Partes: 1, , 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9
- La amenaza estadounidense ronda
a Venezuela, Salim Lamrani - 19 de
Abril de 1810: Primer Referendo Revocatorio del mandato de
Autoridad (Prof. (M.sc.) Arnaldo Perdomo - Guerra
Asimétrica - Lecciones
de la guerra asimétrica en Irak, Horacio
Benitez - La gran
victoria de la guerra de resistencia a la agresión
norteamericana y en ayuda a Corea y nuestras tareas ulteriores,
Mao Tsetung - En acto
político con 1.5 millones, Hugo Chávez llama a
derrotar al imperialismo estadounidense, Juan
Trujillo - Por
Venezuela Bolivariana, con orgullo latinoamericano. Gladys
Marin, PC Chile - Belisario Landis:
prácticas intimidatorios - Baduel:
Iniciaríamos una guerra de
resistencia - Chi-Minh y Vo
Nguyen Giap por Franz J. T. Lee - Entrevista a Ramiro
Vargas Comandante de Comando Central del Ejército de
Liberación Nacional de Colombia - La guerra
asimétrica. Un análisis crítico de un
nuevo tipo de guerra, por Ricardo Seratti - GBI:
Guerra de Guerrillas, por Ricardo Seratti - La
resistencia: qué es y por qué se habla hoy de
ella, Carlos Jaime Fajardo - Imperialismo
y resistencia en Latinoamérica, James
Petras - Venezuela
podría convertirse en un objetivo militar prioritario de
EE.UU. Darío Pignotti - La
Guerra de todo el Pueblo (1 Parte). Horacio
Benitez
"Ante una invasión del gobierno
más poderoso de la Tierra,
nosotros nos dispersaríamos, nos haríamos tierra,
aire, agua y
conduciríamos una guerra de
resistencia".
Hugo Chavez Frias, Presidente de Venezuela.
CARACAS – El presidente
Hugo
Chávez constantemente advierte a los venezolanos que
una invasión de los Estados Unidos es
inminente.
En atención a esa eventual amenaza,
Chávez ordenó una reestructuración de la
fuerza armada
y la ampliación de las milicias civiles, que son
entrenadas para resistir a un potencial enemigo que sería
superior en cantidad y equipamientos.
Numerosos seguidores de Chávez, un ex teniente
coronel del Ejército, se han alistado en la reserva
atendiendo el llamado del mandatario izquierdista, lo que ha
permitido llevar esa unidad a unas 150.000 personas, cifra que
está muy por encima de las fuerzas regulares calculadas en
unos 100.000 hombres.
Simultáneamente, Chávez ordenó la
formación de una milicia denominada Guardia
Territorial.
Chávez ha anunciado que espera llevar la reserva
a un millón de hombres y mujeres.
Algunos opositores sostienen que la idea del gobernante
suramericano de incorporar masivamente a los civiles en la
defensa nacional responde a un plan para crear
una fuerza interna que pueda enfrentar a opositores y defender a
Chávez a cualquier costo.
"Vamos a ser un pueblo soldado", dijo Roberto Salazar,
un desempleado de 49 años, después de arrastrarse
por debajo de un alambrado de púas, recorrer una trinchera
llena de fango, y evadir un grupo de
llantas incendiadas junto con otros voluntarios durante un
entrenamiento
de la Guardia Territorial.
La mayoría de los soldados civiles venezolanos
provienen de las barriadas pobres donde Chávez tiene un
fuerte respaldo.
El entrenamiento, que se imparte en buena parte los
fines de semana, incluye el manejo de fusiles de asalto, el
acondicionamiento físico, y las carreras con
obstáculos en medio de una nube de gas
lacrimógeno.
Miles de los voluntarios que se entrenan son amas de
casa, estudiantes y obreros de construcción que devengan un salario de 16.000
bolívares (unos 7,44 dólares) por cada
sesión a la que acuden.
"Es necesario que los venezolanos tengan conocimiento
de ser militar para defender la patria y nuestro presidente Hugo
Chávez", añadió Salazar.
Chávez insiste en que el golpe del 2002, que lo
sacó del gobierno por dos días, fue promovido por
Washington. Estados Unidos reconoció rápidamente al
gobernante interino que asumió el poder durante
la intentona. Algunos documentos
desclasificados de los servicios de
inteligencia
estadounidense indican que la CIA conoció con
antelación las conspiraciones de militares
disidentes.
