El término humanismo indica por un lado a la corriente
filosófica y literaria que tuvo sus orígenes en
Italia en la
segunda mitad del siglo XIV y todas las expresiones culturales y
artísticas que consideran la naturaleza
humana como centro vital en el mundo. En el proceso de
esta investigación nos detendremos a examinar
esta última condición.
De ahí que, tanto el humanismo renacentista como el
moderno o actual tengan en común:
- Interés por el hombre como ser único y
trascendental. - El permanente esfuerzo sistemático por estudiarlo
para comprender las razones que motivan su conducta,
sus virtudes y errores. - Una visión del mundo como la morada del hombre que
hay que ennoblecer. - Comprensión del carácter histórico y
teleológico del hombre. - La vocación argumentativa a partir del
reconocimiento de su lenguaje y
filosofía. - El reconocimiento de la multiplicidad cultural que expresa
las diversas posibilidades de realización humana. - Un comportamiento crítico y
propósitivo. - La comprensión del hombre como parte de la
naturaleza.
La cultura es
incapaz de la culminación total de la necesidad total del
hombre. Es por eso que la felicidad será y es, relativa.
Esta limitación de la cultura hace que el hombre sea un
ser insaciable, siempre dispuesto a cultivar más, a
cosechar mejor y, sobre todo a sembrar.
Hoy se propende al desarrollo de
una cultura global cuyas notas y características son:
mayor información, defensa de los derechos humanos,
aperturas democráticas en lo político, mayor
estabilidad de las instituciones
legítimamente constituidas, etc.
Sin embargo a pesar de las tendencias globalizantes, los
pueblos no se reducen a aceptar el esquema y de alguna manera hay
que reconocerlo, los regionalismos culturales se convierten en un
sistema de
contrapeso.
El hombre se resiste a convertirse en un producto. Por
eso trata de descubrir el fundamento de su condición
humana que trasciende y trata de colocar la cultura en sus
propias manos. De esta manera, el hombre acepta que la cultura es
un bien en sí mismo y un medio. Él comprende que
sólo la búsqueda de la verdad, la belleza y la
ética,
permite que no se convierta en instrumento de la cultura cuando
esta es un ente enajenante y violento.
La cultura famas podrá sustituir la naturaleza. Ella se
aprovecha, se desarrolla a través del trabajo humano
y de la tecnología.
Prescindir de la cultura es sumirse en la mayor de las pobrezas.
Ella es medio de que dispone el hombre para intermediación
cultural.
La cultura por su constitución:
- Es sistemática de conceptos y símbolos y, generadora de
desarrollo.
Por su modo de expresión:
- Se concreta en el arte, la
filosofía y estilo de vida.
Por su origen:
- Se inspira en el hombre, la naturaleza y el cosmos.
Por su visión:
- Es factor determinante de la tradición o ruptura
cultural.
Por su rango:
- Es particular o universal
Por su clasificación:
- Responde a una ética y una estética.
Por sus propósitos:
- Busca ennoblecer y promover la existencia humana.
Por su apropiación:
- Es popular, masiva, selectiva y elitista.
Por su desempeño:
- Es un quehacer profesional o aficionado.
Por su cualidad:
- Constituye tres elementos: investigación,
formación y creación.
Por sus niveles de acción:
- Se desarrolla en una aldea, una vereda, el barrio, el
municipio, la región, una nación, etc.
Para las naciones desarrolladas que cuentan con un
extraordinario impulso material y espiritual de la herencia del
pasado, como lo es Europa,
Norteamérica, algunos países asiáticos como
China,
Japón,
Corea, por solo citar unos casos, la cultura es un asunto de
importancia radical.
Pero en el caso de los países pobres o en transito al
desarrollo se constituye en uno o varios problemas. Bien sea por
falta de identidad o
por fragmentación cultural o por la existencia de
manifestaciones culturales negativas como la violencia, el
narcotráfico, el contrabando,
la trata sexual, etc.
La cultura expresa el desarrollo material y espiritual de
muchos pueblos. En el caso de Colombia el
paradigma es
que hace falta desarrollo científico, tecnológico,
deportivo, artístico, hace falta más vida cultural,
hace falta rescatar valores y todo el patrimonio
cultural oculto en el olvido. En esta monografía se entiende la cultura como un
la producción humana que afecta su
representación ideológica, mental y estilo de
vida. De ahí que, vale impulsar la reflexión
filosófica, el impulso a la
investigación y la ciencia. De
la misma manera promover el deporte, la artesanía, la
formación tecnológica y la formación en
valores.
