También es necesario advertir la presencia de diversos
planos discursivos, uno de ellos -con complejos de trovador
frustrado- suele aparecer en cursiva y parece dirigirse
directamente al lector en un registro soez,
totalmente fuera de lugar para un trabajo de esta envergadura. El
autor toma distancia de este narrador. A efectos de la
calificación, solicita sea contemplado como un error de
imprenta,
sistemático e involuntario, producto de la
división esquizofrénica del ser humano en este
fatal siglo XXI.
Dado el carácter exhaustivo de la presente
investigación ha sido necesario llegar a la crítica
de la crítica. En las siguientes palabras
metacrítcas ponemos en tela de juicio apreciaciones
literarias canónicas, en un espectro que va desde Max Brod
hasta Lauro Marauda.
Por último queda destacar que hicimos un gran esfuerzo
por no violar la laicidad también.
La
incomunicación.
La incomunicación es una de las primeras
temáticas comunes a los dos protagonistas. Para Kafka los
hombres están esencialmente incomunicados. Toda comunicación es un espejismo, simplemente
apariencia y se realiza a nivel superficial, sin verdadera
comunión.
Desde este punto de vista el protagonista de la metamorfosis
es sumamente antiheróico –por no decir un pobre
desgraciado-. Además de carecer de cualidades
excepcionales no logra hacerse entender. Gregorio emite un
ruido animal
que no es entendido por nadie, y sus gestos y actitudes
generalmente son mal interpretados, lucen, ante los ojos de
la familia,
amenazantes.
¿Qué podemos decir de la comunicación de
Eladio Linacero con Cecilia?
La notable versión de la escritora uruguaya Virginia
Bonilla desde la perspectiva de Cecilia es, en este punto , una
perversión. Cecilia jamás debió comprender
aquella espontánea y urgente reconstrucción de
época en su esencia. Vio, simplemente, locura en los ojos
Linaceros. Incomprensión: madre, e hija:
Incomunicación.
( Para la posteridad debo aclarar que Virginia se trata de una
compañera de clase, con claras actitudes de liderazgo, ya
que está siempre "a la cabeza" del grupo de
Lengua y
Literatura.)
La soledad.
"Gregorio no tenía mas remedio que arreglárselas
solo".
Como dice Lauro Marauda, la soledad implica un sentimiento.
"La pasión de un hombre consagrado a una búsqueda
interminable no es compartida por nadie."
Eladio También se encuentra en soledad. La soledad
¿es para él una elección, un sentimiento,
una consecuencia inexorable del paso del tiempo tirano
que convierte en mujeres a las muchachas?
–Y por ahí me acuerdo de una canción que dice
que "por la noche la soledad desespera…". Aunque en el caso
de Eladio es una soledad autoimpuesta , elegida, necesaria; con
respecto a su propósito ("vivir" sus aventuras) casi
buena. Pero lejos suena un eco Kafkiano en la memoria que
recuerda: "Lo bueno es en cierto sentido desesperante",
cerrándose, como debe ser, el círculo.
- Lo parió, hasta acá va bien
¿no?-
Poema de la Soledad.
Ceci es a Adán
lo que Eladio a Eva
pregúntele a Elsa
Badán
quizá recordarlo pueda.
Zoomorfismo – O
abichamiento-
Resulta que "La conciencia
doliente"de Gregorio habita el cuerpo de un insecto indefinido.
–No sé qué es peor si ser insecto o
indefinido.–
El insecto se degrada sin poder mejorar
su condición. Gregorio pierde su capacidad de
expresión, de habla (y no de lenguaje como
supone Lauro Marauda en su obra "Kafka: un estudio sobre la
metamorfosis", ya que tenemos noticias del
pensamiento
del personaje hasta su mismo fin- pero bueno, es tan
sólo otro error conceptual, reflejo de los problemas de
la escisión entre los profesorados de literatura y lengua que se
aún hoy en ciertas zonas remotas del Uruguay.-
Cabe preguntarse- y quién mejor que yo, que llevo el
apodo de "Lo Macho-Animal" – de dónde procede la
animalidad que nace en Gregorio Samsa. Su origen parece ser
interior, no sabemos de nada que haya ocurrido externo a Gregorio
para propiciar su transformación. Proponemos como posible
causa la alienación. Pero en este enfoque comparativo se
desprende inmediatamente la pregunta capciosa ¿Si la causa
del zoomorfismo es la alienación Porqué no le
sucedió también a Eladio? Esta y otras
interrogantes serán reveladas en las siguientes
páginas.
