- Definición
- Agentes
inflamatorios - Evolución de la
respuesta inflamatoria aguda - Persistencia
del agente inflamatorio - Inflamación
crónica - Tratamiento para las
inflamaciones - Bibliografía
La palabra inflamación deriva del latín
inflammare, que significa encender fuego.
La inflamación según el diccionario
de terminologías médicas es:
Estado morboso complejo con fenómenos
generales, diversamente definido, que en sustancia se reduce a
la reacción del organismo contra un agente irritante o
infectivo, y que se caracteriza esencialmente, desde los
tiempos de Celso, por los cuatro síntomas cardinales:
rubor, tumor, calor y
dolor, a los que Galeno añadió la functio laesa
(el trastorno funcional).
La inflamación puede producir:
Dolor
Enrojecimiento
Rigidez o pérdida de la movilidad
Hinchazón
Calor
Cuando un tejido es dañado, por un golpe, por
ejemplo, sus células
liberan una sustancia llamada histamina, que produce la
dilatación de los vasos sanguíneos y, por
consiguiente, el aporte de grandes cantidades de sangre hacia el
área afectada. Además, los tejidos
inflamados liberan líquido intracelular, conocido como
exudado inflamatorio, que puede acumularse infiltrando los
tejidos y dificultando o imposibilitando el funcionamiento del
órgano o de la región afectada.
Las inflamaciones pueden ser agudas o crónicas.
Son agudas cuando presentan un período de
hinchazón, dolor e incapacidad crecientes, que luego
disminuyen en poco tiempo; se
denominan crónicas cuando se prolongan durante meses o
años, presentando períodos de mayor o menor
intensidad, de acuerdo con factores como la humedad, la dieta o
el estado del
propio sistema
inmunitario.
La gravedad, la duración y las
características peculiares de cada respuesta inflamatoria
dependen del área afectada, de su estado previo
y de la causa que la provoca.
Agentes vivos: bacterias,
virus,
parásitos, hongos.
Agentes físicos: radiaciones, frío,
calor, ultravioletas.
Agentes químicos: venenos, toxinas.
Traumatismos y cuerpos extraños.
Alteraciones vasculares: como por ejemplo las que
producen isquemia.
Dependiendo de las características temporales de
la inflamación definimos dos tipos de respuesta,
inflamación aguda
e inflamación
crónica
Página siguiente |