- Resumen
- Efecto social de la
aplicación del neoliberalismo en América
Latina - Evolución
del empleo en América Latina en los años
noventa - Algunas
tendencias de la generación de empleo en los años
noventa - Tendencias
en la calidad del empleo - Situación
Actual del empleo - Conclusiones
- Bibliografía
Resumen
El presente trabajo tiene
como fin evaluar el impacto del neoliberalismo
sobre la política de empleo en
América
Latina , valorando las principales tendencias que se dan en
el empleo en los años 90 y en los primeros años del
2000 y en perspectiva.
Introducción
El neoliberalismo, como "nueva" estrategia del
capital
financiero transnacional fue puesto en marcha por gobiernos
profundamente reaccionarios, el de Ronald Reagan, en los Estados Unidos, y
Margaret Tatcher, en Gran Bretaña. El neoliberalismo es la
búsqueda de una salida a la crisis
histórica del capitalismo;
una nueva estrategia de supervivencia del capitalismo en su fase
imperialista, adoptada e impuesta por el capital financiero
transnacional luego de la atrofia de la estrategia
keynesiana.
El neoliberalismo es sobre todo un instrumento
ideológico al servicio del
capital financiero transnacional que trata de orientar el
proceso de
la
globalización para su beneficio. Sus propósitos
son los de justificar su dominio
económico y político en el mundo; respaldar
argumentalmente sus posibilidades de saqueo sin freno, su libre
ir y venir por todos los confines de la Tierra en
un proceso depredador cuya magnitud no tiene
precedentes.
La aplicación del neoliberalismo no es igual para
los países desarrollados que para economías del
tercer mundo. A nuestros países les exigen privatizarlo
todo, porque su fin es el de apropiarse de nuestras principales
fuentes de
riqueza, y para eso la presencia de la propiedad
estatal representa un impedimento. En cambio, al
interior de las grandes potencias mantienen un grado importante
de propiedad estatal. Nos plantean des-regularlo todo, con el
objetivo de
garantizar el libre flujo de sus capitales; en tanto ellos
mantienen mecanismos proteccionistas a diversas ramas de la
economía
interna y frente a las importaciones.
El neoliberalismo pretende impedir que en nuestros
países se establezcan políticas
como la protección de la industria
nacional; la fijación de requisitos para exportaciones e
importaciones, y, sobre todo, el establecimiento de condiciones
estrictas a la inversión
extranjera.
En América
Latina, luego de un poco más de dos décadas de
aplicación del modelo
neoliberal las consecuencias para nuestros países han sido
desastrosas: mayor pobreza,
concentración de la riqueza en unas cuantas manos,
desmantelamiento de Estados Nación,
estancamiento de la economía, dependencia respecto del
capital financiero trasnacional, privatizaciones, abandono del Estado a las
políticas sociales, flexibilización laboral que se
traduce en sacrificio de los trabajadores en aras de la productividad,
incremento de la deuda externa,
apertura indiscriminada al capital extranjero sobre todo al
especulativo, bajos salarios y
desempleo.
Los defensores del neoliberalismo y los organismos
financieros internacionales como el Banco Mundial
y el Fondo Monetario
Internacional, señalaban que aplicando las recetas del
libre mercado, a partir
de los años 90 los pueblos latinoamericanos y
caribeños vivirían una etapa de crecimiento
económico con equidad, sin
embargo la realidad resultó muy distinta y nuestros
pueblos padecen las consecuencias. En una investigación auspiciada por los
Países Bajos, se señala que "las sociedades
latinoamericanas se encuentran entre las más desiguales
del mundo. En los ochenta el panorama distributivo de la
región empeoró y en los noventa ha registrado un
relativo estancamiento a altos niveles de inequidad
distributiva".
Desarrollo
Efecto social de la aplicación del neoliberalismo en
América Latina.
a) Incremento de la
pobreza.
