- Consideraciones generales:
nuestra situación
hermenéutica - Hermenéutica,
desarrollo humano identidad nacional y educación
general
Reflexiones sobre la naturaleza de
la filosofía
y su importancia para un entendimiento del desarrollo
humano desde la identidad
nacional
Divido mi presentación en dos partes, en una
primera presento algunas reflexiones teoréticas sobre el
concepto de la
filosofía que anima mi trabajo en el
área de la filosofía educativa. Sobre esta base, en
la segunda parte, comparto algunas ideas sobre una educación
emancipadora basada en los conceptos de desarrollo
humano e identidad
nacional y el rol de la filosofía en la
misma.
Consideraciones
generales: nuestra situación
hermenéutica
"A decir verdad, no hay mas que una
ciencia;
y ciencia no es más que interpretación.
Hagamos lo que hagamos, nunca, en la
cantidad
determinada de razón de que nos han
provisto,
nunca llegaremos a otra cosa que
interpretar,
mejor o peor, el orden de la
naturaleza."
Eugenio María de Hostos
Abordamos el tema de este trabajo, no desde una
perspectiva meramente académica, sino desde nuestro
interés
en una tradición filosófica educativa con la que
nos identificamos conceptual, afectivamente y conductualmente,
que puede llamarse humanista-critica-emancipatoria;
tradición que en Latinoamérica funda Eugenio Maria de
Hostos.
Los humanos somos seres de tradiciones, nos alimentamos
de ellas, nuestra vida cobra significado y dirección gracias a ellas. Una
tradición es tanto herencia como
proyecto.
Pertenecer a una tradición es sentirse parte de un
proceso
histórico que nos trasciende, es reconocer que nada
importante se construye en una generación, y que el logro
de las grandes aspiraciones sólo se da en el relevo de las
generaciones, que trabajando sobre un mismo objeto y a la
luz de un
ideal, van entendiendo mejor su realidad y el ideal y el modo de
aproximar la uno al otro.
Una tradición es un logos, o mejor un
diá-logo, del que nos sentimos parte; es una comunidad de
interpretación que se sostiene en espacio y tiempo. La
tradición es un interlocutor sobre la experiencia del cual
elaboramos nuestras propias interpretaciones. La claridad,
sistematización, y comprensibilidad y sólida
fundamentación de ésta nos sirve de
trampolín para elevarnos a una a un nivel superior de
experiencia y teorización.
La tradición es continuación y
reconstrucción. Al hacer la lectura de
una tradición e identificarnos con ella, no podemos menos
que tratar de emularla y superarla. Porque las tradiciones, solo
perviven en la crítica
y reconstrucción que de ellas hacemos: de otro modo se
trasforman en piezas de museo. Decía el gran educador
Pablo Freire al respecto, "la mejor manera de entenderme es
superarme". Apelar a una tradición es remitirnos a una
colectividad de la que somos parte; es reconocernos miembros de
una comunidad intelectual que queda convocada al nombrarla. Es
reconocer que no se trata de un proyecto capricho individualista,
es dar legitimidad a nuestros esfuerzos.
Desde la tradición humanista-critica-emancipadora
a la que nos adscribimos, entendemos la filosofía como una
de las forma de conciencia, es
decir del ser humano mediar su relación, de apropiarse, la
realidad, mediante su interpretación, surgida para
satisfacer intereses y propósitos emancipatorios en
determinados espacios sociales e históricos.
La filosofía se elabora, en cuanto saber
informal, como parte del proceso de desarrollo cultural mismo al
que accede toda persona y que
expresa un nivel comprensivo de interpretación de la
realidad. En este sentido se habla de la "filosofía de un
pueblo", que viene a ser su "visión general del mundo" o
"cosmovisión". Formalmente se elabora cuando surgen la
escuela, la
academia, la universidad, y
con ello los especialistas, la comunidad de los filósofos, para constituirse en disciplina que
define su objeto y método
mediante categorías especiales.
Página siguiente |