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Talk Shows en Argentina. "Si querés actuar ¡Actuá!" (página 3)



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10.1 Los críticos al ataque

"¿Por qué el mundo de las imágenes,
y en particular el de la
televisión, irrita tanto al mundo intelectual que su
crítica
ha dado lugar a un nuevo género
literario?", se preguntaba en Francia el
filósofo Luc Ferry (Ferry, L., 1998, p. 543).

Al parecer, la imperiosa lógica
del espectáculo y de la diversión, la cultura y la
información mediáticas están
en vías de perdición: por razones técnicas e
ideológicas, la rapidez primará sobre la exigencia
de seriedad, el presente sobre los demás tiempos, lo
inmediato sobre la distancia, lo visible sobre lo invisible, la
imagen sobre
las ideas, la emoción sobre la explicación,
etc.

Las acusaciones abundan, y una de las razones de tales
condenas podría ser la decepción que inspira el
espectáculo de la televisión
hoy en día (Ferry, L., 1998).

Incluso desde la industria
musical se condena a la TV. Tras una década, el
músico británico Peter Gabriel editó un
álbum, 3Up, que salió con un video, "The Barry
Williams Show", donde se burla "sardónicamente" de los
talk shows. El
video fue censurado en Inglaterra.

Pero en Argentina, condenas de este tipo no faltan. A la
pregunta sobre la relación de la televisión argentina, con su programa como
"Entre Moria y Vos" en horario central, el especialista en
medios, Pedro
Simoncini, respondió lo siguiente: "Si, desde ya que hay
una relación directa porque estos programas, son en
general programas para los cuales se requiere un bajo costo de
producción y en un momento que la situación
económica del país es uno de los elementos que
integran las crisis que
sufre el país, la situación económica se
refleja fuertemente en el contenido publicitario de los medios y
la publicidad es el
instrumento, es el que respalda y que sostiene a los medios
privados. Los medios de
comunicación, de radiodifusión y de comunicación en general –salvo los
que se sostienen con subsidios del Estado y con
impuestos-,
viven exclusivamente de la venta de
publicidad.

Al disminuir la publicidad, los costos operativos
de las empresas
también tienen que disminuir y en consecuencia las
empresas tienen que buscar mecanismos para poder llenar
la mayor cantidad posible de hora al menor costo y los talk
shows son muy adecuados para esa finalidad. Primero, porque
tienen en sí un costo operativo bajo y como el nombre lo
indica, el ingrediente principal es la palabra, es hablar, es
relacionarse, es cambiar ideas, cambiar opiniones y eso se hace
generalmente en un ámbito muy simple, alrededor de una
mesa, sillas, no es la elaboración que supone una
ambientación de una tira, de un teleteatro, de un programa
de ficción o de un programa de acción,
incluso de un programa musical, es infinitamente más
barato y además tiene otra característica que
también los hace más convenientes y es que los talk
shows se permiten el entrecruzamiento, es decir que los que se
diga en un programa, sea televisado en otro programa de talk
show.

Y eso en una interacción que va prácticamente al
infinito, con lo cual cada vez se llena más tiempo a menor
costo porque evidentemente si mi costo operativo de una media
hora deriva del sólo hecho de poder transmitir la
grabación de otro programa prácticamente no tengo
costos y fijate que en la televisión argentina hay muchos
casos de ese tipo. Desde algunos programas que transmitió
Portal en su momento con "PNP" hasta un programa que hay
actualmente que es "TVR", que vive exclusivamente de los
requechos de otros programas, de otros talk shows".

A su vez, Mariano Grondona reconocía que "las
cosas cambiaron.

El dueño de un canal tiene una idea de lo que
quiere, pero al gerente le dan
un target y el hombre,
más que los programas, mira las planillas. Me impresionan
lo poco que dirán los programas" (Clarín, 2/2/03,
Espectáculos, p. 7).

Y desde las páginas de La Nación,
su crítico de TV, Marcelo Stiletano, afirmó en
relación a la espectacularización de los
informativos nacionales en detrimento de la información
meditada (en América
Noticias,
"Primera Edición", "Noticiero Siete", "Telenueve",
"Telefé Noticias", "El Noticiero de Santo"): "No es la
política
la única cuestión que aparece subordinada en estos
noticieros convertidos casi en revistas de información
general. A menos que exista algún hecho muy resonante o
que tenga aristas –y sobre todo imágenes- de tono
curioso y extravagante, la información internacional
también aquí brilla por su ausencia"
(Sección Espectáculos, 13/10/02, p. 3).

A la crítica de estos programas, se suma muchas
veces, por parte de los críticos de TV, los programas
"Intrusos en el espectáculo", "Rumores", "Cotidiano", "Va
por vos", "Indomables", "Implacables", "Edición Chiche",
etc. También los talk shows propiamente dichos, como el
conducido por Moria Casán. "Crece el descontrol en la
televisión", titula La Nación
una nota escrita por la periodista Miriam Molero, también
junto a Stiletano, crítica de televisión: "La
televisión abierta ya no es, toda ella, bella de
día. Aunque irónicamente, sea ése el horario
de protección al menor" (Espectáculos,
29/9/02).

Simoncini vuelve a la carga, en la misma página
de La Nación, acerca del horario de la protección
al menor: "Es una excusa dialéctica que se ha inventado
para tranquilizar algunas conciencias, pero tampoco se aplica". Y
agrega: "Nunca imaginé que iba a ver lo que se ve hoy en
la TV. La voy a calificar con una sola palabra: destructiva. Yo
me he sentido, observando la TV actual, un cartonero de la
basura
televisiva. Digo ‘cartonero’ con todo respeto por los
cartoneros, que realizan una tarea lícita para ganarse el
pan de cada día. Respeto que no me merecen los productores
de esos ciclos, y mucho menos quienes los emiten y quienes los
respaldan con la publicidad. Sí, señores, esto hay
que decirlo".

Por otra parte, el matutino La Prensa,
tituló un artículo del siguiente modo:
"Fama-chatarra: Figuración o muerte", que
decía: "La fama-chatarra es una manifestación
patética de carencias graves que se expresan con ruido
histérico, una caricatura brillosa (nunca brillante), una
desviación patológica que magnifica lo
insignificante. ¿Y el prestigio? Bien, gracias".
(6/10/02).

Una editorial del 13 de octubre en La Nación, se
tituló "La TV, esa otra escuela", que
decía: "Uno de los aspectos más negativos de la
televisión que los argentinos consumimos a diario es su
proclividad a transmitir una visión falsa e ilusoria de la
realidad a través de historias de ficción
artificiosas y poco naturales.

Se describen hechos, conductas y atmósferas como si
fueran un reflejo fiel del mundo real –cuando en rigor no
lo son- y se rodea al ambiente de un
falso prestigio". Y concluía así: "Se ha dicho
muchas veces, con razón, que los medios de
comunicación masiva -y muy especialmente la
televisión- son la cara visible de un sistema
educativo informal o paralelo que en muchos casos desmiente o
contradice las enseñanzas del sistema educativo
formal. Dicho de otro de modo: lo que las escuelas, los colegios
y las universidades de todo el mundo se esfuerzan por transmitir
a las nuevas generaciones es desvirtuado y negado a diario por la
prédica destructiva y disolvente de muchos programas de
televisión. Todavía estamos a tiempo de reaccionar.
Que no nos pase en el área cultural y educativa lo que nos
sucedió en la conducción de la política y de
la economía.
No esperemos a tomar conciencia del
problema cuando ya se tarde".

Desde un punto de vista sociológico el contenido
en general es el que determina la calidad de los
Talk Show. No se puede hablar de una calidad negativa, sino que
la TV educa o des-educa, dependiendo de la emisión de sus
pantallas.

Obviamente que hay una correlación entre la TV de
un país y la sociedad a la
que sirve y la sociedad en general, pero también es cierto
que hay una acción directa de la TV sobre la
sociedad.

La relación entre TV y sociedad se transforma en
una acción y reacción, de influencia
recíproca y de retro alimentación
permanente.

Cualquier contenido que se ponga en pantalla
evidentemente tiene consecuencias positivas o negativas,
éstas no son consecuencias específicas de la TV,
pueden ser consecuencias de una película, de una tira, de
un programa de ciencia-ficción, de un dibujo
animado.

En cuanto a los objetivos del
talk show, habrá que ver si se cumplen mediante la
emisión de lo que se está mostrando en pantalla.
Hay muchas veces una dicotomía, una separación
entre lo que se pretende y lo que se realiza. Ocurre muy
frecuentemente que en los proyectos de
programas sean de talk show o de otro tipo, la descripción es maravillosa y realmente uno
juzgando el programa por la descripción se
enamoraría de ese programa y dice ‘he encontrado el
programa de mi vida, he encontrado el ideal en materia de
programación porque se presenta primero
como un programa de entretenimiento o un programa informativo, o
un programa formativo’ pero resulta que después en
la realización práctica es muy difícil
plasmar un programa de acuerdo a la idea original".

