- Objetivos
- Antecedentes
- Autoridad
Nacional del Ambiente - Autoridad
de la Región Interoceánica - Acciones
Emprendidas - Conclusión
- Bibliografía
Objetivos
Objetivos Generales
El objetivo de
nuestro trabajo de
investigación es el de poder recavar
la mayor información para el mejor entendimiento de
la
contaminación en los polígonos de tiro de las áreas
utilizadas por las antiguas fuerzas armadas del ejercito de los
Estados
Unidos.
De esta manera tendremos bases fundamentales para
continuar con nuestra lucha por el resarcimiento de nuestro
ecosistema y a
la vez, dar cabida y marcar el precedente en cuanto a los
legados que
dejan las guerras y el
uso indiscriminado de todo tipo de armamento bélico y mas
aun el uso de armas
químicas.
Objetivos Específicos
Específicamente nos referiremos a las diferentes
áreas utilizadas por el Comando Sur durante la vigencia de
los Tratados
Torrijos-Carter sobre el Canal de Panamá.
Los diferentes tipos de armamento utilizado en nuestro
territorio y el daño
producido al ecosistema panameño.
Veremos las diferentes tipos de seres vivos que se han
encontrado habitando en las áreas de los polígonos
de tiro y que a pesar de la contaminación siguen con vida, sin embargo,
se encuentran en riesgo debido a
la gran contaminación por armamento no detonados y
residuos de armas químicas que se encuentran en la
zona.
Introducción
El cierre de las bases militares en el territorio
panameño representa uno de los dividendos que reciben los
Estados Unidos por su victoria en la Guerra
Fría. Enormes recursos, antes
dedicados a las tareas de seguridad y
defensa, ahora pueden ser destinados al desarrollo social
y la consolidación de su supremacía como Estado. A
propósito de la contaminación que deja el cierre de
estas bases, parte de esos recursos deben ser asignados para
producir el saneamiento correspondiente. Al respecto, nuestra
Republica no ha cesado en su lucha por el saneamiento de las
bases militares que revirtieron, una vez retiradas las fuerzas
armadas de los Estados Unidos, a su costo y sin que
ello involucrase la presencia militar en nuestro
país.
El problema de la limpieza de los campos minados y con
municiones no detonadas forma parte de una agenda ambiental
global que procura territorios libres de minas, artefactos
explosivos y municiones sin detonar en todo el mundo.
A pesar de la situación aquí descrita, la
Republica de Panamá celebra con jubilo, en
compañía de todos los pueblos del orbe, la
trasferencia del Canal de Panamá que sucedió al
mediodía del 31 de diciembre de 1999, para regocijo del
pueblo panameño y de la Comunidad
Internacional. Al concluir la vigencia del Tratado e iniciarse
una nueva administración de la vía
acuática internacional, la Republica de Panamá
garantizaba brindar un servicio
eficiente y eficaz a sus usuarios.
Antecedentes
Cuando las obras de la construcción del Canal de Panamá
estaban por concluirse, el Coronel George Goethals señalo
en su informe anual,
que quedaban miles de hectáreas de terreno en exceso de
las requeridas para la obra. Indico que la razón de haber
solicitado la concesión de un área tan grande, se
debía a que en ese momento no existía el trazado
final de Canal. El Coronel señalo que lo lógico era
devolver esas tierras a Panamá, pero para que hacerlo, se
necesitaba la autorización del Congreso, considerando
difícil la obtención de dicha autorización,
ya que existía la creencia de que se trataba de tierras
desarrolladas con el dinero de
los contribuyentes estadounidenses. "Lo que no saben",
decía, "es que se trata de selvas".
Indico mas adelante, que frente a esa situación
debían estudiarse dos alternativas: la creación de
poblados para estadounidenses como los que existen en los Estados
Unidos, cuyo costo seria sufragado con los impuestos y las
tasas que pagarían por los servicios
públicos o la utilización de esas áreas
como campos de entrenamiento
para las tropas de los Estados Unidos.
