Filosofía, religión y ciencia – Una solución integral a la crisis mundial (página 3)
El hecho de que el misterio divino no es comprensible ni
comprobable científicamente por humano alguno, porque
existe una gran brecha entre lo eterno y lo temporal, entre lo
infinito y lo finito, entre lo espiritual y lo material, entre la
perfección y la imperfección, no debe ser motivo de
desunión y conflicto
entre los humanos. Religiosos, filósofos y científicos deben
reconocer que la existencia de Dios no es comprobable
científicamente en un laboratorio,
pero sí es vivible internamente cuando Él habita
nuestro cuerpo humano
hecho templo con un cerebro capaz de
concebirlo; y reconocernos todos como parte integral de la
divinidad y de la materialidad universal. Aceptar con humildad
intelectual que ni la sabiduría filosófica ni la fe
religiosa ni los logros de la ciencia, de
manera aislada, pueden validar la existencia de Dios.
Tomar conciencia que
los conceptos que definen a Dios han venido mejorando con la
evolución integral de los humanos y que es
tremendamente perjudicial estancarse en las creencias religiosas
como lo veremos más adelante; pues la verdad es que la
mente de los humanos se espiritualiza progresivamente logrando
mejorar la comprensión de la existencia de Dios, gracias
al avance de la ciencia y de
la evolución del pensamiento
filosófico.
Amigo lector, voy abrir un paréntesis
aprovechando que entró a mi estudio una perrita negra
chandosita; por que según "expertos" no posee "alto
pedigrí", en otras palabras, no es de buena familia, es una
chanda. Se llama Kandi la perrita. Veamos cómo la
observaría un humano que usa predominantemente el
hemisferio izquierdo del cerebro y por tanto dominado por el
método
científico "consecuente" porque no cree en Dios: la
describe como un animal cuadrúpedo, capta todas sus
características de acuerdo a sus sentidos e inteligencia.
Después de sintetizar todas las abstracciones
analíticamente formuladas, es decir, después de
reducir a Kandi por el resultado de sus elaboradas abstracciones,
a un simple objeto de estudio que se mueve. ¿Esta realidad
llamada Kandi ha sido aprisionada totalmente por la observación? Por supuesto que no
¿Algo ha escapado por la malla más fina de la
red visual? A mi
forma de ver, definitivamente sí. Por eso invito a que
conjeturemos cómo la vería un humano que ha dado
uso equilibrado a sus dos hemisferios cerebrales y que por lo
tanto le queda fácil concebir una Concepción
Científica Y Espiritual: no sólo
captaría todas sus características externas, si no
que también trataría de ver a través de sus
ojos, sentir a través de su piel, correr
con ella, pensar en lo sabroso que le pueda resultar los alimentos que le
da su cuidador, sería uno con ella, gozaría de la
luz del sol
con ella, compartiría sus alegrías y sufrimientos,
su vida vibraría dentro de ella, la concebiría como
una criatura de Dios sometida a un proceso
evolutivo igual que el observador. A través de este
conocimiento
científico y espiritual de Kandi el observador se
capacitaría para conocer los secretos del universo y dentro
de él el
conocimiento de su propio "Yo".
Cierro aquí mi inspiración perruna e
intentaré explicar una de las muchas utilidades de la
Concepción Científica y Espiritual de la
realidad total, contando la historia del dragón
pintado en el techo del salón Dharma del monasterio
Myoshinhi en Kyoto. Cuentan que el abad contrata a un pintor para
que pinte en el techo del salón Dharma un dragón.
El artista replica que nunca ha visto un verdadero dragón.
El abad lo anima diciéndole: "Conviértase en
uno, transfórmese en un dragón viviente y
píntelo. No trate de seguir el molde convencional" El
artista alega: "¿Cómo puedo convertirme en
dragón? El abad lo anima: "retírese a su
habitación y concentre en eso toda su mente. Cuando se
haya convertido en un dragón él lo impulsará
a pintarlo". El pintor siguió el consejo; pasó
varios meses encerrado en su habitación hasta cuando
surgió en el inconsciente el dragón que hay pintado
en el salón Dharma.
Estos dos sencillos ejemplos los he dado porque los
científicos "consecuentes" se esfuerzan por observar con
el máximo de objetividad posible y reducen el objeto de
investigación a medidas cuantitativas;
incapacitándose para elevarse más allá de lo
sensible y observable. Lo incuantificable y lo invisible queda
por fuera del campo científico, para los materialistas
dialécticos; porque como ellos lo plantean objetivizan
hasta el mismo "Yo" olvidando la totalidad que preconizan. Se
olvida que el "YO" debe ser captado desde dentro y desde
afuera.
Como está planteado el método
científico el conocimiento
es un ejercicio dicotómico, siempre separa al investigador
del objeto investigado desconociendo la unidad en la realidad
total… En la Concepción Científica y
Espiritual el investigador debe identificarse con el objeto
investigado, debe hacerse un todo. En la objetividad absoluta del
materialismo
dialéctico no existe el "Yo" integral que abarca todo lo
existente. En la Concepción Científica y
Espiritual, la subjetividad empieza a ser viable
también; porque contempla el "Yo" en todo su dinamismo
interno y externo. Todo humano vive, podamos o no podamos
conceptuar o definir científicamente la vida. Por exacta,
objetiva o filosófica que sea la definición de la
vida, el humano no vive la definición sino la vida
misma.
Según la concepción filosófica
idealista-mecanicista la vida es la manifestación de un
principio espiritual supremo, inmaterial, al que da el nombre de
alma, fuerza vital,
razón divina, sustancia divina, que Dios ha dado a la
carne inanimada y perecedera para mantenerla viva.
Según la concepción filosófica
materialista-Dialéctica la vida no es más que una
forma especial de existencia de la materia, que
se origina y se destruye de acuerdo con determinadas leyes observables
mediante la experimentación científica; en otras
palabras, la vida es de naturaleza
material, surge de la materia en el proceso evolutivo como una
nueva cualidad intrínseca. La vida, como forma especial
surgida del movimiento de
la materia, no ha existido eternamente ni está separada de
la materia orgánica; porque la materia nunca permanece en
reposo, se mueve constantemente, y en su permanente desarrollo se
eleva a formas cada vez más complejas y más
perfectas; y al elevarse de un peldaño a otro superior,
adquiere nuevas cualidades, que antes no tenía. La vida,
es pues, para los materialistas dialécticos, una cualidad
de la materia resultante de un largo proceso evolutivo sin
intervención divina.
Ahora, según mi Concepción
Científica y Espiritual, la vida es todo lo que
afirman los materialistas-dialécticos; pero mediante la
materialización del espíritu universal o
energía cósmica en los seres. Según mi nueva
concepción la vida, es pues, un principio espiritual
supremo, es sustancia divina que se materializa y evoluciona.
Independientemente de que comprendamos el largo camino seguido
por el desarrollo de la materia hasta llegar a la
aparición de la vida, el Creador seguirá siendo
quien es, indefinible con palabras. Usted es el progenitor de sus
hijos no importa si sabe qué es un espermatozoide o
qué es un óvulo, comprenda o no cómo
logró engendrar un nuevo humano, usted es el padre de su
hijo y su hijo lo acepta como su padre sin entender cómo
una microscópica célula
suya unida al óvulo de la madre evolucionó en el
vientre hasta dar inicio a una nueva vida humana que acepta tener
un padre terrenal. Tratar de aceptar sólo lo que podemos
entender y explicar científicamente reduce nuestro
conocimiento, porque desde mi concepción la base visible
del universo es la materia; y la de la vida es el
espíritu. Desde mi concepción la materia
está en imparable evolución hasta obtener el soplo
de vida y al morir volvemos a ser espíritu puro; tal como
los líquidos se evaporan y el vapor se solidifica. La
materia se hace intangible cuando creamos pensamientos; que a su
vez se materializan en conexiones neuronales.
La trinidad cerebral (dos hemisferios y el cerebelo) es
el software
orgánico que nos permite tomar conciencia de la existencia
tanto de lo material como de lo espiritual cuya
manifestación es energética. Tanto los cuerpos
visibles como los invisibles no son más que
energía. Conciencia y energía no son más que
dos términos para definir una misma realidad. Cuando
vivimos AMPM la trinidad cerebral se unifica y por lo tanto se
amplifica nuestras posibilidades creativas que se manifiestan en
Energía. Esta afirmación la entenderá mejor
cuando lea mi libro
VIVAMOS AMPM-Manual de
Funciones Cerebrales.
Con todo lo anterior lo que quiero decir, es que el
método científico planteado por los
filósofos está cojo. Acepto el método
científico tal como acepto a cada una de mis piernas, pero
prefiero tener las dos funcionando alternadamente. Cuando me veo
dentro del todo veo lo insignificante que soy, cuando veo dentro
de mí y fuera de mí, veo el todo. Recuerde que todo
está en todo.
Quiero que las afirmaciones religiosas sean
científicamente posible y filosóficamente
sustentables. La filosofía, la ciencia y la religión deben dar
explicaciones integrales. A
las generaciones futuras prefiero imaginarlas como un verdadero
organismo viviente integrado en lo filosófico,
científico y religioso.
Religión por oposición a la ciencia,
materialismo por oposición al idealismo,
físicos por oposición a los metafísicos, nos
mantendrá en rivalidades que nos alejan del Objetivo 1A de
la humanidad. La sabiduría obtenida con el concurso de
filósofos, científicos y religiosos nos dará
la felicidad y la paz mundial.
Los muchos sabios son la salud del mundo, y un rey
justo la prosperidad de su pueblo. Sab 6,24. Pero
¿Cómo pueden los ignorantes ser justos? no pueden,
por lo tanto la sabiduría religiosa, filosófica y
científica nos dará la paz, ya que la ignorancia es
lo que nos mantiene en la guerra.
La religión es una experiencia humana que
evoluciona del simple temor y asombro frente a la naturaleza
hasta la aceptación consciente de ser dioses encarnados
habitando la Tierra como
nuestro hogar.
La religión primitiva mientras evoluciona crea
dioses para adorarlos; la religión revelada busca
transformar a los humanos para que reconozcamos la semejaza que
tenemos con nuestro Creador y aceptemos que también somos
dioses. El humano desde su inicio primitivo trae en su
inconsciente el origen divino, la existencia de un Ser Supremo
que obedeció, honró y adoró en otras formas
de existencia. Las tendencias religiosas de los humanos son
innatas. Cada humano define la religión acorde a su
particular experiencia personal con el
Creador. Cuanto mas evolucionemos más recuperaremos
nuestra memoria evolutiva
material y espiritual.
El poeta Thomas Gray escribió: "Donde la
ignorancia es una bendición, es una locura ser sabio".