En una charla-debate sobre
un video titulado "TV basura",
elaborado por Simoncini y el documentalista argentino Miguel
Rodríguez Arias, presentado inicialmente en la Academia
Nacional de Educación el 28 de
octubre de 2002, participaron, como invitados especiales, y en
calidad de críticos especializados en televisión,
Carlos Ulanovsky (de Radio del Plata),
Mariano Blejman (del diario Página/12), Marcelo Stiletano
(de La Nación) y Luis María Hermida (de
Clarín). Haremos un resumen de sus opiniones, :

Carlos Ulanovsky: "Dos cosas que quiero marcar, primero
que nada es que me parece que está perfectamente marcado,
aun de modo involuntario es la concatenación de
hipócritas, que hay en la TV. Moria Casán diciendo
‘mirá que no estamos en el horario de las 11 de la
noche, ahora estamos a las 8 de la noche’. Tinelli,
‘Yo no inventé esto diciéndole a Mercedes
Carreras’ y a pesar de todo va a buscar el premio. Susana
Giménez diciendo "Yo no inventé, inventó la
producción". Jacobo Winograd diciendo todo
el tiempo ‘Con todo respeto’. Todo es una gran falta
de respeto y fundamentalmente hipócritas, nosotros, y yo
me pongo primero que nadie porque yo vi estos materiales
montones de veces y la gran pregunta que me hago es por que los
veo, los veo de casualidad, los veo porque no tengo otro
remedio… los veo porque esto me proporciona una mínima
satisfacción, alguna clase de
satisfacción. La otra cosa que me parece que se nota
brutalmente de este trabajo es que
hace poco cuando fui invitado a TVR, le marco Marcelo Stiletano a
los conductores, dijo algo muy inteligente que es
"cuídense porque a fuerza de
mostrar estas cosas de la TV, ustedes pueden terminar
pareciéndose demasiado a esta TV". Y me parece que la TV
es eso. La TV es en relación a nosotros, a la posibilidad
a la sociedad que nosotros habitamos es un espejo brutal y
gigantesco y perfecto y entonces muchas de las cosas que a
nosotros nos molesta, nos inquietan de este vídeo, son las
cosas que en secreto íntimamente nos molestan de
nosotros".

Marcelo Stiletano: "Este video es poco menos que la
demostración palmaria de que el pseudo acontecimiento como
lo llamaba Giovanni Sartori, reemplaza al acontecimiento
verdadero que la realidad registra como tal, dejemos de lado el
tema de objetividad pero por lo menos preguntémonos si la
realidad registrada en algunos de estos programas con el lenguaje
que se plantea, con el modelo de
edición que se plantea y con la descripción de
cosas ponderadas que se plantean es un registro de la
realidad o es un producción que sustituye a la realidad. A
partir de esto yo propongo que se dispute una manera de pensar la
Tv como registro de la realidad, por lo menos en lo que se espera
tal cual es, tal cual imaginamos que sea y no producir una
realidad que reemplaza a la autentica".

Luis María Hermida: "Me parece que sin defender
el material este que es indefendible, digamos sumándome a
la necesidad de mejorar el medio, me parece que como ocurre en la
política, como suele ser la política,, los problemas
políticos se solucionan con mas política, no con
intervenciones de otro tipo. Me parece que la mala
televisión se combate con buena televisión y que la
mala televisión decanta sola. La mala televisión se
cae sola, se muere sola. La forma de ayudar a la TV es
trabajándola haciéndola buena, no
ocupándonos y perdiendo el tiempo de la
aberrante".

Mariano Blejman: "Yo quería destacar que como
dijeron, el material es indefendible, coincido con mi colega que
hay algunas cosas que yo hubiera juzgado de otro modo.

De todos modos quería recordar una frase de
Garcia Caetani que decía que la identidad es
una construcción que se relata, o sea la forma
de construir la identidad de los pueblos es a través del
relato de su identidad, total y como es, entonces como somos, me
parece que en ese sentido el material crudo sirve para entender
que es un forma de construcción que esconde a mi modo de
ver un modo de enfrentar el mundo y que es además aquella
misma gente que reprime esa ideología la que la utiliza es decir el
pibe chorro que es llamado al programa de TV para decir "vos sos
chorro" me parece que hay un juego perverso
y vicioso que hay que tener en cuenta y desde creo que hay que
darle matices".

Desatendiendo un tanto estas últimas palabras,
Simoncini sentencia no estar de acuerdo con la ambivalencia del
medio, y señala:

"Lo que hemos querido demostrar acá es una de las
perdidas mayores de nuestros valores, la
degradación del lenguaje,
señores, los especialistas están diciendo que
nosotros nos estamos quedando sin lenguaje, esta demostrado que
la gente joven esta utilizando cada vez menos palabras y las
pocas que utiliza, utiliza medias palabras. Lo dice a una
velocidad tal
que muchas veces no saben el tiempo y terminaran por desaparecer.
En lugar de eso hay interjecciones que a mí me da
vergüenza repetir pero que están al alcance de todos
y que se usan como muletillas para reemplazar valores
espectaculares que constituyen la riqueza de nuestra lengua, la
lengua que nos dejaron nuestros abuelos y nuestros padres que
nosotros no vamos a ser capaces de dejar a nuestros hijos y a
nuestros nietos. No nos engañemos, estamos destruyendo la
generación de TV".

10.2 Otras Críticas

Los programas de Moria Casán y Mauro
Viale…


Denuncia ante el COMFER

La Fundación Argentina del Mañana
presentó una denuncia administrativa ante el Comité
Federal de Radiodifusión (COMFER) requiriendo al
Interventor Sr. Carlos Caterbetti la instrucción de un
sumario con relación a los programas "Indomables" y "Entre
Moria y vos", emitidos por América TV.
El conductor del primero, Mauro Viale, entrevistó a
Fernando Peña, quien presentó una obra de teatro disfrazado
de religiosa y haciendo declaraciones ofensivas contra la
Iglesia,
teniendo por detrás un Crucifijo ¡del que colgaban
preservativos!.
En cuanto al otro programa, emitido a las 18 hs., basta
considerar los títulos de distintos días para
aquilatar su contenido y consecuente efecto devastador: "Seduje a
tres hermanas…"; " Mi marido me engañó con un
travesti"; "Tengo mujer y amante y
no me alcanza"; "El marido de mamá embarazó a mi
hermana…".
Las numerosas multas aplicadas a "Entre Moria y vos", se insiste,
han resultado nulas para hacer efectivo el respeto al
artículo 5º de la Ley de de
Radiodifusión, agrega la denuncia de la Fundación.
En consecuencia, se le solicita al Interventor en el COMFER que
sancione oportunamente con el mayor rigor a los actuantes y
responsables de ambos programas, a fin de desalentar en lo
sucesivo transgresiones tan graves como las
denunciadas.

Luego de una nota a los anunciantes,
Moria Casán sin publicidad

Tuvo una intensa repercusión la nota enviada por
la Fundación a los anunciantes, en la que los exhortaba a
reflexionar sobre los contenidos gravemente ofensivos a la familia del
programa "Entre Moria y vos" de América TV. Se pudo
constatar que ya no figuran avisos publicitarios de importantes
empresas, como Bayer Argentina, La Serenísina, Bagley y
Laboratorios Gezzi, entre otros, al punto que no se entiende
cómo continúa siendo rentable la emisión del
programa.

10.3 Las concepciones y sus modelos en los
Estudios Culturales

Acaso nada más nítido que la
contraposición entre los efectos, discursivos y otros, de
los medios, el discurso de
los críticos sobre los medios. Esta heterogeneidad y esta
asimetría constituyen uno de los temas centrales y
organizan uno de los ejes más articulados de la investigación en el campo de los Estudios
Culturales. En las intervenciones citadas, aun las más
ideológicamente matizadas, las de aquellos críticos
que trabajan en medios gráficos que gustan considerarse a
sí mismos, a su vez, como críticos respecto de la
sociedad establecida y de cualquier ideal moral
normativo (Página/12 y Clarín), hay unanimidad en
considerar que el material es "indefendible". Es cierto que no
todo ese material exhibido corresponde a talk shows, pero
también es cierto que en su repertorio de temas y aun de
estrategias
retóricas se superpone abrumadoramente con
ellos.

Según explican los propios realizadores, el video
"TV basura" ha sido estructurado en tres áreas sucesivas,
temáticas antes que genéricas. A la primera
califican de pornografía, a la segunda de
apología del delito, a la
tercera de información redundante o anormal.

La progresión es de mayor a menor, de lo que
consideran más "basura" (en los medios) a lo que es menos,
de la violación de la ley (la que establece el horario de
Protección al Menor) al ultraje de las
costumbres.

Acaso más significativo -siempre desde el punto
de vista de los Estudios Culturales, cuya perspectiva es la que
nos abre la posibilidad de acercarnos a las distinciones es que
semióticos y comunicólogos coinciden, reconociendo
todos los matices del caso, en la condena del material expuesto y
de la materia misma de la neo televisión. No se trata,
como se podría considerar sin el estudio de la forma
cultural de las interrelaciones social que preconiza Hall (cf.
supra), de un simple doblete conceptual, donde lo
analítico (neo televisión) se desdobla
ilícitamente en valorativo (televisión basura). Las
dos posiciones evalúan negativamente el fenómeno e
incurren en escenarios "apocalípticos", aunque pongan sus
acentos en lugares y cuestiones contrastantes y atiendan a
dinámicas históricas en competencia.

Desde sus orígenes en la década de 1950,
con Richard Hoggart y Raymond Williams, los Estudios Culturales
siempre han sido una escuela de desconfianza, que ha invitado a
reparar en los supuestos ideológicos y teóricos que
subtienden las herramientas
analíticas de las metodologías.

Esto justifica su relación ambivalente con la
semiótica, que hemos desarrollado antes. En
el caso de la semiótica francesa, italiana o
británica (en los casos de Roland Barthes o Julia
Kristeva, de Umberto Eco o Ferrucio Rossi-Landi, de de Jonathan
Culler o Dick Hebdige, para citar ejemplos ), una influencia
mayor en la década de 1970 fue el marxismo,
antes de desplazarla, sin abandonarla, al fin de esa misma
década, por la del post-estructuralismo, la deconstrucción y el
pos-modernismo.

La censura de los comunicólogos a los contenidos
del talk show, en cambio, se
manifiesta en dos niveles vinculados entre sí.

El primero es un ideal normativo de la sociedad, y el
segundo un ideal normativo de los medios. Estos dos niveles de
análisis, por otra parte, se vinculan en su
repudio de la realidad social tal como es percibida, y en
especial en el repudio de características que los
sociólogos llaman de "modernización".

La presencia del sexo en un
horario de protección al menor es denunciada como criminal
por los comunicólogos convertidos en fiscales y abogados
de la minoridad. Desde un punto de vista estrictamente legal, la
razón está con ellos. "Entre Moria y vos" es,
según algunas fuentes, el
programa que registra mayor cantidad de infracciones a la ley del
horario protegido.

