Las tecnologías de información y comunicación – El Cluster Córdoba Technology
- Objetivo del
trabajo - Programas
de desarrollo y promoción industrial en la provincia de
Córdoba - El sector
de la industria de tecnologías de información y
comunicación - El Cluster
Córdoba Technology - Conclusión
- Bibliografía
OBJETIVO DEL TRABAJO:
En este trabajo se pretenderá analizar el sector
de las Tecnologías de Información y Comunicación (TICs). Comienza con una
introducción referida a la competitividad, mercados
globales, desarrollo,
PYMEs y
clusters.
Continúa con un repaso de los programas de
promoción industrial y de desarrollo de
cadenas productivas. Como tercer punto se hace una
presentación de indicadores de
coyuntura de las TICs, en el Mercosur, y en
Argentina, y su evolución en el país. Para finalizar
se analiza el Córdoba Cluster Technology, un agrupamiento
empresarial formalizado, que también incorpora instituciones
educativas y subagrupamientos surgidos como consecuencia de su
accionar, y para lograr los objetivos de
las empresas que lo
conforman.
1.1. La Economía global
Si analizamos muy someramente lo que sucede en la
economía mundial nos damos cuenta que la
característica que distingue los tiempos que vivimos
es el cambio
acelerado y errático, la fuerte turbulencia, los
saltos discontinuos, la disipación sorpresiva de las
condiciones del medio hacia nuevos estados de equilibro
transitorio, alejados de las condiciones
anteriores.En este nuevo escenario: la economía global;
la prosperidad se sustenta en habilidades,
tecnologías, diferenciación, innovación y sinergia,
que los mismos actores locales son responsables de crear. Ya
no hablamos solamente de ventajas comparativas, como clima,
recursos
naturales, etc, sino que se pone énfasis en las
ventajas competitivas. Así vemos el caso de muchos
países cuyas ventajas comparativas son muy superiores
a otros, pero que internacionalmente son menos
competitivos.El desafío de estos tiempos, es, entonces,
crear ventajas competitivas para lograr el crecimiento y
desarrollo
económico, ya sea de una empresa,
un cluster, una región o un país.El contexto general en el que las
empresas operan y compiten, está dado por varias
esferas que se superponen y complementan entre sí.
Así podemos identificar un marco
económico, un nivel de adelanto
tecnológico de la sociedad, una organización y un clima
político, un sistema legal, una
organización social, una identidad cultural, factores
demográficos, ecológicos,
geográficos y un aspecto
comunicacional, referido al impacto de los medios
de comunicación en la sociedad.Estas son las aristas que constituyen el
escenario, y que definen una infraestructura (en el nivel
del cluster, región o país) lo que genera,
a su vez determinados patrones de competitividad de ese
grupo
de empresas, cluster, ciudad o país. En función de ese análisis, algunos clusters, no
todos, serán o no competitivamente
viables.Por otro lado, el contexto inmediato
está compuesto por todas las otras organizaciones e individuos con los que la
empresa mantiene una interacción directa, que determinan
la competitividad de un cluster, ciudad, región o
país.Determinantes de la competitividad de un
cluster (Levy)- El entorno, determinante de la
competitividad. - Las PYMEs en Argentina.
INTRODUCCIÓN
En la actualidad, la recuperación
económica del país representa una dinámica en la cual el comportamiento
de las PYMEs se ha destacado. Tras muchos años en los
cuales sus posibilidades de crecimiento se vieron opacadas por la
competencia de
productos
importados, altas tasas de
interés que impedían su modernización o
el escaso crecimiento de la economía, en la coyuntura
económica post- devaluación muchos de estos limitantes se
vieron de hecho eliminados o reducidos en su impacto.
Al amparo de un
tipo de cambio
sobrevaluado, que impuso protecciones a las empresas productoras
de bienes no
competitivos internacionalmente y que estimuló la demanda
externa de aquellos con potencial exportador, finalmente el
crecimiento de la economía nacional se pudo traducir en
una mejor situación para estas PYMEs.
Lamentablemente, esta favorable coyuntura está
basada principalmente en factores de corta duración en el
tiempo, en
ventajas comparativas y no competitivas.
La era económica post devaluación surgida
a partir del 2002 se caracterizó por un aumento
significativo de la liquidez entre los agentes particulares. El
fuerte superavit fiscal
primario restó la otrora principal fuente de
absorción de los recursos
privados, lo que sumado a la falta de confianza hacia las
instituciones bancarias, contribuyó a una temporaria mayor
disponibilidad de fondos no bancarios dispuestos a encarar
proyectos
productivos y de inversión.
