El extensionismo agrícola como herramienta de trabajo en el sector agrícola rural (Cuba)
- Resumen
- Orígenes de la
extensión agrícola - Precursores influyentes en la
evolución histórica de la extensión
agrícola en algunos países del
mundo - Primeras sociedades
agrícolas - Inicio de los
programas de carácter extensionista - Auge
de la extensión - La
labor extensionista en los EUA. - El
servicio de extensión agrario en
Holanda - Evolución
de la extensión agrícola en África y
América Latina - Importancia de
la Extensión Agrícola en el proceso de desarrollo
agrícola - Algunas Formas
del Extensionismo en Cuba y su Realidad
Actual - Sistema de
Extensión Agrícola del Instituto de Ciencia
Animal ICA (SEICA) - Bases de trabajo
del SEICA - Transferencia
de Tecnología y Divulgación del la
Asociación Científica de Producción Animal
(ACPA) - Movimiento de
Campesino a Campesino - El
Sistema de Extensión en la provincia de Pinar del
Río - Conclusiones
- Referencias
Bibliográficas
En el artículo se abordan los orígenes
del extensionismo agrícola en los Estados Unidos,
Holanda, Ecuador,
África y Cuba,
así como los precursores influyentes en la evolución histórica de la
extensión agrícola en algunos países del
mundo, las primeras sociedades
agrícolas y el inicio de los primeros programas de
extensión. Se destacan las diferentes formas del
Extensionismo en Cuba y su realidad actual con diferentes
resultados en la introducción y aplicación de
diferentes tecnologías y resultados. El Movimiento
de Campesino a
Campesino en Cuba como forma de extensión
agrícola despunta resulta una de las vías
más idóneas para el sistema de
extensión agraria.
Alimentar a miles de millones de personas bajo
condiciones que se van haciendo más difíciles
día a día, no es el único desafío.
La pobreza, la
migración interna, el hacinamiento en las
ciudades, la desnutrición, los problemas
crónicos de salud y la
degradación ambiental reflejan, con frecuencia, el
inadecuado uso de sistemas
agrícolas y demandan soluciones
integrales y
probadas científicamente (HJC, 2002).
En estos momentos la población mundial es de 6.000 millones de
personas. Si el crecimiento continúa al ritmo actual del
dos por ciento, la población se duplicará de
aquí a 30 o 40 años. Al mismo tiempo, como
resultado del incremento de la actividad industrial y humana, la
proporción de suelos arables va
disminuyendo en un 0,1 por ciento anual. Asistimos, a una
demanda de
producción agrícola sin precedentes,
en un período en el que el porcentaje de suelo arable
disminuye y las prácticas de control de
plagas resultan ser ineficaces.
Desde el punto de vista ecológico, la falta de
visión de las tecnologías empleadas por esta
agricultura
"intensiva", el afán de lucro de los grandes productores,
o la falsa creencia de que con tales técnicas
se puede resolver los problemas del hombre, ha
provocado y lo continúa haciendo de forma acelerada, una
destrucción de la capacidad productiva de los suelos donde
la reducción de la vida del suelo, la compactación,
erosión, salinización y
desertificación son las consecuencias directas. La
destrucción de los bosques y la desarborización de
las áreas agrícolas, la
contaminación de mantos freáticos y alimentos con
pesticidas, herbicidas, nitratos y otros son efectos de esta
agricultura. Esta falta de visión ecológica y
humanista, donde la tecnología química y mecánica se erigió sobre el hombre,
afectó también a la ciencia,
que se dirigió a la especialización y perdió
la base ecológica de cualquier producción
agrícola. (HJC, 2002)
Estos problemas han ocurrido en países
capitalistas y ex-socialistas tanto desarrollados como en
vías de desarrollo.
Así Estados Unidos, donde más ampliamente se
empleo la
agricultura convencional, en la actualidad no se encuentra entre
los países de mayor rendimiento/área, ni
producción/habitante, la eficiencia
energética disminuyo de 6 a 2.2 Kcal. producida por Kcal.
empleada y la capa arable disminuyo de 21 pulgadas a 7 pulgadas.
También a pesar de los plaguicidas empleados, las perdidas
por plagas se incrementaron de siete a 14 por ciento y alrededor
de tres millones de granjeros tuvieron que abandonar sus tierras
(Rosset, 1995).