Los oficiales rebeldes fueron expulsados de la fuerza
armada, y algunos de ellos huyeron del país. El gobierno
ha ofrecido recompensas para capturarlos, que han incluido
espléndidos incrementos de sueldos para los
militares.
El mandatario asegura que todos los venezolanos debe
estar preparados para la "guerra de resistencia",
recordándoles que las montañas alrededor de Caracas
proveen una excelente protección.
Chávez ha señalado que las tropas
estadounidenses podrían "morder el polvo" si tratan de
invadir el país para apoderarse de las vastas reservas
petroleras.
La reserva venezolana que contaba para el 2004 con unas
30.000 personas, tiene hoy unos 150.000 miembros, declaró
el general Alberto Muller Rojas, integrante del estado mayor
del presidente Chávez.
Esa unidad tiene ahora su propio comandante y un
presupuesto
independiente de las fuerzas regulares.
Los reservistas asumirán algunos de los viejos
fusiles de asalto belgas que este año se retirarán
de la fuerza armada luego que Venezuela reciba los 100.000
fusiles rusos Kalashnikov que serán la nueva arma
reglamentaria de los militares venezolanos.
Chávez ha dicho que se requerirán
más armas para el
millón de soldados civiles. A la Guardia Territorial no se
le proporcionarán armas, pero sus comandantes sostienen
que el armamento podría ser habilitado y designado en el
caso de una emergencia.
En algunas secciones de la nueva orientación de
la fuerza armada venezolana, que fue difundida por la internet, se habla de una
nueva alianza "civiles-militares".
En el documento se refiere además que el
país debe prepararse para una guerra "asimétrica",
que implica el uso de medios no
convencionales para combatir la fuerza tradicional, aunque no se
explica en detalle cuáles tácticas podrían
usarse.
Los opositores han acusado a Chávez de tratar de
consolidar el poder, al estilo cubano, al asignar a los militares
tareas en las comunidades como guardias peatonales y prestadores
de atención médica.
"La lealtad militar a Chávez es una de las dos
claves de la supervivencia de Chávez. La otra es la
devoción de los pobres", expresó Larry Birns,
director de organización del Consejo de Asuntos
Hemisféricos (Council on Hemispheric Affairs), con sede en
Washington.
"Esto es un acto de desesperación para formar una
milicia civil armada", indicó Birns. "El puede haber
llegado al tal punto de creer que una facción de los
militares es poco confiable", añadió.
Indicó que en vez de una invasión,
sería más probable que Washington trate de
debilitar a Chávez estableciendo contactos con posibles
rivales dentro de la fuerza armada.
Chávez expulsó del país en febrero
a un agregado naval estadounidense, acusado de actividades de
espionaje. Estados Unidos en represalia ordenó el retiro
de una diplomática venezolana.
Algunos oficiales estadounidenses han conjeturado que
Chávez podría tratar de exportar su revolución
a otros países. El mandatario califica tales versiones
como una completa invención.
La fuerza armada venezolana no parece estar edificando
ninguna fortificación especial para resistir a un ataque
de las tropas estadounidenses. No obstante, el país se
cuida muy bien de revelar los detalles de sus planes de
defensa.
Unos reporteros del Canal 4 de Gran Bretaña
fueron detenidos recientemente durante 30 horas por filmar a unos
reservistas después de un desfile. Los periodistas dijeron
haber sido encarcelados durante la noche por sospecha de
espionaje, y después fueron liberados.
En una reciente entrevista el
embajador estadounidense en Caracas, William Brownfield, se
abstuvo de hacer juicios sobre el crecimiento de la reserva en
Venezuela.
Brownfield sólo manifestó que corresponde
al gobierno y al pueblo venezolano decidir qué "tan grande
quieren la reserva, qué sistema de mando
creen que la reserva debe tener, y si esta reserva debe tener una
presencia en cada cuadra, o pueblo, o aldea en todo el
país".
Chávez ha señalado que Estados Unidos no
ha titubeado en invadir países y derrocar a los
regímenes que considera hostiles. Como ejemplo de ello
citó las invasiones de Granada en 1983 y de Panamá en
1989, argumentando que lo mismo podría sucederle a
Venezuela. En ambos casos, las fuerzas de resistencia
rápidamente se desmoronaron.
El caso de la derrota de la invasión de Bahia de
Cochinos, que promovió la CIA en 1961, es un modelo que
Chávez quiere que se siga en su país.