Alienación.
La alienación vista como un extrañamiento ante
un entorno que resulta ajeno es un padecimiento, punto en
común de los dos personajes. El mundo se les hace
inhabitable, incomprensible.
Gregorio es alienado por su obsesión laboral y el
trato de su propia familia.
Se sugiere que la
metamorfosis puede ser vista como una tragedia de la soledad.
Existe una fatalidad radical, una desgracia irreversible que
conduce a la soledad y la muerte.
Tal vez un camino parecido toma Eladio sólo que la
metamorfosis no es física sino
espiritual, la anagnórisis de la pérdida de "Ceci"
lo cambia, a él también, para siempre.
A quien desee ampliar en esta temática recomendamos muy
especialmente el análisis de la obra de Siguorney
Weaver.
DESESPERANZA.
"La verdadera desesperanza no nace ante una obstinada
adversidad ni el agotamiento de una lucha desigual. Proviene de
que no se perciban más las razones para luchar e
incluso que no se sepa si hay que luchar." Albert Camus.
Creemos la frase pertinente porque vemos en Eladio, antes que
escepticismo, desesperanza, ya que no percibe las razones para
seguir luchando. La muchacha se convirtió en ama de casa
que discute con el carnicero , y la experiencia de la rambla ,
aquella noche crucial demostró que el viaje de Cecilia era
sólo de ida.
Eladio parece comulgar con la frase de Johann Wolfgang : "Un
hombre y una
mujer
verdaderamente enamorados: es el único espectáculo
de este mundo digno de ofrecer a los dioses". – Mismo
sólo que cámbiese mujer por muchacha y
listo–
La archiconocida pérdida de Eladio lleva a otra.
Linacero ha perdido la capacidad de maravillarse , como un
muerto. Muerto en vida y vivo en sueños , recordemos sus
"aventuras". Un doble juego nocturno
donde, como siempre, la banca gana.
Los
gráciles movimientos de Gregorio u acción
en la metamorfosis.
Ernesto Livacic Gazzano adhiere a la tradicional
división de la acción en cuatro etapas. Comienza
con la transformación de Gregorio en insecto, y su
encierro en el dormitorio. Posteriormente su intento de adaptarse
a la nueva, patética, situación. En tercer lugar su
salida y la fuerte represión patriarcal.
Qué hermosa familia Gregorio
Tu madre, tu hermana… Perplejo.
Pero es algo contradictorio
difícil y hasta complejo
aceptar el brutal repertorio
de manzanas que lanza tu viejo.
Por último el abandono que sufre por parte de su
familia y un pasaje a mejor vida, para lo cual proponemos el
neologismo "fénesis".
Recapitulación.
Hemos tratado hasta ahora diversas temáticas. La
incomunicación, soledad, la autoridad en
Samsa padre, el zoomorfismo de Gregorio y la más sutil
metamorfosis de Eladio Linacero. Llegamos en este punto a la
cuestión de la identidad, que
puede ser vista como contracara de la alienación.
Gregorio es presa de la dicotomía humano- animal,
evocación – dicen – de la personalidad
fragmentada del hombre de hoy; donde la humanidad cae al servicio de la
urbanidad.
Gregorio a medida que transcurre el relato es cada vez menos
Gregorio, va perdiendo identidad a mientras que su
alienación va "in crescendo" hasta llegar al punto en que
su hermana reconoce en él a una aberración, un
monstruo, imagen
además compartida por sus padres.
Eladio en cambio
está a salvo de su familia. Podemos decir que su
alienación es más paulatina. Se marca
sucesivamente a través de diversas rupturas con sus
vínculos afectivos: Su ex-esposa Cecilia, su ex-amigo
Cordes y su ex-dos pesos, Ester.
Metamorfosis: la génesis y la crítica.
