El juego de roles, un valioso medio de interacción en la edad preescolar
- Importancia del juego de roles
en la edad preescolar - Importancia de la
orientación pedagógica del juego de
roles - Metodología para
su realización - Conclusiones
- Bibliografía
1.- INTRODUCCIÓN.
Por medio de la realización de este trabajo se
pretende llevar al interesado en la materia de
forma sencilla y sintetizada diferentes aspectos relacionados con
el juego de
roles, uno de los aspectos más importantes del desarrollo
integral de los niños/as en la edad preescolar.
También se abordará el tema de la dirección pedagógica de este tipo de
juego; la metodología para su realización, la
cual contribuirá a que los docentes se
preparen adecuadamente y los niños jueguen de forma
óptima.
2.- IMPORTANCIA DEL JUEGO DE ROLES EN LA EDAD
PREESCOLAR.
Desde los primeros días de nacido el niño
juega, juega con su propio cuerpo, a medida que va creciendo va
interactuando con juguetes u
otros objetos que le proporcionan placer y satisfacción al
escuchar sus sonidos y observar sus colores.
El juego es para los niños el medio a
través del cual disfruta, crea. Es además una
actividad completamente necesaria que lo va desarrollando
física,
psíquica, social y espiritualmente.
El es considerado como una actividad práctica
social variada que consiste en la reproducción activa parcial o total de
cualquier fenómeno de la vida y fuera de su
situación práctica real.
Al llegar el niño a la edad preescolar ( a partir
de los tres años) el juego para ellos va siendo diferente,
ya no sólo interacciona con los juguetes sino que este se
va haciendo cada vez más complejo, utilizando objetos
sustitutos e imaginarios y sienten la necesidad de imitar a los
adultos; por lo tanto es en esta etapa que surge el juego de
roles que es una forma particular de actividad de niños y
niñas.
Este tipo de juego surge en el decursar del desarrollo
histórico de la sociedad y
cuyo contenido es la actividad del adulto, sus acciones y
relaciones personales. En el juego de roles los niños/as
asumen un papel determinado para satisfacer las necesidades
básicas de parecerse al adulto, estableciendo relaciones
relativas en las cuales debe estar presente el cumplimiento de
deberes y derechos y la
creación de una relación ficticia.
El juego de roles es la actividad fundamental en la edad
preescolar porque los pequeños resuelven en este juego una
contradicción propia de su edad: ser como adultos y hacer
todo lo que estos hacen.
El juego de roles contribuye al desarrollo integral del
niño pues a través de este el niño/a
desarrolla la imaginación, el lenguaje,
su independencia,
la
personalidad, la voluntad, el pensamiento;
se comunican con lo que le rodea, satisfacen sus deseos de hacer
vida social conjuntamente con los adultos, conocen el mundo que
los rodea; es un medio para educar el interés
por un ulterior trabajo.
3.- IMPORTANCIA DE LA DIRECCIÓN
PEDAGÓGICA DEL JUEGO DE ROLES.
Entre los diversos tipos de actividad que realiza el
niño, el juego es una de las más importantes
en la edad preescolar por cuanto al ser realizada por los propios
niños y dirigido adecuadamente por el adulto es capaz de
desarrollar en ellos, mejor que cualquier otro tipo de actividad,
la psiquis infantil, debido a que por medio del juego, los
preescolares pueden satisfacer su principal necesidad de trato y
de vida colectiva con los adultos, que tiene al niño como
ser social permitiéndole a este aprender y actuar en
correspondencia con la colectividad infantil.
El juego de debe ser dirigido por el adulto para que
este se convierta en un medio de educación y
desarrollo. Sin embargo se ha comprobado que existen distintas
formas de dirigir el juego y que no todas son
adecuadas.
Dentro de los tipos de dirección del juego
tenemos:
La autoritaria: donde la educadora le dice al
niño todo lo que él debe hacer al jugar. El
niño es un elemento pasivo, sólo cumple con lo que
se le indica.
Dirección liberal: plantea que al
niño no se le puede privar del juego, de la
creación. La educadora apenas dirige, sólo se
dedica a realizar preguntas.
Dirección pseudo democrática: la
educadora deja que el niño actué, hable, pero ella
es quien determina quién será cada cual y
qué hará en el curso del juego.
Dirección óptima: la educadora le
da el modelo de
juego al niño y luego lo deja actuar de forma
independiente de manera que desarrolle sus habilidades y
hábitos. Aplicando su experiencia social.
Esta dirección pedagógica es considerada
la más adecuada pues es donde el niño
seleccionará sus juegos, sus
compañeros, los materiales a
utilizar y llega a formar sus propios argumentos.
Como todo proceso
pedagógico, la dirección del juego debe tener
presente la planificación, la ejecución, el
control y la
evaluación.
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