Esto funciona, y los comunicólogos no dejan de
advertirlo, como publicidad entre el mundo social espectador de
la day time television. Hasta el punto de que integra,
activamente, la retórica del programa. Ya hemos citado
ejemplos. La conductora-vedette se vale con pertinacia de la
figura retórica de la preterición (anunciar que no
se va a hacer o decir lo que después se hace o se dice):
"No puedo decirlo porque es el horario de la tarde,
pero…"

Si el tema del sexo es omnipresente, impregna todos los
programas de talk show, y se potencia, en
atractivo y en eficacia
publicitaria, por su exhibición ante menores en "Entre
Moria y vos", no lo es menos el segundo foco de alarma y
análisis de los comunicólogos.

La "cumbia villera", que las autoridades de la
radioteledifusión argentina buscan erradicar con muy
desparejos grados de compromiso, está presente en los
programas de Moria a través de personajes varones
supuestamente de la "villa", equivalentes simbólicos de
los arquetípicos "pibes chorros".

Estos varones son presentados a la vez como un tipo
humano y como un caso sociológico. El romanticismo de
la marginalidad y de
la peligrosidad, ya domesticadas por su escenificada presencia a
la solución mediatizada de un conflicto en
el que él –el varón "villero"- es parte, se
ven redimido, en otro plano, por su condición de
víctima de la sociedad, el desempleo, la
Argentina devaluada, etc.

Esta rica ambivalencia, según los Estudios
Culturales, es constitutiva y característica de la
televisión, y parte insustituible de su encanto y de sus
capacidades de "habilitación" (empowerment) de
las audiencias. Integra también el "esopismo"
(presentación fabulada de los acontecimientos para evadir
la censura estatal o corporativa característica de los
medios privados. Lo que es atractivo, el varón "rebelde"
(y tanto más atractivo porque se escenifica cómo ya
empieza a ser menos varón y menos rebelde, ante la
inminencia de Moria), es justificado no por su valor de
mercado (es un
sex symbol), sino como "caso social
patológico".

Después de todo, el talk show es una ventana que
se abre a la sociedad argentina, según la fórmula
que conductora y website emplean una y otra vez para
autodefinirse.

En otros términos, el modelo se disfraza de caso:
un proceso
semejante al que estudió Foucault, cuando
en el siglo XVIII se visitaban las cárceles, los
hospitales o los hospicios, declaradamente para atender a las
patologías pero también para observar a los
reclusos.

11
Características generales de los talk shows

Las características que los diferencian del resto
de realities se pueden resumir de la siguiente manera:

a) Se emiten en horario de tarde.

b) Están destinados a un perfil de audiencia muy
cy determinado, en su mayoría amas de casa y, en general,
personas de edad y desocupadas.

c) La audiencia generalmente es de la misma clase social
que el participante en el programa: media-baja casi en su
totalidad.

d) La puesta en escena en todos los canales de
televisión coincide en lineas generales.
e) Las líneas temáticas en todos los casos son
similares: amor/desamor,
violencia,
sexo, educacion, comportamientos negativos en general y se
nuclean bajo un título.
f) Todos los programas muestran públicamente el
ámbito privado.
Todos estos elementos provocan y están buscados para que
estos mensajes audiovisuales resulten muy próximos a los
receptores modelode esta franja horaria, que por sus
características (audiencia compuesta por amas de casa,
jubilados y desempleados…) buscan en estos programas una
representación de habitos o comportamientos a seguir o a
rechazar en determinadas ocasiones, especialmente las
conflictivas.
Por otro lado, se trata de mostrar como natural algo que
está totalmente descontextualizado, porque no tiene nada
de natural que unas personas de las que no sabemos absolutamente
nada lleguen a un plató y se pongan a contar sus
intimidades, sin llevar a cabo, en ningún caso, un proceso
de contextualización. ".
Los participantes (testigos) en este programa, previa selección
de los productores/emisores del programa, son representantes
de un determinado grupo
social.

Estos programas por sus características de relato
oral, actualizando un pasado, pueden llegar a proporcionar o
afianzar, de forma inconsciente pautas de comportamiento, de solución de problemas o
en la mayor parte de los casos de elusión, evitar
determinados comportamientos que no son aceptados socialmente
(por ejemplo maltratos fisicos, estafas económicas y
emocionales, abandono de hijos, etc.).

Por otra parte, nos encontramos ante un tipo de receptor
que desea ver expresados en la televisión aspectos de la
realidad que lo rodean, pero no una realidad lejana
espacio-temporalmente y con la cual no se identifica, sino con
una realidad y unos "héroes" y sobre todo
"antihéroes" salidos de los mismos ámbitos a los
que pertenece él mismo y que percibe como más
próximos y pertenecientes a una realidad mucho más
cotidiana y doméstica que otros textos audiovisuales, como
los informativos.
El hecho de que estos programas tengan una gran componente oral
contribuye en gran medida a aproximarse a la recepción, ya
que aún hoy en día se le sigue otorgando
socialmente mayor credibilidad a este tipo de comunicación
"interpersonal", relatos de amigos, vecinos, etc.

Consideramos que el receptor ante estos programas
actúa apropiándose de la experiencia ajena pero sin
analizar las condiciones de la experiencia, ya que, se olvida que
la televisión descontextualiza los
acontecimientos.

El papel del conductor es importante ya que es quien
tratará, en todo momento, de destacar los elementos del
discurso que mejor se ajusten a la construcción del relato
que se quiere construir desde la televisión.

De esta manera actúan, por ejemplo, las preguntas
directas de la presentadora y los rótulos sobreimpresos en
pantalla que destacan (y con frecuencia modifican) elementos
relevantes de la narración oral. El conductor
espectaculariza hasta su simulación
de improvisación y espontaneidad.

Hace preguntas insidiosas y manipuladoras, interrumpe a
los testigos, da muestras de afecto a los participantes que se
sienten mal emocionalmente, etc.

Es la combinación de su función
como periodista y el papel de actor.
Otro elemento destinado al mismo fin serían las
intervenciones telefónicas de personas relacionadas con
los casos que se tratan. Estas intervenciones pueden ayudar, y de
hecho así lo hacen, a la construcción de la imagen
pública del ejemplo participante en el
programa.

Siempre se encuentra un panel (de psicólogos,
periodistas, etc) o tribuna que opina y juzga la
situación. Generalmente hay un psicólogo que
analiza la situación y aconseja a los
testigos-participantes.

Los participantes, además de sobreactuar y
exponer sus emociones y
acciones.
llegan en algunos casos a la representación de actitudes
violentas: de cólera,
amenazas e incluso a agresiones físicas.
Otro aspecto importante de estos programas es que le dan la
posibilidad al telespectador de poder ser testigo en directo de
los conflictos y
sucesos de la vida de otro

12 La educación en
medios y sus descontentos

Un interrogante ha sido y continúa siendo
formulado frecuentemente en el campo de la educación
audiovisual: ¿por qué es necesario estudiar los
medios de comunicación?

Podríamos decir que las respuestas a esta
pregunta han variado a lo largo de la segunda posguerra, cada una
con distintas concepciones de lo que son los medios, de
cuáles son sus características y de cuánto
poder tienen en relación a su influencia en la sociedad.
Es decir, cada una con distintas concepciones
comunicológicas.

Len Masterman, de la universidad de
Nottingham en Inglaterra, ha propuesto tres grandes paradigmas que
condensan las distintas respuestas que se han dado desde el campo
de la educación audiovisual.

El paradigma
más antiguo, según Masterman, es abiertamente
condenatorio y aun apocalíptico, para retomar la
célebre expresión de Umberto Eco: los medios de
comunicación de masas "son en realidad algo así
como una especie de enfermedad contra la que es preciso proteger
a los niños.
Lo que los medios infectan es la cultura en su conjunto. Los
medios producen una cultura falsificada que representa una
amenaza directa para la auténtica cultura y para los
auténticos valores culturales" (Masterman, L., 1998, p.
33).

La dicotomía que presenta este paradigma es el de
una cultura audiovisual en oposición a otra, la cultura
escrita (Baudrillard, J., 1974). En el sentido de que los
mensajes en los medios se orientan en una peligrosa dirección: el detrimento de los circuitos de
lectura en las
sociedades
occidentales. La educación en medios, según este
paradigma, sería de corte "medicinal": se trata de
"permitir la entrada de una pequeña porción de los
medios en la clase sólo para vacunar al alumno de un modo
más eficaz contra ellos" (Masterman, L., 1998, p.
33).

Durante la década de 1960, otro paradigma
suplantó a éste, tanto en los Estados Unidos
como en Inglaterra. Masterman lo llama el paradigma "del arte popular". Y
su leit motiv era el siguiente: no se debía contemplar a
los medios en contra de la sociedad lectora sino que era
más exacto discriminar entre ellos y entre sus productos. Es
decir, se debía diferenciar entre medios y emisiones,
entre una "buena" película o una "mala" (Castells, M.,
1973). No olvidemos que es la década de la nouvelle vague,
y no lo olvidaban los docentes que
hablaban desde este paradigma. Según Masterman este
paradigma pecaba de "paternalista" porque continuaba siendo
"evaluador". Y además había siempre una "peligrosa"
tendencia a identificar lo bueno con los gustos de las "clases
medias y los malos con los de las bajas o lúmpenes"
(Masterman, L., 1998, p. 37).

Toda la década de 1970 se puede considerar como
el escenario de la puesta en discusión del paradigma "del
arte popular". Desde la llamada Escuela de Birmingham, Stuart
Hall señala que fue, también la del 70, la
década del auge estructuralista, especialmente en el
área de la semiótica y de la ideología.
¿Cuáles fueron los aportes de la
semiótica?

Para Hall han sido los siguientes: el cuestionamiento de
que entre los medios y la realidad exterior no se presentan
problemas analíticos. En el sentido de que los medios,
para la semiótica, dejaban de ser "ventanas" del mundo
exterior y pasaban a ser sistemas de
signos. Que
había, por supuesto, que leer críticamente.
Masterman recuerda que la semiótica ayudó a
establecer el principio de no-transparencia. Y ayudó a
establecer el concepto de
representación. Los medios se ocupan de representaciones y
no de realidades. Porque los significados de los medios no pueden
separarse de la forma en que ellos se expresan.

