La primera vez que leí un libro de Rosa
Montero, escritora y periodista española, fue La
Hija del Caníbal (I Premio de Primavera 1997) y
luego una recopilación de ensayos
periodísticos Historia de Mujeres.
Y si bien me llamaba la atención su narrativa y sobre todo su
búsqueda ferviente de la reivindicación de la mujer, su obra
no acababa de seducirme; en cuanto a su libro Temblor
(Six-barral-2004), no pude nunca pasar de la cuarta o quinta
página, por lo que no había vuelto a intentar su
lectura.
Historia del Rey Transparente (Editorial
Alfaguara-2005) cambió mi percepción
de la autora. Siempre he sido una gran amante del medioevo, a
veces digo que si yo creyese en la reencarnación,
podría decir que viví en el siglo XII o XIII, en
alguna parte de la región de Provenza; donde la mujer tuvo una
relevancia social y cultural que el obscurantismo de la
Inquisición y el poder
omnipotente del rey de Francia,
Felipe II (1) y hasta San Luís (1214-1270) incluido, le
arrebataron, para nunca más volvérselo a conceder.
Para León el herrero, uno de los personajes de la historia del rey
transparente, la región occitana es tolerante, culta y
más abierta.
Este es el trasfondo de la obra de Rosa Montero, La
Provenza en particular, y la Occitania en general, en los siglos
anteriormente mencionados.
El personaje central, Leola, una humilde campesina, ve
de pronto que su mundo desaparece ante sus ojos al serle
arrebatada su pequeña familia y el
novio con el que pronto contraerá nupcias.
Entiende que debe escapar y esconderse, so pena que al
ser descubierta sea violada y asesinada, según las
normas de la
guerra en
todos los tiempos, donde la mujer es un botín
más.
En el campo, desolado por la batalla, intuye que para
sobrevivir debe cambiar de identidad,
aunque eso implique tener que esconder su condición de
mujer; por lo que se apropia de la armadura de un joven caballero
y se convierte en Leo.
Pronto conoce a Nyneve, una mujer madura, quien en
algún momento de su pasado fue la Dama del Lago, en
algún momento de ese pasado bastante remoto tuvo amores
con Myyrdin -quien más tarde se conocería como el
mago Merlín- y en algún momento vivió en la
isla sagrada de Avalon. Por lo que puede deducirse que Nyneve
posee poderes mágicos, pero ante todo puede deducirse que
es una mujer sabia, culta, erudita, conocedora del latín y
del griego.
Sus poderes mágicos, son más bien el
resultado de su estrecha relación con la naturaleza; es
decir, de su conocimiento
de las plantas
curativas. Ella es el compendio de muchas mujeres provenzales,
pero también de toda la región de la Occitania
medieval.
Es por ello que en la obra nos encontramos con Leonor
(2), esa reina extraordinaria, nieta de Guillermo IX de Poitiers
(1071-1126), el trovador. Por lo que no es de extrañar que
Leonor, reina de Francia y luego de Inglaterra, haya
instaurado las Cortes de Amor.
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