- Resumen
- Espontaneidad e
instrucción en el aprendizaje de la lengua hablada y
escrita - Decodificación
no es lectura pero la lectura implica
decodificación - Lectura y
escritura como procesos dinámicos y
constructivos - Fracaso
escolar y responsabilidad de la escuela - La
importancia del entorno familiar lector - Desigualdades
crecientes que favorecen a unos pocos - Educamos a
un niño, no al niño - Referencias
Resumen:
Hace una centuria la alfabetización no
tenía el significado y trascendencia que tiene en nuestros
días. Actualmente saber leer y escribir se han convertido
en algo que es vital poseer.
La lectura es un
proceso que
posee tres áreas estratégicas: Cognitiva,
metacognitiva y social – afectiva. La Psicología Cognitiva
identifica, en la lectura,
dos tipos de procesos. Por
un lado, los denominados microprocesos o procesos de bajo nivel
y, por otro, los macroprocesos que son aquellos que permiten que
el lector extraiga el significado de lo que lee, correspondiendo
a lo que es la comprensión. Pero, si la comprensión
lectora es un elemento fundamental en lo que realmente es la
lectura, el proceso decodificador también lo
es.
Palabras claves: DECODIFICACIÓN, LECTURA,
METODOLOGÍA.
Abstract: One hundred years ago literacy skills
were not so important. However, for the present writing and
reading are the fundamental skills that every individual's
expected to and needs to possess. In Reading there are three
strategy areas: cognitive, metacognitive, and social/affective.
The Cognitive Psychology identifies two types of processes in
reading: the microprocess or low level process and the
macroprocess, when the reader extracts the meaning of what is
being read, and which corresponds to comprehension.
Decodification process and reading comprehension are key elements
in reading.
Keywords: DECODIFICATION, READING,
METHODOLOGY.
Espontaneidad e instrucción en el aprendizaje de
la lengua hablada
y escrita
Un aspecto que siempre inquieta y preocupa a los
docentes que
tienen que ver con la enseñanza de la lectura y la escritura, con
lo que es la alfabetización, ya de menores o de adultos,
es lo concerniente a la metodología. Y esa preocupación,
valgan verdades, es un buen síntoma.
Actualmente los profesores contamos con los
valiosísimos aportes de las diversas ciencias,
especialidades y concepciones científicas que de una u
otra manera tiene que ver con la lectura y la escritura, con su
enseñanza-aprendizaje.
Hoy está perfectamente establecido que mientras
que el aprendizaje oral de una lengua materna
es espontáneo, en cambio el
aprender a leer y escribir es instruccional e institucional.
Podemos decir que todo niño (con contadísimas
excepciones) aprende a leer y escribir en la escuela. Berta
Braslavsky, en su discurso
pronunciado el 12 de abril de 2004, con motivo de su
incorporación a la Academia Nacional de Educación
(Argentina), dice al respecto: "el aprendizaje de la lengua
escrita no es natural ni espontáneo. Que, en gran medida,
depende del maestro como profesional experto y de la escuela como
un ámbito compartido en relación con su medio
social y cultural". Por su parte, Morais y Robillart, citados
por Gregoria Carmena en el valioso informe "La
enseñanza inicial de la lectura y la escritura en la
Unión
Europea", publicado por la Secretaría General de
Educación y Formación profesional del Ministerio de
Educación, Cultura y
Deporte de
España,
dicen sobre el mismo punto:
"El aprendizaje de la lengua escrita no es un
proceso espontáneo, como el del lenguaje
hablado, sino que se adquiere a través de una
instrucción orientada. Dos mecanismos parecen intervenir
de manera determinante: la habilidad en el reconocimiento de
las palabras escritas –resultado de complejas operaciones
mentales- y las capacidades cognitivas y
lingüísticas derivadas
del lenguaje oral".