En el sur de Venezuela la Guardia Nacional ha alistado a
unos 500 indígenas para la defensa nacional que de ser
necesario lanzarían flechas con dardos venenosos,
comentó Chávez recientemente. "Si a algún
invasor hubiera que meterle un flechazo del bueno, en 30 segundos
usted está listo, querido gringo", agregó el
gobernante.
—
En este artículo contribuyó la reportera
de Associated Press, Natalie Obiko Pearson.
Venezuela
Milicias de Chávez
El presidente
Hugo Chávez constantemente advierte a los venezolanos que
una invasión de los Estados Unidos es inminente. En
atención a esa supuesta amenaza, el primer mandatario de
Venezuela ordenó concretar una reestructuración de
las fuerzas armadas y la ampliación de las milicias
civiles, que son entrenadas para de esa manera resistir a un
potencial enemigo, que sería superior no sólo en
cantidad sino también en equipamientos bélicos.
Numerosos seguidores de Chávez ya se han alistado en la
reserva atendiendo el llamado del mandatario izquierdista, lo que
ha permitido llevar esa fuerza a unas 150 mil personas, cifra que
está muy por encima de las tropas regulares calculadas en
unos 100 mil hombres. Simultáneamente, el polémico
funcionario ya dispuso la formación de una milicia
denominada Guardia Territorial. Chávez ha anunciado
públicamente que espera llevar la reserva a un
millón de hombres y mujeres. En tanto, algunos opositores
sostienen que la idea del gobernante sudamericano de incorporar
masivamente a los civiles en la defensa nacional responde a un
plan para crear una fuerza interna que consiga enfrentar a los
opositores y defender a Chávez a cualquier precio.
''Vamos a ser un pueblo soldado'', dijo Roberto Salazar, un
desempleado de 49 años, después de arrastrarse por
debajo de un alambrado de púas, recorrer una trinchera
llena de fango y evadir un grupo de llantas incendiadas junto con
otros voluntarios durante un entrenamiento de la Guardia
Territorial. La mayoría de los soldados civiles
venezolanos provienen de las barriadas pobres donde Chávez
tiene un fuerte respaldo. El entrenamiento, que se imparte en
buena parte los fines de semana, incluye el manejo de fusiles de
asalto, el acondicionamiento físico y las carreras con
obstáculos en medio de una nube de gas lacrimógeno.
El mandatario asegura que todos los venezolanos debe estar
preparados para la ''guerra de resistencia'',
recordándoles que las montañas alrededor de Caracas
proveen una excelente protección. Chávez ha
señalado que las tropas estadounidenses podrían
''morder el polvo'' si tratan de invadir el país para
apoderarse de las vastas reservas petroleras. "La reserva
venezolana que contaba en 2004 con unas 30 mil personas, tiene
hoy unos 150 mil miembros", declaró el general Alberto
Muller Rojas, integrante del estado mayor del presidente
Chávez. Los reservistas asumirán algunos de los
viejos fusiles de asalto belgas que este año se
retirarán de la fuerza armada luego que Venezuela reciba
los 100 mil fusiles rusos Kalashnikov que serán la nueva
arma reglamentaria de los militares venezolanos. Chávez ha
dicho que se requerirán más armas para el
millón de soldados civiles. A la Guardia Territorial no se
le proporcionarán armas, pero sus comandantes sostienen
que el armamento podría ser habilitado y designado en el
caso de una emergencia. Chávez expulsó del
país en febrero a un agregado naval estadounidense,
acusado de consumar actividades de espionaje. El gobierno de
Estados Unidos en represalia ordenó el retiro de una
diplomática venezolana. Algunos oficiales estadounidenses
han conjeturado que Chávez podría tratar de
exportar su revolución a otros países. El
mandatario, por su parte, califica tales versiones como una
completa invención. La fuerza armada venezolana no parece
estar edificando ninguna fortificación especial para
resistir a un ataque de las tropas estadounidenses. No obstante,
el país se cuida muy bien de revelar los detalles de sus
planes de defensa. Unos reporteros del Canal 4 de Gran
Bretaña fueron detenidos recientemente durante 30 horas
por filmar a unos reservistas después de un desfile.
Chávez ha señalado que Estados Unidos no ha
titubeado en invadir países y derrocar a los
regímenes que considera hostiles. Como ejemplo de ello
citó las invasiones de Granada en 1983 y de Panamá
en 1989, argumentando que lo mismo podría sucederle a
Venezuela. La derrota de la invasión de Bahia de Cochinos,
que promovió la CIA en 1961, es un modelo que
Chávez quiere que se siga en su país.
