo.
Por ello, pueden "conseguir" por ejemplo, que los sujetos
acepten la realidad social instituida y que se integren a un
determinado orden, legitimándolo tanto a nivel
simbólico como práctico(al reproducir las
conductas que perpetuan las relaciones sociales
establecidas).Pero también las R.S. contribuyen a lograr
un cambio del
régimen social ya que suponen una manera de integrar
elementos nuevos (ya sean ideológicos,
científicos, políticos, etc.)
- Desde el punto de vista práctico, constituyen
una forma rápida y económica de interaccionar con
la realidad: procesan la información del medio y la
convierten en comprensiva y familiar lo que sirve de
guía o plan para la
conducta, además permiten definir la finalidad de una
situación respecto a la cual el sujeto se forma un
conjunto de expectativas.
- Ellas juegan un papel primordial en la comunicación
social: para que una conversación pueda fluir se
necesita de un conjunto de representaciones comunes que
disminuyan los "ruidos", ambigüedades y falsas
interpretaciones. En este sentido ellas facilitan
también que un fenómeno o hecho social se haga
presente a través de imágenes o símbolos que sustituyen la realidad, al
tiempo que
van conformando el conocimiento
que sobre la misma se tiene.
- Al ser las R.S. sustitutas de la realidad, cuando
nosotros interactuamos con los sujetos que ven el mundo de
manera muy similar a nosotros nos sentimos más relajados
y con más confianza en el valor de
nuestras ideas y criterios. Las identidades grupales
(así como las individuales) están conformadas por
representaciones que acrecientan las diferencias inter-gupales.
Los miembros del endogrupo llegan a distinguirse mucho con
respecto a los de otros exogrupos y forman expectativas tanto a
nivel intragrupal como intergrupal las que guiarán sus
comportamientos.
- Nuestras representaciones, además de explicar
el porqué de cada conducta, las justifica y a veces
pueden predecirlas.
PERO, no siempre, ni en cualquier circunstancia,
funcionan las representaciones. Darío Páez (1987)
enumera una serie de condiciones en las que lo hace:
- Ante la sobreabundancia de
informaciones:
El sujeto de la sociedad contemporánea
está ¨ bombardeado ¨ por tal cantidad de
información que es incapaz de procesarla toda; por tanto,
funcionan y piensan mediante los mecanismos de R.S. ya que
aún el más culto- señala Páez- es
ignorante con relación a determinadas
áreas.
- Cuando existe una presión
hacia la inferencia:
El pensamiento de sentido común debe dar una
orientación para la acción
en el área problemática; debe decir ¨ esto es
así, por tanto, ¨ hay que hacer así.
¨
La R.S. se focaliza sobre el aspecto del objeto de
conocimiento relevante para el grupo social, por tanto, se regula
a partir de la defensa de la posición del grupo de
pertenencia y la diferenciación con los grupos de
referencia negativos.
R.S.como pensamiento
constituido y constituyente
El mundo social no es una realidad ontológica en
la que estamos depositados, sino la trama actual de nuestro
sistema de acciones;
vivimos pues, en un mundo que permanentemente construimos y
reconstruimos.
Podemos afirmar que la realidad que el sujeto vive es
una realidad simbólica pre-elaborada. "Nuestra realidad"
estaría constituida por la manera en que veríamos
esa realidad que se nos muestra. Aunque sería bueno acotar
que este no es un proceso individual sino que se caracteriza por
ser eminentemente social. Las R.S. serían concebidas
entonces, en términos de procesos que elaboran
psicológicamente aquellos objetos que reflejan.
Según diría Jodelet como "pensamiento
constituyente". Por ejemplo, " (…) la
representación formada del otro en cualquier
relación humana, no es una percepción objetiva del
otro; orientada esencialmente por los atributos concretos, ni
tampoco la expresión mecánica de un modelo
cultural preexistente a la relación misma, sino, ante
todo, es expresión del sentido que el otro tiene respecto
a nosotros. Elemento dinámico que está en la base
de nuestra construcción de la representación y que
se reorganiza dentro del propio proceso de construcción
del sujeto. No es simplemente determinado sino
constituyente. ( González,Rey, F., p. 40) Una
representación puede ser , consecuentemente, más o
menos acertada; lo que significa que hay algunas que se
corresponden más que otras al objeto que pretenden
representar . Implicando así la idea de que debe haber
algún tipo de conocimiento ( el conocimiento de los
especialistas) que permita ver si una representación es
más o menos aceptada.