Para Marthe Robert la metamorfosis es la cristalización
de un hecho. La realidad de una soledad en parte deseada;
resultado de un deseo en parte impuesta desde el exterior por la
maldición de la familia que
mutila al ser espiritual del héroe y finalmente lo
mata.
Existe un juego sueño – vigilia que se resuelve
tempranamente: "No. No era un sueño."
Tanto en "El pozo" como en "La metamorfosis" tenemos
recuperaciones anafóricas del pasado de los protagonistas
que explican su estado
actual,( es decir el momento de la elocución) gracias a la
madre de Gregorio obtenemos pistas de su alienación y su
aislamiento: "El muchacho no tiene en la cabeza otra cosa que la
tienda. Hasta ya casi me fastidia que nunca salga de
noche…"
Pero quizá la más clara confirmación sea
la del protagonista. El propio Gregorio manifiesta disconformidad
con su vida: "…esta plaga de viajes que me
ha sido impuesta, más la preocupación por la
combinación de los trenes, la comida mala e irregular; las
relaciones
humanas siempre cambiando, nada duran y jamás llegan a
ser cordiales."
El joven Samsa está incomunicado no solo con el mundo
sino también con su adorable familia. Antes de la
incomunicación ya es un extraño para la sociedad y en
su casa. Es por este motivo que algunos autores (L. Marauda y
otros )proponen que la metamorfosis comienza mucho antes del
comienzo de la narración. – Sandeces.
En opinión de Marauda "La metamorfosis no representa
más que la última etapa de un proceso
gradual de deshumanización, su fase adulta y objetiva. De
este ciclo ignoramos su gestación pero conoceremos el
desenlace: la muerte del
protagonista"
El crítico dice "de este ciclo ignoramos su
gestación", lo cual es lógico dentro de su error,
ya que, en este caso, no hay ciclo alguno. Un ciclo, por
definición, es un período, un proceso cuyo estado
inicial y final coinciden. Convengamos que el estado
final de Gregorio poco tiene que ver con el viajante Samsa que
otrora surcara las aguas del mercantilismo
-aunque eso sí, muy a su pesar-.
Por otra parte, si somos indulgentes con el lenguaje
podemos decir que sí conocemos la gestación de este
proceso. Sencillamente es consecuencia del estilo de vida
y las relaciones afectivas del protagonista.
Por otra parte el proceso de deshumanización…
Gregorio es cierto que cambió algunas costumbres y
hábitos alimenticios, también tuvo un ligero cambio
de aspecto pero ¿qué actitud
relevante toma Gregorio que no podamos identificar como humana?
¿Preocuparse por el trabajo
(aún siendo bicho)? ¿Aferrarse a las posesiones y
recuerdos (pensemos en el sublime episodio del cuadro)?
¿No será que esa mañana simplemente lo
grafopéyico se acercó, ganó coherencia con
los rasgos etopéyicos de nuestra humanidad?
Finalmente estamos de acuerdo con Marauda en su más
aguda observación: el protagonista muere.
Pero anteriormente estábamos en las respectivas
recuperaciones del pasado de los protagonistas. En el caso de
Eladio nos enteramos de su divorcio y el
porqué de su aislamiento, todo en función de
sus memorias.
En la metamorfosis como suele pasar en el realismo
mágico "los personajes padecen el mundo, no lo crean y
menos lo comprenden"Eladio a diferencia de Gregorio tiene la capacidad, o la
ocurrencia de crear un mundo; imaginario, pero un mundo mejor
a fin de cuentas,
donde puede concretar sus deseos y, tal vez, comprender.Gregorio involuciona en sus facultades psicológicas
(psíquicas humanas), pero mientras puede razonar sigue
siendo un empleado de comercio,
puntual, responsable en el plano laboral y con respecto a sus
obligaciones familiares, que resultan ser
distintas caras de la misma moneda.( Gregorio era, sobre
todo, el proveedor de la residencia Samsa).- Un aspirante
a yuppie a todas luces aborrecible-.La responsabilidad, en cambio, no es el fuerte de
Eladio. ¿Uruguayo?"Lo que pudiera suceder con Eladio Linacero y doña
Cecilia Huerta de Linacero no me interesa. Basta escribir los
nombres para sentir lo ridículo de todo esto".El rechazo general a la vida adulta deja entrever un
desprecio por su motor: el
sentido de responsabilidad. Este último es
imprescindible para operar en sociedad y se traduce en
acciones
concretas: La inocente compra de carne de doña
Cecilia, la obtención de un trabajo,
establecerse en una casa y también apoyar un partido
político como símbolo de la responsabilidad
compartida son abominados por el protagonista. Prefiere en
cambio la dulce distancia marginal. –Casi lo podemos
escuchar cantar con Fito Páez: "Me gusta estar al lado
del camino , fumando el humo mientras todo pasa."-Elige renunciar también a todas las ventajas de una
vida responsable, por ejemplo: ganar dinero y
ser el flamante poseedor de un "watercló impecable".