Si bien es cierto la cultura popular es la fuente
primordial de creación inagotable de los pueblos,
puesto que ella produce y reproduce la visión del
colectivo social. También es cierto que ella puede en
determinado momento o circunstancia ser un obstáculo
que facilite el desarrollo integral de la nación.Una cultura popular progresista no atenta contra los
ideales humanísticos del hombre. Pero sí suele
ocurrir lo contrario, cuando ella expresa en forma negativa
la existencia humana. Esto suele pasar con las culturas
penetradas por los valores de los agentes de la violencia,
del narcotráfico o de los mercaderes que convierten la
cultura en una feria en donde todo vale y todo se puede
comprar como una simple mercancía.La cultura popular es fecunda cuando se manifiesta en las
inagotables creaciones colectivas como los mitos, el
baile, las leyendas,
las fiestas, la música, los relatos, las concepciones
de vida, etc.La mayoría de las raíces de las culturales
nacionales (ciencia,
tecnología, filosofía, arte, literatura,
etc,) están sembradas en las culturas
populares. Es el caso de Brasil, China
y cuba.CULTURA
POPULARLos valores culturales son como el patrimonio hacedor que
permite perdurar y mostrar la fortaleza de una sociedad.
Estos valores son pautas de comportamiento y creatividad, son los horcones sobre los cuales
descansa el andamiaje del ideal de un pueblo en construcción."El humanismo (americano) es la cosmovisión
integral de los conocimientos al servicio
total del hombre…En este humanismo el hombre es un ser de
carencia que la cultura superior rescata de la soledad y la
ignorancia. Este humanismo se opone en lucha tensa al
neoliberalismo, que amenaza con hacer de los
pueblos de América, rebaños obedientes, que
no atalayan el futuro ni se atreven a cuestionar la
situación en que viven" Pastrana RodríguezEn América
Latina lo original de su cultura consiste en el pensamiento humanista que no está
aislado de la realidad, no hay marginalidad
en torno al
saber universal, al contrario es fuente fecunda de
inspiración científica y cultural. Pero el
saber universal del hombre americano esta enraizado con la
autenticidad, es decir, la capacidad liberadora y progresista
en pos de construir una cultura que supere las dificultades
propias del continente.Amerita Latina debe asumir los grandes adelantos de
nuestro tiempo
como la telemática, la robótica, el Internet, los
correos electrónicos, la telefonía celular, la telemedicina y, demás avances de la
cultura universal como suyas. No olvidemos que La cultura es
patrimonio y también quehacer, tradición que
consolidad la identidad.En tal sentido Rubén Darío, José
Martí, Silva, Gutiérrez
Nájara, Borges,
Neruda, García
Márquez, etc., han hecho de nuestros países
un verdadero Nuevo Mundo.HUMANISMO AMERICANO
El ingreso de América Latina a la modernidad, la obliga a ocupar un sitio de
vanguardia
cultural. Ya conocemos los desafíos que tienen
nuestras sociedades, uno de ellos, tal vez, el
más importante por resolver es la desunión de
las naciones americanas. Con tantos factores comunes como la
lengua, la
historia, la
tradición, la diversidad étnica y cultural, los
deseos de transformación, la superación de los
conflictos
internos. En consecuencia Humanismo y cultura, al servicio de
la integración y el desarrollo material,
moral y
espiritual de América.CONCLUSIÓN
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Pastrana Rodríguez Eduardo. Reforma Universitaria,
cogobierno y humanismo. El Pretil editores, 2006.
Plaza Eleazar. Redefinir y planificar el desarrollo cultural.
Centro Editorial Univalle
Sellés Juan Fernando. La persona Humana.
Vol II. Universidad de la
Sabana, 1997
Tentori Tulio. Antropología Cultural. Herder, 1981
Torres Lizandra, y Lina. Sociedad y Cultura
contemporánea. Editorial Thomson, 1999.
Villa Uribe Claudia. Las humanidades en la formación
universitaria. CUAO, 2001.
Por
Álvaro Mina Paz
Docente del Departamento de Humanidades Universidad Santiago
de Cali
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