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Manifestaciones y Representaciones del Mal (página 3)



Partes: 1, 2, 3, 4

Partes: 1, , 3, 4

"con habilidad, el Malvado utiliza
la carne y

el mundo como sus acólitos
más fieles"…

Sor Juana Inés de la
Cruz.
Refranero
popular.

"Expedientes Satánicos".

Investigaciones antecedentes.

No son demasiadas las investigaciones
antropológicas que se hayan realizado directamente
enfocando la problemática del mal, encarnado en la figura
del Diablo. En todas las culturas, afirmamos sin temor a
equivocarnos, existen deidades malignas que perturban la vida
cotidiana de los actores sociales. Sabemos, a través de
numerosos relatos etnográficos y
mitológicos, que en la cultura
escandinava se hablaba del inquietante Loki ("Textos
Mitológicos de las Eddas" de S. Sturlusson), en la griega
de Hades (Virgilio), en la mesopotámica de Marduk, entre
los indígenas de la Gran Sabana venezolana se hace
mención a Odo´sha; y así sucesivamente todas
las culturas han tenido y tienen sus figuras y símbolos del mal, que en algunos casos
sirven para equilibrar la balanza entre el eterno juego entre lo
bueno y lo perverso.

En nuestra civilización occidental, la palabra
"demonio" apunta hacia los símbolos malignos que figuran
en la Biblia (de raigambre judeocristiana). Es decir, que, cuando
se habla del mal, suele pensarse en Satanás, Lucifer o
Belcebúj . De allí en
adelante es la figura del Lucifer "cristiano" la que se toma para
cualquier concepto de
"Demonio" o "Jefe" de demonios. Durante la Edad Media,
las deidades infernales fueron clasificadas según
jerarquías, con el fin de conocerlas mejor para
combatirlas efectivamente…d

Es a partir de esta concepción que iniciamos la
búsqueda de antecedentes bibliográficos
provenientes de las ciencias
sociales. En prima facie optamos por profundizar, dado el
recorte de nuestro problema de investigación, en obras de cuño
vernáculo como:

  • Presencia del Diablo, de Felix y Marta
    Coluccio.
  • Seres Sobrenaturales de la Cultura Popular
    Argentina, de Alfredo Colombres.
  • Antología del Litoral Argentino, de Eugenio
    Castelli.
  • Fausto, de Estanislao del Campo.
  • Santos Vega, de Rafael Obligado.

Todas estas obras desde la etnografía, el folklore y la
literatura hacen
referencia a diversas manifestaciones o encarnaciones de la
figura del Diablo, o de algún demonio, en personajes – o
personificaciones – autóctonos, por lo que no
serán en el presente trabajo
analizadas dado que tomamos la problemática bajo la
perspectiva judeocristiana y, más aún, dentro de
credos específicos.

Observa Adolfo Colombres que "seres imaginarios que
escapan al rigor de las leyes
biológicas y físicas, han poblado siempre las
noches del planeta y también la luz, sin que la
era del átomo y la
cibernética haya podido acabar con ellos,
acaso porque el conocimiento
científico y las utopías sociales están
aún todos los miedos ancestrales del hombre y de
colmar sus esperanzas"… (Colombres; 8: 1992)

Ya en 1862 Michelet, y pocos años más
tarde Frazer, con un punto de vista muy particular ,
señalaban que la fuerza
más poderosa en la gestación de las
mitologías en los primitivos es la desesperación,
el miedo a la muerte, el
miedo al devenir. Cuando estos mitos
traspasan la barrera de la mente y pasan a formar parte del
universo
sensorial es cuando adquieren presencia en la mentalidad
colectiva; sólo basta con que un actor social lo "vea", lo
"oiga", lo "toque", en pocas palabras lo "sienta". Sobre la
función
específica de los mitos Elíade afirma que es la de
aportar "justificaciones a las necesidades internas de una
sociedad y a
sus desequilibrios". (Eliade; 1976) Al fin y al cabo… no es el
mito acaso una
forma más de definir y explicar el universo que
nos rodea más allá de la antigüedad que tenga
este?

Roland Villeneuve en su obra "El Universo
Diabólico" señala que es común que en la
vida cotidiana el bien y el mal convivan en una misma persona, pero "el
espíritu humano no ha podido prescindir de un sistema
dualista… de ahí que los demonios muestren su faz atroz
en la casi totalidad de las culturas, como símbolos de las
repulsiones, ansiedades y deseos inconfesables de un pueblo"…
(Colombres; 1992)

No queremos dejar de lado el trabajo de
un científico no proveniente de las ciencias
sociales – por lo que para nosotros resulta por demás de
significante, porque nos ha abierto un nuevo universo para
nuestro problema de investigación -, "Biología del Diablo"
de Jean D. Vincent. Este prestigioso y osado neurobiólogo
plasma en su producción una visión por
demás de original acerca de la función que
cumpliría el Diablo en nuestra anatomía, partiendo
de la nada errónea idea de que el bien y el mal plasman en
primera instancia su batalla en nuestro imaginario. Postula que
"el misterio de Satanás es inseparable del misterio de la
vida. Decir que el Diablo existe es reconocer su parte, hecha de
células, de nervios, de sangre. Estudiar
al Diablo es estudiar la vida, mezclada con el sexo y la
muerte"…
(Vincent; 1997)

A través de los diferentes enfoques literarios
podemos ver como una las representaciones más comunes
concernientes al mal han sido las de concebirlo como encarnado en
algún tipo de ser. El mal, como el bien en la figura del
Kristos, también se hace carne para habitar entre los
hombres. Así vemos como un Mandinga, una Salamandra, el
Familiar, un Lobizón, un Mefistófeles, o el
mismísimo Diablo a secas son personajes que intervienen en
la cotidianeidad de los actores sociales, exacerbando en estos
todo tipo de sentimientos y sensaciones típicamente
humanas como el odio, el temor, la traición, la venganza,
la ira, la pereza…

Manifiesta G. Durand (1993) que "el Diablo forma
parte de nuestro saber mítico y, como tal, se corresponde
con las estructuras
elementales del imaginario de los hombres"…u

Un párrafo
aparte para el investigador, profesor y por
sobre todas las cosas amigo inolvidable que tanto influyó
para que nos decidiéramos, a partir de su cátedra
de Formas de la Conciencia
Social, cátedra esta hoy conducida por nuestra directora
de Tesis, a
introducirnos por completo en las problemáticas referentes
al universo de lo mítico, de lo mágico, de lo
religioso, nos referimos al licenciado Buenaventura "Tura"
Terán.

A continuación trataremos sobre algunas
creencias, que, a nuestro entender, tienen el papel perpetuo de
actualizar la idea de Mal, dentro de variadas tradiciones
religiosas

El diablo como encarnación del
mal

Considerando lo dicho en el punto anterior, acerca de la
simultaneidad que en el pensamiento
religioso judeocristiano se da entre la creación y el
origen del mal, es posible notar que en muchos mitos este curioso
y sempiterno personaje, el Diablo, parece intervenir cuando el
Dios ha culminado la creación, con las más intensas
intenciones de crear malestar, desavenencias, y a la vez
apropierse de la más (im) perfecta creatura: el
Hombre.