Esta "política de las representaciones" dio
origen al tercer paradigma, que se centró, durante buena
parte de los años 80, en las cuestiones de la
política y del "poder". Si Roland Barthes analizaba un
pelea de catch o un número de strip-tease en su obra
clásica, Mitologías, estaba oponiéndose
directamente a los gustos y valores culturales establecidos por
la elites occidentales. Y "la semiótica así
había minado, de un golpe, la distinción que
parecía inmutable entre lo que tenía valor cultural
y lo que sólo poseía un atractivo superficial"
(Masterman, L., 1998, p. 39).

El tercer paradigma trajo, según Masterman, un
nuevo campo de análisis de los medios y sus productos.
Donde debemos entender que ya no serán comparados con la
literatura sino
de modo intrínseco, y en el que el profesor y el
alumno quedaron igualados por los medios, y analizados por ellos
desde una "compatibilidad".

¿Qué opción tiene la escuela en
relación a una cultura audiovisual avasalladora, que
impregna la mayoría de las lógicas y
prácticas sociales? Se ha consolidado un consenso precario
entre la comunidad de
pares académicos, según Mastreman, que la
intervención estatal en materia audiovisual es necesaria,
aunque al mismo tiempo peligrosa. Peligrosa en el sentido de que
los países en cuyo seno el Estado
regula el acceso a la información audivisual o escrita,
son los alejados del modelo de democracia
liberal: la Cuba de
Fidel Castro,
la China o Corea
del Norte comunistas. En Europa, los
modelos de televisión pública, si bien con
más potencialidades instructivas, no resultan atractivos
para un mayor número de ciudadanos, que se vuelca,
entusiasta, hacia la televisión privada y sus cruces
tecnológicos con el cable y el satélite,
según muestran los diarios más importantes del
viejo continente.

Sin entrar a debatir aquí la legitmidad, que se
presenta como indudable, de la regulación de los
contenidos audiovisuales por parte de organismos especializados,
querría dar cuenta de aquello que le compete a la escuela
en relación a los medios, siguiendo el texto de
Masterman. En Argentina, los problemas regulatorios del COMFER
han venido siendo prodigiosamente tratados en la
prensa gráfica: "El COMFER no logra intervenir y corregir"
tituló el diario La Nación una nota del 29 de
octubre de 2002, con motivo de las sanciones económicas al
canal América Dos por las reiteradas violaciones al
estatuto de ética y
moral televisiva. ¿Qué le queda, entonces a la
escuela?

Es oportuno recordar aquí las palabras de Pedro
Simoncini, y ponerlas en relación a una educación
en medios, siempre desde la "complementariedad" alumno-profesor.
Numerosos estudios han señalado, como dice Simoncini en la
charla-debate, que uno de los efectos de la influencia de la
cultura audiovisual en los niños es el detrimento de la
cultura escrita. En un estudio elaborado por el Ministerio de
Educación francés, de 100 alumnos franceses, a 35
de ellos la lectura les
resulta un tarea laboriosa, al punto de que no llegan a entender
el significado total del texto o libro
propuesto. La televisión, en este sentido, jugaría
un rol devastador en la cultura escolar en general.

En todo caso, la cultura escrita viene siendo amenazada
por cambios más estructurales que los que promueve la
televisión, y que se retrotraen a la generación de
1960, tras las innovaciones económicas de la segunda
posguerra (Habermas, J., 1989; Castells, M, 1973; Sarlo, B.,
1988). Un discurso basado en la negación o el combate de
la cultura audiovisual podría convocar, y de hecho, a
veces lo hace, el repertorio de ideas y creencias que se unieron
para rebatir las influencias de la Modernidad en los
siglos XVIII, XIX y XX, según el Habermas de Historia y Crítica de
la Opinión
Pública. Pero por otro lado, lo que tales
críticas muestran es su poco alcance y eficacia, en el
sentido que la cultura audiovisual no desandará el camino
a partir de ellas (Landi, O., 1996; Sarlo, B., 1988), y el
ejemplo del COMFER, en Argentina, es relevante para el caso.

En palabras del filósofo francés Luc
Ferry, la orientación para identificar estereotipos y
prejuicios televisivos, mensajes inapropiados, etc.,
debería ser la contraria a la demonización del
medio: "Desde esta óptica,
la televisión no debe ser un obstáculo o un enemigo
sino una aliada y un desafío: Aliada porque,
evidentemente, puede convertirse en una ayuda de la cultura
escrita, por su poder democratizador: los distintos soportes
podrían servir como excelente ayuda para una enseñanza de calidad, centrada en una
cultura clásica. Y un desafío, en el sentido de que
la cultura escrita debería demostrar ser más
profunda y más atrayente que la de la televisión"
(Ferry, L., 1998, p. 550).

13
Conclusiones

Del trabajo de análisis que realizamos en la
primera parte del trabajo, abocada a un análisis
semiótico del talk show, surgió como primera
conclusión que resulta dificultoso definir a los
géneros televisivos. Ellos se caracterizan por un
dinamismo proteico: los géneros constituyen a las
(tele)audiencias tanto como éstas los constituyen a ellos
en un feedback siempre asimétrico. Establecen protocolos de
interpretación para los televidentes, que
realimentan los cambios que en el polo de la producción se
propondrán y eventualmente realizarán sobre
formatos y contenidos.

Los resultados propiamente comunicacionales del
análisis efectuado desde la perspectiva semiótica,
como su contraste con la autopercepción que los medios
exponen y demuestran, permite llegar a otra conclusión, no
por provisoria menos operante: que el talk show media(atiz)a
más que otros géneros. Esto es así porque
–podemos concluir- es un "género de segundo
grado".

A diferencia de otros competidores en la retórica
y la praxis de la
medi(atiz)ación, como los programas televisivos que se
movilizan en formatos de "periodismo de
investigación", el talk show coloca a la noticia en un
segundo plano. No busca a la noticia como en la novela
policial clásica ("de enigma") se buscaba al asesino, sino
que el talk show parte de asumir un conocimiento
de los datos. Los
espectadores pueden ignorarlos, sí. Pero cuando es
así, el programa ofrece desde su comienzo una sinopsis,
que es una breve reelaboración artística de la
noticia. Es lo que comprobamos en el programa de talk show
elegido como testigo, "Entre Moria y Vos".

Un punto nodal que se desprende como conclusión
de esta investigación es la tendencia recurrente del talk
show, postulada como hipótesis de trabajo y constatada en "Entre
Moria y vos", a ficcionalizar. El talk show "ficcionaliza", antes
que procurar dar cuenta –desde luego que ficcionalizando
también- a la manera naturalista o realista, de una
realidad, a la que el propio programa considera o propone, por
momentos, como inverosímil.

La conductora intercala palabras en inglés,
aclara y comenta rasgos hiperbólicos de los participantes
y sus conflictos, juega con elementos muy alejados de sus
cruentas realidades, habla con un tono estilísticamente
chabacano que a veces es burla –distanciamiento- y a veces
empatía –proximidad-, sus aclaraciones, siempre
brillantemente contradichas por los hechos, de que esto no es
"ejemplo de nada"). Al talk se suma el show: los videos que
preanuncian a los participantes, el diálogo
cómplice con la tribuna, las producciones de vestuario, el
gong oriental, las luces y música que simulan
una disco, la pasarela, el "escenario" de la vida, las risas,
etc.

De esta manera se produce una operación
semiótica doble: por una parte, el show verosimiliza (la
noticia base, contingente, debe ser percibida como
auténtica y verdadera), pero por otra convencionaliza
(encodifica en formas, eternas, que son las propias del
programa). De este modo estructura su
juego de opuestos: cercanía y distancia,
identificación de los espectadores y fascinación de
los mismos basada sobre la diferencia.

El pretendido sentido "verdadero y cotidiano" del
género se ve aquí puesto en juego por las marcas
enunciativas, en una especie de espectacularización de "la
demagogia de lo espontáneo", según señalan
los críticos consultados. Y si, en una primera instancia,
"Entre Moria y Vos" estaría más del lado de la
construcción antes que del de la representación de
la realidad –aunque haga de esto, por otra paradoja
aparente, su leit motiv- se deberán probar
empíricamente, en la recepción, los efectos que se
le adjudican al género, y al programa, en términos
de influencias sociales negativas.

El talk show encuentra entonces su especificidad
media(tiza)dora no en la búsqueda de la noticia, sino a
partir de ella. Concluimos que el carácter de secundariedad le es
constitutivo al género. La noticia no es aquí la
noticia, sino qué se dice o, mejor, qué se hace con
ella en el futuro pragmático que abre e inclusive
inaugura. Esta conclusión permite explicar un concepto que
obra cada vez con mayor fuerza y efectividad tanto en la
creación de programas televisivos –polo de la
producción- como en la crítica especializada de
televisión –polo de la recepción-. Se trata
del concepto de "infotainment" (por su nombre en inglés),
esto es, la suma de "information" + "entertainment".

El talk show, según nuestras conclusiones, puede
incluirse en esta taxonomía
comercial-productiva-crítica del infotainment. Constituye
el caso a un tiempo princeps y paradigmático. En un
análisis que excede los objetivos de esta
investigación, pero que citamos concurriendo a una
perspectiva comparativa, podemos constatar que una tendencia muy
reciente entre comunicólogos especializados en
televisión es la de anticipar un desplazamiento de la
information al infotainment, y aun un reemplazo de la primera por
la segunda. Es lo que se analizó, durante los meses de
marzo y abril de 2003, con respecto a la "victoria" comercial y
mediática de la cadena de televisión norteamericana
Fox sobre su rival CNN en la cobertura de la invasión
anglonorteamericana de Irak. Los
analistas coincidieron en que la capacidad de Fox de convertir a
la guerra en
materia y punto de partida de un talk show permanente fue lo que
aseguró sus superiores ratings. (Cf., muy especialmente,
en los meses citados, la cobertura de los medios televisivos
norteamericanos en la prensa gráfica francesa –la
más extensiva, en los diarios Le Monde y
Libération-, con importantes entrevistas a
comunicólogos).