Concesión por parte de Panamá del
derecho de uso de esas áreas
En el numeral 1 del Artículo IV, del Acuerdo para
la Ejecución del Artículo IV del Tratado, se
señala que las Fuerzas de los Estados Unidos podrán
usar los sitios de defensa enumerados en el párrafo
2 del Anexo A de dicho acuerdo. Además, el Anexo A incluye
una lista de las áreas de coordinación militar, las cuales
podrían ser usadas por las Fuerzas Armadas de ambos
Gobiernos de conformidad con el Anexo B del Acuerdo. Cabe
señalar, como según consta en los artículos
XVIII y XXIII del Tratado Hay-Bunau-Varilla de 1903, que la
Republica de Panamá le cedió a los Estados Unidos
de América
el pleno derecho de usar parte de su territorio para los fines
exclusivos de "la seguridad y protección del Canal, de las
naves que lo usen, o de los ferrocarriles y obras
auxiliares".
Mas aun este ultimo articulo es tan claro que numera la
clase de
contingente armado que los Estados Unidos podían usar en
la antigua Zona del Canal, siendo estos "su policía y sus
fuerzas terrestres y navales". Como puede observarse, pues, este
articulo XXIII del Tratado en mención, por
exclusión niega a los Estados Unidos el derecho de usar o
mantener fuerzas aéreas en la Zona del Cana.
A pesar de ello la Fuerza
Aérea mantuvo varias bases como fue la Agencia Federal de
Aviación, un organismo que en principio no tenía
ninguna relación directa con la operación, la
neutralidad o la defensa del Canal.
En noviembre de 1940, antes de que los Estados Unidos
intervinieran en la Segunda Guerra
Mundial, ya venían iniciando gestiones con nuestro
país para la posible construcción de bases
militares de defensa en el Istmo.
El 18 de manyo de 1942, se firmo en la ciudad de
Panamá, entre el Ministro de Relaciones Exteriores, Dr.
Octavio Fabrega y el Embajador de Estados Unidos en
Panamá, señor Edwin C. Wilson, "El Convenio
Frabega-Wilson", mejor conocido como "el Convenio de los Doce
Puntos", por la cual se arrendaron mas de 130 sitios de defensa
en la Republica de Panamá, accediendo Panamá,
así a la petición del Gobierno
norteamericano en las estipulaciones del Tratado de
1936.
Sin duda alguna este Convenio de 1942, lesionaba nuestra
soberanía, pero hasta cierto punto era
justificable ya que existía la amenaza latente de la
Segunda Guerra
Mundial que ponía en peligro al Canal y al Istmo, sin
embargo, las ventajas que nuestro país obtuvo de dicho
Convenio fueron algunas reivindicaciones adicionales a las que
habían obtenido con el Tratado General de 1936.
Bases Militares, Campos de Tiro y Área de
Bombardeo
Durante la negociación de los Tratados del Canal de
Panamá de 1977, la Republica de Panamá obtuvo la
primera información respecto a la localización
exacta de las tierras de uso militar, su extensión y la
función
asignada a las mismas. Los Estados Unidos también
necesitaban identificar las áreas que utilizaban en esos
momentos y que deseaban seguir utilizando, en virtud del Tratado
del Canal de Panamá, titulado "Sitios de Defensa,
Áreas de Coordinación Militar y Otras
Instalaciones", se señalan las áreas de Emperador y
Pina como campos de tiro y el área de Balboa Oeste como
área de bombardeo. Estas áreas se encuentran
localizadas, conforme a la denominación del Tratado, en
las áreas de Coordinación Militar.
Cabe señalar otros sitios de defensa que fueron
utilizados como áreas de coordinación militar y
otras instalaciones las cuales no fueron identificadas en su
totalidad al momento de firmar los Tratados del Canal,
(Torrijos-Carter) tal como se señala en el numeral 2 del
Anexo A distingue como sitios de defensa la base Howard, el
Fuerte Kobbe, Farfan, Rodean, las barracas de infantería
de marina, el área de deposito de municiones de la Brigada
193, las viviendas de Cocoli, el área de tanques de
Arraijan, el Fuerte Calyton, las instalaciones del ejercito en
Corozal, el Sector Occidental de Albrook, el Fuerte Davis, el
Atracadero 45, los depósitos en el Atlántico, la
Isla Galeta, el Oleoducto y los radares instalados por los
norteamericanos.