Durante una investigación previa, como
mencionamos anteriormente, determinados entrevistados afirmaron
temerle, en demasía, al Diablo, y el contenido de estas
conversaciones fueron estimulando nuestro interés en
la temática, pero en grado más
específico.

Así como en nuestra investigación son
analizadas e interpretadas diferentes representaciones del mal a
partir de determinadas tradiciones religiosas, donde puede este
mal estar encarnado o no en la figura del Diablo. Por otro
lado, existe en la cultura popular, en el folklore,
todo un imaginario social sobre el diablo, con el que estamos ya
familiarizados en nuestra vida cotidiana, cuestión que no
nos atañerá en esta investigación pero que
no podemos dejar de hacer una breve mención. La "persona
del maligno" se encuentra presente, por fuera de la religión, en una gama
por demás extensa de representaciones de

nuestra vida cotidiana, en manifestaciones de la
"cultura joven", en el arte, en el
deporte, en el
diálogo
cotidiano, etc.y :

  • Thor escandinavo), el demonio Étrigan (una
    especie de demonio del medioevo), Gosth Rider (un demonio con
    intenciones benévolas y justicieras), Mefisto (el diablo
    propiamente), Dare Devil, los Parademon (demonios de otras
    dimensiones), etc.
  • en blasones, banderas y ornamentos deportivos
    (Independiente en la Argentina, el América de Cali, en Colombia, la
    selección de Bélgica, el
    Manchester United, son mundialmente reconocidos como los
    Diablos Rojos),
  • en el mundo del espectáculo (producciones del
    género terrorífico como La
    Profecía, El Exorcista, El
    Príncipe de las Tinieblas, El bebe de Rosemary, La
    llamada del Infierno, Drácula, Estigma, son
    películas casi de culto y jamás han perdido
    vigencia),
  • en marcas de
    bebidas alcohólicas (como la cerveza belga
    Satán o el oneroso escocés Diablo
    Azul),
  • en la música,
    desde los años ´70, con el nacimiento del heavy
    rockh , se ha dado la constante de
    asociar a esta variedad del rock&roll
    tipo con el satanismo o
    la invocación al Demonio;

U los Rolling
Stones
son conocidos universalmente como Their Satanic
Majesties,

U Black
Sabbath
, la banda de Ozzy
Osbourne, en los escenarios realizaba una especie
de misa negra o aquelarre;

U Iron
Maiden
tiene en todos sus shows un demonio como mascota –
Eddie -,

U la banda inglesa
Led Zeppelin – en su tema "Escalera al Cielo" hace
alusión al Infierno, donde quieren encontrarse con
Satán;

U los australianos de
AC/DC con sus archiconocidas "Autopista al
Infierno" y "Campanas del Infierno",

U y en la actualidad
hay un personaje que concentra la atención de los sectores más
puritanos de su país: Marilyn Manson quien
se considera un continuador de Nietzsche, de
Anton La Vey y de Aleister Crowley a quienes considera como sus
grandes influencias porque todos ellos "han sido anticristos a su
manera"; por lo visto él desea seguir sus pasosw , son algunos de los casos de los más
conocidos)

  • en dichos y refranes populares ("el Diablo sabe por
    Diablo pero más sabe por viejo", "donde el Diablo
    perdió el poncho", "el Diablo metió la cola",
    "comer santo y cagar Diablo"),
  • en cuentos,
    leyendas,
    epopeyas y demás formas literarias,

en los cómics, donde existen personajes de tintes
demoníacos que pueden ser buenos o malignos según
las circunstancias: Loki (con orígenes en el medio hermano
"travieso" del Dios

  • y decenas de ítems más –
    iconografías, Santería, graffitis, etc. – que nos
    llevarían a un detalle más que profundo y
    extenso.

Sentimos como indica uno de los temas más
reconocidos de los Rolling Stones una "simpatía por
el Diablo".

No es incierto señalar que muchas, o la
mayoría, de las concepciones que manejan los actores
sociales sobre determinados elementos o personajes
teofánicos devienen directa o indirectamente de la
religión – hogar esta de los más dispares conceptos
e intrincados sistemas de
símbolos y creencias -, más allá que puedan
encontrase en situaciones no propiamente religiosas.

Evidentemente, el Diablo o sus distintas
manifestaciones, no aparece de la nada en la vida de los actores
sociales. Existe, por lo tanto, una profunda red de significaciones
– tradiciones, creencias, cuentos, mitologías,
leyendas – que contribuyen a otorgar presencia cotidiana a esa
figura.

Dios y Diablo como agentes opuestos y
complementarios.

En el Cristianismo,
así como en las religiones
monoteístas emparentadas, como el Islam y el
Judaísmo, Dios es concebido como un ser supremo
(expresión que implica que no hay nada por encima) en el
seno del cual se concentra todo lo divino…" Esta
definición perteneciente a H. P. Blavatskyk no hace más que plantear cual puede ser
el alcance del poder de la
divinidad dado que se encuentra por encima de toda su
creación; sin embargo de toda su creación
sólo los hombres le rinden adoración y culto, es
más son los únicos que saben de su
existencia.

Podemos ir estableciendo algunas cuestiones
básicas para el desarrollo de
nuestra investigación:

  • el mal no puede existir para nosotros sino como
    contrapartida del bien, con contraste y en relación
    mutua.
  • El mal constantemente recuerda la existencia del bien
    y los límites
    entre ambos dominios son vinculantes;
  • el mal es un perpetuo sistema de significación
    dentro de las esferas religiosas, y como tal "ataca los
    problemas
    con oportunidad en el momento en que surgen en cada caso
    particular… empleando una u otra arma elegida, atendiendo a
    su propiedad
    simbólica y tomada del arsenal del mito y de la
    magia"… (Geertz; 1987)

En nuestra cultura conviven religiones y
diversos grupos religiosos
que postulan la existencia de un ser o demonio con capacidades y
cualidades extraordinarias – cuasi divinas – llamado Diablo o
Satanás, el cual, acompañado por un interesante
número de acólitos, es el causante de los problemas
que hay en el mundo y en los hechos de la vida cotidiana de los
actores sociales, es más es el instigador de los pecados
que cometen los mismos. Pero también es el libro de la
mayoría de los cristianos, y en parte de los judíos,
La Biblia, el que enseña que Dios es uno y
Todopoderoso.

Pareciese, en una lógica
por demás de dualista, que el mundo en general, y
especialmente en el mundo netamente ‘cristiano’,
existe la idea de que las cosas buenas de la vida proceden de
Dios y las malas del Diablo o Satanás, es como si
existiese un Dios bueno y uno malo compitiendo por los destinos
de los hombresm .