El talk show, según podemos concluir, escenifica
la noticia. Rompe, a su vez, los límites de
lo público y lo privado, con las consecuencias que los
especialistas en medios se han encargado de refrendar. Pero esta
ruptura no es políticamente apacible o
semióticamente indiferente, sino que es percibida por los
telespectadores precisamente como una ruptura. El telespectador
mira para ver que algo se rompe. Es el simulacro o aun la puesta
en acto de una experiencia liberadora. "Voy a decir, en
público, que mi hijo es gay y que yo (su madre, su esposa,
su novia, su vecina) lo deseo", es la síntesis
que ofrece "Entre Moria y Vos" de la violación de las
fronteras que separan lo privado de lo público. Con rara
autoconciencia genérica, el talk show alienta la
transgresión. Emplea con deliberación un
vocabulario transgresivo: el talk show invita,
explícitamente, al exhibicionismo y al voyeurismo, pero lo
hace a sabiendas, porque es una asimetría constitutiva y
una premisa comercial, de que los exhibicionistas son muy escasos
y los voyeuristas la mayoría. Esto permite formular las
reglas del pacto de lectura que propone, que son las mismas que
gobiernan su producción genérica, y que
están basadas sobre una íntima
contradicción: "Resuelvan (en las tribunas, en el otro
lado de las pantallas) el dilema de esta gente que es como
ustedes, pero (sin embargo) vean qué fascinantes
(radicalmente distintos) que son porque muestran lo que
muestran".

Contrastadas con las premisas de Estudios Culturales,
las opiniones de los especialistas en medios convocados
parecerían alarmistas. En el sentido que seguirían
siendo presas de una concepción más bien
omnímoda de los
medios de comunicación, y de la televisión en
general. De una concepción determinista en sus presupuestos
sobre las relaciones entre medios y sociedad, donde los primeros
(fuertes) proponen a la segunda (débil) modelos nuevos y
dictan un curso de acción transgresor. Sin embargo, como
ha podido verse en nuestro excursus, hemos citado estudios que,
desde otros valiosos puntos de vista, dan lugar a cierta
preocupación en torno a la
influencia de la cultura audiovisual en detrimento de la cultura
escrita.

Un camino a la investigación empírica se
abre a partir de nuestras conclusiones teóricas. Lo que
investigadores posteriores podrán proponerse demostrar es
aquello que planteó el comunicólogo David Morley,
centrado en los Estudios Culturales: la fundición -en
términos del semiólogo Eliseo Verón- de los
textos y sus audiencias. El estudio de la audiencia
debería indicar hasta qué punto los efectos del
talk show son los que le atribuyen los especialistas en medios
convocados en este trabajo, cuáles son las relaciones y
nexos de ida y vuelta que se establecen entre medios y
teleaudiencias y entre éstas y el contenido y formato de
programas y formatos específicos.

El análisis propiamente comunicológico
permite concluir que el talk show, este género de "segundo
grado", se ha erigido en "género de géneros". Esto
surge tanto del análisis semiótico de sus rasgos
constituyentes, como del estudio de su recepción en las
teleaudiencias en general y entre periodistas y críticos
en especial. Se ha convertido en un modelo de todos los otros
géneros. Esta es una tendencia que se advierte en la
programación. Este dinamismo es deplorado, con una
visión nada neutral y fuertemente valorativa, como una
"canibalización" que resulta de manera inexorable en
"televisión basura". El talk show ha creado un nuevo
régimen, un nuevo sistema de entender la
televisión. Que es una nueva forma de cómo se ve
televisión, en sociedades cuya cultura audiovisual es
muchas veces dominante.

14 MORIA CASAN, EN LA
TRASTIENDA DEL MAS BIZARRO TALK SHOW DE LA TELEVISIÓN
ARGENTINA

"Yo para esto tengo oficio, instinto y psicología"

El estudio de América se puebla tarde a tarde de
historias espeluznantes, puntuadas por una tribuna que no perdona
y una conductora con pulso para convertir en show el recuento de
miserias. "Encuentran la frutilla de la torta de su vida en su
victimización pública", dice Moria sobre sus
visitantes.

El estudio de Moria es escenario de historias
increíbles.

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Por Mariano Blejman

El truco está en la misma Moria Casán. La
dama se desempilcha con vehemencia en cámara y sus
invitados la siguen como si nada. "Esto es un poco border",
confesará hacia el final de la jornada. "Mi programa
está entre la comedia y el drama, aunque hay días
en que es casi risueño. Porque hay tanta desmesura en la
exposición, en contar, en manifestar sus
miserias. Esto es como el ‘sé gual’ de
minguitolandia. Da lo mismo acostarse por un
electrodoméstico que no hacerlo." La tarde de Moria tuvo a
embarazadas que confesaron que no querían cuidar a su
bebé, mujeres que contaron que engañaban a su
esposo con su cuñado, hijas que se acostaban con sus
madres desatendidas cuando el padre marchaba al trabajo.
Página/12 presenció el backstage de "Entre Moria y
vos", el último talk show vivo de la Argentina, para
tratar de encontrar la clave: ¿Cómo consigue Moria
esas historias de neorrealismo decadente extirpadas del gran
Buenos
Aires?

Moria comienza, como siempre, por contar su propia vida:
"La revista
Paparazzi me hizo una nota. Dice que quiero ser mamá de
nuevo. Y mejor que lo cuente yo antes de que se enteren por los
medios". La ecuación de Moria es así: antes de que
se enteren por ella misma en otro medio, lo cuenta ella misma
aquí. La historia que presencia este diario es más
que curiosa: Haydée es una muchacha mañosa decidida
a entregarle su cuerpo a Diego, una inmensa –sobre todo por
su peso– víctima que obtuvo sexo engañado a
cambio de algunos electrodomésticos, un televisor y algo
de plata. "Ella me ama", cree Diego al principio. Haydée,
la polémica inquilina de su corazón,
tiene el consentimiento de su esposo para la trampa. "Mientras
sucedió yo vivía tranquilo", dirá el esposo
más tarde. La madre de Diego se opone a todo el asunto.
Ahora estalló el escándalo que sólo Moria y
su tribuna podrá resolver.

El show es siempre una puesta en escena. Esta vez con el
intento de crear un relato devaluado y en crisis de personalidad.
Neosurrealismo. En el primer bloque, después de contar
sobre su pretensión de embarazo, la
tribuna le pide a Moria "¡Que confiese!" Y ella lo hace:
"Sí, es cierto que estamos queriendo esas cositas". Tener
pancita de nuevo, casarse más tarde, darse los gustos que
ya se dio con Sofía Gala. Moria, alguna vez estudiante de
psicología y abogacía, sabe que su discurso se lee
en distintos niveles. Y luego se arrepiente de los detalles: "No
les cuento nada
más. Compren la revista". Moria está desatada, como
loca. "Qué maravilla que hoy no se le acople el pito", le
dice al director. El doble sentido es uno: amar y odiar a su
entorno, pellizcar el inconsciente televisivo para lograr que
alguien le cuente una historia. Comienza hablándole a la
tribuna: "Parece que tuviéramos una relación
inmunda pero es fantástica". Saluda a sus
camarógrafos, que la
acosan por varios flancos "como siempre me gustó" y al
locutor en off que analiza con crudeza la verborragia de los
otros.

El sainete de las 18 se abre, telón arriba. Moria
acusa: "Esta es la vida: unos se enamoran, otros no se enamoran,
unos despluman… Arremeten con el parche en el ojo y frente a
eso los piratas tiemblan. A Dieguito no sólo le robaron
el dinero,
también el corazón". Filosofía entendible y
a buen precio. Ahora
sí, el primer acto con un "tape" de Haydée:
"Estábamos muy mal de plata y mi marido me dijo
‘¿te gusta?’. No, pero tiene algo de efectivo.
Un día nos pusimos a hablar y bueno. De todo me dio. Iba,
me acostaba, le pedía plata y siempre me daba. Pero ojo,
yo también ponía de lo mío. Nada gratis". El
programa vuelve al piso con inquisición de la tribuna:
"¡Te prostituiste!". Moria Casán interviene: "Vos
preparabas tus cheques,
tenías siempre la chequera dispuesta", hiere. La diva
suele hacer de abogada incisiva. Más tarde dirá a
este diario: "Yo tengo un reloj interno que me marca
cuándo tengo que encararlos. Tengo oficio, instinto y
psicología. Los dejo reposar, pero luego los escarbo.
Tienen una cosa tapadita que les dispara otras cosas y yo las
aprovecho".

Segundo acto: la madre. Ogro de Haydée y
protectora de Dieguito, quien reclama, obviamente, su televisor.
Y no es que quiera ver el Mundial:quiere la tele, ama la tele.
Por eso, claro, está aquí, como último
recurso desesperado. "Mire Moira (sic), quiero que me devuelvan
todo y se vayan del barrio": el tan mentado Dieguito al fin entra
en escena, aunque casi no entra en la silla. "Estoy enamorado,
pero ella no abandona al marido", declara. Ni se miran, pero
él remarca: "Sólo ella y yo sabemos lo que hemos
vivido en la cama". La platea los imagina revolcados y los
castiga con sus dardos lacerantes de comentarios impropios. Nadie
escucha a la teleplebe.

El programa va a un corte. El locutor sentencia: "Su
madre le reveló que todo era un complot y hoy quiere que
se lo devuelva". Quien dice la frase, oculto, oficia de
partenaire insospechado, de analista de barbaries para su propia
carrera de estudiante avanzado. Aprovecha su trabajo de laboratorio
para analizar perfiles, identificar estereotipos, anotarlos en un
papelito y luego, en casa, reflexionar sobre ellos. En la tanda,
la bronca se amaina recién cuando una de las seis
productoras de "Entre Moria y vos" se mete en el medio, como para
calmar los ánimos.