La amenaza
estadounidense ronda a Venezuela
por Salim Lamrani
Desde el mes de abril de 2006, los Estados Unidos
realizan impresionantes maniobras militares en el Caribe. La
operación, titulada Partnership of the Americas, que se
prolongará hasta el mes de mayo, incluye la presencia de
6.500 soldados, varios portaaviones y submarinos nucleares y un
espectacular número de aviones de caza F16.
Un barco de guerra desembarcó incluso en la isla
neerlandesa de Aruba a sólo 15 millas de las costas
venezolanas. [1]
Este despliegue de fuerza ha preocupado seriamente al gobierno de
Hugo Chávez, quien ha denunciado un intento de
agresión militar. El canciller Ali Rodríguez
subrayó el peligro de una empresa
violenta contra Venezuela por parte de la Casa Blanca.
"Nosotros hemos estado bien conscientes de ese riesgo […].
¿Tú no has visto el lenguaje
que ha hablado el señor Bush? Es un lenguaje
maniqueo entre el bien y el mal, los que están conmigo son
buenos, los que no están conmigo son malos y debemos
destruirlos", declaró. Según él,
sólo el lodazal iraquí y "la situación muy
crítica" en Medio Oriente han puesto el
freno a una ofensiva armada contra
Venezuela. [2]
Ali Rodríguez también afirmó que no
deseaba una ruptura con los Estados Unidos: "La
posición nuestra es llevar relaciones normales, cordiales
y la única condición que le ponemos al gobierno
norteamericano es respeto a la
soberanía de Venezuela, no
intervención en los asuntos internos de Venezuela [y]
cumplimiento de la carta de las
Naciones
Unidas". [3]
El embajador estadounidense en Caracas, William
Brownfield, minimizó la importancia de los ejercicios
militares que efectúa el Southern Command. "No es la
primera vez que el gobierno de los Estados Unidos realiza
maniobras navales en el Caribe, y no será la
última", señaló. [4]
El Pentágono, por su parte, declaró que el desfile
militar estaba únicamente destinado a hacer frente a
amenazas no convencionales tales como el tráfico de
droga y el
tráfico humano, en cooperación con otros
países de la región. No obstante no precisó,
visto el arsenal guerrero desplegado, si pensaba utilizar armas
nucleares para poner término a esas amenazas no
convencionales. [5]
Esta nueva escalada de tensiones entre Venezuela y
la
administración Bush sigue a toda una serie de
declaraciones belicosas que ha efectuado Washington en los
últimos meses. El 16 de febrero de 2006, Condoleezza Rice,
la secretaria de Estado, afirmó que Venezuela
constituía "uno de los mayores problemas"
para los Estados Unidos, y calificó sus relaciones con
Cuba como
"particularmente peligrosas". Hizo partícipe de su
intención de crear un frente común regional contra
el gobierno del presidente Chávez durante su comparecencia
ante el Comité de Relaciones Exteriores de la
Cámara de Representantes, con el fin de justificar el
presupuesto de 33.000 millones de dólares dedicado a su
ministerio para el año 2007. [6]
Condoleezza Rice acusó a Hugo Chávez de
influir en "sus vecinos para salirse del proceso
democrático", mediante políticas
que rechazan el acuerdo de libre cambio
(ALCA) que
exigen los Estados Unidos. En efecto, desde su acceso al poder,
el actual gobierno venezolano preconiza una integración
económica latinoamericana (ALBA) con el
fin de favorecer el desarrollo de
la región, proyecto
completamente opuesto al neoliberalismo
que quiere imponer Washington y que no favorece más que a
las grandes transnacionales. Para contrarrestar "la influencia
negativa" de Venezuela, Rice propuso multiplicar las relaciones
con "los gobiernos responsables, incluso los gobiernos
responsables de la izquierda, como Brasil o
Chile"; es decir los que aceptan el modelo económico
ultraliberal. [7]
La secretaria de Estado también reprochó
al gobierno bolivariano el brindar su apoyo a la coalición
de los dos ex presidentes nicaragüenses Daniel Ortega y
Arnaldo Alemán en vista de las próximas elecciones
presidenciales de noviembre de 2006. Según Rice, este
apoyo podría "generar una situación en la que un
gobierno democráticamente elegido no podría
funcionar en Nicaragua", aludiendo a una eventual victoria de
la izquierda, y al probable rechazo que suscitaría en
Washington. [8]
Sin embargo Rice, que fustiga constantemente "el
populismo
latinoamericano", omitió señalar que su propio
embajador en Nicaragua, Paul Trivelli, se reunió con los
líderes de la derecha y exigió de ellos que
formaran una sola lista para las elecciones, para impedir a
cualquier precio un éxito
electoral del Frente Sandinista. [9]
Pero no es la primera injerencia ni la primera
contradicción de Washington.
