- Santa Marta
- La cena en
Santa Marta - Jóvenes de Santa
Marta - Facsímiles de los
cabezotes de la prensa de Santa Marta, siglo XIX - Anuncio del
servicio de la Compañía de Ferrocarril de Santa
Marta - Anuncio de una
función de cine en el Teatro Variedades
Viajeros por la ciudad de Santa
Marta
(Ensayo del
libro Santa
Marta Vista por Viajeros)
Las impresiones de cronistas y viajeros
recogidas en esta obra, nos permiten tener una nueva perspectiva
histórica de la ciudad de Santa Marta, a través de
una óptica
captada por personas ajenas a nuestro contexto. La visión
de la ciudad de Santa Marta dibujada con palabras por estos
viajeros, precede de unos criterios formados por las experiencias
de haber conocido otros lugares, que permiten dimensionar a
escala mental, el
grado de desarrollo de
esta ciudad respecto a otras ciudades, durante los diferentes
momentos históricos.
Comprende además de la
compilación de las crónicas e informaciones
geográficas, un análisis generalizado de esta ciudad en
cada siglo, una especie de radiografía de la historia de Santa Marta y
preámbulo para un mejor entendimiento del lector respecto
al momento histórico referido.
Santa
Marta
Edward Mark, 1843
Colección de Arte del Banco de la
República
Esta obra además de las informaciones
curiosas y divertidas, extrañas quizás para
nosotros, constituye una fuente de información valiosa para el estudio de la
ciudad de Santa Marta en diferentes aspectos, como el medio
geográfico, político, social, económico,
urbano, arquitectónico, ecológico,
sociológico, humanista, literario, vida familiar,
costumbrista, etc. A su vez, su lectura aporta
una riqueza informativa que nos permite reconstruir
imaginariamente a Santa Marta y a reflexionar sobre las
expectativas en que estuvieron sentadas las bases de su posible
desarrollo, que a la larga quedaron convertidas en puras quimeras
y otras en realizaciones parciales; como por ejemplo: en el siglo
XVI, su esencia estuvo en la búsqueda del metal; en el
siglo XVII, su futuro dependía del establecimiento de un
astillero y la apertura comercial portuaria; en el siglo XVIII,
aspiraba a convertirse en plaza de guerra y
conseguir su apertura comercial portuaria; en el siglo XIX, sus
sueños se mantenían en la apertura comercial
portuaria y la construcción del ferrocarril, y por
último en el siglo XX, sus ilusiones estuvieron sentadas
en el turismo, que
aún en el presente siglo las mantiene vivas.
La ciudad es el resultado de la suma de
aportes del proceso tejido
por los diferentes momentos históricos. Ella, está
considerada como un ente vivo que a diario sufre cambios,
imperceptibles para quienes la habitan, pero notables para sus
futuros moradores. En épocas pasadas, cuando no
habían inventado el vídeo y la fotografía, el acontecer histórico
se detenía en un lienzo, plasmando en él, paisajes
naturales y urbanos. Esta sustancia antigua, es reveladora de
numerosos detalles desaparecidos sobre aspectos de la vida
cotidiana, particularmente para el caso de Santa Marta, el
vicecónsul británico Edward Walhouse Mark
realizó unas interesantes acuarelas a mediados del siglo
XIX, colección publicada por el Banco de la
República. Estas ilustraciones y las fotografías de
finales del siglo XIX, muestran el panorama de Santa Marta en su
transición de la época colonial a la
republicana.
La cena en
Santa Marta
François Désiré Roulin,
1823
Colección de Arte del Banco de la
República
Otra fuente de información la constituyen las
crónicas de viajeros, protagonistas del presente trabajo, que
en su transitar por las ciudades describían detalles de la
vida cotidiana, imágenes
urbanas y paisajes naturales. Así como en el siglo XVI,
los geógrafos
consignaron en las bitácoras de navegación sus
impresiones sobre la región y sus nativos pobladores; los
ingenieros militares, religiosos y funcionarios de la Corona
española del siglo XVII y XVIII, escribieron sus
apreciaciones sobre la situación defensiva de esta ciudad,
la evangelización de los pueblos indígenas y la
riqueza de la flora y fauna de esta
región del Magdalena.
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