Son pequeñas concesiones a cambio de la supervivencia
del Eladio adolescente, un prodigio de la naturaleza
si pensamos que pasa los cuarenta. Se le puede acusar
también de no evolucionar (por alguna fémina
feminista) en tanto no acepta el cambio de Ceci a Cecilia, de
muchacha a mujer. La perversa conversión de una joven
beldad a deplorable ama de casa de tiempo
completo.-Lo que necesitaba el mundo, otro guacho
cuarentón-.Eladio no amaneció convertido en monstruo. Se
inventó poco a poco. La culpa de su degradación
es toda suya. Su escepticismo mató la fe, pero lo que
es peor, lo sometió en una somnolencia que lo
incapacitó.Sobre el final de la obra nos confiesa que "Hubo un
mensaje que lanzara mi juventud a
la vida; estaba hecho con palabras de desafío y
confianza. Se lo debe haber tragado el agua
como las botellas que tiran los náufragos." Bella
forma de ilustrar el fracaso. Es que Linacero no pudo
producir hechos. Tomemos prestado el léxico y
dicción de un personaje amigo que supo comprenderlo…
"¡Fra…casado!"Dios,
perspectiva histórica y otras menudencias.Sobre la metamorfosis de Kafka se dice que puede ser
provechosa en un examen de las condiciones de su medio y
época.Abunda el sentimiento de aniquilación del individuo
que suele provocar la sociedad burguesa. El pozo parece ser
también el fiel reflejo del sentir de una
época, lo que explica en cierta medida su
rápida acogida.¿Y dónde está Dios?
Kafka nos enseña que no hay nada más absurdo
que el comportamiento convencional humano, nada
más fantástico que lo cotidiano. Parafraseando
a Lancelotti podemos decir que Gregorio posibilita el
tránsito del misterio al absurdo. Pero a pesar de esta
fascinación por lo habitual, Kafka no deja de lado el
aspecto metafísico. En palabras de Mario Benedetti:
"Su metafísica está harto marcada
por la imposibilidad de desprenderse de dios y también
de acercarse a él".Al pobre Gregorio le incrustan el símbolo de la
culpa, que se desintegra, presagiando su propio final. (
Según los entendidos la manzana podrida que anida en
el abdomen de Gregorio es una clara alusión
bíblica. –Todo el rollo de la culpa. Hay que leer
Job-). Pero en nuestro objeto de estudio, el texto…-De dios ni hablamos.Tampoco a Eladio se le ocurre rezar. Parece parafrasear
una vez más al cantante y compositor argentino Fito
Paez; Lo que le falta no es la falta de fe (Aunque al igual
que a la muchacha, tampoco la tiene).¿Qué pasa con dios en el pozo? Si asumimos
que dios está en todas partes, entonces esta ubicuidad
lo sitúa justamente allí, en el pozo. Sin
embargo en la obra de Onetti lo más parecido a dios es
un narrador, oculto tras varios planos elocutivos, que, en
otras ocasiones – Pero no en ésta, gil-, llega
a llamarse Brausen.A la cama con Gregorio. La primera vez…
La primera vez que pasó la noche como insecto toma
conciencia del cambio de sus gustos. La leche que
saboreaba a diario pasó a resultarle repugnante;
la mujer
con quien dormía el cuarentón también.
Eladio se transformó en un ser sediento del ayer, del
sentimiento, del dulce dolor de amar. Se volvió letra
de tango.Ya que hemos mencionado la palabra cama podemos asociarla
con el descanso.Es un hecho harto conocido y si no basta con recordar la
querida D.G.S.S. (Dirección General de Seguridad
Social) que la sociedad margina a los seres improductivos.