Detrás de escena, con la celosa guardia de otra
productora, está el esposo. "Ahora es cuando se arma el
quilombo", desliza un asistente de piso al cronista.
¿Cómo sabe? En el plató no hay atisbos de
fraude televisado
o impostación, pero cuando aparece el temido personaje que
encarna al mal, todo se tiñe de roña. A veces, la
ensalada de opiniones cruzadas viene acompañada de bofes,
verbales y de los otros. Todos los jugadores ya han pisado la
cancha: Moria, Haydée, la Madre, Dieguito y por
último el marido, cómplice de Haydée.
"¿Y ustedes por qué me acusan de cómplice?",
enfrenta a la tribuna, que se le ríe con un tono general
en el que impera el sarcasmo. Y efectivamente, tal como se
preveía, se arma: los participantes dejan su asiento, se
vuelven a sentar y gritan. Cuando todo parece fuera de control Moria,
impoluta, interviene: "A este programa lo van a agarrar para la
Real Academia Española. La mujer le dijo
‘prostituta baja’ a Haydée". Moria se
ríe de sí misma.

La niña traviesa de Haydée se defiende:
"Le hice el amor, pero
el amor lo finjo". Y no piensa devolverles la tele, pero se
quiebra. Las
luces descienden en el estudio. Un riachuelo de lágrimas
cae por las mejillas enrojecidas de los invitados:
"Señores –se para y espeta Haydée–
ustedes tienen para comer. ¡Yo no tengo qué comer!".
La tribuna, embravecida, la enfrenta y la trata directamente de
gato. La crisis se hace presente de una vez. Y el marido de
Haydée pide, sin vueltas, a Moria: "¡Dame laburo
vos!". La diva se defiende: "No tengo por qué darte
laburo. No soy el Ministerio de Bienestar Social".
Griterío seguido de mensajes telefónicos. Moria los
lee de corrido: "Que se invente una vacuna para toda esta gente",
dice un televidente.

¿Por qué la tele? La pregunta se
desentraña entre los presentes. La madre de Haydée
dirá que viene por una solución. Moria, en cambio,
dice: "Necesitan un minuto de gloria. Miran casos menores y se
identifican. Encuentran la frutilla de la torta de su vida en su
victimización pública". María Teresa Faisal,
productora ejecutiva del programa, tiene una visión
pragmática: "Las historias están en todos lados. La
diferencia es quién quiere venir a contarlas y
quién no. Siempre hay un amigo engañado, un
familiar con una amante o alguien con doble vida. Mucha gente con
cierto nivel adquisitivo lo confiesa con sus amigos en el bar, en
el psicólogo o en el cura. Otra gente confía en
Moria".

La rueda de la fama se acaba para los invitados a las
19. Diego y su madre se van por una esquina, la pareja sale por
otro. Ya se encontrarán en el barrio y seguirán en
contacto con producción "por si pasa algo". Algunos casos
han terminado en contención psicológica.

Pero los 15 minutos de fama vuelven a ser para Moria,
eternos. "Oia, mirá…", descubre la diva en el monitor.
Levanta la cabeza y se mira en el noticiero de América que
informa: "Moria quiere ser mamá". "¡Qué te
dije!", le anuncia Faisal, su productora. "Te dije ayer en el
camarín que la noticia era una bomba. Te aviso,
tenés a ‘Rumores’ en la puerta". Y Faisal deja
saldada la duda:"Los testimonios no se pagan. Algunos se llevan
un vale de supermercado, tipo ticket canasta. Otros sólo
se llevan los aplausos".

14.1 Descripción del programa

Programa: Entre Moria y Vos

Horario: de lunes a sábados de 18 a 19hs por
América Dos

Conducido: por por Moria Casán

Tema: el público le cuenta a Moria sus problemas,
sus dramas y sus alegrías… ¡Sus vidas!. ella
escucha, comprende y se solidariza".

El programa se basa en el testimonio de varios
testigos-participantes (personas desconocidas de un nivel
socio-económico bajo) a fin de un conflicto entre dos o
más personas, la conductora intenta mediar y llegar a una
solución, hay una tribuna (que es siempre la misma de
gente no famosa ni profesional) que juzga a los testigos y
participa en un debate con ellos. Si se producen agresiones
físicas (como es habitual) un asistente de
producción o camarógrafo separa a los
involucrados.

A los testigos se les ofrece ayuda psicológica al
final de la emisión, no hay una intervención de un
profesional durante la misma. El público opina mediante
mensajes telefónicos leídos por la conductora, a
favor o en contra de los testigos. Familiares o amigos de los
testigos participan telefónicamente o desde la tribuna
para ayudar a su conocido o sentenciar a su enemigo.

La rutina diaria es: la conductora abre el programa con
una introducción al tema a tratar y sobre los
testigos, se pasa un video de los testigos donde cuentan sus
problemas desde su casa, aparecen los testigos y se sientan en
"el escenario de la vida" , la conductora siempre desde abajo del
escenario les pregunta porque asisten al programa y comienza el
debate, aparecen más individuos para defender o acusar a
los testigos o participan vía telefónica, la
conductora hace participar a la tribuna que opina y genera
más disturbios. Se haya solucionado el conflicto o no, a
las 19hs el programa finaliza.

Los temas tratados giran entorno a las relaciones entre
familiares, vecinos, amigos, conocidos, etc, que generalmente
siempre son de un mismo sector social. Se basan en la identidad
sexual, conflictos de pareja y familiares. Son controvertidos y
escandalozos, no son asuntos que le sucedan a la mayoría
de la población. Algunos temas son:

"soy gay y no acepto que mi hijo sea
travesti"

"mi marido me engaña con un travesti"

"mi mamá me arruinó la vida"

"mi hermanastro tiene mujer pero me desea"

"tengo mujer, amante y no me alcanza"

"siempre me mintió: no es mi padre y es
gay"

"me enamoré de mi sobrino aunque esté
embarazada de mi marido"

El atractivo del programa es el escándalo
provocado por los controvertidos temas que llegan al limite de la
perversión, indecencia, etc.

Moria Casán es un personaje mediático que
llama la atención del publico por si mismo, no es
irrelevante que la conductora sea ella quien ya tiene un
repertorio de programas y episodios polémicos en su vida.
El año pasado incursionó en los talk show con "Amor
y Moria" haciendo famosa la frase "si queres llorar,
llorá". Anteriormente condujo con gran éxito y
repercusión "A la cama con Moria" donde invitaba a
políticos y famosos a una cama donde los entrevistaba
sobre su vida íntima. No cumple un rol de conductora
escucha o mediadora, no es pasiva su acción, juzga,
defiende y ataca a quién desea. Toma una victima con la
que se solidariza y un victimario al que ataca. Busca crear
escándalos, provoca discusiones, peleas, disturbios entre
los testigos presentes, sus familiares y la tribuna. Si bien los
casos ya se presentan agresivos, violentos y degradantes la
conductora se encarga de aumentar el escándalo, las
agresiones y humillaciones.

No sólo conduce Moria Casán,
además, siempre provoca (con su figura, su mirada, sus
movimientos, su ropa, sus palabras). Mueve sensualmente su
cuerpo, se acerca a los testigos masculinos más de lo
debido. Su vestimenta siempre es por demás ajustada,
estrafalaria, corta y escotada. Usa trasparencias y colores
vivos.

Notamos una clara discriminación a los hombres, la conductora
no los escucha ni defiende como a las mujeres a quienes
privilegia en las discusiones. Antes de escucharlos ya los juzga
y critica, tiene la discusión perdida antes de comenzar.
El feminismo
aparece de la forma más burda y grosera.

Los participantes (testigos) en este programa, previa
selección de los productores/emisores del programa, son
representantes

de un determinado grupo social. Estos programas por sus
características de relato oral, actualizando un pasado,
pueden llegar a proporcionar o afianzar, de forma inconsciente
pautas de comportamiento, de solución de problemas o en la
mayor parte de los casos de elusión, evitar determinados
comportamientos que no son aceptados socialmente (por ejemplo
maltratos fisicos, estafas económicas y emocionales,
abandono de hijos, etc.).

Por otra parte, nos encontramos ante un tipo de receptor
que desea ver expresados en la televisión aspectos de la
realidad que lo rodean, pero no una realidad lejana
espacio-temporalmente y con la cual no se identifica, sino con
una realidad y unos "héroes" y sobre todo
"antihéroes" salidos de los mismos ámbitos a los
que pertenece él mismo y que percibe como más
próximos y pertenecientes a una realidad mucho más
cotidiana y doméstica que otros textos audiovisuales, como
los informativos.

El hecho de que estos programas tengan una gran
componente oral contribuye en gran medida a aproximarse a la
recepción, ya que aún hoy en día se le sigue
otorgando socialmente mayor credibilidad a este tipo de
comunicación "interpersonal", relatos de amigos, vecinos,
etc.

Consideramos que el receptor ante estos programas
actúa apropiándose de la experiencia ajena pero sin
analizar las condiciones de la experiencia, ya que, se olvida que
la televisión descontextualiza los
acontecimientos.

El papel del conductor es importante ya que es quien
tratará, en todo momento, de destacar los elementos del
discurso que mejor se ajusten a la construcción del relato
que se quiere construir desde la televisión. De esta
manera actúan, por ejemplo, las preguntas directas de la
presentadora y los rótulos sobreimpresos en pantalla que
destacan (y con frecuencia modifican) elementos relevantes de la
narración oral. El conductor espectaculariza hasta su
simulación de improvisación y espontaneidad. Hace
preguntas insidiosas y manipuladoras, interrumpe a los testigos,
da muestras de afecto a los participantes que se sienten mal
emocionalmente, etc. Es la combinación de su
función como periodista y el papel de actor.

Otro elemento destinado al mismo fin serían las
intervenciones telefónicas de personas relacionadas con
los casos que se tratan. Estas intervenciones pueden ayudar, y de
hecho así lo hacen, a la construcción de la imagen
pública del ejemplo participante en el
programa.

