- Inicios del cultivo en la
Argentina - Extracción del
aceite - Principales
usos de la soja - Descripción
de cada intermediario - La
industria de la molienda de granos
oleaginosos - Mercado
Interno - Exportaciones
- Formación
del Precio - Financiamiento
para la producción y
comercialización - Desarrollo de
la hipótesis y posibles soluciones - Estrategias
empresariales - Conclusión
Introducción
Origen y difusión en el
mundo
La soja es nativa
del este asiático, mas exactamente originaria del norte y
centro de China. Su
producción estuvo prácticamente
localizada en esa zona hasta después de la guerra
chino-japonesa. Luego, de China se diseminó a Corea y
Japón
en distintas épocas, pasando luego desde China a Indonesia
y Polinesia.
En Europa las
primeras semillas fueron traídas en 1740 desde China a
París donde fueron plantadas. En 1875 y los años
subsiguientes, se trató de difundir este cultivo por
Europa pero la producción no se extendió,
probablemente por problemas de
manejo y pobres condiciones climáticas.
A partir de embarques de grano y productos de
soja realizados a Europa cerca de 1908, la especie atrajo la
atención del mundo: En América
fue introducida a Georgia (EE.UU.) en 1765, desde China,
vía Londres y, posteriormente, en 1851 se
multiplicó y diseminó. En Brasil fue
introducida en 1882 verificándose un aumento de la
producción a partir de 1973
Inicios del
cultivo en la Argentina
En la Argentina se realizaron distintos intentos para
arraigar este cultivo:
Las primeras plantaciones de soja en el país se
hicieron en 1862, pero no encontraron eco en el campo argentino
de aquellos años.
En 1925, el Ministro de Agricultura Le
Bretón introdujo semillas de soja desde Europa y
trató de difundir su cultivo. También, a comienzos
del siglo XX, la Estación Experimental Agrícola de
Tucumán (EEAOC) comenzó con la
experimentación del cultivo de soja, publicando los
primeros resultados en el año 1912. si bien los resultados
de todos estos ensayos fueron
considerados satisfactorios, el cultivo no logró obtener
difusión entre los productores.
El cuarto emprendimiento se inició en 1956,
cuando la empresa privada
Brant Laboratorios SA fundó una filial llamada Agrosoja
SRL realizó un convenio de investigación agrícola con el
organismo oficial específico, la Dirección general de Investigaciones
Agrícolas. Este convenio fue el primero suscripto en el
país que asoció el esfuerzo privado y oficial para
emprender un plan de
investigación agrícola destinado a una especie
todavía no cultivada en la Argentina, el cual
establecía que el organismo oficial pondría a
disposición del plan de investigaciones el campo
experimental, el personal auxiliar
y la maquinaria agrícola necesarios para los ensayos a
realizar. Agrosoja contribuiría con la designación
y costo de los
ingenieros investigadores.
Durante la campaña 1960/61, Agrosoja
realizó distintos ensayos de promoción del cultivo en las provincias de
Santa Fe y Córdoba y el norte de Buenos Aires. En
la campaña siguiente se hizo extensiva la tarea a
Tucumán.
Se probaron diferentes cultivares en 59 localidades de
todo el país, desde Viedma ( Río negro) hasta Gral.
Guemes (Salta), para determinar su adaptación, dando luego
como resultado la aparición del primer mapa de
localización de variedades en la Argentina. Los trabajos
fueron financiados por el INTA. Otro aporte significativo lo
constituyó la aparición de la clasificación
de tipos agroclimáticos para el cultivo de la soja, que
permitió disponer de una regionalización del
territorio argentino para cultivar esta oleaginosa con las
mayores probabilidades de éxito.