Sea usted un loco más, interésese por la
filosofía y la ciencia y con la ayuda divina
obtendrá sabiduría. La ignorancia y la pobreza, son
síntomas de la superstición y anticiencia. Nuestro
Dios interior lo conquistaremos con sabiduría
filosófica, logros científicos y espiritualidad
religiosa, jamás con violencia e
ignorancia. Son perversos los gobiernos ostentados por
políticos religiosos, cuando lo único que
socializan es la ignorancia y la pobreza. El
abandono de la ciencia y una creencia religiosa inmodificable ha
propiciado el atraso, la pobreza y la ignorancia de la
mayoría.
Es necesario popularizar la ciencia para que
globalicemos el conocimiento, más sabiduría
más paz. La ciencia es un instrumento de producción de conocimiento que tenemos tan
válido como la filosofía y la religión.
Excepto en matemática
pura, nada se sabe seguro. Siempre
existirá un margen de error, que se reduce cuanto
más profundizamos en la investigación
teológica, científica y filosófica. La
ciencia nos ayuda a comprender cómo es el mundo y nos da
elementos para modificar lo que deseemos a nivel
filosófico y religioso.
La ciencia es una actividad social que ha ocupado y
sigue ocupando recursos
humanos y financieros para adquirir conocimientos
sólidos acerca de la realidad; pero desafortunadamente con
pocos recursos, porque
le son negados por los humanos de fe que ostentan poder
político y económico.
Con esta tercera concepción filosófica
invito a la humanidad para que manejemos conceptos
físico-espirituales en el estudio de la realidad. Para
esta concepción todo suceso ocurre a la vez en la
dimensión natural y en la espiritual. Cuando alguien muere
es por que una enfermedad mortal puso fin a su vida, afirma quien
es absolutamente materialista, pero quien es además
creyente en Dios afirma: fue la voluntad de Dios y agrega que
conoce miles de casos de enfermedades mortales que no
han llevado a la muerte al
paciente, porque Dios no lo quiso. Con esta nueva
concepción el humano queda inmerso dentro de la naturaleza
en términos religiosos y seculares, divinos y
materialistas.
De acuerdo al materialismo dialéctico
implícito en una Concepción Científica y
Espiritual, debemos analizar al humano entre la paz y la
guerra desde todos los ángulos posibles:
filosófico, científico, religioso,
neurológico, económico, ideológico y
espiritual. Si no abordamos el estudio del humano en su totalidad
estaremos siendo mecanicistas. Los marxistas al desechar lo
espiritual en el humano son mecanicistas, porque no están
contemplando la "totalidad en sí" en sus análisis.
Cada día debemos estar en búsqueda de la
verdad, ¡Qué esquiva que es la verdad! Nadie tiene
la última palabra en nada. La vida debe ser un constante
proceso investigativo sobre como ser feliz y convivir en paz.
¿Qué puede haber más prioritario que
deshacerse de la guerra? ¿Qué sentido tiene
construir durante milenios, para destruir en pocos meses, con la
guerra?
Durkheim, un estupendo sociólogo
contemporáneo ha concluido: "Todos los progresos
humanos son resultado de los factores pacíficos de nuestra
sociedad".
Para señalar que en tiempos de paz es cuando más se
construye.
A pesar de todo, el humano ha avanzado en investigaciones
científicas; pero muy poco en el cómo conseguir la
unidad de toda la raza humana que hay sobre la faz de la tierra; porque
las creencias religiosas lo ha distanciado entre sí. Ha
logrado elevarse hasta la luna; pero espiritualmente está
por debajo del suelo que pisa.
Su condición mejorará con una nueva
concepción religiosa, filosófica y
científica implícita e integrada en la
Concepción científica y espiritual
Propuesta.
La conciencia del humano también tiene su
historia religiosa, social y biológica.
¿Quién desconoce que el humano posee ideas,
espíritu, conciencia?
Todas mis reflexiones surgen de mi mayor deseo: ver a la
humanidad conviviendo feliz y en paz. Personalmente considero
absurdo que aceptemos la guerra como algo inevitable y la PAZ
como un sueño utópico. La PAZ, como todo lo
esencial a la naturaleza
humana, es también una filosofía de vida, una
manera de pensar y actuar que demanda de
nuevas conexiones neuronales que nos permitan concebir una nueva
concepción filosófica y teológica;
implícita, repito, en la Concepción
científica y espiritual planteada como tercera
concepción filosófica. El objetivo primordial del
humano debe ser vivir en paz. ¿Puede haber algo mas
sublime que la paz?
Unión de religión, filosofía y
ciencia
Cuando la humanidad conciba una Concepción
Científica y Espiritual (CCE) nunca estará en
déficit, porque los recursos espirituales son inagotables.
Los científicos "consecuentes" sin proponérselo,
han generado un pánico
materialista dentro de la humanidad. Los humanos que sólo
profesan una concepción materialista "consecuente" entran
en crisis cuando
se agotan sus recursos materiales.
¡En mis sueños unificadores veo a los
científicos en profunda meditación
filosófico-religiosa!
Las condiciones económicas, desarrollos
políticos, tendencias intelectuales,
formulaciones de principios,
práctica de nuevos hábitos, proyección de
nuevos ideales, vivencias ético-morales, formaciones
académicas, experiencias espirituales, interrelaciones
familiares y enseñanzas religiosas, de manera integral,
deben ser factores determinantes para la formulación de
nuevas concepciones religiosas y filosóficas que impulsen
el avance de la ciencia.
La filosofía, la ciencia y la religión
unida nos permitirán comprender la conservación de
la materia y del alma. Estamos perdiendo el alma por querer
conservar tan sólo lo material. ¿De qué
le sirve al hombre ganar
el mundo si pierde su alma?; nos recordaba
Jesucristo.
La realidad para el humano es multifacética:
realidad física,
identificada como cosas; la realidad intelectual que la
constituye los significados filosóficos; y la realidad
espiritual valorada e implementada mediante la fe. La experiencia
humana debe necesariamente abarcar estas tres realidades. La
comprensión progresiva
religiosa-filosófica-científica de la realidad en
su totalidad nos acerca gradualmente a nuestro Dios interior y al
objetivo 1A de la humanidad:
______________________escríbalo usted, por
favor.
La actividad humana debe abarcar la realidad en su
totalidad: material y espiritual. Al humano se le educa con los
hechos; se ennoblece por la sabiduría y se eleva
espiritualmente por la fe religiosa. He aquí la necesidad
simultánea de la ciencia, de la filosofía y de la
religión. Porque la ciencia no puede pesar el amor en una
balanza; no puede observar el gozo espiritual con un microscopio; no
puede medir los valores
morales con un metro, no tiene autonomía para afirmar que
el amor, el gozo
espiritual no son realidades de nuestra existencia terrenal. A
través de la experiencia subjetiva y objetiva podemos
reconocer a nuestro Dios interior. Es una realidad objetiva que
los humanos estamos en capacidad de reconocer nuestra
espiritualidad, porque nuestra naturaleza espiritual no es una
mera invención del idealismo humano.
Es una realidad que los humanos hemos necesitado de
religión, de filosofía, de ciencia, de ética, de
arte, etc.
para llegar a ser lo que somos. Y la
motivación igualmente necesaria para evolucionar ha
sido el amor; amor que también se redefine en los niveles
sucesivos de progresión material y espiritual. Es
contraproducente hablar de superioridades; todo es igualmente
necesario en el camino hacia el progreso.
La ciencia, la filosofía, la religión, el
arte, la neurofisiología, y la sociología deben considerarse disciplinas
del saber valiosas y necesarias para mejorar la condición
humana. Venimos avanzando tecnológicamente en medio de una
notoria inmadurez espiritual; por aferrarnos a creencias
religiosas inmodificables. Desde la perspectiva de progreso
espiritual estamos viviendo igual a como lo hacíamos
siglos atrás.
La razón y la fe deben ser el método
común tanto para la ciencia como para la religión.
A un científico que tiene fe en los resultados, que
orienta su acción
con una concepción filosófica actualizada y plantea
hipótesis razonables, le va mucho mejor en
su laboratorio. Un religioso que está al tanto de los
avances de la ciencia y la evolución del pensamiento
filosófico, adquiere una fe libre de fetiches,
supersticiones y evita hacer afirmaciones absurdas que ofenden a
las personas que sí están bien informadas. La fe
del inculto jamás podrá ser la misma que la del
culto. Tanto la ciencia como la religión y la
filosofía nos deben proporcionar conocimiento y unidad de
criterio. Aislar estas tres disciplinas del saber es desintegrar
la vida, distorsionar la realidad y parcializar la existencia, es
ser anti-dialéctico. El hecho de que algunos religiosos
aún crean en cosas equivocadas no invalida a la
religión como disciplina
para obtener verdades. Muchos filósofos y
científicos también se han equivocado; sin embargo
la filosofía y la ciencia son caminos igualmente
acertados.
Afirmaciones religiosas que la ciencia refuta
inobjetablemente, es la causa de la existencia de los ateos. Si
dos padres de familias vecinas tienen cada una un hijo con
fiebre de
más de 39 grados, mientras en un hogar le están
dando Acetaminofén y en el otro están rezando;
obviamente el niño que recibe el remedio su fiebre
desciende y el otro empeora y hasta puede morir.
¿Cuál familia logra bajar la fiebre de su hijo?
Ahora, que si usted le da Acetaminofén y además,
ora junto con el niño, mucho mejor. La fe del niño
y suya ayuda actuar con mayor efectividad al
medicamento.
Religiones honestas, concepciones filosóficas
acertadas y métodos
científicos exitosos unidos nos permiten el logro del
Objetivo 1A de la humanidad. Tanto la religión como la
filosofía y la ciencia son actividades propias de los
humanos; y juntas deben contribuir a nuestro progreso material y
espiritual. Cerrarnos a las nuevas ideas nos limita; la apertura
unificada nos permite progresar.
Proteger y mejorar las condiciones de vida mediante
investigación científica es un buen
propósito divino y humano. El humano puede no ser el
propósito central del universo, pero si tener un
propósito dentro del universo.
El científico debe reconocer que hay
sabiduría en los libros
sagrados y el humano de fe debe invertir más en avances
científicos para no continuar haciendo afirmaciones
absurdas frente a las nuevas generaciones con más
conocimiento que le impiden aceptarlas, de buenas a primeras,
porque un líder
religioso falible lo asegura. Esta puede ser una gran causa de la
crisis de vocación religiosa dentro de los jóvenes
de la presente generación con más conocimiento
adquirido por los medios masivos
de comunicación: radio, prensa, televisión
e Internet.
Una Concepción Científica y
Espiritual será de mucha utilidad; porque
necesitamos del particular lenguaje de
los libros científicos, sagrados y filosóficos; por
ser tres explicaciones de una misma realidad, igualmente
aceptables y con limitaciones similares.