La búsqueda de un sistema agrícola
sustentable, que sea autosuficiente y que utilice insumos
mayormente de origen orgánico que permita reforzar el
equilibrio
ecológico de los agro-ecosistemas;
pero que al mismo tiempo sean eficientes, son algunas de las
preocupaciones centrales de los investigadores que trabajan con
un enfoque agro ecológico. En América
Latina se ve claramente que la extensión
agrícola, no es capaz de responder adecuadamente a los
múltiples desafíos originados por la
explotación indiscriminada de los recursos
naturales, la incursión de la frontera
agrícola en las reservas forestales y el uso intensivo de
químicos en la agricultura convencional. La
extensión agrícola no ha logrado convertirse en una
herramienta moderna que impulse la formación y diseño de
sistemas agro-ecológicos que enfrente las
múltiples demandas de los tiempos modernos (Engel,
2001).
La extensión agrícola se ha difundido en
el mundo ya que ningún país puede dejar de lado por
mucho tiempo a su población campesina. Es así que
en casi todos los países del mundo existe uno u otro
servicio de
extensión y consulta agrícola de uno u otro tipo.
Cuba en la actualidad desarrolla sistemas de extensión
agrícola con el objetivo de
mejorar la calidad de
vida de la población de las zonas rurales, proponiendo
nuevas alternativas y para ello tomando en cuenta las diferentes
realidades socio-económicas y culturales de cada
localidad.
Desarrollo:
Orígenes de la extensión
agrícola.
Es a partir del siglo XIX que en algunos países
de Europa la
extensión se institucionaliza en forma de servicios
estatales. Ya en el siglo XV, el famoso agrónomo Herrera
abogaba por la creación de cátedras de enseñanza. La enseñanza de la
agricultura no es, desde luego, una innovación de los renovados métodos
pedagógicos de los siglos XIX y XX, aunque el
empeño puesto en las sociedades industriales por elevar la
productividad
del sector primario y abastecer adecuadamente a ciudades cada vez
con un mayor crecimiento demográfico, impulsó sin
duda esta actividad. Es necesario mencionar que en el siglo
XVIII, se realizaban prácticas de extensionismo, con
acciones de
carácter educativo e informativo con
contenidos técnicos y económicos (Fernández,
1986).
A mediados del siglo XVII aparecen en todos los campos
del pensamiento,
espíritus críticos que quieren liberarse de la
tradicional dominación religiosa en el análisis de los fenómenos naturales
y humanos. Para ello se basaron en la ideas de
emancipación que habían iniciado por una parte,
Francis Bacón, para quién el origen del saber
debía estar en observación y experimentación; y,
por otra, Descartes
quién confiaba en la razón para descubrir las
verdades del mundo. En esta corriente de ideas se encuentra
la
ilustración agraria, que en el último tercio
del siglo XVIII, abogaba por una extensión de los
conocimientos científicos agrícolas, no solo para
el labrador, sino para toda la población a través
de la enseñanza primaria.
Existen muchos ejemplos en el siglo XVIII en Europa los
párrocos de aldeas y maestros, así como grades
propietarios agrícolas quienes, individualmente o a
través de sociedades agrarias, intentan llamar la atención de agricultores locales sobre
el
conocimiento agrícola y exhortarlos a adoptar nuevas y
mejores formas de hacer en sus cultivos y ganados (Jones,
1981).
Precursores influyentes en la evolución
histórica de la extensión agrícola en
algunos países del mundo.
Es en el Renacimiento,
cuando hubo un movimiento para referir la educación a las
necesidades de la vida humana y a la aplicación de la
ciencia a los
asuntos prácticos. Con los inicios de la ciencia moderna,
allá por los siglos XVI y XVII, apareció pronto el
deseo de utilizar los nuevos conocimientos en la educación. Entre los
que influyeron en ese movimiento figuraba Rabalais (1483- 1553)
que haría estudiar a sus alumnos la naturaleza a
la par con los libros y
utilizar sus conocimientos en función de
sus ocupaciones cotidianas.
En Inglaterra,
Samuel Hartlib (1600- 1670) publicó una obra en 1651
titulada "An Essay for Advancement of Husbandry-Learning. Jean
Jacques Rousseau
(1712- 1770) se ocupo mucho de la importancia de las actividades
manuales e
industriales en la educación.