Algunas de estas áreas descritas en el numeral 3
del Anexo A, comprenden mas de 40 instalaciones entres las cuales
están: los Altos de Quary Heights, la Estación
Naval de Fuerte Amador, el Fuerte Gulick, viviendas, edificios,
depósitos, sitios de conservación de
mercancías, sitios de reparaciones, y mantenimiento
de equipos militares, hospitales tropical, almacenaje de equipos
de comunicación, edificios para las pruebas de
motores a
propulsión a chorro, depósitos de vehículos,
área de transferencia de municiones, campo de antenas,
instalación para aire
acondicionado, laboratorio de
fotografías y otras mas. Muchas fueron las actividades y
maniobras militares ajenas a lo estipulado en el entendimiento
del Tratado Torrijos-Carter directamente relacionados con estos
fines específicos.
Lo que nos interesa resaltar radica en enunciar de
manera clara y especifica las bases que fueron objeto de reservas
militares tales como: Fort Amadar y Fort Grant; Depósito
de Municiones de Cerro Pelado; Cerro del Tigre; Fort Calyton,
Curundy Heights; Fort William D. Davis; Corozal; Fort Kobbe; Fort
Gulick; Fort Randolph y Fort Sherman; todas estas
pertenecían al Ejercito.
En cuanto a las reservas militares correspondientes a la
Marina de Guerra
estaban: la Guarnición de tanques de Arraijan; Coco Solo;
Estación de Radio Naval de
Colon; Estación de Radio Naval de Farfan;
Guarnición de tanques de Gatun; Estación de Radio
Naval de Summit y el West Bank situado en el Sector Occidental
del Canal.
En lo que respecta a la Fuerza Aérea se
encontraban: La base de Albrook y la Base de Howard.
Además de otras reservas como las de Quero Heights;
Herrick Heights; Cerro Tigre; Río Hato; Isla Iguana; Chivo
Chivo y France Field.
En resumidas cuentas, a pesar
del sin fin de actividades y maniobras militares ajenas a la
neutralidad y defensa del Canal, ejercidas por las Fuerzas
Armadas estadounidenses, los danos ecológicos causados por
ellos en nuestro territorio y las repercusiones de sus acciones con
armas convencionales y químicas son tan extensas como la
suma de los entrenamientos que han desarrollado a lo largo de su
presencia en el Istmo.
En noviembre de 1998, los Estados Unidos presento un
documental que informa sobre las practicas de armas
químicas en la isla de San José, en el
Archipiélago de las Perlas. De igual manera, Rick Stauber,
estadounidense, experto en explosivos, había visitado
Panamá en julio de 1997, denuncio en el programa "60
minutos" de la CBS, la dimensión de los peligros que
representaba las áreas contaminadas por efecto de los
militares estadounidenses en Panamá. Durante sus estudios,
denuncio que en Panamá "el Comando Sur realizo pruebas con
uranio empobrecido y luego trato de ocultar las evidencias".
Stauber, sostiene que durante su visita, realizo una serie de
investigaciones en Chivo-Chivo y el
polígono de Pina y se encontraron proyectiles con uranio
empobrecido.
Los estudios de Stauber dan cuenta que en la antigua
base militar de Río Hato se encontraron indicios de la
existencia de proyectiles y municiones que "representan peligro
para la comunidad".
Armamentos no detonados en la
actualidad
Se entiende por armas no detonadas aquellas que no
estallan al ser lanzadas por parte de los militares que estaban
realizando sus practicas de entrenamiento, también
están aquellas que son desechadas y de igual manera no
estallan, por lo tanto son estas armas que no detonaron en su
momento, las cuales posiblemente mantiene su poder toxico y
lesivos, las que después provocan accidentes, a
veces mortales, entre quienes despreocupadamente las recogen, las
pisan o hasta juegan con ellas. En la isla San José, se
estima que actualmente podría haber hasta 3,126 armas
químicas inoperativas, que no detonaron en su momento pero
podrían hacerlo.
En lo que respecta a los polígonos de tiro,
campos de tiro y las áreas de bombardeo de Balboa Oeste,
Emperador, Pina y Sherman, áreas estas donde la presencia
de las Fuerzas Armadas estadounidenses fue mas activa, pues ellos
utilizaron estos sitios para entretenerse defensivamente, debido
a que para 1904 y 1990, las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos
libraron dos guerras mundiales; sostuvieron guerras locales en
Corea y Vietnam; se involucraron en conflictos
menores a la vez intervenían directamente en muchos
lugares de América
Latina, participaron en la Guerra del Golfo
Pérsico.