Toda religión nace por la aceptación de
nuestra naturaleza material y espiritual; toda concepción
filosófica dualista acepta que somos cuerpo y alma, ahora
falta que la ciencia descubra la constitución del espíritu; para que
acepte su existencia; tal como hoy ya podemos decir que los
voltios son unidades de medida de la luz; así de
sencillo.
No pretendo ser una persona que tiene
respuestas para todo, y que poseo ideas definitivas; pero me
gusta pensar en voz alta e invitar a la reflexión como la
necesidad de entender y clarificar lo que se cree. La fe y las
creencias son personales, estamos aferrados a ellas y hasta
cierto punto son definitorias; y cuando alguien desafía
nuestro sistema de
creencia lo sentimos como un ataque personal; pero de lo que se
trata es de no encasillarse en nada y sí estar abierto a
muchos temas por extraños que parezcan. Los humanos
debemos y podemos estar en permanente evolución material,
intelectual y espiritual.
Quien cree en la supervivencia del alma, concibe el
más allá de un modo totalmente diferente, le da un
sentido diferente a su cuerpo, concibe una existencia diferente,
una convivencia diferente.
¿Acaso nunca ha sufrido de angustia existencial a
pesar de que materialmente no le falta nada y de haber tenido
acceso a educación superior y
a un buen entorno cultural? Si nunca la ha sufrido, bendito sea,
porque usted también tiene cualidades espirituales, pero
si a menudo se deprime, por favor, revise su vida, sus creencias,
pues no sólo somos materia. Una súper afinidad
intelectual y espiritual entre los humanos de fe y de ciencia nos
permitirá volar alto, a altura superiores de las
alcanzadas por animal o aparato alguno. A la gran pregunta:
¿Lograremos los humanos unificar nuestras actividades
científicas, filosóficas y religiosas? Mi respuesta
es sí, absolutamente sí; y entraremos al siglo de
luz y vida.
Espero lo haya dejado pensando lo suficiente como para
que quiera leer SEMILLAS DE PAZ-Filosofía para
todos. Recuerde: el todo siempre es superior a cualquiera de
sus partes.
El hecho de que un neurocirujano nunca haya visto un
pensamiento no lo faculta para decir que los pensamientos no
existen. ¿Usted qué piensa mi querido humano? La
facultad de pensar produce cualquier cantidad de preguntas y la
necesidad de encontrarle respuestas. Estas respuestas no deben
ser monopolizadas por una religión, una concepción
filosófica o por la ciencia. Filosofía, ciencia y
religión juntas deben dar respuestas.
Miremos el pasado con ojos nuevos, y encontraremos un
futuro mejor. Toda postura filosófica debe partir de las
realidades pasadas y presentes. El hecho, por sencillo que sea,
sirve más a la humanidad que un pensamiento
filosófico grande que a la postre no trasforme la
realidad. La ciencia debe servir de soporte al avance
filosófico; y ambas deben fortalecer la fe. El
materialismo debe conciliar con el espiritualismo para poder
avanzar, científica y filosóficamente. El
espiritualismo no debe volar tan alto, al punto de olvidar a los
seres de carne y hueso. El materialismo debe aceptar nuestra
naturaleza espiritual. El pensamiento, nos da la conciencia,
materializa el espíritu. "Soy el producto de la
evolución que internalizó las propiedades del mundo
externo" dice el gran científico colombiano Rodolfo
LLinás.
Estamos cerca de que la ciencia descubra que la
verdadera esencia de la vida es eterna tal como las religiones y algunos
filósofos lo vienen afirmando.
Si desea ampliar sus conocimientos en filosofía
le recomiendo muy especialmente cuatro tomos escritos por treinta
y nueve catedráticos de la universidad de
París y dirigida por Francois Chatelet, cuya
versión española de Espasa-Calpe, S.A. de 1976, es
titulada HISTORIA DE LA FILOSOFÍA Ideas, Doctrinas.
También recomiendo leer la obra completa de Hegel titulada
LECCIONES SOBRE LA HISTORIA DE LA FILOSOFÍA y por supuesto
la obra completa de Marx y Engels;
pero sino dispone de mucho tiempo yo le
recomiendo, modestamente, leer mi libro SEMILLAS DE
PAZ-Filosofía para todos.
¿Sueño filosófico o viaje
astral?
Al comienzo les dije textualmente: Observé que
fundamentalmente se podían agrupar en dos grandes
tendencias filosóficas; y para mi sorpresa, después
de un revelador sueño que relato al final del ensayo, pude
ver que podía conciliarlas en una nueva concepción
filosófica. Y como lo prometido es deuda, he aquí
mi sueño.
Soñé que viajaba en el tiempo por un
túnel a grandes velocidades y durante este viaje me
causó curiosidad el hecho de que atravesaba muros, techos,
pisos y puertas sin sufrir daño
físico alguno; entonces, me deje llevar por el
túnel. Sorpresivamente caí en una de las sillas
traseras de un aula máxima de características
medievales. Adelante se encontraban varios filósofos de
diferentes épocas, algunos de ellos los reconocí
porque previamente había visto sus imágenes
en libros, en revistas y la representación de ellos en la
película El Mundo De Sofía.
Mientras un filósofo intervenía en la
discusión, uno de ellos escribía en el tablero a
manera de resumen; y algunos alzaban la mano pidiendo
intervenir.
Durante varias horas dieron respuestas a cada una de las
preguntas que yo resumí en el ABC de la filosofía.
Cuando se encontraban discutiendo la pregunta 10 sobre la
existencia de Dios y por ende el gran interrogante de si somos
únicamente materia evolucionada durante miles de
años o también somos espíritu y por lo tanto
nuestro fin no está en el cementerio; y la
discusión entre idealistas y materialistas llegaba a su
clímax máximo, yo empecé a gritar: Dios
existe independientemente de que el humano sea capaz de concebir
su existencia. Nada tiene que ver su existencia o no, con vuestra
capacidad filosófica. Sacad la décima pregunta y
dejad únicamente las tres (3) grandes preguntas y las
nueve (9) subpreguntas de la tercera gran pregunta; no
seáis insensatos, sacad la décima pregunta. Dios en
su infinita inteligencia nos metió en un proceso
evolutivo; las limitaciones de tiempo y espacio es una
ilusión ¿Cómo creéis que pude viajar
hasta vosotros? Somos materia y espíritu. Ante semejantes
gritos todos voltearon hacia atrás para ver quién
les hablaba. Y yo al mirarme vestido de pantalón y saco,
muy diferente a como la mayoría de ellos estaban vestidos;
sentí miedo y comencé mi viaje astral hacia el
tiempo presente. Me desperté gritando, varias veces,
saquen la última pregunta del esquema, el tiempo y el
espacio es una ilusión terrenal. Mi espíritu se
transportó a la época de ustedes, somos materia y
espíritu.
Ante semejantes gritos todos voltearon hacia
atrás para ver quién les hablaba. Y yo al mirarme
vestido de pantalón y saco, muy diferente a como la
mayoría de ellos estaban vestidos; sentí miedo y
comencé mi viaje astral hacia el tiempo presente. Me
desperté gritando, varias veces, saquen la última
pregunta del esquema, el tiempo y el espacio es una
ilusión terrenal. Mi espíritu se transportó
a la época de ustedes, somos materia y
espíritu.
Este sueño también me permitió
llegar a la conclusión de que independientemente de
nuestra capacidad para concebir la existencia de Dios,
independientemente de lo que creamos acerca de él, Dios es
lo que es. Este sencillo razonamiento me ayudó a plantear
al mundo una Nueva concepción teológica que expongo
a continuación.
SEGUNDA PARTE-Creencias religiosas y nueva
teología
Oración: Amigo lector, antes de yo
empezar a escribir esta segunda parte oré con la
siguiente oración que propongo para que usted haga antes
de iniciar la lectura y
a todos aquellos que deseen escribir sobre creencias
religiosas:
Oh Dios que todo lo que se escriba y se lea sobre
tu existencia se haga pensando en cómo los humanos
logramos vivir felices y en paz. Oh Dios ilumina tanto al
escritor como al lector para concebir, comprender y aceptar
nuevos puntos de vista sobre tu existencia. Amen,
así es y así será según nuestra
voluntad.
¡Que Dios se manifieste!
"Un fanático es alguien que no puede cambiar de
opinión y no quiere cambiar de tema" W.
Churchill
Después del análisis comparativo entre
religión, filosofía y ciencia, muchos
querrán decir a coro conmigo que la existencia o no de
Dios, es independiente de nuestra capacidad para filosofar e
investigar; también podrán deducir que Dios es lo
que es independientemente de lo que nosotros los humanos creamos
que sea.
Cada libro sagrado ha dado origen a diferentes religiones y
dentro de cada religión en particular los humanos no se
ponen de acuerdo; se embarcan en eternas discusiones sobre lo que
quiere decir tal o cual versículo de la Biblia, del
Corán, de la Torá, del libro de Mormón, del
Talmut, del Bhagavad-Gita, del Lun-yü, del Pali Canon, del
Tao-te Ching, del Hadith, del Upanishad, del I Ching, del Adi
Granth, del Mahabharata, de los yogas Sutras, del Mathnawi, del
Kojiki etc.; sin importar para nada si lo escrito está
generando sufrimiento y violencia entre los humanos.
Además, todos reclaman tener el único y verdadero
libro sagrado; y con tal de tener la razón están
dispuestos a planear guerras
santas, jihads, cruzadas, inquisiciones; olvidándose del
amor, de la tolerancia, de la
cordura, de la paz, de la felicidad en ellos predicada. Todos los
religiosos han caído en la fatal contradicción con
un mandamiento unánimemente predicado: NO
Matarás.
La tendencia del mundo es a imponer conductas, pero yo
creo que más importante que decirle a la gente qué
hacer es mejor decirles qué creer. Todos los problemas de
la humanidad se resuelven si logramos que crea en nuevas cosas;
si cambiamos la creencia las conductas mejoran hasta dar el salto
al cambio. Todo
lo que pensamos, hablamos o hacemos nos define como persona.
Tratar de que alguien actúe de determinada manera es muy
difícil sin antes lograr que piense que la acción
es correcta; porque, a toda acción le subyace un
pensamiento, a excepción de las reacciones
automáticas y reflejas de nuestros cuerpos. Recuerde
siempre que no existen acciones sin
un pensamiento previo. Nadie hace cosas inapropiadas, sin
pensamientos justificadores; por eso le recomiendo hacer la
siguiente pregunta a un iracundo: ¿Dime qué
piensas, como para querer ofenderme o herirme?