El reformador suizo de la educación Heinrich
Pestalozzi (1746- 1826), influido por Rousseau, se paso a la vida
agrícola a partir de 1775, dirigió por algunos
años una escuela para
niños
pobres en la que parte de su tiempo lo empleaba en cultivar
productos
agrícolas, hilar y tejer algodón, etc. Phillip Emmanuel Von
Fellenberg (1771-1844) dirigió con gran éxito
de 1806 a 1844 en Hofwyl, Suiza, dos escuelas de capacitación manual que
tuvieron gran influencia en los Estados Unidos. Se hallaban
ubicadas en una hacienda de unos 250 ha y los muchachos de ambas
escuelas disponían de huertos y debían realizar
faenas agrícolas. Algunas de las primeras escuelas
agrícolas en Europa se crearon en Hungría, en
particular una en Zarvas en 1779, otra en Nagy-Michlas en 1786, y
la Academia Georgicon en Kezthely, que se fundo en 1797 y fue
durante 10 años la escuela agrícola modelo de
Europa (Lozano, J. A. 2004). Durante los siglos XVII y XVIII en
varios países europeos se desarrolló una literatura copiosa sobre
materias agrícolas. En Francia, la
publicación de obras sobre la agricultura se vio muy
fomentada por la gran serie de volúmenes denominados
comúnmente la Enciclopedia (1751-1770).
En Gran Bretaña ya con anterioridad a 1800 unos
200 autores diferentes habían escrito obras
agrícolas. Los Annals of Agriculture and other Useful
Arts, publicación periódica iniciada en Londres en
1784 por Arthur Young, contribuyeron no poco a los avances de la
agricultura en América
(True, 1929).
Primeras sociedades
agrícolas
Se constituyen importantes sociedades agrícolas
que publican memorias e
informes que
contienen gran número de perfeccionamientos
agrícolas llevados a la práctica agrícola
por los progresos de la ciencia; empezando al mismo tiempo con
los grandes descubrimientos de la química neumática al encontrarse la
explicación racional y científica de los hechos
más culminantes de la Fisiología Vegetal.
Algunas de estas sociedades tienen el afán de
residir en las grandes ciudades y de tomar parte de las funciones
públicas del Estado, y con
ello originándose la costumbre de abandonar los cultivos
de los campos y dejar en las manos de los menos capacitados, con
ello sobrevino un gran desequilibrio entre los progresos de los
estudios teóricos y las prácticas de las
agricultura, en perjuicio del verdadero desarrollo de
ésta, que si bien progresaba no era con las rapidez y el
grado deseado, sino con lentitud y con bruscas alternativas que
ocasionaban crisis y
perjuicios de todas clases. Mientras en la mayor parte de las
campiñas continuaban las prácticas rutinarias
antiguas, en los laboratorios de las ciudades, hombres ilustres
conseguían aislar, determinar y estudiar los principios
inmediatos separados de los animales y los
vegetales.
Por ejemplo, los análisis de Saussure y de
Bethier precisaban la naturaleza de las materias minerales, y por
otra parte, se publicaron nuevos libros de agricultura dando a
conocer las nuevas ideas basados en los adelantos
científicos que debían aplicarse en la agricultura
para desterrar la rutina y los preceptos consuetudinarios. Pero
como la mayoría de la población rural no estaba
bien dispuesta, por falta de instrucción, a sacar fruto de
estas enseñanzas, los resultados prácticos eran
escasos.
Entonces fue cuando algunos hombres de gran
espíritu de observación apreciaron desde altos
puntos de vista la situación de las cosas y comprendieron
que el desarrollo positivo de la agricultura sería muy
lento, si no se daba gran impulso a la enseñanza
agrícola para que llegasen a todas partes conocimientos
prácticos y teóricos que constituían los
grandes adelantos. Data de entonces la fundación de
granjas modelos y de
las granjas escuelas, donde se enseñan
prácticamente las operaciones
agrícolas, pero con criterio científico Inglaterra
y Dinamarca primero, Francia después, Alemania,
Bélgica, y Holanda más tarde, así como
España
e Italia y en
general otras naciones, han seguido este camino que conduce al
verdadero progreso de la agricultura (Montaner y Simón,
1887).
A continuación relacionamos algunas de ellas por
su año de fundación y país:
1723. Escocia. (Society of Improvers in the Knowledge of
agriculture)
1744. Sociedad
filosófica americana bajo la dirección de Benjamín
Franklin.
1761. Francia. Academia de la agricultura en
Francia.
1764. Alemania. Sociedad agrícola
alemana
1765. Rusia.
Sociedad Económica Libre, con una gran hacienda
experimental en San Petersburgo.
1785. Sociedad de Philadelphia para la promoción de la agricultura.
1812. Sociedad de Massachussets para la promoción
de la agricultura a nivel local.
1818. Se comenzaron a celebrar ferias no solo para la
venta de animales
y productos agrícolas, sino con fines educacionales
también.
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