Siempre se encuentra un panel (de psicólogos,
periodistas, etc) o tribuna que opina y juzga la
situación. Generalmente hay un psicólogo que
analiza la situación y aconseja a los
testigos-participantes.

Los participantes, además de sobreactuar y
exponer sus emociones y acciones. llegan en algunos casos a la
representación de actitudes violentas: de cólera,
amenazas e incluso a agresiones físicas.

Otro aspecto importante de estos programas es que le dan
la posibilidad al telespectador de poder ser testigo en directo
de los conflictos y sucesos de la vida de otro

15 Anexos

15.1 Entrevistas

15.1.1 Conductora: Lía Salgado

1 ¿Cuál le parece que es el mérito
de los talk shows?

Desbaratar los prejuicios sociales. Se trabaja con la
gente y ésta tiene acceso a la televisión. De esta
manera la TV no queda sólo para cinco o seis
ideólogos. El talk show es un lugar donde la gente puede
contar sus problemas y se trata de llegar a un acuerdo. Refleja
la realidad que vivimos, le guste o no a algunos intelectualoides
que se vean reflejados ahí.

2 ¿Los talk shows reemplazaron a las
telenovelas?

Es posible, porque la realidad es más fuerte que
la ficción. Lo que les sucede a los participantes del
programa nos sucede a todos. Los que nos critican son falsos
intelectuales
que no soportan ver reflejada en la pantalla a la gente sencilla
contando su historia. Prefieren sentarse a teorizar sobre la vida
de otros. La verdad es dura y es difícil
bancársela. Los intelectuales de verdad aceptan el
programa.

3 Las pantallas llenas de talk shows, ¿no
denuncian la mediocridad de la
televisión?

Puede ser. Pero ya que está la moda, hay que
aprovechar y hacer algo bueno. Lo que falta es la buena
televisión. La que trataba los temas con más
seriedad, con más profundidad. Ahora es todo light, sin
alcohol. El
alcohol lo ponemos nosotros con los talk shows, y muchos no se lo
bancan.

4 ¿No es una forma de meterse en la vida de la
gente por la ventana?

No lo siento así. Pienso que los estoy ayudando,
que cumplimos un rol social. La gente que viene tiene la
posibilidad de hablar de cosas que en la casa no puede porque se
agarran a las patadas.

5 Aunque tengan que asumir el riesgo de que se
haga público.

Sí, en alguna medida. Pero es lo que la gente
plantea cuando viene. La atracción no es la
televisión, en realidad. Es gente muy sencilla, sin
posibilidades ni amparo de las
instituciones.
En muchos casos no conocen los derechos que
tienen.

6 ¿No sería mejor sugerirles que hagan
algún tipo de tratamiento psicológico?

En muchos casos no quieren. Nosotros tenemos
establecidas redes solidarias fuera del
programa, pero a veces no aceptan participar. Además, el
psicólogo no entra en su universo.

7 ¿Considera que su trabajo es
periodístico?

Lo que hago es periodismo. Es investigación y
tengo que preguntar y repreguntar y ahondar en las respuestas. En
todo caso, no es periodismo de actualidad. Yo pregunto lo mismo
que cualquier otro ante un hecho, no interpreto. Es algo muy
concreto.

8 ¿Cuál es su límite?

El que me fue dando la experiencia. De los errores
aprendí cosas que no tendría que haber hecho, como
llevar a Samantha o hablar de temas sexuales en un horario
inadecuado. A veces me lanzo, no me controlo. Reconozco que hay
un juicio moral de parte mía. Sucede cuando determinada
persona no se
anima a plantear lo que piensa, como decirle a un hombre
"¡pero vos sos un caradura!", cuando su mujer no se atreve
a hacerlo. Cuando me equivoco lo digo, pero si la
situación es muy perversa no puedo callarme.

9 ¿No es muy fino el hilo de la ética en
esas situaciones?

Es difícil saber hasta dónde ahondar. Mi
límite es no quebrar a la persona. Las excepciones son
cuando viene gente como el pastor Giménez, que le vende
buzones a la gente. Ahí me veo obligada a ir a
fondo.

10 La fórmula parece ser "cuanto más dura
es la historia, mejor es el resultado".

Hay algo de eso. Supongo que hay morbosidad en la gente
que lo mira pero también pasa eso de los que gritan:
"Qué horror, eso a mí no me sucede, yo no soy
así". Nos pasa todo a todos y por eso se quedan
enganchados con el programa. Es un tiempo en el que lo
público se ha hecho privado y al revés.

11 ¿Es difícil manejar la
desesperación de la gente por llegar a la TV?

Lo que pasa es que para la gente la TV es un lugar de
pertenencia. Los trabajos, las instituciones, la Justicia, no
son seguras y la televisión les da un ámbito. A eso
llegó la sociedad, hay que asumirlo.

12 ¿Cómo se relaciona con los otro talk
shows, los ve a menudo?

No muy seguido, pero son diferentes a lo que hacemos
nosotros. El de Karin Cohen seguía la línea de lo
testimonial que yo ya abandoné, porque me gusta escuchar
todas las voces, no sólo una, incluso las que no me
gustan. El de María Laura Santillán no es un talk
show, es una especie de remake de "Volver a vivir": llevar
famosos a contar su vida.

15.1.2 Laura Oliva

¿Que opinión tiene acerca de los talk
show?

Cuando miro talk shows no sé si reírme o
ponerne triste

Siempre tuve ese sentimiento que creo que nos pasa a
todos, pero que nadie lo dice", comentó.

El programa quiere hacer sentir a la gente que
está con nosotros, que nos pueden contar sus cosas. Un
talk show con humor, recoge este formato que suele tener un
registro humorístico, a pesar del objetivo de
quienes lo hacen"

¿Porque usted elige hacer este tipo de
programas?

La ex "Grandiosas" sostuvo que no tiene prejuicios
respecto al género y que, en realidad, es un formato
televisivo que frecuentó en busca de inspiración
para su faceta actoral.

¿Que tipo de programas ve usted por t
v?

Yo soy espectadora de todo, me parece que si trabajo en
el medio tengo que ver un poquito de cada cosa. Y no me
escandalizo, ni te digo que veo "People+arts" todo el día.
He visto talk shows para nutrirme, sobre todo en la época
que trabajaba haciendo personajes con (Antonio) Gasalla o Nico
(Repetto), eran un semillero

¿En que se baso su programa?

Se baso en explotar el costado tragicómico de
situaciones comunes. Al plantearlo con humor, no nos podemos
meter en problemáticas demasiado importantes o que tengan
que ver con situaciones graves. La propuesta apunto a cosas
más cotidianas, problemas que vistos desde afuera uno le
va perdiendo el respeto pero que pueden ser difíciles,
como que el novio de mi hija adolescente duerma en casa y me coma
lo que haya en la heladera y yo no pueda andar en bolas",
graficó.

Por otro lado, la actriz confió en que el ciclo
se convierta en una opción "para los que no les gusta ver
los programas de espectáculos" o aquellos que quieren ver
despelote pero de una manera más familiar, menos
recurrente

¿Que hay sobre el rating de estos
programas?

Decir que al canal no le importa el rating sería
pecar de ingenua. Ellos deben tener sus expectativas y presiones,
pero no conozco cuales son. Igual no puedo preocuparme de
eso

15.1.3 Lic. Rosa M Ganga (comunicación
social)

1. ¿Que opina usted de la televisión de
estos tiempos?

La televisión de nuestros días está
altamente cargada de los programas que espectacularizan lo
cotidiano, exhiben emociones, recrean el dolor y la desgracia y
airean las miserias de todo orden.

Es llamativo el hecho que en la era digital, el placer
de mirar, leer, saber de la vida privada se ha desplazado de los
famosos a la gente común que se encuentra dispuesta a
exponer sus miserias y alegrias frente a millones de
desconocidos. A este fenómeno se le ha dado el nombre de
TV verdad, Telerealidad, telebasura o reality show.

2 ¿Qué hay de éxito de este tipo de
programas?

Su éxito y desarrollo se
debe a que son productos de bajo costo debido al tipo de
producción y a la escenografía fija y sencilla que
presentan. Además la TV había llegado a cierta
saturación de algunos productos y tenía la
necesidad de cambiar y renovar los antiguos géneros de
ficción. Estas situaciones dieron lugar a la
creación de géneros narrativos no ficcionales, como
por ejemplo el de los reality shows donde las personas comunes
tiene un lugar para mostrarse ya que no hace falta ser rico ni
famoso para aparecer en televisión y ser
escuchado.

Frente a tanto éxito, polémica y
controversia, la curiosidad se hace materia en esta
investigación. Es por esto que elegimos dentro de los
reality show, el subgénero de los talk show donde el
testimonio de una persona anónima y sin grandes
méritos acerca de su vida es el protagonista. Creemos que
este tipo de programas puede ser tomado como objeto de estudio de
la sociedad misma, ya que reflejan hábitos, actitudes,
comportamientos y aspectos culturales de la misma.

Buscamos no una respuesta sino claves para un mayor
entendimiento de este fenómeno y de nuestra
sociedad.

3 ¿Qué es un. Reality Show?

Dentro de los reality show se incluyen: los talk show,
los docu soap2 , los juegos y
concursos que someten a sus protagonistas a todo tipo de
humillaciones, los programas de cámara oculta que se
zambullen en la ridiculización y
humillación.

4 ¿Qué tipo de público los
mira?

Todos estos elementos resulten muy próximos a los
receptores modelo de esta franja horaria, que por sus
características (audiencia compuesta por amas de casa,
jubilados y desempleados…) buscan en estos programas una
representación de hábitos o comportamientos a
seguir o a rechazar en determinadas ocasiones, especialmente las
conflictivas.

Generalmente son seguidos por un público amplio.
Este público está cautivado por la vida cotidiana
desprovista de trascendencia grupal. Lo grupal / lo social es en
este género un fenómeno que no requiere esfuerzo
alguno de interpretación.

Es un relato testimonio de la vida del hombre y la mujer
anónimos.