En el caso particular de Argentina, tanto antes de la
devaluación como luego de ésta, la dificultad de
las PYMEs para acceder a un financiamiento
de característica "productivo", es decir, de largo plazo y
con un costo que no
ponga en riego su patrimonio,
todavía se mantiene, principalmente por la alta
informalidad de estas empresas.
1.4 El desarrollo local frente a la
globalización.
La globalización genera una lógica
que tiende a disminuir las autonomías, a aumentar las
interdependencias, a acrecentar la fragmentación de las
unidades territoriales, a producir la marginación de
algunas zonas. La globalización supone un nuevo paradigma
organizacional que necesariamente está acabando con el
anterior.
En las últimas dos décadas, se han ido
delineando al menos tres maneras de situar el tema de lo local
frente a la globalización:
- Afirmando el carácter determinante de lo global sobre
lo local: La globalización es avasallante y vuelve
imposible todo planteo de desarrollo local. No hay por lo tanto
actores locales o regionales que puedan organizar algún
tipo de resistencia al
dominio de
lo global. - Postulando lo "local" como alternativa a los males de
la globalización: Esta tendencia visualiza lo local como
alternativa a un proceso de
globalización negativamente connotado, planteando por lo
tanto una suerte de revolución anti-global que devuelva a los
actores locales el poder
necesario para construir auténticas democracias. Es un
enfoque con fuertes acentos ideológicos, que concede a
la dimensión local todos los atributos positivos
amenazados por la globalización. - Destacando la articulación local- global, al
interior de una comprensión compleja de la sociedad
contemporánea: Se basa en un análisis de la
complejidad de los procesos que
caracterizan la sociedad contemporánea, intentando
superar la antinomia global- local por un esfuerzo de
articulación al interior de una real
tensión.
En este último enfoque se ubican las
pequeñas y medianas empresas (PYMEs) como el factor de
crecimiento de las economías, a través de la
integración con otras empresas,
instituciones, etc. Conformando así un encadenamiento
productivo o cluster.
En este marco, las Tecnologías de
Información y Comunicación (TiCs), se constituyen
en el sector de apoyo y soporte para el funcionamiento de los
demás sectores industriales, de gobierno,
educativos, etc. ya que provee las herramientas y
tecnologías indispensables para el crecimiento y
desarrollo de las empresas, permitiéndoles mejorar su
eficiencia y
resultados, como así también posibilitando la
integración empresarial e interacción cooperativa y
competitiva, que resultan en los diferentes clusters.
1.5 Los clusters o encadenamientos
productivos:
Usualmente, la PYMEs se caracterizan por poseer una
estructura
flexible a las condiciones cambiantes, lo cual se constituye en
una fortaleza y a la vez en una debilidad para las mismas, la
fortaleza radica en que les permite actualizarse constantemente,
por otra parte, la debilidad se presenta al momento de competir
con las grandes empresas que cuentan con la capacidad de abarcar
mercados más amplios, ventajas comparativas y
economías de escala. Por esta
razón, se hace necesario que las PYMEs adopten estrategias
adecuadas que les permitan competir al mismo nivel de las grandes
industrias, es
decir, estrategias que les permita tener la estructura de una
gran empresa, pero sin perder su flexibilidad.
Tanto en países desarrollados como en vías
de desarrollo, existe una importante cantidad de evidencia que
apoya la importancia de los encadenamientos productivos en el
desarrollo del sector de las pequeñas y medianas empresas.
La experiencia europea indica que las PYMEs pueden no presentar
desventajas con respecto a las grandes firmas si las primeras son
capaces de beneficiarse de las ventajas de la formación de
clusters. La explicación de ello surge de la
colaboración que éstos prestan en el incremento de
los niveles de competitividad de aquellas.
No hay una definición única de cluster,
pero lo que enfatizan los estudios que han proliferado en los
últimos años, es su potencial para incrementar la
eficiencia por medio de diferentes formas de articulación
empresarial.
Schmitz introduce la noción "eficiencia
colectiva" y distingue dos mecanismos que llevan a
ésta:
1. Las economías externas positivas (o
eficiencia colectiva pasiva) son ahorros que una empresa puede
realizar debido al accionar de otros actores. Surgen cuando estos
actores no pueden incorporar todos los costos y
beneficios de una actividad, p.ej. cuando el resultado de una
investigación o una inversión en
capital humano
"se derrama" hacia otras empresas. Economías externas no
necesariamente requieren una concentración
geográfica, pero la cercanía física de los actores
complementarios suele facilitar la actividad Además, se
distingue entre economías externas positivas generales
(p.ej. la existencia de buenas conexiones viales) y
específicas (p.ej. mano de obra calificada en una
determinada actividad).