El antropólogo argentino Fernando Schwartz
sostiene, acerca de cómo puede pensarse la relación
hombre /Dios /Diablo, que las religiones monoteístas no
poseen carácter "cósmico"; estas hacen "al
hombre medida de todas las cosas, terminan en el individuo
separado del resto de la creación… el vínculo
religioso se reduce al que une al hombre con Dios"(F. Schwartz;
1999) Las posturas "cósmicas"m
critican del monoteísmo esa tendencia de desacralizar el
cosmos y de considerar a los demás reinos de la
creación – el resto del animal, el vegetal, el mineral y
algún otro recientemente descubierto – como yermos y sin
"alma",
entendida esta cómo el espíritu de trascendencia
que poseen las cosas. El antiguo concepto alquímico de
"Uroburos – alma del mundo -, afirma Eliade, es desechado porque
el hombre es ahora, por designio divino, el nuevo amo de la
creación. Leemos así en el Antiguo Testamento que:
"Dios dijo: hagamos al hombre a nuestra imagen y
semejanza. Que mande a los peces del mar
y a las aves del
cielo, a las bestias, a las fieras salvajes y a los reptiles que
se arrastran por el suelo… llenen
la tierra y
sométanla…"(génesis 1 26 – 28) Dios de esta
manera , según ese punto de vista, "descansa" pero sigue
creando el universo a partir de las manos de los hombres, es
decir su máxima creación.

Ahora, siguiendo el pensamiento de Parménides, el
mismo Schwartz postula que si Dios, el Ser – Alá,
Jehová, Yavhé. Elí, Jesús – Es, el No
Ser, categoría en la que podríamos colocar al
Diablo, al Anticristo o a cualquier "persona" que se oponga por
antonomasia a ese Dios, no puede ser, "por lo tanto su contrario
será siempre un opuesto, extraño a el, y nunca su
complementario…" (Schwartz; idem) Bajo esta óptica
Dios, el absoluto, es ser y no ser a la vez, es la
superación de sus propias falencias, es la virtud por
sobre el error, es el bien por encima del mal. Es el absoluto en
contraposición a la nada.

Si el Dios absoluto es entonces la síntesis
del caos y de la creación… ¿por qué el
Diablo?

Indefectiblemente nuestro pensamiento, si partiese desde
un punto de vista religioso, no estaría preparado para
entender esa síntesis Divina, escapa a nuestra
razón occidentalista de los "pares de oposiciones", del
"dualismo" que necesitamos en nuestra vida religiosa cotidiana
para definir el mundo que se muestra ante
nuestros ojos: es blanco lo que no es negro, es hombre lo que no
es mujer, es padre
lo que no es madre, es bueno lo que no es malo, donde cualquier
valor por
fuera de estos cánones es visto como una anomalía;
pero la presente es una tesis antropológica, por lo que
intentamos, con una mirada de idéntica índole, de
tornar inteligible lo aparentemente ininteligible, porque ese es
el papel de nuestra disciplina
como ciencia
social: tornar racional lo que a simple vista aparece como
inentendible.

Suele verse al Diablo – o como se lo quiera llamar –
como la figura del No Ser, el que no es todo lo bueno y
magnificente que es Dios; él es el pecado, es el mal, el
caos, la soberbia, la lujuria, el deseo desenfrenado, lo impuro,
lo que libera en un sentido – de Dios – pero esclaviza en otro –
para él -; no podemos concebir bajo ninguna circunstancia
que tanto el bien como el mal sean producto de
ese Absoluto primordial, de ese Dios Uránico que
creó el cosmos y se echó a descansar; como vemos en
Schwartz aparece en escena un personaje solapado hasta el
momento, un actor de reparto que por querer ser el Ser, es decir
el actor protagónico de la Odisea del
Universo, es castigado y condenado a pertenecer por los siglos de
los siglos en la categoría opuesta, en la de No Ser, no
ser el bien, la pureza, la bondad, la sabiduría, el amor, el
orden.

Aparece así la figura del Demiurgo, esa especie
de Dios con más atributos humanos que divinos, que es
condenado por causa de su ambición a permanecer en el
mundo que desde el comienzo de los tiempos contempló hacer
por el Uno. "El Demiurgo recuerda constantemente al hombre lo que
sucede cuando uno se separa de la esencia del Ser, cuando se
pretende ser lo que no se es" (Messadié; 1993)

En los sistemas de significaciones el mal posee vida
propia. Es libre, independiente y opera a su antojo. No depende
más allá de su propia voluntad.

Comienza aquí la historia del Diablo y su
relación con los hombres… .

"Gloria y loor a ti, Satán en
las alturas

del cielo, donde, y en las
honduras

del infierno, en donde, vencido,
sueñas en silencio…"

(Baudelaire;
"Plegaria")

El Diablo

En las grandes religiones monoteístas, afirma
entre otros Eliade, se da un proceso de
carácter dialéctico; todo elemento teofánico
debe tener su opuesto, así como toda fuerza
provocará una reacción que se le oponga. Este es el
papel del Diablo en las grandes religiones del antiguo y medio
oriente, aún en las premosaicas, el de opositor. Dios da
la vida, él es el Sr. De la muerte; Dios es justicia,
él es el Caos total. Citaremos algunos ejemplos,
extraídos de mitos, relatos folklóricos y diversos
textos religiosos.

Para las religiones semitas Lucifer es el más
hermoso, el más sagaz y astuto, el más omnipotente
y orgulloso de los ángeles del Señor,
también es el portador de la sabiduría –
Lucifer significa portador de luz y la luz siempre ha sido
asimilada a la sabiduría (por los cristianos
especialmente), hecho que hace que el nombre sea bastante
paradójico -. Coinciden en todos los casos en que se
reveló ante decisiones divinas, faltó a la
obediencia del todopoderoso, y este lo condenó de por
vida.

En sus orígenes, Satán no era sino un
funcionario celestial menor que tenía como tarea obstruir
las buenas intenciones de los humanos, con el advenimiento del
cristianismo este fue equiparado a Lucifer, rey de los
ángeles caídos, según lo describen las
escrituras apócrifasl ; se
encuentra prácticamente ausente en el Antiguo Testamento.
En quince ocasiones, señala G.Quevedo, aparece claramente
identificados .

En el conjunto de los escritos de Qumran hasta ahora
encontrado aparece el nombre Satán cuatro veces. Mastema
no aparece como nombre propio del príncipe de los
demonios, sino como calificativo de Belial, divinidad cananea, un
daemon del mundo subterráneo. El concepto de Belial
representa la personificación del Mal. Angeles y demonios
en la mayor parte del vejo testamento son lo mismo, se confunden;
ambos sirven a Dios, para bien o para mal.

El contacto con los babilonios insertó – casi
seguramente – en la religión judía sus legiones de
demonios. En el libro de Enoch – texto
intertestamentario – los demonios son los inventores de la
brujería, la astrología, la adivinación y de
pecados como la fornicación y el sexo malintencionado.
Estos ángeles malignos si tenían sexo y lo
ponían en práctica hasta con la primera familia – Eva
también fue amante de un íncubo -.

Previo a la aparición del cristianismo
encontramos en Jerusalem un grupo social
conocido como los esenios; estos vivían refugiados en
monasterios, llevaban una vida por demás de modesta y
promulgaban el amor a Dios
por sobre todas las cosas. Su fraternidad estaba en Qumram, a
orillas del mar Muerto. Creían en la inmortalidad del
alma, dividían tajantemente el Cielo del Infierno,
creían en la eficacia del
bautismo y hablaban de la existencia de un Ángel de las
Tinieblas. Como vemos una serie de creencias que bien
podrían haber "contaminado" a los primeros cristianos – o
hasta el mismísimo Jesús -.