Podemos decir que tanto Gregorio como Eladio, en el presente
de las narraciones respectivas, distan mucho de ser vacas
lecheras… Aunque Gregorio bien podría convertirse
en un animal de exposiciónUna
historia de
sexo…¡Pobre hombre que sueña despierto! Las
frustraciones le vuelven soñador. Éste es
el origen de sus aventuras.Eladio alardea de su vida interior que otros, la
mayoría, se esfuerza por ocultar. Sus fantasías
parten del plano de la realidad hasta elevarse a un
imaginario donde reinan el erotismo y el placer."Lo que yo siento cuando miro a la mujer desnuda en el
camastro no puede decirse, yo no puedo, no conozco las
palabras. Esto, lo que siento, es la verdadera aventura".-A continuación damos la palabra al señor
Ángel Rama– : "La carga placentera, erótica
de estas ensoñaciones, es conocida: ella alimenta los
trances masturbatorios y es por esta alusión que la
prostituta recibe la confesión de uno de sus
sueños con inmediata repugnancia: '-Con razón
no querés pagarme'". Es natural el enojo de la
meretriz, ya que ésta práctica harto conocida
va inexorablemente en detrimento de la más antigua
–y por lo tanto legítima– de las
profesiones.Pero preferimos no extendernos más en el tema del
erotismo en la obra "El pozo", puesto que el tema ha sido
exhaustivamente comentado por la crítica.Eladio ahorró con Ester
sin forzarla, al parecer
sin pasión, otro episodio
grisel del tacaño y la
meretriz.Empero generoso
entre la nieve invernal
Continuó imaginando
una cabaña, visitas
y él, dadivoso, dando y
dando.Para la aventura de la
cabañapropongo un poco de sal.
Un par de lesbianas no
dañaLo dice Lo Macho-animal.
Yo también tengo
despiertofusión onírico –
real.Estamos al descubierto
yo y cinco lesbianas ¿qué
tal?La soledad y la creación
literaria.La soledad intensifica la "necesidad" de la
literatura. Se hace inevitable, es una fatalidad creadora,la
"transustanciación" del ansia profunda de comunicación trunca por otros
senderos.Hablemos de neurosis.
Como dijo un psiquiatra –que vino recientemente a
observarnos– La neurosis en el hombre
creativo deviene en obra artística. la tensión
que provoca la incomunicación, la pérdida de
contacto con lo demás tiene su recuperación en
la escritura
de Eladio.El nacimiento de la imagen simbólica, el punto del
partida de la creatividad, es la pérdida del objeto,
de Ceci. Llegamos a esa imagen que se construyó, de lo
que una vez fue.¿Cuándo termina el duelo de Eladio? Este es
proceso consecutivo a la pérdida, pero
¿finaliza en nuestro protagonista?Eladio sueña despierto, no se juzga, suspende
temporalmente el juicio, pero después ¿lo
retoma críticamente? Podríamos decir que es
bastante indulgente consigo mismo – o dejó el
juicio suspendido no más hasta nuevo aviso.Eladio Linacero, el estilo de un
escritor.Eladio se propone "escribir la historia de un alma, de
ella sola". Eligió naturalmente a su persona
favorita, "porque un hombre debe escribir la historia de
su vida al llegar a los cuarenta años (…) lo
leí no sé dónde".Comenta las torpezas de la escritura, el uso alternativo
de posibles sinónimos sin importarle demasiado si
realmente lo son. Alterna y vincula temas y recuerdos.