Se da cabida a la gente común convirtiendo la
televisión en el reino de los cualquiera

5 Características tienen para usted los Talk
Shows

Las características que los diferencian del resto
de realities se pueden resumir

a) Se emiten en horario de tarde.

b) Están destinados a un perfil de audiencia muy
concreto y determinado, en su mayoría amas de casa y, en
general, personas de edad y desocupadas.

c) La audiencia generalmente es de la misma clase social
que el participante en el programa: media-baja casi en su
totalidad.

d) La puesta en escena en todos los canales de
televisión coincide en lineas generales.

e) Las líneas temáticas en todos los casos
son similares: amor/desamor, violencia, sexo, educación,
comportamientos negativos en general y se nuclean bajo un
título.

f) Todos los programas muestran públicamente el
ámbito privado.

6 ¿Qué se quiere mostrar en este estilo de
programas?

Por otro lado, se trata de mostrar como natural algo que
está totalmente descontextualizado, porque no tiene nada
de natural que unas personas de las que no sabemos absolutamente
nada lleguen a un plató y se pongan a contar sus
intimidades, sin llevar a cabo, en ningún caso, un proceso
de contextualización. "

15.1.4 Horacio
Convertini

(Periodista del espectáculo y editor del Diario
Clarín)

1 Definición de Talk show

Se conoce como talk show aquellos programas en los que
se tratan aspectos de la vida cotidiana, en los cuales el eje
esta dado por el protagonismo del relato de uno o varios
testimoniantes. Los mismos quedan expuestos en una escena que se
monta a modo de show televisivo. Este género se constituye
como "el show" de la palabra, en donde "el contar" constituye el
atractivo. La temática elegida se exhibe
ofreciéndose como producto para
ser consumido, promoviendo en el espectador sus inclinaciones
vouyeuristas

2 ¿Como se conforman estos tipos de
programas?

A modo general, la estructura de estos programas incluye
los siguientes actores: un grupo de invitados, los protagonistas
del show, que exponen su testimonio, un conductor o conductora,
un panel con invitados que observan la escena y a veces
intervienen de diversos modos (hacen preguntas, dan su
opinión, etc.) y, en algunos casos, especialistas en
diversas áreas (psicólogos, abogados,
sociólogos, según la estructura del
programa).

3 ¿Que temas desarrollan?

Los programas se desarrollan en torno a distintas
problemáticas sociales, familiares o sexuales, tratadas de
a una porcada emisión. En muchos casos las
temáticas presentadas implican una situación de
alto compromiso emocional. De esta forma, la audiencia queda
expuesta a problemáticas complejas que, aunque
requerirían un análisis mas profundo son abordadas
de manera superficial

4 ¿Que opinión le merece los
participantes?

En cuanto a la situación socio económico
de los invitados o testimoniantes podemos mencionar que la gran
mayoría proviene de los sectores populares. Una
explicación de este hecho podemos encontrarla en que estos
programas se constituyen en un espacio que permite a estos
sectores, tradicionalmente poco acogidos en la televisión,
aparecer y ganar protagonismo en la pantalla. Puede suponerse
también que estoes válido, en realidad, no
sólo para quienes se presentan a participar del programa,
sino también en el de los espectadores, en tanto se
identifiquen con los personajes presentados y reconozcan en las
problemáticas planteadas sus propias
problemáticas.

Algunos talk shows incluyeron la participación de
famosos. Estos testimonios tienen como objetivo mostrar a los
mismos desde la situación de su vida cotidiana. De este
modo el personaje invitado se vuelve más cercano al
público, ya que comparte sus debilidades, sus gustos, sus
problemáticas, etc.

5 ¿Que tendencias o temas presentan estos tipo de
programación?

En los últimos talk shows existió un
resurgimiento y una revalorización de la vida cotidiana,
en la medida en que aparece cada vez más una tendencia a
considerarla como una temática digna de ser tratada y de
la cual podrían extraerse enseñanzas. El aprendizaje
por parte de los televidentes se fundamenta en la
identificación que se produce entre quien escucha y quien
relata. Así como en programas de política u
opinión ciertos actores sociales encuentran un
ámbito de formación, en los talk shows, a
través de las experiencias relatadas en los testimonios,
otros actores sociales encuentran un modo de aprendizaje que
les ayuda a comprender la problemática de sus vidas
cotidianas.

Paralelamente también las temáticas
elegidas por este tipo de programas están relacionadas con
conflictivas familiares y/o personales. Se ponen en juego
aspectos íntimos y particulares de los participantes. Bajo
un "título" que funciona como "enganche" para la
audiencia, a veces se enmarcan situaciones tan complejas que
superan las posibilidades de un abordaje
satisfactorio.

Las temáticas están relacionadas con el
ámbito de lo privado, generalmente con los aspectos
más íntimos de éste. De este modo nos
encontramos frecuentemente con problemas de pareja y/o
familiares: sexuales, económicos, sentimentales y de
convivencia. Es llamativo, dentro de la oferta
temática que plantea el género la ausencia de
discusiones con relación a lo
político/cívico. Esto
hablaría del desinterés que puede observarse en la
sociedad actual sobre temáticas de corte más
ideológico. De la observación de programas del género
se constata que algunas temáticas son recurrentes, otras
aparecen con variaciones y combinaciones.

6 ¿Por qué cree que hay tanto éxito
en los talk shows?

Entre las causas que han hecho que el género se
difunda en nuestra televisión, podemos mencionar los
siguientes. En primer lugar los talk shows son productos de bajo
costo debido al tipo de producción y a la
escenografía fija y sencilla que presentan.

En segundo lugar la TV ha tenido durante muchos
años una producción importante de programas de
ficción, en sus diferentes géneros. Esta
situación trae como consecuencia cierta saturación
de algunos productos y la necesidad de cambiar el predominio que
hasta el momento existía. Esta necesidad de renovar los
antiguos géneros de ficción, ha dado lugar, por una
parte, a la creación de nuevas variantes ficcionales,
tales como las telecomedias costumbristas, y, por otro, a
volcarse a géneros narrativos no ficcionales, como por
ejemplo los talk shows y los reality shows.

Por otra parte, la clásica identificación
de los televidentes con los personajes de las telenovelas,
comedias o películas se ha visto modificada debido a la
necesidad de la audiencia de encontrar referentes más
reales y cercanos a los que usualmente presenta la pantalla. Como
búsqueda de esta cercanía y esta necesidad se han
realizado cambios en los libretos tradicionales y se han
conformado caracterización es más cercana a la
gente. Asimismo el nacimiento y el crecimiento de los talk shows
da una respuesta a dicha necesidad dado que satisface el deseo de
ver en pantalla a gente real. Este deseo se ha considerado, desde
algunas interpretaciones como una perversidad voyeurista de los
espectadores.

Cerrando con este tema vemos que, conjuntamente con este
cambio en cuanto a los géneros televisivos, asistimos a un
cambio más profundo en el plano social: la así
llamada caída de los grandes relatos quedaban sentido a
las vidas de los individuos al incorporarlos a distintas
construcciones de sentido, como las ligadas a las creencias
religiosas o a movimientos políticos o nacionales. En este
sentido podemos decir que vivimos en un momento de la historia
que podría llamarse post ideológico. Como parte de
esta impronta el crecimiento de los relatos de la vida cotidiana
y familiar ha cobrado un lugar preponderante en el modo en que
cada uno intenta comprender su propia vida

15.1.5 María Teresa Faisal
(Productora general)

1 Los tal show son puestas en escenas o en caso
contrario son verídicos

María Teresa Faisal, productora general de "Entre
Moria y vos", afirma que todo lo que pasa en "el escenario de la
vida", tal como en el ciclo denominan al decorado, es
auténtico y que si bien puede existir la posibilidad de
que alguien esté mintiendo, no es "a sabiendas de la
producción".

2 ¿Que opinión les merece las personas que
van al programa? ¿Son actores?

"Por un lado, en los pasillos del canal, todo el mundo
ve a la gente que viene a participar -detalla Faisal-. Incluso
hasta en la sala de maquillaje, como son cholulos, se
ponen a charlar con las estrellas del canal.

Por otro lado, si fueran actores yo no tendría
que tener de resguardo un programa grabado. A veces el invitado
se arrepiente.

3 ¿Como se hace un programa de estos?

El trabajo es así: durante una semana se detecta
la historia, se la chequea, va un productor al barrio, habla con
todas las partes involucradas, cuando está encaminada la
historia, se hacen los exteriores en el lugar y después
vienen al programa. Ese día en que van a salir en vivo
están desde temprano en el canal, se les da un refrigerio,
pasan a maquillaje, porque es una forma de asegurarse de que no
se van a arrepentir a último momento.

A pesar de tener en cuenta esto, así y todo, se
nos cayó una historia. El tema era "Me acuesto con
las amigas de mi hija" pero el hombre del caso, el día
anterior, les contó a sus compañeros de trabajo en
la fábrica que iba a venir al programa de Moria y ellos le
dijeron que si venía a contar eso estaba loco. Y nos
dejó plantados."
4 ¿Como se hace para ser participe de estos
programas?

Para estar en "Entre Moria y vos" primero había
que hablar con Moria. En un teléfono de línea , durante las 24
horas, había un contestador con la voz de la conductora
que decía: "Hola, soy Moria. ¿Cómo
estás? Como a vos, a mí en la vida me pasó
de todo. Quiero que me cuentes tu historia, enterarme de lo que
te pasa porque vos sos protagonista. Dejame tu nombre y tu
número de teléfono. Te quiero escuchar".
5 ¿Se les paga a los participantes?

Los participantes de una historia no cobran dinero en
efectivo pero como compensación por su tiempo, la
producción les da un ticket de supermercado por un valor
de compra de 20 pesos.

15.2 Pág. donde se subió el trabajo
práctico

http://www.alipso.com

http://www.altillo.com

http://www.monografias.com

http://www.resumiendo.com.ar

http://www.elrincondelvago.com.ar

15.3 Certificado del registro de la propiedad
intelectual

 

Alumnos:

María Valeria Walter

Christian Andres Vera

Partes: 1, 2, 3

Partes: 1, 2, 3
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