Como vemos la relevancia de nuestro personaje hasta la
aparición de nuestro personaje no pasa de tener un valor
nominal o hasta casi nos animaríamos a decir
"folklórico". En los evangelios – producto de los primeros
evangelistas del cristianismo – la historia es muy distinta que
en Viejo Testamento. Los demonios ocupan un sitial de
consideración y Jesús se encarga de combatirlos.
Satanás y Jesús se conocen, son "hermanos" – son
hijos del mismo Padre -, durante 40 largos días el primero
tienta al otro en el desierto, en duelo sin precedentes, no hay
sangre, no hay forcejeo, solo diálogos y provocaciones
mutuas. Ganará el segundo, pero el primero venderá
cara su derrota. "El hijo del Hombre que se encarnó hasta
el punto de aceptar la muerte – la vida es la muerte – no
podía evitar el juego diabólico de los procesos
oponentes…". (Vincent; 1996)

Todos coinciden en la creación divina de
Luciferj , pero ya que todo viene de
Dios, ¿ocurre lo mismo con el Mal? Si Dios es todo bondad,
parece imposible que el mal provenga de Él, y entonces se
comienza a gestar la idea de que aparte del hombre, el universo
exige un responsable del mal. La voluntad del Mal es una
no-voluntad del Bien. Pero no fue Dios quien le dio a
Satanás la no Voluntad…" (Vincent;
1996)

Nuestra Visión de Diablo

La visión que tomamos para el desarrollo de la
investigación está vinculada en gran medida a la
representación del diablo que aparece en los libros tenidos
por sagrados por judeocristianos y musulmanes;
visiones estas que contemplan que mucho antes de la
creación del mundo físico, en la alborada de los
tiempos, Dios creó el mundo espiritual habitado por
ángeles; estos eran – o son aún – seres racionales
y bondadosos, a quienes él les ha dado, además del
raciocinio, el libre albedrío y diferentes facultades,
similares a las nuestras, pero más
perfeccionadas.

Según el Apocalipsis, antes de la creación
de nuestro mundo, ocurrió una tragedia en el cosmos de los
ángeles. Cierta cuota de estos, encabezada por Lucifer,
uno de los espíritus más próximos al
Supremo, se insubordinó rebelándose contra Creador
(Pancrator)h . El Apocalipsis de Juan
narra de la siguiente manera este acontecimiento: "Y se
declaró la guerra en los
Cielos: el arcángel Miguel y sus Angeles luchaban contra
el Dragón (el diablo), y el Dragón y sus
ángeles se batían contra ellos. Pero estos fueron
derrotados y no se encontró más lugar para ellos en
el Cielo. Y fue derribado el gran Dragón, el antiguo
áspid llamado diablo o satanás, tentador de todo el
universo, y fue tirado abajo, a la tierra junto
con sus ángeles
" (Apocalipsis, 12:7-9).

Nuevamente vemos como uno de los ángeles
superiores, portador de la luz divina, se alejó por
orgullo, por soberbia de su Creador y se hizo lúgubre,
adalid de las tinieblas. Quiso igualarse a su Creador, tener Su
gloria y Su omnipotencia.

Saber como se conceptualiza y que representa para los
actores sociales el Diablo, Lucifer, Satán o cualquiera de
sus manifestaciones o personificaciones, es la incógnita
que movilizó nuestro trabajo de investigación. Si
nos preguntasen quién es él, en este momento de la
investigación, diríamos que: "es aquel
ser/representación inmaterial y eterno, en el imaginario
simbólico de los actores sociales, que se opone por todo
concepto a lo que representa él Dios – para los

judeocristianos y para otras religiones que comparten la
existencia de un enemigo eterno, multifacetico y (casi)
todopoderoso, cara visible del pecado y el tormento –
considerado como único, creador de los cielos y la tierra,
dador de la vida y figura del bien por excelencia"…

(Maurantonio; "Etnografía del Mal"; 1999)

Pero… serán estas las manifestaciones de las
que darán cuenta los actores sociales seleccionados para
nuestra investigación? De aquí en adelante
serán ellos los que nos tendrán que proporcionarnos
las respuestas.

Algunas Consideraciones sobre la encarnación
del mal

ería imposible – e irresponsable – intentar a
esta altura de la investigación arrojar algún tipo
de conclusión o de resultado. Aún falta recorrer un
camino bastante "largo y sinuoso", pero a esta altura del trabajo
nos gustaría dejar en claro algunos puntos que nos han
resultado significativos y creemos que guiarán nuestro
trabajo hacia el total desarrollo de los objetivos que
nos hemos planteado desde el comienzo del mismo:

  1. El Diablo existe desde el punto de vista de las
    representaciones religiosas como figura maléfica por
    antonomasia. Aunque suene filosófico, si se piensa
    existe; si se habla de él, lo mismo. Su presencia se
    ha hecho sentir a lo largo de los tiempos. Tiene una historia
    oficial, un presunto nacimiento, hábitos – a
    veces buenos, mayoritariamente malos -, una importante gama
    de conductas sexuales, y muchas otras características
    propias de los seres humanos. Esta es la existencia que
    debemos tratar de demostrar los antropólogos, la
    existencia en el pensamiento, en las ideas, en los actos y
    prácticas cotidianas, evitando caer en conclusiones de
    tinte teológico, donde estaríamos hablando de
    una cuestión por excelencia
    dogmática.
  2. Su "persona" se halla presente en las más
    importantes obras de la literatura universal. Es el
    "inspirador" de los intelectuales y los románticos.
    Dostoievski, en los hermanos Karamazov, Bulgákov, en
    "El maestro y Margarita"; Petrus Borel en sus "Cuentos
    inmorales"; Edgar Alan Poe y sus infinitos abismos, como en
    "El Imperio de lo Perverso", que influyera de manera notable
    en la poesía de Baudelaire; las "Leyendas" de
    tinte necrófilo de Gustavo Adolfo Bécquer; el
    Mefistófeles de Goethe en el inmortal "Fausto"; el
    "Paraíso" de Milton; el "Don Juan" de Zorrilla basado
    en la historia del legendario Conde de Villamediana, poeta y
    seductor como pocos; el íntimo amigo de Oscar Wilde y
    de Florencia Nightingale, Asmodeo el destructor; nuestros
    telúricos Juan sin Ropa, enemigo acérrimo del
    gaucho Vega y Mandinga el tentador burlado por Miseria; no
    nos alcanzarían las páginas para reseñar
    la cantidad de obras en las que nuestro personaje ocupa un
    sitial preeminente. Podría esto demostrar a que a
    través de los siglos y a lo largo y a lo ancho del
    globo cientos de intelectuales y aventureros se han sentido,
    al igual que nosotros, seducidos por la figura maligna por
    naturales? Quizá si, quizá no, sin embargo no
    deja de ser llamativa la cantidad de apariciones del Diablo
    en la literatura universal.
  3. El Diablo parece retornar con más fuerzas a
    fin de milenio, y sin duda se convierte en un hecho de neto
    corte comercial. Los más poderosos personajes del
    cine se
    enfrentan al anticristo o Lucifer en encarnizadas batallas en
    los días finales del siglo; decenas de programas de
    televisión convocan a
    astrólogos, videntes, parapsicólogos, curas
    "acuarianos", pastores escatológicos para tratar de
    explicar al mundo como será la próxima
    centuria; ni que decir de las publicaciones en distintos
    diarios y revistas; Cientos de páginas en la Red
    hablan sobre el diablo, el satanismo, sus personajes, sus
    cultos. El Diablo y el Hombre en una sociedad
    perenne.
  4. En los análisis realizados con anterioridad al
    trabajo de campo – cuestión está que
    fortaleció aún más el hecho de tomar
    este tema – pudimos notar que la inmensa mayoría de
    los creyentes se aferran más a los mitos, a las
    cuestiones de mayor tinte imaginario – llámense fin de
    los tiempos, Armagedon, reinado de Satán, etc. – (Si
    fuese un trabajo de sociología bien podríamos
    señalar que de un total de 60 cristianos practicantes
    entrevistados un 60 % declara que la parte de la Biblia que
    con mayor asiduidad lee es el Apocalipsis, dado que
    ahí se encuentran las "herramientas para combatir al demonio" (Reg.
    #3; año 1998)
  5. Ni en el seno mismo de la Iglesia
    católica romana parecen ponerse de acuerdo. El
    catecismo de la misma hace referencia a la naturaleza
    del maligno, mientras reconocidos monjes jesuitas,
    como el P. González Quevedo, se cuestionan hasta
    cuando se va a continuar atemorizando a los creyentes con el
    tema de los demonios, el porque de tener al Diablo como una
    imposición dogmática. Pero, más
    allá de la postura que tomen, siguen escribiendo sobre
    él.
  6. El Diablo, ficción o no, nacido del vientre
    del zoroastrismo, adoptado por unos disidentes judíos
    – los esenios – y alimentado por el cristianismo
    se halla presente en los países más avanzados
    del mundo; en estos mismos países se rechazan con
    dureza las prácticas espiritistas, las sectas, la
    parapsicología, el shamanismo, la brujería, las ciencias
    ocultas y muchas prácticas más. Países
    donde un epiléptico o una persona fuera de sí
    es considerado como un poseso. Países en los que
    importa más que una contrafigura religiosa se mantenga
    con vigencia, y no que los niños se mueran de hambre, que asesinos
    comulguen en el nombre del mismo Dios que alaban y adoran,
    que la injusticia y la corrupción sea un habito.
    ¿Qué es realmente más satánico y
    perverso? ¿Dónde está el mal en
    realidad? ¿Puede este personaje dar status a la
    aberración?

Nos sentimos por demás de alentados para
continuar con nuestra investigación. Todavía quedan
demasiadas cosas por decir sobre el tema; sólo hay que
estar dispuestos a escuchar lo que expresan los verdaderos
artífices de la historia: Los entrevistados.

Capítulo III: el
análisis

Representaciones del Mal. Cultos de pertenencia. Ejes de
la investigación. Apreciaciones al tema. Las
representaciones del Mal en las diferentes tradiciones
religiosas

Análisis de los relatos de nuestros
informantes

n el siguiente capítulo se analizarán las
representaciones sobre el mal, sobre el Diablo y sobre las
manifestaciones de estas dos categorías, partiendo del
discurso de
los informantes entrevistados, integrantes estos de distintas
vertientes religiosas; se hará además referencia a
los cultos o tradiciones religiosas a las que
pertenecen.

Antes de proceder con el análisis propiamente
dicho creímos absolutamente necesario realizar una breve
reseña, a manera de introducción, de los cultos o movimientos a
los que ellos, nuestros informantes, pertenecen para poder
así tener una visión más clara sobre las
opiniones y apreciaciones vertidas.