2. La acción
conjunta (o eficiencia colectiva activa) se refiere a medidas
deliberadas, incluyendo la asociación con otros
interesados para velar por los intereses del gremio (por ejemplo
para exportar), intercambiar informaciones, contratar un servicio
compartiendo los costos, ganar mercados a través de una
oferta
única del grupo. Esta acción conjunta puede darse
directamente entre dos o más empresas o bien a
través de asociaciones gremiales e instituciones de
fomento.
La mayoría de los autores comparte este
énfasis en la eficiencia colectiva, agregando en las
definiciones algunos elementos de externalidades y acción
conjunta, p.ej.:
• Externalidades positivas que resultan de una
oferta local de mano de obra calificada en una determinada
actividad;
• Vinculaciones hacia adelante y atrás que
integran las empresas del cluster en un tejido
industrial;
• Un intercambio intensivo de informaciones entre
empresas, instituciones e individuos en el cluster, dando lugar a
un ambiente
creativo e innovador;
• Diferentes acciones en
conjunto destinadas a generar ventajas competitivas para las
empresas locales;
• Un buen desarrollo de instituciones de fomento
que ofrecen servicios
especializados para las empresas del cluster;
• Un cierto grado de coherencia socio-cultural
(valores
compartidos y confianza mutua) que facilitan la
cooperación.
ESTRUCTURA DE CLUSTER. Fuente: Acosta.
En consecuencia, podemos decir, que la formación
de estructuras de
cooperación es la estrategia que
están adoptando las empresas en la actualidad para hacer
frente a los mercados globalizados. Las TICs juegan un papel
fundamental en esta estrategia. Por consiguiente se puede
concluir que el aumento de la competitividad está
relacionado con la capacidad de éstas para la
formación de diferentes estrategias de cooperación
como los agrupamientos empresariales o clusters, por consiguiente
la principal debilidad no es el tamaño de la empresa sino
su aislamiento.
EL IMPACTO DE LAS TI EN LA
ECONOMÍA
Fuente: IW-Global News 23/05/02 número
01.
- Incrementan la competitividad y productividad
de las economías nacionales y de las
corporaciones. - Son generadoras de empleo,
permiten la innovación permanente y facilitan la
creación y ampliación de
mercados.
El capital
dejó de ser "el" factor determinante en
los procesos de creación de riqueza económica
mundial. Las tecnologías de la información (TI)
pasaron a ser las locomotoras del crecimiento al
constituirse en las principales fuentes de
competitividad.
Una clara prueba de ello es que en la segunda mitad de
los ’90, Estados Unidos,
algunos estados de la Unión
Europea (UE) y otros países de la OCDE (como Australia
y Canadá) registraron un salto de la productividad, un
freno o reducción de la inflación y un descenso del
desempleo.
En los Estados Unidos, la inversión en
tecnologías de la información pasó de 2,60 %
del PIB en 1992 a
7 % en 2001, gracias a lo cual entre la primera y la segunda
mitad de la década pasada, la productividad global
norteamericana aumentó 0,6 puntos porcentuales.
En la Unión Europea, la inversión en tecnología
pasó de 1,81 % en 1992 a 4 % en 2001. Sólo en el
2000, el sector de las TI crearon 1,6 millones de puestos
de trabajo netos.
Además del impacto en la economía, las TI
afectan, sobre todo, a la
organización y dirección de las empresas. Todo ello fue
posible, básicamente, gracias a dos procesos:
- La reducción imparable de los precios de
los semiconductores y el aumento de su capacidad de
procesamiento en los últimos cuarenta
años. - Los adelantos en los programas
informáticos y de las tecnologías de control, que aumentaron la capacidad y
la facilidad de uso, lo que mejoró la calidad de los
productos y servicios.
Valor agregado
Según rescatan los especialistas, las tecnologías
de la información tienen efectos específicos sobre
el desempeño de las empresas, más
aún cuando se enfrenta un contexto de crisis.
Algunos de ellos son:
– Reducción de costos y aumento de la
productividad.
– Innovación constante.
– Creación y ampliación de
mercados. (particularmente, en el sector de los
servicios: la televigilancia, la generación de contenido,
la asesoría técnica remota, el análisis
financiero, de crédito
y de riesgo, la
recuperación de cartera, la gestión del
conocimiento y el comercio
electrónico, entre otros).
– Desarrollo empresarial. Las TI promueven el
outsourcing -o
tercerización- de funciones que se
pueden hacer fuera de la compañía.
Además de todo esto, las TI "posibilitan la apertura de
nuevos mercados y el acceso a canales globales de distribución", explica Marcelo Lema,
presidente de IBM Argentina. Y asegura: "Las TI, por lo
tanto, son la clave para la reactivación
económica".
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