El presidente Chávez se mostró asombrado
por las declaraciones de Rice y declaró que el intento de
aislamiento de su gobierno por los Estados Unidos está
condenado al fracaso. "Ellos [EE. UU] ya llevan varios
años tratando de aislarnos, tratando de bloquearnos y han
fracasado y fracasarán porque no tienen razón y
porque no tienen moral alguna.
Cada día los pueblos y los gobiernos del mundo saben la
verdad sobre Venezuela",
señaló. [10]
El Departamento de Estado también ha apoyado a
algunos sindicatos
venezolanos que preconizan la huelga para
desestabilizar el país. Rice incluso evocó, en una
declaración a la prensa, una
parálisis de los transportes públicos;
parálisis que nunca ocurrió. Estos anuncios llevan
a pensar que Washington ya ha elaborado planes con la
oposición con el fin de derrocar al presidente
Chávez y confirman las preocupaciones de
éste. [11]
A guisa de respuesta, las autoridades venezolanas
blandieron la amenaza de suspender los suministros de petróleo. Venezuela, que es el quinto
productor mundial de oro negro,
exporta diariamente 1,5 millones de barriles hacia los Estados
Unidos. "El gobierno estadounidense debe comprender que si se
pasa de la raya no va a tener petróleo
venezolano", advirtió Hugo Chávez. "Si cree
que yo no puedo tomar esa medida […] está muy equivocado
[pues] muchos países nos piden petróleo",
agregó. [12]
En la provincia de Zulia, región muy rica en
reservas petroleras, nació un movimiento
separatista, sospechoso de connivencia con los Estados Unidos.
Ese estado cuenta con cerca de 4 millones de habitantes y
proporciona una parte esencial de la producción de petróleo. Está
dirigido por el gobernador Manuel Rosales, opuesto al gobierno
central, que está actualmente enjuiciado por participar en
el golpe de Estado
contra el presidente Chávez en abril de 2002. En efecto,
había firmado un decreto que emitió la junta
golpista de Pedro Carmona, actualmente en fuga en los Estados
Unidos. [13]
Néstor Suárez es el presidente del grupo
de oposición Rumbo Propio, a favor de la autonomía.
Se define de extrema derecha y mostró su
determinación a instalar un gobierno "capitalista
liberal": "Queremos nuestro propio gobierno y estamos contra
los grandes gobiernos centrales". Las declaraciones del
embajador estadounidense Brownfield, quien habló de la
"República de Zulia", no hicieron más que avivar
las sospechas para con la administración Bush. [14]
Unas inmensas manifestaciones tuvieron lugar como protesta hacia
lo que el procurador general de Venezuela, Isaías
Rodríguez, calificó de "traición a la
patria". [15]
El Ministro de Comunicación e Información, William Lara recordó el
artículo 130 de la Constitución Bolivariana de Venezuela:
"Los venezolanos y venezolanas tienen el deber de honrar y
defender a la patria, sus símbolos y valores
culturales; resguardar y proteger la soberanía, la
nacionalidad,
la integridad territorial, la autodeterminación y los
intereses de la nación". También afirmó
que la implicación de Washington en esa crisis era un
secreto a voces, vista la importancia estratégica de la
región y "el interés
que tiene el Gobierno de Estados Unidos por controlar el
petróleo venezolano". "Por esa razón somos
conscientes de que hay peligro y una amenaza contra la integridad
territorial de Venezuela", concluyó. [16]
Para reavivar un poco más las tensiones, el
Departamento de Estado acusó también a Venezuela de
ser el "punto de tránsito clave" para la droga
colombiana y estigmatizó la "corrupción
rampante en las más altas esferas policiales y el
débil sistema judicial". Esa acusación proviene
del rechazo de las autoridades venezolanas a recibir a los
funcionarios de la Drug Enforcement Agency (DEA), el Departamento
de lucha antidroga estadounidense, acusados de espionaje por el
presidente Chávez. [17]
El vicepresidente venezolano, José Vicente
Rangel, rechazó el informe emitido
por Washington y subrayó que la administración Bush no disponía de
ninguna autoridad para
erigirse en líder
antidroga. "El presidente estadounidense utiliza la lucha
contra ese flagelo como simple bandera política",
denunció. [18]
Según una investigación de la Unión
Europea de 2005, sólo el 0,47% de la población venezolana consume droga,
mientras que el 9,47% de estadounidenses recurre regularmente a
ella. En efecto, con 35 millones de adictos, los Estados Unidos
son los primeros importadores de productos
estupefacientes del planeta. [19]
A ese reproche se añade la publicación de
la Estrategia de
Seguridad
Nacional de los Estados Unidos divulgada por el presidente Bush,
en la que los principales gobiernos en el punto de mira son los
de Hugo Chávez y Fidel Castro.