Además del avance en el
conocimiento técnico, algunas de las acciones
oficiales que contribuyeron a la expansión de la soja
fueron las siguientes:
- La Secretaria de Agricultura y Ganadería de la Nación fijó en 1965 un precio
mínimo oficial para el grano de soja, garantizando
así la compra de la producción al
agricultor. - El 19 de septiembre de 1966 se dictó una
Resolución por la cual se determinaba un precio
sostén para la adquisición de este grano por
la ex Junta Nacional de Granos para Corrientes, Misiones,
Salta, Chaco, Formosa y Tucumán. - En 1972, por Decreto 4406, el Poder
Ejecutivo declaró de interés nacional
el cultivo de la soja.
Como consecuencia del esfuerzo dedicado a la
investigación, conocimiento y
promoción del cultivo, la Argentina pudo exportar grano de
soja por primera vez. Esto ocurrió el 5 de
Julio de 1962 a través del buque "Alabama", que
partió en esa fecha llevando en su interior 6000 t de soja
argentina con destino a Hamburgo (Alemania),
para ser comercializada en Europa.
En síntesis,
hacia 1956 en la Argentina no se conocían aún los
aspectos básicos de la soja como cultivo. Los fracasos en
la implantación hicieron que fuese considerada para esa
época como cultivo tabú. En consecuencia, era
"pérdida de tiempo"
investigar sobre la misma. Sin embargo, la perseverancia y el
esfuerzo de investigación y promoción del cultivo
realizado por unos pocos "creyentes" permitió su
implantación definitiva a partir de la década del
60.
Se incrementó en los años 70, hasta
alcanzar en la actualidad más de 6.366.000
hectáreas cosechadas, con una producción de
más de 11.013.000 toneladas, cifra que constituye el 7,8%
de la producción mundial, que convierten a la Argentina en
el cuarto productor mundial de grano, el primer exportador
mundial de aceite de soja
y el segundo de harina de soja. Como consecuencia, la soja es el
producto de
exportación de mayor incidencia en el PB
Agropecuario del país y el mayor generador de divisas,
actualmente cultivada desde los 23º a los 39º de
latitud sur, concentrándose principalmente en la
región Pampeana ocupando actualmente cerca del 95% del
total del país, continuando Santa Fe, Córdoba y
Buenos Aires como las provincias de mayor producción, por
área sembrada y magnitud de rendimientos.
Argentina, conjuntamente con EE.UU. (52,3%), Brasil
(18,5%) y China (9,4%), representan el 88% del total
mundial.
Extracción del aceite
- Durante la cosecha, la soja es almacenada en plantas de
acopio e industrialización, con una humedad del
13%. - Al llegar a la industria,
el grano es secado hasta alrededor del 10% de humedad, para
facilitar su limpieza, descascarado y posterior
acondicionamiento. - Los granos son partidos, pasando por molinos
quebradores y luego por zarandas con aspiradoras, para remover
partículas de cáscara y polvillo. - Los granos quebrados van a un calentador rotativo,
donde son sometidos a temperaturas de 60 a 65º
C. - Se pasa luego al proceso de
laminado que tiene por finalidad el aplastamiento de la
semilla, reduciéndola a una lámina de alrededor
de 0.30 mm de espesor para que las células
que contienen el aceite se rompan y faciliten la posterior
extracción del mismo. - En casi todas las plantas, el aceite se extrae por
medio de solventes siendo el hexano el medio principal de
extracción, el cual es bombeado sobre el lecho de soja
laminada y extrae y arrastra las micelas ricas en
aceite. - Las micelas que salen del extractor de aceite tienen
un contenido de 25 a 30% de aceite. Son filtradas para remover
partículas en suspensión. El solvente finalmente
es removido en columnas de terminación que operan bajo
vacío, donde se logra eliminar los gases de
hexano. - El aceite completamente libre de solvente es
desgomado, para eliminar fosfátidos, y luego se lo
enfría a temperatura
ambiente y
ya enfriado, se lo bombea a los depósitos de almacenamiento, donde permanece hasta su
posterior comercialización o
refinación.
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