Los balances sobre la economía latinoamericana de
las últimas dos décadas comprueban el fracaso del
neoliberalismo; según fuentes de la CEPAL y la Comunidad
Andina, los sectores pobres, que hace una década
concentraban ya el 70% de la población, ocho años después
se elevaban a más del 77%; entre ellos, la indigencia
pasó del 30 al 38% . El número de pobres en
América Latina y el Caribe alcanza ya un 45% de la
población total, suman 224 millones de personas, y de
ellas 90 millones son indigentes. Más de la mitad del
total de pobres e indigentes son niños y
adolescentes.
Entre el 20% y el 50% de las poblaciones urbanas de la
región viven en condiciones desastrosas de hacinamiento
masivo, pobreza extrema, violencia y
marginalidad;
no tienen acceso a servicios
básicos de atención primaria de salud ni de saneamiento; en
las áreas rurales más del 60% no dispone de ellos y
el 50% carece de suministro de agua
potable.
El Informe de la
CEPAL 2000, denominado "Equidad, desarrollo y
ciudadanía" da cuenta de que no se
cumplieron las expectativas de crecimiento esperadas para la
década de los 90; se plantea que el cambio de
orientación de las políticas públicas que
conoció la región desde los años ochenta se
caracterizó por la crítica
a la visión universalista y a la responsabilidad exclusiva del sector
público, al proponer la reducción del papel del
Estado, la mayor participación de actores privados, la
selectividad de las políticas hacia los sectores
más pobres y el impulso de procesos de
descentralización. La experiencia ha
demostrado el poco éxito
que ha tenido esta orientación en alcanzar sociedades
más equitativas.
b) La situación laboral de los
trabajadores.
El neoliberalismo ha traído como consecuencia
bajos salarios, desempleo, pérdida de conquistas de
carácter laboral, aumento del trabajo
infantil e incremento del empleo informal. A esto se suman
las "recomendaciones" del Fondo Monetario Internacional y el
Banco Mundial
para que los países "flexibilicen" su legislación
laboral, es decir, para que se abandone en los hechos el
carácter social del derecho del trabajo.
El nulo crecimiento de la economía en la
región llevó a un serio empeoramiento de las
condiciones en el mercado de trabajo. La tasa de desempleo
subió de 8.1% a 8.7%, nivel superior a los alcanzados
durante la crisis de la deuda a comienzos de los años
ochenta. Desde mediados de los años noventa,
la tasa de desempleo regional ha mostrado un fuerte
aumento. En 1999 este indicador tuvo nuevamente un marcado
incremento, que lo llevó a superar incluso los niveles
más altos de desempleo alcanzados en la década de
1980.
Al lento crecimiento del empleo durante los años
noventa se sumó el deterioro de la calidad de los
puestos de trabajo; se registró un desplazamiento del
sector formal al informal donde, de acuerdo con la
Organización Internacional del Trabajo (OIT), se
encontraba cerca de 60% de los nuevos puestos creados en los
países del proyecto.
c) Flexibilización laboral.
Con el modelo neoliberal, los principios
fundamentales de la relación jurídica laboral como
el de considerar al trabajo como derecho y deber social, la
libertad de
trabajo, la igualdad y la
estabilidad en el empleo, el contrato
colectivo de trabajo, contrato ley, el derecho
de huelga,
derecho a la sindicalización y otras conquistas
históricas de carácter laboral que han sido fruto
de la lucha de los obreros, en la actualidad están siendo
amenazadas y en muchos casos en los hechos ya se han abandonado.
Los instrumentos de control
financiero imponen políticas a los países
subdesarrollados, en las que prevalece la protección por
parte del Estado de los intereses de los enormes capitales
nacionales y extranjeros, en detrimento de los derechos de la clase obrera y
su impacto en la calidad de
vida.
Con la llamada "flexibilización laboral" se
expresa una tendencia al deterioro de las condiciones de trabajo
y de seguridad
laboral, y de reducción del pago de obligaciones
provisionales, con el propósito de reducir los costos
laborales.
d) La privatización de la seguridad
social.
Entre los países que han implementado el modelo
privatizado o semi-privatizado de pensiones se encuentran:
Bolivia,
Chile, El Salvador, México,
Colombia,
Perú, Argentina y Uruguay.
Página siguiente |