Interrumpe su propio discurso
para realizar observaciones repentinas: "Pero esto no es lo
que me interesa decir" . Se presenta orgulloso e
independiente, aunque no puede evitar justificarse. "No es
porque no tenga otra cosa que contar. Es porque me da la gana
simplemente."Este proceder tan desatado de las convenciones literarias
marca de alguna manera su estilo de composición. Esta
perspectiva le permite contar que caminaba oliéndose
las axilas, algo tanto o más terrorífico, desde
el punto de vista canónico, que el monstruo de
Kafka.Responsabilidad y
comprensiónLinacero – Kafka:
Una vez que hemos fundamentado el rol de Eladio Linacero
como escritor, estamos en condiciones de realizar un
análisis comparativo con un renombrado colega
suyo.¿Por qué no ir unos centímetros
más allá de la crítica literaria vulgar
y contrastar al personaje Eladio Linacero con el escritor de
carne y hueso Franz Kafka?Kafka decía "Todo lo que no sea literario me
aburre, lo aborrezco, pues me distrae y me incomoda, aunque
solo sean figuraciones mías."Lo literario es ficticio y la ficción
fantasía, "aventuras" como las que alimentan el alma
de un Eladio que se aburre hasta en los tribunales, durante
el proceso
conciliatorio de su divorcio.Continuamos con Kafka: "La literatura es una
descomposición, una disolución, un medio que
facilita la vida inconsciente, un narcótico".Es precisamente a este efecto narcótico que es
adicto Linacero. De hecho la única vez que no le vino
a la mente una de sus aventuras fue que se propició el
final de su matrimonio.
Su peculiar comportamiento en esa noche, que el propio autor
define como imbécil, puede ser leído ahora como
un síndrome de abstinencia a este
narcótico.Para dar mayor precisión a los términos
manejados, y de esta forma mantener en alto la legitimación social de nuestra
honorable profesión, sugiero el uso del diccionario. En un estudio de naturaleza seria
( ese es nuestro caso) vamos a consultar a Ambrose Bierce, en
su académico "Diccionario del diablo", donde define
narcótico como una puerta abierta en la prisión
de la identidad…. El único problema es que "Lleva a
un patio enrejado". ¿No es esto acaso lo que sucede
con las fantasías de Eladio?Para terminar en el tono de las fantasías que se
vuelven contra su autor, y mantener la línea
argumental, ilustremos con el notable aforismo Kafkiano que
reza: "Una jaula fue a buscar a su pájaro"La jaula de Eladio está hecha con barrotes de
"aventuras", y un gran cerrojo de resignación: la
anagnórisis de que todo tiempo pasado fue mejor, en su
versión ayer-muchacha, hoy – viejita de los
mandados.Invitaciones a la reflexión.
Vicisitudes de lo Onettiano.
(Vil paráfrasis de Vicisitudes de
lo Kafkiano.)Mario Benedetti, "el innombrable" recuerda la paradoja: lo
kafkiano es más antiguo que Kafka: "Uno de los grandes
accidentes
que le pueden ocurrir a un escritor sustantivo es convertirse
en adjetivo".Así llegamos a hablar de la temible "burocracia
kafkiana", -quién no la ha padecido, señor
Procurador-.A pesar de ello, y aquí está lo interesante,
el longevo autor -este sí es un mérito
indiscutible- dijo no tener noticias de que en América se haya incorporado al lenguaje
coloquial giros equivalentes, como bien pudo haber sido
"adolescentes onettianas".El trabajo de otros y Una casilla para
Gregorio.Uno de los puntos fuertes de la metamorfosis es que lleva
el pacto con el lector a un nuevo nivel. Un narrador
omnisciente para quien, como dice García
Márquez en Vivir para contarla: "No era
necesario demostrar los hechos: bastaba con que el autor lo
hubiera escrito para que fuera verdad, sin más
pruebas
que el poder de su talento y la autoridad de su voz". Sin
duda Márquez no fue el único sorprendido, como
dice el gran T.Todorov: "Los relatos de Kafka derivan a la
vez de lo maravilloso y de lo extraño, son la
coincidencia de dos géneros aparentemente
incompatibles. Lo sobrenatural está presente y no
deja, sin embargo de parecernos inadmisible." En "La
metamorfosis" el extrañamiento se produce ya no
sólo con los personajes sino principalmente con el
lector. "Nunca nos asombraremos lo suficiente de esa falta de
asombro " sentencia Camus.Oscar Brando va un poco más allá cuando
intenta significar la obra Kafkiana:"Kafka decreta la muerte del hombre y del mundo ilustrado.