Queremos cambiar el mundo sin querer cambiar nuestras
creencias sobre el mundo y su creador. ¿Qué humano
es más poderoso que Dios? Indudablemente nadie; luego,
¿Quién puede parar la guerra entre los humanos, si
el Todopoderoso es quien la justifica? NADIE. Si los
líderes religiosos empiezan a predicar un Dios que se
opone a cualquier guerra, únicamente esta nueva
concepción de Dios lo podría lograr; y felices
podremos cantar que el Todopoderoso puso fin a la guerra entre
los humanos.
Objetivo personal
Quiero ser claro y enfático, al decir que mi
objetivo personal con mis reflexiones; o mejor, lo que deseo con
toda mi alma y mi cerebro que me permite concebir a Dios, es que
todas las organizaciones
religiosas actualicen sus creencias, quitando lo que no
corresponda a un Dios pacífico, tolerante, amoroso que
impide vivir feliz y en paz a la humanidad. Por favor,
téngase bien claro que en ningún momento quiero
fundar una nueva religión ni mucho menos desear que
desaparezcan las organizaciones religiosas; todas ellas son
necesarias porque proporcionan a los humanos un sentido de
identidad,
comunidad y
humanidad y además soy un ferviente creyente en Dios y en
las necesidades espirituales de los humanos.
Deténgase a pensar las consecuencias favorables
para la humanidad si los humanos viviésemos a imagen y
semejanza de un Dios absolutamente pacífico, que no
justifique por ningún motivo el asesinato de nuestros
semejantes, que no admite ninguna causa para la venganza, que es
un ser todopoderoso y autosuficiente que no necesita de nuestra
autoflagelación, ayunos y sacrificios; que no nos pide
quemar en hogueras a nuestros hijos como lo creyeron nuestros
antepasados; pues, mucho de lo que han hecho los humanos para
aplacar la supuesta ira de Dios, hacer feliz a Dios, ha sido
in-humano.
Los humanos hemos sufrido y hacemos sufrir a los
demás por nuestras actuales creencias sobre Dios
más que por cualquier otra causa.
Por favor respóndase con sinceridad y sin
fanatismo dogmático las siguientes preguntas: ¿Es
posible saber con exactitud qué es o quién es Dios?
¿Es posible que estemos equivocados en algunos aspectos de
concepción y definición acerca de lo que puede ser
Dios? ¿Qué consecuencias traerá para la
humanidad lograr que los humanos vivamos a imagen y semejanza de
Dios y no concebir a Dios a imagen y semejanza de los humanos?
¿Estará dispuesta la humanidad a reconocer que
muchas de sus creencias religiosas la llevarán a su
extinción como especie?
Las actuales creencias sobre Dios y la vida crearon las
circunstancias políticas,
económicas, sociales y espirituales que nos tiene al borde
de la extinción como especie. En la base de los problemas
políticos y económicos de la humanidad están
las creencias religiosas. El fanatismo nacionalista de algunos
países es posible porque concebimos un Dios que se
separó de nosotros hace mucho tiempo.
Pensemos que si las actuales creencias fuesen
útiles, viviríamos en paz y no persistirían
los mismos conflictos de
siempre hasta el presente siglo. Los invito a reflexionar sobre
cuáles creencias pueden estar impidiendo la convivencia
pacífica y feliz en nuestro planeta. Consideremos la
posibilidad de que muchas de las actuales creencias en Dios son
causa de muchas equivocaciones en la forma de vivir la
humanidad.
Mis reflexiones son sólo mis reflexiones; no soy
un árbitro supremo de la verdad. No las acoja con ligereza
o con credulidad irreflexiva. Sea prudente tanto para aceptarlas
como para rechazarlas; pero le aseguro que son el resultado de mi
fe puesta en la lectura de
todos los libros sagrados. Quisiera disponer de treinta y seis
(36) horas diarias para leerlos porque me acercan a nuestro
Dios-Padre. Por ello no me parcializo por un libro sagrado en
particular, ya que todos ellos me nutren espiritualmente. Aunque
por haber nacido en un continente cristiano tengo mayor
conocimiento de la sagrada Biblia. Espero que me ayuden los que
dominan los otros libros sagrados, enviándome sus
reflexiones.
Mis observaciones no deben ser tomadas como juicios y
mis declaraciones como acusaciones. Lo invito para que
reflexionemos juntos y veamos si cambiando nuestras creencias
podemos acabar con la violencia, la pobreza y todo nuestro
sufrimiento. Para comprender ciertas verdades hay que buscar
mejores niveles de conciencia amando, orando y
perdonando.
Durante siglos, muchos líderes de las diferentes
religiones han puesto el mundo en la situación actual,
todos ellos deben renovar creencias para ayudar a superar la
actual crisis. La responsabilidad es de todos, la solución es
conjunta; pero ingenuamente, la humanidad está esperando
que aparezca alguien que redireccione a la humanidad y
ojalá sin cuestionar ni cambiar nada. Está
esperando a alguien con poderes sobrenaturales que baje entre las
nubes, y lo haga todo solo sin que nadie más tenga que
mover un solo dedo. Téngase bien claro que yo no soy ese
Mesías, soy de carne y hueso como todos los humanos y sin
ningún poder sobrenatural; pero estoy muy preocupado por
la caótica situación mundial.
Objetivos de las organizaciones
religiosas
Cuando hablamos de objetivos nos
referimos al objeto o fin a que se dirige o encamina una
acción u operación de una persona o grupo de
personas. Cuando una organización cumple con el objetivo de su
creación deja de ser necesaria y por tanto desaparece;
cuanto más demore en cumplirlo más logra existir;
es por ello que la mayoría de las organizaciones se fijan
objetivos de mediano y largo plazo, y por lo general muchas
desean y buscan perpetuarse.
Las organizaciones empresariales productoras de armas y los
militares que las usan, hasta donde yo sé, no desean la
paz dentro de su país ni en el mundo; porque al lograrse
la paz desaparece la razón de su existencia: la Guerra y
las utilidades económicas. ¿Sucederá esto
mismo con las organizaciones religiosas?
Veámoslo.
Todas las organizaciones religiosas tienen como objetivo
ayudar a los humanos a relacionarse con Dios; en otras palabras,
enseñan quién es Dios, cuáles son sus
exigencias divinas para merecer su misericordia mientras vivimos
y la salvación del alma después de la muerte. Dentro
de sus objetivos tienen la predicación de la existencia de
este Ser Supremo dispuesto a satisfacer nuestras necesidades
materiales y espirituales durante nuestra estadía en la
Tierra y los intermediarios; por supuesto, son sus líderes
religiosos.
Quienes más acuden a las organizaciones
religiosas por lo general son todos los que sufren por cualquier
circunstancia; es bien sabido que la mayoría de las
personas felices no se acuerdan de Dios; por lo tanto pareciera
que unos de los objetivos básicos de ellas es lograr que
la humanidad no sea feliz ni conviva en paz.
Los líderes de todas las organizaciones
religiosas aseguran saber cuál es la voluntad de Dios; que
obviamente es la voluntad de ellos guiados por sus respectivos
libros sagrados escritos por antepasados líderes humanos.
Todas garantizan lo que ofrecen, lo difícil es saber si
están logrando cumplir con lo prometido. ¿Quien
garantiza que Dios recibe en el cielo a los musulmanes, a los
cristianos, a los judaístas, etc., que asesinan a los que
profesan creencias diferentes a las propias?
¿Quién, de manera responsable y seria, garantiza
que un bombardero suicidad va directo al cielo después de
haberse quitado la vida y haber asesinado a los que creen en Dios
de una manera diferente a la propia? ¿Quién,
honestamente, puede garantizar la existencia del cielo?
¿Están realmente, las organizaciones religiosas,
ayudando a sus feligreses a ser felices y a convivir en paz
dentro de la gran sociedad humana? ¿Será que las
organizaciones religiosas han logrado perpetuarse por tener
objetivos de eterno plazo, que no desean cumplir? Después
de terminar de leer estará en capacidad de dar
respuestas.
Las religiones deben ser organizaciones al servicio de
Dios, la espiritualidad debe ser experiencia personal de
acercamiento a Dios. La espiritualidad de los humanos no tiene
porque imponer ni limitar creencias, desafortunadamente muchas
religiones sí; toda nueva idea que contradiga o modifique
lo ya escrito en los libros sagrados de cualquier religión
es considerada herejía y blasfemia.
En todos los tiempos los líderes de las
organizaciones religiosas han negado la posibilidad de que surja
un nuevo mensajero de Dios porque ello implica nuevas
revelaciones, nuevas interpretaciones y como tales, cuestionan
las ya predicadas con las que buscan perpetuarse.
Lo peor de todo es que las organizaciones religiosas se
han puesto de acuerdo, sin proponérselo, en dar a entender
que Dios ya reveló todo lo que tenía que decir y
por lo tanto los antiguos libros sagrados son los únicos
que contienen revelación Divina; como quien dice ya Dios
se desentendió de nosotros los humanos. Todos se oponen a
lo nuevo porque consideran que lo viejo es lo correcto, lo bueno,
lo que importa; rechazan la innovación, lo vanguardista, las nuevas
maneras de pensar. Todas se oponen al cambio, desconociendo que
todo en la vida es evolución y cambio, que todo
está en perenne movimiento; que la vida es movimiento, que
tenemos cerebro porque estamos moviéndonos y
desplazándonos.
Desde que nacieron las religiones hasta nuestros
días no han introducido ninguna variación en sus
creencias básicas. La sola idea de introducir nuevas ideas
es blasfemia, apostasía, es un anatema. En lo único
que realmente se diferencian las organizaciones religiosas es en
qué tan largas o cortas son las listas de lo que deben o
no pensar, deben o no hacer, deben o no vestir, deben o no comer
sus feligreses. De si el sexo, la
música y
el baile es malo o bueno; de si esto o aquello es aceptado por
Dios.
Los "fundamentalistas" o "puristas religiosos" que los
hay en todos los grupos religiosos
creen que el camino hacia adelante es creer al pie de la letra y
aplicar literalmente las antiguas escrituras sagradas.
Muchos creyentes están dispuestos a morir con tal
de tener razón; modificar o cambiar significa para ellos
aceptar que no la tenían. Muchos insisten en la interpretación estrecha y literal de sus
libros sagrados aunque sus enseñanzas no correspondan a
las circunstancias materiales y espirituales de vida actuales;
desconociendo que permanecer o estancarse es lo mismo que
retroceder. Yo les advierto que no es necesario rechazar todo lo
antiguo, pero sí se debe actualizar rescatando lo que
aún funciona.
Más importante que enfrentarnos en eternas
discusiones; debemos evaluar si lo que creemos sobre Dios
está ayudando a la convivencia feliz y pacífica;
porque yo creo que renovar creencias religiosas ayudará a
la humanidad a redireccionarse así misma.