Los cultos de pertenencia de los
entrevistados

  • Iglesia Católica Apostólica Liberal:
    funciona en la Argentina desde 1925, fecha esta en que fue
    ordenado en Holanda el primer sacerdote argentinoa de dicha Iglesia. Su inscripción en el
    Ministerio de Cultos fue realizada en el año 1953. Se
    consideran católicos por el carácter
    ecuménico de sus prácticas y creencias; conservan
    la tradicional forma sacramental de culto con su majestuoso
    ritual – como la Iglesia Romana – y consideran a la
    Eucaristía como el acto central;
    apostólicos porque consideran, como toda Iglesia
    Católica, la sucesión Episcopal o
    Apostólicab como un principio
    de fe; y liberales porque "aspiran a combinar la
    tradicional forma sacramental con la libertad
    intelectual más amplia y el respeto por
    la conciencia individual en la interpretación de sus creencias"…
    afirman conceder a sus miembros el más libre uso del
    pensamiento científico y filosófico. No son de
    tinte conversionalista ni exclusivista, dado que cualquier
    actor social, de cualquier religión puede practicarla
    sin necesidad de abandonar su Iglesia o creencias en
    particular. Nuestro entrevistado de esta iglesia fue el Padre
    Jorge de la Iglesia San Francisco de Asís, en la zona
    sur de nuestra ciudad.
  • Iglesia de Jesucristo de los Santos de los
    Últimos Días: este grupo religiosos de origen
    norteamericano nace a comienzos del siglo XIX, en un clima de
    efervescencia religiosa milenarista; Bautistas y Metodistas se
    disputaban la hegemonía religiosa del momento. En este
    contexto el joven Joseph Smith, tras una serie de subyugantes
    apariciones, funda por los ´30 la I. J. S. U. D. Esta
    Iglesia esta basada en una serie de carismas pentecostales y en
    profecías sobre la "tercera" venida de Jesús a la
    Tierrac . Poseen un libro sagrado
    por demás de particular "El Libro de Mormón", por
    lo que se constituyen – al igual que los Adventistas del
    séptimo día – en uno de los escasos grupos
    cristianos que anteponen otro texto sagrado a la Biblia. Para
    muchos investigadores del fenómeno de las sectas y los
    nuevos movimientos religiososd su
    perspectiva espiritual es de carácter
    antihistóricae , es decir que
    se basan en sucesos o acontecimientos que no cuentan con
    validez histórica fehaciente o por lo menos poco
    probable, y hasta en algún punto, según nuestra
    modesta mirada, etnocéntrica; y no lo decimos
    prejuiciosamente sino porque, más allá que
    moderen actualmente sus apreciaciones, en sus propios escritos
    afirman que los indios americanos son parte de aquellos
    judíos que poblaron nuestro continente y que por no
    seguir las órdenes de Dios son condenados con el
    oscurecimiento de la piel; los
    negros, por su parte, son descendientes de los que se mostraron
    neutrales ante la rebelión de Lucifer contra el Creador,
    por eso son condenados hasta que se arrepientan el día
    del juicio a llevar esa tez absolutamente opaca; el siguiente
    párrafo aparece en una de sus publicaciones más
    corrientes: "afirmamos la superioridad de la raza y de la piel
    blanca. Los indios y mestizos son así por su maldad y
    pecado… cuando se conviertan, Dios les devolverá la
    blancura primitiva y serán rubios… los negros
    arrastran en la piel la maldición de Caín que
    quedó negro después de su pecado" afirman en el
    Journal Of Discoursesf . Son
    absolutamente conversionalistas, dedicando, para este fin, gran
    parte de su tiempo al
    proselitismo religioso doctrinario. Nuestros informantes para
    abordar el discurso acerca del mal de los mormones fueron dos
    Elders que concurren a la Iglesia ubicada en calle Bv. Oroño
    entre Galvez y Rueda.
  • Escuela Científica Basilio: el gran
    movilizador de las corrientes espíritas fue el
    francés Allan Kardec allá por mediados del S
    XIXe . Las Escuelas
    Científicas aparecen tempranamente en nuestro
    país en el año 1917 (1° de noviembre),
    fundadas por Blanca Aubreton y su mano derecha Basilio Portal;
    están incorporados al Registro
    Nacional de Culto como una entidad religiosa primero con el
    Nº 209 y luego con el N° 658. Tienen el N° de
    persona jurídica 11.680. Creen en la
    reencarnación, pregonan el desarrollo de la ciencia
    espiritual y le dan gran importancia al poder de la
    oración, especialmente al Padrenuestro, por medio de la
    cual se invoca a Dios para que atraiga al creyente los buenos
    espíritus y aleje a los del error. Los espiritistas no
    creen en la divinidad de Jesucristo pero lo consideran como el
    espíritu más evolucionado de la historia, lo
    denominan "El Maestro, el enviado de Dios". Los miembros de la
    Escuela
    Científica sostienen que los seres humanos "tienen un
    cuerpo y un espíritu, este último no muere se
    encarna, y desencarna (en el momento en que muere el cuerpo);
    cuando estos espíritus encarnados dejan la existencia
    material, ingresan en el espacio espiritual"… (Iglesias;
    2002: 9) También pregonan que la condenación
    eterna no existe y que la salvación es para todos, no
    para un grupo de elegidos. No revisten desde ningún
    punto de vista de carácter conversionalista y tampoco
    practican el proselitismo religioso. Colaboró con
    nuestra investigación la Sra. Haydé, Directora de
    Escuela Científica "Jesús de Nazareth" de la zona
    sur de nuestra ciudad (O. Lagos al 3200)
  • Iglesia Católica Apostólica
    Romana: Como es sabido, los primeros católicos
    llegaron a nuestro continente acompañando a los
    conquistadores, con el fin de propagar la fe en el Cristo sin
    importar el costo. En
    nuestro país es religión mayoritaria y se
    reconoce como bautizado más del 80 % de la población. Para esta investigación
    contamos con el aporte de los Padres Alberto, párroco de
    la Iglesia "María Madre de Dios" – ubicada en Paraguay y
    Amenabar -, y Tomás, capellán de la Escuela "San
    Patricio"f .
  • Judaísmo: es la más antigua de las
    religiones monoteístas aún existentes en el
    mundo. Los judíos suponen tener un importante papel como
    pueblo elegido por Dios para transmitir su mensaje por todo el
    mundo. En la actualidad existen dos grandes vertientes dentro
    del judaísmo: los sefardíes y los ashkenazis (con
    la que trabajamos nosotros). Esta vertiente está
    conformada en nuestro país casi en su totalidad por
    familias llegadas del continente europeo – en especial de
    Alemania,
    Austria, Francia y
    Polonia -. Entrevistamos, en este caso, al Rabino Mario, de la
    Sinagoga de la Calle Paraguay 1157.
  • Iglesia Evangélica Misionera Argentina:
    aunque afirmen ser una conjunción de culturas religiosas
    cristianas, esta iglesia podría encuadrarse por las
    formas de culto y por sus sistemas de creencias dentro del
    grupo de denominaciones pentecostales; esta iglesia tiene ya
    más de 20 años en nuestra ciudad y es en esta
    ciudad donde fue fundada por el Pastor José María
    Silvestri, quien en el año 1984 fue gestando lo que es
    hoy esta Iglesia, "que en sus comienzos (solo era) un reducido
    grupo de hermanos apasionados por el Evangelio, se
    reunía en un living de una casa de familia… La
    visión iba tomando forma bajo la sagrada voluntad del
    Señor, quien les hablaba claramente con textos
    bíblicos que son las bases fundamentales de esta
    Iglesia: Juan 15, Efesios 4 y Apocalipsis 3 de 7 al 13, los que
    se refieren al "muchos frutos", a la "unidad en el crecimiento"
    y a "la puerta abierta" a las misiones… Pasando el tiempo
    aquel pequeño número de creyentes que tomó
    el desafío (actualmente líderes de la
    congregación) se fue multiplicando y hoy son miles los
    añadidos llamados a crecer y producir mucho fruto"…
    (Relato que aparece en la Pag. Web de la
    I.E.M.A.) En aquel 22 de Julio del 84 surgió la Iglesia
    Evangélica Misionera Argentina, la que conforme iba
    creciendo y "por guía de Dios" tuvo distintos lugares de
    reunión hasta llegar al actual de Boulevard Oroño
    2647, sede del templo central. Con programas radiales y
    televisivos, con radiodifusoras y canales propiosg , las iglesias pentecostales
    rápidamente lograr penetrar en la vida íntima de
    los ciudadanos: "a la larga el espectador puede llegar a ver al
    predicador como a un amigo, un consejero, como alguien que lo
    conforta"… "tienden a atraer al segmento más pobre y
    menos educado de la sociedad; estas son las personas
    susceptibles a caer en problemas que expresan un sentido de
    incapacidad para enfrentarse a ellos"… (Light, Keller,
    Calhoun; 1997). El pentecostalismo es considerado como el
    segundo movimiento
    religioso con más fieles en América
    Latina, justo detrás de la Iglesia Católica,
    con un acelerado y continuo aumento de practicantes en
    cualesquiera de sus denominaciones. El grupo en cuestión
    dice realizar una exégesis literal de las escrituras
    bíblicas y afirman creer que la autoridad
    suprema reside en el libro sagrado y en la experiencia pura de
    Dios. Nuestra informante clave fue la Sra. Susana, Maestra de
    Estudios Bíblicos de la Iglesia Evangélica
    Misionera. Posee Personería Jurídica Nro.437 y
    está inscripta en el Fichero de Culto Nro.1760, con
    Oficina central
    en Bv. Oroño 2647

Los ejes de investigación

Para el análisis de las entrevistas,
como anteriormente hacíamos mención, decidimos
plantear tres ejes ordenadores que estructuran el análisis
en torno a las
distintas representaciones del mal, sin embargo, antes de
abocarnos al mismo quisiéramos hacer mención de las
siguientes cuestiones:

1. – en algunos casos pudimos encontrar "amigos entre
los informantes y entre los informantes, amigos", pero en todos
los casos jugó a nuestro el desarrollo armónico y
ameno del trabajo, amén de la buena disposición de
los mismos;

2. – partimos de la condición sin equanom de que
los verdaderos protagonistas de toda nuestra investigación
eran los actores sociales que nos prestan su voz y sus
ideas;

3. – no planteamos los ejes ordenadores como ejes
"apagados" y estancos, sino que lo hacemos para hacer más
presta y ágil la tarea de interpretar el por qué de
tales o cuales manifestaciones o visiones temores. Jamás
intentamos apartarnos del paradigma
hermeneútico;

4. – como suponíamos en el preámbulo
del trabajo del trabajo de campo, fueron muchos los interrogantes
que nos quedaron abiertos;

5. – descubriremos que los 3 ejes ordenadores elegidos
son mucho más complejos de lo que conjeturábamos.
Las divisiones que planteábamos se interrelacionaban
constantemente, no tenían carácter de estructura
vallada.