El aprendizaje de la lengua materna, en las sociedades
letradas, implica dos cosas:
a) Aprender a comunicarse con los miembros de la
comunidad
utilizando el lenguaje
hablado.
b) Aprender a comunicarse con los demás mediante
el lenguaje escrito.
Una parte de la humanidad ha transitado de lo oral a lo
escrito a lo largo de un periodo bastante extenso de nuestra
historia. El
aprendizaje del lenguaje hablado, en las sociedades letradas,
precede y sirve de basamento al aprendizaje del lenguaje escrito.
Es innegable, sin embargo, como lo precisa Ong, que el
lenguaje es abrumadoramente oral, tanto es así que en la
actualidad "cientos de lenguas en uso activo no se escriben
nunca… La condición oral básica del lenguaje
es permanente". (Ong, 1999, p. 17).
En las sociedades letradas existe, hasta el día
de hoy y fundamentalmente en los países pobres, un alto
porcentaje de personas que solo pueden hacer uso del idioma
hablado. Ellas forman parte de ese problema de gravísimas
consecuencias como es el analfabetismo,
entendido aquí en su sentido más tradicional.
Existe analfabetismo porque al ser la escritura una tecnología el
aprendizaje de la lectoescritura
adquiere la característica de artificialidad, aunque, como
lo señala Ong, paradójicamente en el ser humano lo
artificial es realmente natural a su esencia. Es esta la
razón por la cual este aprendizaje ha devenido en
instruccional e institucional. Al no tener acceso todas las
personas a la educación formal institucional,
básicamente por factor económico, quedan al margen
de este aprendizaje, con todas las gravísimas
consecuencias que ello implica.
El aprendizaje de la lengua materna en su fase oral, e
incluso en sus primeros atisbos de la fase escrita, se realiza en
el entorno hogareño y familiar extenso. Allí ese
proceso de enseñanza-aprendizaje se caracteriza por ser
espontáneo, aunque no totalmente carente de método. Lo
que ocurre es que los padres, casi sin darse cuenta, aplican los
métodos
con los cuales ellos aprendieron a leer y a escribir, así
como las primeras nociones de aritmética. Si ello
ocurrió hace muchos años puede producirse un
desfase no muy recomendable, aunque muy difícil de evitar,
porque, como veremos más adelante, el entorno familiar
juega un papel sumamente importante y, por ello mismo, los
docentes debemos tenerlo siempre presente.
Decir que el aprendizaje de una lengua materna en su
primera fase es fundamentalmente espontáneo, no significa
concluir que sea algo simple. Tenemos que ser consciente que ese
aprendizaje es un proceso sumamente complejo y relativamente
largo. ¿Cuánto tiempo
transcurre entre los primeros balbuceos de un bebé y un
hablar que puede ser considerado relativamente fluido, aunque con
un léxico bastante reducido? Se aprende una lengua
materna, y también por supuesto una segunda lengua,
mediante ensayos y
errores. Y, lo que es importante destacar, con la
participación del quehacer instruccional y educativo del
medio hogareño y familiar. Estos aprendizajes son
consecuencia del proceso de socialización.
El aprendizaje de la lectura y escritura, en cuanto
segunda fase del aprendizaje de una lengua materna, es un
complejísimo y arduo proceso que va adquiriendo el
niño en un contexto típico de socialización,
aunque, como bien se ha señalado, deja de ser un
aprendizaje espontáneo, como consecuencia de darse, por lo
general, en instituciones
educativas las cuales cuentan con personal
profesional que ha estudiado para llevar a cabo la
enseñanza sistemática de dicho proceso. Es por ello
que es una enseñanza institucionalizada y
sistemática, que se lleva a cabo considerando los principios
científicos, teóricos y prácticos, que
constituyen el fruto de las investigaciones
realizadas por especialistas en la materia de los
más diversos países. Actualmente comprendemos mejor
lo que viene a ser la apropiación de la lengua escrita por
parte de los niños.
Página siguiente |