Graves consecuencias por no renovar
creencias
Durante siglos creímos que nuestro planeta era
plano, sin embargo es redondo; que el sol giraba en
torno a nuestro
planeta, sin embargo es todo lo contrario; que la Tierra era el
centro del Universo, y hoy sabemos que es un pequeño
planeta entre billones. Todo el que se atrevió a decir lo
contrario fue tildado y castigado como blasfemo, hereje y
apóstata; y por supuesto, independientemente de lo que
creíamos; nuestro planeta era lo que era; pero lo
más triste es saber que los que nos ayudaron a renovar
nuestras creencias astronómicas fueron perseguidos y hasta
asesinados.
Cada libro sagrado ordena matar a los seguidores de los
otros libros: maten a los infieles, a los apóstatas, es la
orden tajante en contra de quienes creen diferente. Las cruzadas
o matanza mutua entre cristianos, musulmanes y judíos
duró más de 200 años e inconcebiblemente
aún continuamos matándonos por lo mismo: creencias
religiosas.
Lamentablemente a los humanos nos es muy difícil
aceptar que no tenemos razón en algo, y por lo tanto nos
gusta continuar creyendo en cosas mucho después de haber
probado que son inexactas, destructivas e inútiles. Todos
los creyentes en Dios predican la humildad, pero ninguno
está dispuesto a dar la razón a los otros; porque
todos creen tenerla. Somos arrogantes a la hora de defender
creencias. Ningún creyente ni grupo religioso acepta ser
el atacante, todos declaran estarse defendiendo y obrando
según la voluntad de Dios.
Los problemas de violencia, hambre, corrupción
gubernamental y ciudadana, codicia empresarial, rivalidad
política,
pueden ser superados si las organizaciones religiosas más
grandes, poderosas e influyentes creen y enseñan un Dios
diferente; de lo contrario, los problemas que intentan resolver
los políticos religiosos sólo se
incrementan.
Las organizaciones religiosas en nada han cambiado lo
que yo llamo la especie ECA (Egoísta,
Codiciosa y Agresiva); por el contrario, con sus
creencias la han convertido en eso que ha sido, es y
seguirá siendo, hasta tanto decidan modificarlas. Algunos
líderes mundiales creen que entre más ignorantes
sean las mayorías, es la única forma para que unos
privilegiados pueden complacer sus caprichos y tener en
abundancia; y desgraciadamente estos "astutos" sacrifican la
propia felicidad y la convivencia pacífica en el
mundo.
Anhelamos la paz pero no queremos cambiar las creencias
religiosas generadoras de conflicto. Cuando saneemos las
creencias no tendremos que curar tantas heridas físicas y
emocionales causadas a los que creen diferente; que a la hora de
la verdad no son tan diferentes.
Nuestras reglamentaciones para lograr una convivencia
feliz y en paz es nuestro derecho y deber como seres sociales,
obedezcámoslas sin decir que son exigencias de Dios. Todos
los libros sagrados unánimemente han decretado: No
Mentiras, no calumniarás; sin embargo, sus líderes
le mienten en varias ocasiones a sus feligreses y calumnian a
Dios diciendo que él dijo esto o aquello. En lo que
más experiencia tiene las organizaciones religiosas es en
esconder más de lo que revelan, so pretexto del
«misterio religioso»
Muchos líderes espirituales de algunas religiones
son culpables de retrasar el progreso espiritual, el avance
filosófico y científico de la humanidad.
¿Por qué cree que los cambios
políticos, económicos, educativos y variados
programas
sociales no han podido mejorar al mundo en su
conjunto?
¿De qué sirve el arma más
sofisticada y letal frente a los que desean morir en nombre de
Dios? ¿De qué sirve la cárcel más
segura cuando se sufre tanto en supuesta libertad?
Para predisponernos y hacer factible la
renovación de nuestras creencias religiosas en el presente
siglo XXI, veamos a pasos de gigante un poco de historia, sin
estricto orden cronológico, y evaluemos qué tanto
hemos evolucionado en las creencias religiosas.
Evolución de las
creencias
El humano primitivo crea la religión a partir de
sus temores a los fenómenos inexplicables de la
naturaleza: terremotos,
volcanes,
tormentas, inundaciones, sequías, avalanchas,
etc.
Todos los fenómenos naturales fueron asimilados a
dioses. El dios de la lluvia, de los árboles, de los animales, de las
cascadas, de las montañas, de los ríos etc. El sol,
la luna y las estrellas fueron adorados.
¿Si pudimos renovar estas creencias por
qué no renovar las actuales?
La aparición repentina de grandes piedras en
cultivos fue motivo de admiración y adoración. Las
formaciones rocosas de las montañas que tenían
formas similares al hocico de animales o a un rostro humano era
motivo de adoración. Aún existen muchas
montañas consideradas sagradas en la Tierra.
Ciertos árboles han sido adorados por el humano
primitivo. Antiguamente se celebraban matrimonios bajo los
árboles. La recién casada abrazaba los
árboles pidiendo fertilidad. La costumbre actual de tocar
madera para
librarse de una desgracia personal data de la adoración a
los árboles.
Ciertos animales también han sido adorados. Entre
ellos los más adorados han sido las serpientes, las
aves, los
lobos, las vacas etc… La serpiente aún hoy 2006 es el
emblema de los médicos y la vaca en la India es
considerada un animal sagrado.
El agua ha sido
objeto de adoración. El baño ritual y el bautismo
en ríos sagrados aún persisten. La lluvia ha sido
temida y adorada, sus tormentas han sido consideradas la voz de
un Dios enfurecido. El arco iris es considerado como arco de
promesa divina, etc.
El fuego también ha sido reverenciado. Las velas,
en algunos templos, es adoración al fuego. Lo que hoy
conocemos como luces de Bengalas, se debe a que en 1880 en Bengal
vieron caer llameante un meteoro al cual adoran los vecinos de la
región.
El humano primitivo, después de adorar cualquier
cantidad de objetos y fenómenos, optó por adorarse
así mismo, en la persona de un jefe cacique, un rey, un
sacerdote, un profeta, un líder religioso.
Hoy se comete el error de tomar el término
pagano como sinónimo de satánico; cuando en
realidad este término viene de la palabra latina
paganus, que significa habitante del campo y por
extensión eran campesinos sin adoctrinar apegados a los
antiguos cultos rurales de adoración a la naturaleza. A
los humanos que vivían en las villas rurales se les
llamaba villanos; pero las organizaciones religiosas de
generaciones posteriores usaron el término de villano como
sinónimo de malvado para quienes carecían de la
formación teológica por ellos predicada.
Sacrificio de vidas humanas a los
dioses
Fue práctica generalizada sacrificar el hijo
primogénito a los dioses, gracias a Moisés, que
puso fin a este mandamiento dentro de los nuevos entregados a su
pueblo, Jesucristo no fue sacrificado a los dioses. La historia
de Abraham con su hijo Isaac es bastante difundida en el mundo.
La costumbre de abandonar a los niños
en pequeñas barcas a la deriva se conoce en nuestros
días con la historia de Moisés; y la de
abandonarlos en el bosque se conoce con la historia de
Rómulo y Rémulo. Muchos primogénitos fueron
exiliados por sus padres para no asesinarlos, dando origen a
algunas colonizaciones.
¿Si pudimos renovar estas creencias, por
qué no renovar las actuales?
Cuando los humanos evolucionaron un poco mas, decidieron
cambiar el sacrificio de vidas humanas por mutilaciones en sus
cuerpos: cortarse los genitales masculinos, cortar los dedos de
las manos o de los pies, arrancarse las uñas, perforarse
los labios, la nariz, las orejas etc. La circuncisión de
los niños fue más de carácter sacrificatorio que
higiénico.
Los suicidas terroristas y suicidios religiosos en masa
recientemente divulgados por televisión son vestigios de épocas
pasadas. ¿Le parece catastrófico no renovar
creencias?
En el proceso evolutivo de los humanos todo ha sido
útil. En la época que apareció el trueque
mercantil, los humanos se atrevieron a negociar con los dioses y
decidieron hacer pactos. La forma de expiar un pecado son
innumerables: renunciar a los placeres de la carne, y más
los de naturaleza sexual; la auto imposición de grandes
penitencias y sacrificios, los votos de pobreza, y la auto
negación de muchos placeres fueron en cierta forma
necesario para disciplinar a los salvajes; pero ya no lo somos
tanto.
Cuando entre caníbales sacrificar a los dioses
una vida humana se impuso, comer su carne se volvió un
tabú, una prohibición; y por esta nueva creencia se
inició el fin del canibalismo que en épocas antigua
fue una costumbre social, religiosa y militar aceptada
colectivamente. El sacrificio humano a los dioses fue costumbre
religiosa de africanos, egipcios, hebreos, griegos, chinos,
hindúes, romanos, mesopotamios y muchos otros pueblos de
Europa, América
Central y del Sur. Cuando se construía una
edificación de gran importancia para la comunidad se
garantizaba la protección de su estructura
sacrificando a un humano que enterraban en sus cimientos y que
supuestamente su espíritu fantasmal vigilaría. Los
chinos arrojaban viva una doncella al metal que estaban fundiendo
para la elaboración de una campana, para que su
espíritu fantasmal ayudara a lograr un buen tono. Los
albañiles que morían durante la
construcción de murallas, eran enterrados
en ellas.
¿Si pudimos renovar estas creencias por
qué no renovar las actuales?
El sacramento de pan y vino impuesto por el
mitraísmo mucho antes del nacimiento de Jesucristo fue el
reemplazo del ofrecimiento de sangre y carne
humana que se hacía en rituales. La actual sagrada
eucaristía de los cristianos es otra renovación que
evita el sacrificio de animales y humanos.
La oración es un gran paso en el proceso
evolutivo de la humanidad. La mayoría de las oraciones
antiguas y muchas aún vigentes no son más que
oficios de peticiones de riqueza y salud a los dioses
directamente sin la intermediación de los shamanes y una
forma de evitar elaborados rituales.
Lamentablemente la forma de orar es poco lo que ha
evolucionado; a este respecto en monografías.com en la
sección Salud/General con el título Funciones
cerebrales encuentra una propuesta de renovación. En el
presente siglo la oración debe servir para mejorar
la
personalidad, proporcionar crecimiento espiritual y ayudar a
vivir a imagen y semejanza de Dios; radicalmente diferente a
concebir a Dios a imagen y semejanza de nosotros. Las palabras
contenidas en una oración deben reflejar la actitud del
alma y ser firmes propósitos para mejorar nuestra conducta. La
oración debe ser moralizadora, socializadora y
espiritualizadora. La oración jamás debe sustituir
a la acción. Hay oraciones egoístas y
materialistas; y hay oraciones altruistas y de búsqueda de
sabiduría y autocontrol.