Estos han sido los ejes seleccionados:

  • Visión de "Mal", en cualquier
    manifestación o representación, sea tanto como
    concepto ontológico, filosófico como usual. Nos
    interesa saber como consideran los actores sociales al Mal: si
    es producto de los hombres, de un agente externo, si existe por
    fuera de cualquier personaje o naturaleza, etc.
  • Visión de "Diablo", donde enfocaremos la
    atención en las respectivas elucidaciones que hacen
    nuestros entrevistados sobre la posible existencia o no del
    personaje en cuestión, o si bien pueden reemplazarlo por
    alguna figura de índole semejante.
  • Manifestaciones del Diablo/Mal. Aquí
    analizaremos como los mismos actores se refieren a los posibles
    fenómenos, representaciones o incidencias – con sus
    respectivas secuelas – que puede tener según su
    consideración la acción manifiesta o encubierta del Diablo
    o el Mal en sus vidas cotidianas – tanto en el aspecto
    individual como en el de relación con sus pares
    -.

El Mal

Así como al hablar de Diablo nos encontramos con
las más diversas posturas, sucede lo mismo cuando se
postulan las apreciaciones sobre el Mal.

Los católicos romanos filosóficamente se
apoyan en la idea de que el mal en sí no tiene existencia
y que en lo que en realidad la tiene es la negación del
bien, como afirma el padre Alberto: "el mal desde el punto
de vista filosófico no existe. Lo único que existe
es el bien… el mal sería la negación del bien…
siempre se necesita de un bien para hacer de él un mal…
lo malo es la acción… no voy a ir a robar una
víbora para que me pique"…

Religiosamente sostienen la tesitura de que el mal es la
resultante del pecado, entendido este como un acto de
desobediencia a Dios como también señala Alberto
"desde el punto de vista religioso es producto del pecado,
de la desobediencia entendida como falta de amor a
Dios"….
Sin embargo, dejan ambos sacerdotes bien en
claro que el comete el pecado, la falta, o como se quiera llamar,
es el hombre; Satanás no introdujo ningún mal en el
mundo: "el mal no es producto de Satanás, es
producto mío, del hombre"… (Alberto)

"Yo pienso que los hombres somos los que llevamos
muchas cosas del mal, algunos con buena voluntad; que haya gente
malvada como tal"… (Tomás)

Uno de los sacerdotes, Alberto, hasta se toma tiempo
para dejar marcada la diferencia de la iglesia católica
con otras sectas que ante cualquier error o equivocación
meramente humana ven la influencia del Diablo: "si siempre
que pasa una cosa mala le echamos la culpa al Diablo
caeríamos en el boludismo de muchas sectas, uy si mato un
pobre tipo, si me c… una pendeja o si me tiro un pedo fue culpa
del Diablo. Siempre el pelotudo soy yo"…

Y acá tenemos el claro ejemplo de los
evangélicos, que sí aseguran que el mal fue
insertado en el mundo por el "maligno", que sin su
intervención el pecado no hubiese sido posible, como dice
Susana "es el Diablo el que convence al hombre a cometer
pecados, por lo que el mal viene de él… Jesús
pagó muriendo en la cruz por los pecados de Eva, quien fue
tentada por el Demonio en el Jardín del
Edén"…
También arriesga afirmar que
"el mal reinará en el mundo cuando venga el reino
del anticristo, de las tinieblas"…

Con idéntica posición encontramos a los
miembros de la Iglesia de Jesucristo; "el Diablo es el
creador del Mal"
afirman, otorgándole de esta
forma facultades creacionistas al enemigo de Dios: "todo lo
que es malo en el mundo viene del Diablo… el es creador del
Mal… el Diablo evita que se haga la voluntad y los buenos
deseos de Dios"…

El judaísmo, como hermano mayor del catolicismo,
prefiere definir el bien – basándose en los evangelios
"(el Mal) es lo contrario al bien… amarás a tu
prójimo como a ti mismo dicen los testamentos, significa
que no le harás al otro lo que no te gusta que te hagan a
vos… por ahí podemos entender el concepto del
mal"…
-, señala además el Rabino Mario
que el mal siempre es la ausencia del primero; los malos actos
son responsabilidad directa de los hombres: "las
cosas que florecen son gracias al hombre y todo lo que se mutila
también"
dice el rabino. Con respecto a la suerte
que correrá cada uno en el final de los tiempos
también coincide con el catolicismo, y a la vez se
distancia de los evangélicos, al pensar que son las obras
las que salvarán a los seres humanos y no la fe en si
misma "hay modificar lo malo para bien… el hombre
sólo se salvará por sus
actos"….

Jorge, representando a los católicos liberales
también cree que el mal es producto de los hombres, pero
agrega el papel de la ignorancia de estos en los actos que
cometen. Pero como afirma que el mal no viene del Diablo
también señala que el bien no emana de Dios. El
hombre es el que opta el camino a seguir, es el que hace uso de
ese libre albedrío con el que llega al mundo: "lo
que el hombre siembre es lo que recogerá: si es bueno
recogerá buenos frutos, si es malo, ya sabe lo que
cosechará… el mal viene de la ignorancia que a todos nos
aqueja… el bien y el mal no vienen de Dios, desde nuestras
primeras encarnaciones vamos puliendo nuestros defectos,… todos
somos Dios desde que nacemos"…

Para la escuela Científica el mal no existe como
tal, lo que si existe es el error voluntario o involuntario de
los hombres. Creen, como los católicos liberales, en que
las acciones
equívocas son expiadas a través de continuas
reencarnaciones a lo largo de los siglosj . En la Escuelita, dice Haydé, no se
cree en la posesión demoníaca "sino que
hablamos de incorporación de espíritus del error…
las malas acciones son expiadas en continuas reencarnaciones…
vos podés descubrir tu mediumnidad y de esta manera
invocar a Dios para que te acerque los espíritus del bien
y te enseñe a alejar los espíritus del
mal"…

Nuevamente encontramos diferencias notorias entre las
diferentes tradiciones. Mal ontológico e independiente de
Dios, mal producto del libre albedrío de los hombres, mal
como resultado de la ignorancia, mal introducido al mundo por el
Demonio, mal que no es mal en sí sino que está
más cercano al error, pero Mal al fin. Todos los grupos
dan cuenta de que existen manifestaciones opuestas a lo que puede
ser considerado como bueno. Algunas de estas manifestaciones
aparecerán en el siguiente punto.

El Diablo

Para comenzar a profundizar en las ideas vertidas por
parte de los entrevistados acerca de esta figura tenemos que ver
en primera instancia que ésta está asociada a la
visión que planteamos en el comienzo de la
investigación: el Diablo aparecería como figura
opuesta por antonomasia a la del Dios
único
.