"No se debe permitir que la fraudulenta atracción del
populismo contra el libre mercado erosione
las libertades políticas", estipula el
documento. [20]
George Bush reafirmó el derecho de los Estados
Unidos a intervenir unilateralmente contra todo Estado
considerado como hostil a los intereses de Washington.
Aprovechó la ocasión para tachar al presidente
venezolano de "demagogo inundado de dinero del
petróleo que está socavando la democracia y
tratando de desestabilizar la región". En cuanto a
Cuba, el presidente Castro es calificado de "dictador
antiestadounidense que sigue oprimiendo a su pueblo y busca
subvertir la libertad en la
región". En lo que se refiere a Colombia, es
citada como "un aliado democrático [que] está
combatiendo los persistentes asaltos de terroristas marxistas y
narcotraficantes". [21]
"El aliado colombiano" es precisamente sospechoso de
estar involucrado en la desestabilización de Venezuela. El
antiguo comandante del Departamento Administrativo de Seguridad
(DAS) de Colombia, Rafael García, confesó que un ex
director de los servicios de inteligencia del DAS, paramilitares
colombianos y opositores venezolanos conspiraron para asesinar al
presidente Chávez.
"Hasta donde yo sé, éramos dos personas
las que sabíamos: un ex director de inteligencia del DAS y
yo. Y del alto gobierno colombiano hay seis personas
comprometidas, pero no le voy a decir los nombres. El plan era
contra altos funcionarios venezolanos incluido el presidente
Chávez", declaró. [22]
El presidente colombiano Álvaro Uribe negó
estar implicado en el asunto, aunque reconoció haber
recibido fotos que
muestran a militares venezolanos que participaron en el golpe de
Estado de abril de 2002, entrando en un edificio de la DAS en
Bogotá. Después de varias investigaciones,
el gobierno de Uribe confirmó la
organización de una reunión entre opositores
venezolanos y altos responsables del ejército con agentes
del DAS en un edificio estatal. [23]
Frente a estas persistentes amenazas, el gobierno
venezolano se ha visto obligado a acelerar los preparativos
militares con el fin de impedir una eventual invasión del
país. Después de comprar 33 helicópteros de
defensa a Rusia por un
importe de 200 millones de dólares, ha recomendado al
ejército que se prepare para una guerra de resistencia y
ha activado la formación de una reserva nacional compuesta
de civiles. [24]
Actualmente una inmensa ola de cambio atraviesa América
Latina. La esperanza de renovación que suscita la
Revolución Bolivariana, cuyas transformaciones sociales
son impresionantes, no le agrada a Washington que ve disminuir su
influencia. Mientras tanto, el prestigio de líderes
progresistas como Hugo Chávez no deja de crecer como lo
demuestran las palabras de admiración del antiguo
presidente chileno, Ricardo Lagos, famoso sin embargo por su
conservadurismo: "Hugo es una fuerza desatada de la naturaleza, es
un hombre de un
gran carisma y creo que su esfuerzo por derrotar la pobreza lo ha
llevado a tomar un camino de gran involucramiento en determinados
ámbitos". [25]
Es una de las razones por las cuales la administración
Bush parece estar dispuesta a todo para poner término a
esta "influencia negativa".
Salim Lamrani
Periodista, investigador de la Universidad
Denis-Diderot en París y está especializado en
las relaciones de Cuba y Estados Unidos.
Los artículos de esta autora o autor
Página siguiente |