Por ejemplo, hay representaciones que traen
problemas para
la vida de los sujetos, otras tienen consecuencias que traspasan
el ámbito de lo personal; por
tanto, hay que trabajar en el nivel de lo representado, en el
fenomenológico, para intentar ver como se modifican y se
utilizan estos conocimientos para hacerlas cambiar en una
dirección que sea más
progresista. ( Ibañez, T., 1996, p.
143-144)
Pero de ninguna manera esto significa que objeto y
representación sean entidades independientes una de la
otra sino por el contrario, la R.S. es un proceso de
construcción de la realidad; pero forma parte de
ésta en la medida que contribuye a configurarla. Ellas
constituyen sólo "en parte" al objeto, por tanto, "en otra
parte "éste es "tal cual es".
Hablaríamos de realismo en la
medida en que coincida la representación y " (…)
lo que una sociedad propone y supone como su realidad: una
realidad que implica un complejo agregado de códigos de
comportamientos, leyes,
psicologías (…), todas aquellas normas
prácticas que gobiernan la instalación del ser
humano en su particular entorno histórico." (
Bryson, 1991. Referido por Ullán, Ana M, p.9) Asumir el
realismo en estos términos trae consecuentemente asumir
una determinación histórico-cultural, un
carácter dialéctico y particularizado en
contraposición con una imagen inmutable
y universal.
Las R.S. son además de productos que
reflejan sus condiciones de producción, como
mencionábamos anteriormente, son un "pensamiento
constituido". Estructuras
pre – formadas a partir de las cuales se interpreta la realidad y
que nos informan acerca de las características, status,
valores, ideologías, actitudes… de los grupos en las que
se han formado.
Siendo congruentes con nuestros planteamientos
anteriores, podemos afirmar que a efectos prácticos son
las representaciones lo único que cuenta para nosotros
pues son ellas las que guían nuestras conductas sobre los
objetos y no los objetos "en sí mismos". Entonces ¿
para qué establecer una dualidad entre imagen-
objeto?
Por otra parte, esto explica el por qué
difícilmente nosotros nos cuestionamos nuestra forma
particular de ver la realidad: y es que tenemos a nuestro alcance
una serie infinita de argumentos que validan este modo de
comprender lo que nos rodea lo cual, por supuesto, nos sesga
enormemente.
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México. - Yubiets, Elena M. (1997) Psicología Social
y el estudio de las representaciones. Revista del Instituto
de Investigaciones
de la Facultad de Psicología No 2,
DATOS DE LOS AUTORES:
Nadiosly de la C. De la Incera
Hernández
LICENCIADA EN PSICOLOGÍA
COORDINADORA CARRERA DE PSICOLOGÍA DE LA SUM
PINAR DEL RIO
COLABORADORA DEL CENTRO DE ESTUDIOS DE EDUCACIÓN
SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RIO
COLABORADORA DEL CENTRO DE SUPERACION PARA LA
CULTURA
Lisi Rayna Suarez Garcia
MASTER EN PSICOLOGÍA
PSICÓLOGA
PROFESORA A TIEMPO PARCIAL DE LA UNIVERSIDAD DE PINAR
DEL RIO
Sandra Junco Noda
LICENCIADA EN DEFECTOLOGIA
COORDINADORA CARRERA DE SOCIOLOGÍA DE LA SUM
PINAR DEL RIO
COLABORADORA DEL CENTRO DE ESTUDIOS DE EDUCACIÓN
SUPERIOR DE LA UNIVERSIDAD DE PINAR DEL RIO
Fecha de realización de este trabajo: 15 de
noviembre del 2006
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