A todo esto, las Fuerzas Armadas estadounidenses usaron
nuestro territorio como retaguardia intensa, entre los servicios que
obtuvieron fueron el uso de comunicaciones, apoyo logístico, de
investigaciones y ensayo de
equipos militares y de entrenamiento de tropas. De este modo, la
contaminación ambiental es una consecuencia inevitable de
las actividades señaladas el las líneas
anteriores.
Para 1930, las actividades militares estadounidenses en
Panamá se enfocaron fundamentalmente en la defensa del
Canal e incluyeron el establecimiento y mantenimiento de una
línea de fortificación en las áreas ocupadas
por el campo de tiro de Emperador.
El área donde hubo mayor impacto tiene una forma
irregular. Consta de 600 hectáreas en la parte sureste del
campo de tiro de Emperador y en la parte noroeste de mayor
impacto esta a 1.5 kilómetros del Canal de Panamá,
alrededor de 30% de este territorio se encuentra dentro del
área de operación del Canal y el resto dentro de la
coordinación militar.
Es muy posible también que en la provincia de
Bocas del Toro, se hallan almacenado alguna cantidad de estos
armamentos usados durante la Segunda Guerra Mundial y
con los cuales se esperaba disuadir a los alemanes, en caso de
desembarco naval.
Tanto la Cuenca del Canal y el Laboratorio Gorgas fueron
utilizados para experimentos de
armas químicas. Por otra parte, la población marginal denominada
"precaristas", los pescadores, cazadores, agricultores,
recogedores de casquillos y metales y toda
persona que
por curiosidad y otro motivo se atreva a entrar en las
áreas anteriormente descritas estas expuestas a ser
victimas directas de dichas municiones que están entre la
maleza o debajo de la tierra las
cuales sin ser vistas se pueden pisar y activarse y de esta
manera causar la muerte,
mutilaciones de algún tipo corporal, como también
la destrucción de bienes e
inmuebles, contaminar el aire que
respiramos, destrucción de todo ser vivo. Por este motivo
y muchos mas, se hace necesario que se cumpla a cabalidad con lo
estipulado en el numeral 4 del Articulo IV del Acuerdo para la
Ejecución del Articulo IV del Tratado del Canal de
Panamá de 1977 donde establece con claridad la responsabilidad que tiene los Estados Unidos en
:
"adoptar todas las medidas necesarias para asegurar,
hasta donde sea viable, que toda amenaza a la vida, salud y seguridad humanas
sean removidas de cualquier sitio de defensa, área de
coordinación militar o porción del mismo, en la
fecha en que cese la autorización para su uso por parte
de las fuerzas de los Estados Unidos".
Las poblaciones que están expuestas a estos
peligros se encuentran: en lo que corresponde al Distrito de
Arraijan, Corregimiento de Veracruz están: Veracruz,
Represa, Koskuma; en el Corregimiento de Arraijan: Loma Coba,
Boyala, Las Nubes, La Paz, Nueva Luz, el Toro, 13
de Febrero, Omar Torrijos, Palo Deferente, Valle del Sol, Los
Tecales, 11 de Octubre, Rogelio Paredes, Burunga; Corregimiento
Juan D. Arosemena: Nuevo Arraijan, Río Potrero, Nuevo
Chorrillo; Corregimiento Nuevo Emperador: Nuevo Emperador, La
Gloria, Las Guabitas; Corregimiento Santa Clara: Santa Clara,
Huile, Baila Mono, Alto Bonito, Penas Blancas, Barriada 2000. En
los que respecta al Distrito de la Chorrera; Corregimiento el
Arado: Lirio y Congo. En cuanto al área Atlántica
de la Región de Salud de la Provincia de Colon; tenemos;
Distrito de Colon; Corregimiento de Escobal (lago), Escobal
Central, Loma de Balboa, Providencia, Vino Tinto, Campo Alegre,
Las Cruces y Chuchirvo. Por otro lado, en el Distrito de Chagres,
esta el Corregimiento de Pina, Pina Centro, Limón de Pina,
Punta del Medio y Tarascón.