Escribe desde el vacío, desde el sin sentido,
mostrando por penúltima vez que esa es la única
misión
válida de la literatura: un partir de nada, de cero,
de la muerte para intentar encontrar, de nuevo, un
sentido."Otro lector, desde España
aunque rioplatense de nacimiento y deformación
confiesa que domina el secreto y no se asombra. Tanto Onetti
como Kafka parecen compartir la llave de "este oficio, esta
absurda aventura humana que se llama vivir".Un poco de
historia.Día de los inocentes de 1954. El sintagma "realismo
mágico" fue utilizado, por el profesor
Ángel Flores, en una ponencia sajona donde,
quizá siendo un pionero de la intertextualidad, nos
cuenta Branda que "omitió citar los antecedentes y
razonó como si hubiese inventado el término"-
Bravo, hay que apropiarse del conocimiento.-Concretamente dijo Flores: "Con su estilo laboriosamente
preciso Kafka había dominado desde sus primeros
cuentos el
difícil arte de
mezclar su monótona realidad con el mundo fantasmal de
sus pesadillas". A continuación citó a Gide
discurriendo sobre la fusión kafkiana sueño -realidad:
"… la notación naturalista de un universo
fantástico, pero cuya pormenorizada exactitud de
descripción lo vuelve real a
nuestros ojos, o la infalible audacia de sus incursiones
en lo extraño".- Hablemos del monstruo de Kafka
- El más allá de la literatura
comparada.
tuvo un final muy trágico
pero tal vez saber le plazca
que hizo al realismo…
mágico.
Eladio
Linacero un paso antes del Pozo
(Reconstrucción
poético-anafórica del personaje a partir del campo
estilístico de la palabra "muchacha" en la obra de Onetti.
En homenaje a la Ex-directora del CeRP del Este, Profesora Nora
Gaynicoche)
Un joven Linacero
poco antes de casarse
decidió experimentar,
un coche nuevo comprarse
"Vivir lo que nunca vivió"
feliz, sin hacerse reproche
otra opción carnal; ya sabemos…
y para no ser, en su tierra,
profeta
Fue a Santa María a probar: suerte o
yeta
Allí conoció a su Emmanuel, pura
fuente de gozo
pasó bellos días, lejos del
pozo
Pero una tarde de timba siniestra
tuvo Eladio malísima racha
y jugando perdió hasta la facha
Fundido y demacrado partió,
solo, triste, en la noche
Santa María quedó
sin gay ni coche.
Bibliografía.
El Pozo. Onetti. Juan Carlos. Arca.1967
Orígen de un novelista y de una generación
literaria. Rama, Ángel. Arca.1967
Los ensayos del
Orobon. Butazzoni, Fernando. Ariel.1997
Fantasmas latinoamericanos. Brando, Oscar. Editorial
Técnica. 2004.
El ejercicio del criterio. Benedetti, Mario. Seix
Barral. 1996.
Juan Carlos Onetti. Confesiones de un lector. Onetti,
Juan Carlos.Alfaguara.1995.
El diccionario del diablo. Bierce, Ambrose. Longseller.
Bs.As. 2004.
Kafka. Un estudio sobre la metamorfosis. Marauda,
Lauro. Ediciones del nuevo mundo. Montevideo.1987.
Agradecimientos.
Lo primero que debo señalar es que hallamos una
reliquia: La peor traducción de la metamorfosis jamás
escrita. Gracias profesora Laura Núñez por notarlo.
No buscamos otras ediciones porque consideramos que ésta
versión sumaba un grado en la escala de lo
bizarro , acorde con el tono de la consigna.
Agradecemos también a Viviana Rocha, la
entrañable docente que argulló una clara
analogía entre el género de
"Martín Fierro" (una obra de un tal Miguel
Hernández de cierto éxito)
y "Eladio Linacero un paso antes del pozo", una
reconstrucción del pasado de un personaje a partir del
campo estilístico de la palabra "muchacha" en la obra de
Juan Carlos Onetti. Tenemos el orgullo de publicarlo aquí
por primera vez.
Creemos importante aclarar que ninguna cucaracha fue
maltratada durante la confección de este estudio.
Agradecemos el apoyo logístico de la empresa
Baygon.
El Autor:
Fabián Gatti
Es profesor, escritor y periodista. Nació el 4 de enero
de 1977 en Maldonado- Uruguay. Estudió periodismo y
realizó el profesorado de Lengua y Literatura
española en el Centro de Profesores del Este.
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