Las palabras contenidas en todos los libros sagrados
fueron escritas por humanos en épocas, lugares y
circunstancias muy diferentes; insistir en interpretarlas
literalmente en pleno siglo XXI es perdernos de los principios
subyacentes que revelan. Yo creo que podemos aplicar la antigua
sabiduría interpretándolas acorde con el avance de
la ciencia y de la evolución del pensamiento
filosófico. Las organizaciones religiosas pueden y deben
dejar de exigir que su respectivo libro sagrado se interprete al
pie de la letra, y se aplique literalmente.
¿Realmente usted cree que Dios se pone furioso
porque se deje o no la barba, porque se cubra de pies a cabeza,
porque coma o no coma tal o cual cosa, porque ore de tal o cual
manera, porque esto y aquello?
Lo que los instruidos maestros de todas las religiones
ordenan es tomado como interpretación de la Ley Divina; luego
es justa. La precisión y fidelidad a la palabra de Dios
siempre ha sido causa de eternas discusiones y guerras
recurrentes; porque no disponemos de la presencia física
de Dios como para que nos diga quien tiene la razón; y es
por ello que en su nombre cometemos toda clase de
arbitrariedades y barbaridades.
Hasta ahora todo lo que la humanidad hace o deja de
hacer es porque Dios lo ha proclamado; Dios es a imagen y
semejanza de los humanos.
Dios a imagen y semejanza de los
humanos
Dios a imagen y semejanza de los humanos, vuelva a leer
por favor: Dios a imagen y semejanza de los humanos; es decir,
que Dios es como somos nosotros.
Como los humanos somos intolerantes; entonces,
describimos un Dios intolerante para justificar nuestra
intolerancia; iracundo, para justificar nuestras conductas
iracundas; vengativo, para justificar nuestras venganzas;
necesitado, para justificar nuestras necesidades; guerrero, para
pelear en su nombre.
Como a los humanos nos fascina ordenar a los
demás; entonces, para que nos obedezcan decimos que Dios
así lo ha decretado; y al ser leyes sagradas no dejan
opción por las preferencias personales; el libre
albedrío no cuenta; la "palabra de Dios" se constituye en
la máxima autoridad
sobre los humanos; y resulta que son palabras escritas por
conveniencia por algunos con liderazgo, en
diferentes épocas y circunstancias. Todas las escrituras
sagradas están de acuerdo que Dios dio libre
albedrío a los humanos; sin embargo con sus
enseñanzas han frustrado su ejercicio. En algunos
países los derechos humanos
es únicamente lo que está establecido en las
sagradas escrituras interpretadas por maestros y juristas
religiosos.
Como a través de la historia de la humanidad el
mundo ha estado
dominado por sociedades y
religiones dirigidas por hombres, se decidió
unánimemente que Dios es Hombre y cómo los
machistas creen que las mujeres son humanos de segunda y cuarta
categoría decidieron que Dios también desprecia a
las mujeres y es un furibundo machista y
antifeminista.
Como los humanos no somos tolerantes con las
preferencias sexuales diferentes a las nuestras, presentamos a
Dios como el más cruel homo fóbico, que odia a los
hombres gays y a las mujeres lesbianas.
Como los humanos hemos desarrollado una sociedad basada
en recompensas y castigos entonces las organizaciones religiosas
han predicado que Dios nos recompensará con el cielo y nos
castigará con el infierno.
Como muchos líderes religiosos se dieron cuenta
que ciertas concepciones filosóficas y el avance de la
ciencia refuta y contradice muchas de sus afirmaciones
anquilosadas en el tiempo, decidieron que Dios aborrece a los
filósofos y se opone a las investigaciones
científicas.
Como las organizaciones religiosas saben que existen
muchos humanos (Un alto porcentaje epidémico) que
prefieren obtener todo lo que desean con el menor esfuerzo
posible; entonces, predica un Dios alcahueta con los perezosos y
cómplice con los irresponsables; y por eso en sus libros
sagrados han escrito «Pide y se te os dará» y
ojalá sin hacer nada. Muchos humanos se mantienen rezando
y pidiendo a Dios y a la hora de hacer no hacen lo que deben
hacer; y dejan pasar todas las oportunidades que le ofrece la
vida. Muchos no son persistentes porque si las cosas no empiezan
a salir bien desde el comienzo creen que eso no es lo que Dios
quiere para ellos; de este tipo de humanos conocemos muchos a
nuestro alrededor.
Como los humanos ignoramos por qué sufrimos;
entonces, creemos que sufrir es la voluntad de Dios; y si Dios es
feliz con nuestro sufrimiento nos inventamos toda clase de
privaciones de todo aquello que nos hace feliz. La amenaza de una
eternidad en el infierno ha hecho de nuestra corta estadía
en la Tierra una experiencia infernal. Hay quienes creen que Dios
es quien decide quién sufre y quién no; pero muy en
el fondo todos sabemos que cada quien se forja su propio destino.
Es importante que tengamos bien claro que los sufrimientos o la
felicidad tiene dos causas: comportamientos inadecuados o
adecuados en la presente vida y saldos negativos o positivos en
la herencia genética.
Las enfermedades congénitas tienen la causa en una
herencia genética por malos hábitos de vida de
nuestros progenitores terrenales. Dios es justo, según mi
concepción personal. Se puede ser pobre por falta de una
buena administración del tiempo y los recursos,
no porque Dios condena a ser pobres a ciertas
personas.
Como somos débiles y vulnerables creemos que
existe un poder superior por fuera de nosotros y por lo tanto hay
que hacer algo para tranquilizar al dueño de tal poder y
es por ello que conocemos innumerables rituales para aplacar la
supuesta ira de Dios y para implorar su ayuda; pero quien todo se
lo deja a la voluntad de Dios está desconociendo el poder
que Dios le concedió para vivir su propia vida feliz y en
paz con los demás. Hasta hora tenemos "Justicia
humana" divinizada; pero en el futuro los humanos viviremos con
justicia divina, pronto lo entenderá.
Como todas las organizaciones religiosas, para recaudar
dinero
contemplan ceremonias de casamiento y de bautismo; entonces,
afirman que Dios abomina los hijos nacidos fuera de matrimonio y los
que mueren sin ser bautizados van derecho al infierno.
Como todas desean incrementar el número de
adeptos; entonces, apoyan la reproducción de la especie; y por lo tanto
aseguran que los que tengan los testículos
aplastados o el pene cercenado no puede pertenecer a su
organización y mucho menos entrar al cielo; y por supuesto
así lo hacen constar en sus libros sagrados como palabra
de Dios.
Si hago ciertas afirmaciones es porque efectivamente lo
he leído en cualquiera de los libros sagrados que poseo y
me gusta leer, aún sin estar de acuerdo
totalmente.
Como todos estamos conscientes de la necesidad de sangre
circulando por nuestros cuerpos; entonces, describimos a un Dios
sediento de sangre y es por ello que ofrendamos animales y
humanos para satisfacer su necesidad sanguínea organizando
rituales y planeando guerras santas. «Dios está de
nuestro lado» piensan todos los involucrados en cualquier
guerra. «Separaste el Mar Rojo para que tu pueblo
elegido escapara y después lo cerró para ahogar a
los otros» escribió uno de los bandos, hace
muchos siglos, en uno de los libros sagrados existentes,
asegurando que Dios aborrece a los que tiene otras creencias
religiosas. En esta misma actitud están todos los grupos
religiosos.
Prácticamente todos los libros sagrados contienen
relatos mediante los cuales Dios aprueba la destrucción y
genocidios de pueblos enteros. Todos ellos hablan de la Ira de
Dios. Por favor léalos todos y se sorprenderá tanto
como yo.
Como los líderes religiosos tienen preferencias
por "x" o "y" forma de vestir entonces lo imponen a sus
feligreses diciendo que así lo quiere Dios; y de esta
manera están asumiendo autoridad divina. Como algunos
líderes religiosos tienen preferencias musicales afirman
que Dios prohíbe la música que no sea la que ellos
prefieren, por ejemplo, los cantos sagrados.
Los humanos estamos confundidos y por eso presentamos un
Dios confundido y contradictorio, por un lado ordenando no matar
y por el otro ordenando guerra contra los incrédulos. Un
Dios que nos da el libre albedrío, pero no deja que lo
ejerzamos porque nos da ordenes hasta de si podemos o no tomar
café.
Así como lo lee, algunas normas religiosas
lo prohíben. Nuestras creencias sobre Dios están
plagadas y contaminadas de contradicciones; porque en
prácticamente todos los libros sagrados se predica la
existencia de un Dios Todopoderoso y no caemos en cuenta que si
es todopoderoso, no necesita nada de nosotros, simplemente lo
toma sin que nosotros tengamos que dárselo. Todos ellos
contradicen la noción divina de amor incondicional.
Definimos a Dios como Omnipotente, todopoderoso y en otros
momentos creemos que Dios necesita de nuestros sacrificios,
ayunos, y ritos, etc. y si Dios necesita de nosotros y no se lo
damos Dios no es feliz y si Dios no es feliz atengámonos a
las consecuencias. ¿Cómo le parece este dios
predicado por todas las religiones?
Cada cultura humana
tiene dentro de su libro sagrado el relato de un Dios enfadado
que se separa de nosotros. Hasta ahora las tres organizaciones
religiosas (judaísmo, cristianismo e
islamismo) con mayor número de adeptos, enseñan que
los humanos estamos separados de Dios porque él nos
prohibió comer una manzana y le desobedecimos y por tal
razón es natural que nosotros lo estemos también el
uno del otro. También predican que no valemos nada ante
Dios y obviamente algunos humanos creen que son superiores a
otros y por lo tanto no es posible la unión; y como creen
que hay humanos que merecen más que otros acaparan
riquezas; sin percatarse que la propiedad
privada es la máxima expresión de separación
humana.
Si los humanos tomáramos conciencia de que todos
somos iguales ante la vida y ante Dios no existiría
discriminación generadora de rivalidad y
dejaríamos la creencia absurda de creer que hay humanos
mejores que otros. Existen humanos diferentes que es muy distinto
a creer que son superiores o mejores.
Como los humanos discriminamos, presentamos a un Dios
discriminador; no hemos podido concebir que las diferentes
nacionalidades y culturas puedan mezclarse, casarse y procrear
entre ellas. ¿Puede haber algo más absurdo que
creer que hindúes, judíos, cristianos, y musulmanes
no pueden orar juntos ante un mismo Dios?
Como Dios nunca nos ha abandonado no tenemos que
angustiarnos; pues la verdad él está dentro de
nosotros. Cuando el humano se convenza que somos uno con Dios, ya
no estaremos separados entre nosotros y quienes deben encargarse
de propiciar la unión son las organizaciones religiosas
que han predicado la separación con Dios y entre nosotros
mismos. Todas las personas hablan de sentir a Dios cerca, no
importando que estén separados por sus creencias de amigos
y parientes. ¿Puede haber algo más divino que ver
la humanidad unida conviviendo feliz y en paz? Si creemos que
Dios es unidad entre todos los humanos, esta creencia nos
impulsaría a compartir por igual con todos. Cada
organización religiosa propende por la unidad de sus
feligreses y la separación del resto de la humanidad. Los
estados y las naciones hacen lo mismo con el resto del
mundo.