Agentes químicos almacenados y puestos a
prueba en territorio istmeño
En relación a este tema, las áreas ya
revertidas a la Republica de Panamá las cuales se dieron
de acuerdo al fiel cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter,
eran tierras fértiles en sus orígenes aptas para la
agricultura
con una diversidad de animales, selvas
boscosas, con la mejor agua del
mundo, es decir, con la naturaleza mas
rica y sana para todo ser viviente.
En la actualidad, dichas áreas han sufrido una
serie de alteraciones ecológicas y ambientales provocadas
por la mano de las Fuerzas Armadas norteamericanas acantonadas en
nuestro territorio, las cuales utilizaron a sabiendas del peligro
que representaría para la vida y la salud de la
población en general.
Antes de que se terminaran los trabajos de
construcción del Canal, los norteamericanos realizaron
múltiples pruebas de entrenamiento y exámenes de
diferentes tipos de armas en las riberas del Canal, en sus
inicios se hicieron pruebas con materiales
explosivos y de municiones de morteros y cañones, de igual
forma, de armas pequeñas y livianas, pero no todas las
municiones explotaron por lo cual muchas de ellas quedaron como
municiones sin detonar.
Estas pruebas y exámenes de armamentos se fueron
localizando en tres diferentes campos de tiro: Emperador, Balboa
Oeste y Pina. Por otro lado, unas 34 mil hectáreas en las
riberas del Canal fueron utilizadas como sitios de defensa y
áreas de coordinación militar. De estas, 21,929
fueron utilizadas para entrenamiento militar, de las cuales unos
14,590 hectáreas sirvieron como campos de tiro y
áreas de bombardeo. De esta ultima cifra, unas 7,300
hectáreas de impacto están contaminadas por
Municiones y/o Explosivos No Detonados (MDN) y otros
contaminantes propias de las actividades militares realizadas por
las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos y "no podrán ser
saneadas y permanecerán con explosivos no detonados al
termino de la vigencia del Tratado del Canal".
En Panamá, y con toda seguridad, desde 1930 hasta
1968, Estados Unidos mantuvo un programa activo de armas
químicas, entre 1930 y 1946 el programa tuvo como objetivo
la defensa del Canal. Desde 1943 hasta 1968 estaba orientado a
probar el funcionamiento de las armas químicas en un
clima
tropical.
En 1961, el Cuerpo Químico del Ejercito de los
Estados Unidos participo en un ejercicio de trasporte llamado
Swamp Fox en la zona del Darien, no lejos de la frontera con
Colombia. Parte
de esta operación consistió en el lanzamiento de 58
granadas lacrimógenas del tipo CN en la selva, una segunda
operación Swamp Fox, se llevo a cabo en Panamá en
1964, se realizaron por lo menos cuatro pruebas con armas
provistas de agentes químicos vivos (minas M-23 cohetes y
proyectiles contenido gas VX y cohetes
de gas sarin).
La mina M-23 contenía diez libras y media de
agente VX. Diez miligramos de VX constituyen una dosis mortal por
lo tanto, en cada una de las minas que probaron en Panamá
teóricamente había casi medio millón de
dosis letales.
Para entender mejor lo antes mencionados, hay que hacer
un alto y diferenciar unas armas de otras. Las armas
químicas se utilizan en forma de gas, vapores, humos,
aerosoles o líquidos para intoxicar personas, animales,
plantas, alimentos, agua o
suelo. Las
armas químicas se clasifican según criterios
varios, principalmente en:
- Función militar toxicas, incapacitantes,
agentes de control de
multitudes, agentes de entrenamiento, humos, nieblas,
señalizadotes, incendiarios (según uso
destinado). - Efectos físicos lacrimógenos
(tóxicos de ojos-nariz, tracto respiratorio),
tóxicos de pulmón, tóxicos de la sangre,
tóxicos de la piel o
quemantes, tóxicos de los nervios, eméticos que
causan vómitos.
En el proyecto San
José, también se pusieron a prueba armas
químicas en el mar cercano a Panamá con el fin de
determinar si la guerra química podría
ser eficaz contra los barcos enemigos. También la isla
Iguana fue usada como campo de bombardeo
convencional.
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