Hemos podido localizar esta idea en el discurso de los
representantes de la Iglesia Católica Romana, en la
Iglesia Evangélica y en la Iglesia de Jesucristo de los
Santos de los Últimos Días. Ni los Católicos
Liberales ni los espiritistas consideran su existencia y es
posible inferir que en el Judaísmo sólo posee un
valor nominal.

Nos afirma el Padre Alberto que el Diablo "Es algo
revelado, aparece en la revelación (Apocalipsis),… como
está planteado en la revelación es un ser… dentro
de los seres espirituales estaría este Diablo…
sería uno de los ángeles más altos que se
reveló contra Dios. Estos ángeles tienen un
conocimiento
distinto al nuestro, un conocimiento directo de Dios"…"no es un
Dios como en otras religiones: es un ser creado, en pugna entre
Dios y los hombres"
;
por su parte el Padre Tomás
señala que él personalmente cree en la existencia
del demonio: "Yo creo, y es así, haciendo la
escala desde
un punto de vista filosófico, no teológico,
seguramente exista el Diablo, filosóficamente hablando, no
teológica porque teológicamente no hay duda… es
posible que exista un ser intermediario mucho más poderoso
que nosotros, porque es espíritu sólo, por lo que
podría hacernos cualquier cosa, pero está sometido
a Dios" …

En determinado momento de la entrevista,
el mismo Tomás, se anima a arriesgar una posible postura
por parte del Rabino: "Creo que si consultás a un
rabino también te lo va a remarcar. Tanto en el antiguo
como en el nuevo testamento aparece la figura del Diablo, del mal
personificado en su figura"…,
cuestión que sin
saber refutaría el Rabino Mario señalando que:
"se menciona en la Biblia a Satán, pero esa
concepción del Diablo en el judaísmo no existe.
Satán no es una imagen diabólica… desde el
judaísmo utilizar constantemente la figura del Diablo como
personaje sería una muy mala utilización"
(judía)…

Dentro del judaísmo no pudimos observar ninguna
idea rotunda de visión de Diablo en el discurso del
rabino; si señala que en la Biblia es mencionado un
ángel que se rebeló a Dios (Lucifer), pero no es
considerado como una figura de corte "diabólico" – cosa
que consideraría en su religión como una muy mala
utilización -. Tampoco cree en la existencia de algo o
alguien, como el "Anticristo" cristiano – valga la redundancia -,
que sea la antítesis de Dios. En el judaísmo la
figura de Dios es tan absoluta que es imposible pensar en un
oponente a él; "Dios es el Altísimo, el
Potentísimo, el Eterno, el Santo… aquel ante quien toda
creatura no puede permanecer sin pavor, pues el peso de su gloria
aplastaría la creación… es el que hace existir"
(Joannes; 1982)

Nos confirma el rabino que "no existe una figura
como la del anticristo o el demonio como en los católicos.
Dentro de nuestras fuentes no
podés encontrar algo que esté totalmente opuesto o
que sea la antítesis de Dios"…

Siguiendo con las afirmaciones de los sacerdotes
católicos observamos que En el artículo 395 del
Catecismo de la Iglesia Católica lo siguiente:
"Satán no es más que una criatura, poderosa por
el hecho de ser espíritu puro, pero siempre criatura.. y
aunque su acción cause grandes daños – de
naturaleza espiritual e indirectamente incluso de naturaleza
física
en cada hombre y en la sociedad, esta acción es permitida
por la divina providencia… el que Dios permita la actividad
diabólica es un gran misterio"…

Esto implica nada más y nada menos que para el
Catolicismo la existencia del Diablo tiene un estatuto de
realidad innegable.

Por su parte, los "Mormones", como grupo
sectarioh de tintes milenaristas,
basándose literalmente en los escritos
apocalípticos, están confiados que cuando acontezca
el fin de los tiempos el Señor destruirá al que en
los albores de la existencia fue el más grandioso de sus
ángeles Lucifer – Satanás y a su obra y que a
partir de esta catástrofe la tierra morirá pero
será vivificada nuevamente; en una parte de la entrevista los
informantes afirman que como "dicen los textos sagrados
"Satanás y sus demonios reinarán en este mundo
antes de la venida final de Jesucristo… este lo vencerá
y lo encadenará por más de mil años,
así lo dice el Apocalipsis"…

En ningún momento ponen en duda la existencia del
Adversario, al que le adjudican, entre otras cuestiones, tareas
propias de los hombres, como por ejemplo la creación y
fundación de su propia Iglesia, el reinado en la Tierra,
es más, el fue quien creó el Mal entre los
hombres: "todo lo que es malo en el mundo viene del
Diablo… el es creador del Mal… hay que tener cuidado
de no seguir sus órdenes o tentaciones, porque el que no
sigue a Dios sigue al Diablo, porque le hace caso a los malos
espíritus….
Amplían también
señalando características físicas del Diablo
caracterizándolo como "grande y repugnante",
pero más allá de esto es considerado como parte
esencial del "plan divino" de
la creación, admitiendo aparte que goza de una determinada
jerarquía: "El demonio es también un hijo
espiritual de Dios y tuvo hace mucho tiempo una autoridad muy
grande entre las creaciones del padre… un día se
reveló contra la autoridad de su padre junto a otros
espíritus rebeldes… Dios los expulsó de los
cielos y les negó la posibilidad de poseer un cuerpo
terrenal como el nuestro… la tarea del Diablo es tentar a los
hombres para que los sigan en su eterna condena y desobedezcan a
la voz de Dios"…

Este hijo espiritual es, a partir de su desobediencia,
según el relato de los jóvenes Elders (indicando
que son palabras indudables dado que están en libro del
Mormón) "el principal anticristo es Lucifer…
Lucifer era un gran y poderoso ángel hasta que cayó
y se convirtió en Satanás… Satanás es el
que tienta a los hombres para que pequen contra
Dios"

Los evangélicos reconocen sin duda alguna la
existencia del Diablo y ven a él como el enemigo
acérrimo de Dios, o por lo menos eso deja entender el
relato de Susana: "claro que existe. Es un gran
ángel que quiso ser similar o mejor que Dios y que sin
dudas hubiese querido ser hombre… Dios lo venció por la
resurrección de su hijo Jesucristo, es decir cuando se
hizo hombre"

Como entre los católicos la existencia del diablo
pasa a ser vista como cuasi obligatoria (dogma) para todo
creyente: "el que no cree en el Diablo no cree ni obedece
la palabra de Dios, se manifiesta en
rebeldía"

En los seminarios de Estudios Bíblicos
"Todos los estudiantes de la Biblia deben estar de acuerdo
con que el diablo tiene las siguientes
característicase
:

1. Se opone a Dios

2. Es muy poderoso y se manifiesta en muchas
formas.

3. Afecta la
personalidad misma de todo hombre y mujer y ha causado
estragos a través de toda la
creación.

4. Unicamente Cristo pudo
vencerlo.

5. La muerte de Cristo fue esencial para esta
victoria.

6. Finalmente, el diablo será destruido
por completo"…

 

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