Los humanos cuando no estamos contentos con alguien lo
alejamos de nosotros; entonces imaginamos que Dios no está
contento con nosotros, por lo tanto Dios se alejó de
nosotros y nosotros para acercarlo hacemos cosas, muchas de ellas
in-humanas.
Cuando seamos conscientes de la unidad, en
términos literales y prácticos, nos
remorderá la conciencia de haber estado separado de todo y
de todos. Al estar separados hay acumulación en manos de
algunos y escasez en los
otros y los necesitados de lo que a los unos pocos les sobra crea
crisis y violencia.
Como algunos humanos creen que ser rico, blanco, de "X"
o "Y" religión, de tal o cual país, es mejor o
superior al resto de la humanidad; entonces conciben a un Dios
que también discrimina.
Las diferencias no deben dividir. En la variedad
está el placer y las diferencias son buenas. Ser diferente
no es ser mejor, superior, perfecto, más grande o
preferido por Dios.
Los liberales no son mejores que los conservadores; los
republicanos, que los demócratas; los heterosexuales, que
los homosexuales; los hombres, que las mujeres; los blancos, que
los negros; los ricos, que los pobres; los cristianos, que los
musulmanes y judíos; los occidentales, que los orientales;
los chinos, que los japoneses; los norteamericanos, que el resto
del mundo; los capitalistas, que los socialistas, los creyentes,
que los ateos etc. Lo que nadie puede ser es asesino,
ladrón, calumniador, mentiroso e irresponsable.
No existe autoridad, trabajo,
alimento, o ropa para los mejores, sólo existe autoridad,
trabajo, alimento y ropa para humanos sin discriminación alguna de raza, género,
nacionalidad,
creencias religiosas, preferencias sexuales, color de piel,
estatus social-económico. Etc.
Para mi manera de concebir a Dios, creo que él es
unidad de la raza humana, es aceptación de las
diferencias, es amor incondicional, es libertad constructiva; no
me es posible imaginar a Dios enfadado por querer las cosas de
determinada manera; imponiendo hasta formas de vestir, exigiendo
afeitarse o dejarse el pelo largo, usar faldas o pantalones,
etc.
Como los humanos somos exigentes, individualistas,
mezquinos y quisquillosos, abundan en los libros sagrados las
descripciones de Dios como un ser con estas mismas
características.
¿Cómo le parece, Dios preocupado por
nuestra presentación personal o por lo que comemos?
Según esta descripción de Dios, él es un vago
que no tiene más nada que hacer que estar preocupado por
nimiedades. Los que se aferran a la obligatoriedad de guardar el
sábado o el domingo para ir a orar a tal o cual lugar
creen que hay un tiempo equivocado o lugares no adecuados para
orar.
Los musulmanes después de asesinar a miles de
cristianos gritan ¡Alá es grande! Y los cristianos
después de matar a otros miles de musulmanes gritan
¡Dios es grande! Y sin embargo aún persiste en sus
respectivos libros sagrados (Torá, Biblia, y Corán)
el sagrado mandamiento: No matarás. ¡Cómo le
parece! la venganza y la violencia una característica
Divina. Hasta nuestros días todas las organizaciones
religiosas han predicado un Dios a imagen y semejanza de los
humanos.
Como los humanos somos sado-masoquistas entonces
imaginamos a un Dios sádico y masoquista. Y obviamente la
humanidad cree que es apropiado actuar con los demás de la
misma manera que supuestamente Dios actúa con
ella.
Por favor respóndase de manera inteligente y
racional las siguientes preguntas: ¿Los libros sagrados de
todas las organizaciones religiosas fueron escritos por humanos?
¿Los líderes de todas las organizaciones
religiosas, para ser obedecidos han afirmado que las normas
escritas en sus respectivos libros sagrados son órdenes
directas de Dios? ¿Los líderes de las
organizaciones religiosas, para justificar todas sus acciones u
omisiones han escrito en sus respectivos libros sagrados
órdenes directas de Dios de hacer o no hacer?
¿Usted cree que Dios ha dejado de inspirar a los humanos y
que los únicos libros de inspiración divina son los
ya escritos? Dependiendo de sus respuestas valdrá la pena
seguir leyendo.
¿Por qué no empezar a predicar un Dios que
es feliz con nuestra felicidad? ¿Será que los
líderes religiosos creen que si los humanos son felices no
acuden a las reuniones de sus respectivas organizaciones?
¿Por qué no reunirnos para dar gracias a un Dios
que desea nuestra felicidad? ¿Por qué sólo
acudir a Dios por ayuda o para ofrecerle todo lo que
supuestamente el necesita de nosotros? La equivocación
más grande de todas las organizaciones religiosas es creer
que Dios necesita cosas de nosotros para no desatar su Ira, para
estar satisfecho con nosotros. A mí se me facilita
más creer que Dios es feliz con nuestra felicidad; porque
por definición (personal) Dios es felicidad, todos somos
parte integral de Dios, somos uno con Dios y si lo pensamos
mejor, veremos que unánimemente la humanidad desea ser
feliz y convivir en paz.
Dios no está fuera de nosotros, somos uno con
Dios, somos dioses capaces de realizar lo que nos proponemos con
persistencia y los que así lo hacen son los que vemos
disfrutando del éxito,
que sólo dan gracias a Dios y nada le piden porque saben
que Dios les dio un poderoso cerebro que le permite realizar todo
lo propuesto.
La mayoría de nuestras leyes terrenales empezaron
como códigos religiosos dados a humanos "privilegiados"
directamente por Dios; pero resulta que las necesidades de los
humanos varían; sin embargo, las sagradas escrituras son
estáticas por aquello de que lo escrito, escrito
está; indicando que Dios ya dejó de dar
instrucciones a los humanos, olvidándose que estamos en un
proceso evolutivo biológico y cultural. ¿Realmente
usted cree que Dios es un olvidadizo, desmemoriado, que se
desentendió de los humanos, que no sabe que sus
necesidades cambian con el tiempo?
El mundo se rompe en pedazos y nosotros continuamos
pegándolo con los mismos ingredientes: reformas
políticas y económicas hechas con la misma materia prima:
creencias religiosas: Dios de culpa y venganza, favoritismo y
discriminación, necesitado y paternalista, de muerte y
destrucción, iracundo y guerrero. La política y la
economía
es creencia religiosa secularizada. La humanidad se
sorprenderá al ver como variarán las leyes humanas
cuando modifiquemos las leyes divinas.
Dios no necesita de nuestra adoración, ni de
nuestros sacrificios. Todos los creyentes en Dios viven con temor
mientras están vivos y al juicio final después de
muertos. Todos los libros sagrados tienen expresiones similares
como: debes obedecer a Dios o si no aténgase a las
consecuencias de un Dios iracundo; ¡Ay de ustedes! Si no me
proporcionan lo que yo demando. Citamos códigos de Dios
para sustentar leyes terrenales con la común
expresión: "Así dice Jehová:, Así
dice Yahvé:, Así dice Alá:
Le repito, hasta ahora la humanidad está siendo
dirigida por un Dios que es a imagen y semejanza de ella misma; y
específicamente de acuerdo a cada libro sagrado escrito
hace varios siglos.
Los humanos creyentes de determinada manera están
separados de los que creen en Dios de otra manera.
¿Cuál es la manera correcta de creer en Dios? Como
es difícil saberlo yo propongo que los humanos debemos
vivir a imagen y semejanza de Dios, siempre y cuando esa manera
nos permita vivir felices y en paz. ¿Puede haber algo
más sublime que la paz? ¿Acaso vivir feliz y en paz
no es el objetivo prioritario de todos los humanos?
Nueva
concepción teológica:
Los humanos a imagen y semejanza de
Dios.
¿De cuál Dios? De un Dios Todopoderoso,
Autosuficiente, Demócrata y nada autoritario, Omnipresente
en cada humano, feliz con nuestra felicidad, pacífico,
tolerante, amoroso, misericordioso; de un Dios amante de la
sabiduría filosófica, del avance de la ciencia y de
nuestro progreso espiritual; de un Dios que es vida,
energía y espíritu universal, es unidad de lo
tangible y lo intangible
Vivir feliz y en paz debe ser una razón
prioritaria para todos los humanos en el momento de pensar,
hablar o realizar actividades seculares y religiosas. Las
creencias religiosas individuales o de grupos deben estar
subordinadas a esta prioritaria razón de convivencia
humana y divina.
Si Dios no pide nada de nosotros; entonces, tenemos
más disponibilidades para hacer todo lo que nos ayude a
construir una sociedad humana feliz y conviviendo en paz,
según el libre albedrío concedido por
Dios.
Si Dios puede obtenerlo todo, pues es todopoderoso,
entonces no tenemos que darle lo que a nosotros nos hace feliz y
nos permite vivir en paz.
Si Dios no se ha separado nunca de nosotros y no quiere
ver separación entre nosotros por ningún motivo;
entonces, podemos vivir fraternalmente como hermanos carnales y
espirituales sin discriminación de ninguna
índole.
Si aceptamos que no podemos herir ni desatar la ira de
Dios; entonces, sólo debemos procurar vivir felices y en
paz, porque Dios es feliz con nuestra felicidad y se deleita
viéndonos convivir en paz, según mi Nueva
Concepción teológica (NCT).
Si Dios es autosuficiente y no tiene las mismas
necesidades físicas ni emocionales que nosotros, pues Dios
es espíritu; entonces los humanos debemos obrar pensando
en nuestras necesidades como seres sociales que desean ser
felices y convivir en paz.
Si Dios es misericordioso y tolerante; entonces, debemos
ser tolerantes y misericordiosos con nuestros
semejantes.
Si no podemos herir a Dios ni desatar su ira porque
él es pacífico, tolerante y amoroso; entonces
él no necesita de nuestras manos para vengarse o imponer,
en su nombre, ningún tipo de castigo a los demás y
mucho menos quitarles la vida. Decir que no existe el castigo
divino no quiere decir que no existan las consecuencias
terrenales de acuerdo a leyes de convivencia social, que en
ningún país debe contemplar la pena de muerte
como una de sus sentencias. Los humanos creemos que estamos
actuando bien porque estamos convencidos que es lo que Dios
quiere, sin percatarnos de las contradicciones. La mayor
ironía es que varios países dentro de su sistema de
justicia sentencian a pena de muerte a los asesinos, para dejar
claro que matar es malo. ¿No le parece descabellado y
contradictorio? La pena de muerte es venganza y no evita la
ocurrencia de más crímenes, según se ha
podido comprobar en los países que la
sentencian.
Estoy consciente que las actuales creencias tan
arraigadas no permiten concebir un Dios que no premia y castiga;
pero después de varias generaciones viviendo con una NCT
(Nueva Concepción teológica) estoy seguro que los
humanos verán absurdas nuestras actuales creencias sobre
Dios.
Irónicamente los líderes religiosos
afirman que el humanismo es
el gran enemigo de Dios; sin percatarse que vienen predicando un
Dios completamente humanizado y al mismo tiempo in-humano con sus
exigencias. Las conductas más bárbaras, injustas y
perversas de los humanos han sido racionalizadas y justificadas
diciendo que es la voluntad de Dios; cuando en verdad Dios no es
bárbaro, ni perverso ni injusto. Dios es la justicia
misma, según mi personal concepción de
Dios.
Los humanos hemos definido los intereses de Dios a la
medida exacta de nuestros intereses mezquinos. Es necesario
empezar a concebir el humanismo como una forma de vida centrada
en intereses y valores
humanos y divinos; en otras palabras, úrgenos una
nueva concepción teológica: Los humanos a imagen y
semejanza de Dios.
Es urgente una nueva concepción teológica
para renacer espiritualmente, avanzar científica y
filosóficamente. Dios no ha dejado de inspirar a los
humanos es lo que sinceramente siempre he
creído.
Necesitamos una teología sin respuestas absolutas
para las preguntas de siempre; una teología que permita
poner en tela de juicio las respuestas de los líderes
religiosos, que permita discutir, disentir; que no obligue hablar
eternamente sobre las antiguas teologías de las mismas
maneras en un círculo vicioso.
Una teología donde la apostasía no existe;
que ni siquiera admita una guerra sagrada de palabras o eternas
discusiones semánticas; y mucho menos cruzadas,
inquisiciones y jihads.
Una teología para la cual ningún libro
sagrado constituye un camino más corto y directo que los
demás; ningún profeta es más grande que los
otros; ninguna nación
es más querida por Dios; ninguna organización
religiosa está más acertada que las demás.
Donde cada organización religiosa no es más que
otra que ayuda a los humanos a vivir a imagen y semejanza de un
Dios que se actualiza permanentemente; porque ningún libro
sagrado contiene infalibles palabras divinas y ningún
templo de madera o piedra es superior o más sagrado que
los demás; y todas las iglesias, mezquitas, sinagogas, y
templos son lugares igualmente válidos para orar al Dios
de todos los humanos.
Una teología que nos enseñe que todos
somos dioses, energía divina, uno con Dios; y por lo tanto
nunca nos hemos separado de Dios y mucho menos que él
esté de acuerdo con la separación entre los
humanos.
Una teología que admita que Dios aún se
comunica con los humanos sin que se necesite ser especial o
superior a los demás y mucho menos tener poderes
sobrenaturales. Una teología que cualquier humano que lo
desee con toda su alma puede convertirse en profeta, rabino,
maestro o sacerdote, sin importar el género, el color de
piel o preferencias sexuales; que asegure que cualquier humano en
la actualidad puede convertirse en uno de los antiguos profetas y
sea modelo de vida
para los demás. "Las obras que yo hago también
ustedes las harán; y harán obras aún
más grandes que éstas" advirtió alguien
que se sintió igual a sus
contemporáneos.
Personas como usted o yo, dijeron hace mucho tiempo: un
auténtico profesor no es
aquel que posee más conocimiento sino aquel que logra que
sus alumnos aprendan más; un autentico líder no es
aquél que cuenta con más seguidores, sino
aquél que crea más líderes; un autentico
maestro no es aquél que tiene más
discípulos, sino aquél que crea más
maestros.
Una teología que enseñe que para Dios no
existe el elegido privilegiado, que asegure que todos podemos
cumplir misiones divinas y advierta que cuando la humanidad ha
declarado haber encontrado al elegido, lo único que ha
logrado es imposibilitar la labor de muchos otros mensajeros de
Dios. Una nueva teología de auto estimación, que
transcienda lo cultural (sea transcultural) y lo racial ((sea
transracial)
Que enseñe que los profetas de todas las
religiones lo fueron por voluntad humana y divina; y por tanto
todas las religiones pertenecen a un mismo Dios. Que
enseñe que si todos nos comprometemos a mejorar a diario
mediante un ejercicio de autosugestión lograremos mejorar
el inconsciente colectivo de la humanidad; que enseñe el
gran poder que ejerce nuestro subconsciente en nuestros actos;
que enseñe que cada devoto creyente de un profeta puede
implorar su espíritu, pero sin dejar de insistir que todos
los profetas son inspirados por un mismo Dios y que cualquier
humano puede invocar le sea dado el mismo espíritu
concedidos a todos sus santos profetas.
Una teología que nos enseñe que Dios no
necesita nada de nosotros; porque a él le basta que oremos
dando gracias por todo lo que logramos de acuerdo a nuestra
responsabilidad que nos impulsa a hacer lo que debemos hacer en
todos los momentos de nuestras vidas. Que predique un Dios que no
quiere nada, no obliga a nada, porque él lo es todo. Una
nueva teología que no predique que Dios nos concede todo
lo que necesitamos, porque nos vuelve irresponsables, perezosos y
atenidos a él. Una nueva teología que no genere
pedigüeños de favores divinos; porque por estar
pidiendo a Dios no hacen lo que se debe hacer en el momento
oportuno.
Una teología que nos enseñe lo
benéfico que es la oración auto sugestiva de la
vivencia AMPM para mejorar las normas que posibiliten la
convivencia pacífica y feliz de la humanidad.
Una nueva teología que nos enseñe que
todos los humanos somos hijos de un mismo Creador; que Dios es
espíritu universal y como nosotros somos espíritu
también, entonces somos dioses, y como tales todos somos
hermanos espirituales y carnales. Cuando lea más adelante
Esta es mi fe, lo comprenderá mejor
Una nueva teología que enseñe que la
naturaleza, humanos y Dios, es una misma sustancia; que todo en
el universo
está en movimiento y hecho de la misma sustancia, aunque
en diversas proporciones, combinaciones y diferentes momentos de
evolución en el universo. Que enseñe que hasta las
cosas que no tienen capacidad para moverse y desplazarse miradas
bajo potentes microscopios muestran moléculas,
átomos, partículas subatómicas, protones,
neutrones, electrones, leptones, neutrinos, hadrones, bariones,
mesones, quarks, antiquarks en permanente movimiento por
diferentes fuerzas: gravedad, electromagnetismo, etc. que enseñe que todo
contiene partículas microscópicas que se mueven y
todo lo que se mueve decimos que tiene vida, luego todo en el
universo tiene vida; no hay nada en la vida que no sea una parte
de la vida y Dios es vida, energía y espíritu
universal, es unidad de lo tangible y lo intangible. Materia,
moléculas, átomos, etc. son varios nombres para la
misma sustancia constitutiva de la realidad total y Dios es un
todo.
Las creencias colectivas de la humanidad sobre Dios dan
origen a las circunstancias materiales y espirituales de vida
actuales; porque la vida es energía y Dios es
energía; luego la vida y Dios es lo mismo. Quien cree en
Dios de determinada manera vive conforme a ella. Cuando un ateo
materialista dialéctico afirma que cree únicamente
en la vida y la muerte, pero no en Dios está desconociendo
la unidad que existe en toda la multi facética realidad
existencial.
Una nueva teología que nos ayude a construir una
mejor sociedad humana con inspiración divina, amor,
compasión, perdón, aceptación, tolerancia,
comprensión, paciencia; porque así es como los
humanos viviremos a imagen y semejanza de Dios.
Una teología que no ofrezca salvación
exclusiva ni exija aportación económica obligatoria
ni de ninguna otra índole.
Una nueva teología que enseñe que el alma
es inmortal, que el cuerpo es prestado temporalmente, que el
cuerpo es nuestro, pero nosotros somos más que un cuerpo y
por lo tanto tiene prioridad nuestra alma (o espíritu de
vida) a la hora de satisfacer necesidades materiales y
espirituales; y que el alma es de origen divino, porque todos
somos dioses.
¿Los ateos están obligados a cumplir las
leyes civiles independientemente si son mandatos divinos o
terrenales? Obvio que sí ¿Cuál es la
diferencia con los creyentes? Que los ateos no asesinan en nombre
de Dios, ni planean cruzadas y guerras santas. No quiero decir
que nos iría mejor con una humanidad atea, lo que deseo
resaltar es que nos perjudica más decir que Dios es quien
dicta nuestras leyes; porque por amor y obediencia ciega a Dios
mucha gente está más dispuesta a morir y a
matar.
En la actual guerra entre cristianos, musulmanes y
judíos todos están felices porque están
haciendo la voluntad de Dios y cada grupo está convencido
que va a ganar porque Dios está de su lado, pero resulta
que en toda guerra sólo hay pérdida de recursos
materiales y vidas humanas que como vimos están hechos de
la misma sustancia que Dios.
Por favor deténgase a pensar en los cambios que
puede lograr la humanidad con la vivencia de los humanos a imagen
y semejanza de Dios; pues personalmente creo que enseñar
esta nueva teología redireccionará a la humanidad
en unidad con Dios; en los términos actuales es muy
difícil conservar el medio ambiente
y todos los seres vivientes.
¿Cree usted que si dejamos de pensar que Dios
aprueba los asesinatos dejaremos de matarnos en su
nombre?
Antes, el músculo primitivo era la fuerza bruta,
ahora lo es el poder económico, político y
religioso que a la postre es un poder unificado por las mismas
creencias religiosas sin modificar por siglos en todos los libros
sagrados.
Aprendamos de la selectividad evolutiva que nos
enseña ha desechar lo que no es útil para la
supervivencia de la especie. El proceso evolutivo no castiga,
simplemente corrige y se adapta a las nuevas circunstancia del
entorno. Si modificamos nuestras creencias mejoramos nuestras
conductas. Si persistimos en creer que los libros sagrados son
inmodificables no podemos corregir nuestras conductas ni que se
adapten al avance de la ciencia y a la evolución del
pensamiento filosófico.
Los que estén de acuerdo y propaguen una Nueva
Concepción Teológica aceptaran que es necesario un
nuevo Libro Sagrado Universal; pero antes de continuar leyendo lo
concerniente a este nuevo libro y las sugerencias en cuanto a los
Versículos que podemos y debemos sacar de los libros
sagrados recomiendo de manera muy especial hacer una pausa
para leer el Mensaje a las Religiones publicado
en www.monografias.com
en la sección Religión; pues
éste es un requisito previo a mi gran propuesta de asumir
una nueva concepción filosófica (Concepción
Científica y Espiritual): y teológica (Los humanos
a imagen y semejanza de Dios) para que la humanidad logre el
objetivo 1A: vivir feliz y en paz.
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